Manero Conductual Cap Dos

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Cap.

2, de Manejo Conductual

PRINCIPIOS BASICOS DE LA MODIFICACION DE CUNDUCTA.

El sr. Rodriguez completo su primer semestre como director de la San José


Mission High School. Ha sido un semestre excitante para el nuevo director,
pero algo anda mal entre maestros y empleados. El personal de oficina anda
con la moral baja, los maestros no se sienten motivados, los estudiantes fingen
que aprenden, y la comunidad actúa como si no supiera que la escuela existe.
El Sr. Rodriguez se pregunta cómo podría crear un ambiente educativo más
estimulante y positivo. Platicas con maestros y empleados sugieren que el Sr.
Rodriguez es un administrador que considera que si a una persona se le paga
por su trabajo, eso debiera ser recompensa suficiente. Por su parte, maestros
y empleados piensan que sus esfuerzos no se aprecian, y los alumnos parecen
reflejar sus actitudes.

Tal vez si al Sr. Rodriguez se le enseñara algo sobre los principios básicos de
modificación de conducta, mejoraría su relación con maestros, empleados,
estudiantes y la comunidad.
Linda ya no puede soportar a su marido y al futbol. Futbol sábado, domingo,
lunes en la noche, martes futbol desde Canadá, miércoles en la noche las
mayores atracciones del futbol universitario, jueves en la noche atracciones
del futbol profesional, y viernes en la noche el pronóstico del futbol.
Demasiado para ella. En la plenitud de su vida, Linda ha perdido a Bob por supe
gigantes que usa un uniformes ridículos y nombres como Leones, Halcones,
Corsarios, Osos, Luchadores Irlandesa, Valientes, y Pioneros; algunos de los
cuales se paran frente a las cámaras de televisión y dicen “Hola mami”.
Linda ya ha asistido a talleres para viudas del futbol. Llego al grado de imprimir
el número del jugador favorito de Bob en un camisón muy atrevido y baila
seductoramente frente al aparato de televisión; todo para que le digas, “Linda,
hazte a un lado por favor que no puedo ver el juego”. ¿Sería posible que Linda
cambiara la conducta de Bob? Tal vez si supiera algo sobre los principios
básicos de modificación de conducta, ella podría convertirse en el jugador
favorito de Bob.
La mayoría de las personas pasan por la vida sin darse cuenta de muchos
factores y la influencia de ellos ejercen sobre su manera de conducirse. Parecen
ajenos al hecho de que como Homo sapiens “normales”, tienden a sentirse
atraídos por experiencias placenteras y evitan aquellas que no lo son. La gran
mayoría siente placer con la sonrisa, los comentarios positivos, un golpecito en
la espalda, una buena calificación en un curso, y bonificaciones en sus cheques.
Evitan situaciones que producen dolor físico o mental, y no se relacionan con
personas que les desagradan.
“Lo que usted hace es influenciado por lo que ocurre después de lo que usted
hace” (Sarason y otros, 1972). Las consecuencias y probables consecuencias de
la conducta, más que cualquier otro factor, determinan el comportamiento de
un individuo. En el campo de la modificación de conducta, las consecuencias de
esta se llaman reforzadores, los que pueden incrementar, disminuir o mantener
la conducta.
Los reforzadores pueden clasificarse de varias maneras. Básicamente, en
tangibles o primarios (alimentos, bebidas y símbolos) y sociales o secundarios
(elogios, sonrisas y otros signos de aprobación). Por ejemplo, ¿Por qué un niño
asiste a la escuela?, ¿Qué refuerza esta conducta de asistir a la escuela? Un niño
puede ir a la escuela porque:

1. La Escuela está más calientita que su casa.


2. Recibe más atención de las personas que en su casa o en el vecindario.
3. Durante el recreo planea actividades para después de la escuela.
4. Come el alimento caliente que le sirven al mediodía en la escuela.

Así pues, es comprensible que el niño asista a la escuela por las recompensas
tangibles (calor y comida), y sociales (atención y amigos).
Los reforzadores pueden ser positivos (recompensan, dan placer), o negativos
(aversión, castigo). Los reforzadores tangibles y sociales pueden ser positivos,
es decir, consecuencias deseadas por las cuales se exhibe una conducta
apropiada. O bien negativo, esto es consecuencias indeseables por las cuales la
conducta no se exhibe.
Un niño que considera a la escuela como un estímulo aversivo podría exhibir
una conducta inadecuada en un intento por evitarla. Si el niño tuviera éxito en
su tentativa, la conducta inadecuada aumentaría. Así, su asistencia a la escuela
disminuiría. Por ejemplo, dos situaciones que resultarían en un incremento de
la conducta de rechazo a la escuela son:
1, Al niño se le permite quedarse en casa porque se queja de estar enfermo.
2, Se le permite quedarse en casa porque su tarea no está completa.

Si no se le permitiera evitar la escuela mediante esta conducta,


probablemente disminuiría.
El castigo también puede ser eficaz para lograr que un niño asista a la
escuela. Entre los castigos que podrían emplearse están (1) una tunda por parte
del padre, (2) un regaño de la madre, (3) suspender el dinero para gastar o el
permiso de andar en bicicleta, (4) suspender privilegios como ver televisión o ir
al cine, y (5) amenazar con enviarlo al tribunal para menores o a un centro de
detención.

