Heavy Metal
Heavy Metal
Heavy Metal
género musical
El heavy metal, o simplemente metal (pronunciado como métal)[1] [2] [3] —en español
traducido literalmente como «metal pesado»—, es un género musical que nació a finales de
los años sesenta y principios de los setenta en el Reino Unido y también en los Estados
Unidos, cuyos orígenes provienen del blues rock, hard rock y del rock psicodélico. Se
caracteriza principalmente por sus guitarras fuertes y distorsionadas, ritmos enfáticos, los
sonidos del bajo y la batería son más densos de lo habitual y la voz es generalmente aguda o
gutural.
Heavy metal
Subgéneros
Con la llegada de los ochenta comenzaron a aparecer los primeros subgéneros del metal; por
un lado el glam metal (encabezado por bandas como Europe, Bon Jovi, Van Halen, W.A.S.P.,
Whitesnake o Mötley Crue) que lideró las ventas y las listas musicales de los principales
mercados y por el otro el metal extremo que provenía de la escena underground. De este
último surgió con una amplia popularidad el thrash metal liderado por los llamados "Big Four"
estadounidenses (Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax) y con una importante repercusión
en Alemania (surgiendo bandas como Kreator, Sodom, Destruction o Tankard). Sin embargo,
en la década posterior dicho éxito comercial decayó ante el auge de nuevos sonidos
alternativos, principalmente por el grunge; si bien en Europa continental, Japón y
Latinoamérica siguieron siendo populares y vivieron su auge subgéneros como el power
metal (destacando bandas como Helloween, Blind Guardian, Gamma Ray, Stratovarius o
Rhapsody), del mismo modo que surgían y resistían comercialmente a nivel global otros
nuevos subgéneros, como el groove (Pantera)
Llegado el nuevo milenio, existía ya una infinidad de subgéneros, cada uno con
características específicas y con influencias de otros estilos como la música clásica, música
industrial, funk y el rap, por ejemplo, que han ampliado la definición de metal hasta llegar a la
actualidad. A su vez, su popularidad se ha incrementado durante los últimos años
principalmente en Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y Japón. La música metal tiene
una aceptación más favorable en los países nórdicos que en otras regiones debido a la
apertura social y política en estas regiones;[7] especialmente Finlandia ha sido a menudo
llamada la "Tierra Prometida del Heavy Metal", porque hoy en día hay más de 50 bandas de
metal por cada 100.000 habitantes, más que cualquier otra nación del mundo.[8] [9]
Etimología
Hasta el día de hoy el origen exacto de por qué se usa el término heavy metal en el ámbito
musical es desconocido. Lo que sí es cierto es que durante varios siglos dicha frase se
empleó en la química y en la metalurgia, y hace alusión a algunos elementos químicos que
poseen ciertas características en común (metal pesado). Uno de los primeros usos en la
cultura popular ocurrió en 1961, cuando el escritor estadounidense William Burroughs creó el
personaje Uranian Willy: The Heavy Metal Kid en su novela The Soft Machine.[10] En su
siguiente obra Nova Express de 1964, Burroughs volvió a desarrollar el término para
identificar a una raza de alienígenas de Urano y también a un tipo de música que escuchaba
una segunda raza; la gente insecto.[11]
Según el historiador de música Ian Christe su definición provendría del lenguaje hippie; heavy
sería un sinónimo de potente o profundo y metal describiría un estado de ánimo como la
pesadez.[12] En ese sentido la palabra heavy haría referencia a las bandas que tocaban con
una amplificación mayor a lo que interpretaba la música popular de mediados de los
sesenta. En cuanto a su contexto musical las primeras referencias al heavy metal sería el
álbum debut de Iron Butterfly llamado precisamente Heavy, y su primer uso en las líricas de
una canción sería en «Born to Be Wild» de los estadounidenses Steppenwolf publicado en
junio de 1968.[13]
Por otro lado, el primer documento escrito que utilizó el término para identificar a un tipo de
música rock apareció en una revisión de la revista Rolling Stone, cuyo autor fue Barry Gifford.
Dicha revisión se escribió el 11 de mayo de 1968 y trató sobre el disco A Long Time Comin'
de la banda The Electric Flag donde Gifford comentó: «Nadie que haya escuchado a Mike
Bloomfield —como cantante o instrumentista— en los últimos años esperó algo como esto.
Esta es una nueva música soul, la síntesis del white soul y el rock heavy metal».[14]
Hasta mediados de 1970 varios críticos de revistas como la mencionada Rolling Stone, The
Village Voice o Creem acuñaron la definición downer rock que en nuestro idioma se definió
como un rock decepcionante, es decir, un tipo de música que iba en contra de lo que hasta
ese entonces se conocía, como la música de The Beatles por ejemplo. De acuerdo a la
publicación Classic Rock, el downer rock giraba en torno al uso excesivo de metacualona y
vino.[15] Sin embargo, ese término no duró mucho, siendo reemplazado en su totalidad por el
heavy metal.[16] Cabe mencionar que durante la primera parte de la década de los setenta la
prensa expresaba que el hard rock y el heavy metal eran sinónimos, por ello muchas de las
bandas que hoy se conocen como heavy metal eran consideradas como hard rock y
viceversa.[17]
Características
Por otro lado, y como ya se mencionó anteriormente, una banda puede tener a dos
guitarristas; uno líder y otro rítmico, pero hay casos donde es uno solo o en situaciones
específicas pueden ser incluso tres. Además, en algunas bandas los guitarristas aplican el
término twin-guitars —guitarras gemelas en nuestro idioma— donde ambos pueden ser
líderes, tocando simultáneamente un solo o intercalando su participación dentro de este.
Una de las primeras bandas que aplicó dicho concepto fue Wishbone Ash, sin embargo,
varios críticos sitúan a Judas Priest y a Scorpions —estos últimos durante sus primeros años
— como las agrupaciones que realzaron y engrosaron dicha técnica.[23] [24]
Otro de los elementos importantes es la voz que de acuerdo al crítico Simon Frith; «... el tono
[de la voz] es mucho más importante que las letras de las canciones».[25] La voz se
caracterizó en un principio por ser aguda, con un gran uso del vibrato y una amplitud enorme
de octavas. Algunos de los cantantes que cumplen con dichos factores son Ian Gillan de
Deep Purple, Bruce Dickinson de Iron Maiden y el fallecido Ronnie James Dio, por ejemplo.
