HISTORIA

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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA MARÍA LA ANTIGUA

ESCUELA DE ESTUDIOS GENERALES

HISTORIA DE PANAMA I

INVESTIGACIÓN N°1:

GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS: ERNESTO PEREZ BALLADARES

ESTUDIANTE:

RODRÍGUEZ, CAROLINA 8-962-1608

PROFESORA:

PABLO CASTILLA

11 DE AGOSTO DE 2021
Ernesto Pérez Balladares
33° presidente constitucional de La República de Panamá

Duración del mandato: 01 de septiembre de 1994 – 01 de septiembre de 1999

Nacimiento: Ciudad de Panamá, 29 de junio de 1946

Partido político: PRD

Profesión: Ejecutivo bancario

Biografía

En 1975, durante el régimen del general Omar Torrijos Herrera, fue nombrado
miembro de la Comisión de Legislación y delegado en las negociaciones de
convenios internacionales para la financiación de proyectos de desarrollo
panameños. En 1976 entró en el Gobierno como ministro de Hacienda y Tesoro,
cartera que cambió por la de Planificación y Política Económica en 1981, la cual
conservó hasta 1982. En 1977 formó parte de la delegación que negoció con el
Gobierno de Estados Unidos la restitución del Canal de Panamá y el 7 de
septiembre estuvo presente en Washington en la firma de los históricos Tratados
Torrijos-Carter.

Fue uno de los fundadores, en marzo de 1979, del Partido Revolucionario


Democrático (PRD), soporte político del torrijismo, del cual fue nombrado en 1982
secretario general, sustituyendo a Gerardo González Vernaza, y miembro de los
comités Legislativo y Político. En los años siguientes fue presidente-director de las
compañías Golden Fruit, S.A., Inversionista El Torreón, S.A. y Beneficios de Café
Boquete, S.A., director general del Instituto de Recursos Hidráulicos y
Electrificación (IRHE, 1983), miembro de las juntas directivas de la Autoridad
Portuaria Nacional, del Instituto Panameño de Turismo y de la Zona Libre de
Colón, miembro de la Comisión Financiera Nacional y presidente de la Junta
Directiva de Bella Vista.
Antes de acabar 1982, no obstante, Pérez dimitió como secretario general del
PRD en protesta por el intento del general Rubén Darío Paredes, comandante de
la Guardia Nacional, de postularse como candidato presidencial. Aunque en un
principio anunció su retirada de la política, poco después presentó su propia
candidatura presidencial al frente de un Partido Nacionalista Popular (PNP), el
cual, empero, hubo de disolverse a finales de 1984 por no cumplir con la cuota de
militancia requerida.

A principios de 1991 Pérez regresó al PRD, que se hallaba en la oposición y


trataba de recomponerse tras el derrocamiento del general Manuel Antonio
Noriega Moreno, pretendido heredero de Torrijos, en la invasión militar
estadounidense de diciembre de 1989. En el congreso celebrado por los
perredistas en marzo de 1991, que renovó toda la estructura orgánica del partido,
Pérez volvió a hacerse cargo de la Secretaría General y a sentarse en el Comité
Ejecutivo Nacional del PRD. El empresario representaba bien la parte del
torrijismo que no había querido ser cómplice del régimen personalista y corrupto
de Noriega, así que su promoción interna sirvió a las pretensiones de renovación
de cara al electorado.

Popularmente llamado El Toro por su físico poderoso, Pérez representó al PRD en


las elecciones presidenciales del 8 de mayo de 1994 y se apuntó la victoria con el
33,3% de los votos frente a sus dos principales contrincantes: Mireya Moscoso
Rodríguez, viuda del ex presidente Arnulfo Arias Madrid y candidata de la Alianza
Democrática aglutinada en torno al Partido Arnulfista (PA) de Moscoso y el
presidente saliente, Guillermo Endara Galimany; y, el cantante y actor Rubén
Blades, por el Movimiento Papá Egoró. En las legislativas, el PRD, aliado con los
partidos Liberal Republicano y Laborista en el bloque Pueblo Unido, obtuvo la
mayoría relativa con 33 de los 72 escaños de la Asamblea Legislativa.