Las consecuencias de la conducta son, pues sus determinantes. Los


humanos tienden a repetir conductas que, según su percepción, se
recompensan o celebran; a su vez tienden a no repetir aquellas que, según lo
perciben, se castigan. Los principios básicos de modificación de conducta se
presentan y ejemplifican en el resto de este capítulo. Estos pueden aplicarse
sistemáticamente por el maestro en el salón de clases y por los padres en el
hogar.
La aplicación eficaz y eficiente de las túnicas de modificación de conducta
requiere más que la simple memorización y aplicación de los principios del
reforzamiento, pues para una ejecución competente es necesario que maestro
y padres sean sensibles, intuitivos y creativos.

PRINCIPIOS DEL REFORZAMIENTO


Los principios del reforzamiento son un conjunto de reglas que deben
aplicarse en el proceso de modificación de conducta. Un agente modificador
exitoso de conducta se apoya fuertemente en estos principios cuando planea e
implementar un programa de modificación de conducta.
Principio 1: El reforzamiento depende de la exhibición de la conducta
blanco.
Si se intenta cambiar una conducta especifica en un individuo mediante una
intervención planificada, es preciso reforzar solo aquella que pretende
modificarse y solo después de que esta se exhiba. Al planear y realizar una
intervención es necesario tener cuidado para asegurarse de que no se refuercen
otras conductas.
Ejemplo: En el salón de clase, la Sra. Jones trataba de disminuir la actividad
de Bill fuera de su asiento. Cuando Bill no estaba en su lugar, ella empezaba a
gritar o a regañarlo. Aunque Bill recibiera atención negativa, su necesidad básica
de atención (positiva o negativa) al parecer estaba siendo satisfecha por esta
situación. Su conducta inadecuada (estar fuera de su lugar), fue aumentando al
mismo tiempo que incrementaba la conducta de su maestra (gritos y regaños).

Ejemplo: La Sra. Long enfrento un problema semejante al de la Sra. Jones –


Jerry constantemente andaba fuera de su lugar. Se comentó que la Sra. Long
había dicho que cada mañana tenía que sacudir la silla de Jerry porque él nunca
la usaba.
Al principio uso la táctica de la Sra. Jones, o sea, gritar. Después planeo una
intervención de modificación de conducta. Procedió a ignorar del todo la
conducta de Jerry. De ninguna manera reforzaba su conducta inadecuada.
Siempre que, y sin importar como, el trasero superactivo de Jerry tocaba el
asiento que se le había asignado, la maestra lo recompensaba de inmediato; lo
elogiaba frente a todo el grupo y, si era necesario, le daba una palmadita en el
hombro.
Como resultado de esta acción, Jerry no solo aprendió a sentarse en su lugar,
sino que la Sra. Long descubrió que él le simpatizaba.

En el segundo ejemplo, la manera de abordar el problema resulto eficaz


logrando suscitar la conducta deseada. Por el contrario, en el primero, la Sra.
Jones continúa gritando y Bill sigue entusiasmado con toda la atención que
recibe.
Concluyendo, el Principio 1: sugiere que, si deseamos modificar una
conducta específica, debemos tan solo reforzar esa conducta, solo después que
se exhiba.

Principio 2: La conducta blanco debe ser reforzada inmediatamente después


de exhibirse.
La importancia de presentar el elemento reforzador inmediatamente
después que se exhibe la conducta deseada no podría exagerarse. Este principio
es particularmente valido durante la fase inicial del proceso de modificación de
conducta, cuando trata de establecerse una nueva conducta. Las conductas
inadecuadas y no funcionales ocurren de vez en cuando en el repertorio de todo
individuo.
Si en un programa de intervención planificada los reforzadores se demoran,
pueden reforzarse por accidente, conductas no intencionadas (en vez de la
conducta blanco), aumentando así la probabilidad de que una conducta no
intencionada se manifieste en el futuro.

Cuando se intenta establecer una nueva conducta o aumentar la frecuencia


de una ya existente, es preciso reforzarla tan pronto como se exhiba.

Principio 3: Durante las etapas iníciales del proceso de cambio de conducta,


la conducta blanco se refuerza cada vez que se exhiba. Si se pretende mantener
una conducta recién adquirida en la frecuencia apropiada, el reforzador deberá
utilizarse cada vez que dicha conducta se exhiba. Con frecuencia los
principiantes refuerzan conductas nuevas, pero aun no habituales, con tal
inconsistencia y con tan poca frecuencia, que el niño se confunde y la conducta
blanco no se establece como parte de su repertorio.

Ejemplo: La Sra. Traber trabajo varias semanas con Mastt recompensando


aproximaciones a la conducta deseada (en este caso una frase completa). Por
fin, después de 6 meses, Matt dio una frase completa. “Quiero un dulce”. Se
le recompenso de inmediato con un dulce, y durante las semanas siguientes
consumió muchos de ellos; se le dieron diversas oportunidades de recibir la
recompensa. Además, durante esta fase del proceso de cambio, Matt
incremento la variedad de sus frases completas incluyendo “quiero un vaso de
leche”, “quiero jugo”, “quiero refresco”, “quiero un rompecabezas” y otras
semejantes.