Otra de las técnicas que se utiliza y que no poseen todos los cantantes es el falsete, algunos
de ellos tienen un dominio perfecto de esta técnica sin afectar su voz como por ejemplo Rob
Halford de Judas Priest y King Diamond. Con el pasar de los años algunos vocalistas
emplearon un tono más rudo y más alejado a la agudeza propia del género. Uno de los
primeros fue Lemmy Kilmister de Motörhead, que incluyó una voz rasposa y que fue un punto
clave en los posteriores cantantes del thrash metal, death metal y black metal. Estos se
caracterizan por tener una voz gutural; una técnica que utiliza sonidos graves, similares a
gruñidos y que en ocasiones provoca una difícil comprensión de las letras de sus
canciones.[26] A pesar de que las voces del metal son principalmente masculinas, las
mujeres también han incursionado en el género como es el caso de Kim McAuliffe de
Girlschool y la alemana Doro, considerada como la «reina del heavy metal».[27]
Por su parte, el bajo, los teclados y la batería cumplen un rol importante en la sección
rítmica. El bajo proporciona una gama de sonidos bajos que son cruciales en la música, que
varían en complejidad desde ser solo acompañamiento rítmico a participar en la interacción
de la guitarra líder y rítmica.[28] Al igual que los guitarristas, el bajista puede utilizar algunas
técnicas en las cuerdas como el tapping y el número de ellas pueden variar desde las cuatro
a seis dependiendo del subgénero que se interpreta. En ciertas situaciones también el bajista
suele ser el músico principal de una agrupación como en Motörhead por ejemplo. En cuanto
a la batería, esta debe crear un ritmo fuerte y constante basándose en la velocidad, potencia
y precisión. Según los autores Mick Berry y Jason Gianni: «El baterista requiere una cantidad
excepcional de resistencia, una velocidad considerable, una coordinación y una destreza
absoluta para tocar los intrincados patrones del metal».[29] Una de las características
propias del batería del metal es la utilización del cymbal choke, que es tocar los platillos y
silenciarlos rápidamente con la mano.[29] En adición a ello la configuración del número de
tambores, bombos y platillos es normalmente mayor a lo que se emplea en otros tipos de
música rock.[28]
Por último, los teclistas pueden engrosar el sonido de una canción con el órgano, los
sintetizadores y los teclados propiamente tal. Su sonido proviene principalmente del rock
psicodélico y se efectúa en su gran mayoría como acompañamiento rítmico para dar un
ambiente más oscuro.[30] Aun así, hay casos donde el teclista puede interpretar solos como
por ejemplo Jon Lord en Deep Purple, Mic Michaeli en Europe, o incluso ser el líder de la
banda y ser quien más se destaque como en el caso de André Andersen, tecladista y líder de
Royal Hunt. También otro músico de la banda puede cumplir dicho rol, como es el caso del
guitarrista Eddie Van Halen de la banda Van Halen. Además, existen situaciones donde el
teclista puede ser un músico de sesión en las producciones de estudio o en los conciertos
en vivo.
Lenguaje musical
Ritmo y tiempo
…
Un ejemplo de un típico patrón rítmico usado en el heavy metal, creado por la guitarra rítmica y la batería.
rhythm audio
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Según la socióloga enfocada en la cultura musical, Deena Weinstein, el ritmo del género es
enfático y posee tensiones deliberadas. Weinstein observa que los diferentes efectos
sonoros disponibles en los bateristas, proporcionan un patrón rítmico que asume una gran
complejidad.[28] En muchas de sus canciones el groove principal es corto, de dos a tres
notas, que generalmente se componen de corcheas y semicorcheas. Esta estructura rítmica
principalmente se acompaña de varios staccatos, hechos por la técnica del palm mute del
guitarrista rítmico.[31]
La principal característica del ritmo es el riff que crea el gancho temático de una canción,
denominado hook. Esta estructura también se emplea de manera más lenta, añadiéndoles
redondas y acordes enteros para así crear una power ballad.[28] En cuanto a su tempo era
generalmente lento durante sus primeros años, pero a partir de mediados de los setenta este
aumentó dando origen al speed metal y posteriormente al power metal. Los tempos del metal
varían desde la lentitud de una balada (60 pulsaciones por minuto) a extremadamente
rápidos creados por el blast beat (350 pulsaciones por minuto).[29]
Por su parte, el pedal point generalmente se ha usado como base armónica de muchas de
las canciones del metal. En simples palabras se puede definir como un tono bajo sostenido,
por la cual se mueve a través de otros (tonos) brindando un cambio en la armonía.[34]
Volumen …
La necesidad del aumento de volumen provino de artistas como Cream, Jimmi Hendrix, The
Who y en especial de Blue Cheer, que en palabras de su vocalista Dickie Peterson: «Lo único
que sabíamos era que queríamos más poder».[35] Según el psicólogo Jeffrey Arnett en su
libro Metalhead considera que el volumen de los conciertos es como «el equivalente
sensorial de la guerra».[36] Por su parte, la doctora Weinstein aclara que es vital para
cualquier banda de metal y además argumenta que: «...de la misma manera que la melodía
es el elemento principal del pop y el ritmo es el foco principal de la música house; el sonido,
timbre y volumen potente son los puntos claves del heavy metal».[21]
A mediados de los ochenta el volumen era tan importante como el espectáculo mismo para
algunos grupos como Accept, Motörhead y Manowar. Incluso estos últimos ingresaron al
Libro Guinness de los récords en 1984 como la «banda más ruidosa del mundo».[37] Sin
embargo, y diez años más tarde, rompieron su propio récord ya que durante una
presentación en vivo en Hannover, tocaron a 129.5 decibelios generados por diez toneladas
de amplificadores.[38] Aun así, el récord no fue registrado en el libro Guinness luego que
retiraron dicha categoría afirmando que no alentarán los daños auditivos.
