Monografia 02
Monografia 02
Monografia 02
Ivancich-Talento
EL DESCAMISADO
Del gobierno a la censura
Ignacio J. Cardone
D.N.I.: 27.231.284
Cursada: 1º cuatrimestre 2001
Julio 2003
Índice _
Introducción p.4
La Política p.9
La relación con Perón p.17
El enfrentamiento con la derecha p.25
Las Organizaciones de masas p.27
Conclusiones p.37
Bibliografía p.40
Notas p.41
Ignacio J. Cardone
Introducción _
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El Descamisado: del gobierno a la censura
Contexto Histórico _
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Ignacio J. Cardone
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El Descamisado: del gobierno a la censura
Análisis de la Publicación _
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Ignacio J. Cardone
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El Descamisado: del gobierno a la censura
La Política:
Sin embargo, los Montoneros verán en la entrevista privada que mantendrá Perón con
el ex delegado de la juventud, una señal positiva de reconocimiento para con éste.
La asunción a la Presidencia de Cámpora, es celebrada por la revista destacando el
clima de “festejo popular” que, según ésta, caracterizó al evento. Presentan a las Juventudes
Peronistas como aquellas que dispusieron la organización y el orden en los diferentes
actos, y que se enfrentaron al control de la policía y el ejército demostrando su capacidad
organizativa.
El otro hecho de relevancia que se destaca de este 25 de mayo de 1973 es la
liberación inmediata de los presos políticos de la Cárcel de Devoto, como consecuencia de la
movilización masiva. Este acontecimiento, es presentado como paradigmático del gobierno
que acababa de acceder a la presidencia en su compromiso por la pacificación nacional, y
como muestra de su fidelidad a las promesas de campaña.
De este modo el gobierno y su accionar durante la Presidencia de Cámpora, es visto
con benevolencia por la revista, al sentirse partícipes de la nueva reconstrucción nacional y
del nuevo gobierno.
Inclusive el Pacto Social, que establecía un aumento de salarios y congelamiento
de precios a cambio del congelamiento de las renegociaciones de los convenios colectivos
por dos años (es decir la capacidad de la clase trabajadora y los sindicatos de negociar
su posición), es vista con aprobación desde “El Descamisado” como un instrumento de
confluencia entre las clases. Sólo más tarde y bajo la Presidencia de Perón, el Pacto Social
será criticado duramente por la revista.
El impasse a la sensación de triunfo que se vislumbraba en las primeras ediciones
de la revista lo constituyen los sucesos del 20 de junio de 1973 en Ezeiza, donde
bandas armadas de la derecha peronista masacraron a las multitudes encuadradas bajo la
conducción de La Tendencia que se habían movilizado hasta Ezeiza para recibir a Perón
en su vuelta definitiva al país. Sin haber previsto el suceso “El Descamisado” publicó,
inclusive, unas instrucciones del Ministerio de Bienestar Social a cargo de José López Rega
(quién encabezaría el enfrentamiento con La Tendencia y sería el mentor de la llamada
Triple A4) para la movilización hacia Ezeiza: “Instrucciones para el 20”5.
La imprevisibilidad de la agresión explicaría la falta de respuesta por parte de los
grupos armados de La Tendencia, en especial de Montoneros. La gravedad de los hechos,
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Ignacio J. Cardone
la sorpresa y el dolor causado por una agresión gestada desde sectores del peronismo
justifican la dureza y profundidad con que es tratado el tema. La publicación posterior al
suceso y sucesivas publicaciones dedicarán un gran espacio al tratamiento de la masacre.
Probablemente lo más difícil de explicar es cómo aquellas personas de confianza de
Perón, nada menos que la conducción del Partido Peronista, constituían claramente e
irremediablemente a partir de ese momento el enemigo principal que había que combatir.
“Vi a mis compañeros igual que yo, mirando al piso, sin fuerza para gritar ya, casi
sin mirarnos; volver sin ver a Perón, sabiendo que él también estaría triste”.6
La caída de Cámpora será solo el primero de los embates políticos que sufrirán Los
Montoneros en cuanto a su acceso al gobierno.
El sucesor de Cámpora será el Diputado Lastiri, conocido en la revista como “el
yerno” por ser el esposo de la hija de López Rega, a quien se le adjudicaba el haberlo
colocado en dicho cargo mediante maniobras institucionales (en lugar de quien legalmente
debía ser el sucesor, a saber: el Senador Díaz Bialet).
Ya bajo el gobierno de Lastiri, El Descamisado pasa a una franca oposición al
gobierno, criticando la figura de un presidente que afirmará, nadie conoce ni nadie votó.
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El Descamisado: del gobierno a la censura
“Ese Congreso no era el marco digno para proclamar la candidatura del General.
Al General lo proclama su pueblo, en la calle y saludándolo...”.12
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Ignacio J. Cardone
De esa manera el blanco de las críticas serán los sindicatos y demás sectores que financiaron
la campaña, restando el protagonismo que había tenido La Tendencia en las elecciones que
llevaron la candidatura de Cámpora a la presidencia.
El desafío por su parte será la reorganización del movimiento de modo de lograr
la participación de las masas en el nuevo gobierno popular y restablecer el contacto
histórico de Perón con su pueblo. Para ello continuarán con la iniciativa en cuanto a la
institucionalización de la juventud en el movimiento (a fin de desplazar a Yessi15 de la
derecha juvenil y neutralizar cualquier iniciativa de su grupo) y la apertura de locales
regionales de la J.T.P. quienes pasarían a disputar la hegemonía de la dirigencia sindical
tradicional ligada a la derecha peronista.