Una conducta recién adquirida, no condicionada, o no completamente un


hábito, no pueden mantenerse sin reforzarse cada vez que se exhiba. El
reforzamiento consistente es esencial durante las primeras etapas del proceso
de cambio.

Principio 4: Cuando la conducta blanco recién adquirida alcanza un nivel de


frecuencia satisfactorio, se refuerza intermitentemente.
Aunque este principio pueda parecer una contradicción al principio 3, no lo es.
El modificador de conducta debe ser consistente en la aplicación del
reforzamiento inconsistente (intermitente) después que la conducta blanco se
establece. Este procedimiento parece ser la única manera en que una
conducta recién adquirida puede establecerse con firmeza y volverse auto
mantenida.
Una vez que la conducta blanco se ha establecido a un nivel satisfactorio, la
presentación del reforzamiento se cambia de continuo a intermitente. Este
cambio en la presentación del reforzador, aumenta la probabilidad de que la
conducta adquirida se mantenga. Parece ser que si el niño cuya conducta está
siendo cambiada no sabe exactamente cuándo recibirá el reforzamiento, pero
sabe que este va a ocurrir, la conducta blanco seguirá exhibiéndose.

EJEMPLO: La Sra. Williams deseaba aumentar la frecuencia de respuestas


voluntarias de Phil durante las discusiones sobre asuntos de actualidad. En
esta situación, se usaron fichas de póquer como reforzadores. Estas podían
guardarse y canjearse por una recompensa tangible en la tienda del salón de
clase al final de la discusión.
Al principio, la Sra. Williams reforzaba a Phil cada vez que el respondía
voluntariamente durante la discusión. Varias semanas después, la frecuencia
de las respuestas de Phil llego a un nivel satisfactorio, es decir, era igual, o casi
igual, al promedio de frecuencia de respuestas de los otros miembros de los
grupos de discusión. A esa altura del proceso, la Sra. Williams cambio de
reforzamiento continuo a intermitente.
Con el reforzamiento intermitente, la conducta de Phil se mantuvo a nivel
elevado. Se había dado cuenta de que sería recompensado por responder,
aunque no siempre. También se tomo evidente para la Sra. Williams que Phil
estaba disfrutando su participación en las discusiones.
EJEMPLO: El Sr. Jones y la Sra. Walker tenían problemas semejantes en sus
grupos. En la clase del Sr. Jones, Jared no participaba en las discusiones. En la
de la Sra. Walker, Herman tenía el mismo problema.
El Sr. Jones quería aumentar la frecuencia de respuestas de Jared durante
las discusiones de grupo. El introdujo una intervención similar a la usada por
la Sra. Williams en el ejemplo anterior. Sin embargo, cuando Jared había
logrado un nivel aceptable de frecuencia, el Sr. Jones descontinuó todo
reforzamiento; por lo que disminuyo la conducta recién adquirida.
La Sra. Walker también inicio un programa para elevar el nivel de participación
de Herman. Mantuvo su programa de reforzamiento continuo hasta que
Herman se aburrió con las fichas y las recompensas que podía comprar con
ellas. Este programa, como el del Sr. Jones, fue ineficaz. La participación de
Herman bajo a su nivel original y siguió siendo poco participativo en
discusiones de grupo.
Principio 5: Los reforzadores sociales siempre se aplican con reforzadores
tangibles.
Todos reforzamientos, aun durante la etapa inicial del proceso de modificación
de conducta, debe incluir la presentación simultanea de reforzadores sociales
y tangibles, si es que se está usando un reforzador tangible. El objetivo final
del proceso de modificación es el de ayudar al niño a ejecutar la conducta
blanco no por una recompensa tangible sino por logro personal.
Si se usan reforzadores tangibles, como fichas, dulces, estrellas, cara
sonrientes o cheques, siempre deben acompañarse de una recompensa social,
como una sonrisa, una palmadita en la espalda, elogios o un guiño. De esta
manera, el niño asocia los reforzadores sociales con los tangibles. Al progresar
el cambio, el reforzador tangible se va extinguiendo y la conducta blanco se
mantiene tan solo con reforzadores sociales. Si el proceso de modificación es
eficaz, la conducta se mantiene por la autosatisfacción, el reforzamiento social
ocasional y las recompensas tangibles retardadas.
EJEMPLO: Cuando la Sra. Williams intentaba incrementar la participación de
Phil (ver ejemplo en la sección anterior), al principio le hacía elogios y le daba
una ficha cada vez que el mostraba la conducta deseada. Cuando Phil entro en
la fase de reforzamiento social continúo. Durante la fase final del proceso, Phil
solo recibió reforzamiento social intermitente para conservar su participación
al nivel deseado.
EJEMPLO: El Sr. Whiteface deseaba modificar la conducta de su alumno
George; cada vez que este levantaba la mano, se le daba un trocito de azúcar.
En su pupitre había sido colocado un surtidor, el cual era activado por el Sr.
Whiteface presionando un botón para liberar la recompensa en el momento
en que George levantaba la mano.
Mediante este procedimiento, y de manera consistente, George fue reforzado
por su nueva conducta, recibiendo también reforzamiento social; el Sr.
Whiteface le decía “Muy bien George”, “Me agrada que estés levantando la
mano”, o “Bien”, “Genial”, “Excelente”.
Seis meses después, George recibía solo reforzamiento social intermitente. La
recompensa de azúcar había sido suspendida y la conducta de George
(levantar la mano) se mantuvo a buen ritmo.
Se advierte a los principiantes en modificación de conducta, que deben aplicar
este principio importante al usar reforzadores: Siempre utilicen reforzadores
tangibles y sociales simultáneamente, si se usan los tangibles.