Desde un principio el heavy metal ha tenido una fuerte relación con la música clásica, que de
acuerdo al musicólogo Robert Walser; «es la mayor influencia para el género desde sus
primeros años». Él argumenta que los guitarristas son los más influenciados y que la
adaptación y apropiación de la música clásica desarrolló el virtuosismo de dichos
músicos.[39] En un artículo escrito para Grove Music Online, Walser menciona; «...los años
ochenta trajeron una adaptación generalizada de las prácticas de acordes de los modelos
europeos del siglo XVIII, especialmente de Johann Sebastian Bach y de Antonio Vivaldi».[40]
Por su parte, Kurt Bachmann de la banda Believer opina que; «la música clásica y el metal
son probablemente los géneros que tiene más en común en cuanto a sentimiento, textura y
creatividad».[41]
Temas y controversia
Rammstein es uno de los grupos que han causado más polémica a nivel mundial por sus letras y su imagen, Suelen
tocar tabúes y temas controvertidos como el sadomasoquismo, incesto, política, violación, el abuso sexual por parte
del clero, necrofilia, canibalismo y los símbolos religiosos.
El contenido temático del heavy metal ha sido durante mucho tiempo un objeto de críticas,
cuyas opiniones van de que solo son temas juveniles y banales a que son defensores del
ocultismo, el fascismo, el nihilismo, el militarismo y de la misoginia.[42] [43] Según los críticos
David Hatch y Stephen Millward las bandas del metal han concentrado sus letras «en la
materia oscura y deprimente, en una medida sin precedentes hasta ahora para cualquier
forma de música popular».[44] De acuerdo a ellos el disco Paranoid de Black Sabbath sería el
precursor de las letras oscuras, cuyas líricas van desde el trauma personal en «Paranoid» y
«Fairies Wear Boots» a temas de guerras como en «War Pigs».[44]
Cabe mencionar que los temas que se tratan en las canciones dependen exclusivamente de
las bandas y del subgénero que se interpreta. Durante los años setenta agrupaciones como
los mencionados Black Sabbath, Rainbow, Blue Öyster Cult, Judas Priest y Scorpions, entre
otros, emplearon en varias de sus canciones temas como el ocultismo, violencia, sexo,
muerte, religión, política y crítica social, fantasía, alcoholismo, drogadicción y el amor. Con la
llegada de los ochenta y con la creación de los respectivos subgéneros, dichos conceptos
fueron abordados con mayor especificación como es el caso del metal extremo (violación,
aniquilación, guerra, suicidio, corrupción política, e inquisición, etc), el glam metal (sexo,
orgías, fiestas, drogas y prostitución) y en la Nueva ola del heavy metal británico (velocidad,
motocicletas, mitología y ciencia ficción). En las décadas de los noventa y los dos mil el Nu
Metal y el Metal Industrial también tratarían sobre angustia existencial, maltrato infantil,
codicia corporativa, sensacionalismo en los medios y las consecuencias del mal uso de la
alta tecnología.
A pesar de la diversidad de conceptos que tratan las bandas, estas no estuvieron ausentes
de problemas legales y políticos. Durante la década de los ochenta el organismo Parents
Music Resource Center pidió al Congreso de los Estados Unidos regular los contenidos de la
industria musical, en especial las canciones de heavy metal.[42] Además, crearon la lista
Filthy Fifteen, las quince asquerosas en español, que eran canciones que según ellos debían
ser censuradas y de las cuales nueve son de agrupaciones del género, entre ellas
«Possessed» de Venom e «Into the Coven» de Mercyful Fate.[45] Este incidente dio origen a la
creación de las famosas etiquetas "Parental Advisory". Un caso posterior es el
enfrentamiento entre la organización política Antifa y varios grupos de Black Metal que han
sido acusados de fascistas.[46] Otros casos que tuvieron impacto mediático fueron las
participaciones en el Asalto al Capitolio de los Estados Unidos de 2021 por parte de los
músicos Jon Schaffer y David Gunn que terminaron en el arresto del primero. Esto causó
controversia y oposiciones por parte de otros músicos y bandas del género.[47] [48] [49]
También se pueden mencionar otros casos como el apoyo de Dee Snider a la libertad de
expresión,[50] Las acusaciones hacia Marilyn Manson referentes a la Masacre de la Escuela
Secundaria de Columbine y posteriores acusaciones de abuso sexual, las protestas de la
banda Rage Against the Machine, y el inicio de una gira en el año 2015 de la banda System of
a Down en memoria del genocidio armenio.[51]
Por último, en algunos países el heavy metal ha sido declarado como una amenaza a los
valores tradicionales de la religión o la ideología gubernamental. En ciertos estados como
Marruecos, Egipto, Líbano, Irán, Cuba, China, Corea del Norte, y Malasia, se han dado casos
de músicos y seguidores del género que han sido arrestados y encarcelados por tratar, o
según sus legislaciones «defender», los temas ya mencionados.[52] [53] [54] En algunos de
estos países, sus autoridades han comenzado a relajar su censura y restricciones hacia el
género.[55]
La doctora Weinstein argumenta que el heavy metal ha sobrevivido a muchos otros géneros
del rock, en gran parte debido a la aparición de una extensa subcultura mayormente
masculina.[56] En sus propias palabras: «Esta es solo tolerante con los que siguen sus
códigos de vestimenta, apariencia y de comportamiento», además; «no solo se fortalece con
ir a un concierto y compartir ciertos elementos en la moda, sino también revistas de metal y
últimamente páginas webs».[57] A su vez define que la escena del heavy metal establece su
propio código de autenticidad, que pone varias exigencias a los artistas: «Deben estar
completamente dedicados a su música y leal a la subcultura que los soporta, deben ser
desinteresados en las radios o el llamado mainstream y nunca deben venderse».[58] Además
y para algunos aficionados se suma la oposición a la autoridad establecida y la separación
del resto de la sociedad.[59]
Para el músico y cineasta Rob Zombie afirma que el metal es «música de afuera para niños
de afuera».[1] Por su parte, algunos estudiosos del tema afirman que: «Existe una tendencia
de parte de los fanáticos de clasificar y rechazar algunos artistas, y en ciertos casos a otros
seguidores. También es propia de los fanáticos de considerar poseros a los que pretenden
ser parte de la subcultura, pero que carecen de autenticidad y sinceridad».[60]
Apariencia e imagen
…
Muñequera con pinchos
La imagen y la apariencia juega un papel importante para algunos artistas, que incluso van
de la mano con las letras y el sonido. Dicha imagen se expresa en las carátulas de los discos,
logotipos, escenografías, vestuario y en los vídeos musicales.[61]
Un rasgo característico tanto en los artistas como en los fanáticos —aunque no en todos los
casos— es el pelo largo y desgreñado que según Weinstein es la «característica distinguida
más crucial de la moda metal».[62] Adoptado originalmente de la subcultura hippie, el cabello
de los metaleros por los años ochenta y noventa «simbolizaba el odio, la angustia y el
desencanto por el sistema de una generación que no parece sentirse en casa», según el
periodista Nader Raham. Además, Raham comenta que el pelo largo dio a la comunidad
metal «el poder que ellos necesitaban para rebelarse contra nada en general».[63]
La primera banda importante en vestirse de cuero fueron Judas Priest cuando en 1978 sus
integrantes K.K. Downing y Rob Halford comenzaron a vestirse de esa manera en varios de
sus conciertos.
