Escogencia de Un Compresor, Tanque y Red
Escogencia de Un Compresor, Tanque y Red
Escogencia de Un Compresor, Tanque y Red
2.5.1. Presión.
La elección de la “presión máxima necesaria de utilización” es uno de los parámetros principales que permitirá la acertada elección del
compresor.
La “presión máxima de utilización” la determina el equipo más exigente al que habremos de entregar aire.
La elección recaerá finalmente en aquel compresor que satisfaga la “máxima presión de utilización” a la vez que los requerimientos de
otros parámetros.
2.5.2. Caudal.
Para seleccionar un compresor adecuado para la instalación, se deberá contemplar la hipótesis de consumos que se considere que va a
ser la más habitual. Para establecer una hipótesis de consumos realistas hay que conocer con cierto detalle el uso habitual que se hace
de todas las unidades consumidoras que alimentan la instalación. Por lo tanto, el caudal depende de los siguientes factores:
• Cantidad de unidades consumidoras y consumo de aire de cada una.
• Factor de simultaneidad.
• Pérdidas por desgaste de las unidades consumidoras y por fugas en la red.
• Duración de la conexión de las unidades consumidoras.
Normalmente se suele prever que el consumo puede aumentar hasta 30% en el futuro al añadir nuevas unidades consumidoras a la
instalación. En este caso el coeficiente de ampliación será igual a 1.3.
2.5.2.4. Coeficiente por fugas (CMF).
Las fugas de aire son inherentes a toda instalación neumática. Se va a tratar de que el montaje de la instalación lo realice personal
calificado y con material de calidad por lo que se va a cifrar este coeficiente en 1.05. (5%)
Es el coeficiente entre la duración total del ciclo de funcionamiento (tiempo entre arranques) y el tiempo en el que el compresor
produce aire comprimido (compresor funcionando). Para el aire a temperaturas ambiente este coeficientes es de 1.
Aplicando estos coeficientes, el caudal que tiene que proporcionar el compresor es:
2.5.3. Accionamiento.
Otro de los temas a considerar en la elección es el accionamiento. Es prudente individualizar el lugar donde habrá de accionar el
compresor para evitar contratiempos.
El accionamiento podrá ser un motor eléctrico compatible con el suministro del lugar utilizado o con motor de combustión interna, ya
sea de ciclo Diésel o de ciclo Otto.
2.5.4. Refrigeración.
Cuando de refrigeración se trata, se deben estudiar dos conceptos que no se deben confundir. Uno de ellos corresponde a la
refrigeración del equipo en sí y el otro a la refrigeración del gas que se está comprimiendo.
La refrigeración del equipo suele ser por aire o por agua:
a) Por aire: Se reconoce este caso por la pared externa aletada de los cilindros. Normalmente se hace circular aire a través de dichas
aletas.
b) Por agua: El cilindro se encuentra rodeado por una camisa por la que circula agua. Esta posibilidad implica considerar la instalación
complementaria: torre de enfriamiento, bombas, depósitos, etc.
En cuanto a la refrigeración del gas, en lo que al compresor respecta, aparece casi siempre en los casos que el compresor es
multietapa. Es decir, se enfría el gas naturalmente calentado por la compresión, con el objeto de procesar más masa en la etapa
siguiente y mejorar así su rendimiento.
2.5.5. Instalación.
En el caso de compresores estacionarios, es muy importante el lugar donde habrán de instalarse. Este debe ser aireado y amplio para
permitir maniobras de mantenimiento con comodidad.
En cuanto a la fundación hay dos criterios; uno de ellos es amarrar el compresor a una base flotante de cemento armado cuyo peso
supere, por lo menos, en cuatro veces el peso del equipo. El otro es hacer un montaje flexible con base anti vibratoria. Esta última es
efectiva y económica.
3.1. INTRODUCCIÓN.
La idea de distribuir el aire comprimido es algo que surgió hace ya bastante tiempo. Una de las distribuciones más espectaculares que
se hizo fue la que se llevó a cabo en París, allá por el año 1885. Ya en ese entonces hubo que enfrentar el problema que significa hacer
llegar el aire comprimido a cada boca de consumo.