CONSECUENCIAS DE LA CONDUCTA
Las consecuencias (resultados) de la conducta ejercen una influencia directa
sobre la conducta que un niño exhibe. Esta, puede modificarse, es decir,
incrementarse, disminuirse, iniciarse o extinguirse, mediante una
manipulación sistemática de sus consecuencias. Las consecuencias de la
conducta humana se clasifican en reforzamiento positivo y negativo, extinción
y castigo.
En este capítulo se muestran varios ejemplos de: (1) Conducta Apropiada e
Inapropiada, (2) Las Consecuencias de esa Conducta (no necesariamente una
intervención programada), (3) El probable efecto de las consecuencias en la
conducta futura y (4) Clasificación de las consecuencias.
REFORZAMIENTO POSITIVO
El reforzamiento positivo es la presentación de un reforzador agradable
después que la conducta deseada se ha exhibido. Estos reforzadores, o
consecuencias de la conducta, tienden a aumentar o mantener la frecuencia
futura de la conducta original. Todo el mundo recibe reforzamiento positivo
en el transcurso del día. El proceso de este tipo de reforzamiento implica
aumentar la probabilidad de que vuelva a ocurrir una conducta, reforzándola
con un reforzador apropiado y significativo para el individuo.
Recuerde, Un Reforzador solo funciona si se percibe por el individuo como
recompensa.
EJEMPLO: Kevin recibió altas calificaciones y fue elogiado por sus padres y
compañeros. Como resultado del reforzador positivo (elogios), aumenta la
probabilidad de que Kevin siga estudiando y reciba altas calificaciones en el
futuro. Si sus calificaciones fueran ignoradas o criticadas con severidad por
causa de una nota baja, disminuiría la probabilidad de continuar sus esfuerzos
y recibir buenas calificaciones.
EJEMPLO: La Sra. Pompey identifico estrellas como reforzadoras positivas en
su clase. Coloca una estrella en el trabajo de Cynthia porque termino su tarea
con éxito. A ella le complace recibir estrellas. La Sra. Pompey sabe que al
colocar estrellas en su trabajo aumenta la probabilidad de que en lo futuro su
alumna cumpla con sus tareas.

EXTINCION
La extinción es la eliminación de una consecuencia que mantiene o intensifica
una conducta. Es un método eficaz para disminuir conductas indeseables. A
través de la historia se han utilizado en forma natural, técnicas de extinción sin
planeación ni sistematización. Por ejemplo, existe la tendencia a ignorar
muchas conductas inaceptables en los niños, como juegos rudos, pleitos,
resistencia para irse a la cama, con la esperanza de que disminuya su
frecuencia. La ineficacia de tal procedimiento, como intervención no
programada, es resultado frecuente de la inconsistencia de su aplicación, y no
de su inutilidad como técnica de modificación de conducta. Insistimos en que
no haya trifulcas o disputas y que los niños se acuesten a su hora un día, pero
no mantenemos estas reglas al siguiente. Esta actitud de nuestra parte, en
nuestro papel de padres o maestros, tiende a confundir a los niños y a reforzar
la conducta inaceptable.
La extinción requiere la eliminación del reforzador responsable de mantener
la conducta inapropiada. En el salón de clases, la conducta blanco se extinguirá
una vez que el reforzador se haya retirado por un periodo de tiempo suficiente.
EJEMPLO: John pasaba el tiempo en la clase de la Sra. Rawlin haciendo ruidos
extraños con la boca. Con esta actividad no solo consiguió atención de sus
compañeros sino también de su maestra. Ella acostumbraba interrumpir la
clase y llamarle la atención a John diciéndole cuan inmadura era su conducta
para su edad y que el mismo se ponía en ridículo. A esto el grupo respondía
con carcajadas, siendo John el que reía más fuerte.
Después de varias reuniones con la orientadora escolar, la Sra. Rawlin accedió
a utilizar un procedimiento diferente. La siguiente vez que John produjo un
sonido chistoso, la Sra. Rewlin le pidió al grupo que lo ignorara, y quien lo
hiciera tendría tiempo libre como recompensa. John siguió haciendo ruidos
durante algunos días, pero por no recibir la atención de sus compañeros ni de
su maestra, su conducta empezó a cambiar. En el transcurso de siete días la
conducta de John se extinguió. La Sra. Rawlin pudo conducir su clase sin
interrupciones y John ahora recibe la atención de todos.
EJEMPLO: Robín, de ocho años de edad, acudía constantemente con su
maestra para acusar a cualquier compañero que cometiera la menor falta. La
Sra. Fye sin querer, reforzaba la conducta de Robín atendiéndolo cada vez que
acusaba a los demás. Por ultimo planeo un programa de intervención
utilizando la extensión para disminuir esa conducta; ignoraría sus chismes.
Cuando Robín se acercaba a delatar a uno de sus compañeros, la Sra. Fye
aplicaba una de las siguientes medidas:
Interfería antes de que Robín tuviera oportunidad de chismear y su
atención se dirigía a otro asunto, imagen, libro, etc. Le daba la espalda y
atendía a otro niño que se estuviera portando bien.
Le daba la espalda y se alejaba sin dar reconocimiento a su presencia.
Durante la fase inicial del proceso, la conducta de Robín aumento por un lapso
breve. En el transcurso del programa, su conducta disminuyo y se extinguió.
En el proceso de extinción hay dos etapas de conducta-respuesta. Durante la
primera, inmediatamente después de que se ha eliminado el reforzador que
mantiene una conducta, está por lo general aumenta o disminuye con
violencia. Durante la segunda, la conducta blanco disminuye o aumenta
sistemáticamente.
Durante la fase inicial se da una reacción natural, una respuesta humana que
ocurre cuando una persona se confronta de repente con una situación en la
que los métodos establecidos para conseguir metas deseadas ya no funcionan.
Es natural que en esas circunstancias el individuo se confunda y continúe
intentando el método que antes resultaba eficaz.
Es en esta primera etapa que los principiantes con frecuencia levantan los
brazos con frustración y abandonan el proyecto. Sin embargo, si se persiste,
con toda probabilidad la conducta se extinguirá.
El ritmo del chismorreo de Robín antes y después del proceso de extinción; la
conducta de Robín aumento en los primeros días de extinción, después
disminuyo drásticamente en los siete siguientes.
El maestro o los padres deben tener paciencia y ser consistentes; la conducta
cambiara.