Gestos físicos
…
Headbanger.
Otro de los gestos típicos es la mano cornuta o también llamada la «mano del diablo», que
consiste en empuñar la mano pero manteniendo los dedos índice y meñique estirados. Uno
de los primeros en enfatizar esta postura fue el vocalista Ronnie James Dio, principalmente
mientras estaba en Black Sabbath y luego en Dio.[1] Según él es una seña popular de un
pueblo italiano donde vivía su abuela, a la cual llamaban malocchio y que servía para
ahuyentar a los malos espíritus. Dicho gesto también se le atribuye al bajista Gene Simmons
de Kiss, que la realizó en la portada del álbum Love Gun de 1977, pero que se diferencia con
la anterior por tener el pulgar también estirado.[68]
También la doctora Weinstein menciona que el baile no es parte de los metaleros y que se
debe a que el público es mayoritariamente masculino, y a la «extrema ideología heterosexual
de la audiencia». Ella distingue dos tipos de posturas que sustituyen al baile; el headbanging
y el estiramiento del brazo, que a su vez es un signo de desprecio y un gesto rítmico.[69] Por
último, agrega que es muy popular entre los fanáticos el air guitar, que consiste en simular
tocar una guitarra tanto en los conciertos como cuando se escucha un disco en la casa.[70]
Historia
Sin embargo, la influencia directa del género provino del blues y que tuvo una gran
repercusión en las bandas británicas de mediados de los sesenta. Agrupaciones como The
Rolling Stones y The Yardbirds desarrollaron el blues rock con temas clásicos del blues, pero
con un tempo acelerado. Como consecuencia de este experimento musical las bandas
británicas desarrollaron un nuevo estilo de guitarras distorsionadas y fuertes, y que se
convertiría en una de las características del género.[74] Dentro de este nuevo sonido la
canción «You Really Got Me» de The Kinks (1964) jugó un papel importante.[74] [75]
La combinación de blues rock con el rock psicodélico formó en gran parte la base original del
heavy metal. Una de las bandas más importantes en fusionar estos géneros fueron los
británicos Cream, quienes ejemplificaron el concepto de power trio que posteriormente se
convertiría en habitual dentro del metal.[78] Por su parte, sus dos primeros discos; Fresh
Cream de 1966 y Disraeli Gears de 1967, son vistos como prototipos esenciales del futuro
género. De igual manera el álbum debut de The Jimi Hendrix Experience, Are You Experienced
(1967), también logró una gran influencia principalmente por la técnica de Hendrix y por su
canción «Purple Haze», que para ciertos críticos es identificada como el primer hit del heavy
metal.[74]
En lo que si llegan a coincidir es que en 1968 el sonido que se llamaría heavy metal empezó a
crearse. En enero de ese año los estadounidenses Blue Cheer publicaron su sencillo
«Summertime Blues» —cover de Eddie Cochran— que se extrajo de su álbum debut Vincebus
Eruptum y que es considerado como el primer registro del verdadero heavy metal.[80] En el
mismo mes Steppenwolf debutó con su álbum homónimo y que incluyó el sencillo «Born to
Be Wild» que hace alusión a las motocicletas con el término «heavy metal thunder». Ya en
junio Iron Butterfly lanzó el disco In-A-Gadda-Da-Vida que contenía el éxito del mismo nombre
y que también se postuló como una de las primeras grabaciones del género.
