PFC 4387
PFC 4387
PFC 4387
II. Objetivos…………………………………………………..66
V. Conclusiones……………………………………………..106
Índice de figuras
Índice de tablas
Tabla I.1. Velocidades de cizallamiento típicas de algunas materiales y procesos comunes [1]
Tabla I.2. Casos particulares del modelo de Herschel-Bulkley
Tabla I.3. Modelos reológicos más frecuentes.
Tabla I.4. Funciones del material para cizalla oscilatoria.
Tabla I.5. Técnicas de obtención de nanotubos de carbono
Tabla III.6. Componentes MWNTs.
Tabla III.7. Dimensiones del reómetro AR-G2.
Tabla III.8. Especificaciones del reómetro AR-G2.
Tabla III.9. Límites de temperatura y límites de capacidad del recirculador “Julabo”.
Tabla III.10. Características técnicas de la Placa Peltier.
Tabla IV.11. Parámetros de la ecuación de Arrhenius para la viscosidad en función de la temperatura.
Tabla IV.12. Frecuencia angular de cruce de comportamiento plástico a elástico.
I. Introducción
1.1. Reología
1.1.1. Introducción
Es una de las pocas materias cuya génesis tiene lugar en una fecha exacta: el 29 de abril de
1929. En esa fecha, y durante el transcurso del Tercer Simposio de Plasticidad, se decidió
crear una organización permanente (“The American Society of Rheology”) para el
desarrollo de una nueva disciplina cuyo objetivo era el estudio del flujo y deformación de
todas las formas de la materia. El nombre reología fue propuesto por Bingham y Reiner
basándose en la célebre máxima de Heráclito “παντα ρει”, “panta rhei” (todo fluye). La
palabra reología, por tanto, está formada por las raíces “rheo” (flujo, corriente) y “logos”
(estudio), es decir, estudio del flujo.
Aunque es una ciencia relativamente moderna se podría decir que el estudio del
comportamiento del flujo nació en la antigüedad, pero hasta prácticamente el siglo XVII no
se crearon las bases de lo que hoy en día se conoce como reología. En la Fig. I.1 se recogen
los precedentes más significativos que han marcado la evolución de la reología, que servirán
de base para la discusión posterior.
Hasta mediados del s.XIX existían cuatro grupos generales de materiales ideales:
1) Sólido rígido perfecto. La mecánica clásica trata de cuerpos ideales euclidianos en los que
solo la masa (o la densidad) es relevante y que no sufren deformación. Esta es la base de las
leyes de la mecánica de Newton, publicadas en 1687 en el libro “Philosophiae Naturalis
Principia Mathematica”.
2) Sólido elástico ideal. Fue Robert Hooke, en 1678, quien primero describió la respuesta
mecánica de un sólido sometido a una deformación. Así, en su libro “True Theory of
Elasticity”, Hooke postulaba que la potencia de un muelle era proporcional a la tensión
aplicada. Dicho de otra forma, al duplicar el esfuerzo (σ) se duplicaba la deformación (γ).
1
Young demostró que la constante de proporcionalidad (módulo elástico o módulo de
Young) era una propiedad intrínseca del material. Cauchy planteó la primera ecuación
fundamental de la elasticidad en 1827, basándose en los trabajos previos de Navier,
Coulomb y Poisson.
3) Fluido aviscoso. Se definen así aquellos fluidos que no ofrecen resistencia al flujo. Fue
Pascal, en 1663, quien estableció que la presión en un líquido es igual en todas las
direcciones. Posteriormente, surgió el campo de la hidrodinámica, que trata del movimiento
de fluidos en los que no hay efectos de viscosidad, cuyo desarrollo fue posible merced a los
trabajos de Bernouilli (1738) y Euler (1755).
4) Líquido newtoniano. Newton desarrolló sus leyes para cuerpos rígidos en su “Principia
Mathematica”, introduciendo un corolario en donde describía el comportamiento mecánico
de un líquido. Según Newton, la resistencia derivada de la falta de deslizamiento de las
partes de un líquido era proporcional a la velocidad a la que se separan entre sí. Es decir, al
duplicar la tensión aplicada a un líquido, se duplica el gradiente de velocidad (𝛾̇ ). Nace así el
término coeficiente de viscosidad o, simplemente, viscosidad, que da cuenta de la fricción
interna que experimentan las capas de líquido según un régimen laminar. Hagen (1839)
2
hizo el primer estudio de viscosidad de líquidos y estableció que la caída de presión para el
flujo capilar era la suma de un término de viscosidad y una corrección de energía cinética.
Poiseuille (1841) realizó estudios empíricos de capilaridad en tubos estrechos, observando
que la velocidad de flujo era proporcional al gradiente de presión y a la cuarta potencia del
radio. Las leyes del movimiento de fluidos reales las establecieron Navier (1823) y Stokes
(1845). La conocida ecuación de Navier-Stokes permite predecir las distribuciones de
velocidad y flujo entre cilindros rotacionales y tubos cilíndricos. Couette (1890) mostró que
las viscosidades medidas con un aparato de cilindros concéntricos y con flujo en un tubo
eran iguales, demostrando que la viscosidad es una propiedad intrínseca del material.
Las leyes establecidas por Hooke y Newton, nacidas del estudio de la respuesta elástica de
sólidos y la respuesta viscosa de líquidos, respectivamente, fueron consideradas leyes
universales durante dos siglos, en los que no se produjo ningún cambio sustancial.
En el s.XIX, Weber, siguiendo los pasos iniciados dos siglos antes por Hooke sobre el
comportamiento elástico de sólidos, realizó experimentos de deformación con hilos de
seda. Weber (1835) observó que al aplicar una carga longitudinal se producía una extensión
inmediata del hilo, seguida de un posterior alargamiento con el tiempo. De igual forma, al
eliminar la carga, tenía lugar una contracción inmediata, seguida de una contracción gradual
hasta alcanzar la longitud inicial. El comportamiento descrito corresponde a una respuesta
elástica distorsionada con elementos asociados a la respuesta de un líquido. Por otra parte,
Maxwell (1867) desarrolló un modelo matemático para describir fluidos que, a su vez,
presentan ciertas propiedades elásticas, esto es, elementos asociados a la respuesta de un
sólido. Estos dos modelos constituyen el origen de la viscoelasticidad. En el primero se
considera que un sólido elástico puede comportarse como un fluido viscoso. En el
segundo, por el contrario, es el fluido viscoso el que puede tener elementos de
comportamiento elástico (sólido).
Todos los modelos reseñados hasta ahora son lineales, lo que supone una proporcionalidad
directa entre la carga aplicada y la deformación o la velocidad de deformación producida.
Es ya entrado el s.XX cuando cobra importancia la no-linealidad, apareciendo modelos que
asumen que propiedades tales como el módulo de rigidez o la viscosidad pueden variar con
el esfuerzo aplicado. En los modelos reológicos no lineales, al contrario de lo que ocurre en
los fluidos newtonianos, la viscosidad depende del gradiente de velocidad, lo que da origen
a dos tipos de comportamiento reológico, según la viscosidad de la sustancia disminuya al
aumentar la velocidad de cizalla (caso de sustancias fluidificantes), o aumente con la
velocidad de cizalla (sustancias espesantes). Además, aparecen los primeros modelos que
consideran el tiempo como una variable más a tener en cuenta. Así, en ensayos reológicos
en los que el ciclo de subida no coincide con el de bajada, se habla de tixotropía.
En las primeras décadas del s.XX se comienzan a definir otros parámetros reológicos,
como el punto de flujo o la plasticidad, que aparecen en el modelo lineal de Bingham en
1922. Empiezan a proponerse ecuaciones para describir un comportamiento de flujo no
lineal (dependiente de la velocidad de cizalla), como son la de Ostwald (1925)-de Waele
(1923) y la de Herschel-Bulkley (1926) a la que siguen otros modelos de uso generalizado,
3
como el de Casson (1956), ya en la segunda mitad del s.XX. También en los inicios del
s.XX comienzan a desarrollarse los primeros modelos de viscoelasticidad no-lineal. Los
primeros trabajos sobre este tema son los de Zaremba (1903), Jaumann (1905) y Poynting
(1913).
𝐷𝑒 = 𝜏/𝑇 (1.1)
4
como el valor de viscosidad extrapolado a una velocidad de cizalla nula, o sea, en reposo) y
el valor de viscosidad extrapolado a una velocidad de cizalla infinita. Asimismo, han
aparecido en el mercado diversos reómetros capaces de determinar el comportamiento
viscoelástico de los materiales, lo que ha favorecido el auge de este tipo de estudios.
3) Estudio del comportamiento de materiales avanzados, como los cristales líquidos, los materiales
cerámicos, los materiales compuestos, etc. El interés por optimizar el procesamiento de materiales
y los avances experimentados en la química de superficies y coloides fomentan el desarrollo
de ecuaciones que describan la reología de suspensiones y permitan evaluar la estabilidad de
las mismas en relación con los potenciales de interacción entre partículas. En 1949 se
describen por primera vez los fluidos electroreológicos y magnetoreológicos, que sufren
cambios drásticos en viscosidad al aplicar un campo eléctrico o magnético, lo que abre
nuevas posibilidades de aplicación en electrónica, robótica, etc.
5
1.1.2. Conceptos
El comportamiento reológico de una sustancia viene dado por la respuesta que ofrece a un
esfuerzo externo o a una deformación. Por lo tanto, es necesario entender estos dos
conceptos.
1.1.2.1.1. Esfuerzo
Cualquier fuerza externa aplicada a un cuerpo puede dar lugar a un movimiento del cuerpo
en su conjunto, a un cambio de su forma inicial o a ambos simultáneamente. El
movimiento de un cuerpo en el espacio y/o su rotación alrededor de su centro de
gravedad, sin ningún cambio en su forma, es objeto de estudio de la mecánica. El principal
foco de análisis de la reología son los cambios que se producen dentro de un cuerpo debido
a la aplicación de una fuerza externa. Las fuerzas aplicadas crean reacciones dinámicas en
cualquier punto de un cuerpo, que se caracterizan por una magnitud física llamada tensión.
La tensión puede ser explicada con un ejemplo sencillo. Consideramos el cuerpo de la Fig.
I.2. El área de su sección transversal normal, es S. La fuerza, F, es normal a la superficie, S.
La fuerza específica en cualquier punto de la sección transversal es igual a F/S. Esta
relación es una tensión normal o un esfuerzo de tracción, σE:
𝐹
𝜎𝐸 = (1.2)
𝑆
es decir, tensión es la fuerza por unidad de área superficial. La fuerza en una superficie libre puede
no ser constante, sino distribuida, es decir, función de la coordenada. En este caso
escogemos un área pequeña, ∆S, y la correspondiente fuerza, ∆F, actuando sobre el área,
para determinar la relación ∆F/∆S. Si reducimos la superficie, llegamos al límite de la
expresión:
6
𝑑𝐹
𝜎 = 𝑙𝑖𝑚∆𝑆→0 (∆𝐹/∆𝑆) = (1.3)
𝑑𝑆
Esta es una definición más general y exacta de la tensión que la dada por la Ec. 1.2, ya que
se relaciona con un punto de referencia, tal como el área de la superficie, ∆S. Sin embargo,
la definición todavía no está completa. Una fuerza en el área ∆S puede tener cualquier
dirección, ya que la fuerza es un vector F. Este vector se puede descomponer en tres
componentes a lo largo de tres ejes de coordenadas, en particular, se puede descomponer
en una componente perpendicular y dos tangenciales. La componente perpendicular es la
tensión normal, y las componentes tangenciales son los esfuerzos cortantes.
Figura I.3. Definición del tensor de tensiones - dos vectores: la fuerza, F y la orientación de la superficie, n.
En aplicaciones prácticas, es más conveniente operar con las proyecciones sobre los ejes
coordenados en lugar de con el propio vector. Cualquier vector se puede descomponer en
tres proyecciones sobre los ejes coordenados ortogonales, en coordenadas cartesianas, x1,
x2 y x3.