REFORZAMIENTO NEGATIVO
Este es uno de los conceptos más difíciles de explicar, comprender, e ilustrar
en el campo de la modificación de conducta. Dado que el reforzamiento
negativo con tanta frecuencia es mal entendido, presentamos aquí varios
ejemplos de dicho proceso.

El reforzamiento negativo es la eliminación de un estímulo aversivo ya


funcionando. Como consecuencia de dicha eliminación, la conducta blanco se
fortalece.
Axelrod (1977), describió la técnica de reforzamiento negativo en el salón de
clase como “una operación en la que el estudiante ejecuta una conducta
deseada y el maestro elimina algo que al estudiante le molesta, es decir, lo
percibe como desagradable”.
En otras palabras, el reforzamiento negativo es la eliminación de un estímulo
aversivo con la intención de aumentar la frecuencia de una conducta
aceptable. A diferencia del reforzamiento negativo, el castigo es la
introducción de un estímulo aversivo con el propósito de disminuir la
frecuencia de una conducta indeseable.
Axwlrod proporciona dos ejemplos excelentes.
EJEMPLO: Un grupo de estudiantes trabaja con dedicación en sus pupitres que
la maestra les ha dicho que no tendrán que hacer tarea esa noche si terminan
sus trabajos en el tiempo marcado.
En este ejemplo, la tarea que la maestra ya les había dado es el estímulo
aversivo (para la mayoría de los estudiantes la tarea es aversiva). El estímulo
se elimina y como resultado los estudiantes trabajan más durante la clase.

EJEMPLO: Jimmy le está torciendo el brazo a Tommy y esto le causa mucho


dolor. Jimmy dice “Di tio tito nariz de periquito y te suelto”. Tommy grita
afligido “tío Tito nariz de periquito”. Con una sonrisa en su inocente cara Jimmy
suelta el brazo de Tommy y el dolor termina.

En este ejemplo, el acto de torcer el brazo, que ya le provocaba dolor a


Tommy (y placer a Jimmy), es el estímulo aversivo. Este se retira y así aumenta
el grado de comodidad de Tommy.

