Estetica de La Emergencia
Estetica de La Emergencia
Estetica de La Emergencia
Estética de la emergencia
¿es posible que estas formas de actuar y saber sobre lo social sean el insumo para
una nueva sociología? Hablo de una indagación, práctica, crítica,
autorreflexiva y multimedia sobre las formas sociales. Y esta pregunta
remite a otra, ¿es posible llevar a cabo una sociológica creativa”?
¿El pensamiento sociológico puede proceder creativamente a partir de una
práctica reflexiva que ponga en crisis los propios fundamentos de su
existencia y de las formas sociales de la vida contemporánea? Me refiero a
un práctica sociológica que problematice y proponga nuevas formas de
producción, colaboración y circulación de saber. 1
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la sociología, para con ello, desde lo interdisciplinario y epistémico,
configurar nuevos paradigmas que conduzcan a la formulación de
nuevas propuestas artísticas. Se parte de la exploración y estructura
de procesos creativo-investigativos que lleven a convertir la
comunidad en significado y con ello, como resultado, a la aparición de
nuevas formas de conceptualización, producción y visibilidad
artística.
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Adriana Hidalgo. Entrevista con Reinaldo Laddaga sobre Estética de la Emergencia. La formación de
otra cultura de las artes, Buenos Aires, 2016.
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formas de “legitimación clásica ilustrada de la cultura”, y se proyecta
como medio pedagógico y de emancipación humana; todo producto de
la interconexión de arte con la sociología que configura nuevas
formas políticas de la creación, que llevan a transformar el sentido
convencional de los fenómenos perceptivos.
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En la actualidad existe la presencia de un tipo de capitalismo cultural
que se impone en la sociedad como control postcolonial. Se
convierte en el instrumento central dentro de las transformaciones
estructurales de la economía de mercado en las grandes metrópolis
globales; características del capital que han penetrado en la cultura y
que son administradas por instituciones estatales o privadas, lo que
requiere formas críticas de interpretación. Por ejemplo, Producto del
final de la historia, se desbordan cuestionamientos y la puesta en tela
de juicio del museo, en tanto este se constituye en espacio
institucional paradigmático que, como impulsor de las políticas
culturales modernas se convierte en un instrumento difusor
ideológico, que implanta en el entorno cultural y artístico los
principios que legitimaron la modernidad y los ideales del capitalismo.
Un discurso que irradia en toda la producción semiótica cultural
contemporánea, alimentando la proyección de políticas y prácticas
culturales que están al servicio de la producción, el consumo y la
funcionalidad de la poderosa y perversa maquinaria: cultura-estado-
mercado.
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la introducción de lo político en la creatividad y su relación con el
componente social.
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que reafirma el concepto de “intelectualidad de masa” conducente a
enaltecer las formas de trabajo colectivo y de intercambios como
soportes de contenido dentro de la producción creativa comunitaria.
Formas específicas de colaboración y cooperación orientadas a la
producción de nuevas formas artístico-políticas plegadas de
diversidad y beligerancia: “pensar en el estatuto de lo político en las
actuales prácticas artísticas y culturales como los límites de la crítica
a la dominación capitalistas de la cultura que han favorecido los
sucesivos procesos de “estetización de lo político”. 3
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están dispuestas al servicio de los intereses estatales orientados a la
exclusiva forma de enriquecimiento de la producción económica, en
detrimento de los valores ético-morales, de justicia social y de
plenitud en el desarrollo de las capacidades humanas y de armonía
ambiental con el ecosistema. Se exige, por tanto, unas nuevas y
contundentes respuestas ante la caducidad y deterioro de las
categorías políticas hegemónicas de la modernidad, que en
actualidad son obsoletas e ineficaces para transformar el presente.