7
determinados, de tal manera se llaman tensores, y es por eso que la tensión es una magnitud
de naturaleza tensorial.
Que los dos vectores, F y n, definidos en cualquier punto de referencia, se representen por
sus proyecciones sobre los tres ejes coordenados ortogonales da lugar a:
Nueve valores se obtienen a partir de las tres proyecciones de la fuerza sobre las superficies
determinadas por los tres vectores de coordenadas. Todos los valores de fuerza, Fi (i= 1, 2,
3), deben ser divididos por el área de la superficie para obtener los componentes del tensor
de esfuerzos, σij. El primer índice indica la orientación de la fuerza, y el segundo índice
indica la orientación la superficie.
Donde las componentes del tensor de esfuerzos, σij, significan lo siguiente: la primera
columna representa las componentes de un vector de fuerza actuando sobre el plano
normal al eje x1, la segunda, lo misma para el eje x2, y la tercera para el eje x3. Las
direcciones normales se indican mediante los segundos índices.
8
Figura I.4. Estado tensional tridimensional. Definición de las componentes del tensor de tensiones
Todas las componentes del tensor de esfuerzos se determinan en un punto, y pueden ser
constantes o variables en el espacio (dentro de un medio). Todo depende de la distribución
de las fuerzas externas aplicadas al cuerpo. Por ejemplo, el campo de fuerza es homogéneo
en la Fig. I.2, y por lo tanto el tensor de esfuerzos es constante (dentro del cuerpo). Sin
embargo, el campo de tensión (o distribución de la tensión) es muy compleja en muchos
otros casos, por ejemplo, en un líquido que fluye dentro de un canal o en el caso de un
techo cubierto de nieve.
Los valores de las componentes del tensor de esfuerzos dependen de la orientación de los
ejes de coordenadas. Cambian con la rotación de los ejes de coordenadas en el espacio,
aunque el estado de tensión en este punto es el mismo. Es importante recordar que,
independientemente de la elección de los ejes de coordenadas, este es el mismo objeto
físico, invariante para la elección de los ejes de coordenadas [3].
El cambio de distancias entre puntos dentro de un cuerpo puede ser monitorizado por
variaciones muy pequeñas (infinitesimales) en la distancia entre dos puntos cercanos.
9
Figura I.5. Desplazamientos de dos puntos en un cuerpo. Origen de deformaciones.
Sea ds, la distancia inicial entre dos puntos A y B (Fig. I.5). Por alguna razón, ambos se
mueven y sus nuevas posiciones pasan a ser A 'y B'. Su movimiento en el espacio no es de
interés por sí mismo para la mecánica de medios continuos. Sólo la nueva distancia entre
ellos, que se convierte en ds’, es de interés. Además, el valor absoluto de la diferencia (ds’-
ds) no es importante, debido a que la longitud ds inicial puede ser arbitraria. Sólo el cambio
relativo de la distancia entre dos puntos es relevante, y se determina como:
ds ′ − ds
ε= (1.5)
ds
La definición de la Ec. 1.5 no está ligada a ningún sistema de coordenadas, y eso significa
que ε es una magnitud escalar. Sin embargo, este valor puede ser expresado a través de las
componentes del tensor de deformación, εij.
10
La diferencia (dr1 – dr2) es un desplazamiento, u. Como la diferencia entre dos vectores es
un vector, puede ser expresada por sus tres proyecciones: u (u1, u2, u3). El desplazamiento
relativo se caracteriza no sólo por su longitud sino también por su orientación en el
espacio. Dado que dos vectores, u y x (x1, x2, x3), describen el desplazamiento relativo, este
último es de carácter tensorial. En efecto, la deformación y el desplazamiento relativo son
tensores y los componentes de estos tensores se pueden calcular como las derivadas
du/dx. Se obtienen nueve valores (tres proyecciones del vector u y tres del vector x), como
se podía esperar de un tensor. Los valores de todas las derivadas son adimensionales y se
expresan en términos numéricos absolutos o porcentajes.
Cálculos precisos de las componentes del tensor de deformación dan la siguiente expresión:
En muchos casos, las derivados de esta fórmula son muy pequeñas (<< 1) y sus productos
en el segundo paréntesis de la Ec. 1.6 son despreciables frente a las derivadas. De ahí que
se pueda omitir, y por lo tanto sólo los dos primeros miembros (primer paréntesis) de la
ecuación son esenciales. Esto es cierto sólo si las deformaciones son pequeñas, y por ello el
tensor que consiste solamente en las primeras derivadas se llama tensor de deformación
infinitesimal. Este tensor, dij, es como sigue:
donde la primera línea representa las proyecciones de la deformación a lo largo del eje x1,
y así sucesivamente.
11
El desplazamiento relativo es, sin duda, la causa de las deformaciones dentro de un
cuerpo. Cabe por tanto plantearse la pregunta ¿Son ambos, desplazamiento y deformación,
idénticos en este caso? Para responder a esta pregunta, vamos a calcular el desplazamiento
relativo, que es, por definición, un gradiente de u:
𝐠 = grad 𝐮 (1.8)
Es evidente que los tensores dij y gij no son equivalentes. La diferencia entre ellos se aprecia
más clara si se descomponen los componentes del tensor gij en dos elementos de la
siguiente forma:
La primera parte del tensor gij, llamada simétrica, coincide con el tensor de deformación dij,
pero es evidente que las deformaciones son algo diferente de los desplazamientos.
12
Figura I.6. Superposición de dos deformaciones de cizalla que conducen a la rotación de un elemento en un
cuerpo.
13
1 ∂ui ∂uj
𝜃𝑖𝑗 = � − � (1.12)
2 ∂xj ∂xi
y describe las rotaciones (giros) de los volúmenes infinitesimales dentro de un cuerpo. Por
lo tanto el desplazamiento en cualquier punto de un cuerpo es la suma de una deformación
y una rotación [3].
Grandes deformaciones
La diferencia entre pequeñas y grandes deformaciones depende del valor de las derivadas
de la Ec. 1.6. Si todas las derivadas son mucho menores que 1, el término cuadrático se
pueden despreciar, y el tensor de dij se utiliza en lugar de εij.
En la discusión del concepto de grandes deformaciones, siempre se supone que puede ser
establecido un estado de referencia para la deformación. En este sentido, el flujo de un
líquido no se puede considerar como deformación debido a que todos los estados son
equivalentes. Los líquidos no tienen un estado inicial (o de referencia). Es por eso que sólo
los materiales que tiene memoria de su estado inicial son importantes aquí. Visto tal
enfoque, es muy fácil de ilustrar la diferencia esencial entre las pequeñas y grandes
deformaciones utilizando el modelo de la Fig. I.7. Un barra de longitud L se extiende una
longitud ∆L. La simple pregunta es: ¿Qué es la deformación en este caso?
Figura I.7. Dos maneras de realizar una deformación grande- extensión en dos pasos (I) o extensión en un
paso (II)
14
vuelve mucho más complicado si ∆l es comparable con l, por ejemplo, si ∆I = 1.
Ciertamente, en este caso también podemos usar una medida ingenieril de la deformación,
como una característica del cambio de longitud de la muestra, y sería igual a 1 (o 100%). Sin
embargo, esta aproximación a la definición de la deformación contiene una contradicción
inherente. Vamos a comparar las dos situaciones, dibujadas en la Fig. I.7: En el primer caso
(caso I), el aumento en la longitud se produce en dos etapas: inicialmente ∆l1 y ∆L2 a
continuación. Entonces la deformación en el primer paso es ε1* = ∆l1 / lo y ε2* = ∆l2/ l1 en
el segundo paso, porque la longitud inicial de la muestra en el segundo paso es l1. Entonces
la deformación completa es la suma de ambos
En el segundo caso (caso II), el aumento de la longitud se consigue en un solo paso. Este
incremento es igual a (L1 + L2) y el deformación εII* se calcula como
De lo anterior, resulta evidente que existe una necesidad de introducir una medida de la
deformación que no dependa del orden de las operaciones. Tal medida se denomina
deformación de Hencky, εH, y se define como:
∆𝑙
𝜀 𝐻 = ln � � (1.13)
𝑙
15
𝜀𝐼𝐻 = 𝜀𝐼𝐼𝐻
1.1.2.2. Elasticidad
Figura I.8. Respuesta de un sólido elástico a un esfuerzo de cizalla, 1) reposo, 2) deformación instantánea
mientras se ejerce el esfuerzo, y 3) recuperación instantánea al liberar el esfuerzo.
Figura I.9. Representación de la respuesta de un sólido elástico a un esfuerzo, según las etapas descritas en
la Fig. I.8.
16
dL
σ=G = G ∙ tg γ ≈ G ∙ γ (1.14)
dy
donde G es el modulo de Young o modulo de elasticidad. En los textos de reología se emplea con
frecuencia el termino modulo de rigidez, queriendo reflejar con este nombre la elasticidad de
muestras que, normalmente, no son solidas. El modulo de elasticidad viene dado en
unidades de F/A, [N/m2 = Pascal, Pa]. En general, un modulo viene dado por la relación
esfuerzo/deformación, mientras que la relación deformación/esfuerzo se define como
capacitancia. Las ecuaciones que relacionan esfuerzo y deformación se denominan ecuaciones
constitutivas.
La unidad de medida del esfuerzo es el Pascal, mientras que la deformación viene dada por
la relación γ = dL/y, por lo que es adimensional. Es frecuente encontrar en artículos y
libros el símbolo τ para expresar el esfuerzo de cizalla en vez de σ.
Figura I.10. Curvas de esfuerzo/deformación de materiales elástico lineal (a), elástico no lineal (b) y
elastoplástico (c).
17
1.1.2.3. Viscosidad
Si el esfuerzo aplicado es mayor que el límite de resistencia que el material puede soportar
se puede romper la estructura de la muestra, que sufre una deformación irreversible, o lo
que es igual, comienza a fluir.
𝜎 = 𝜂𝛾̇ (1.15)
18
Figura I.11. Flujo de líquido entre dos planos paralelos para condiciones de baja velocidad de cizalla (1) y
alta velocidad de cizalla (2)
𝑑𝛾 𝑑𝐿/𝑑𝑦 𝑑𝐿/𝑑𝑡 𝑑𝑣
𝛾̇ = = = = (1.16)
𝑑𝑦 𝑑𝑡 𝑑𝑦 𝑑𝑦
De igual forma que un sólido elástico se representa por un muelle, un líquido viscoso suele
representarse por un amortiguador. Esta analogía ''muelle-amortiguador'' fue introducida
para ilustrar el modelo de viscoelasticidad de Maxwell por Poynting y Thomson en 1902.
19
Figura I.12. Representación de un líquido como un amortiguador
Como en el caso del sólido elástico, para caracterizar completamente el estado de esfuerzo
o deformación se debe considerar el tensor de esfuerzos. Sin embargo, en el flujo
estacionario por cizalla simple el sistema de coordenadas debe orientarse en la dirección del
flujo, por lo que el tensor de esfuerzos se reduce a:
𝜎11 𝜎12 0
𝜎𝑖𝑗 = �𝜎21 𝜎22 0 � (1.17)
0 0 𝜎33
𝜎21
𝜂 = 𝑓 (𝛾̇ ) = (1.18)
𝛾
𝜎11 − 𝜎22 𝑁1
Ψ1 = 𝑓(𝛾̇ ) = = (1.19)
(𝛾)̇ 2 (𝛾)̇ 2
𝜎22 − 𝜎33 𝑁2
Ψ2 = 𝑓 (𝛾̇ ) = = (1.20)
(𝛾)̇ 2 (𝛾)̇ 2
Las diferencias de esfuerzo normal primera (σ11 – σ22) y segunda (σ22 – σ33) se representan
como N1 y N2, respectivamente. La primera es siempre positiva y se suele considerar que
20
es unas 10 veces mayor que la segunda. En un fluido newtoniano, η es constante y N1 y N2,
son cero [4].