A los dos días el líder sindical Rucci sería asesinado. En un editorial que llama a
la pacificación nacional, la Conducción Nacional de Montoneros desmiente su autoría del
hecho, aunque gran parte de la opinión pública se la atribuiría de cualquier modo; y justifica
la violencia “de abajo” (la de ellos) como consecuencia de la violencia “de arriba” (la de la
dirigencia sindical, el gobierno y los sectores empresarios).
“La cosa, ahora, es cómo parar la mano. Pero buscar las causas profundas de esta
violencia es la condición. [...] Alonso, Vandor, ahora Rucci [...] La palabra es ´traición´”.16
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El Descamisado: del gobierno a la censura
de Perón será enmarcada dentro de este mismo intento, al afirmar, el mismo Perón
públicamente que él nunca había pedido la renuncia.
Frente al tratamiento de la Ley de Asociaciones Profesionales que comenzó en
Octubre, El Descamisado comenzó con una crítica constructiva, pasando luego a cuestionar
seriamente el contenido de la Ley una vez que fuera promulgada. La crítica inicial pasó por
intentar dotar a la Ley de un contenido que permitiera democratizar los sindicatos, quitando
los mecanismos para que fueran proscriptos los grupos opositores, lo que determinaba el
“enquistamiento” de la burocracia sindical en las dirigencias de los sindicatos. El fracaso de
su gestión parlamentaria en dicho sentido hizo que la Ley fuera duramente criticada una vez
promulgada, ya que permitirá a los dirigentes sindicales proscribir a las listas opositoras en
cuanto estas representen una amenaza a su posición.
El 12 de octubre de 1973 Perón asume por tercera vez como Presidente de los
argentinos. En un acto que es criticado por La Tendencia porque se lo presenta a Perón
detrás de una cabina antibalas, se afirma, sin embargo, que se ha restablecido el contacto
de Perón con su pueblo.
Esta “ilusión” sobre el espíritu esbozado en la ley durará solamente hasta que sea
puesta en práctica.
El intento de desplazar a otro de los gobernadores ligados a La Tendencia, el
Gobernador de Mendoza González Baca, provocará por parte de “El Descamisado” una dura
crítica a los sectores sindicales y a la dirigencia del partido, ligados a dicho intento. La
respuesta de Perón no se hará esperar y desde un discurso en la CGT acusará a la izquierda
peronista de infiltrados e instará a no criticar a los dirigentes sindicales de amplia trayectoria
en la lucha peronista y a sus allegados y ministros. La respuesta por parte de Montoneros será
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Ignacio J. Cardone
la de reafirmar con dolor la verticalidad del movimiento y la sumisión a la decisión del líder,
sin dejar de expresar su desacuerdo.
A mediados de noviembre La Tendencia sufre una nueva embestida desde el Consejo
Superior del Movimiento quien no reconoce como asociación gremial del Movimiento
Peronista a la JTP. La medida es contrapuesta por Montoneros mediante la publicación en la
portada del semanario de una foto con una multitud agrupada bajo banderas de la JTP con
el título “Juventud Trabajadora Peronista – Estos son los que no existen”19. Asimismo, la
descripción de las numerosas luchas por reivindicaciones laborales y de democracia sindical
que se viene operando en la revista, refuerza el ideario de legitimidad de la agrupación.
La adhesión alcanzada, será una carta de legitimación que La Tendencia mostrará cada
vez que desde el movimiento se cuestione su identidad peronista, o la legitimidad de sus
instituciones.
A fines de ese mes, Perón sufre una recaída que alerta a Montoneros a publicar en
su editorial una advertencia sobre el riesgo de que el entorno de Perón se haga cargo de su
herencia política.
La Ley de inversiones extranjeras, propuesta en el Congreso a fines de noviembre,
es duramente criticada por favorecer la dependencia del país al dinero foráneo, facilitando la
inserción de los capitales extranjeros en el país y la consiguiente distorsión en la definición
de los intereses nacionales.
Por otra parte la cesantía de 200 obreros de la fábrica de IME en Córdoba
perteneciente al Ejército, a partir de la aplicación de la Ley de Prescindibilidad, llevará a “El
Descamisado” a afirmar que ha sido viciada la Ley en su aplicación práctica.
“Córdoba: una ley hecha para los gorilas ahora se usa contra los peronistas”.20
“Crédito de 700 millones de dólares concedidos por el BID - ¿Los yanquis nos
financian la Liberación?”.21
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El Descamisado: del gobierno a la censura
“Esto es lo que ocurre con el actual Pacto Social. Este está viciado, porque la clase
trabajadora no cuenta con legítimos representantes”.22
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El Descamisado: del gobierno a la censura
Marzo presentará un mes convulsivo para la publicación. A las críticas del gobierno
y la detención de Firmenich se le sumarán el atentado al diario “Noticias”, también del
grupo Montoneros; el cierre del diario “El Mundo”, órgano de expresión del ERP; y la
promulgación de la Ley Universitaria, con reformas favorables a una represión ideológica y
política en el ámbito universitario.
Por parte de la izquierda, no será de menor importancia el asesinato del líder sindical
Coria. En este caso la publicación no hará el llamado a la pacificación que hiciera en ocasión
de la muerte de Rucci; sino que pasará a justificar directamente el hecho como consecuencia
de las actitudes de traición y corrupción del líder sindical.