-Antonio Negri. El Poder Constituyente, pág, 13: En la posmodernidad, por encima de todo hay
que tener en consideración la radical modificación (de colocación) de la dimensión jurídico-
administrativa respecto a la organización económica de la sociedad, impuesta por el
capitalismo global. La sociedad ha sido completamente absorbida en la organización
económica y en el poder de mando del capital: esto es, se ha «realizado» la «subsunción» de la
sociedad en el capital, cuyas figuras son esencialmente las del capital financiero, que domina y
reorganiza la división del trabajo en el plano global, construye la ganancia sobre el trabajo
material e inmaterial de la «fábrica social» y extrae renta de la producción-reproducción de la
vida y de la comunicación-circulación de los valores. El dinero es su poder constituyente, la
forma en la que domina el «común productivo», se apropia de él y lo hace funcional a la
explotación y a su jerarquización.
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Es por esto importante posibilitar el éxodo del capitalismo en tanto,
se genere el acceso al poder de la imaginación. Imaginar nuevos
sujetos, nuevas prácticas, imaginar nuevos horizontes, otros
lenguajes que aplaquen las inercias y los imperativos idealistas del
racionalismo. La imaginación al poder como lo planteaba en sus
inicios el Mayo del 68 francés, como una tarea imperiosa imaginar
otras formas de poder que remplace las existentes y se destituyan los
modelos políticos obsoletos para conducir el trabajo de la imaginación
por encima del político; considerar por tanto la política como trabajo
de la imaginación para construir el futuro de la sociedad. La
imaginación como constructora del devenir.
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multiplicidad de sujetos a los imperativos del orden controlado, a la
confirmación de una unidad dominada que aniquila las diferencias. Es
el cálculo mesurado, premeditado en impersonal que aniquila la
individualidad.
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Antonio Negri. El Poder Constituyente, Ensayo Sobre Alternativas de la Modernidad, Ed,
Montserrat Galceran Huget y Cafrlos Prietoi de Campo, Carnago (Varese) Italia, 1992, pág, 435.
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Antonio Negri. El Poder Constituyente, Ensayo Sobre Alternativas de la Modernidad, op.cit.
pág, 439: “De hecho, la racionalidad de la modernidad es, (…) una lógica lineal que encauza la
multitud de los sujetos hacia la unidad y controla su diferencia a través de la dialéctica. La
racionalidad moderna es cálculo del individuo, dentro de una trascendentalidad que anula su
esencia singular. Es repetición de lo común individualizado y por ende colonización de su
esfera, con la pretensión de hacerla transcendental. Encontramos todos los efectos de esa
racionalidad cuando la teoría bloquea el proceso constituyente y funda las constituciones
modernas: ese bloqueo se produce a través de la desterritorialización de los sujetos, la
neutralización de su creatividad, la fijación de la temporalidad y, en definitiva, a través de una
serie de operaciones de normalización del movimiento. El formalismo trascendental es la clave
de esa racionalidad, la renuncia a lo real y a la multitud, su condición, y la construcción del
poder de mando es, en todo caso, su efecto.”
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“formalismo trascendental” que se convierte en fundamento del
racionalismo y que se impuso de manera exclusiva y totalizante, por
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lo que se requiere de la formulación de una “nueva racionalidad”.
Se marca el punto de partida en la construcción de una nueva política
sustentada en la producción creativa comunitaria derivada de la
funsión del lenguaje y de la significancia en íntima relación con lo
ontológico-epistemológico que abarcan lo múltiple y la potencia. Se
formalizará así una nueva racionalidad clave para la construcción de
nuevos mundos posibles.
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Antonio Negri. El Poder Constituyente, Ensayo sobre alternativas de la Modernidad, op.cit.
pág. 415: “Asimismo, esta igualdad no puede ser llamada despreciativamente uniformidad,
puesto que la multitud es infinita multiplicidad de singularidades libres y creativas. El par
fatídico igualdad-uniformización (cese de la libertad, lento sopor de la virtud) que muchos
reaccionarios han considerado como destino de la modernidad, atañe solo a la modernidad. En
efecto, aquí se determina una cuarta oposición de la nueva racionalidad respecto a la
racionalidad de la modernidad: la oposición de la diversidad contra la uniformidad, que sucede
lógicamente a la de la igualdad contra el privilegio. La racionalidad que va más allá de la
modernidad comprende en la diversidad, en la riqueza de individualidades iguales e
irreductibles, la piedra angular de toda su lógica.
