TA1 - Edgar Ruiz Silva

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Comprensión y Redacción de Textos I - CGT

Ciclo 2021 - marzo

UNIDAD 2 - Semana 3
Fuentes para la Tarea Académica 1 (TA1)

Logro: Al finalizar la sesión, el estudiante analiza información pertinente para redactar párrafos de desarrollo de un texto expositivo en el que aplica la estrategia
enumerativa.

Fuente 1: Situación del embarazo en adolescentes


Tomado de https://peru.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/infografia%20embarazo%20adolescente-25enero.pdf
Fuente 2
Factores familiares del embarazo adolescente

La familia y su dinámica son relevantes en las conductas del adolescente y fundamentalmente


en las manifestaciones de su sexualidad. Como factores de riesgo para la aparición de
embarazo, surgen diversas situaciones desfavorables como la violencia intrafamiliar, la
permisividad de los padres, las dificultades de comunicación, la madre con embarazo en la
adolescencia, la estructura familiar incompleta, entre otros.

Los adolescentes que viven con sus padres y tienen una buena relación con ambos tienen un
riesgo mínimo de tener sexo no protegido y de llegar al embarazo. Específicamente, no van a
iniciar la actividad sexual a una edad temprana y, cuando la comiencen, será con una frecuencia
menor. Por el contrario, cuando el menor proviene de una familia uniparental, o con padres
permisivos y con consumo de drogas, en la que no hay un adecuado diálogo, se generan
carencias afectivas que los hijos no saben resolver. Esta situación los impulsa a buscar
información, y afecto en los amigos y compañeros de colegio, quienes probablemente tendrán su
mismo desconocimiento. Por ello, es más probable que inicien la actividad sexual a una edad
temprana sin, por ejemplo, conocer los métodos de protección o las consecuencias que podrían
tener en su vida a corta edad. Los adolescentes tienen relaciones ocasionales en búsqueda de
una estabilidad que no hallan y se exponen siempre a riesgos, hasta que el embarazo los
enfrenta a una nueva situación que no siempre pueden superar.

Asimismo, los varones educados en hogares en los que se golpeaba a la madre o que fueron
golpeados ellos mismos tendrían muchas más probabilidades de embarazar a su pareja que
quienes no habían tenido esta experiencia. Por lo general, la violencia no solo genera daños
físicos, sino también psicológicos que, muchas veces, son difíciles de superar. Estas secuelas
son tan graves, que repercuten de forma significativa en la vida de la persona. Muchos
desconocen que esta conducta es aprendida y que el agresor no conoce otras formas de
relacionarse, pues sus complejos, sus problemas y los modelos aprendidos no le han permitido
interactuar con su familia de forma pacífica, honesta y respetuosa. En contraste, siempre se
muestra a la defensiva, es desconfiado y su estado de ánimo suele ser inestable. En este caso,
los varones con estas características son más propensos a embarazar a sus parejas porque
ejercen violencia e imposición de sus deseos sobre la mujer (la obligan al acto sexual, no usan
preservativos, etc.) y generan apego con la pareja a partir de una situación que los vincula
inevitablemente (como el tener un hijo con esa persona).

Finalmente, es más fácil que una persona se convierta en madre adolescente si su progenitora y
su hermana también lo fueron. La situación tiende a repetirse, con consecuencias aún más
graves en la vida de las hijas, que suelen tener dificultades escolares y se embarazan a una
edad, incluso, más temprana que sus propias madres. Sin duda, un embarazo en la
adolescencia altera, en general, la trayectoria estudiantil y el proyecto de vida de la menor. Por
ello, los programas de atención integral con profesionales entrenados en la atención de
adolescentes embarazadas pueden tener un impacto positivo importante en la reducción de los
patrones reproductivos intergeneracionales de este problema social.

Adaptado de http://infogen.org.mx/factores-de-riesgo-de-embarazo-en-la-adolescencia/ y
http://www.cemera.cl/sogia/pdf/2005/XII2comprendiendo.pdf

Fuente 3
Factores de riesgo familiares
Algunas causas familiares del embarazo adolescente que los investigadores determinaron son la
negligencia paterna, la rigurosidad en las normas, la ausencia de los padres y la familia poco
acogedora.

La negligencia paterna corresponde a aquella dinámica establecida por los padres en la que
existe ausencia de límites hacia los hijos. En este caso, los adolescentes la perciben como
desinterés, falta de apoyo y una insatisfacción de la necesidad de orientación en temas
relevantes tales como la sexualidad y el consumo de drogas, entre otros. Existiría una falta de
advertencia por parte de los padres frente a los riesgos a los que se exponen.

