Historia Del Sistema Financiero

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HISTORIA DEL SISTEMA FINANCIERO

El sistema financiero internacional está compuesto por un conjunto de instituciones


públicas y privadas, y un conjunto de normas y regulaciones nacionales e internacionales,
que sirven de marco para las transacciones u operaciones de compra y venta de las monedas
de los distintos países, fuertes y débiles. El precio de una moneda en términos de otra o tipo
de cambio se determina por la oferta y demanda global de esa moneda, es decir por la oferta
y demanda tanto pública como privada. La determinación del tipo de cambio es flexible si
lo determina la oferta y demanda privada en un mercado libre de compra y venta de divisas
y es fijo si lo determina una autoridad de gobierno como el banco central.

Diferentes sistemas de tipo de cambio han estado asociados con diferentes mecanismos de
ajuste. El mecanismo de corrección automática del déficit o del superávit en la balanza de
pagos de un país, tiene lugar a través de un proceso de ajuste de la oferta monetaria
nacional u oferta de moneda nacional, de los precios internos, del ingreso nacional y de las
tasas internas de interés. Dicho mecanismo funciona de manera diferente según los tipos de
cambio se determinen en un mercado libre de divisas o mediante la intervención del banco
central.

A través de la historia se han presentado diferentes sistemas para la determinación de los


tipos de cambio.

1. La época del patrón oro (1870-1914)


2. El período de entreguerras (1918-1939)
3. El periodo tras la II Guerra Mundial (1945-1973).
4. A partir de 1973: TC flotantes
1. Patrón oro (1870-1914)
Su origen está en el uso de las monedas de oro como medio de cambio, unidad de
cuenta y depósito de valor. Según este sistema, los bancos centrales emiten moneda en
función de sus reservas de oro a un tipo de cambio fijo. Aunque existieron muchas
ocasiones a lo largo de la historia en que el oro fue dinero, cuando hablamos del patrón
oro nos estamos refiriendo al imperio de este sistema que tuvo lugar en occidente
durante el siglo XIX y que tuvo su apogeo entre 1872 y 1914.
El sistema del patrón-oro parte de una premisa fundamental según la cual el valor de las
monedas se basa en un patrón que es el oro, pudiendo convertir aquellas por éste18.
Cada moneda tiene así su propia correspondencia en oro, lo que permite una fácil
conversión de una moneda por otra, fluidez que permitirá generar una confianza a la
hora de asegurar la libertad y la estabilidad de los pagos internacionales. De esta forma,
y utilizando el oro como «intermediario», este es al mismo tiempo una moneda nacional
e internacional: a nivel nacional, los Bancos centrales, o instituciones que cumplan esas
funciones, aseguran la convertibilidad de sus monedas, mientras que a nivel
internacional el oro se convierte no sólo en la moneda para el pago de las transacciones
internacionales sino también en moneda de reserva de los bancos centrales. El oro era
pues la base monetaria y aseguraba la estabilidad de las monedas. La cantidad de oro
estaba a su vez estrechamente relacionada con la balanza de pagos. Y es que, en caso de
superávit, se producía una entrada de oro, incrementando esto la oferta monetaria,
mientras que si había déficit, el efecto era todo lo contrario.
Hay que resaltar, sin embargo, que en el siglo XIX se permitía la acuñación y la
circulación monetaria de oro y plata. Solo Gran Bretaña mantuvo únicamente el patrón
oro desde principios de siglo, por oposición a Estados que como Austria-Hungría,
Suecia, Rusia, y en general los países de Oriente tenían sólo un patrón plata. Por su
parte, la ley monetaria francesa de 1803 era una de las más representativas de una
legislación bimetálica, pues la casa de la moneda suministraba monedas de curso legal a
aquellas personas que les entregaran oro o plata de una determinada calidad. Otros
países como Bélgica, Italia, tras su independencia en 1862, y Suiza acuñaron también
monedas de ley mientras que la italiana era de 0,835 y la suiza de 0,9. Conscientes de
los problemas que esta situación podría generar, al considerarse interdependientes, estos
países celebraron una conferencia internacional en 1865, de donde salió la conocida
Unión Monetaria Latina, según la cual los cuatro Estados (Bélgica, Francia, Italia y
Suiza) se comprometieron a acuñar ñar monedas de plata de 0,835. Posteriormente la
guerra franco-prusiana de 1870 vendría a plantear algunos problemas en Europa
continental, dejando así a Gran Bretaña desempeñar el papel más importante a nivel
internacional. Respecto a España conviene poner de relieve que a finales del siglo XIX
era el único país europeo (España era ya diferente... en esa época) que seguía con papel
inconvertible19. Hay que reconocer que, en general, este sistema funcionó bien, sobre
todo en el último cuarto del siglo XIX y hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial.
En este período el liderazgo británico fue evidente, y en el plano estrictamente
internacional la libra esterlina competiría con el oro como medio de pago en las
transacciones internacionales, e incluso terminaría desplazándolo, por lo que es habitual
denominar este período como «Sterling Exchange Standard» (Patrón Cambio Esterlina)
El comercio internacional se vio favorecido de una manera tal que se duplicó entre 1890
y 1913, debido sobre todo a los principales Estados del momento: Reino Unido,
Alemania, Estados Unidos y Francia. Al mismo tiempo, este período va a proporcionar
una época de gran estabilidad monetaria, con tipos de cambio fijos. Es más, hay que
poner de relieve que entre 1880 y 1914, no hubo ningún cambio de paridad entre las
monedas de los cuatro Estados grandes precitados de la época, habiéndose generado
una confianza digna de añorarse en otros tiempos futuros. Sin embargo, esta época de
esplendor se vería rota por el desencadenamiento en 1914 de la Primera Guerra
Mundial, de cuyas consecuencias el sistema del patrón oro nunca se pudo reponer. Y es
que, ya durante la Guerra, se instala una total anarquía, cada Estado decidiendo
unilateralmente el tipo de cambio de sus monedas, al mismo tiempo que imponían el
establecimiento de controles de cambio. Esta política de unilateralismo monetario
tendría como efecto que los tipos de cambio de las monedas, al no tener ya tipos de
cambio fijos, flotaran. Si a esto añadimos el grave problema de la inflación, que no sólo
existió durante la Guerra, sino que se prolongaría después, haciendo estragos en países
como Alemania, los problemas que se avecinaban estaban cantados.