El modelo de Newton asume que existe una proporcionalidad directa entre el esfuerzo
aplicado y el gradiente de velocidad producido. La representación grafica del esfuerzo de
cizalla en función de la velocidad de cizalla se denomina curva de flujo. En un liquido
newtoniano, la curva de flujo es una línea recta que comienza en el origen y cuya pendiente
viene dada por un ángulo α. En esa línea, cada valor de viscosidad (η) es el resultado de
dividir pares de valores de σ y 𝛾̇ , por lo que se puede definir como la tangente del ángulo α.
Otra forma de representar el comportamiento al flujo es mediante las llamadas curvas de
viscosidad, en donde se representa la viscosidad en función de la velocidad de cizalla. Para un
líquido newtoniano la curva de viscosidad será una recta paralela al eje de abscisas. La Fig.
I.13 muestra la forma de las curvas de flujo y viscosidad de un líquido newtoniano y no
newtoniano.
1) la única componente del esfuerzo es la de cizalla, siendo nulas las dos diferencias entre
esfuerzos normales,
21
4) las viscosidades medidas en distintas condiciones de deformación son proporcionales.
Asi, por ejemplo, la viscosidad medida en flujo extensional es siempre tres veces la medida
en condiciones de flujo por cizalla [1].
𝜎21
𝜂 = 𝑓 (𝛾̇ ) = (1.21)
𝛾
22
a velocidades de cizalla distintas. En la viscosidad real se tiene en cuenta la pendiente de la
tangente en cada punto. Por esta razón, algunos instrumentos de control diseñados para
ensayos en un punto pueden provocar serios errores en la medida [4].
Algunos instrumentos, como los viscosímetros capilares o de caída de bola, por ejemplo,
permiten medir la viscosidad de líquidos newtonianos teniendo en cuenta la acción de la
gravedad, que es la fuerza conductora para el movimiento del líquido en el tubo o capilar.
En este caso, además de la gravedad, la densidad del líquido (ρ) es un parámetro adicional.
La viscosidad así determinada recibe el nombre de viscosidad cinemática (υ) y está relacionada
con la viscosidad dinámica estudiada hasta ahora (η) por,
𝜂
𝜐= (1.22)
𝜌
La viscosidad real de los materiales puede ser afectada significativamente por factores como
velocidad de cizalla, temperatura, presión y tiempo de cizalla, aunque de todos ellos, la
velocidad de cizalla es el factor más interesante desde el punto de vista reológico.
23
1.1.3.2.1. Efecto de la velocidad de cizalla
Una gran cantidad de fluidos, casi todos de interés industrial, presentan desviaciones de la
ley de Newton al ser su viscosidad una función de la velocidad de cizalla aplicada; la
diferencia básica entre el comportamiento Newtoniano y el no Newtoniano es la longitud
de la molécula del fluido, de forma que aquellos fluidos con moléculas de pequeño tamaño
(agua, metanol, etanol, etc.) presentan un comportamiento Newtoniano en contraposición
de aquellos ( disoluciones de polímeros, polímeros fundidos,...) que posean moléculas de
mayor tamaño.
Tabla I.1. Velocidades de cizallamiento típicas de algunas materiales y procesos comunes [1]
24
1.1.3.2.2. Efecto del tiempo de aplicación de la cizalla
El efecto de la tixotropía en una muestra podría ser observado en la Fig. I.15 donde se
observa una reducción en la viscosidad tras la aplicación previa de una cizalla; de esta forma
se observa un ciclo de histéresis denominado a veces como ciclo de tixotropía al medirse
una viscosidad mayor durante una primera medida, al incrementar la velocidad de cizalla,
que durante la segunda medida, al disminuir paulatinamente la velocidad de cizalla [5].
𝜂 = 𝐴 ∙ 𝑒 −𝐵/𝑇 (1.23)
25
donde T es la temperatura absoluta y A y B son constantes del liquido. En general, cuanto
mayor es la viscosidad, mayor tiende a ser su dependencia con la temperatura.
Otra variable que afecta a la viscosidad es la presión. La viscosidad de los líquidos aumenta
exponencialmente con la presión, a excepción del agua por debajo de 30ºC, en cuyo caso la
viscosidad disminuye primero y después aumenta exponencialmente.
En general, el efecto de la presión no se tiene en cuenta, ya que los cambios son muy
pequeños para diferencias de presión de +- 1bar con respecto a la presión atmosférica. Sin
embargo, hay situaciones en las que prescindir de la presión no da cuenta de las
condiciones reales a las que está sometido el sistema, por lo que las medidas pueden inducir
a error. Tal es el caso de algunos procesos industriales que se llevan a cabo en condiciones
de alta presión. En la Fig. I.16 se aprecia el efecto de la presión en la viscosidad de un
aceite lubricante.
Figura I.16. Efecto de la presión en las curvas de flujo (σ) y viscosidad (η) de un aceite
26
Dada la especial relevancia de los efectos de la velocidad de cizalla y del tiempo en el
comportamiento reológico, estas dos variables se estudiaran de forma más detallada en los
siguientes apartados [5].
Como se vio cuando hablamos del comportamiento de los fluidos, toda sustancia que no
cumple los requisitos de un fluido newtoniano se dice que es no newtoniana. La Mecánica
de los Fluidos se ocupa del estudio de los fluidos newtonianos exclusivamente, mientras
que el campo de la Reología se extiende desde la Mecánica de los Fluidos Newtonianos
hasta la elasticidad de Hooke. La región comprendida entre ellas corresponde a todos los
materiales pastosos y a las suspensiones. En el mundo real existen una amplia variedad de
fluidos tan comunes como los newtonianos que no siguen la simple relación dada por ley
de Newton, especialmente en las industrias químicas, alimenticias y en la industria del
petróleo, de ahí la importancia de su estudio para un adecuado y correcto tratamiento.
Pueden mencionarse, entre otros, los siguientes fluidos no-newtonianos:
- Pinturas y barnices.
- Soluciones de polímeros.
- Mermeladas y jaleas.
- Mayonesa y manteca.
- Dulce de leche y la miel.
- Salsas y melazas.
- Soluciones de agua con arcillas y carbón.
- La sangre humana.
27
Figura I.17. Clasificación de los fluidos No Newtonianos independientes del tiempo
En la Fig. I.18 se muestran las curvas de flujo de los distintos tipos de comportamiento de
flujo. En la Fig. I.19 se muestran las correspondientes curvas de viscosidad. En ambos
casos se muestra el comportamiento newtoniano con fines comparativos.
28
Figura I.19. Curvas de viscosidad de los distintos tipos de comportamiento reológico
29
Figura I.20. Efecto de la cizalla en la estructura de una dispersión
30
1.1.3.3.1.2. Fluidos Dilatantes
Figura I.22. Estructura en reposo (a) y estructura desorientada tras la aplicación de una perturbación.
31
Figura I.23. Material con comportamiento fluidificante a baja cizalla y espesante a alta.
Cuando el espesamiento por cizalla tiene lugar en una suspensión se debe a las
interacciones entre las partículas de la suspensión, cuando la suspensión esta en reposo o
sometida a baja cizalla dominan las fuerzas de interacción entre partículas, al aumentar la
velocidad de cizalla la fuerza viscosa aumenta hasta prevalecer sobre las fuerzas de
repulsión entre partículas, las partículas se mueven desde una posición de equilibrio según
una estructura bidimensional en capas a una estructura tridimensional desordenada [4].
Este tipo de fluidos se comportan como un sólido hasta que se sobrepasa un esfuerzo
cortante mínimo (esfuerzo umbral) y a partir de dicho valor se comporta como un líquido.
La razón por la que se comportan así los fluidos plásticos es la gran interacción existente
entre las partículas suspendidas en su interior. Están formados por dos fases, con una fase
dispersa formada por sólidos y burbujas distribuidos en una fase continua. En estos fluidos,
las fuerzas de Van der Waals y los puentes de hidrógeno, producen una atracción mutua
entre partículas. También aparecen fuerzas de repulsión debidas a potenciales de la misma
polaridad. En este tipo de fluidos se forman coloides cuyas fuerzas repulsivas tienden a
formar estructuras de tipo gel. Si las partículas son muy pequeñas poseen entonces una
gran superficie específica, rodeados de una capa de adsorción formada por moléculas de fase
continua. Gracias a esta capa, las partículas inmovilizan gran cantidad de fase continua
hasta que no se aplican sobre ellas un esfuerzo cortante determinado.
32
1.1.3.3.1.4. Modelos reológicos
Muchos modelos se han propuesto para el tratamiento de los datos experimentales con el
fin describir el comportamiento de las propiedades de flujo de las sustancias. Sin embargo
es muy posible que un único modelo no correlacione satisfactoriamente el comportamiento
de una determinada sustancia en un amplio intervalo de cizallas. A pesar de ello, estos
modelos son útiles para correlacionar el comportamiento de una gran cantidad de
sustancias y se encuentran comúnmente en la bibliografía.
Newton
𝜎 = 𝜂 ∙ 𝛾̇ (1.24)
En la industria es un modelo muy usado debido a la sencillez de las ecuaciones de flujo, tras
el newtoniano es el modelo matemático mas simple para describir el flujo de un fluido
inelástico. Es un modelo lineal cuya diferencia con respecto al de Newton es la
introducción de un esfuerzo umbral. Presenta gran facilidad para estimar los parámetros
involucrados y muestra el comportamiento de los fluidos plásticos.
𝜎 = 𝜎0 + 𝜂𝑝 ∙ 𝛾̇ (1.25)
Un flujo plástico de Bingham no comienza a fluir hasta que el esfuerzo de corte aplicado
exceda su punto de fluidez (constante), a partir de ese punto el esfuerzo cortante es
proporcional a la velocidad de cizalla y la constante de proporcionalidad es la viscosidad
plástica.
Fue el primer modelo de flujo no lineal en formularse. Viene dado por la ecuación
𝜎 = 𝐾(𝛾̇ )𝑛 (1.26)
33
Donde K y n son constantes, a veces llamadas factor de consistencia e índice de fluidez,
respectivamente. Este modelo conocido como ley de la potencia, permite ajustar tanto el
comportamiento de materiales fluidificantes como el de espesantes, según n sea menor que
1 o mayor que 1, respectivamente, pero no contempla la existencia de un punto de flujo.
Este modelo, derivado del modelo de Ostwald-de Waele, ya introduce el punto de flujo y es
válido para una amplia gama de materiales, ya que los comportamientos newtoniano,
plástico de Bingham y Ostwald-de Waele son casos particulares de este modelo. Como se
muestra en la tabla I.2
𝜎 = 𝜎0 + 𝐾1 (𝛾̇ )𝑛 (1.27)
Modelo K N σ0
Herschel-Bulkley >0 0<n<∞ >0
Newton >0 1 0
Fluidificante >0 0<n<1 0
Espesante >0 1<n<∞ 0
Plastico de Bingham >0 1 >0
Sisko
Al igual que el modelo de Herschel-Bulkley este modelo también es derivado del modelo de
Ostwald-de Waele o ley de la potencia, siendo más versátil que el de Herschel-Bulkley
porque permite ajustar los resultados experimentales de muchos materiales en un intervalo
de velocidades de cizalla de 2-3 órdenes de magnitud.
Casson
Se aplica para aquellos fluidos en los que no existe proporcionalidad entre el esfuerzo y la
velocidad. Este modelo prescinde del índice de comportamiento de fluido n.
34
√𝜎 = �𝜎0 + 𝐾1 �𝛾̇ (1.29)
En la siguiente tabla se resumen algunos de los modelos más utilizados para predecir el
comportamiento de fluidos independientes del tiempo [4].
