Acretismo Placentario

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ACRETISMO PLACENTARIO

RESUMEN: El acretismo placentario es una alteración catastrófica en la obstetricia. Se


diagnostica de manera fortuita y fue poco frecuente en décadas anteriores a la práctica
indiscriminada de la operación cesárea. Hace poco, la Organización Mundial de la Salud
lo calificó como una nueva pandemia directamente relacionada con pacientes con dos o
más cesáreas. Es necesario que las unidades médicas realicen una guía clínica ad hoc
donde planeen la atención de las pacientes con acretismo. La sonografía de alta
resolución permite obtener imágenes específicas que apoyan el diagnóstico durante el
embarazo. También existen tratamientos multidisciplinarios, sobre todo con radiología
intervencionista, que han demostrado reducir la morbilidad y la mortalidad.

IMPLICACIONES DE LA SALUD:

1- Placenta previa, en 1/3 de los casos.


2- Raspados uterinos anteriores, en el 30% de los casos.
3- Cesáreas previas, en el 25% de los casos.
4- Otras menos frecuentes es el mioma uterino y malformaciones uterinas.
5- Más frecuente en multíparas y embarazadas de edad mayor.
6- Historia de retención placentaria.
7- Antecedente de infección intramniótica.

INCIDENCIA Y FACTORES DE RIESGO:


El acretismo placentario se clasifica según la invasión trofoblástica al miometrio;
existen tres grados: 1) placenta acreta, la adherencia anormal de una parte o de la
totalidad de la placenta a la pared uterina, sin que las vellosidades coriales penetren el
miometrio; 2) placenta increpa; las vellosidades coriales penetran el miometrio, y 3)
placenta percreta es la penetración de los elementos coriales hasta sobrepasar la serosa
del útero; en ocasiones alcanzan los órganos vecinos.

DIAGNOSTICO:
El ultrasonido generalmente es útil en el segundo y tercer trimestres; los datos a revisar
son: a) pérdida de la zona hipoecoica miometrial retroplacentaria; b) adelgazamiento o
interrupción de la serosa uterina hiperecoica y la interfase con la vejiga; c) masas
exofíticas; y d) una gran área de sonolucencias placentarias (lagos)

TRATAMIENTO
Existen dos alternativas de tratamiento del acretismo placentario: la radical que es con
cirugía o la conservadora, ambas tienen sus diferentes complicaciones y ventajas. El
manejo quirúrgico es el más conocido y utilizado pues, está enfocado en dos objetivos:
salvar la vida de la paciente y provocar el menor grado de morbilidad secundario al
padecimiento. Para que esto tenga éxito, primero es imprescindible hacerse el
diagnóstico, caso contrario, el procedimiento se va estar efectuando como urgencia, con
la paciente padeciendo hemorragia.