El asunto reviste bastante importancia pues con él están relacionados los siguientes temas: tipo de red, material de la tubería, tipos de
unión, dimensiones, pérdidas de carga, accesorios, forma de montaje, etc. A continuación se da una idea de solución para cada uno de
estos detalles.
Es la línea que sale del conjunto de compresores y conduce todo el aire que consume la planta. Debe tener la mayor sección posible
para evitar pérdidas de presión y prever futuras ampliaciones de la red con su consecuente aumento de caudal.
Son las que surten en sí a los equipos neumáticos. En sus extremos tienen conectores rápidos y sobre ellas se ubican las unidades de
mantenimiento (FRL).
Debe procurarse no sobrepasar de 3 el número de equipos alimentados por una tubería de servicio. Con el fin de evitar obstrucciones,
se recomiendan diámetros mayores de ¼” en la tubería.
Existen varias posibles configuraciones de una red de aire comprimido, tal como se muestra en la Figura 3.01.
• Red abierta.
• Red cerrada.
• Red interconectada.
Se constituye por una sola línea principal de la cual se desprenden las secundarias y las de servicio tal como se muestra en la Figura
3.01A. La poca inversión inicial necesaria de esta configuración constituye su principal ventaja.
Además, en la red pueden implementarse inclinaciones para la evacuación de condensados (de 1 a 2%). La principal desventaja de este
tipo de redes es su mantenimiento. Ante una reparación, es posible que se detenga el suministro de aire “aguas abajo” del punto de
corte, lo que implica una detención de la producción.
Esta configuración es igual a la cerrada, pero con la implementación de bypass entre las líneas principales, tal como se muestra en la
Figura 3.01C. Este sistema presenta un excelente desempeño frente al mantenimiento, pero requiere una inversión inicial más alta.
Además, la red interconectada presenta los mismos problemas que la cerrada.
Para elegir el material de los tubos utilizados en redes de aire comprimido, se debe tener en cuenta los siguientes factores:
• Calidad del aire comprimido (tuberías resistentes a la corrosión, empalmes que no provoquen la acumulación de depósitos).
• Dimensiones de los tubos.
• Presión (poca pérdida de presión; máximo 0.1bar); fugas mínimas.
• Condiciones del entorno (estabilidad a la incidencia de luz solar, resistencia a bacterias y a temperaturas tropicales).
• Trabajo de montaje (tendido sencillo de los tubos y montaje de los empalmes, utilización de herramientas y materiales especiales,
necesidad de disponer de conocimientos especiales).
• Costos del material (válvulas y accesorios de alta calidad y robustos a precios económicos).
• Rigidez de los materiales (utilización de componentes auxiliares para el montaje, por ejemplo escuadras de montaje).
• Coeficiente de dilatación térmica del material.
• Experiencias y conocimientos en materia de las técnicas necesarias.
Las redes pueden estar constituidas de tubos de metal y/o material sintético.
En las Tablas 3.01 y 3.02, se hace una comparación de las características técnicas de tubos neumáticos de metal y de material
sintético, y de las ventajas y desventajas de cada cual.
ALMACENAMIENTO DEL AIRE COMPRIMIDO.
El aire comprimido es, quizás, la única forma de energía fácilmente almacenable. Suelen utilizarse para este propósito tanques o
depósitos de muy variados tamaños.
Se puede advertir que si la demanda de aire fuera constante y se pudiera conseguir un compresor que satisfaga en forma continua esa
demanda, no habría necesidad de almacenar energía; a excepción, claro está, de un determinado volumen adicional al de la instalación,
que proporcionaría una cantidad de aire para accionamientos de seguridad, ante la eventual parada del compresor. Como la realidad
está lejos de presentarse en esta forma, es decir, la demanda es variable y comúnmente esa variación no sigue una ley determinada, es
necesario conocer a partir de ciertos datos, cuál deberá ser el volumen del tanque de almacenamiento ya que este tiene como funciones
específicas las siguientes:
• Almacenar aire comprimido para satisfacer picos altos de demanda que excedan la capacidad del compresor.