La adopción internacional del sistema fue gradual, y aportó una gran estabilidad a la
situación financiera mundial debido a que proporcionaba una inflación insignificante y
un tipo de cambio fijo que era una bendición para el comercio internacional. En ese
clima de tranquilidad, la prosperidad generalizada es casi inevitable, y así se mantuvo
durante el siglo XIX, desde las Guerras Napoleónicas hasta la Primera Guerra Mundial.

2. Periodo de entreguerras (1918-1939)


Los países abandonaron el patrón oro durante la primera Guerra Mundial y financiaron
parte de sus masivos gastos militares imprimiendo dinero. A consecuencia de la guerra,
la fuerza de trabajo y la capacidad productiva se redujeron considerablemente, lo que
hizo subir los precios. La utilización del gasto público para financiar la reconstrucción
desató procesos inflacionistas que se vieron agravados por aumentos de la oferta
monetaria. La vuelta al patrón oro tras la guerra agravó la situación de recesión de la
economía mundial. Las características de este período son de inestabilidad financiera,
desempleo y desintegración económica internacional.
3. El Sistema de Bretton-Woods y el Fondo Monetario Internacional: 1944- 1973
En 1944, 44 países se reúnen en Bretton-Woods (New Hampshire, EEUU) para firmar
el acuerdo de creación del FMI. Objetivo: diseñar un SMI que pudiera promover el
pleno empleo y la estabilidad de precios de los países (objetivos de equilibrio interior y
exterior) sin perjudicar el comercio exterior.
El sistema monetario internacional de Bretton Woods fue adoptado el 22 de julio de
1944 en el seno de la Conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas que se
abrió en Bretton Woods el 1 de julio de 1944, de ahí su nombre. Se puede decir que
todos los países independientes de la época estaban presentes, incluidos aquellos que
figurarían como los grandes victoriosos de la guerra, entre ellos evidentemente la
URSS24. Así pues, invitados por el Gobierno de los Estados Unidos, un total de 44
estados estuvieron presentes, lo que revela la importancia que se dio a la Conferencia.
Por otro lado, no hay que olvidar el momento en el que tuvo lugar dicha Conferencia,
pues se celebró un mes y medio después del famoso desembarco de Normandía (6 de
junio de 1944) y cuatro meses después de la Conferencia de Yalta. Parecía evidente ya
la victoria, por la que se quería ya determinar con prontitud las reglas que debían regir
los pagos internacionales una vez terminada la guerra y regular así las relaciones
internacionales. Dicho esto, hay que poner de relieve que se llevaba tiempo trabajando
en este tema, que es clave evidentemente para el nuevo orden económico que surgiría
tras finalizar el conflicto. Hay incluso quien apunta que las discusiones sobre el futuro
sistema monetario comenzarían ya en 1941 vía la Carta del Atlántico.