Otras producciones que se consideran como proto-heavy metal, se encuentra el álbum Truth
de The Jeff Beck Group publicado en agosto de 1968,[81] la canción «Helter Skelter» de The
Beatles y que salió a la venta en noviembre,[82] y las canciones «I See You» y «Old Man
Going» del disco S.F. Sorrow de los británicos The Pretty Things, publicado en diciembre del
mismo año.[83] Además, algunos críticos han considerado que las bandas MC5 y The
Stooges influyeron directa y principalmente en la distorsión del sonido de las posteriores
agrupaciones de punk y más tarde al heavy metal.[84] [85] Por último, algunos grupos ajenos
al futuro género musical, endurecieron su sonido en ciertas canciones como es el caso de
«Ibiza Bar» y «The Nile Song» de Pink Floyd consideradas como las canciones más pesadas
que el grupo alguna vez creó.[86] [87] También el tema «21st Century Schizoid Man» de King
Crimson fue tildado como proto-heavy metal.[88]
Para 1969 Led Zeppelin debutó con su álbum homónimo que incluyó dos aspectos cruciales
para el emergente género; guitarras fuertes y distorsionadas por parte de Jimmy Page y una
voz dramática y con grandes agudos de parte de Robert Plant.[89] A su vez y a fines de ese
año Ian Gillan y Ritchie Blackmore renovaron el sonido de Deep Purple, dejando atrás la
experimentación de estilos de sus primeros años para asimilar completamente el hard rock y
en buena medida el heavy metal lo cual plasmaron en su álbum In Rock. A principios de 1970,
Black Sabbath debutó con su álbum homónimo, cuyas canciones estaban cargadas de letras
oscuras. Asimismo, el guitarrista Tony Iommi, luego de sufrir un accidente en su trabajo que
le significó perder la punta de sus dedos corazón y anular de la mano derecha, adaptó unas
prótesis de goma en sus dedos y bajó la afinación de la guitarra con el fin de que las cuerdas
quedaran menos tensas para no provocarle dolor. De esta manera, creó la tonalidad
característica del género (C ♯). [90]
Aun así, algunos críticos han considerado que en 1970 se dio un principal desarrollo a este
nuevo género musical, principalmente por las producciones Black Sabbath y Paranoid de
Black Sabbath e In Rock de Deep Purple.[22] En ese mismo año dos bandas británicas
debutaron pero con un sonido diferente al que posteriormente se hicieron conocidos; Uriah
Heep con Very 'eavy... Very 'umble y UFO con UFO 1. Por su parte, Wishbone Ash hicieron su
debut con su disco homónimo que contenía las primeras twin-guitars. Cabe mencionar que
las letras oscuras de Black Sabbath y Uriah Heep fueron muy importantes para el desarrollo
del metal, a tal punto que Led Zeppelin asimiló dichos elementos en su cuarto álbum lanzado
en 1971.[91] Estas mismas líricas oscuras fueron fundamentales también para el debut de
Budgie en 1971, quienes fueron uno de los primeros grupos de heavy metal en nacer como
power trio.[92]
Por su parte, los estadounidenses Bloodrock publicaron su disco homónimo en marzo del
mismo año y que incluyó riff de metal, letras sádicas y macabras, y voces bruscas.[93] En
diciembre Sir Lord Baltimore iniciaron su carrera con Kingdom Come, considerado como
punto clave para el posterior progreso del metal realizado en los Estados Unidos. Otras
bandas estadounidenses que se identificaron con el metal emergente fueron Blue Öyster Cult
(1972), Aerosmith (1973) y Kiss (1974) que en su momento fue considerada la banda más
extrema de rock.[94] Mientras que desde Alemania salieron los exponentes Lucifer's Friend
(1970) y Scorpions con Lonesome Crow de 1972. También otros grupos se identificaron con
el recién creado heavy metal, a pesar de poseer más características del hard rock y del rock
progresivo como es el caso Queen con su producción homónima de 1973, los irlandeses
Thin Lizzy (1971), los escoceses Nazareth (1971) y los australianos AC/DC con High Voltage
de 1975.
Mención aparte es para los británicos Judas Priest que debutaron en 1974 con Rocka Rolla, y
que de acuerdo a Christe: «... unificaron y amplificaron los duelos de guitarras de Thin Lizzy,
la puesta en escena de Alice Cooper y las voces dramáticas de Queen. Por primera vez, el
heavy metal se convirtió en un verdadero género en sí mismo».[95]
Judas Priest, una de las bandas más representativas del heavy metal.
Durante los primeros años de la segunda mitad de los setenta, la popularidad del metal
continuaba en alto en varios países anglosajones, europeos y en Japón. A su vez,
aparecieron nuevas agrupaciones como Motörhead y Rainbow, este último formado luego de
la salida de Ritchie Blackmore de Deep Purple. Para el crítico Steve Huey de Allmusic
considera que 1976 es el año crucial para la evolución del género gracias a los discos Rising
de Rainbow, Virgin Killer de Scorpions y Sad Wings of Destiny de Judas Priest.[96]
Durante esos años nuevos grupos comenzaron a aparecer en la escena underground del
Reino Unido como Iron Maiden, Saxon, Def Leppard y Diamond Head, entre muchas más.
Estas influenciadas por la mezcla de heavy metal tradicional y la velocidad de punk dieron
paso a la llamada Nueva ola del heavy metal británico. Por su parte, en los Estados Unidos
surgieron bandas como Van Halen, Dokken y Quiet Riot que en la década posterior
obtendrían un gran éxito en los mercados mundiales.
Sin embargo, durante los últimos años de la década varias bandas clásicas se separaron o
realizaron hiato como Blue Cheer, Steppenwolf o Deep Purple por mencionar algunos.
Además, las ventas del metal disminuyeron drásticamente por el auge del punk rock, la
música disco y el rock más comercial.[98]
Iron Maiden, la banda a la cabeza de la Nueva ola del heavy metal británico.
Durante la década de los ochenta la popularidad del metal retornó a los principales mercados
del mundo, estableciendo un éxito comercial hasta ese entonces nunca antes visto.[99] Por
un lado, esta nueva oleada de agrupaciones británicas posicionaron al género en los top diez
de las listas inglesas con discos como el homónimo de Iron Maiden y Wheels of Steel de
Saxon, como también por Heaven and Hell de Black Sabbath, Ace of Spades de Motörhead y
British Steel de Judas Priest. Incluso el directo No Sleep 'til Hammersmith de Motörhead llegó
hasta el primer puesto en los UK Albums Chart, convirtiéndose en el primer álbum del género
en lograr el top 1 en dicha lista.[100]
Esta popularidad también ayudó a otros artistas musicales como Michael Schenker Group,
Gary Moore, Ozzy Osbourne y Gillan a situarse en los primeros puestos en varias listas
europeas. Con un éxito menor en ventas pero no por ello menos importante grupos como
Diamond Head, Venom, Praying Mantis, Angel Witch o Blitzkreig tuvieron una importante
influencia en el desarrollo del heavy metal posterior.[101]
Aun así la escena británica no fue la única en popularizar el heavy metal, ya que desde
principios y mediados de los setenta el género ganó una enorme atención en Alemania.
Tanto Scorpions como Lucifer's Friend elaboraron el hard rock/heavy metal alemán, que más
tarde continuaron desarrollando Accept, Running Wild, Axel Rudi Pell, Grave Digger y Warlock.
Por su parte, en los Estados Unidos surgió una nueva ola de bandas más underground y en
contraposición al glam metal como Manilla Road, Alcatrazz y Manowar. Estos últimos dieron
a partir de sus letras un enfoque filosófico al significado del metal y al orgullo de ser
metalero, bajo la consigna de que el heavy metal nunca morirá. Sin embargo, estos no serían
los únicos países en desarrollar el metal, ya que desde España surgieron Barón Rojo, Obús,
Ángeles del Infierno y Los Suaves, y también desde Argentina aparecieron los primeros
grupos de Sudamérica como Riff y V8. Por su parte, desde Suiza aparecería Krokus y desde
Suecia, Europe.