En abril una manifestación frente al Ministerio de Bienestar Social del Movimiento
Villero Peronista culminará con el asesinato por parte de la policía del militante del MNVP
Chejolán. La publicación de la serie fotográfica que muestra al policía disparando contra el
manifestante desarmado y las acusaciones al Ministro de Bienestar Social, José López Rega
de haber dado la orden directa de disparar, culminan con el cierre de la revista decretado por
el gobierno.
La relación con Perón: “...fuimos ´la juventud maravillosa´ y hoy somos los infiltrados...”.26
“-´El Viejo´ entiende la guerrilla como la entiende Clausewitz. Una formación, que
él llama ´formación especial´ que atraviese la línea enemiga, haga el operativo, vuelva y se
repliegue con su jefe.
Se lo comenté a los muchachos [los líderes de Montoneros] pero ellos no lo entienden.
Se creen que ´El Viejo´ me bajó a mí solo y se equivocan. Perón nos bajó a todos”.27
Por el contrario Montoneros presentarán la reunión privada que mantendrá Perón con
el ex líder de la Juventud Peronista, como una muestra de perdón por parte de Perón y de
reafirmación de su confianza y vínculo personal.
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Ignacio J. Cardone
La medida de Perón por ende, fue justificada desde una necesidad estratégica, que
ante el riesgo de ver peligrar el tramo final para el ascenso al poder del peronismo por un
anuncio que ponía en tela de juicio la aceptación de los militares y demás partidos del nuevo
proceso democrático abierto, hizo necesaria una corrección del rumbo político. Pero según
su argumentación, el gesto de Perón constituyó una demostración de que tal hecho constituyó
una reprimenda, pero de ninguna manera una desautorización o un abandono de la política
de “Revolución Nacional” trazada por Perón.
A la víspera del regreso definitivo del líder a la Argentina, “El Descamisado”
presentará una versión propia de la historia de Perón en formato de historieta, donde se
lo presenta como un líder verdaderamente revolucionario. Respecto del fallido intento de
retorno de Perón a la Argentina dirán:
“Vandor trata de capitalizar el fracaso [...] ´Perón no quería volver. Por algo salió
sólo con una valijita´. Simula ignorar que en la ´valijita´ Perón traía una metralleta...”.29
Y será esa misma visión romántica de Perón la que estará presente cuando, luego
de los acontecimientos de Ezeiza el 20 de junio a su regreso, expliquen el intento de los
“infiltrados”30 dentro del Movimiento de evitar el contacto del líder con su pueblo. La
masacre de Ezeiza no sería otra cosa más que la forma de evitar que Perón tomara contacto
con el pueblo, regenerando ese vínculo trascendente que era el peronismo. El objetivo era
frenar la Revolución, inevitable si Perón y las masas se unían.
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El Descamisado: del gobierno a la censura
peronista y el apoyo de la figura de Perón serán un requisito indispensable. Por otro lado
es probable que Montoneros esperaran un nuevo giro del Líder en su favor en la medida
de que la movilización y organización masiva permitieran a La Tendencia demostrar el
potencial poderío y apoyo que podrían significar para Perón y la irreversibilidad del proceso
revolucionario.
Para justificar su postura, “El Descamisado” presentará textos donde Perón acusa a
la “infiltración” de buscar la división del Movimiento Peronista y como uno de los enemigos
principales a combatir. La ambivalencia de los discursos de Perón permitirán que ambos
bandos utilicen los mismos adjetivos y los mismos fragmentos de los discursos para dirigirse
contra sus opositores.
Con la renuncia de Cámpora ocurrirá algo similar. El Descamisado presentará los
hechos como parte de una conspiración de la camarilla de aduladores que rodean al gral.
urdiendo la traición. La actitud de Perón, sin embargo, sería coherente con la consigna
de campaña, “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, al tiempo que constituirá para la
publicación montonera una estrategia inteligente por parte del Líder.
“La semana pasada nos quedamos mudos. [...] Las ventas bajaron notablemente, los
reproches llegaron por todos lados.[...] Pero la sorpresa nos enmudeció.[...]”
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“Pero nada de eso ya importaba. Era todo un Pueblo que se reencontraba con su
Líder”
“Ya nadie puede engañar a nadie. El General pudo ver con sus propios ojos la
realidad de su Movimiento.
Pudo iniciarse ese diálogo histórico impedido por los gobiernos gorilas durante 18
años”. 37
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El Descamisado: del gobierno a la censura
“Y nos fuimos cantando, como habíamos llegado, con una esperanza nueva de Perón
en el gobierno”.39
“El pueblo no olvida a quienes lucharon y dieron su vida para que Perón volviera al
gobierno”.41
Volviendo luego a reafirmar su lealtad al Líder, presenta por primera vez una veta de
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ruptura, por cuanto la legitimidad de Perón proviene de haberle sido leal al pueblo, y no ya
de un carácter intrínseco de su persona
Así quedará expuesto claramente el carácter funcional que mantendrá aún la figura de
Perón para Montoneros, evitando la confrontación directa entre las dos alas del peronismo.
Sin embargo, dicha necesidad funcional de la figura de Perón no evitará el
agudizamiento de la crítica a Perón y su gestión de gobierno.
