Conceptos Básicos de Semiótica
Conceptos Básicos de Semiótica
Conceptos Básicos de Semiótica
1
Estudiante de noveno semestre de Comunicación Social-Periodismo de la UPB y actual monitor del área de
Fundamentación. [email protected]. Como parte de las actividades de la monitoría, este escrito es
una elaboración conceptual concebida para dictar clase de semiología/semiótica, acompañado por el
profesor Dr. Nicolás Chalavazis Acosta.
2
Peirce pasaría a nombrarlo Pragmaticismo para diferenciarlo de la connotación utilitarista y de una
búsqueda de beneficios (económicos y políticos) que tiempo después se le daría al término pragmatismo
3
Copiado textualmente del libro La ciencia de la Semiótica de Charles Sanders Pierce, p.22
a) Inmediato: Tal como lo representa el signo
b) Dinámico: el objeto, independiente del signo, que lleva a la producción de este
último. El objeto inmediato es el resultado de los elementos que el
representamen toma del objeto dinámico para representarlo.
3. Interpretante: es la imagen o signo que el representamen genera en la cabeza del
sujeto. Nuevamente hablando del caballo, aquí aparecería todo aquello que se nos
venga a la mente. No solo sería un interpretante, puesto que al leer la palabra
“caballo”, no solo se nos vendría a la mente el equino, podríamos pensar también en
el caballo de Troya, en Rocinante, y cualquier novela o película donde este animal
sea recurrente.
El interpretante puede ser:
a) Inmediato: Correcto entendimiento del signo, por ejemplo, al mandarle a un
amigo el emoji de “cerveza”, que dicho amigo interprete que se desea ir a tomar
alcohol, puede no ser cerveza específicamente.
b) Dinámico: Resultado directo del signo. En este caso, dicho amigo no entendería
que se quiere ir a tomar alcohol, sino que se desea ir a tomar cerveza, pues es lo
que el emoji refiere.
c) Final: Funciona plenamente cada que es utilizado, es decir, que el signo sea
interpretado de manera correcta cada vez que sea utilizado, incluso si llega a
distintas personas.
Cabe mencionar que el interpretante se convierte inmediatamente en otro
signo/representamen, por lo cual, volviendo al ejemplo del caballo, al momento de que se
genere el interpretante “caballo de Troya”, este directamente podría remitirnos a otros
interpretantes, tales como “aqueos”, y este a su vez podría remitirnos a “Ulises” y este a su
vez a “La Odisea”, y así sucesivamente. Incluso, un interpretante y otro podrían no tener
una relación tan directa como la que propongo, es decir, bien podría pensar en Ulises e,
inmediatamente después, pensar en La Divina Comedia, por el mero hecho de que esta
última relata el viaje de un hombre. Este comportamiento generativo del interpretante
conlleva a la afirmación que hace Peirce (la cual comparte con Saussure) de que la semiosis
se da ad infinitum
4
Sacado de: Semiótica para Principiantes, Paul Cobley y Letza Jansz
El signo de Peirce es una manifestación de un fenómeno general. Dicho fenómeno es de
tipo ontológico y responde a la, cada vez más compleja, cognición que se le va dando al
signo en el proceso mental con el fin de aprehenderlo, interiorizarlo, inteligirlo. Hay tres
tipos de este fenómeno:
Primeridad: Es lo indefinido de las cosas, es el sentimiento o primera impresión. Son las
cualidades de la cosa, pero en su concepción, no en su materialización. Por ejemplo,
“blanco”, es una idea, una cualidad.
Secundaridad (segundidad): Es la existencia de la cosa y de sus cualidades. Por ejemplo,
“paloma blanca”, aquí, ya hay una relación entre un objeto o cosa y una idea o cualidad.
Terceridad: Regula la unión de la primeridad con la secundaridad (Segundidad). “Tiene
carácter de ley, de legalidad, de algo que habitualmente sucede” (Vidales, C, p.353). Este
fenómeno se relaciona con el interpretante, aquí, aparece una ley que relaciona los dos
anteriores fenómenos, por ejemplo, al ver una paloma blanca, esta podría remitirnos a la
paz.
Pierce establece relaciones entre los tres elementos constitutivos del signo (representamen,
objeto e interpretante) y los tres fenómenos en que se manifiesta (primeridad, secundaridad
y terceridad). Así, aparecen los siguientes tipos de signos:
Pragmatismo:
Según Peirce, el significado de un pensamiento es la conducta que dicho pensamiento está
propenso a producir, así pues, todo pensamiento implica una posibilidad de práctica.
De igual manera, Peirce en un escrito titulado How to make our ideas clear (1878) arguye
que la concepción que tenemos de un objeto es el resultado de la concepción de los efectos
prácticos (inmediatos o remotos5) que alberga dicho objeto. Por ejemplo, si pensamos en la
palabra “Industria”, los efectos prácticos de ello serían todo aquello que, en el ámbito
material (lo real), tendría repercusión, tales como “producción”, “explotación”,
“contaminación”, “deforestación”. Todas esas concepciones serían, a la vez, la concepción
que tenemos de “Industria”.
Ahora bien, no significa que dichas concepciones sean las únicas, son solo las que
arbitrariamente yo he decidido que me remitan (materialmente) al concepto de “Industria”,
pero bien podría haber escogido las concepciones “progreso”, “empleo”, “desarrollo”, etc.
Así pues, la concepción que tenemos de lo que hay, de la misma realidad, si se quiere,
termina siendo arbitraria, pues depende de las concepciones prácticas que tengamos de ello,
cada una basada en la experiencia propia.
No se puede olvidar que la propuesta de Peirce no apunta a una teoría de lo práctico6, sino
que es más bien una especia de método o programa que busca profundizar en lo que se
conoce y hay tal como se conoce y es. Asimismo, hay que tener en cuenta que esta
propuesta habla de posibilidades de acción, por tal motivo Carlos Vidales (2008, p356)
asegura que el pragmatismo “Aparece, por tanto, menos como una solución que como un
programa para desarrollar más investigación y, particularmente, como una indicación de
las rutas en que la realidad existente puede ser cambiada7”.
5
Esto es agregado por mí
6
Hablando en un sentido de lo útil o del utilitarismo
7
Se resalta en negritas para hacer hincapié en que la realidad puede ser cambiada por las posibilidades de
acción de las que se viene hablando
Referencias
Peirce, C. S. (1878). How to make our ideas clear. Popular Science Monthly, 286-302.
Peirce, C. S. (Sin Fecha). La ciencia de la Semiótica. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.