Con la asunción de Pérez el 1 de septiembre para un período quinquenal, el


nacionalismo torrijista retornaba democráticamente al poder, a lo que el Gobierno
de Washington no opuso
mayores inconvenientes una vez que se comprobó el distanciamiento del PRD del
período dictatorial de Noriega. Pérez prometió trabajar por la superación de las
luchas partidistas y la reconciliación de los panameños, y de entrada nombró un
Gabinete de ministros con presencia de tecnócratas e independientes.

Su programa electoral incluía tanto promesas populistas de atención a las


urgentes necesidades sociales como reformas de tipo liberal, de acuerdo con las
recetas aplicadas en todo el continente, consistentes en la privatización de las
empresas del Estado deficitarias (como la telefonía, la energía eléctrica y la
gestión portuaria), el levantamiento de barreras comerciales y desregulaciones.

Siguiendo la senda de sus homólogos peruano, argentino y brasileño, Pérez


impulsó en la Asamblea una serie de reformas constitucionales para permitir la
reelección presidencial por otros cinco años, de la que, caso de promulgarse, él
sería el primer beneficiario. La pretensión del oficialismo perredista recibió el
respaldo de tres pequeños partidos del centro-derecha liberal: el Liberal Nacional
(PLN), Solidaridad (PS) y Cambio Democrático (CD). El mandatario argumentó
que necesitaba otro ejercicio para completar las reformas económicas y conducir
sin contratiempos la cuenta atrás para la retrocesión del Canal, a culminar el 31 de
diciembre de 1999, tema de la máxima importancia para la economía nacional, ya
que las bases y demás instalaciones militares estadounidenses, que empezaron a
ser evacuadas en 1995, generaban al país 300 millones de dólares anuales en
concepto de compensación y sostenían 5.000 empleos directos. Así, las Fuerzas
Armadas de Estados Unidos entregaron al Gobierno panameño el Fuerte Espinar,
el Fuerte Davis y la Escuela de Cristóbal en 1995; el Fuerte Amador en 1996; la
Finca de Tanques de Arraiján, los Llanos de Curundú, la Base Aérea Albrook y el
Hospital Gorgas en 1997; el Panamá Canal College y el complejo de Quarry
Heights, cuartel general del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM,
que fue trasladado a Miami) en 1998; y la Estación Naval Rodman, en Colón, y el
Fuerte Sherman, sede del Centro de Entrenamiento en Operaciones en la Selva,
el 11 de marzo y el 30 de junio de 1999, respectivamente. Precisamente, para
asegurar una gestión lucrativa de las instalaciones portuarias del Canal más allá
de 2000, el Gobierno contrató a una sociedad china con base en Hong Kong. La
oposición se opuso denodadamente a lo que consideraba un "grave atentado
contra la democracia" que conduciría a la "dictadura civil". Tal como vaticinaban
las encuestas, el proyecto reeleccionista fue rechazado en referéndum popular el
30 de agosto de 1998 por el 63,8% de los votantes, manifestándose el 34,2% a
favor. La participación fue del 66%. En este resultado se observó un voto de
censura a la política liberal de Pérez, que en el capítulo de las privatizaciones
había supuesto numerosos despidos, abaratados por la nueva legislación laboral,
tal que la tasa de desempleo subió hasta el 13% en 1999. El malestar popular
puso de relieve la falta de un sistema de seguridad social capaz de amortiguar el
coste de los cambios estructurales (la Caja de Seguro Social, con crónicos
problemas financieros, dejaba que desear en cuanto a la extensión y la calidad de
sus servicios a los afiliados), y a pesar de los resultados macroeconómicos,
relativamente positivos, las importantes bolsas de pobreza permanecieron
intactas.