Los ejemplos siguientes se ofrecen con el objeto de aclarar el concepto de


reforzamiento negativo.
EJEMPLO: La familia Reynoldses tiene una hija de dos años, Alice, que
despierta llorando a medianoche (estimulo aversivo). Lo que ella quiere es
dormir con papa y mama. Para evitar que la niña llore y poder dormir, sus
padres permiten que duerma con ellos (removiendo así el estímulo aversivo
del llanto). Al permitir que Alice duerma con ellos, sus padres intensifican tanto
la manera de dormir de la niña como la propia. Sin embargo, este método de
detener el llanto de Alice de hecho refuerza su frecuencia.
EJEMPLO: Durante el año escolar, Bobby se ausento 141 días de 180. No
explico el motivo de sus ausencias excepto que simplemente no quería ir a la
escuela. Después de varias horas de discusión se descubrió que Bobby no iba
a la escuela para evitar que su mama muriera, desapareciera, o se enfermara.
Inconscientemente, la mama de Bobby reforzaba su conducta. Ella
acostumbraba decirle varias veces al día “Bobby, siempre me siento segura
cuando estás conmigo”, o “espero que me encuentres aquí cuando regreses”,
o “no me siento bien”.
Bobby, hijo muy sensible y considerado, aplico la siguiente lógica a su difícil
situación: “amo a mi mama y quiero quedarme con ella. Si la dejo para ir a la
escuela, ella puede morir, enfermarse, o sufrir un accidente. Por lo tanto, no
voy a asistir a la escuela, me quedare con ella y así estaré bien”.
Durante la discusión que siguió a este descubrimiento del porque Bobby se
quedaba en casa, su mama se hizo consciente de sus expresiones y su efecto
probable. Se le pidió que dejara de hacer comentarios de esta naturaleza
(estimulo aversivo). Después de un tiempo razonable Bobby asistió a la
secundaria; primero por algunas horas y a la larga consiguió permanecer el
turno completo.
En este ejemplo, la mama de Bobby uso sus temores de enfermarse,
morir, o sufrir un accidente para retenerlo en casa. Cada vez que se quejaba
por miedo a estar en casa, Bobby se quedaba con ella, reforzando así la
conducta inadecuada de su mama y también la propia.
CASTIGO
El castigo es la técnica de modificación de la conducta más conocida y
frecuente. A pesar de aplicarles a los niños con mucha frecuencia por padres y
maestros, el castigo tal vez sea el tipo de intervención menos eficaz de la
discutida en este texto para la modificación de conducta.
Aquellos que utilizan el castigo han sido reforzados por su resultado
inmediato; sin embargo, se ha determinado que, a la larga, los efectos del
castigo son limitados. McDaniel (1980), señala que el castigo tiende a suprimir
la conducta indeseable en vez de extinguirla. Este efecto es de corta duración
y con frecuencia la conducta vuelve a presentarse en la ausencia de quien
aplica el castigo.
El castigo se concibe por los que practican la modificación de conducta como
dos operaciones distintas. Se lleva a cabo mediante la introducción de un
elemento aversivo en el ambiente. Ejemplo de esta operación son: pegar con
un objeto, choques eléctricos, tarea extra, etc. El castigo también puede
considerarse como la supresión (remoción) de un elemento o actividad
placentera. Ejemplos de esta operación son la perdida de actividades
extracurriculares, del recreo, etc. El castigo no debe confundirse con la
extinción.
EJEMPLO: Anita, una de las alumnas de quinto año del Sr. Cooper siempre
platica en clase. Perturba a sus compañeros cuando debería estar cumpliendo
con sus trabajos. Para acabar con esa conducta de Anita, el Sr. Cooper la
regaña, la jalonea, y la hace que se pare en un rincón del salón con gorro de
burro en la cabeza.
Estas técnicas son muy eficaces en tanto que el maestro está presente. Sin
embargo, cuando este sale por cualquier motivo, la ineficacia del castigo a
largo plazo se hace aparente. En estas ocasiones Anita va de un lado a otro del
aula aullando y chillando ante el júbilo de sus compañeros.

EJEMPLO: Joe pertenece al grupo de inadaptados de la escuela secundaria. Se


divierte diciendo groserías y le causa gran satisfacción ver la expresión de su
maestro, el Sr. Dee, cuando le lanza algunas palabrejas bien escogidas. El Sr.
Dee pensó que podría eliminar esa conducta con el método de golpes en el
trasero. Planteo la siguiente intervención, que explico a Joe:
“Cada vez que digas una grosería en mi presencia, adoptaras la posición manos
en los tobillos y recibirás cuatro garrotazos”.
La intervención del Sr. Dee tuvo los siguientes resultados:
1- El lenguaje de Joe mejoro en presencia del Sr. Dee, pero no en su
ausencia (según declaración de su asistente).
2- El Sr. Dee tiene un brazo muy cansado.
3- Joe sigue usando su vocabulario para llamar la atención,
especialmente cuando hay visitas en el salón de clase.
4- Otros alumnos incitan a Joe a decir groserías y ellos disfrutan el circo.
Es fácil notar que algunos castigos eliminan algunas conductas inaceptables.
Sin embargo, el castigo debe ser muy severo para lograr un mínimo de eficacia.
Castigos que requieren tal severidad son inhumanos e ilegales, y bajo ninguna
circunstancia deben usarse en niños.
Se ha observado también que cuando una conducta castigada vuelve a
manifestarse, por lo general se presenta en una proporción mayor a la original,
antes de la aplicación del castigo.
Otra preocupación relacionada con el castigo, es el efecto real y potencial en
la salud emocional del niño. En algunos casos el castigo puede causar graves
problemas emocionales. El hecho de que el niño castigado identifique el
castigo con quien lo aplica, en vez de asociarlo a la conducta inapropiada,
debería ser de gran preocupación para padres y maestros.
El resultado inmediato del castigo no es suficiente para justificar que se siga
usando como agente de cambio de conducta.

EFECTOS DE LAS CONSECUENCIAS


Una comprensión amplia de la relación entre las cuatro consecuencias básicas
de la conducta es un requisito fundamental para una aplicación eficaz de las
técnicas de modificación de conducta.
De las cuatro consecuencias básicas, el reforzamiento positivo y el negativo
intensifican la conducta blanco y el castigo y la extinción la disminuyen.