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diversidad y la diferencia; atender por sobre todo la importancia de la
cooperación comunitaria por sobre el poder de mando hegemonista.
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Antonio Negri. El Poder Constituyente, Ensayo Sobre Alternativas de la Modernidad, op.cit.,
pags, 440-41: “La primera oposición es la de la creatividad contra el límite y la medida. La
racionalidad del poder constituyente se define antes que nada por el carácter ilimitado con el
que se plantea. Para ella, el límite es solo un obstáculo. Plantea el límite solo como condición
de su propio existir, de su propio expandirse, como condición, por lo tanto, de su propio
producir. En consecuencia, la medida ‒ese límite interiorizado‒ se ve empujada a la
destrucción: el poder constituyente es desmesurado, su única medida es el carácter ilimitado
de la multitud, la absoluta versatilidad de sus relaciones. Aquí nos referimos a la obra de
Michel Foucault, y especialmente a sus cursos de la década de 1970. El poder constituyente de
las interrelaciones potentes y constitutivas que componen su concepto y determinan su
dinámica real.
La medida puede reaparecer solo como contenido (y no como norma) de las relaciones
creativas. Ya no existe medida, solo existen medidas que construimos en el preciso momento
en el que producimos la realidad que hay que medir. «Termidor» es una medida: el poder
constituyente es desmesura o, para ser más exactos, medida progresiva, reflexión de la
medida común sobre sí misma. La medida es la forma de la validez de la andadura del poder
constituyente en el momento en que este hace que la validez misma se vuelva desmesurada.
La medida es la relación entre el adentro y el afuera de la subjetividad creativa mientras esta
va más allá de sí misma. Siendo rigurosos, no se debería hablar ya de «medida», sino decir solo
«a medida». De esta suerte, la medida de la nueva racionalidad no es un elemento hard de la
máquina creativa que es nueva en cada ocasión, sino el elemento soft que organiza sus
determinaciones internas y su software. Límites y medidas, arrebatados a la lógica dialéctica,
solo pueden ser considerados como elementos dinámicos de la continuidad creativa,
multiversa y crítica, del poder constituyente.”
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la medida desaparece puesto que es una atadura, un anudamiento de
la subjetividad y de la determinación de sus estructuras internas.
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de los imperativos hegemonistas . Es una cooperación que se
convierte en la pulsión vivificante y creativa de la multitud, de cuya
articulación metódica de singularidades se estructura la imaginación
política. Es lo cooperativo que convertido en innovación imaginaria se
constituye en la máxima riqueza que conforma la autonomía expresiva
del “corpus creativo comunitario”, mediante el cual se fractura el
poder instrumental alienante de imposición determinista lógica y de
codificación limitante que expropia la creatividad cooperativa múltiple.
Es por esto, importante comprender que la producción y reproducción
del mundo de la vida reside en lo colectivo en cuanto se estructura
de un mundo procesual de relaciones, de libertades, autonomía y
emancipación. Singularidades colectivas productoras de un nuevo y
rico horizonte de reproducción de la vida digna.
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ser de lo popular, las técnicas, costumbres, el lenguaje complejo, la
palabra, el sonido, la imagen, la performance, las formas autónomas
de vida y de estructura social. Son elementos constitutivos básicos en
la construcción del nuevo paradigma estético-político que hace de la
praxis artística y social una expresión autónoma que posibilita la
autotransformación de la vida comunitaria, que es factible mediante la
realización creativa de la estética de la emergencia.
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