Entre 1983 y 1984 las ventas de las bandas del heavy metal aumentaron de un 8% a un 20%
de entre todos los discos comercializados en los Estados Unidos.[102] Esta alza también se
reflejó en varios países europeos y Japón, y que se vio apoyado por los medios de
comunicación entre ellos la naciente MTV y las revistas profesionales Metal Hammer y
Kerrang!. En 1985 la revista Billboard declaró: «...el metal ha ampliado su audiencia; la música
metal ya no es dominio exclusivo de los adolescentes varones. Dicha audiencia va desde
mujeres (universitarias), pre-adolescentes y más».[103] Además, el género fue apoyado por la
aparición de grandes festivales como el Monsters of Rock, Rock in Rio y sobre todo por el US
Festival de 1983, que durante el día del heavy metal donde tocaron Van Halen, Scorpions,
Judas Priest, Ozzy Osbourne, Mötley Crüe, Triumph y Quiet Riot reunió a más de 375 000
personas, convirtiéndose en el día más concurrido de todo el certamen.[104]
W.A.S.P.
La década también vio el auge y la caída de uno de los subgéneros más controversiales, el
glam metal, que tuvo su origen en la costa oeste de los Estados Unidos específicamente en
los clubes y bares del Sunset Strip en Los Ángeles. Esta nueva oleada de bandas estaban
inspiradas en el heavy metal tradicional, el hard rock de Van Halen , Def Leppard, Alice Cooper
, Kiss y Aerosmith , pero principalmente en la estética visual del glam rock de los setenta.[105]
A mediados de los ochenta el glam metal dominaba las listas musicales, la música en
televisión y los principales circuitos de conciertos en los Estados Unidos.[106] Además, una
gran cantidad de agrupaciones siguieron apareciendo como Poison, Cinderella, Warrant y
sobre todo Bon Jovi, que gracias a su disco Slippery When Wet se convirtieron en uno de los
grupos glam más vendedores de aquella década. Sin embargo, el glam lentamente comenzó
su declive durante los últimos años de la década, debido a la aparición de nuevas bandas
como Guns N' Roses con un sonido más cargado al hard rock de los setenta y a Jane's
Addiction identificados como uno de los primeros exponentes del metal alternativo.[107]
Doom metal
…
Emergió a mediados de los ochenta con las agrupaciones estadounidenses Saint Vitus, The
Obsessed y Trouble, y por los suecos Candlemass. Este movimiento a diferencia de los otros
subgéneros utiliza tempos más lentos y con líricas influenciadas en los primeros trabajos de
Black Sabbath.[109] A simples rasgos el doom acentúa la melodía utilizando ritmos
melancólicos y un estado de ánimo más decaído en relación a las otras variedades de
metal.[110] Además, y derivados de estas cualidades, surgió a finales de la década el sludge
metal, que mezcla el doom con el hardcore punk, cuyas bandas pioneras fueron Eyehategod y
Crowbar.
Según la crítica, en 1991 comienza una nueva ola de doom metal con la aparición del disco
debut Forest of Equilibrium de los ingleses Cathedral.[111] En ese mismo período también
apareció el estilo death/doom de bandas británicas como Paradise Lost, My Dying Bride y
Anathema que dio origen al metal gótico europeo, con la característica principal de los
arreglos de doble vocalistas ejemplificados por los noruegos Theatre of Tragedy y Tristania y
por los neoyorquinos Type O Negative.[112]
Ya a principios de los noventa e inspirados en las primeras bandas de doom y del heavy
metal tradicional, los californianos Kyuss y Sleep encabezaron el auge del stoner rock,
mientras que desde Seattle la banda Earth ayudó a desarrollar el drone doom.[113] A fines de
los noventa nacieron las últimas importantes agrupaciones del género; Goatsnake con un
sonido de stoner/doom y Sunn O))) quienes mezclan el doom, drone y metal dark
ambient.[110]
Thrash metal
…
Surgió a principios de los ochenta bajo la influencia del speed metal, de la Nueva ola del
heavy metal británico y la energía y la agresión del hardcore punk.[114] Este movimiento
comenzó en los Estados Unidos, principalmente en la bahía de San Francisco, lo que se
conoció como la Bay Area thrash metal. Su sonido se caracteriza por ser más rápido y
agresivo al metal clásico y al posterior glam metal, incrementando la distorsión de las
guitarras y empleando técnicas como el scratching y el shred.[114] Por su parte, sus
canciones tratan principalmente sobre temas sociales bajo un lenguaje violento y visceral.
Megadeth.
Este subgénero fue popularizado por los llamados Big Four of thrash metal: Metallica, Slayer,
Megadeth, y Anthrax.[115] De igual manera desde Alemania las agrupaciones Kreator, Sodom,
Destruction y Tankard jugaron un papel central al llevar este género a Europa, dando inicio así
al thrash metal alemán. Aparte de Alemania y de la costa oeste de los Estados Unidos,
surgieron desde Nueva Jersey, Overkill, y desde Brasil, Sepultura, que también tuvieron gran
participación en el auge del género.[116]
A pesar de que nació desde la escena underground, el thrash logró un gran éxito comercial a
principios de los noventa. Artistas como Metallica y Megadeth posicionaron varios de sus
discos en los primeros lugares de la lista Billboard 200 y con ventas millonarias que se vio
reflejada en varias certificaciones discográficas.[117] Con un éxito menor en ventas, las
bandas Anthrax y Slayer lograron posicionar algunos de sus trabajos en los top diez en varias
listas mundiales. Otras agrupaciones que lograron un éxito relativo durante aquella época
fueron los ya mencionados Overkill y Sepultura, como también Testament y Exodus.
Desde la mitad de los noventas su popularidad decayó ante los cambios de sonido que
muchas agrupaciones hicieron y también por el auge de nuevos sonidos como el grunge.[116]
Sin embargo, el thrash metal volvió a cobrar fuerzas a mediados de los años 2000 con la
aparición de nuevos artistas como Violator, Evile, Warbringer, Municipal Waste y Suicidal
Angels entre muchas otras, y por el retorno de varias de sus bandas clásicas.