• Favorecer el enfriamiento del aire y la precipitación del agua de condensación.
• Compensar las variaciones de presión en el consumo.
• Generar una frecuencia rentable de ciclos “entrada-salida” en el compresor.
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3.5.1. Instalación.
El tanque o depósito de aire puede instalarse en varias posiciones. En la mayoría de los equipos importantes éste es instalado por
separado y la posición más razonable es la vertical. Son varios los motivos que permiten sostener esta forma de instalarlo:
• Menor lugar ocupado.
• Favorece la precipitación del condensado.
• Permite su eliminación casi total.
• Con la misma estructura se consigue la altura de distribución.
• Menos área en contacto con el agua.
En condiciones especiales pueden instalarse varios tanques interconectados, adaptando el volumen del depósito al de los compresores
afectados a la producción en ese momento.
Es importante que la conexión del compresor con el tanque debe ser flexible para evitar transmitir a la instalación vibraciones
inoportunas.
Al diseñar una red de aire comprimido, es muy importante tener en cuenta las dimensiones de las tuberías. Por ello, es recomendable
proceder de la siguiente manera:
• Definir el lugar en el que se montarán las unidades consumidoras.
• Definir la cantidad de unidades consumidoras, distinguiéndolas según su tipo y la calidad de aire que necesitan.
• Preparar una lista que incluye el consumo de aire de cada una de las unidades consumidoras.
• Determinar el consumo total, considerando la duración de la conexión, la simultaneidad de funcionamiento y las reservas necesarias
para una posible posterior ampliación de la red.
• Confección del plano de las tuberías, incluyendo su longitud, los accesorios (derivaciones, codos, reductores) y los racores
necesarios.
• Calcular la resistencia que se opone al caudal, convirtiendo la resistencia de los componentes en el equivalente de la resistencia en
las tuberías en función de su longitud.
• Determinación de la pérdida de presión admisible.
• Determinar la longitud nominal de los tubos, a continuación, determinar su diámetro interior.
• Elección del material de los tubos.
El cálculo de una red de distribución de aire comprimido consiste solamente en la determinación del diámetro único que tendrá dicha
tubería, en función de ciertos datos de partida que son:
a) La presión máxima de régimen.
b) El caudal máximo a utilizar.
c) La pérdida de carga que se está dispuesta a tolerar en la instalación.
d) La forma y dimensión de la red.
Ésta corresponde a la presión máxima que se tiene establecida para los compresores. Cada unidad consumidora tendrá cierta presión
de trabajo (dada por el fabricante). De todas ellas, habrá algunas cuya presión máxima de trabajo será superior a las otras, por lo cual
el compresor deberá ser capaz de entregar poco más de esta presión máxima (presión máxima del régimen). Frecuentemente este valor
nunca excederá los 10bar en instalaciones de aire comprimido normales.
Por último se considerará la pérdida de carga (que se traducirá como una disminución de la presión).
La pérdida de carga o disminución de la energía útil se produce cuando el aire al circular “roza” con las paredes del tubo o cuando
produce torbellinos en lugares donde la dirección cambia en forma brusca. Estos torbellinos consumen energía pero su trabajo no es
aprovechable.
La pérdida total de carga es un valor que se elige como condición de diseño y que usualmente está entre 0.1bar y 0.2bar.
Se sobreentiende que las válvulas, accesorios, codos y similares ofrecen una resistencia mucho mayor al caudal. Para tener en cuenta
estos componentes, se calcula con una longitud equivalente (ficticia) de la tubería y el resultado se suma a la longitud real de los tubos
antes de calcular o determinar gráficamente el diámetro interior necesario de los tubos. En la Figura 3.04 se incluyen estas longitudes
ficticias.
Después de calcular las longitudes equivalentes y sumarlas a las longitudes de las tuberías, se procede a calcular el diámetro interior
del tubo. Para ello puede utilizarse el nomograma de la Figura 3.05, incluyendo los puntos (1) hasta (7). El punto de intersección con
la escala D en (8) indica el diámetro interior del tubo.
También es posible calcular el diámetro interior del tubo utilizando la siguiente fórmula: