Ensayo Historia de La Teoría Política

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Tarea 4 Ensayo.

Historia de la Teoría Política

Materia: Teoría General del Estado


Licenciatura en Derecho Modalidad Virtual
Docente: Lic. Sergio Eduardo Carretero Lagarda

Presenta: Moisés Antonio Benítez Espinoza


Matricula: 542103511

Hermosillo, Sonora, octubre 2021.


Introducción
Para comenzar el presente ensayo es necesario tener una perspectiva en como el
desarrollo de la humanidad y los efectos directos de la globalización hacia el Estado,
nos llevan a la necesidad de entender la complejidad de los fenómenos y
comportamientos políticos. Hoy día definitivamente el conocimiento y el estudio
científico de los hechos políticos se constituye como una necesidad para el hombre
contemporáneo, y no sólo para los estudiosos de la política, como se ha llegado a
pensar erróneamente, sino reviste especial importancia para varios estudiosos del
derecho, como el jurista que organiza el trabajo del Estado, al igual que regula la
relación entre los actores políticos y sociales. Desde que el hombre se planteó los
primeros cuestionamientos sobre su organización social, la política y el
comportamiento, apareció en nuestro saber la Teoría Política, ligada por ello a la
primera escuela de filosofía de Platón y Aristóteles.

La política es la actividad social fundante de la sociedad y la palabra es el


fundamento de la práctica política, ella ocupa, ahora, el trono del poder; la arché no
puede ser más propiedad exclusiva de determinado grupo social. El Estado se
despoja de su contenido mítico-religioso, y de todo carácter privado y particular,
escapando al control de cierto sector y apareciendo como cuestión de todos.
Podríamos pensar que esto es un ejemplo utópico sobre todo en contextos como el
de México o siendo más localistas, como el de Sonora, pero no debemos olvidar las
recientes alternancias que hemos vivido. Entonces tengamos una mente receptiva
a comprender lo que es en si la Teoría Política y el porqué de su importancia dentro
del estudio de la Ciencia Política.

Antecedentes
Dentro de la Historia de la Teoría Política, y sin remontarme hasta los conocimientos
que nos heredan los estados griego y romano, con las ideas de Sócrates, Polibio y
Cicerón hasta la primera escuela de filosofía de la que tenemos registro con los
estudios de Platón y Aristóteles. Empezare trayendo a puerta a quien se le
considera como el padre de la Ciencia Política, Nicolás Maquiavelo. Este decía que
si una persona desea funda un estado y crear sus leyes, debe comenzar por asumir
que todos los hombres son perversos y que están preparados para mostrar su
naturaleza, siempre y cuando encuentren la ocasión para ello, de aquí su famosa
frase, "El fin justifica los medios". En 1513 escribió su tratado de doctrina política
titulado “El príncipe”. Su objetivo es mostrar como los príncipes deben gobernar sus
Estados, según las distintas circunstancias, para poder conservar exitosamente el
poder, donde la premisa que interesa es solo conservar el poder.

Es de importancia también el mencionar a Martin Lutero, quien fue el principal


artífice de la reforma protestante. Se caracterizó por exhortar a que la iglesia
cristiana regresará a las enseñanzas originales de la Biblia, impulsando con ello una
reestructuración de las iglesias cristianas en Europa. Concluyó que los súbditos
tienen respeto a sus gobernantes, un deber de obediencia pasiva. Tenía un respeto
profundo por las magistraturas y no tenía confianza en las masas de la humanidad,
para 1520 desarrolló sus ideas en tres grandes escritos reformistas: "Llamamiento
a la nobleza cristiana de la nación alemana", "La cautividad babilónica de la Iglesia"
y "Sobre la libertad cristiana“. Es así, que el pensamiento y la obra de Martín Lutero
se inscriben en ese gran movimiento religioso de principios del siglo XVI que finalizó
con la supremacía eclesiástica, religiosa y política de la Iglesia de Roma en Europa
creando iglesias protestantes de diferentes denominaciones, y como mencionaba,
aunque la Reforma fue esencialmente un movimiento religioso, produjo importantes
cambios en casi todos los aspectos de la vida social, económica y política, con
grandes repercusiones en la historia moderna del mundo occidental.

Con la disolución de los principios fundamentales del Medioevo y el surgimiento de


las nuevas corrientes intelectuales del humanismo y el Renacimiento, se dieron las
condiciones propicias para el desarrollo de la Reforma protestante, especialmente
en los territorios de habla alemana, en donde el fervor religioso se entremezclaba
con el disgusto hacia la Iglesia romana.

La Reforma fue denominada “protestante” después de la segunda Dieta de Espira


(1529), en la cual los dirigentes luteranos firmaron una enérgica protesta dirigida al
Emperador manifestando su disconformidad y reafirmando su fe con ahínco. Las
cuatro tradiciones protestantes principales que surgieron de la Reforma fueron la
luterana, la calvinista, la anabaptista y la anglicana, cada una con importantes
implicaciones en la teoría y la práctica política.

También es necesario citar el trabajo de Jean Bodino, quien a través de su obra


hizo notables aportes a la Teoría de Política y del Estado. Al respecto puede
mencionarse su libro Los Seis Libros de la República, en donde estableció
tempranamente el concepto de "soberanía" y los fundamentos que inspirarían
posteriormente a Hobbes y Locke; las bases teóricas de la monarquía absoluta
(poder de mando, poder absoluto, poder indivisible, poder perpetuo). Otras
contribuciones incluyen la supervisión de los poderes de los jueces y la
administración y el establecimiento de distinciones fundamentales entre el Estado y
el gobierno. Aprovechando el haber mencionado a Hobbes y Locke es necesario el
abordar un poco su trabajo.

Tanto Thomas Hobbes como John Locke utilizan los instrumentos del contrato social
para justificar el origen del poder político; los dos parten de categorías similares: el
individuo libre, igual y racional en el estado de naturaleza, el pacto como elemento
fundador del poder político, la representación política, y proponen constituir un
Estado que sirva para superar las inseguridades y desequilibrios propios del estado
de naturaleza. Sin embargo, entre estos dos autores hay una gran diferencia: Locke
representa la defensa de un modelo de Estado liberal y Hobbes personifica la
justificación de un Estado absolutista.

Esta diferencia se acentúa básicamente por el papel que juega en el modelo


lockeano la doctrina de la resistencia. Tal asunto resulta fundamental en los Dos
ensayos sobre el gobierno civil, ya que le permite a Locke organizar
sistemáticamente los diferentes componentes de su teoría. El autor de los Dos
ensayos modifica esencialmente la forma como Hobbes trata el asunto de la
soberanía mediante la justificación del derecho del pueblo a resistirse de manera
legítima contra quien detenta el poder.
Aunque han existido más pensamientos como la teoría iusnatualista, la decadencia
del derecho natural o el pensamiento conservador moderno, es de destacar como
movimiento filosófico, político, social y cultural, el peso del marxismo en los últimos
siglos es difícil de igualar. El marxismo es una filosofía de la sociedad que propone
una interpretación del desarrollo de la historia desde coordenadas materialistas y
dialécticas. No es fácil caracterizar al marxismo con precisión, y quizás por ello ha
sido no pocas veces caricaturizado. Por encima de tópicos, el marxismo presenta
tres dimensiones claramente identificables: una dimensión económico-sociológica,
en tanto que teoría de la sociedad; una dimensión política, ya que implica una praxis
encaminada al cambio político y social; y una dimensión crítico-filosófica expresada
en lo que la teoría marxista supone de reacción a la filosofía anterior plasmada en
el idealismo de Hegel y en el materialismo de Feuerbach.

Karl Marx afirmó que las condiciones materiales de la vida de los seres humanos
han determinado siempre su forma de vivir y de pensar, es decir, su devenir
histórico. La actualidad del marxismo se inscribe en que conceptos como alienación,
estructura económica, modo de producción, relaciones de producción o clase social
cobran un nuevo sentido en este momento de crisis económica. Marx fue el primero
en explicar cómo surgió el capitalismo, cuáles eran las leyes por las que se regía y
la posibilidad de ponerle fin. Sin el marxismo no se puede explicar la historia del
siglo XX ni las conquistas de los derechos de los trabajadores.

La Ciencia Política y su relación con la Teoría Política


El concepto política deriva de la palabra griega polis o polítics, que designa lo
referente a la ciudad, al ciudadano o lo civil y público. Los griegos utilizaban el
termino polis como un vocablo para referirse a la comunidad integrada por un
conjunto de hombres que residían en un territorio delimitado, que constituían una
entidad prácticamente autosuficiente y se encontraba regida por un gobierno propio.
Este primer acercamiento a la palabra política delimita el enfoque a las acciones
humanas que tienen que ver con asuntos públicos concernientes a toda
colectividad.
Autores como Jean-Jacques Rousseau, definían en 1762 a la política como “la
actividad que tiene por objeto regular y coordinar la vida social por medio de una
función de orden, defensa y justicia para mantener la superación y la cohesión de
un grupo social determinado”. Por lo tanto la política es también una actividad
humana realizada en un entorno social, que tiene como base legitimadora su función
de ordenamiento, en busca del bien común.

Ahora bien de aquí seguiremos con lo que es la Ciencia Política es una disciplina
que dentro del marco de las ciencias sociales pretende, a través del método
científico, trascender de la opinión y la descripción de los hechos políticos al
conocimiento sistemático. Es rigurosa, explicativa y potencialmente aplicativa, por
lo que se le considera una ciencia social que desarrolla su campo de estudio tanto
en la teoría como en la práctica a partir la descripción y análisis de sistemas y
comportamientos políticos individuales, de la sociedad y del Estado, y, sus niveles
de teorización son el descriptivo, el explicativo y el interpretativo. Es una ciencia en
la medida que describe, interpreta y critica el fenómeno político estatal (gobierno),
y lo político (la política y el poder) para lo que utiliza un método determinado.

Pablo Bulcourf concibe otra definición interesante de Ciencia Política, “es el estudio
de las interacciones básicas de los agentes sociales, que involucran relaciones de
poder, sus formas de condensación, y los diferentes agregados societales producto
de las mismas”. De igual forma para Bulcourf desde su punto de vista, la teoría
política constituye el núcleo básico o la columna vertebral, de la Ciencia Política.

Ahora es necesario establecer la concepción de “Teoría” en la ciencia política, para


esto se plantea que se entiende por teoría una afirmación o conjunto de
afirmaciones sobre los fenómenos que pretende estudiar, estas afirmaciones
constituyen las hipótesis. Dentro del cuerpo de la teoría se incluyen el conjunto de
hipótesis de partida como las que se pueden derivar de las mismas. Unas de las
principales características de las Ciencias Sociales es la existencia de varias teorías
sobre los mismos fenómenos con explicaciones totalmente diferentes. Esta
característica constitutiva de las Ciencias Sociales obedece tanto a la compleja
naturaleza del objeto de estudio y su carácter significativo como a aspectos de
índole psicológicos y sociológicos.

La teoría si bien es una elaboración humana orientada hacia el conocimiento, posee


poderes en el sentido de que: brinda un conocimiento sobre la realidad; articula, en
forma implícita, aspectos provenientes de nuestras concepciones sobre el mundo;
es reflexiva es cuanto a un análisis como una crítica hacia el propio yo cognoscente;
y, posee un contexto de aplicación, siendo un posible instrumento para la
modificación propia de la realidad en la cual opera.

Entonces, podemos decir que la designación de la Teoría Política compone el


conjunto de conocimientos que derivan de la preocupación por comprender al
fenómeno político, entendido como aquella actividad humana que concierne a la
vida en común, es decir, aquello que podemos entender como lo público. A su vez,
y en la medida en que efectivamente humana, esa vida en común no puede ser sino
evaluada, se trata de un tipo de conocimiento sometido explícita o implícitamente a
la siguiente premisa: el fenómeno político expresa y pone en movimiento una
tensión inherente, que puede ser explicitada como la que acontece entre lo que es
y lo que debe ser.

En este sentido Alford y Friedland sostienen que las teorías del estado tienen poder.
Primero, pueden utilizarse para interpretar las causas y consecuencias potenciales
de los actos políticos, legislativos y administrativos. La teoría influye en la
interpretación de las acciones del estado. Segundo, las teorías conforman la
conciencia de los grupos sociales, les indican que acciones es probable que el
estado considere legítimas o ilegales. Una hipótesis sobre si es probable que la
política arreste a alguien por realizar una sentada antes las oficinas del alcalde es
una teoría sobre la acción probable del estado. Este es el dominio de la teoría sobre
la conducta. Tercero, los supuestos latentes en cuanto a que ciertas conductas son
públicas y otras privadas se fundan en una teoría implícita acerca de los límites
entre el estado y la sociedad. En este caso se trata de la hegemonía de la teoría
sobre las categorías mismas del lenguaje. Aunque no creemos que los aspectos del
estado puedan ser adecuadamente explicados por ninguna de las perspectivas
teóricas con independencia de las otras, pensamos sin embargo que cada una de
ellas tiene poder en los tres sentidos mencionados.

Conclusión
En tales términos entonces, la teoría política viene a ser una suerte de
“enjuiciamiento crítico de la vida en común”. En vista de ello pretende responder a
interrogantes tales como los siguientes: ¿debe prevalecer la fuerza, la razón, o el
consentimiento en la vida en común? ¿Cuál de esas energías se orienta mejor hacia
el tipo de vida que juzgamos más idóneo o mejor?

Como es de esperarse, estando la Teoría Política en encargo de tan compleja y


multifacética situación, la evaluación de las ideas toma no sólo la forma de contactos
o experiencias empíricas sino también la de un diálogo entre los reconocidos
autores que conforman largos linajes de ideas; es decir, tradiciones de discurso. En
este sentido, la teoría política es simultáneamente un modo de enfrentar, definir,
conceptualizar, comprender fenómenos y también un modo de dialogar con la
comunidad de quienes comparten esa empresa.

Se entiende entonces que “hacer” Teoría Política sea una actividad frecuentemente
referida en la historia intelectual; y, más precisamente, en la historia de las ideas
políticas. Entonces, las variedades de la Teoría Política pueden discernirse según
los diversos criterios de lectura que se practiquen, según los participantes invitados
a la comunidad lo que plantea el agudo problema del canon de lecturas. Pensemos
en los debates que van desde la consideración de un autor como pensador político
por ejemplo, cabe preguntar ¿los autores fascistas son en verdad “pensadores”?,
hasta los problemas de inclusión que se suscitan cuando se plantea que algunas
obras de un autor no son pertinentes, como cuando se aduce que algunas obras de
Marx no son suficientemente “marxistas”.

En ese sentido, la propuesta es seguir esa madeja de ideas, ese diálogo, a partir de
un encuadre de preguntas fundamentales y menos a partir de los cánones
cronológicos usuales. A su vez, estas preguntas han sido seleccionadas con
especial consideración a los problemas de la “modernidad” política.

Por otra parte, esto último implica el tener en cuenta especialmente los conceptos
e ideas cruciales que plantean o se hacen eco los autores; por ejemplo, el concepto
“justicia”, o el concepto “libertad”. Es un hecho que la teoría política se compone de
conceptos, entre los que conviene hacer una distinción básica. Por un lado, existen
conceptos cuyo valor es “epistémico”; es decir, términos que se pretenden
instrumentales para una investigación empírica. Por otro lado, existen conceptos
cargados de valor “normativo”; como por ejemplo, el concepto “justicia”.

Se trata de una distinción que aunque básica no deja de ser controversial. Se suele
discutir la posibilidad de conceptos que, refiriéndose a la acción humana, puedan
ser no-normativos, en cierto modo, la línea sugerida por Weber: “aunque los
conceptos estén cargados de valor y aunque dependan de intereses ideológicos o
filosóficos del científico, no deja de ser cierto que pueden ser evaluados en su
idoneidad para la investigación social y empírica”. De acuerdo a esto, considero
necesario seguir discutiendo el conjunto de conceptos que enuncian la modernidad
política, porque esta es por demás compleja y diversa.

Bibliografía
Archivos Diputados. Historia de la Teoría Política. Tercera Parte. Sitio web:
http://archivos.diputados.gob.mx/Centros_Estudio/UEC/maestria/teo_politica/HIST
ORIA%20DE%20LA%20TEOR%C3%8DA%20POL%C3%8DTICA.pdf

Bulcourf Pablo Alberto (2011). ¿Qué entendemos por Teoría Política? Revista
PostData. Extraido del Sitio Web: https://es.scribd.com/document/75621954/Que-
entendemos-por-teoria-politica-Pablo-Bulcourf

Cortés Rodas, Francisco (2010). El contrato social liberal: John Locke, Dossier:
Justicia y política. Co-herencia vol.7 no.13 Medellín.
Tamayo Jiménez, Dora María (2012). Teoría Política. Red Tercer Milenio. Estado
de México.

Vallespin, Fernando: (ed.), Historia de la teoría política. Madrid, Alianza, 1990. Tomo
II, pp. 171-208

Wikipedia. Jean Bodin. Sitio Web: https://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Bodin

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