4. Entre 1973 - 2002 tipos de cambio flexibles


A partir de 1973 el FMI sin funciones claras: Flotación cambiaria El dólar es el activo
de reserva el FMI deja de ser el prestamista en última instancia para todos los países.
EVOLUCION DEL SISTEMA FINANCIERO

El sistema financiero durante 1999 se enfrentó a un entorno caracterizado por una aguda
recesión económica, cierre de líneas de crédito del exterior, fuga de capitales, altas tasas de
interés, morosidad del Estado en el pago de deuda externa, reestructuración de la deuda
interna, fuerte depreciación de la moneda que erosionó la solvencia de deudores privados y
de la banca, inestabilidad política y desconfianza generalizada.

Las quiebras bancarias de 1998 continuaron en 1999 y se sumaron nuevas instituciones


financieras al control de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). Durante enero los
bancos Financorp, Finagro y Azuay pasaron a saneamiento y liquidación. Adicionalmente,
durante febrero y marzo las financieras Amerca, Finannova y el Banco del Occidente
fueron sometidos a saneamiento y liquidación por parte de la AGD.

La iliquidez del sistema financiero se agravó, pues la restricción y encarecimiento de las


líneas de crédito internacionales se mantuvo; durante los primeros meses del año se observó
una reducción neta de USD 350 millones aproximadamente, situación que afectó a la
banca, ya que alrededor del 20% de su fondeo en moneda extranjera proviene de estas
fuentes.

En marzo de 1999 se intensificó la desconfianza en la banca con las consecuentes corridas


de depósitos y presiones cambiarias; esta situación desembocó en la decisión de las
autoridades de decretar un feriado bancario forzoso, en el que se dispuso la reprogramación
de los depósitos y captaciones del sistema financiero nacional.

A fines de marzo, el Banco del Progreso decidió unilateralmente cerrar sus puertas,
aduciendo la imposibilidad de seguir cumpliendo con sus depositantes debido a la crisis
económica y al supuesto trato discriminatorio y regionalista del gobierno. Sin embargo, era
claro que los problemas de la entidad y su debilitamiento patrimonial respondían
fundamentalmente a una mala administración, dada la alta concentración de créditos y la
vinculación por presunción con empresas relacionadas, créditos que registraban un nivel de
riesgo muy elevado. Ante esta situación, las autoridades sometieron a este banco a un
proceso de reestructuración y recapitalización, proceso que no pudo ser concretado por los
accionistas, dada la magnitud de la insolvencia de la entidad. A fines de marzo esta entidad
financiera entraría a saneamiento cerrado.

Durante el mes de mayo, el gobierno ecuatoriano, con el afán de sanear el sistema bancario
contrató auditorías internacionales para determinar la viabilidad de cada una de las
instituciones financieras. Los resultados se presentaron al país a fines de julio y precisaron
que diez y nueve bancos del total de bancos examinados tenían un patrimonio técnico
mayor al 9%; cuatro bancos, Pacífico, Popular, Previsora y Cofiec, tenían un patrimonio
inferior al 9% y por lo tanto debían capitalizarse en el plazo de un año, a la vez que
seguirían operando a través de un crédito subordinado otorgado por Filanbanco; y,
finalmente dos bancos, Unión y Crédito, tenían un patrimonio negativo y fueron
considerados como inviables.

