Literatura

Eros Vita Lumen

“A mano limpia”

de Carlos Perezalonso”
Recibido: 28 de septiembre de 2013 / Aprobado: 30 de noviembre de 2013 Erwin Silva1

placer de la escritura que se yergue en

torre de soledad o en un viaje a otras
subjetividades que se la adueñan. Al final,
la obra poética desaparece de las manos
del autor y acaba apropiada en otros ojos
que la leen bajo la lámpara, en el tráfago
de la urbe o en el apacible respaldo de los
patios floridos o húmedos de las viejas
casas. La poesía es eternidad y pérdida
de algo del si mismo a la vez.

Aparte quiero dejar levantadas aquí otras

conjeturas sobre este libro y es lo que
encuentro de trasfondo a esta vida y es la
naturaleza reflejada en los textos donde
Maestro Carlos Perezalonso. veo una mano limpia describiendo los
gekos, las libélulas, escarabajos, quiebra

C
arlos Perezalonso es un poeta de la vida, del platas, gatos y zanates clarineros, jacintos
amor, y de la muerte vista o presentida. Digo y peces chinos; pequeños animales que moran en
esto, por lo que conozco de su poesía vertida en el micromundo de un jardín en la memoria o en la
sus libros, que en Perezalonso no hay una vida llevada Mnemosine de otros tiempos idos, esto sería la devoción
al arte como a una pantalla sino que el autor es un actor del recuerdo que es la poesía según M. Heidegger.
de su vida hondamente vivida bajo el sol y trasluce en
sus poemas desde su condición terrenal y sensual. Me parece descubrir en este y los otros libros de
Carlos Perezalonso, el eje de un tema de un mundo
De su libro “A mano limpia” que hoy entrega a otras natural que acompasa una existencia que encuentra
manos y otros ojos –porque ese es el destino del poema en la naturaleza y sus seres la posibilidad de una
- empieza por el arte poética que es llave de los poemas expresión y una manifestación de unos éxtasis breves,
librados a los lectores fabuladores. pero eternizables si la palabra cabe. No es una simple
ecopoética de raigambre pastoral sino la visión de un
El arte poética como en el presente poema que da poeta que se hace acompañar de las constelaciones,
título al libro, es la eternización de la palabra poética Orión e altri stelle.
que se hace con oficio y sensualidad, es decir, con el

1 Poeta, sociólogo, filósofo, ensayista nicaragüense, Investigador Docente y Coordinador del Área de Educación para la Paz del Instituto “Martin Luther King” (UPOLI).

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Literatura
Poemas como: Nosotros los de entonces, Traspatio,
A medianoche, Sábado, Santo Entierro. Oración,
son piezas que une un hilo finísimo para un breve
análisis ontológico puesto que son en el fondo, temas
de la existencia y la vida. En ellos encontramos tiempo
que se gasta y nos desgasta, la muerte y la nada tal
como es la existencia del ser humano que experimenta
los éxtasis de la temporalidad y nada en la nada.
Mas estos decires, sentires y pensamientos de Carlos
Perezalonso manifiestan una soledad que tiñe sus
versos que permanecerán, porque sola es la existencia
del ser humano, nunca podemos ser el otro ni aún en
sueños. Lo que quizá salva esa distancia es la poesía y
los caminos por donde ella anda.

Dejo a los futuros lectores otros recorridos por el

espacio de estos textos poéticos concebidos y escritos
con palabras que nos observan, susurran, consuelan y
nos advierten del amor, la vida y la luz que devela los
enigmas.

21 de Septiembre de 2012.

Un parte relevante de este libro es la serie Minotauros

(y las minotauras semidesnudas y algarrabiosas)
en que C. Perezalonso se vale de la dualidad de la
bestia mitológica, engendro de Pasifae y el amado toro,
criatura luego encerrada en un laberinto insalvable.El
efecto que logra Perezalonso es la cotidianización de lo
mitológico y que empieza por él mismo, autominotauro
en su soledad y de los jóvenes minotauros que aún
no tienen laberinto fijo. La dualidad es el amor y el
desamor, y el triste y fugaz placer de las minotauras.

Sin embargo, en la poesía de C. Perezalonso lo

esencial de su poesía es la conciencia de ser tiempo su
fugacidad, el rondó de la muerte y la nada que nihiliza
todo cuanto puede y ceniza toda flor o emplumado
canto.
Autor: Omar d´León

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Literatura

Selección de poemas de
“A mano limpia” de Carlos Perezalonso
(2010-2011)

NOSOTROS, LOS DE ENTONCES

Hace un rato con el sol de la tarde
las flores de aquel mango
eran más brillantes. Sus frutos maduros
amarillos. Los del árbol del vecino
morados. Pero en la floración
todos son verdes. Como nosotros.
Autor: Omar d´León
Pero ya no lo somos.