Citando un nuevo discurso de Perón en la CGT en ocasión de la defensa de su
Ministro de Economía Gelbard y el Pacto Social ante una jugada del sindicalismo por
desplazarlo dirán que:
“El general sostuvo: 1º) que no habrá aumentos salariales; 2º) que los dirigentes
sindicales son leales y honestos; 3º) que los que los acusamos de burócratas traidores
somos tontos y aventureros; y 4º) que el Pacto Social y la política económica llevada
adelante hasta el momento cuentan y seguirán contando con su aval explícito”.45
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condiciones de trabajo, las torturas, etc. y sí se plantea reprimir cosas tales como la
incitación a la violencia o las ocupaciones de fábricas”.46
Al mismo tiempo ante la crítica por la legislación represiva por parte de los
diputados Montoneros, Perón responderá que pueden marcharse quienes no estén de acuerdo.
Consecuentemente, los diputados Montoneros habrán de renunciar a sus bancas; afirmando
que renuncian para no oponerse. Pero la actitud de Perón no será pasada por alto por los
Montoneros.
“¿Por qué Perón es líder y conductor? ¿Por qué generó lealtad? Porque a su vez
fue consecuente con un principio que todos mamamos: en la lucha por la cual estamos
empeñados la lealtad fundamental es la lealtad a la clase trabajadora”.49
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Ignacio J. Cardone
“...agregó que la´JP está dentro de la ley, con todas sus expresiones, la mayor de las
cuales es MONTONEROS´”.50
En cambio, la crítica que les hará Perón será directa y sin atenuantes, instándolos a
que
“...a los que les gusta el socialismo [...]podían irse a los cinco partidos socialistas
que existen en nuestro país. Al que le guste el comunismo, agregó, que se vaya al Partido
Comunista”.51
“Ayer éramos ´los muchachos´y éramos saludados por el Jefe del Movimiento con
emoción por nuestra lucha, se honraban nuestros muertos y ahora, por ser como Perón
dijo que tenían que ser los peronistas [...], por eso ahora nos señalan que hay otros
partidos ´socialistas´ donde podemos ir si queremos. ¿Por qué no nos dijeron antes, cuando
peleábamos, que nos pasáramos a otro partido?”.52
“De aquí nadie tiene derecho a echarnos, ya ahora no nos despide nadie. Porque
nosotros somos los hijos legítimos de esta lucha”.54
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El Descamisado: del gobierno a la censura
“El PUEBLO, constituido por la clase trabajadora, los sectores marginados [...],
los pequeños productores urbanos y rurales, la gran mayoría del estudiantado y la
intelectualidad, y sus aliados los medianos productores urbanos y rurales, y todos aquellos
que se sienten identificados con los objetivos de la liberación”.56
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Pero lo más distintivo del enfrentamiento serán las diferencias que establezcan
entre los actos de “traición cobarde” acometidos contra los peronistas de izquierda y los
obreros; en contraposición con los actos de “justicia” aplicados por “el pueblo” (es decir, La
Tendencia).
“Y no hay caso, si la justicia oficial no está al servicio del pueblo –la historia es terca
y no podemos cambiarla- , el pueblo busca justicia. Sin apuro pero sin olvidos. Ahí están
si no Aramburu, Vandor, Alonso, Sanmartino, Sánchez, Berizzo, Moreno, Deheza, Rucci y
ahora se suma Rogelio Coria a la larga lista inacabada”.58
Como puede observarse en el caso citado, la denuncia incluye también una amenaza
implícita. Los Montoneros están dispuestos a esperar, pero no a olvidar. Todos aquellos que
hayan sido definidos como sus enemigos serán víctimas de la “justicia” administrada por
ellos en nombre del pueblo.
Frente a la multiplicidad de asesinatos, torturas y agresiones de grupos de derecha,
la policía y el ejército denunciados por la revista; sólo serán presentados algunos casos
significativos de asesinatos realizados por la izquierda contra dirigentes sindicales o políticos
de derecha.
Se hará también una distinción cualitativa en la descripción de la agresión. Cuando
sea la derecha la causante de la agresión, el hecho será presentado en detalles, destacando la
dolencia de los seres queridos, las virtudes de la persona o personas agredida/s o asesinada/s,
y la injusticia de la agresión frente a la justa causa que defendía el individuo o grupo
agredido. Las víctimas mortales de las agresiones de la derecha serán convertidos en mártires
e idealizados en la revista por su heroísmo revolucionario. Por el contrario, no habrá reparos
en las descripciones de los sucesos y en la crueldad de sus perpetradores.
En cambio, cuando el acto sea un acto de “justicia” acometido por la izquierda (no
se atribuyen en la revista los atentados a Montoneros, sino a organizaciones menores), los
sucesos serán presentados esquemáticamente; siguiendo en algunos casos esquemas técnicos
de la operación a modo de una explicación táctica de un operativo militar; y serán destacadas
las causas que justificaban dicho acto, los defectos de la víctima de la agresión que lo
hacían un sujeto desdeñable, y la virtud de heroísmo de quienes tomaron parte de dichos
“operativos”.