Bingham 𝜎 = 𝜎0 + 𝜂𝑝 ∙ 𝛾̇
Herschel-Bulkley 𝜎 = 𝜎0 + 𝐾1 (𝛾̇ )𝑛
Ellis 𝛾̇ = 𝐾1 𝜎 + 𝐾2 (𝜎)𝑛1
Series de potencia 𝜎 = 𝐾1 𝜎 + 𝐾2 𝜎 3 + 𝐾3 𝜎 5
Cross 𝜂0 − 𝜂
= (𝐾𝛾̇ )𝑚
𝜂 − 𝜂∞
Carreau 𝜂 − 𝜂∞ 1
=
𝜂0 − 𝜂∞ (1 + (𝐾1 𝛾̇ )2)(𝑛−1)/2
35
tipo de información se extrae de medidas efectuadas en la zona viscoelástica lineal, en la
que los parámetros no cambian al aumentar la amplitud del esfuerzo, lo que a menudo
exige ensayos prolongados, de hasta varias horas. La deformación generada por la
aplicación de un pequeño esfuerzo oscilatorio lleva consigo una pequeña alteración de la
estructura a escala molecular. Sin embargo, los ensayos realizados para evaluar la
dependencia del tiempo son breves y la respuesta es inmediata y está asociada a cambios en
la estructura a nivel micro y macroestructural. Debe tenerse en cuenta, además, que
muchos materiales pueden ser dependientes del tiempo y viscoelásticos simultáneamente.
En la Fig. I.25 se presentan las curvas de flujo y de viscosidad de una sustancia tixotropica,
se puede observar que al aumentar la velocidad de cizalla disminuye la viscosidad (curva de
subida), a medida que la velocidad de cizalla disminuye el esfuerzo registrado es menor que
el registrado en la curva de subida.(para la misma velocidad de cizalla).
36
Figura I.25. Curva de flujo y curva de viscosidad de una sustancia tixotrópica
37
1.1.3.3.2.2. Fluidos reopécticos
1.1.4. Viscoelasticidad
38
pinturas y barnices, el mezclado de aditivos alimentarios, el conformado de mezclas
poliméricas por técnicas como la extrusión a través de boquillas o la solidificación rápida en
moldes mediante moldeo por inyección, etc., e incluso, actividades mucho más simples,
como es masticar un chicle. Este tipo de comportamiento es típico de los materiales
poliméricos, pero otros materiales también pueden presentar un comportamiento
viscoelástico. Así ocurre, por ejemplo, cuando se deforman las partículas de una emulsión
durante la cizalla o cuando se modifican las condiciones de equilibrio en una suspensión
concentrada.
Figura I.28. Respuesta del esfuerzo con el tiempo para una deformación instantánea; a) solido de hooke, b)
líquido newtoniano, y c) fluido viscoelástico.
𝜎(𝑡)
𝐺 (𝑡 ) = (1.30)
𝛾
39
Para pequeñas deformaciones (en general γ ≤ 0,5 para líquidos poliméricos), todos los
datos caen en la misma curva, como se representa en la grafica log-log de la Fig. I.29. Para
tiempos cortos el modulo de relajación se aproxima a un valor constante, Ge. Esta
dependencia lineal de la relajación del esfuerzo con la deformación se denomina
viscoelasticidad lineal. Para mayores deformaciones, el modulo de relajación deja de ser
independiente de la deformación.
La Fig. I.29a muestra los datos típicos de relajación de esfuerzo para valores crecientes de
deformación. Si se convierten estos datos en un modulo de relajación, se obtiene
𝜎(𝑡, 𝛾)
𝐺 (𝑡, 𝛾 ) = 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝛾 > 1 (1.31)
𝛾
Figura I.29. Relajación del esfuerzo para una deformación instantánea representados como variación del
esfuerzo con el tiempo (a) y variación de log G con log t (b)
Una de las formas más simples de describir la viscoelasticidad lineal es haciendo uso de
modelos mecánicos, consistentes en la combinación de elementos elásticos lineales y
viscosos, normalmente representados por muelles y amortiguadores, respectivamente.
40
El desarrollo de teorías matemáticas de viscoelasticidad lineal se basa en el principio de
superposición de Boltzmann, por el cual la respuesta (p. ej. La deformación) en un momento
dado es proporcional al valor de la señal inicial (p. ej. El esfuerzo). Es decir, al duplicar el
esfuerzo se duplica la deformación. Las ecuaciones diferenciales que describen la
viscoelasticidad lineal son lineales y sus coeficientes son constantes. Estas constantes son
propiedades del material, como la viscosidad o el modulo elástico, y permanecen constantes
cuando cambian las variables, como la deformación o la velocidad de deformación. Como
consecuencia de estas restricciones la teoría lineal solo se puede aplicar cuando los cambios
en las variables son muy pequeños.
Así se puede definir una ecuación general que describa la Viscoelasticidad lineal, de la
forma
∂ ∂2 ∂𝑛 ∂ ∂2 ∂𝑚
�1 + 𝛼1 + 𝛼2 + ⋯ + 𝛼𝑛 ∂𝑟 𝑛� 𝜎 = �1 + 𝛽1 + 𝛽2 + ⋯ + 𝛽𝑛 ∂𝑟𝑚� 𝛾 (1.32)
∂𝑟 ∂𝑟 2 ∂𝑟 ∂𝑟 2
𝑑𝛾
𝜎 = 𝛽0 𝛾 + 𝛽1 (1.33)
𝑑𝑡
𝑑𝛾
𝜎 = 𝛽1 = 𝛽1 𝛾̇ (1.34)
𝑑𝑡
Pero puede ocurrir que ambas variables, β 0 y β 1, sean distintas de cero, en cuyo caso la Ec.
1.32 adquiere la forma
𝜎 = 𝐺𝛾 + 𝜂𝛾̇ (1.35)
41
Este es el modelo de Kelvin-Voigt, que es uno de los mas simples de la viscoelasticidad y que se
obtiene como combinación en paralelo de un muelle y un amortiguador. Si se aplica un
esfuerzo instantáneo a t=0 y se mantiene constante, el modelo de Kelvin cumple la
ecuación
𝜎0
𝛾 (𝑡 ) = [1 − exp (−𝑡/𝜆𝐾 )] (1.36)
𝐺
en donde 𝜆𝐾 es el tiempo de retardo. Esta constante de tiempo significa que, mientras que en
el sólido de Hooke se alcanza el valor final de deformación instantáneamente, en el modelo
de Kelvin hay un retardo hasta que se alcanza el valor final.
𝛾 = 𝛾𝑒 = 𝛾𝑣 (1.37)
𝜎 = 𝜎𝑒 + 𝜎𝑣 (1.38)
Otro modelo simple es el llamado modelo de Maxwell, en el que los parámetros distintos
de cero del material son α1 (= λM) y β 1 (=η), con lo que la ecuación diferencial resultante es:
𝜎 + 𝜆𝑀 𝜎̇ = 𝜂𝛾̇ (1.39)
42
que implica que al aplicar la deformación el esfuerzo sufre un retraso en su crecimiento. Si
la velocidad de deformación ha tenido un valor constante (para t < 0) y repentinamente
(t=0) se elimina, resulta
𝛾 = 𝛾𝑒 = 𝛾𝑣 (1.41)
𝜎 = 𝜎𝑒 + 𝜎𝑣 (1.42)
Un mayor nivel de complejidad se alcanza cuando son tres los parámetros distintos de cero.
Cuando estos parámetros son α1, β 1 y β 2, se tiene el modelo de Jeffreys, que tiene dos posibles
representaciones que responden al mismo comportamiento, el cual viene dado por la
ecuación
𝜎 + 𝜆𝑀 𝜎̇ = 𝜂(𝛾̇ + 𝜆𝐽 𝛾̇ ) (1.43)
43
los últimos en paralelo. Los elementos elásticos recogidos en estos modelos representan
cualquier sistema de la microestructura del material con capacidad para almacenar energía,
que podría encontrarse como energía entalpia o entrópica. Un ejemplo de la primera se
produce al estirar un segmento polimérico, mientras que la deformación de un polímero en
reposo desde una configuración en ovillo a un expansión de las cadenas, constituye un
ejemplo de la segunda. Por otra parte, el movimiento de un cuerpo a través de un liquido
continuo tiende a disipar energía y puede modelizarse mediante el amortiguador. En el caso
de las suspensiones, si estas son diluidas y están bien dispersas, no se llegara a formar una
estructura, por lo que el comportamiento predominante será el del amortiguador. Pero si se
forma estructura, como en el caso de suspensiones concentradas o cuando hay una
concentración elevada de aditivos en la suspensión, los elementos elásticos pueden alcanzar
una gran relevancia [4].
Figura I.30. Representación mecánica de un sólido de Hooke (a) y un líquido newtoniano (b), y de los
modelos de Kelvin (c), Maxwell (d) y Burgers (e).
Cuando una muestra es sometida a una pequeña deformación, el esfuerzo generado será
también sinusoidal y tendrá la misma frecuencia que la deformación. Sin embargo, en
44
muchas ocasiones, el esfuerzo no está en fase con la deformación sino desplazado un cierto
Angulo de fase δ. Las ecuaciones que describen las funciones sinusoidales de deformación
y esfuerzo son:
𝛾 = 𝛾0 sin(𝜔 ∙ 𝑡) (1.45)
𝜎 = 𝜎0 sin(𝜔 ∙ 𝑡 + 𝛿) (1.46)
En la Fig. I.31. se representan las distintas funciones, mostrándose las dos ondas
sinusoidales del esfuerzo.
Figura I.31. Representación de las funciones sinusoidales resultantes del flujo oscilatorio, con las
componentes del esfuerzo en fase y fuera de fase.
45
Haciendo uso de la trigonometría, se puede establecer que
𝜎0′′
tan 𝛿 = ′ (1.48)
𝜎0
Donde tan δ se denomina tangente de perdida. Esta descomposición sugiere dos módulos
dinámicos, relacionados con los ángulos de fase. Así, tenemos
′
𝜎0′
𝐺 = (1.49)
𝛾0
𝜎0′′
𝐺 ′′ = (1.50)
𝛾0
𝐺′′
tan 𝛿 = (1.51)
𝐺′
La notación anterior tiene su origen en los números imaginarios, de donde sabemos que
Siendo i = √−1.
Así pues, se puede definir un modulo complejo G*, constituido por una parte real G’ y una
parte imaginaria, G’’, es decir,
𝐺 ∗ = 𝐺 ′ + 𝑖𝐺 ′′ (1.53)
46
O lo que es igual,
𝜎0
𝐺 ′ = 𝐺 ∗ cos 𝛿 = cos 𝛿 (1.55)
𝛾0
𝜎0
𝐺 ′ = 𝐺 ∗ sin 𝛿 = sin 𝛿 (1.56)
𝛾0
𝑑𝛾
𝛾̇ = = 𝛾0 𝜔 cos 𝜔𝑡 = 𝛾0̇ cos 𝜔𝑡 (1.57)
𝑑𝑡
′
𝜂 ∗ = 𝜂′ − 𝑖𝜂′ (1.58)
47
Cuyos componentes real e imaginario se pueden expresar como
𝜎0 ′′ 𝐺′′
𝜂′ = = (1.59)
𝛾0̇ 𝜛
𝜎0 ′ 𝐺′
𝜂′′ = = (1.60)
𝛾0̇ 𝜛
donde η’ recibe el nombre de viscosidad dinámica , mientras que η’’ no recibe ningún
nombre especifico.
Existen otros métodos para caracterizar el comportamiento viscoelástico lineal, como por
ejemplo, definiendo también una capacitancia compleja, J*; que en flujo oscilatorio, vendrá
dada por
𝐽∗ = 𝐽′ − 𝑖𝐽′′ (1.61)
1
𝐽∗ = (1.62)
𝐺∗
Si bien los componentes no siguen esa relación, es decir, J’ ≠ 1/G’ y J’’ ≠ 1/G’’.
Por similitud con los módulos elástico y viscoso o de perdida, los componentes J’ y J’’ se
denominan capacitancia elástica y capacitancia de perdida.
En la tabla I.4. se resumen las distintas funciones del material para flujo oscilatorio de baja
amplitud en términos de los módulos elástico y viscoso. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que ninguno de los parámetros derivados proporciona información adicional con
respecto a la suministrada por G’ y G’’, por lo que estos son los parámetros normalmente
empleados como referencia. [4]
48
Tabla I.4. Funciones del material para cizalla oscilatoria.