En el haber exterior de Pérez destacaron la organización en la ciudad de Panamá


de la inauguración de la XXVI Asamblea General de la Organización de Estados
Americanos (OEA), en junio de 1996, de la XII Cumbre del Grupo de Río, el 4 y 5
de septiembre de 1998, y de la XIX cumbre de presidentes centroamericanos, el
11 y 12 de junio de 1997. La última cita estuvo consagrada a estudiar un tratado
de libre comercio entre Panamá y el Mercado Común Centroamericano (MCCA),
del que forman parte los otros cinco estados hispanos de la región. Precisamente,
durante la presidencia de Pérez, en noviembre de 1995, se constituyó el Sistema
de la Integración Centroamericana (SICA), estructura que institucionaliza las
estrechas relaciones entre Panamá y el MCCA. En otro ámbito, el mandatario
panameño asistió como observador al VIII Consejo Presidencial del Grupo Andino,
en Trujillo (Perú), el 10 de marzo de 1996. A pesar de coincidir con la retirada
estadounidense y de no llegar a un acuerdo con este país para mantener más allá
de 1999 su presencia militar en el seno de un Centro Multilateral Antidrogas, su
Gobierno impulsó en la Asamblea (abril de 1997) una ley que instauraba la Policía
Civil en lugar del Ejército, que quedó así formalmente abolido. Prácticamente
inexistentes desde la disolución de la Guardia Nacional y luego de sus sucesoras,
las Fuerzas de Defensa de Panamá, en los años noventa la institución armada
panameña se ha limitado a una Fuerza Pública sin capacidad bélica. Malparado
en su intento reeleccionista y, más recientemente, por un sonado escándalo,
iniciado con las declaraciones incriminatorias de su ex jefa de seguridad nacional y
defensa, sobre la presunta venta de visados ilegales a inmigrantes chinos con
destino a Estados Unidos para financiar el presupuesto presidencial, Pérez
arrastró a su partido a la derrota en las elecciones presidenciales del 2 de mayo
de 1999, en las que su candidato, Martín Torrijos Espino (hijo de Omar), cayó
derrotado ante Mireya Moscoso, a la que transmitió el poder el 1 de septiembre. El
8 de agosto anterior Torrijos había sido elegido para sustituir como secretario
general del PRD a Pérez, que poco después del relevo presidencial se convirtió en
diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacén). La oposición arnulfista
acuso al ex mandatario de protegerse de eventuales acciones judiciales en su
contra con la inmunidad que le otorgaba la pertenencia a esta institución. En el
apartado de méritos, Pérez Balladares está en posesión de las órdenes del Tesoro
Sagrado (Japón, 1980), del Águila Azteca (México, 1981 y 1995), de Vasco Núñez
de Balboa (Panamá, 1994), del Jade Brillante (China, 1995), Sikatuna (Filipinas,
1995), del Libertador San Martín (Argentina, 1996), al Mérito de Chile (1997) y
Isabel La Católica (España, 1998). Es asimismo miembro del Círculo de
Montevideo, un grupo de reflexión animado por el expresidente uruguayo Julio
María Sanguinetti y que reúne a varios mandatarios americanos y europeos, tanto
retirados como en activo, de orientación progresista, y del Consejo de Presidentes
y Primeros Ministros del Programa de las Américas del Centro Carter de Atlanta,
Estados Unidos.

Logros de su gobierno

1. Ingreso de Panamá a la Organización Mundial del Comercio

El 6 de septiembre de 1997 Panamá se convierte en el miembro 132° de la


Organización Mundial de Comercio (OMC), luego de haber sancionado la Ley 23
del 15 de julio de 1997, con la que se aprueba el Acuerdo de Marrakech
constitutivo de la OMC; así como el Protocolo de Adhesión de Panamá a dicho
convenio junto con sus anexos y lista de compromisos. En esta Ley 23 también se
estipulan las adecuaciones de la legislación interna a la normativa internacional y
se dictan otras disposiciones.

Recordemos que en la década de los 90 esta organización ganó gran peso


como rectora de los intercambios comerciales de carácter internacional. Entre su
origen, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, más conocido
por sus siglas en inglés GATT y evolución se incorporaron por primera vez al
“sistema multilateral de comercio” varios temas que hasta 1993 había estado
excluidos; como el comercio de servicios, la agricultura, los textiles y la propiedad
intelectual.

El trámite de adhesión a la OMC siempre es algo complejo. Comienza con la


creación de un “Grupo de Trabajo” encargado de examinar el régimen de comercio
del país interesado y se acuerdan con él las condiciones particulares de su
incorporación. Además, sigue un proceso de negociaciones bilaterales del país
aspirante con cada uno de los miembros de la OMC que lo solicitan, y que le
plantean sus propias exigencias. El resultado es que la adhesión queda
condicionada a un consenso que satisfaga a todos los miembros ya integrantes de
la Organización.

Esta metodología es la razón por la que detrás de cada nuevo ingreso


habitualmente se genera una polémica interna en el país que aspira a ser miembro
de la OMC. Es natural que los actores económicos del nuevo miembro sopesen
ventajas y desventajas. Panamá, que tuvo que negociar durante unos dos años,
no estuvo exenta de controversia.

2. Renegociación la deuda externa de Panamá

Para mediados de 1996, el Gobierno de Panamá anuncia el fin del programa de


reestructuración de la deuda externa. Los objetivos se alcanzaron:
Refinanciamiento por reconversión, canje o recompra, evitando la transferencia
indiscriminada de recursos.
El 26 de julio de ese año, medios locales y extranjeros reseñaban las
declaraciones del ministro de Planificación y Política Económica, Guillermo
Chapman, según las cuales se había encauzado el pago de la voluminosa deuda
comercial exterior, unos 3.800 millones de dólares, tras cuatro años de
negociaciones.

Chapman, junto al economista Ricauter Vásquez, principal negociador de la


deuda, destacó en una rueda de prensa que con el plan acordado con los bancos
extranjeros acreedores el Estado se ahorrarían 1.196,6 millones de dólares, casi
un tercio de la deuda total. El ministro subrayó que el Estado panameño pagaría
120 millones de dólares anuales hasta el año 2.026, para amortizar capital e
intereses, lo que suponía un 11% del presupuesto general de esta nación.

El Estado adquirió estos créditos en las décadas de los años setenta y ochenta,
pero dejó de pagarlos a partir de 1987 cuando EE. UU. impuso un bloqueo
comercial para presionar al gobierno del entonces «hombre fuerte», el general
Manuel Antonio Noriega. Con la invasión de Panamá por el ejército
norteamericano, en diciembre de 1989, Noriega fue derrocado y condenado a 40
años de cárcel por narcotráfico, dejando al país en una situación económica muy
grave, con unos 7.000 millones de dólares de deuda pública.

Esta situación la heredó el presidente Guillermo Endara (1989-1994), cuyo


gobierno intentó, sin éxito, renegociar la deuda comercial con los bancos
acreedores, que llegaron a amenazar con demandar al país si no se abrían
negociaciones para saldarla. No fue sino hasta la llegada a la Presidencia de
Ernesto Pérez Balladares que se impulsaron las conversaciones que llevaron al
acuerdo definitivo que presentó el ministro Chapman.

El ministro celebraba que por fin Panamá dejaría de ser identificado por los
organismos internacionales de crédito como «malpaga», lo que en la práctica
abría al país a nuevas oportunidades de inversiones extranjeras.
3. Alianzas público-privadas para la modernización de las telecomunicaciones
y el servicio eléctrico, transformando las empresas estatales INTEL e IRHE
en empresas mixtas.

El 20 de mayo de 1997 el gobierno de Ernesto Pérez Balladares anunció el fin del


proceso de corporeización del Instituto Nacional de Telecomunicaciones (INTEL)
con la adjudicación de 49% de las acciones de la estatal a la compañía inglesa
Cable & Wireless por US$652 millones. La propiedad del otro 49% de la empresa
quedaba en manos del Estado y el 2% restante pasó a unos 3.600 trabajadores.

Guillermo Chapman, ministro de Planificación y Política Económica, dijo a los


medios de comunicación que el negocio con C&W fue una transacción financiera
muy exitosa. El precio de $652 millones es tan bueno que, traducido a una base
per cápita, es el precio más alto que se haya pagado en cualquiera de las
privatizaciones de América Latina.

El anuncio revistió cierta sorpresa, pues todo indicaba que la ganadora de la


licitación sería la estadounidense GTE, que contaba con un mayor capital de
operación y había hecho una propuesta por US$451.9 millones. Pero la gigante
británica que en ese momento tenía operaciones que alcanzaban unos $8.467
millones anuales en 50 países se impuso presentando una oferta de US$152
millones por encima de la favorita. C&W también se comprometió a hacer una
inversión de US$500 millones para mejorar el servicio y llevar las líneas
telefónicas de 330.000 a 800.000 en los siguientes cinco años.

