Compilaciones Del Derecho Romano

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 2

La costumbre

Es el mos maiorum, el uso de los antepasados, que inspiraba gran respeto al romano. Antes de la
publicación de la Ley de las Doce Tablas no había más Derecho que el transmitido oralmente como uso
normal de los antepasados, y éste es el que regulaba las relaciones personales y la convivencia social. Aún
después de existir el Derecho escrito, a lo largo de la historia de Roma, el mos maiorum conserva una
prestigiosa fuerza jurídica, y a él acuden muchas veces los jurisconsultos.

Las leyes
En ellas se plasman los conceptos del pueblo romano sobre la convivencia entre hombres. Durante la
República, los órganos legislativos eran los comicios, primero por centurias y luego por tribus.
El nacimiento de una ley se desarrollaba del modo siguiente: partía la iniciativa de un magistrado, quien
preparaba un proyecto de ley y lo sometía a la aprobación del Senado. Si éste daba su aquiescencia, lo
presentaba en los comicios correspondientes. Allí se discutía, e igualmente en reuniones públicas. Cuando
había sido ya bien debatido, se votaba. Y si obtenía los votos requeridos, se promulgaba. La ley tomaba el
nombre del magistrado que la había propuesto: lex Canuleia, lex Tullia...

Plebiscitos, senadoconsultos y constituciones


Los plebiscitos. Son las deliberaciones de la plebe en sus asambleas, convocadas y dirigidas por un
tribuno, sin que intervengan los patricios. Al principio sólo obligaban a los plebeyos. Luego empezaron a
tener fuerza de ley para todos, pero necesitaban la ratificación del Senado. Y finalmente, desde el año 287
a. de J.C., ya no necesitaban ratificación.
Los senadoconsultos. El Senado no tenía propiamente función legislativa, sino que sólo ratificaba las
leyes aprobadas o las propuestas de ley. Pero, a veces, un magistrado sometía al parecer del Senado una
consulta sobre alguna cuestión legal. La respuesta del Senado no obligaba a su cumplimiento, pero de
hecho se cumplía como una ley. Y en la época imperial los decretos del Senado tienen ya plenamente
fuerza de ley.
Las constituciones imperiales. Son los edictos o decretos de los emperadores. Son, en la época imperial,
la fuente primaria y casi única del Derecho. El emperador posee el poder legislativo sin limitaciones.

Los edictos y las respuestas de los jurisconsultos


Los edictos de los magistrados. Son importantes los edictos de los magistrados con poder judicial, y sobre
todo los de los pretores. Estos edictos no tienen validez, en principio, más que durante el año en que el
magistrado desempeña su cargo. Pero, de hecho, siguen vigentes para sus sucesores.
Las respuestas de los jurisconsultos. Ellos son los auténticos especialistas del Derecho. Los primeros
fueron los pontífices. Luego surgen los especialistas; sus respuestas al público constituyen jurisprudencia
y son una fuente garantizada de derecho. Los más grandes son de los siglos II y III: Gayo, Papiniano,
Paulo y Ulpiano.
Complilaciones del derecho romano
Desde que empezó el Derecho escrito, con la citada Ley de las Doce Tablas, comenzaron a agregarse
nuevas leyes sueltas, emanadas de distintas fuentes. Estas leyes sueltas necesitaban, de vez en cuando,
ser agrupadas en libros que contuvieran todas las que se iban acumulando, con el fin de poder manejarlas
y utilizarlas en las situaciones apropiadas. Asi nacieron las distintas codificaciones o compilaciones.
Durante la República, en el siglo I a. de J.C., el jurisconsulto Mucio Escévola publica un código de
Derecho civil en dieciocho libros, donde recoge toda la Jurisprudencia importante anterior a él. Pero es
en el Imperio, y en su época final, cuando se llevan a cabo las grandes compilaciones. Las más famosas
son:
• Código de Teodosio. Lo mandó redactar Teodosio II y entró en vigor el año 439. Consta de dieciséis
libros y recoge las leyes dictadas desde Constantino (312) hasta su época. La comisión compiladora
modificó, cuando fue necesario, algunas de estas leyes con el fin de adaptarlas a las nuevas
necesidades que la práctica imponía.
• Compilaciones de Justiniano. Son las más importantes compilaciones de Derecho romano. Justiniano
logró reunir, en un solo cuerpo general, sin mezclarlas n¡ confundirlas, las obras de los jurisconsultos y
las constituciones imperiales. Los especialistas encargados de la redacción, como sucedió en el
Código de Teodosio, introdujeron adiciones, cambios, adaptaciones, según lo aconsejaran las
situaciones nuevas.
La magna obra compiladora de Justiniano (siglo VI) se reparte en cuatro bloques unitarios: a) el Digesto
o Pandectas, en cincuenta libros, para cuya redacción fueron utilizados casi dos mil libros, es decir, toda
la obra de todos los grandes jurisconsultos anteriores, sobre todo de Ulpiano: b) las Instituciones, una
especie de manual, destinado a los estudiantes, en 4 libros, que toma como base la obra del mismo título
del jurisconsulto Gayo y recoge extractos de otros especialistas ya clásicos, como Paulo y el citado
(Ulpiano; c) el Código que, frente a las dos obras anteriores, que recogen la doctrina jurídica de los
especialistas, es una compilación de las constituciones imperiales desde Adriano, en doce libros
distribuidos por materias (Derecho eclesiástico, privado, penal, etc.); d) Novelas (Novellae), que son
también constituciones imperiales posteriores a las recogidas en el Código.

También podría gustarte