Si se somete a oscilación una sustancia elástica pura (muelle ideal), el Angulo de fase es
igual a 0°, y por consiguiente, G' =G* y G'' = 0 . Si se hace oscilar una sustancia puramente
viscosa (amortiguador ideal), el ángulo de fase es igual a 90°, y por tanto G' = 0 y G'' = G*.
Uno y otro caso hacen nuevamente referencia a los modelos mecánicos de solido elástico
de Hooke y liquido newtoniano, respectivamente, y como tales, pueden ser representados
acudiendo, una vez más, a los diagramas de muelles y amortiguadores.
Sin embargo, las ecuaciones anteriores definen a los materiales situados en los extremos del
comportamiento reológico, elásticos o viscosos puros. Los materiales o fluidos
viscoelásticos estarán ubicados en el intervalo de ángulos de fase, δ, comprendidos entre 0°
y 90°.
49
Figura I.32. Representación de modelos de sólido elástico, líquido viscoso y material viscoelástico.
𝜂𝜔
𝐺 ′′ = (1.63)
1 + (𝜔𝜆)2
y
′
𝐺(𝜔𝜆)2
𝐺 = (1.64)
1 + (𝜔𝜆)2
Es importante notar que tanto el modulo complejo como el ángulo de fase son
dependientes de la frecuencia. Por lo tanto, para obtener el comportamiento viscoelástico
del material a ensayar es necesario mantener fijo el esfuerzo y efectuar el ensayo en un
intervalo de frecuencias. Esto da como resultado sendas curvas de G* y δ frente a la
frecuencia. Un descenso de la última indica una disminución del comportamiento viscoso y
un aumento del comportamiento elástico. La forma típica del comportamiento de Maxwelll
en un ensayo oscilatorio se representa después.
50
Figura I.33. Comportamiento de Maxwell típico en ensayos de oscilación (escala log/log)
A muy baja frecuencia se aprecia que G” es mucho mayor que G’, por lo que predomina el
comportamiento viscoso de un liquido. Al aumentar la frecuencia, las curvas de G’ y G” se
cruzan y empieza a dominar el comportamiento elástico típico de un sólido. El valor que
determina que tipo de comportamiento es más significativo es la frecuencia (ϖ) en relación
al tiempo de relajación (λ). Así, se puede definir un numero de Deborah, como ϖλ. Si este
valor es bajo, la respuesta es la de un líquido y viceversa. Para el modelo de Maxwell se
cumple que
𝜂′ 𝐺′
+ = 1 → 𝜂′ = 𝜂 − 𝜆𝐺 ′ (1.65)
𝜂 𝐺
Es decir, si los datos siguen el modelo de Maxwell se observa una relación lineal entre η' y
G'.
Por otro lado, el modelo de Kelvin – Voigt es más simple, ya que G' = G y G'' =ηϖ (es
decir, η' =η). [4]
1.2.1. Introducción
Los líquidos iónicos (LI) [6-7] se han conocido desde que en 1914 se obtuviera el nitrato de
etilamonio que es líquido a temperatura ambiente. Desde el 1940 se han utilizado líquidos
iónicos derivados del cloruro de aluminio en procesos de deposición electrolítica a alta
temperatura. En los años 1970 se desarrollaron intencionadamente nuevos líquidos iónicos
para su uso en baterías de cabezas nucleares. Hasta entonces, las baterías utilizaban sales
fundidas con altos puntos de fusión, que resultaban muy corrosivas para los materiales con
los que entraban en contacto, de ahí la necesidad de desarrollar nuevas sales que
51
permaneciesen líquidas a temperaturas más bajas. De esta manera comenzó el interés
científico y tecnológico por los líquidos iónicos.
Los líquidos iónicos son sales con bajo punto de fusión (generalmente < 100 °C). Aquellos
que presentan puntos de fusión por debajo de la temperatura ambiente son los que
presentan mayor interés en la mayoría de las aplicaciones. La composición química general
de estos materiales es sorprendentemente consistente, incluso aunque la composición
específica y las propiedades físicas y químicas varían enormemente.
Estas sales están formadas por cationes orgánicos que contienen nitrógeno (como en el
caso de los derivados de imidazolio, alquilamonio, piridinio, etc.) o fósforo (alquilfosfonio).
Los aniones pueden ser orgánicos con nitrógeno, fósforo o azufre, o inorgánicos
(tetrafluoroborato, hexafluorofosfato, nitrato, etc.).
Debido a su extremadamente baja volatilidad, se dice que los líquidos iónicos son
disolventes verdes [8], en contraste con los disolventes orgánicos volátiles convencionales.
Las propiedades favorables de los líquidos iónicos se pueden resumir en la siguiente
relación:
52
− Cristales líquidos.
− Membranas con líquidos iónicos soportados para reactores, sensores y procesos
de separación.
− Aditivos para cromatografía gaseosa, cromatografía líquida y electroforesis.
− Plastificantes.
− Dispersantes y tensioactivos.
− Fluidos para electropulido.
Las propiedades físicas y químicas de los LI, tales como el punto de fusión, la
hidrofobicidad, la polaridad y la miscibilidad, pueden ajustarse variando las estructuras de
los cationes y aniones y sus combinaciones [8], siendo esta versatilidad una de las
principales características de estos materiales.
En cuanto al punto de fusión, parece que no existe una correlación total, basada en
cambios del tipo de catión y anión, entre la composición de un LI y su punto de fusión. Sin
embargo, se han encontrado ciertas tendencias como la disminución del punto de fusión
con la incorporación de cationes más voluminosos y asimétricos [11]. En los últimos años
se está realizando un esfuerzo para poder comprender por qué ciertas combinaciones
catión-anión dan lugar a puntos de fusión muy bajos [12], llegando a desarrollarse
recientemente un modelo predictivo para calcular el punto de fusión de un LI dado a partir
de su constante dieléctrica relativa (εr) y viceversa. Los líquidos iónicos con aniones
altamente fluorados (BF4-, PF6-, etc.) son generalmente líquidos a bajas temperaturas,
formando estructuras cristalinas al solidificar, produciéndose una cristalización lenta.
Empíricamente se ha observado que el punto de fusión decrece según el siguiente orden:
Cl- >PF6- > BF4-.
53
temperaturas superiores de estabilidad, teniendo lugar la pirólisis a temperaturas entre 350 y
450 °C, si no hay otros caminos de descomposición accesibles a menores temperaturas.
Las viscosidades de los LI a temperatura ambiente van desde unos 10 cP hasta valores de
más de 500 cP, dependiendo su valor fuertemente de la temperatura, la presión y las
impurezas. Se han realizado diversos estudios [14-15] en los que se ha medido la viscosidad
del hexafluorofosfato de 1-butil-3-metilimidazolio, y aunque los valores se obtienen con
una variación menor del 3%, los datos entre los distintos autores pueden llegar a diferir
hasta en un 30% [16].
Para LI con el mismo anión, la tendencia es que a cadenas alquilo más largas, se obtengan
fluidos más viscosos. Un conocimiento apropiado de la relación entre la estructura de los
LI y la viscosidad [15] es importante para poder seleccionar adecuadamente el LI para una
aplicación específica, así como para diseñar materiales nuevos. Se han realizado estudios en
los que se observa cómo las propiedades eléctricas de los LI dependen de la viscosidad,
disminuyendo la conductividad al aumentar la cadena alquilo y por lo tanto la viscosidad
[17].
Las densidades registradas para los LI varían entre 1,12 g/cm3 y 2,4 g/cm3. Ésta parece ser
la propiedad física menos sensible a las variaciones de temperatura, como se ha observado
en algunos estudios [18]. Además, el efecto de las impurezas sobre la densidad de los LI es
menos dramático que en el caso de otras propiedades físicas, como la viscosidad. La
miscibilidad de los LI en agua puede variar de completamente miscible a casi totalmente
inmiscible. Los aniones pequeños del tipo de los haluros generalmente producen LI
solubles en agua, mientras que la presencia de aniones grandes, genera LI hidrofóbicos. Sin
embargo, como se ha comentado, el agua es la impureza más común en los LI,
encontrándose incluso en los hidrófobos [16], que pueden llegar a absorber rápidamente la
humedad del ambiente.
Estudios recientes [20] han demostrado que es posible medir el valor de εr para los LI. Los
resultados obtenidos clasifican a estos materiales como disolventes moderadamente
54
polares. Se ha determinado que su constante dieléctrica se encuentra entre 8,8 y 15,2,
disminuyendo este valor al aumentar la longitud de la cadena alquílica. A la hora de
determinar la polaridad de los LI debemos tener en cuenta la longitud de la cadena alquílica
y la naturaleza del anión. Por lo tanto, para un mismo anión, la polaridad del LI decrece al
aumentar la longitud de cadena. Pero también tiene una influencia importante la naturaleza
del anión, pudiendo ajustarse el valor de εr mediante cambios del catión y el anión del LI.
Los resultados experimentales obtenidos presentan valores de εr marcadamente menores
que los esperados [20]. Sin embargo, se debe tener en cuenta que las teorías establecidas
para describir las interacciones dipolares en los líquidos moleculares no pueden trasladarse
con facilidad a los LI, debido a su particular organización, por lo que conceptos como la
polaridad de los LI requieren un cuidadoso estudio.
55
• Membranas líquidas soportadas (SLM). Las SLM son un tipo único de membranas de
sólidos porosos impregnadas con líquido. Sin embargo, tienen problemas de
pérdidas del líquido por vaporización o disolución que quedan eliminados al usar
los LI.
• Combustible para reactores de uso espacial. La naturaleza de los LI está siendo investigada
para desarrollar nuevos materiales con alta densidad de energía que puedan ser
usados como monopropulsores líquidos para cohetes [30].
56
para desarrollar bases de datos que puedan ser consultadas a la hora de decidir qué
LI utilizar para una reacción o aplicación particular.
1.2.4.1. Introducción
Las singulares características previamente descritas para los LI, como su presión de vapor
casi inexistente, su bajo punto de fusión, su alta estabilidad térmica, su nula inflamabilidad y
su miscibilidad con los compuestos orgánicos, los hacen un material ideal para su
aplicación como lubricantes en campos como la aeronáutica, la electrónica, sistemas de
refrigeración y las computadoras.
La estructura dipolar única de los LI podría permitir su fácil adsorción por parte de las
superficies en deslizamiento, de modo que se forme una capa límite efectiva. Esta
adsorción físico/química de los LI se podría ver reforzada por la existencia de enlaces de
hidrógeno con la superficie [40], de forma que sus propiedades tribológicas se vean
mejoradas, sobre todo como lubricantes de TFL (o de película fina) y lubricación límite.
Uno de los modelos propuestos para explicar este tipo de lubricación es el denominado
“Modelo de películas formadas por líquidos ordenados” [41], modelo que se puede aplicar
a la lubricación por LI.
57
1.2.4.2. Líquidos iónicos como lubricantes de metales o cerámicos
Aunque hasta el año 2002 se habían realizado escasos estudios en los que se mostraba a
estos LI como un prometedor y versátil nuevo tipo de lubricante base [43-44], el empleo de
los líquidos iónicos puros a temperatura ambiente como lubricantes [40, 43-53] es tal vez la
más importante de las nuevas aplicaciones que está siendo investigada para esta familia de
disolventes verdes. Al igual que en el resto de propiedades de los LI, es de esperar que
tanto la naturaleza del anión como la longitud de la cadena alquilo tengan un efecto
significativo en el comportamiento tribológico de los LI.
También se ha llevado a cabo una línea de trabajo que emplea los LI como lubricantes
internos y agentes modificadores y dispersantes de nanoaditivos en materiales poliméricos
[65-68].
58
apantallamiento electromagnético para transductores ópticos [83] y por supuesto las
aplicaciones en lubricación y tribología citadas anteriormente .