El conjunto de normas rígido, que es impuesto por los padres, es percibido por los adolescentes
como una restricción para los permisos. Ellos manifiestan falta de autonomía y libertad para la
toma de decisiones, especialmente en el ámbito de la vida emocional y social. Además, dificulta
la comunicación con los padres, lo que favorece las relaciones de tipo emocional ocultas . De
igual manera, esta inflexibilidad en las normas posibilitaría la conducta impulsiva que los lleva a
tomar decisiones inmediatas en cuanto tienen la oportunidad de liberarse. Por otro lado, la
rigurosidad que existe en el hogar se asocia, en algunos adolescentes, con desconocimiento e
ingenuidad respecto del entorno social y los riesgos existentes en este, lo cual permite que sean
más vulnerables.

Los padres ausentes del hogar constituyen un factor familiar situacional considerado como factor
de riesgo, lo cual ocasiona que los adolescentes permanezcan solos. Esta situación se produce
en aquellas familias en que ambos padres trabajan. También, sucede cuando los padres no
establecen sus límites y permiten que los adolescentes permanezcan sin vigilancia.

La familia poco acogedora corresponde a la que establece una dinámica disfuncional que no
cubre las necesidades afectivas y provoca en las adolescentes un sentimiento de soledad. De
igual modo, en aquellas en que existen conflictos de pareja entre los padres, se produce una
situación que genera en las adolescentes sentimientos de incomodidad. En este contexto, los
adolescentes buscan evadir la situación de incomodidad y/o satisfacer sus carencias afectivas
fuera de la familia, por lo que establecen relaciones de pareja con mayor dependencia
emocional.

Adaptado de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262007000200002

Fuente 4
El poder de los padres: lo que deben saber para ayudar a prevenir el embarazo en adolescentes

A pesar de que los padres evidentemente no pueden determinar las decisiones que sus hijos
toman con respecto al sexo, su ayuda puede marcar una gran diferencia. Con más de dos
décadas de intensa investigación, se les proporciona una guía sobre cómo prevenir el embarazo
de los adolescentes.

Las relaciones cercanas padres-hijos


La proximidad en general entre los padres y sus hijos, las actividades compartidas, la presencia
de los padres en el hogar, y su cuidado y preocupación están relacionados con un riesgo menor
de relaciones sexuales prematuras y de embarazos en la adolescencia. Los adolescentes que
tienen una relación cercana con sus padres y se sienten apoyados por ellos tienen una mayor
probabilidad de abstenerse de tener relaciones sexuales, de esperar a ser mayores para
comenzar a tenerlas, de tener pocas parejas sexuales y de usar anticonceptivos de manera más
constante. Una relación cercana entre padres e hijos que ayuda a proteger a los adolescentes de
abstenerse de tener relaciones sexuales tempranas ayuda también a limitar otros
comportamientos riesgosos y negativos, tales como la violencia, el uso de drogas y alcohol, y el
fracaso escolar.

La comunicación clara y permanente


Es importante que los padres discutan directamente con sus hijos sobre el sexo, el amor y las
relaciones de pareja. Al hablar deben ser claros, abiertos y sinceros. Sin embargo, deben
percatarse de que, con una simple conversación con sus hijos adolescentes acerca de los
riesgos de tener relaciones sexuales prematuras, sin involucrarse más profundamente en sus
vidas y acercarse más a ellos, es improbable el retraso de las primeras relaciones sexuales, el
incremento en el uso de anticonceptivos o la disminución del riesgo de embarazo. El estilo
general de la relación pareciera ser más “protector” que de conversaciones más específicas
sobre temas de sexo en particular. Si los padres están preocupados con respecto a la bebida, las
drogas, la violencia, los problemas en la escuela, el hábito de fumar o el sexo (o todo lo anterior),
el mejor consejo es el mismo: mantenerse en comunicación estrecha con los hijos adolescentes.

La formación de actitudes y valores


Los adolescentes cuyos padres tienen ideas claras con respecto al valor de la abstinencia y
sobre los peligros de las relaciones sexuales sin protección tienen una mayor probabilidad de
posponer su primera experiencia sexual y de usar anticonceptivos. En otras palabras, los hijos
de los padres que dan mensajes claros acerca del valor de demorar la actividad sexual tienen
una menor probabilidad de tener relaciones sexuales a una edad temprana y es más probable
que los hijos de aquellos padres que discuten el tema de la anticoncepción usen anticonceptivos
cuando se vuelvan sexualmente activos.