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En la descripción del operativo que cobró la muerte del líder sindical Augusto Vandor,
la revista declarará que sus autores:
“Eran cinco peronistas. Cinco argentinos y que no lo hacían por dinero, sino por una
Patria Justa, Libre y Soberana”.59
“¿Qué significa este llanto General? Porque aquí no hay caras felices. Acá es el
pueblo el que llora. Es un peronista el asesinado. Sí, el asesinado. Quién dio la orden. El
pueblo sabe quién”.60
“...sigue siendo la Guerra Integral, es decir la que se hace en todas partes, en todos
los momentos y por todos los medios, con la participación de todo el pueblo en lucha y
utilizando los más variados métodos de acción...”.62
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“En pocos meses [...] la JTP ha hecho lo que la burocracia no hizo: ponerse de
lado de las bases, compartir sus luchas y su explotación. Organizarlas de abajo y hacia
arriba y ser fiel intérprete de las reivindicaciones de la clase obrera y encauzar su condición
revolucionaria”
“[la JTP] Actúa y seguirá actuando dentro de las 62 porque la batalla tiene dos
frentes: arrancarle a la burocracia los gremios que ha tomado por asalto o que bien
mantiene a través de prácticas sindicales deleznables, y operar desde dentro mismo de las
estructuras orgánicas del peronismo, en este caso las 62”.64
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El Descamisado: del gobierno a la censura
establecer el Consejo Superior del Movimiento Peronista que la JTP no constituía una
organización sindical perteneciente al Movimiento.
La respuesta de La Tendencia será la de reclamar legitimidad a partir de la adhesión
lograda en los pocos meses de existencia.
Durante toda la publicación, los reclamos laborales y los conflictos al interior de los
gremios y sindicatos contarán con el destacado papel de la JTP, ya sea protagonizando los
reclamos y la organización de los mismos, ya sea brindando su apoyo activo.
La JUP, por su parte, tendrá una aparición importante a partir de la renuncia al cargo
de Rector de la Universidad de Buenos Aires de Rodolfo Puiggrós a principios de Octubre de
1973. El hecho se debió supuestamente un pedido de renuncia que habría sido falseado bajo
el nombre de Perón.
La presencia de la JUP en la revista servirá para denunciar el accionar de bandas
armadas de derecha en el interior de la universidad, y para fijar la posición frente a los
intentos del gobierno por desplazar a La Tendencia del control de la Universidad de Buenos
Aires. Dicho intento se hará a través de las modificaciones a la Ley Universitaria; y será la
JUP la que abogará porque se excluyan de dicha ley las medidas represivas que contenía.
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Ignacio J. Cardone
“El Descamisado” servirá asimismo para hacer públicas las declaraciones, solicitadas
y discursos de las diferentes agrupaciones ligadas a Montoneros, así como para definir su
evolución institucional y responder ante posibles confusiones debidas a las escisiones de
facciones disidentes o a declaraciones falseadas por parte de la oposición.
Constituirá así el medio de expresión institucional tanto del grupo Montoneros, como
de sus agrupaciones de masas.
Por último cabe aclarar que a pesar de la presentación de las organizaciones de masas
como organizaciones hechas desde abajo, claramente representativas de los intereses de
sus integrantes; Montoneros mantendrá una relación verticalista de autoridad frente a éstas,
siguiendo su visión militarista de organización, y determinando no sólo la conformación de
las mismas, sino su posterior configuración y definición política.
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El Descamisado: del gobierno a la censura
La construcción de un pasado:
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lucha frente a la dictadura, para que Perón pueda reunirse nuevamente con su pueblo, y pueda
llevarse a cabo la Revolución Nacional.
En una visión idealizada de la historia, se omite el grado de organización de las luchas
obreras antes de Perón y se presenta a éste como el líder que despertó la conciencia del
pueblo y mostró el camino de cambio que había que transitar; un camino “revolucionario”.
Establecido de ésta manera, el carácter revolucionario de Perón y el peronismo se demuestra
a partir de su historia; a partir de los logros obtenidos por la clase obrera durante las
presidencias de Perón, y por las medidas nacionalistas y de industrialización adoptadas por
el mismo.
La revolución será defendida luego del golpe de estado de la “revolución libertadora”
en 1955 por los líderes sindicales en los años de la resistencia peronista. Pero será
rápidamente traicionada a partir de la entrega de algunos líderes sindicales, quienes se
pactarán con el poder de turno a fin de satisfacer sus ambiciones personales, y traicionando
con ello la causa popular.
Pero el pueblo no se deja engañar y a los sucesivos gobiernos militares y pseudo
civiles, y a la burocracia sindical entreguista, el pueblo sabrá responder con la insurrección y
nuevas formas de lucha y resistencia.
“Y nacen también en esta época las organizaciones armadas, como tales vinculadas
estrechamente con las acciones de masas y la conducción del Gral. Perón. [...] Combinadas
con las movilizaciones populares e insertadas definitivamente en el peronismo, agregan a la
lucha un elemento definitivo para la liberación nacional y social”.70
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liderazgo popular de Artigas y Rosas entre otros. Siguiendo un intento de destacar una
identidad autóctona de su lucha, confundirán a todos estos actores históricos bajo el nombre
de luchas populares, sin tener en cuenta las importantes distancias y diferencias que median
en cada caso.
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Ignacio J. Cardone
contraponiendo con el Perón real en el gobierno. La salida elegida para tal enfrentamiento
será la de oponer el Perón mítico al Perón real como un momento histórico, que no puede
repetirse a causa de una alteración de la relación de Perón con su pueblo por parte de la
“conspiración”.
Tal enfrentamiento determinará que el Perón mitificado sea atribuido al pasado,
y manteniendo la afirmación de lealtad de esa figura mítica, se vaya abandonando el
protagonismo (como ya se ha analizado anteriormente en el presente trabajo) de Perón, para
pasar a legitimarse la identidad revolucionaria del peronismo en otros íconos y figuras.
Evita será otra de las figuras que presentarán un fuerte componente idealizado, y que
reemplazará en parte a la figura de Perón, una vez que ésta vaya cediendo protagonismo en
la revista.