1.3.1. Introducción
59
La ablación por láser se utilizó en principio para la síntesis de fulerenos. Posteriores
modificaciones han permitido obtener mediante esta técnica CNTs. En esta técnica se
utiliza un pulso de láser para vaporizar un composite de grafito con un catalizador (aleación
Co:Ni) en un horno a una temperatura de 1200 °C. Variaciones de este método, utilizando
un composite de C/Co:Ni:FeS y la adición de H2 en el gas inerte, puede originar nanotubos
de diámetros superiores a 5 nm [97].
Las ventajas e inconvenientes de cada uno de los métodos utilizados para la síntesis de
nanotubos de carbono se presentan en la Tabla I.5.
Tabla I.5. Técnicas de obtención de nanotubos de carbono
Descarga de Arco Ablación por láser CVD HiPCO
Generación de
Vaporización de Descomposición de Crecimiento en
descarga de un
grafito mediante hidrocarburos fase gaseosa de
arco entre dos
Descripción láser bajo flujo de gasesos en presencia CNTs con CO a
electrodos de
atmósfera inerte y de partículas de alta presión y
grafito bajo
alta temperatura. catalizador metálico. temperatura.
atmósfera inerte.
Tamaño
D=1–2 nm, cortos D=1–2 nm, largos D=0,5–4 nm, largos D<1nm, L variable
SWCNTs
Tamaño
D=1–10 nm, cortos D=1–20 nm, cortos D=10–200 nm, largos No aplicable
MWCNTs
Rendimiento Hasta 90 % Hasta 65 % Hasta 100 % Hasta 70 %
Fácil, libre de Bajo costo, simple,
Alta pureza, libre Producción a gran
Ventajas defectos, sin producción a gran
de defectos escala, alta pureza
catalizador escala
CNTs cortos y
Caro, bajo Defectos, partículas
enmarañados, Caro, sólo para
Desventajas rendimiento, sólo de catalizadores y
estructuras SWCNT
para SWCNT carbono amorfo
aleatorias
60
1.3.3. Morfología y tipos de nanotubos de carbono
Los nanotubos de carbono pueden considerarse una capa de grafeno, es decir, una red
bidimensional de carbonos unidos formando una estructura hexagonal o de panal de abeja,
enrollada sobre sí misma formando una estructura tubular. Otras estructuras derivadas del
grafeno [105] son los fulerenos y el grafito, tal y como puede observarse en la Fig. I.34. Los
nanotubos de carbono suelen tener al menos una estructura hemisférica de fulereno en sus
extremos.
Figura I.34. Evolución del grafeno en distintas especies grafíticas: fulerenos 0D, nanotubos 1D y grafito
3D.
Según el ángulo de arrollamiento de los CNTs, éstos presentan una estructura atómica en
forma de zig-zag, en forma de sillón, o con una quiralidad. Para definir la quiralidad se
utiliza un esquema de nomenclatura en base a dos coordenadas vectoriales n y m, siendo n
el número de carbonos atravesados por el vector C n , trazado a partir de la unión de dos
átomos de carbono en disposición 1,3 del anillo hexagonal y m el número de carbonos
atravesados por el vector Cm , trazado a partir de la unión de dos átomos de carbono en
disposición 5,3. Si n = m, nos encontramos ante unos nanotubos tipo sillón; si m = 0, se
trata de nanotubos tipo zig-zag. En cualquier otro caso tenemos nanotubos denominados
quirales, indicando (n,m) la quiralidad. El vector que define la quiralidad se define como
Ch , y representa la colocación de los átomos de carbono a lo largo de la circunferencia del
nanotubo. Las tres disposiciones se muestran en la Fig. I.35. La estructura quiral de los
61
nanotubos tiene vital importancia, especialmente en cuanto a que determina sus
propiedades electrónicas y térmicas.
n
m
c
Ch
b
a T Ch
T
Ch
a b c
62
Figura I.36. Micrografías TEM de un SWCNT (arriba) y un MWCNT (abajo).
Los nanotubos de pared simple suelen presentarse agrupados en haces de varias decenas,
mientras que los nanotubos de pared múltiple según se producen, se observan
enmarañados.
Los nanotubos a menudo presentan una serie de defectos que les confiere una estructura
real diferente de la ideal. Entre los defectos observados mediante técnicas como HR-TEM
se encuentran pérdida de la cabeza semiesférica en los finales del mismo, torsiones y
flexiones, huecos en la estructura cristalina, defectos tipo Stone-Wals, etc.
Cabe mencionar que los de carbono no son los únicos nanotubos existentes (esto es, la
única estructura unidimensional hueca de tamaño nanométrico), existiendo muchas otras
especies con distinta composición química y estructura unidimensional, tales como fibras,
cables, varas, cinturones y tubos de calcogenuros de molibdeno, selenio, teluro [106].
1.3.4. Propiedades
En este apartado se describen las propiedades generales más significativas de los nanotubos
de carbono [107], que aportan valor añadido a los composites de matriz polimérica con
dichas estructuras carbonosas.
63
1.3.4.1. Propiedades mecánicas
Las propiedades mecánicas están relacionadas con la estructura molecular del grafeno.
Los enlaces en el plano del grafeno, son enlaces covalentes σ, de mucha mayor energía que
los enlaces perpendiculares al plano, enlaces π, de menor energía. Los estudios teóricos
iniciales sobre SWCNTs [108-110] indican módulos de Young de hasta 5,5 TPa, si bien
estudios posteriores sitúan el módulo en torno a 0,8 TPa, que depende del diámetro del
nanotubo [111]. Estudios similares para MWCNTs indican una resistencia de 1–1,2 TPa
[112].
Es sabido que otras especies alotrópicas del carbono como el diamante y el grafito (en su
dirección planar) tienen unas conductividades térmicas muy elevadas. Lo cual plantea de
inicio la posibilidad de que los nanotubos de carbono presenten asimismo conductividades
elevadas. Berber et al. [114] predijeron teóricamente la conductividad térmica de SWCNTs
individuales en 6600 W/m·K a temperatura ambiente, mucho mayor que la del diamante.
Estudios experimentales sobre nanotubos individuales, sitúan los valores de conductividad
en torno a 3000 W/m·K tanto para SWCNT como para MWCNT. Sin embargo, la
conductividad del material en bruto es del orden de 100–102 W/m·K, debido a que el
dominio cristalino es muy pequeño, y no se presenta una continuidad semejante a la de los
metales conductores como cobre, plata, oro, etc, que presentan conductividades del orden
de 3·102 W/m·K.
Además de la alta conductividad que presentan estos nanomateriales, los CNTs exhiben
una importante estabilidad térmica. En este sentido su resistencia a la oxidación es mucho
mayor que la de que la de otras especies carbonosas como los fulerenos, grafito y el
diamante [115]. Estudios en argón no muestran transformación térmica detectable a
temperaturas inferiores a 1000 °C, indicando la ausencia de ruptura por pirólisis o cambio
de estructura molecular [116].
64
1.3.4.3. Propiedades eléctricas
En cuanto a la dispersión Raman, los nanotubos presentan una fuerte respuesta, que
además es resonante. Mediante la técnica de espectroscopía Raman, se puede caracterizar la
estructura, dispersión y propiedades eléctricas de los nanotubos de carbono.
65
II. Objetivos
Los objetivos principales de este proyecto son:
66
III. Materiales y Métodos Experimentales
3.1. Materiales utilizados en la experimentación
En este trabajo se ha caracterizado el comportamiento reológico del líquido iónico LTo102
y sus dispersiones con nanotubos de carbono de pared múltiple.
Los nanotubos de carbono (Fig. III.1.) utilizados han sido fabricados por Nanoestructures
& Amorphous Materials Inc. (Texas, USA). Son nanotubos de pared múltiple de corta
longitud para su fácil dispersión. Su precio es de 180$/5g frente a los 1385$/5g de los
nanotubos de pared simple de similares características. Los nanotubos utilizados poseen
una pureza superior al 95% y un diámetro exterior inferior a 8nm, mientras que el interior
es de 2-5nm. Sus longitudes poseen un máximo de 2µm y un mínimo de 0,5µm. Los
componentes y sus proporciones quedan reflejados en la Tabla III.1.
Componentes C Al Cl Co S
Proporción(%) 97,46 0,19 1,02 1,09 0,24
67
3.1.2. Líquido iónico L-To102
El líquido iónico L-To102 empleado en los ensayos fue suministrado por Fluka Chemie
GmbH (Alemania), SOLVONIC. Es una sal formada por un catión orgánico y un anión
inorgánico, líquida a temperatura ambiente. Llamamos L-To102 al líquido iónico tosilato de
1-etil, 3-metilimidazolio (Fig. III.2.). Es un líquido iónico de cadena corta, con azufre en su
anión.
Los datos reflejados como “propiedades físicas” corresponden a los suministrados por el
fabricante. El análisis realizado por termogravimetría se ha llevado a cabo en el equipo
Shimadzu TGA-50, con una velocidad de calentamiento de 10ºC/min. El ensayo se ha
realizado en atmósfera de N2 (hasta 800ºC), y en aire (hasta 600ºC).
Propiedades físicas
Temperatura de fusión: -45 ºC.
Temperatura de descomposición: 370 ºC.
Densidad (20 ºC): 1,231 g/cm3.
Viscosidad (20 ºC): 872,6 mm2/s.
68
Termogravimetría
69
Espectroscopía infrarroja
3.2.1. Reómetro
El cuerpo del reómetro es una única pieza rígida de metal fundido que comprende la base y
la columna (Fig. III.6.).
70
Figura III.6. Fotografía y esquema del Reómetro Rotacional AR-G2.
El cabezal del instrumento está unido a la columna mediante una corredera de bolas
montada en su interior. La posición vertical del cabezal está controlada por el movimiento
del tornillo de la corredera de bolas. El cabezal contiene:
• La copa de arrastre del motor, con una armadura que forma el eje de rotación del
reómetro.
• Un cojinete axial de empuje magnético que soporta el husillo.
• Un codificador óptico que determina su posición angular.
Este reómetro presenta una ventaja con respecto a los reómetros habituales, ya que,
incorpora un sistema de cojinete axial magnético (Fig. III.7.) que permite un control muy
preciso del par y elimina cualquier perturbación de ruido o señal de vibración causada por
turbulencias de aire en los reómetros convencionales de cojinetes de aire. [123]
71
Figura III.7. Sección del AR-G2: Los componentes rotatorios se muestran en rojo y los estáticos en gris.
En las siguientes tablas se muestran las especificaciones técnicas del equipo: [124]
Unidad Electrónica
Ancho 18.5 cm
Alto 37.5 cm
Profundidad 45 cm
Peso 17.3 kg
Unidad Principal
Ancho 30 cm
Alto 67 cm
Profundidad 32 cm
Peso 29 kg
72
Tabla III.3. Especificaciones del reómetro AR-G2.
AR-G2
Suministro de energía 110 – 230 Vac
Suministro de frecuencia 50 – 60 Hz
Potencia 1.4 kW
Par de torsión máximo 200 mNm
Mínimo par oscilatorio CR 0.003 µN · m
Mínimo par oscilatorio CS 0.003 µN · m
Mínimo par fijo CR 0.01 µN · m
Mínimo par fijo de deformación 0.01 µN · m
Rango de frecuencias 7.5 10-7 – 628 rad · s-1
Rango de velocidad angular Tensión controlada: 0 – 300 rad · s-1
Torsión controlada: 1.4 10-9 – 300 rad ·s-1
Resolución del desplazamiento angular 25 nRad
Paso de cambio de velocidad 7 ms.
Paso de cambio de torsión 30 ms.