La modernización de las telecomunicaciones arrancó en los primeros cien días de


la administración Pérez Balladares e implicó dar ciertos pasos vitales, como la
aprobación de la Ley 5 del 9 de febrero de 1995 que convirtió al Instituto Nacional
de Telecomunicaciones en una Sociedad Anónima denominada INTEL S.A. y
autorizó la venta de parte de sus acciones a un operador internacional en un
proceso de licitación pública.  También fue necesaria la creación del Ente
Regulador de los Servicios Públicos (ERSP) que regiría precisamente el buen
desempeño del sector de las telecomunicaciones mediante la Ley 26 del 29 de
enero de 1996, aprobada por la Asamblea Legislativa. En la designación de las
primeras autoridades de la ERSP se involucró de forma explícita al Poder
Ejecutivo y al Poder Legislativo, e implícitamente a los partidos políticos. Luego
sobrevinieron otros procesos que permitieron la entrada de la telefonía celular a
Panamá, para completar la modernización del sector.

El proceso de reestructuración del Instituto de Recursos Hidráulicos y


Electrificación (IRHE) que comenzó apenas inició el gobierno de Pérez Balladares,
en el Consejo de Gabinete del 26 de noviembre de 1994 se realizó en varias
etapas. En la primera, se adjudica la administración a tres empresas de
distribución y luego se llama a licitación pública a las empresas responsables de
administrar las cuatro áreas de generación. La transmisión quedó en manos del
Estado.

Esta modalidad permitió a Panamá a mantener el 49% de las acciones de las


empresas prestadoras de servicio público y recibir 600 millones de dólares.

Fernando Aramburú, Director General del IRHE entre 1996 y 1998, narra cuál era
la situación financiera del organismo para el inicio de los años 90, cuáles fueron
las presiones externas que enfrentó el gobierno para ejecutar una privatización
total del Instituto y cómo fue que lograron convencer a todos de que lo mejor era la
creación de una empresa mixta, para que el Estado panameño mantuviera parte
del control.

Es interesante conocer que el equipo de Pérez Balladares lo que hizo fue


aplicar la receta que el general Omar Torrijos utilizó para el oleoducto transístmico
de Panamá. Aramburú también cuenta sobre las distintas fases de ese proceso y
cómo esa decisión hoy por hoy genera grandes beneficios al país.

4. Creación del Fondo Fiduciario para el Desarrollo, el “ahorro nacional”.

En 1989 el llamado Consenso de Washington estableció la necesidad de privatizar


todas aquellas empresas operadas por los Estados Latinoamericanos, como una
de las medidas para sacar a estos países en desarrollo de una compleja crisis
económica. En el caso de la República de Panamá, el gobierno del presidente
Guillermo Endara dió los primeros pasos para acatar estas directrices. Pero fue a
la administración Ernesto Pérez Balladares que le tocó cumplir con todos los
compromisos asumidos entre 1990 y 1994.

Aunque la banda presidencial tenía el potencial de convertirse en una camisa de


fuerza, si se cumplía con todo lo acordado por Endara, el equipo de Pérez
Balladares encontró la manera de sustituir la privatización salvaje por la
«corporeización» de las empresas estatales con una fórmula de venta del 49% al
sector privado, conservación de otro 49% en manos del Estado y transfiriendo el
2% restante a manos de los trabajadores de estas empresas. El
mismo exvicepresidente Guillermo “Billy” Ford, quien fue el autor de las reformas
económicas de Endara, reconocía la diferencia entre su Plan y el de Pérez
Balladares. Más abajo podrás ver un vídeo de un debate televisivo que
sostuvieron ambos líderes hace algunos años sobre este tema.

Más allá de ocuparse de hacer menos traumática la modernización de las


empresas del Estado, Pérez Balladares también llegó al poder con la idea de
aprovechar eficientemente los recursos que se generarían de la privatización,
incluso los fondos que resultaran de las concesiones administrativas al sector
privado. Por eso, antes de que se cumpliera su tercer mes de gobierno, en el
Consejo de Gabinete del 26 de noviembre de 1994, se presentó la Resolución
590-94, con la que se aprobó desarrollar un Proyecto de Ley, que tendría que
pasar por la Asamblea Legislativa, para crear el Fondo Fiduciario para el
Desarrollo.