La supervisión de los padres


Las investigaciones respaldan lo que el sentido común sugiere: supervisar y vigilar el
comportamiento de los adolescentes constituye la diferencia. Los adolescentes que son
supervisados por sus padres son más propensos a ser mayores cuando se inician en su vida
sexual, a tener una menor cantidad de parejas, a usar anticonceptivos y a tener menos riesgo de
embarazo. Sin embargo, debe advertirse que una vigilancia “sumamente estricta” por parte de
los padres está relacionada con un riesgo mayor de embarazo en la adolescencia.

Adaptado de https://thenationalcampaign.org/sites/default/files/resource-supporting-download/
parentpwr_spa.pdf

Fuente 5
Intervenciones educativas familiares

Un enfoque alternativo en la educación sexual de los adolescentes es involucrar a los padres de


familia como educadores en sexualidad. Ellos son agentes de socialización al modelar actitudes
y conductas que los hijos pueden aprender y reproducir. Si se parte de la idea de que los
progenitores son o debieran ser “cuidadores” y motivadores de comportamientos saludables en
sus hijos, el comportamiento sexual debería ser incluido. Aun cuando pudieran sentir vergüenza
al hablar con sus hijos de la reproducción y prevención, o pudieran tener información incorrecta
sobre estos temas, esto no es irremediable. Diversos estudios han señalado que, cuando se les
capacita, estos pueden promover una comunicación eficaz y tener un impacto positivo en el
cambio de las conductas sexuales de sus hijos. A continuación, se explicarán algunos de estos
programas.
El programa FU busca prevenir conductas sexuales de riesgo en adolescentes mediante el
retraso en el inicio de las relaciones sexuales, la reducción en la frecuencia de estas y el empleo
de anticonceptivos. Para conseguirlo, el programa capacita a los padres en estilos de crianza
positivos que mejoren la comunicación entre progenitores y adolescentes para que ambos
puedan discutir sobre sexualidad con confianza y asertividad. Incluye visitas familiares y
sesiones multifamiliares para promover discusiones padres-hijos sobre embarazo no deseado e
ITS. Consta de nueve sesiones grupales de 2 horas y 10 visitas familiares de 1 hora por parte de
distintos especialistas (psicólogos, médicos, enfermeras, etc.).

Del mismo modo, el programa PARE tiene como objetivo prevenir conductas de riesgo ligadas al
consumo de alcohol y drogas, y al comportamiento sexual en los adolescentes. Por ello, busca
desarrollar el manejo de la presión de medios de comunicación y de los pares. Por un lado,
pretende trabajar la comunicación del adolescente con padres y pares. Por otro lado, brinda
información a los padres sobre la abstinencia sexual, la prevención de ITS y los embarazos.
También, brinda información acerca de las drogas que más utilizan los adolescentes, las razones
por las que realizan este acto y cómo detectar si estos consumen. Luego, se promueve espacios
de diálogo para que estos comuniquen lo aprendido a sus hijos. La primera media hora está
destinada a trabajar con los padres y adolescentes por separado, seguida de otra media hora
para padres y adolescentes juntos.

Finalmente, el programa PMP se enfoca en mejorar las prácticas de parentalidad y comunicación


sobre sexualidad. Usa videos, discusiones grupales, modelamiento, role-play y tareas para
resolver en casa. Se organiza en cinco sesiones para padres de dos horas y media cada una, y
una sesión padres-adolescentes. Usa un formato de lectura con apoyo audiovisual. Incluye
videos, pero no se practican las habilidades ni hay participación directa de los adolescentes.
Recibe una sesión sobre salud en general.

Los estudios destacan que las intervenciones familiares multisesiones, es decir, las
intervenciones que implican más de una sesión son especialmente eficaces en la prevención del
embarazo no deseado. Además, si se desea garantizar su éxito, se debe incluir la visita
domiciliaria. Esta es una intervención que incluye visitas periódicas de una enfermera u otro
profesional de la salud, así como de psicólogos y trabajadores sociales. El objetivo de dichas
visitas es brindar capacitación, apoyo y orientación a los padres, tanto en sexualidad como en
materia de crianza. Asimismo, la visita domiciliaria busca efectuar el monitoreo y referir casos a
organismos externos para la asistencia a las madres de bajos ingresos, a las familias que están
esperando su primer hijo y aquellas en las que los niños corren mayor riesgo de maltrato o de
crecer en un ambiente disfuncional. De este modo, gracias a la ayuda de estos profesionales se
puede procurar mejorar las relaciones familiares, los lazos afectivos y comunicacionales entre
sus miembros.