CASO CLINICO
Paciente femenina de 32 años de edad, quien consultó por cuadro clínico de
aproximadamente 12 horas de evolución caracterizado por dolor abdominal tipo cólico
en hipogastrio, con dolor irradiado a región lumbar. Ella refirió sentir movimientos
fetales ese mismo día, negó sangrado y/o amenorrea, la edad gestacional fue de 37
semanas según ecografía del II trimestre, grupo sanguíneo es A RH+; Al ingresar
presentó dos ecografías que diagnosticaban placenta previa, y una Resonancia
Magnética Nuclear (RMN) realizada hacía aproximadamente un mes con diagnóstico de
placenta previa oclusiva total, y pérdida de continuidad miometrial, con zona de cicatriz
y/o acretismo en el límite con el segmento uterino. Entre los antecedentes personales
patológicos no refirió datos importantes; en cuanto a los quirúrgicos, cesárea hacía 10
años por feto en presentación pélvica; ginecológicos: menarquia a los 12 años, ciclos 30
x 6, inicio de vida sexual y obstétrica a los 17 años de edad, negó planificación familiar,
fecha de última menstruación 18/07/2013 no confiable, con edad gestacional de 33,6
semanas y controles prenatales en cinco ocasiones.
- En el examen físico: Presión Arterial (PA), 120/70 mmHg; Frecuencia Cardiaca
(FC), 70 latidos/min; Frecuencia Respiratoria (FR), 16 respiraciones./min;
Temperatura corporal (T), 36,5 °C. buen estado general, consciente, alerta,
abdomen globoso por útero grávido; Altura Uterina (AU), 35 cm, feto único,
longitudinal, cefálico, dorso derecho, Frecuencia Cardiaca Fetal (FCF), 140
latidos/min, Dinámica Uterina (DU), 1/10’/40”; en evaluación gentourinaria
(GU), se evidenciaron genitales externos normoconfigurados, especuloscopia
que mostró cérvix de aspecto sano, leucorrea grumosa de color verde, fétida, sin
sangrado; al Tacto Vaginal (TV): cuello posterior, largo, cerrado; resto del
examen físico sin hallazgos anormales.
Diagnósticos: Embarazo de 37 semanas por ecografía de II trimestre, feto único vivo,
placenta previa oclusiva total, acretismo placentario, y alto riesgo obstétrico por cesárea
anterior y por diagnósticos anotados. Fue valorada por el servicio de ginecología y se
prescribió hospitalización para cirugía, reposo, monitoreo fetal , cuadro hemático,
VDRL y prueba de VIH. El servicio de perinatología ordenó iniciar trámites, preparar
equipo quirúrgico para desembarazar y vigilancia estricta materno-fetal. La paciente y
los familiares fueron informados sobre los riesgos quirúrgicos y firmaron el
consentimiento. Hubo coordinación para garantizar la presencia de un cirujano general,
un urólogo y dos ginecólogos durante el procedimiento; la Unidad de Cuidados
Intensivos obstétrica (UCI), y la UCI neonatal (UCIN) fueron preparadas. Se reservaron
10 unidades de Glóbulos Rojos Empacados (GRE) y 10 unidades de plasma; la paciente
fue transfundida con una unidad de GRE para garantizar concentración de hemoglobina
(Hb), mayor de 10 gr/dl. Después de más de 72 horas de hospitalización, durante las
cuales la paciente mantuvo estabilidad hemodinámica y no desencadenó dinámica
uterina, exámenes rutinarios (cuadro hemático, TP y TPT), y nuevo monitoreo fetal, fue
practicada bajo anestesia general, una cesárea fúndica transperitoneal acompañada de
histerectomía abdominal total y cistorrafia, con los siguientes hallazgos: placenta
percreta con compromiso de la serosa anterior del útero e invasión de la pared lateral
uterina izquierda y de parametrios ipsilaterales, placenta previa con compromiso de
cérvix y adherencias de la pared posterior de la vejiga a la serosa del útero.
Durante la cirugía de parto hubo sangrado aproximado de 3.000 cc que requirió
reposición con 2.000cc de cristaloides, 500cc de coloides y transfusión de dos unidades
de GRE. Además, la paciente presentó sangrado en capa por lo que se realizó
empaquetamiento con tres compresas y se trasladó a UCI en el postoperatorio inmediato
para monitoreo hemodinámico y soporte ventilatorio, allí fue transfundida nuevamente
con una unidad de GRE, posterior a lo cual la Hb alcanzó el valor de 11,5 gr/dl. En la
UCI evolucionó satisfactoriamente y a las 48 horas se realizó desempaquetamiento en
sala de cirugía, sin complicaciones; después de 4 días fue trasladada al servicio de
hospitalización de baja complejidad y posterior a 4 días adicionales de evolución
satisfactoria fue dada de alta con recomendaciones y signos de alarma.

CONCLUSION:
1.El acretismo placentario es un problema de salud pública debido a su notable aumento
en las últimas décadas, que se ha multiplicado en diez veces, de acuerdo con los
informes de diferentes países. Este incremento está estrechamente vinculado con el
incremento en la tasa de cesáreas.
2.Es fundamental evaluar los riesgos y beneficios de la cesárea electiva como vía de
terminación del embarazo.
3.Para hacer frente a este nuevo problema de salud es necesaria la prevención primaria y
el diagnóstico temprano, con la ayuda de la historia clínica y la ecografía y la RMN, aun
cuando el diagnóstico definitivo de acretismo placentario se establece por
histopatología.
4.El tratamiento universalmente aceptado es la cesárea-histerectomía, que idealmente
debería ser programada y, con un enfoque de atención multidisciplinaria: un
uroginecólogo, un ginecólogo-oncólogo, un cirujano general o vascular con
conocimiento pélvico.

RECOMENDACIONES:
Como mencionado antes, es importante hacer el diagnostico el más temprano posible
antes de realizar el parto, pues así, estará previniendo que la paciente sufra hemorragia
interna y que esto ponga peligro al producto y a su propia vida.

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