PROGRAMAS DE REFORZAMIENTO
Un programa de reforzamiento es el patrón de presentación (o no) del
reforzador, en respuesta a la manifestación de la conducta blanco.
Los programas de reforzamiento tienen un efecto significativo en el proceso
de modificación n de conducta. Los cuatro tipos más comunes de
programación del reforzamiento son: Razón Fija (RF), Razón Variable (RV),
Intervalo Fijo (IF), e Intervalo Variable (IV).
La diferencia básica entre estos cuatro tipos de programación se relaciona con
el ritmo y frecuencia de presentación (o no) del reforzador. Los programas de
razón fija y variable, enfatizan el cumplimiento de tareas específicas antes de
presentar el reforzador al niño. La aplicación del reforzador en los programas
de intervalo, fijo y variable, depende de la exhibición de conductas especificas
durante determinados periodos de tiempo.

Programa De Razón Fija


Cuando se aplica un programa de razón fija, el reforzador se presenta después
de que un determinado número de respuestas adecuadas se emitan por el
niño.
EJEMPLO: cada vez que John contesta correctamente 15 preguntas de ciencias,
se le permiten 10 minutos para leer una revista de caricaturas. La recompensa
(lectura de una revista) se basa en el cumplimiento satisfactorio de un número
fijo (15) de preguntas. El programa de John es comúnmente llamado razón fija
de 15:10.

EJEMPLO: cada vez que Sheila lee 5 pasajes cortos en su libro de lectura con
un 80% de precisión, se le permiten 5 minutos para escuchar su disco favorito.
En este caso Sheila está sujeta a un programa comúnmente llamado razón fija
de 5:5.
El programa de razón fija por lo general resulta en un alto grado de respuesta.
Por consiguiente, su utilización es más apropiada y eficaz durante la primera
etapa del proceso de modificación de conducta.

Programa De Razón Variable


Este programa está diseñado para mantener el nivel de respuesta al
reforzamiento, una vez que se ha logrado el nivel adecuado de conducta
mediante el programa de razón fija. Cuando la razón variable se aplica, la
relación de presentación del reforzador varia alrededor de una media o
promedio de respuesta. Esta variabilidad es de utilidad para mantener un nivel
de respuesta apropiado.

EJEMPLO: El Sr. Davis ha logrado que Kerry levante la mano y participe en las
discusiones de sus clases. Consiguió esto mediante un programa de razón fija.
Ahora desea cambiar a razón variable. Kerry es sometido a un programa de
razón variable de 5 (el reforzador se presenta en torno a una media de 5
respuestas); en el que puede reforzarse la séptima, sexta, tercera, cuarta, o
quinta vez que levante la mano. Si este programa (7, 6, 3, 4, 5) se promedia, la
media de respuesta o razón variable será 5. El hecho de que Kerry no sepa que
será llamado), mantiene en alto grado su participación activa.

EJEMPLO: En Las Vegas, las máquinas tragamonedas (según nuestra


experiencia) funcionan con base en un programa de razón variable. El jugador
coloca monedas en la ranura y es reforzado de vez en cuando con pequeñas
recompensas. Este reforzamiento ocasional mantiene a la persona jugando
hasta que lo pierde todo; pero el perdedor siempre guarda la esperanza de
que el siguiente jalón de brazo resulte en el premio supe gordo.

Se recomienda a los modificadores de conducta inexpertos, no cambiar


demasiado pronto el programa de razón fija a razón variable. La conducta
deseada debe estar bien establecida en el programa de razón fija antes de
pasar al de razón variable. Muchos programas de modificación de conducta
han fallado como resultado de la impaciencia del practicante al hacer esta
transición.

Programa De Intervalo Fijo.


En este tipo de programa, debe transcurrir un determinado periodo de tiempo
antes de la presentación del reforzador. Este se aplica inmediatamente
después de la primera respuesta posterior al termino del intervalo establecido.
Los siguientes ejemplos aclaran esta aparente confusión.
EJEMPLO: Debbie no permanece en su lugar durante la clase de idiomas. El Sr.
Quick decidió reforzar la conducta deseada a intervalos fijos de 10. Esto es, la
niña será recompensada cada vez que permanezca en su asiento 10 minutos.
EJEMPLO: La mayoría de las personas trabajan bajo un programa de intervalos
fijos de remuneración (una semana, dos semanas o un mes). Reciben su
cheque después del periodo de pago ha transcurrido.
Se ha observado que, en programa de intervalo fijo, entre más largo sea el
intervalo entre reforzamientos, más bajo es el nivel de desempeño. Esto
sugiere que, al principio de una intervención, los reforzadores deben
presentarse con frecuencia.

Programa De Intervalo Variable.


Este programa es semejante al de razón variable. Sin embargo, la aplicación
del reforzador se basa en una media de respuesta. El individuo cuya conducta
se está modificando no está consciente de cuando ocurrirá el reforzamiento.
No obstante, sabe que será recompensado por ejecutar una determinada
conducta.