El Fondo Fiduciario que se materializó con la Ley 20 del 17 de mayo de 1995 se


convirtió en el «ahorro nacional» iniciado por Pérez Balladares y que, según las
reglas establecidas desde el principio, no puede ser utilizado para gastos
corrientes del Estado, ni para inversiones, ni para garantizar préstamos. Solo los
intereses de ese capital pueden ser empleados para emergencias nacionales. 

5. Modernización de los puertos y terminales del país.


6. Ampliación de la red vial de la nación con la construcción del Corredor Sur y
Norte junto con la carretera Panamá-Colón.
En los años noventa era agobiante el tráfico en la ciudad de Panamá. Un
importante aumento en el número de automóviles coincidió con la falta de recursos
del Estado para la inversión en infraestructuras.

La solución que encontró el gobierno de Pérez Balladares fue emprender


la construcción de autopistas interurbanas bajo un esquema de concesión
administrativa a empresas privadas. En este contexto fue que se desarrolló el
Corredor Sur, un viaducto de 21 km de longitud – de los cuales seis van sobre la
bahía de Panamá – y cuatro carriles para unir la zona de San Francisco y las
inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Tocumen.

En los primeros días de la administración, el 22 de octubre de 1994 se decidió en


Consejo de Gabinete que este proyecto se ejecutaría por el Sistema de Concesión
Administrativa. Luego, el 6 de diciembre de 1995 el Gobierno convocó, a través
del Ministerio de Obras Públicas (MOP), la presentación de documentos de
precalificación para el desarrollo de este viaducto, cuyo costo inicial fue calculado
en unos 223 millones de dólares. El Estado asumió el compromiso de garantizar la
circulación diaria de 15.625 vehículos por un período de 30 años. Se presentaron
cuatro empresas: El consorcio mexicano-costarricense Meco, Santa Fe, Gutsa y la
compañía mexicana Ingenieros Civiles Asociados (ICA). Esta última fue la que se
adjudicó la concesión.

El 3 de julio de 1995 comenzaron los trabajos de construcción del Corredor Norte


(sección oeste) y la Autopista Panamá-Colón con una inversión que inicialmente
fue calculada en 328 millones de dólares. No sólo se buscaba dar solución al
tráfico pesado que se producía en la ciudad capital, sino tener alternativas
al tránsito de mercancías de la Zona libre de Colon hacia América Central y del
Sur.

La obra, considerada como el principal proyecto vial emprendido en los últimos 25


años, fue desarrollada por la compañía mexicana PYCSA S.A., que ganó el
proceso de concesión administrativa que se dio durante los primeros 100 días de
gobierno.

Medios locales y extranjeros destacaron los señalamientos de Pérez Balladares


sobre el hecho de que la ruta se asemejaría «a un gran canal seco que unirá las
ciudades terminales del Canal por una moderna y rápida autopista, como parte de
un gran proyecto.

7. Mejoramiento del sistema de carreteras nacionales

Tramo de 4 vías entre Panamá y Agua Dulce, ampliación del Puente de Las
Américas, de la carretera Panamericana y la carretera David-Bugaba, entre otros.

8. Incentivo de las inversiones para restaurar el Casco Antiguo.

9. Transformación de la Policía Técnica Judicial y la Policía Nacional.

10. Adopción de leyes para combatir la violencia contra la mujer, el maltrato


intrafamiliar y la discriminación hacia las personas con discapacidades.

11. Creación del Ministerio de Economía y Finanzas

12. Adopción de normas para garantizar el funcionamiento del Canal de


Panamá durante la transición y transferencia del Canal.