La afirmación de que si viviera Evita sería Montonera, obedece a la visión idealizada
del lugar de Eva Perón en la historia del peronismo. Dentro de dicha visión, Evita,
la abanderada de los pobres, sería quién con más fervor defendió la posición de los
desamparados y de sus “descamisados” en contra de una oligarquía que mantenía en el rezago
a dichos sectores. También se la hará protagonista del llamado popular a la movilización del
17 de octubre y de una acto de lealtad extrema al renunciar a su candidatura vicepresidencial
en 1951.
Otro hecho destacado será que Evita tuvo la iniciativa de organizar bandas populares
armadas. Lo que no dirá la mitología montonera es que será el propio Perón el que desbaratará
esas intenciones por la desconfianza que tenía en poder controlar a dichas bandas.
La imagen de la Evita humilde, será la que esté presente en las numerosas fotos de
página completa que la revista le dedique, mostrando una Eva Perón sin maquillaje, con el
pelo suelto, sin los atavíos y las joyas que exhibiría una vez que se convirtiera en primera
dama.
Y será por último el imaginario de los mártires Montoneros, el que comenzará a
exhibiese en los relatos heroicos y las historias de lucha y muerte. La martirización será
una operación de gran importancia para una agrupación que reclamaba de sus cuadros, nada
más ni nada menos, que pongan en riesgo sus vidas y libertad. Los Montoneros caídos
serán siempre ejemplo de valentía y heroísmo, ensalzados en sus cualidades de líderes,
revolucionarios y combatientes, protagonistas de un cambio de importancia histórica. Sus
nombres serán elegidos para nombrar los diferentes cuadros y locales de las diferentes
agrupaciones nucleadas en La Tendencia, perpetuando sus nombres.
Esos mártires peronistas, soldados de Perón, serán los ejemplos a seguir por parte de
todos aquellos que quieran lograr un lugar de trascendencia en la historia.
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Afirmarán que con la caída de Allende en Chile se habría cerrado un cerco imperialista
para contener y evitar el proceso de Liberación Nacional; encausado por la llegada de Perón
al gobierno. Las relaciones de colaboración entre la dictadura de Brasil y los EE.UU. harán
que definan a Brasil como el principal peligro en Latinoamérica, ya que éste actuaría en
conveniencia con la CIA y los intereses norteamericanos.
Los modelos internacionales del Socialismo Nacional serán identificados en la Cuba
de Fidel y la China de Mao. Pero la Argentina carece de la ventaja de Cuba, ya que el
imperialismo norteamericano está en alerta, dispuesto a emplear los medios que sea necesario
a fin de destruir cualquier intento revolucionario en el país. Por ello el pueblo debe estar
dispuesto a defender la revolución y a Perón; y Latinoamérica debe definir como objetivo la
conformación de la “Patria Grande”, la Patria Latinoamericana
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Conclusiones _
El análisis de “El Descamisado” revela algunas conclusiones que pueden ser útiles
para analizar la conformación del marco ideológico de Montoneros.
Es así como la definición del imaginario presente en la revista permite entrever la
conformación del complejo interpretativo del grupo ante los convulsivos hechos que median
entre el ascenso de Cámpora al poder y el cierre de la revista.
Asimismo servirá para determinar las posibles motivaciones de Montoneros en
mantener ciertas posturas frente a Perón, el movimiento peronista, y el gobierno.
Podría afirmarse así que en la publicación puede verificarse una evolución que va
desde la postura de apoyo total al Gobierno de Cámpora hasta la oposición crítica al Gobierno
de Perón que decretará su cierre.
El cambio comienza a operarse en junio de 1973 con la masacre de Ezeiza,
revelándose en primera instancia con una crítica a los sectores protagonistas de la agresión,
es decir la derecha peronista y el sector sindical. Pero la crítica adquirirá un nuevo matiz
a raíz de la proclamación de la candidatura de Isabel Perón para la vicepresidencia de la
nación, al aparecer por primera vez un cuestionamiento a la decisión del líder peronista.
Luego el discurso de Perón en la CGT hará que pasen directamente a una postura defensiva,
al admitir que serán ellos a quienes hacen referencias las palabras de infiltrados por parte de
Perón. Y con la Ley de Seguridad de Estado y la detención de líderes Montoneros, la crítica
comenzará a mostrarse abierta, llegando incluso a la amenaza indirecta.
La construcción del pasado y la mitificación de Perón que hiciera Montoneros,
explicada brevemente en el trabajo, no será una idealización consciente, sino que obedecerá
a circunstancias históricas de los elementos que conformarán los cuadros de la agrupación.
Privados de la vivencia histórica de lo que fuera la experiencia de los dos primeros gobiernos
peronistas, los jóvenes que pasaron a conformar los cuadros de Montoneros tomaron de los
libros la imagen reconstruida y caricaturizada de Perón y su liderazgo, perdiendo de vista
los detalles que podían llegar a especificar las diferencias entre la concepción de éste con la
izquierda.
En palabras de Firmenich:
“Y entonces a Perón le costó entender que la relación con nosotros era distinta con
el resto del movimiento [sic]. Y a nosotros nos costó entender que el Perón de carne y hueso
era distinto del de la síntesis histórica”.73
De esto se derivaría que la confrontación con Perón será vivido más como un cambio
en el carácter del líder, quien ya no estaría en condiciones de realizar un liderazgo efectivo,
que como una falta de profundidad histórica en su visión de Perón.
