Ella Vendra

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Hay numerosos testimonios de 

exorcistas que cuentan cómo el demonio se


llena de rabia ante la presencia de la Virgen que, sin embargo, pisará la
cabeza de la serpiente humillando a Satanás. Un testimonio más sobre el
poder de María lo ofrece el padre Stephen Rossetti, uno de los
exorcistas más conocidos del mundo, y durante más de una década
dedicado a este ministerio en Washington.

Ahora también forma a futuros exorcistas y en un diario publicado


en Catholic Exorcism relata algunas de sus experiencias durante los
exorcismos. En una de ellas, que recoge en español Cari Filiii News, se
muestra la poderosa acción de María Virgen en la lucha contra los
demonios.

Monseñor Rossetti recuerda que “fue un caso muy difícil”, pues esta
“joven estaba poseída por cientos de demonios con el mismo Satanás
dirigiéndolos personalmente”.

Las gracias que Dios otorga

Sin embargo, el exorcista recalca “cuanto más difícil es el caso, más


fuertes son las gracias que Dios da. En este caso, sabía que
necesitaríamos lo mejor que Dios pudiera enviar”.

“Estábamos acercándonos al final después de incontables horas de


sesiones feas y dolorosas. Los demonios se estaban debilitando y ahora
eran más obedientes, para su consternación. Les ordené, en el nombre de
Jesús, que nos dijeran: ‘¿Cuándo os iréis y por qué medios?’. Los
demonios respondieron a regañadientes con una fecha dentro de dos
semanas y dijeron: ‘Ella vendrá’”, relata el padre Rossetti.

De aquel momento recuerda que “todos en la sala sabían quién era ‘ella’.
Los demonios no dirían el nombre de la Madre de Dios. Su nombre, como el
de su Hijo, es santo en sí mismo”.

Finalmente llegó el día y se acercaba el momento: “La habitación se quedó


en silencio y la mujer poseída dijo: ‘Ella está aquí’. Cuando la Virgen se
acercó en silencio, los demonios comenzaron a agitarse salvajemente. No
dijo nada, pero la luz radiante de Cristo que brillaba a través de la
humilde esclava de Dios era abrumadora”.
Prosiguiendo su historia, el exorcista explica que en ese momento “el
mismo Satanás gritó. Después de gritar y golpearse varias veces, el
Príncipe de las Tinieblas se fue. Se terminó”.

De hecho, Stephen Rossetti desvela: “ahora pido a todos los poseídos que
se consagren a la Madre de Dios como parte del proceso de curación. Le
pedimos a María no sólo que expulse a los demonios, sino que proteja al
afligido durante el resto de su vida, hasta que lo reciba en el Reino”. “Las
puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia ni contra su
Madre”, concluye convencido este exorcista.

El Rosario, arma contra Satanás

Otro episodio que el exorcista relata en sus diarios se centra en el poder


del Rosario como arma de defensa del exorcista.

“Como exorcistas, somos un objetivo particular de Satanás. En general,


estamos protegidos, pero sigue habiendo una diana demoníaca en nuestra
espalda. Todas las noches rocío mi habitación con agua bendita e invoco a
la Virgen y a San Miguel. Y duermo, tal como voy durante todo el día,
con el rosario en las manos”, afirma el padre Rossetti.

Sobre esta fuerza del Rosario, este exorcista habla de la experiencia de


destacados miembros de la Iglesia y de algunos santos:

-“San Bartolo Longo, el Apóstol del Rosario, estaba siendo aplastado por
obsesiones demoníacas. Se había convertido a la tras dejar la práctica del
satanismo. Pero estaba obsesionado por la idea de que permanecía
consagrado a Satanás y destinado al infierno. Estaba al borde de la
desesperación y el suicidio. Desesperado, comenzó a rezar el Rosario.
Su devoción al rosario expulsó los ataques mentales demoníacos y fue
el instrumento de su camino hacia la santidad”.

-Pío XI dijo: "El Rosario es un arma poderosa para hacer huir a los
demonios".

Rossetti recuerda también que el conocido Gabriel Amorth , durante muchos


años exorcista de Roma, contó un encuentro con Satanás. El Maligno, al
verse obligado a decir la verdad, dijo: "Cada Ave María del Rosario es un
golpe en la cabeza para mí; si los cristianos conocieran el poder del
Rosario sería mi fin".

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