Death metal
…
Cannibal Corpse en un concierto
Este movimiento extremo surgió a mediados de los ochenta derivado de la evolución del
thrash, que de acuerdo a MTV News: «La música de Slayer fue el responsable directo del
nacimiento del death metal».[118] Nacido tanto en Norteamérica como en Europa, desde un
principio enfatizó varios elementos de la blasfemia, el satanismo, la violencia y la
destrucción, acompañados de una música agresiva y rápida y con cambios constantes en su
tempo.[119] Sus características principales son sus voces sombrías, profundas y rasposas —
denominada voz gutural—, guitarras distorsionadas y una gran velocidad en la percusión.[120]
Por último, y durante las últimas décadas ha sufrido varias innovaciones en su sonido, que
dieron paso a nuevos subgéneros y fusiones como el death metal melódico, death metal
progresivo, brutal death metal, slam death metal, death n roll, deathcore y deathgrind, entre
otros.
Black metal
…
Grabación del videoclip «Carving a Giant» de la banda noruega Gorgoroth.
Es un subgénero que al igual que el death metal deriva del thrash, por ello son muy parecidos
en cuanto a agresividad, potencia y el ambiente oscuro que proyecta. Sin embargo, enfatizan
la mezcla de las voces agudas, llamadas shriek, con las voces graves casi guturales, un
amplio manejo del tremolo, una producción lo-fi y el uso del corpse paint.[121] También la
temática satánica es común en sus canciones, aunque muchas agrupaciones toman
inspiración del antiguo paganismo generando un retorno a los valores del
precristianismo.[121] Además, numerosas bandas también mezclan sus sonidos con otros
estilos como el folk, la música clásica, la música electrónica y el avant-garde.[120]
La primera ola del black metal surgió a principios de los ochenta en Europa, liderados por los
británicos Venom, los daneses Mercyful Fate, los suizos Hellhammer y Celtic Frost y por los
suecos Bathory. Más tarde los noruegos Mayhem y Burzum encabezaron la segunda
oleada.[122] Por último y a principios de la década siguiente comenzaron a aparecer nuevas
bandas provenientes de Alemania, Francia y Polonia.[123]
A principios de los noventa algunos grupos de la escena black metal escandinava fueron
asociados con la violencia, en especial los integrantes de Mayhem y Burzum quienes se les
acusaba de quemar iglesias, lo que la prensa denominó el Inner circle.[124] Al respecto Gaahl,
exvocalista de Gorgoroth mencionó: «El black metal nunca tuvo la intención de llegar a un
público... (Nosotros) teníamos un enemigo en común que era, por supuesto, el cristianismo,
el socialismo y todo lo que la democracia significa».[125] En 1993 la violencia de sus músicos
llegó hasta la prensa mundial, cuando Varg Vikernes líder de Burzum asesinó al guitarrista
Euronymous de Mayhem.[125]
En 1996 cuando muchos pensaron que el género se estaba estancando,[126] muchos grupos
clave, incluidos Burzum y Beherit, evolucionaron hacia un sonido más ambiental llamado
dark ambient, mientras que el black metal sinfónico fue explorado por los suecos Tiamat y
los suizos Samael.[127] Ya a fines de los noventa y principios de los 2000 las agrupaciones
Cradle of Filth y Dimmu Borgir acercaron el black metal al circuito comercial.[128] [129]
Power metal
…
El power metal nació como una reacción a la dureza del metal extremo, siendo su influencia
clave el speed metal. Su principal característica son sus letras que van desde historias y
hechos medievales a la fantasía y en ocasiones a la mitología.[130] A pesar de ser un estilo
underground en Norteamérica, goza hasta el día de hoy de una gran popularidad en Europa,
Japón y en Sudamérica.
Surgió a mediados de los ochenta con la aparición de la banda alemana Helloween, que
estableció a partir de sus primeros álbumes una combinación de riff rápidos con el shred, un
enfoque melódico y unas «voces agudas limpias» de la mano de Michael Kiske con
influencias de Judas Priest y Iron Maiden.[131] Otras bandas de la llamada primera oleada,
surgida a finales de la década de los ochenta, son los suecos HammerFall, los alemanes
Blind Guardian o Gamma Ray (una escisión del propio Helloween) y los estadounidenses
Iced Earth. Muchas de estas bandas adoptaron la rapidez de la Nueva ola del heavy metal
británico con las letras épicas de Rainbow y Dio.[132] A su vez, otros grupos como los
finlandeses Stratovarius y, ya en la década de los noventa, Kamelot, Nightwish, Sonata
Arctica o Rhapsody of Fire comenzaron a emplear los teclados y órganos que dieron paso al
power metal sinfónico.
Durante esa misma década de los noventa el movimiento generó una gran popularidad en
Europa con la aparición de nuevas agrupaciones comoEdguy, Sabaton o Dragonforce por
citar algunas. Además, el subgénero llegó a los circuitos de conciertos con gran éxito en
Sudamérica, de donde nacieron los brasileños Angra y los argentinos Rata Blanca.[133]
Como muchos de los subgéneros del metal, varios grupos le otorgaron nuevos atributos que
dieron paso a algunas subdivisiones. La más importante de ellas es el metal progresivo, que
mezcla la rapidez del power con la complejidad compositiva del rock progresivo en especial
de Rush y King Crimson. Este nuevo estilo surgió en los Estados Unidos liderado por
Queensrÿche, Crimson Glory, Fates Warning y por Dream Theater.[134]
Soundgarden.
Alice In Chains.