Al contrario de lo que planteaba la hipótesis sobre la que partía la investigación de
esta monografía, la crítica que realizarán a través del Descamisado hace pensar que su visión
de Perón no estará impregnada de una visión inocente que no podrán apartar a la hora de
confrontarla con la realidad; sino que operaba un mecanismo más complejo de identidad, el
cual puede explicarse desde una necesidad ideológica y desde una necesidad práctica.
La identidad peronista de Montoneros surge y se dirige al Perón histórico más que
al Perón “de carne y hueso”. El Perón al que efectivamente les tocará enfrentarse, estará
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Ignacio J. Cardone
limitado por su condición física y circunscripto por un círculo cerrado que lo alejaría del
contacto con la izquierda. Por ello la lealtad al Perón individuo, no se hará más que en
función de aquel Perón histórico, mítico. La creencia en su figura se mantendrá incólume a
pesar del enfrentamiento con su persona, porque la lealtad no será hacia ese Perón que los
enfrentaba y los agredía, sino a aquel que encausaba su misma lucha popular y el mismo
camino de la Liberación Nacional para la construcción del Socialismo Nacional; en síntesis,
aquel “Perón Revolucionario”.
Y para sostener la legitimidad de tal lealtad a fin de separar ambas configuraciones de
“Perón” apelarán a la comparación entre las medidas tomadas por el Perón sintetizado por la
historia, y el Perón que se enfrentaba a ellos. La virtud mediante la cual ellos se convierten en
árbitros que pueden determinar esta distinción es aquella brindada por la lucha, por la puesta
en juego de la propia vida. Su afiliación peronista no figurará en los documentos del partido,
pero estará firmada con la sangre de los caídos en la lucha por Perón.
Claro está que esta distinción no es de ninguna manera explícita ni consciente, ni
niega el verdadero carácter de Líder con el que contará personalmente Perón; pero sirve para
explicar el fenómeno por el cual Montoneros mantiene su fidelidad a Perón, sin significar con
ello una visión acrítica, contradictoria, o inocente de los acontecimientos.
Constituirá el elemento de mayor profundidad en el análisis de esa concepción de
lealtad, el hecho de que se defina la lealtad a Perón por la lealtad del pueblo hacia éste, que a
su vez era causada por la lealtad de Perón al mismo en sus luchas y sus proclamas. La lealtad
a Perón será, entonces, la lealtad al pueblo peronista, y como tal podrá establecerse más allá
de la persona física, como lealtad a la causa que encarnó en su persona.
Por otra parte, en el plano más concreto de la práctica política, la identidad peronista
definida de esta manera y su mantenimiento aún frente a las embestidas del gobierno de
Perón, será necesaria para ganar tiempo en el intento de Montoneros por ganar espacio
político mediante la movilización masiva de sus agrupaciones de base. Con ello es probable
que Montoneros previeran la posibilidad de lograr un vuelco favorable por parte del Líder
peronista en el caso de que el apoyo masivo produjera una inversión en las relaciones de
fuerza; o, al menos, juntar fuerzas para enfrentar bajo el liderazgo montonero la revolución
nacional.
De allí devendrá el carácter utilitarista aplicado a su lealtad por Perón, que niega
de plano que se trate simplemente de una postura inocente o que derive simplemente del
desconcierto ante un Perón distinto del imaginado.
Ante el enfrentamiento producido entre Montoneros y Perón, luego del ascenso del
peronismo al gobierno en 1973, diversos mecanismos operaron a nivel ideológico, que
pudieron hacer compatibles los ataques acometidos por Perón y la derecha peronista, con
su identidad peronista y su lealtad a Perón, obedeciendo motivaciones, intereses y razones
objetivas.
Estos mecanismos operan del siguiente modo:
• En primer lugar hay razones objetivas para que, tanto Perón como Montoneros
procuraran evitar el mayor tiempo posible una fractura entre ambos. Esto se explica
desde la necesidad de Perón de contar con una amenaza efectiva contra las presiones de
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El Descamisado: del gobierno a la censura
Si bien no deja de ser cierto que la contrastación del Perón “de carne y hueso” con
ese Perón que habían idealizado en su luchas por la Liberación Nacional habría causado
un alto grado de desilusión por parte de La Tendencia, las conclusiones extraídas permiten
comprender mejor el porqué luego de los acontecimientos estudiados aquí, los Montoneros
pudieron seguir levantando la bandera de Perón, dispuestos a luchar y morir por ella.
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Ignacio J. Cardone
Bibliografía _
- “El Descamisado”, Buenos Aires, Año I, nº0, 2, 4-46, nº extra (14 de marzo de 1974)
- Sigal, Silvina – Verón, Eliseo, “Perón o muerte” Los fundamentos discursivos del
fenómeno peronista.
- Smith, Wayne, El diálogo Perón – Lanusse,. En: José Enrique Miguens - Frederick C.
Turner: Racionalidad del peronismo. Perspectivas internas y externas que replantean un
debate inconcluso, Buenos Aires, Ed. Planeta, 1988.
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El Descamisado: del gobierno a la censura
Notas _
1
Los números que incluyen “suplementos especiales” cuentan con 40 páginas y son: El nº10 (24/07/73)
incluye un suplemento especial de Evita (8 páginas)y el nº16 (04/09/73) que incluye el suplemento especial:
Perón llega a su pueblo (8 páginas). Por otro lado fue publicado un “Número Extra” (entre el nº43 y el
nº44) de 16 páginas (14/03/74) donde se publicaban los festejos del 11 de marzo en el primer aniversario
del triunfo electoral de Cámpora.