La difusión de los resultados de las auditorías a principios del segundo semestre y el


anuncio del Superintendente de Bancos de no cerrar otros bancos, generó cierta
recuperación de la confianza del público en el sistema financiero; no obstante los
problemas de los bancos Popular, Previsora y Pacífico recrudecieron. Así, en el mes de
septiembre el banco Popular fue sometido a saneamiento abierto y el banco La Previsora
fue fusionado por absorción al Filanbanco. La caída de estos bancos cuestionó los
resultados de las auditorías, pues, éstas recomendaron únicamente un proceso de
fortalecimiento para dichas instituciones.

A fines de junio se desató una nueva crisis de confianza, situación que se agravó aún más
ante el anuncio del gobierno del no pago parcial de las obligaciones de los Bonos Brady y
Euro bonos, que afectó definitivamente el acceso del sistema a las líneas de crédito
internacionales y la reestructuración de la deuda interna convenida a fines de octubre, lo
que a su vez profundizó el nivel de iliquidez del sistema financiero. Estos sucesos
aceleraron el alza del tipo de cambio y el colapso en los mercados financieros.

En este contexto, como se mencionó anteriormente, durante el cuarto trimestre del año, las
autoridades monetarias optaron por elevar las tasas de interés como alternativa para
enfrentar la interacción de diferentes factores: desconfianza, emisión de dinero y
devaluación. Sin embargo, en un ambiente de desconfianza, el tipo de cambio continuó al
alza, lo que debilitó aún más la situación financiera de la banca dado el alto
posicionamiento de activos en dólares y el deterioro de la solvencia de los deudores, cuyas
obligaciones estaban principalmente en dólares mientras sus ingresos se liquidaban en
sucres.

Finalmente, es imprescindible señalar que han sido varios los factores estructurales que han
provocado la crisis financiera del Ecuador, incluidos: el rezago de la supervisión y la
regulación prudencial frente al rápido proceso de liberalización financiera, muy débil
supervisión bancaria, constante violación del marco legal, falta de transparencia de la
información particularmente de las actividades offshore, ineficiencia financiera,
administración inadecuada de los riesgos (crédito, liquidez, tasas de interés, entre otros);
mal manejo bancario relacionado especialmente con operaciones fraudulentas como
préstamos vinculados, excesivo número de instituciones financieras frente al reducido
tamaño del mercado y, sin duda, el deterioro del entorno macroeconómico.

ELEMENTOS DEL SISTEMA FINANCIERO

Los agentes de inversión

Se trata de una serie de individuos dedicados a la disposición de recursos con estrategias


definidas. Los cuales son capaces de realizar transacciones como préstamos o inversiones.
Estos trabajan y participan dentro de los mercados, ya sea en ahorros o en inversiones, de
allí que su descripción sea como agentes de inversiones.

Mercados financieros

Es un medio en el cual se efectúan diversas acciones en las que se trabaja por medio de
mediadores y en donde se realizan intercambios de recursos. Incluso podría determinarse
que se trate de un lugar físico en especifico. Debido a esto, cualquier lugar en el cual se
desarrolle una transacción de recursos económicos, se habla de un mercado financiero.

Activos financieros

Tratándose de los intercambios realizados entre diferentes inversores y prestatarios. El cual


funge como un documento en el  que con los avances tecnológicos se convierte en una
anotación en cuenta. Por lo tanto, es te tipo de inversiones queda registrado como un
documento en el que existen recursos materiales o inmateriales. Que ponen de manifiesto el
traspaso de fondos conocidos comúnmente como activos financieros.

Instituciones financieras

Este tipo de elementos dentro de los sistemas financieros son ampliamente conocidos,
tratándose de instituciones bancarias, cajas de ahorro o fondos de inversión. Son
instituciones especializadas en diferentes tipos de transacciones mediante el uso de agentes
de inversión. Mediante la realización de transformaciones de productos a través de tales
mediaciones.

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