Adaptado de http://iass.aragon.es/servicios_sociales/servicios_sociales_sif.htm y
http://www.who.int/whr/2008/es/

Actividad

Luego de leer detenidamente las fuentes. Selecciona y organiza la información con la estrategia
de manejo de fuentes que te convenga más. Posteriormente, elabora un esquema de redacción
para dos párrafos que respondan a la siguiente pregunta: ¿cuáles son los factores familiares
que intervienen en el embarazo en adolescentes que intervienen a partir del entorno familiar y
qué acciones de prevención se pueden promover para reducir esta situación?

Embarazo adolescente en el Perú

Párrafo 1

1. factores familiares que intervienen en el embarazo en adolescentes (idea principal)

1.1 Factores negativos

1.1.1 Causas de riesgo de una familia disfuncional

1.1.2 Por Ejemplo: violencia intrafamiliar, la permisividad de los padres, las


dificultades de comunicación, entre otros.

1.2 Factores positivos

1.2.1 Causas de Seguridad de una familia funcional

1.2.2 Por Ejemplo: buena relación con los padres, comunicación afectiva,

El Perú cuenta con un índice alto del 13% de adolescentes entre 15 y 19 años que estuvieron
embarazadas, la gran mayoría no contaban con estudios y no llegaron a tener una educación
superior, un dato a considerar importante es que el gran porcentaje son embarazos no deseados
y fueron causados por la falta de conocimiento y uso de anticonceptivos, existen muchos
factores, pero uno de los que mayor impacto tiene son los factores familiares que intervienen en
el embarazo en los adolescentes, estos factores pueden ser positivos o negativos y esto va a
depender de como esta conformada cada familia. Como primer punto están los factores
negativos que se pueden presentar dentro de una familia disfuncional. Se tiene varias causas de
riesgo dentro de una familia disfuncional por ejemplo la violencia intrafamiliar que trae consigo
actitudes y conductas violentas, la permisividad de los padres que no supervisan el
comportamiento de sus hijos, las dificultades de comunicación entre padres e hijos, entre otros
factores que traen como consecuencia el aumento de los embarazos en los adolescentes ya que
al no tener el soporte y compañía de un hogar consolidado buscan en otros jóvenes lo que no
encuentran en sus hogares y están mas propensos a contraer relaciones sexuales a una corta
edad o como consecuencia un embarazo precoz. Como segundo punto también existen factores
positivos que ayudaran a prevenir un embazo no deseado. En el caso de las familias
consolidadas donde existe el orden y el correcto funcionamiento de cada uno de los miembros,
los adolescentes de estas familias son menos propensos a incurrir en un embarazo precoz,
algunos de los factores que se pueden mencionar los siguientes: la buena relación que existe
entre padres e hijos lo que permite entablar una comunicación afectiva además de amor y
comprensión, con lo cual se va formando un ambiente familiar adecuado.

Integrante:

Edgar Joel Ruiz Silva

Párrafo 2

2. Acciones de prevención para reducir el embarazo en adolescentes (idea principal)

2.1 Apoyo familiar

2.1.1 Intervención de los padres

2.1.2 Por Ejemplo: relaciones cercanas padre e hijo, buena comunicación,


formación de actitudes y valores y supervisión de los padres

2.2 Educación sexual

2.2.1 Programas de educación sexual


2.2.2 Por Ejemplo: programas FU, PARE y PMP

Las acciones de prevención para reducir el embarazo en adolescentes son dos: En primer lugar,
el apoyo de los padres juega un rol muy importante para prevenir el embarazo a temprana edad.
Esto se refiere a la intervención directa que tienen los padres de familia con sus hijos para forjar
una relación cercana que les permita además establecer una buena comunicación, lo que traerá
consigo también la correcta formación actitudes y valores manteniendo siempre la supervisión
para poder vigilar el comportamiento de sus hijos. En segundo lugar, la educación sexual
también juega un papel muy importante. Es a través de programas de educación sexual que se
puede brindar una mejor orientación a los adolescentes, se tiene por ejemplos el programa FU
que busca prevención a través de la fomentación del uso de anticonceptivos, también existe el
programa PARE que tiene como objetivo prevenir las conductas sexuales de riesgo ligadas al
consumo de alcohol y drogas, y por último el programa PMP que se enfoca en mejorar las
prácticas de parentalidad y comunicación sobre sexualidad.

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