La administración Pérez Balladares asumió la obligación de dictar las normas


que se aplicarían al funcionamiento del Canal apenas su administración pasara
de forma definitiva a manos del Estado panameño en diciembre de 1999. Era
fundamental para todos, dentro y fuera de nuestro país, que la transferencia
pactada en los históricos Tratados Torrijos-Carter no afectara la calidad del
servicio que se prestaba en la vía interoceánica.
Es así como el 1 de junio de 1997 el mandatario designa al ministro del Canal y
se promulga la Ley 19 del 11 de junio de 1997 que contiene el ordenamiento
jurídico para el funcionamiento de la vía.
13. Aprobación por primera vez un régimen de peajes, tasas y derechos para el
uso del Canal de Panamá.

14. Institución de la Superintendencia Bancaria en el marco de la


modernización del Sistema Bancario Nacional.

15. Creación de la Defensoría del Pueblo.

16. Creación de la Comisión de Libre Competencia y Asuntos al Consumidor.

17. Creación del Sistema de Ahorro y Capitalización de Pensiones de los


Servidores Públicos.

18. Creación del Seguro Agropecuario y el Instituto de Seguro Agropecuario


(ISA).

19. Implementación del programa Producción Frutal.

20. Ejecución del Programa de Reconversión Agropecuaria, que transformó los


ciclos agrícolas 98, 99, 2001 y 2002.

21. Institución de la Autoridad Nacional del Ambiente.

22. Implementación de un programa de viviendas que dejó 86 mil 591


soluciones habitacionales.

23. Creación del Fondo de Inversión Social (FIS) que, desde el Ministerio de
Vivienda, facilitó a personas de escasos recursos el acceso a hogares
dignos.

24. Construcción de 6 hospitales y 28 puestos de salud nuevos. Entre ellos el


San Miguel Arcángel, el de Aguadulce y Santiago, y se iniciaron las
construcciones de los centros de atención de Las Tablas y de Penonomé.  

25. Rehabilitación de 55 centros de atención médica.


26. Modernización de la educación básica, secundaria, técnica y especializada.

27. Dotación de 73 mil becas y 6.628 préstamos educativos.

28. Suministro del vaso de leche y la galleta nutricional en todos los centros de
enseñanza.

29. Creación de la Universidad Autónoma de Chiriquí y la Universidad de Las


Américas.

30. Constitución de la Ciudad del Saber como centro de investigación e


innovación.

31. Se declaran Monumentos Históricos al Conjunto de Portobelo, Panamá


Viejo, Casco Antiguo de la Ciudad, los edificios del Ministerio de Relaciones
Exteriores, el Museo Antropológico Reina Torres de Arauz, Torre Exenta de
la Catedral de David, Residencial de Obaldía y el inmueble del Museo de la
Nacionalidad de la Villa de Los Santos.

32. Adopción de normas para regular los actos de licitación públicas y los
procesos de compras del Estado con la Ley 56 del 27 de diciembre de
1995.

Durante el periodo presidencial de Pérez Balladares no sólo se dieron


procesos judiciales transparentes, ventilados por todos los medios de
comunicación del país, en contra de algunos funcionarios públicos que
cometieron delitos de corrupción, sino que se dictaron normas para regular los
actos de licitación públicas y los procesos de compras del Estado.

La Ley 56 del 27 de diciembre de 1995, qué fue reglamentada por el Decreto


Ejecutivo N° 18 de 25 de enero de 1996, se convirtió en la pieza clave para que
la administración cumpliera el precepto de transparencia en el contexto de una
política de «freno a la corrupción». Este instrumento sirvió como marco jurídico
para el funcionamiento de la Dirección de Contrataciones Públicas, adscrita al
Ministerio de Economía y Finanzas, que regía diversas funciones y gestiones
relacionadas principalmente con todo lo referente a la adquisición de bienes y
servicios por parte de las agencias consumidoras del Estado mediante actos
públicos de selección de contratistas.

33. Creación de la Unidad de Análisis Financiero.

34. Se adoptan las normas de la Convención Interamericana contra la


Corrupción (OEA).

35. Se instituye la Sala Quinta de la Corte Suprema de Justicia, para fortalecer


la institución de las Garantías y Amparos Constitucionales

36. Traslado del aeropuerto Marcos A. Gelabert de Paitilla a Albrook.

37. Construcción del Estadio Nacional Rod Carew.

38. Construcción y equipamiento del Museo del Canal de Panamá, ubicado en


el Casco Antiguo.

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