EJEMPLO: El Sr. Quick decidió colocar a Debbie en un programa de intervalo


variable de 10. En este programa, la conducta de permanecer en su asiento se
seguirá reforzando; la primera vez podrá recompensarse a los 9 minutos de
conducta adecuada, la segunda podrá ser a los 4, la tercera a los 9, la cuarta a
los 15, y la quinta vez a los 13. Este es un programa de reforzamiento de 9, 4,
9, 15, y 13. Está basado en un intervalo variable con una media o promedio de
10.
Una vez más, insistimos en que el modificador de conducta debe tener cuidado
al cambiar de razón fija o intervalo fijo, a razón variable o intervalo variable. Si
esto se hace muy pronto o muy tarde en el proceso de modificación de
conducta, la conducta recién adquirida puede extinguirse.
El programa específico a ser usado varía según la naturaleza de la conducta a
ser modificada. Por ejemplo, si el interés es el de mantener a una persona en
su asiento por un periodo de tiempo, un programa de intervalo sería el más
apropiado. Si la conducta en cuestión tiene que ver con el cumplimiento de
cantidades o tipos de tareas, deberá aplicarse un programa de razón. La
selección y aplicación del programa adecuado forman parte del arte de
modificación de conducta. Saber cuándo y cómo aplicar un determinado
programa de reforzamiento resulta menos confuso con la experiencia que el
modificador va adquiriendo.

GENERALIZACION
Este es el proceso mediante el cual una conducta reforzada en la presencia de
un estímulo, se manifestará en presencia de otro. La generalización es un
importante elemento de aprendizaje. Si este proceso no existiera, cada
respuesta tendría que ser reaprendida en cada situación especifica.
EJEMPLO: Un niño pequeño aprende el nombre de un animal (perro). Le llama
“perro” a un perro especifico y pronto generalizara el nombre “perro” a todos
los animales de cuatro patas como gatos, y hermanos o hermanas que gateen.

EJEMPLO: Una niña que empieza a hablar se recompensa por llamar a su padre
“papa”. Ella va a generalizar llamando “papa” al cartero, al lechero, y a otros;
lo que podría resultar en fricción entre marido y mujer.
En los ejemplos anteriores no se pretende dar a entender que la generalización
es primordialmente un concepto negativo. Si se desea funcionar con éxito en
el ambiente, es fundamental aplicar los conceptos aprendidos en una
situación, a múltiples y diversas situaciones. Por ejemplo, cuando niños
aprendemos la honestidad, el respeto por la autoridad, y los principios básicos
de computación. Se espera que cada año podamos generalizar este
aprendizaje para cumplir con nuestro reporte de impuestos sobre la renta.

DISCRIMINACION
La discriminación es otra conducta aprendida importante. Por medio de ella
aprendemos que se actúa de una manera en una situación y de otra en una
diferente. Si no fuera por la discriminación, generalizaríamos nuestra conducta
a una variedad de situaciones en las que sería inapropiada.

EJEMPLO: Actuamos de manera diferente en la iglesia que, en una fiesta, en


una clase que en un juego de futbol (aunque algunas clases son estimulantes
y algunos partidos de futbol aburridos). Nuestras conductas en estas
situaciones diversas se refuerzan por las recompensas que recibimos.
La discriminación es el resultado de reforzamiento diferencial. Reforzar una
conducta en presencia de un estímulo y no reforzarla en presencia de otro, es
reforzamiento diferencial.

EJEMPLO: Enseñar a un niño pequeño a discriminar las palabras gato y pato


puede lograrse escuchando y reaccionando a las respuestas de él. Solo se
refuerza la respuesta apropiada y de esta manera podrá discriminar una de
otra cuando se le presenten en el futuro.

EJERCICIOS PARA EL CAPITULO 2


PREGUNTAS
1. Uno de los Principios Básicos de Reforzamiento afirma que, al construir
una nueva conducta, el maestro o los padres deben reforzar la conducta.
2. Cuando la Nueva Conducta se ha establecido en grado satisfactorio, el
mejor programa de reforzamiento a ser usado es un programa.
3. La Disminución de la fuerza de una respuesta cuando esta ya no se
refuerza se llama.
4. La Introducción de un estímulo aversivo o la supresión de algo
placentero se conoce como:
5. El Proceso de reforzamiento de la conducta en presencia de una
situación estímulo y no reforzarla en presencia de otras situaciones
estimulo se llama:
6. ------------------------------------- es la ocurrencia de una respuesta en
presencia de otros estímulos después de su respuesta en presencia de
una situación estimulo.
7. Al Proceso de retirar un estímulo aversivo se conoce como:
8. Las consecuencias que fortalecen o intensifican la conducta se llaman.
9. Los Programas de reforzamiento de -------------------------- dependen del
número de respuestas.
10.Los Programas de reforzamiento de -------------------------- dependen del
paso del tiempo y de una respuesta especifica.

PROYECTOS
1. Explique los cinco principios básicos del reforzamiento.
2. De ejemplos de cómo el reforzamiento positivo, la extinción, el
reforzamiento negativo, y el castigo pueden usarse para cambiar la
conducta de los niños.
3. Menciones algunos de los factores que intervienen en el uso del castigo
como técnica de modificación de conducta.
4. Describa dos ejemplos de cada uno de los siguientes programas de
reforzamiento en su aplicación en el salón de clase o en el hogar: razón
fija, intervalo fijo, razón variable e intervalo variable.
5. Compare los conceptos de generalización y discriminación.

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