2
González Janzen, Argentina: 20 años de luchas peronistas, México, 1975, pp.219-220 – Citado por Richard
Gillespie, Soldados de Perón, Ed. Grijalbo, Buenos Aires, 1998, p.161 n.
3
La Renuncia de Galimberti – Un Golpe de Timón - “El Descamisado” – Nº0 (8 de mayo de 1973) – p.12
4
La Alianza Anticomunista Argentina, conocida como Triple A, eran fuerzas de choque parapoliciales ligadas
a la derecha peronista cuyo accionar incluía la amenaza, agresión, secuestro y asesinato de militantes de
izquierda (o aquellos que eran percibidos como tales), la ruptura de huelgas y el bombardeo de locales ligados a
agrupaciones de izquierda o contestatarios del gobierno. Usualmente contaban con el apoyo implícito e incluso
activo de la policía, el ejército y los dirigentes sindicales (la llamada burocracia sindical)
5
“El Descamisado” – Nº5 (19 de junio de 1973) – p.7
6
Dardo Cabo - Emboscada y Matanza en Ezeiza – Carta del Director – “El Descamisado” – Nº6 (26 de
Junio de 1973) – p.2
7
Unánime condena de los jóvenes peronistas ante la masacre de Ezeiza – La voz Oficial de la JP – “El
Descamisado” – Nº6 (26 de Junio de 1973) – pp. 6-7.
8
Compañero Héctor J. Cámpora: El Renunciamiento – “El Descamisado” – Nº9 (17 de julio de 1973) – p.18
9
“El Descamisado” – Nº11 (31 de julio de 1973) – p.7
10
La candidatura elegida por el Congreso Nacional Justicialista en agosto de 1973 será la de Juan Domingo
Perón para presidente y su tercera esposa, Isabel Martínez de Perón para la vicepresidencia.
11
Firmenich – citado en “Perón Presidente” – Atlanta, 22 de agosto – Discurso completo de Firmenich – “El
Descamisado” – Nº15 (28 de agosto de 1973) – p.6
12
Carta del Director – “El Descamisado” – Nº13 (14 de agosto de 1973) – p.2
13
Recuadro de foto en Suplemento Especial: Perón llega al poder – “El Descamisado” – Nº16 (4 de
septiembre de 1973) – p. IV.
14
El final de una batalla: Perón Presidente. El comienzo de otra: Liberación – “El Descamisado” – Nº19
(26 de septiembre de 1973) – p.2
15
Yessi, líder de la Juventud Peronista de la República Argentina (JPRA o según”El Descamisado”
“JPerRA”), perteneciente al ala derecha peronista, había sido reconocido por Perón a pesar de las numerosas
objeciones por parte de La Tendencia (de no tener representatividad ni capacidad de movilización alguna).
Fue visualizado por la izquierda como sus de los enemigos principales ya que fue uno de los protagonistas
de la agresión en la masacre de Ezeiza; y constituyó con sus JPRA, bandas armadas juveniles de choque que
intervinieron en los atentados y enfrentamientos con la izquierda.
16
Compañeros: ante la muerte de Rucci – “El Descamisado” – Nº20 (2 de octubre de 1973) – p.2
17
Se reinició el diálogo entre Perón y su pueblo – “El Descamisado” – Nº22 (16 de octubre de 1973) – p.2
18
Ley de Prescindibilidad: La JTP fijó su posición – “El Descamisado” – Nº24 (30 de octubre de 1973)
– p.14
19
“El Descamisado” – Nº27 (20 de noviembre de 1973) – p.1
20
“El Descamisado” – Nº31 (18 de diciembre de 1973) – pp. 26-29
21
“El Descamisado” – Nº32 (24 de diciembre de 1973) – p.1
22
Editorial: Este Pacto Social necesita esta legislación represiva – “El Descamisado” – Nº35 (15 de enero
de 1974) – p.2
23
¿Por qué? ¿Qué pasó? – “El Descamisado” – Nº35 (15 de enero de 1974) – p.26
24
Dardo Cabo - Editorial – Compañeros: los leales pueden disentir, los obsecuentes siempre traicionan – “El
Descamisado” – Nº38 (5 de febrero de 1974) – p.2
25
Qué votamos el 11 de marzo – “El Descamisado” – Nº43 (12 de marzo de 1974) – p.3
26
Suplemento Especial: El combate del 11 de marzo – “El Descamisado” – Nº42 (5 de marzo de 1974)
– p.III
27
Galimberti, Rodolfo – Citado en: Marcelo Larraquy y Roberto Caballero – Galimberti. De Perón a Susana.
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66
“Mujeres son las nuestras; mujeres peronistas, las demás están de muestra” – “El Descamisado” – Nº25
(6 de noviembre de 1973) – p.28
67
Lo señaló Caretti, en la reunión del sábado 8 “La UES está presente. Mi General” – “El Descamisado” –
Nº18 (18 de septiembre de 1973) – p.27
68
Suplemento extraordinario: 18 años de lucha – “El Descamisado” – Nº2 (29 de mayo de 1973).
69
Idem.
70
Ibíd.
71
Íbidem.
72
Firmenich, Mario Eduardo – citado en: Preguntan los periodistas – Responden los compañeros Quieto y
Firmenich – “El Descamisado” – Nº4 (12 de junio de 1973) – p.4
73
Firmenich, Mario Eduardo – Citado por Felipe Pigna en www.elhistoriador.com.ar
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