La llegada de los noventa renovó en gran medida la denominada época dorada del heavy
metal. Por un lado el glam metal comenzó a perder popularidad en los principales mercados
del mundo ante el nacimiento del grunge, liderado por bandas como Nirvana, Alice in Chains ,
Pearl Jam y Soundgarden.[135] Esta nueva ola de grupos estaban influenciadas por el heavy
metal, pero rechazaban los excesos de muchas agrupaciones de los ochenta, como la
imagen ostentosa y los virtuosos solos de guitarra.[136] [137] Además, la incursión del thrash
en las listas musicales y la eclosión del llamado groove metal fueron puntos importantes de
esta renovación musical.[138]
Liderada por Perry Farrell, la banda Jane's Addiction encabezó un nuevo estilo musical
llamado metal alternativo,[139] que junto con el grunge comandaron en gran parte las listas
musicales, las ventas discográficas y los conciertos en vivo durante los primeros años de los
noventa. Aun así, las bandas Pantera, White Zombie y Sepultura con un sonido más agresivo
tuvieron gran repercusión en los Estados Unidos, mientras que Aerosmith y Guns N' Roses
fueron uno de los pocos grupos que se mantuvieron viables comercialmente. También la
aparición del festival Lollapalooza sirvió como una enorme oportunidad para que nuevas
bandas se hicieran conocidas.[140]
De igual manera esta nueva década trajo consigo nuevas tendencias, donde las bandas
emergentes fusionaron diversos géneros musicales con el metal, creando así nuevos
subgéneros. Agrupaciones como Faith No More mezclaron el rock alternativo con el funk,
punk, metal y hip hop. Por su parte bandas como Primus, Red Hot Chili Peppers y Rage
Against the Machine combinaron elementos del funk con el metal alternativo, dando paso al
llamado funk metal.[141] A su vez, la mezcla del metal con los sonidos electrónicos de
sintetizadores, samplers y teclados dieron como resultado al metal industrial, liderada
mayormente por Rammstein, Ministry, Fear Factory y Nine Inch Nails.[142] Otra de las
fusiones surgidas a principios de la década fue el rap metal, que enfatizaba la potencia y
sonido del metal con la complejidad rítmica y lingüística del rapeo.[143]
Por último y a fines de los noventa nació en los Estados Unidos el nu metal, que combinaba
los elementos del metal alternativo con el hip hop y que gracias a festivales como el Ozzfest
lograron cautivar a la nueva generación de metaleros.[144] Aun así, este nuevo estilo no ha
sido reconocido por los seguidores del heavy metal, quienes lo tildan como posero.[145] Sin
embargo, este subgénero logró durante los primeros años de la década siguiente una gran
aceptación en los mercados mundiales, donde agrupaciones como Limp Bizkit, Slipknot,
Deftones, Papa Roach, Linkin Park y KoRn lograron vender millones de copias. Pero a partir
de 2005 el movimiento comenzó a decaer; por un lado grupos como Linkin Park y Disturbed
cambiaron su estilo e imagen acercándose al metal alternativo y por el otro grupos como
KoRn, Limp Bizkit y Maximum the Hormone siguieron teniendo éxito con el nu metal aunque
en menor escala.[146]
En 1999, la revista Billboard anunciaba que había más de 500 radios en los Estados Unidos
especializadas en música metal, cerca de tres veces más que hace diez años.[147] Estas
nuevas emisoras reactivaron el heavy metal tradicional que durante la década estuvo
ensombrecido por las bandas emergentes, donde muchas de ellas se separaron o lanzaron
álbumes alejados de su sonido clásico, con diversas críticas tanto de sus seguidores como
de la prensa.
Judas Priest en el escenario del Sauna Open Air Metal Festival en Tampere, Finlandia en 2011.
La llegada del nuevo milenio trajo consigo un retorno del metal clásico principalmente en
Europa, Latinoamérica y Japón. Muchas de las agrupaciones que se separaron volvieron a
lanzar nuevos trabajos de estudio, muchos de ellos con su alineación clásica de los ochenta
por ejemplo, Iron Maiden con Brave New World, Judas Priest con Angel of Retribution o
Manowar con Warriors Of The World. A su vez en Escandinavia comenzó una nueva
generación de bandas con gran éxito en los mercados, mientras que países como Bélgica,
Países Bajos y sobre todo Alemania se convirtieron en los mercados más importantes para
el género en Europa.[148]
Muchas de las agrupaciones que nacieron en los noventa dentro del circuito underground
como por ejemplo Blind Guardian, Nightwish, Children of Bodom, In Flames, HammerFall o
The Haunted comenzaron a tener un gran éxito en los mercados europeos, con miles de
ventas y participaciones en los principales festivales del viejo continente.[149] Además,
algunos críticos utilizaron el término retrometal que ha sido aplicado a principios y mediados
de los años 2000 a grupos como los británicos The Darkness.[150] y los australianos
Wolfmother.[151] Dicha expresión también alude a las nuevas bandas que reviven el sonido
del hard rock y del heavy metal de los ochenta como por ejemplo Steel Panther, Stone Gods,
Hardcore Superstar, The Answer y Airbourne.
Sin embargo y durante los primeros años de la década surgió el último subgénero de
importancia hasta el día de hoy el metalcore, considerado como un híbrido entre el metal
extremo y el hardcore punk.[152] Sus raíces provienen desde mediados de los ochenta con la
escena crossover thrash de grupos como Suicidal Tendencies, Dirty Rotten Imbeciles y
Stormtroopers of Death.[149] Durante los noventa se mantuvo como un fenómeno
underground lideradas por las agrupaciones Earth Crisis, Hogan's Heroes, Converge,
Hatebreed y Shai Hulud, pero con la llegada de los 2000 algunos grupos han logrado
posicionarse en los primeros puestos de las listas musicales, entre ellos Killswitch Engage
con The End of Heartache y Shadows Fall con The War Within.[153] [154] Al igual que todos los
subgéneros, muchas de sus bandas les han atribuido nuevos sonidos dando paso a una
serie de subdivisiones como el grindcore, deathcore y el metalcore melódico por mencionar
algunas.
Por último y desde mediados de la década anterior comenzó en los Estados Unidos una
nueva generación de bandas, que la prensa denominó Nueva ola de heavy metal americano y
que está integrado por diversos estilos entre ellos el metal alternativo, groove metal, nu metal
y el metal progresivo por ejemplo.[155] Algunas de sus agrupaciones como Machine Head,
Mastodon, Lamb of God, Black Label Society o Avenged Sevenfold han tenido un gran éxito
comercial en los últimos años e incluso han liderado varios de los festivales más
importantes del mundo.
Véase también
Metalero
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