Rango de fuerzas normales 0.005 – 50 N
Suministro de aire 2.1 bar (30 PSI)
La muestra se coloca entre una plataforma inferior, montada sobre la base del cuerpo del
reómetro, y una plataforma superior desmontable, o geometría, que se une al eje de
rotación del instrumento. El eje de rotación es hueco, y lo atraviesa una varilla de tracción
desmontable. La varilla de tracción sobresale por el extremo inferior de modo que la
geometría puede ser conectada de forma segura. Juntos, la plataforma inferior y la
geometría, forman el sistema de medición, de los cuales hay cuatro tipos principales: el
cono y la placa, las placas paralelas, los cilindros concéntricos y la muestra solida
rectangular.
La plataforma inferior se conecta en el reómetro por medio del conector magnético Smart
SwapTM. En el AR-G2, el sistema de reconocimiento del Smart SwapTM permite que el
instrumento pueda reconocer automáticamente la geometría que se conecta.
La plataforma inferior forma parte del sistema de control de temperatura, y para completar
el excelente rendimiento del reómetro se dispone de una serie de plataformas: Placa Peltier,
Placa de alto calentamiento (UHP), sistema de cilindros concéntricos Peltier, celula de
presión, celula para el análisis de almidones y placa de calentamiento eléctrico (EHP). De
todas ellas en los ensayos se utilizo la Placa Peltier.
La plataforma inferior del AR-G2 se monta en un transductor de fuerza normal que detecta
el esfuerzo axial. Esto puede ser usado para el control en bucle cerrado de la posición de la
cabeza, con el fin de, limitar la tensión impuesta en la muestra durante el cierre de la
73
cabeza, mantener la muestra bajo tensión o compresión durante una medición, o
determinar el esfuerzo normal producido por el cizallamiento de la muestra. La conexión
de la plataforma inferior al transductor de fuerza normal es a través del conector magnético
Smart SwapTM. [124]
El Efecto Peltier está basado en: una corriente eléctrica atravesando la unión entre dos metales o
semiconductores distintos produce un gradiente de temperatura en la unión (la temperatura se elevará en un
lado y descenderá en el otro). La dirección de la corriente determina en qué lado la temperatura
se eleva. En la placa del reómetro AR-G2 un conjunto de elementos Peltier se colocan
debajo, en contacto térmico con el disco de cobre. El grado deseado de calentamiento o
enfriamiento puede lograrse mediante el control de la dirección y magnitud de la corriente
suministrada a estos elementos.
74
líquido refrigerante, normalmente agua, que pasa a través de un baño situado debajo de los
elementos Peltier. El líquido refrigerante se manda a un sistema de recirculación, también
del fabricante “TA Instrument” denominado “Julabo”, para evitar que se eleve su
temperatura en especial cuando se trabajan con temperaturas lejanas a la ambiente.
La Placa Peltier funciona de forma más eficiente cuando la temperatura del fluido disipador
de calor esta a 15ºC de la del plato. Para trabajar a temperaturas en el rango de 20ºC por
debajo de la temperatura ambiente hasta 60ºC por encima, la temperatura del fluido
disipador debe ser cercana a la ambiente. Y para trabajar a temperaturas fuera de este rango
la temperatura del líquido disipador se aleja de la ambiente. Es recomendable que cuando el
sistema Peltier se utiliza de forma continuada a temperaturas superiores a 100ºC, el sistema
esté conectado a un suministro principal de agua. La velocidad de flujo del fluido a través
del baño no necesita ser alta. Una velocidad de flujo de 0.5 l/min. es adecuada,
aumentando a 1 l/min. cuando trabajamos a temperaturas muy bajas.
75
Los sistemas de medición disponibles para su uso con la Placa Peltier son el cono-placa y
las placas paralelas. En los ensayos utilizamos el de Platos paralelos. [124]
En esta geometría una de las placas gira y la otra esta estática. A diferencia del sistema
cono-placa el flujo entre las placas no es homogéneo, varia con el radio por lo que la
deformación a la que está sometida el fluido es nula en el centro y máxima en el borde de la
placa. Este sensor es adecuado para sustancias muy viscosas y para realizar medidas de
propiedades viscoelásticas. [124]
76
III.10. Dispersión de MWCNT en el líquido iónico
3.3.2.Compensación térmica
Los errores en la dimensión del hueco (gap) influyen directamente en la precisión de los
resultados en mediciones con platos paralelos. Por consiguiente, la configuración del hueco
de medición es necesaria para medir las propiedades reológicas con precisión.
77
Figura III.11. Pantalla de calibración de la compensación térmica
Antes de cada tanda de ensayos no es necesario realizar una calibración completa del
reómetro, pero si monitorizar el rendimiento y llevar a cabo una serie de pruebas de
verificación. En base a esto, establecimos una rutina para supervisar el funcionamiento del
78
reómetro, en la que se consideraban la verificación de los siguientes factores de calibración
del sistema:
“Instrument inertia”
En un ensayo ideal, siempre que aplicamos un par mediante un reómetro, la fuerza actuaría
únicamente sobre la muestra. En la práctica, sin embargo, debido a la inercia del eje del
reómetro y de la geometría del sistema de medición, parte de la torsión aplicada se destina a
acelerar o desacelerar estos componentes mecánicos, hasta alcanzar el estado de equilibrio.
Por lo tanto es necesario hacer una corrección en el valor de par para reflejar con más
exactitud las condiciones que la muestra está experimentando. Los valores que se utilizan
para esta corrección son los resultantes de la calibración del instrumento y de la geometría.
En condiciones normales el valor de inercia del reómetro no debe cambiar con el tiempo.
Durante las calibraciones llevadas a cabo siempre observamos una tendencia constante de
este valor, en torno a 18.85 micro N.m.s2.
El cojinete de aire permite de forma ideal aplicar torsión a la muestra sin que exista
rozamiento. Sin embargo, siempre existirá una cierta fricción residual. Con la mayoría de las
muestras esta fricción es insignificante, pero en algunas puede provocar imprecisiones en
los datos. Para evitar esto el software permite una corrección del “Air bearing friction” que
puede ser activada marcando la casilla correspondiente. Nosotros trabajamos activando
esta opción y antes de cada experimento comprobábamos que el valor de “bearing friction” se
mantenía entorno a 0.275 micro N. m / (rad/s).
79
2. Seleccionar opciones en el menú.
3. Seleccionar instrumento.
4. Hacer clic en la ficha “Miscellaneous”.
5. Hacer clic en el botón de calibrar.
Debido a las micro tolerancias que necesita un cojinete de aire para trabajar, tendrá
pequeñas variaciones en su comportamiento en torno a una revolución del eje. Estas son
consistentes a lo largo del tiempo a menos que se produzcan cambios en el aire del
cojinete. Combinando los datos de posición angular absoluta del codificador óptico con el
control por microprocesador del motor, estas pequeñas variaciones pueden asignarse
automáticamente y almacenarse en la memoria. Para crear un mapa, el programa hace girar
al cojinete de aire a una velocidad fija, y monitoriza el par requerido para mantener esta
velocidad durante una rotación de 360º. Estas variaciones son asignadas automáticamente
por el microprocesador, el cual lleva a cabo una corrección de la línea de base de la torsión.
Esto da como resultado un muy amplio rango de funcionamiento del cojinete sin la
intervención del operario. Para una máxima precisión, este mapeo debe realizarse cada vez
que se emplea un nuevo sistema de medición.
“Zero gap”
Por último, antes de cargar la muestra nos aseguramos de que el punto cero o de referencia
(“zero gap”) está configurado correctamente. Para ello, con la geometría colocada y todas las
80
demás comprobaciones realizadas, seleccionamos el botón de “zero gap” en la barra de
herramientas.
Una de las claves para obtener buenos datos reológicos es ser cuidadosos durante el
proceso de carga y llenado de muestra. Tras preparar el equipo, con una espátula de
plástico cargamos la muestra directamente sobre la Placa Peltier procurando que este
centrada y formando un disco cuyo borde no se extienda mas allá de la zona que ocupa el
plato móvil al descender. En la Fig. III.13. se observa cómo debe quedar la muestra.
81
Figura III.14. Llenado de la muestra.
Un exceso o defecto de muestra en el llenado dará lugar a valores de medida erróneos. Para
hacer un llenado correcto el borde del disco de muestra debe estar a ras con el borde de la
geometría, tal y como se muestra en la Fig. III.14. Para conseguirlo bajamos lentamente el
cabezal con el disco móvil y reducimos el gap hasta que visualmente comprobamos que la
forma de los bordes es correcta. Para un ajuste más fino del gap introducimos el valor
deseado en la columna de valores requeridos de la ventana donde aparecen todos los
parámetros. Fig. III.15. Trabajamos en todo momento con un gap comprendido entre 500 y
1500 micras que es el recomendado por el fabricante para esta geometría.
82
Figura III.15. Ajuste automático del gap.
Por último, para reducir los errores producidos por la evaporación del solvente, utilizamos
el Solvent Trap Cover, que reduce la tasa de evaporación. El foso de la geometría debe
llenarse con el disolvente apropiado, y colocar las dos mitades del Solvent Trap Cover de tal
forma que el borde superior quede parcialmente sumergido en el disolvente. Para los
ensayos utilizamos disolvente de parafina. Es muy importante que ninguna parte de la
cubierta esté en contacto con la geometría. En la Fig. III.16. se muestra un esquema del
montaje y en la Fig. III.17. como queda durante el experimento.
Cada tanda se repitió tres veces, cada una con una muestra distinta, para el LTo102 y sus
dispersiones, con el fin de poder contrastar los resultados.
84
Figura III.18. LTo102 (izquierda) y sus dispersiones.
Para la determinación del límite entre la región lineal y no lineal del rango viscoelástico es
necesario llevar a cabo ensayos dinámicos a un valor determinado de frecuencia haciendo
un barrido de esfuerzo o amplitud (deformación). La región lineal se da para valores de
deformación que únicamente producen una ligera perturbación de la estructura con
respecto a la que tenía en reposo, pero no su destrucción. Por lo tanto, la respuesta está
íntimamente relacionada con los procesos dinámicos a nivel molecular, lo que permite
correlacionar la medida de propiedades reológicas con los potenciales de interacción entre
partículas.
85
Figura III.19. Esquema del valor de esfuerzo función del tiempo en el ensayo de barrido de amplitud.
Una vez establecida la zona lineal, se procede a un segundo tipo de ensayo: el barrido de
frecuencia. En este caso, se aplica un esfuerzo o deformación de amplitud constante
(dentro de la región lineal) y se estudia la respuesta del material en un intervalo de
frecuencias, lo que permite representar los módulos elástico y viscoso o el ángulo de fase
en función de la frecuencia.
En este tipo de ensayos la placa utilizada como sensor de medición no gira continuamente
en una dirección, sino que, el giro es alternado en uno y otro sentido. Esto genera una
curva de rotación sinusoidal dependiente del tiempo con un ángulo pequeño (ϕ), como se
muestra en la Fig. III.21. Por otra parte, la muestra situada en la ranura de medición es
86
sometida a una deformación que varía sinusoidalmente con el tiempo de acuerdo con la
expresión:
𝛾 = 𝛾0 sin(𝜔 ∙ 𝑡) (3.1. )
87
3.3.5.1.1. Barrido de esfuerzo o amplitud
Los parámetros del barrido de amplitud son él %strain y la frecuencia. Para él %strain
hicimos un barrido desde 0.01 hasta 10000. Y como valor de frecuencia constante del
ensayo tomamos 1Hz. Como se observa en la Fig. III.23 el ensayo se realizó en modo
logarítmico y también seleccionamos la temperatura a la que se realiza. Aunque el rango de
%strain o deformación es el establecido, los ensayos se detenían manualmente para no
sobrepasar la zona lineal, de tal forma que, la estructura interna no se viese afectada y poder
utilizar la misma muestra para el barrido de amplitud a la siguiente temperatura.
88
100
25 ºC
50 ºC
10 75 ºC
100 ºC
1
G' (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
Figura III.24. Modulo elástico en función del % de deformación a distintas temperaturas. LTo102.
100
25 ºC
50 ºC
75 ºC
10
100 ºC
G'' (Pa)
0.1
0.01
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
Figura III.25. Modulo viscoso en función del % de deformación a distintas temperaturas. LTo102.