A MANO LIMPIA Las manos que heredé de mi padre

ya no son de él. Soy tres años más viejo
Escribo a mano limpia porque de cuando él murió.
en el brazo se prolonga el cerebro Ahora son mis manos y mi muerte.
y el corazón.
Claro que no somos los mismos.
Hay sensualidad en el oficio Pero seguimos amando a las mismas
de armar la palabra, dibujarla personas. Las recordamos
letra por letra y mirar así como eran, como serán siempre,
cómo se acomoda en el papel en nuestra memoria persisten, no mueren.
y se eterniza. Ya escrita
no es mía, es de otro. Hemos dejado de odiar
si es que alguna vez odiamos.
Desde la tinta la palabra me observa, Y miramos, tengo que reconocer que divertidos,
me habla, me susurra, me consuela, cómo las cosas, las personas y
me advierte. sus circunstancias se acomodan a la paciente
cadencia de la vida.
Yo la veo engrosar
preñada de poesía y la dejo ir. Al fin somos libres. Ya no
Algo de mí se va con ella para siempre nos parecemos a alguien, ni padre,
hacia otras manos, hacia otros ojos. ni madre, ni abuelo, ni tío lejano,
general o aventurero. Solos,
referentes, ya sin pasado.
Y quién sabe si con futuro.

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Literatura
TRÍPTICO DEL JARDÍN

I
PERROZOMPOPO
Hoy, después de años miré un perrozompopo.
Subía temeroso,
su cuerpecito negro,
su cabeza amarilla-naranja,
por el tronco enfermo, apolillado
del viejo mango.

Hoy, otra vez, recordé mi infancia:

el umbrío jardín de la casa,
el enmarañado jacinto,
la pileta en medio del patio
llena de mofletudos y nerviosos
peces chinos. Autor: Omar d´León

La memoria está llena de olores

más que de visiones. Recuerdo Zancudos, libélulas de vagas ilusiones,
como si fuera ayer azogados escarabajos,
los aromas de ese jardín. coquetas quiebraplatas,
adustas cucarachas pasan
Los pequeños perrozompopos que ladran por las golosas fauces de estos extraños saurios.
como cachorros recién paridos Sólo los gatos, reyes de la noche,
fueron desplazados de las casas y las noches los persiguen en los techos,
por los gekos vietnamitas, rascan con sus afiladas garras
blancos, lechosos, ojos azules, buscándolos entre las tejas.
que graznan como cuervos.
¿Los has oído en las madrugadas
Los gekos llegaron a Nicaragua cuando el iluminado insomnio…?
en las cajas de los fusiles y Son los meticulosos ruidos de la muerte
granadas y minas unipersonales. que persistentemente ronda.
Son terribles depredadores y Ahora veo al solitario perrozompopo
cazan en patrulla. Acosan subir diligente por la blanda corteza
en las esquinas altas de los cuartos podrida del mango, ignorante
y se oyen sus graznidos de guerra que han decidido talar el árbol mañana.
cuando atacan.
Sunt lacrimae rerum, at mentem, mortalia tangunt.
Los extranjeros confundes esos gritos (Aquí también hay lágrimas,
con los reclamos de amor de algunos pájaros. No saben y el peso de la muerte conmueve el corazón.)
con qué diversidad de melodías Virgilio.
se reviste la muerte en estos lares.

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Literatura
II III
CLARINEROS FINAL
Miré al mediodía Cayó una pluma
la furia de dos hermosos de las ramas de la ceiba
zanates clarineros. Creí y una diminuta
que eran mangos arrancados por el viento cáscara de huevo.
de marzo, triste y caliente, ¿Eso es todo
rebotando sobre el techo ruinoso lo que quedó de la batalla?
de esta casa cayéndose a pedazos.

Del tejado a la hojarasca vino

la furia azul brillante de aquellos
dos robustos machos, alas erizadas,
picos abiertos, punzantes buscando
la amarilla mirada solar plena de miedo.

Entre las hojas secas la riña fue una danza,

breve, violenta. Después huyeron
entre las ramas. La clarinera menuda
contempló la lucha sin agitarse.

La casa quedó en silencio

y vacía, otra vez. Miento,
llena de soledad.

Autor: Omar d´León

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