89
1000
25 ºC
50 ºC
75 ºC
100 ºC
100
Delta (grados)
10
1
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
Figura III.26. Angulo delta en función del % de deformación a distintas temperaturas. LTo102.
1000
25 ºC
50 ºC
75 ºC
100 ºC
100
Delta (Grados)
10
1
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
91
100
25 ºC
50 ºC
10 75 ºC
100 ºC
1
G' (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
1000
25 ºC
50 ºC
100
75 ºC
100 ºC
10
G'' (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
25 ºC
50 ºC
75 ºC
100 ºC
100
Delta (grados)
10
1
0.001 0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
% Deformación
93
Figura III.33. Parámetros del barrido de frecuencia.
Obtuvimos las curvas donde se representan el módulo elástico (G’), viscoso (G’’) y δ en
función de la frecuencia.
Las dos condiciones que deben cumplirse para la correcta realización de este ensayo, que
son, seleccionar la amplitud de la deformación dentro de la región lineal y que la muestra
sea estable durante el ensayo, se garantizaron con el estudio previo de amplitud y la alta
estabilidad química y térmica del líquido iónico.
Las únicas variables que introducimos para esta ensayo son la temperatura y el rango de
velocidad de cizalla, desde 0.1 a 1000 1/s. [125]
94
Figura III.34. Parámetros del ensayo de flujo estable.
En la Fig. III.34. se observa un apartado que indica “Steady state”, este hace referencia a las
condiciones del estado estacionario. Se configura el ensayo de tal forma que el reometro
mantiene constante una determinada velocidad de cizalla, entonces registra tres valores de
viscosidad, si estos tres valores estan dentro de una tolerancia del 5% calcula el valor medio
y toma una medida experimental de la viscosidad. Si alguno de los valores no esta dentro de
la tolerancia entonces mide durante 1 minuto y devuleve el valor medio. Una vez realizado
esto continúa con la siguiente velocidad de cizalla. En la Fig. III.35. se observa un esquema
de como se realiza la toma de datos.
95
Figura III.35. Rampa por etapas o estado de flujo estable.
96
IV. Discusión de Resultados
4.1. Estudio Reológico
A continuación se presenta un estudio reológico completo del líquido iónico
L-To102 y sus dispersiones. Este estudio no sólo indica el valor de viscosidad, parámetro
crucial en todo lubricante externo, sino además, puede orientar sobre la ordenación
cristalina de las moléculas de líquido iónico y las nanofases intercaladas en él.
Como podemos observar, se pueden distinguir dos zonas claramente diferenciadas para
todas las curvas de ensayo realizadas. A baja velocidad de cizalla, se observa una variación
de la viscosidad con respecto de la velocidad de cizalla. En concreto, la viscosidad
disminuye con el aumento de la velocidad, mostrando así un comportamiento de tipo no-
newtoniano pseudoplástico, es decir, un adelgazamiento en cizalla. Sin embargo, superado
un valor crítico de velocidad de cizalla, comprendido entre 0,8–2 s-1 para el L-To102 y L-
To102 + MWCNT 0.5%; y entre 20-50 s-1 para el L-To102 + MWCNT 1%, se distingue
otra zona donde la viscosidad se mantiene invariable con respecto a la velocidad de cizalla,
respondiendo a un comportamiento newtoniano.
97
1
25 ºC
50 ºC
75 ºC
100 ºC
Viscosidad (Pa·s)
0.1
0.01
0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
Figura IV.1. Viscosidad en función de la velocidad de cizalla a distintas temperaturas. (□) L-To102;
(■ ) L-To102+MWCNT 0.5%.
25 ºC
Viscosidad (Pa·s)
50 ºC
75 ºC
100 ºC
0.1
0.01
0.01 0.1 1 10 100 1000 10000
𝐸𝑎
𝜂 = 𝜂0 𝑒 𝑅∙𝑇 (4.1. )
0.8
L-To102
L-To102 + MWCNT 0.5%
0.6 L-To102 + MWCNT 1%
Viscosidad (Pa·s)
0.4
0.2
0.0
Temperatura (K)
Figura IV.3. Viscosidad frente a temperatura a una velocidad de cizalla de 100 s-1
99
El comportamiento de la viscosidad frente a temperatura se ajusta a lo registrado para otros
líquidos iónicos [127-128]. Además se aprecia que las dispersiones de L-To102 son más
sensibles a la temperatura que el líquido iónico puro en cuanto a viscosidad se refiere.
𝐸𝑎
ln 𝜂 = ln 𝜂0 + (4.2. )
𝑅∙𝑇
En la Fig. IV.4. se muestra el diagrama de Arrhenius para el líquido iónico L-To102 y las
dispersión L-To102+MWCNT. Se ha tomado como velocidad de cizalla 100 s-1, velocidad
a la cual el comportamiento de los líquidos es newtoniano para todo el rango de
temperaturas estudiado.
La mayor energía de activación obtenida para la dispersión con nanotubos, implica una
mayor dependencia de la viscosidad frente a temperatura con respecto al líquido iónico
puro. El elevado valor de R2 indica que la viscosidad se ajusta adecuadamente a la expresión
de Arrhenius para el rango de temperaturas utilizado.
100
Figura IV.4. Diagrama de Arrhenius para la viscosidad. Velocidad de cizalla 100 s-1
La mayor energía de activación obtenida para la dispersión con nanotubos al 1%, implica
una mayor dependencia de la viscosidad frente a temperatura con respecto al líquido iónico
puro
En la Fig. IV.5. se muestran los distintos componentes del módulo torsional de elasticidad
complejo (G*): la parte real, o módulo de almacenamiento (G’) y la parte imaginaria, o
módulo de pérdida (G’’) frente a la velocidad de rotación, a una temperatura de 25 °C para
el líquido iónico L-To102 puro y sus dispersiones con MWCNT.
101
Diversos autores mencionan la formación de un entramado de nanotubos cuando éstos se
encuentran en suspensiones acuosas o en ácidos, en una concentración por encima de una
fracción volumétrica crítica, alcanzándose así una percolación de rigidez. En este tipo de
suspensiones, el valor de G’ es superior al del G’’ en una zona de bajas frecuencia. Al
superar una determinada frecuencia el valor de G’’ supera al de G’, cambiando el
comportamiento del material [130-131].
1000
G' L-To102
G'' L-To102
100 G' L-To102 + MWCNT 0.5%
G" L-To102 + MWCNT 0.5%
G' L-To102 + MWCNT 1%
10 G" L-To102 + MWCNT 1%
G' o G" (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.01 0.1 1 10 100 1000
Figura IV.5. Módulo de almacenamiento y de pérdida en función de la velocidad angular. T=25 °C.
En este caso sin embargo, nos encontramos que tanto para el líquido iónico puro como
para las dispersiones, el reograma presenta un comportamiento totalmente distinto, con
una mayor contribución de la componente plástica a bajas frecuencias. Este
comportamiento es similar al observado en dispersiones de MWCNT en polímeros
fundidos por debajo de la proporción crítica de “entramado” [133].
102
Tanto G’ como G’’ aumentan con la frecuencia con una pendiente diferente. A bajas
frecuencias G’’> G’ mostrando un comportamiento viscoso, mientras que conforme
aumenta la frecuencia se acercan los valores hasta que, llegado a un punto de transición, el
valor de G’ supera al de G’’, dominando el comportamiento elástico. En este caso
particular, dicho punto no se llega a alcanzar, si bien se intuye para frecuencias ligeramente
superiores a 100 radianes/segundo. La inversa de la frecuencia de este punto de cambio se
define como tiempo de relajación. Según Wu y sus colaboradores [134], valores elevados de
este tiempo (o equivalentemente, valores bajos de velocidad angular) indican un
debilitamiento de la red hexagonal que constituyen los líquidos iónicos, dando lugar a una
estructura menos estable.
1000
G' L-To102
G'' L-To102
100 G' L-To102 + MWCNT 0.5%
G'' L-To102 + MWCNT 0.5%
G' L-To102 + MWCNT 1%
10 G'' L-To102 + MWCNT 1%
G' o G'' (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.01 0.1 1 10 100 1000
Figura IV.6. Módulo de almacenamiento y de pérdida en función de la velocidad angular. T=50 °C.
103
1000
G' L-To102
100 G'' L-To102
G' L-To102 + MWCNT 0.5%
G'' L-To102 + MWCNT 0.5%
10 G' L-To102 + MWCNT 1%
G'' L-To102 + MWCNT 1%
G' o G'' (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.0001
0.01 0.1 1 10 100 1000
Figura IV.7. Módulo de almacenamiento y de pérdida en función de la velocidad angular. T=75 °C.
1000
G' L-To102
100
G" L-To102
G' L-To102 + MWCNT 0.5%
10 G" L-To102 + MWCNT 0.5%
G' L-To102 + MWCNT 1%
G" L-To102 + MWCNT 1%
G' o G" (Pa)
0.1
0.01
0.001
0.0001
0.01 0.1 1 10 100 1000
Figura IV.8. Módulo de almacenamiento y de pérdida en función de la velocidad angular. T=100 °C.
104
En la Fig. IV.8. se muestra un ensayo viscoelastico a alta temperatura (100ºC), en esta
ocasión, puede observarse el punto de transición del comportamiento plástico a elástico
para el líquido iónico y sus dispersiones. Se deduce de la localización de estos puntos de
intersección de las curvas del módulo de almacenamiento y el módulo de pérdida, que los
nanotubos otorgan mayor estabilidad a la red cristalina del LI, manifestándose este hecho
por una velocidad angular ω mayor (menor tiempo de relajación, τ) para las dispersiones
con nanotubos con respecto al líquido iónico puro.
Los datos de los puntos de corte entre las curvas G’ y G’’, vienen reflejados en la Tabla
IV.2., observándose un descenso de casi un 40% en el tiempo de relajación.
Este comportamiento, con un desplazamiento del tiempo de relajación a valores más bajos,
es diferente al que se registra con otra clase de aditivos para líquidos iónicos. Así, para
disoluciones de poliacrilonitrilo (PAN) en bromuro de 1-butil-3-metilimidazolio, se ha
comprobado que la adición de poliacrilonitrilo disminuye la frecuencia crítica del cambio de
comportamiento plástico a elástico, aumentando por tanto el tiempo de relajación. Esto es
síntoma de un entrecruzamiento o interconexión del poliacrilonitrilo en la solución [135].
Por todo lo anterior se confirma que, en lugar de estar dominadas las propiedades
reológicas de la dispersión por una interconexión entre los MWCNT, que causaría una
percolación de rigidez, otorgando elasticidad a la suspensión, el sistema parece ser
gobernado por un elevado número de interacciones de tipo π–catión entre los nanotubos y
los iones imidazolio, favoreciendo el ordenamiento molecular típico de los líquidos iónicos
[202].
105
V. Conclusiones
1. El Líquido iónico y sus dispersiones presentan, a bajas velocidades de cizalla, un
comportamiento de tipo no-newtoniano pseuplastico, y a partir de un valor crítico
de velocidad de cizalla, un comportamiento newtoniano.
3. La viscosidad de las nanodispersiones es mayor que la del líquido iónico puro para
cualquier temperatura de ensayo. En particular, para las nanodispersiones conforme
aumenta la temperatura, las viscosidades tienden a igualarse en la zona newtoniana.
6. Tanto para el líquido iónico puro como para las dispersiones G’ y G’’ aumentan
con la frecuencia con una pendiente diferente. A bajas frecuencias G’’> G’
mostrando un comportamiento viscoso, mientras que conforme aumenta la
frecuencia se acercan los valores hasta que, llegado a un punto de transición, el
valor de G’ supera al de G’’, dominando el comportamiento elástico.
7. Los nanotubos otorgan mayor estabilidad a la red cristalina del LI, manifestándose
este hecho por una velocidad angular ω mayor (menor tiempo de relajación, τ) para
las dispersiones con nanotubos con respecto al líquido iónico puro.
106
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