Capitulo 45

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BAPITOLD la historia de la literatura argentina La critica moderna a Beas Los Martinfierristas”: zempo y el nues 4 Ago Vall Noviewsre Dt 191 la historia de la literatura argentina 45. La critica moderna Este fascloulo ha sido preparato por el profesor Rodolfo A. Borllo, redactado en el Departamento Literario del Centro Editor de América Latina, y hha tenido na lectura final a cargo del profesor ‘Adolfo Prieto, CAPITULO constituiré, a través de sus 56 fasoiculos, una Historia de la Literatura Ar- gentina, ordenada cronolégicamente desde la Conquista y la Colonia hasta nuestros dias. El material gréfico con que se ilustrard la Historia, estrechamente’vinculado con el tex- to, brindaré a los lectores una vision viva y amena de nuestra literatura y del pais. Cada fasciculo serd,~a su vez, un trabajo orgénico 'y completo sobre un aspecto, tendencia, pe- todo 0 autor de nuestras letras. En CAPITULO NO 46: INTELECTUALISMO Y EXISFENCIALISMO: ‘MALLEA —LA NUEVA NOVELA —OBRA DE MALLEA —ESTIMACION CRITICA DE MALLEA —BORGES Y MALLEA VISTOS POR WALDO FRANK —AUTOBIOGRAFIA DE MALLEA y junto con el fasciculo, el libro UA SALA DE ESPERA, de Eduardo Mallea tae tele ces eae gic Seia ie ia ame Resse oun oom eerie i ely teeters mnt i on Mat Lue ees dion Archi¥s Historico de Revistas Ps 4 on) ais La critica Comienzos del siglo: escritores Y publico, — El siglo XX contem- plaré algunos fenémenos desconoc- dios hasta ese momento en la histria intelectual argentina. En primer lu. ‘gar, y como ya se ha indicado en su ‘oportunidad, la aparicién de los pri- imeros eseritores profesionales, muy bien representados por Leopoldo Li ones, Ricardo Rojas y Roberto Pay- 16, Hombres que dedican su vida a escribir y cuya profesion asume. el sentido especifico que se corresponde con Ia obligada divisiin del trabajo en una sociedad més compleja que la del siglo anterior, En segundo término, aparece por vez primera Ja posibilidad de un amplio piiblico de lectores para nuestros pro- sistas y poetas, Ese pitblico, a través de las grandés_revistas populares (Caras y Caretas” P.B.T.) y los dae Hibs, leerda estos eseritores en un Proceso coincidente con el desarrollo econémieo del pais. La clase media nacida en la inmigractin concederd al intelectual y a lo literario un pres. tigio que resulta inoomprenstble des de nuestros dias, y el apice de esa atraceidn corresponders. eronoldgica- mente al periodo 1920-1900, Es que Jos primeros treinta affos de nuestra centuria corresponden al periodo de mayor optimismo jamas vivido por Ja Argenina en su corta vida histrlea, A esa de ls waivenes pons y le ciertas_menudas 0 grandes dift ealtades, un conjunto, de notes jue ‘hoy podemos definir con claridad, permitieron una relacién del pablico con los escritores, que’ después de Ja crisis de 1990’sufzen ‘un’ cambio notable, y pueden ser detectadas has ta en las vidas personales de esos cexeritres El clima general era de auténtico optimismo frente al futuro, de com fianza casi acritica en la solidez de Jas instituciones, en la estabilidad y el progreso economico, en la trans formacién evolutiva y perfeccionada de puestra sociedad, gh la. vigencia rchivo Fistorico moderna real de los ideales del siglo XIX y estaba acompafiada de una gran fe en los dirigentes politics, en el pais y en la educacién. Esta suma de as- pectos se manifestaba también en la consideracin del intelectual y de Jos eriticos. Como resultado de la fe que Ta clase media concede al especialists, al conocimiento.téenico y humanis. tico, Ia actitud de los lectores frente al eatico era esperar de él un juicio ositivo 0 negative para acatar como valor auténtico © no, a un escritor © a un libro. Ello dara origen a lo que hemos denominado ertica dog- rética 0 magistral, tan bien encar- ada en dos hombres cuyas vidas ‘ccupan los: primeros cuarenta aiios de muestra centuria: Paul Groussac (1848-1929) y Leopoldo Lugones (1874-1938). EI primero fue hasta su muerte el juez por excelencia en cuestiones literarias. Compartida. en vida, y durante casi una década des- pués, esa calidad de juez indiscutido seri’ ocupada por Lugones, quien representa el iltimo ejemplo de esa critica que mis que analizar, expli- car 0 comprender en profundidad tuna obra literaria, dictaba desde su alta tribuna el juicio que daba el espaldarazo a un libro o a un autor nuevo, y lo sefalaba a la curiosidad del piiblico como digno de ser leido © estimado, Groussac “lanza” a Larreta; Lugones, en articulos publicados en La Nacion y otros diarios llamard. la ateneién Sobre las calidades de Enrique Banchs (1888), Ezequiel Martinez Estrada (1895°1964),. José Pedroni (1890-1968). En sus famosas confe- rencias sobre el Martin Fierro, edi- tadas bajo el titulo de EY payador (1916), Lugones no ansliza et poema de Hermindez; se limita a busearle Bresigioesnieceentes en a cpo- peya, ya clogiarlo a partir de las hotas del. arte elisico: verdad be: Ieza, Lo que Carloni y Follows han denominado “critica dogmatiea 0 ab- a "Revistas Argenti Dibujo aparecido on Caras y Caretas 75-1915 Portada del N? 954 del semanario a8] WAY ahira.com.ar anlia Caricatira de Leopoldo Lugones, aparecida ‘ Carglae To. 1890 Archive eee istorico de Re Ricardo Rojas y el historicismo nacionalista. — ‘Coincidentomente con la posicién ideolégica que ya ha Sido estudiada en sus ensayos, en Tos fque Ricardo Rojas (1882-1997) y Mae tel Galvez (1882-1902) encarnaron tina prédica nacionalista de oposicién al europeismo intemacional tipico del 89, afimaron desde comienzoe de este siglo una actitud que bused en In historia Tos elementos caracterati- cos de lo argentino, Es ast como Ro- jas incita al andlisis. sistemitio-his- térieo de los textos. Ierarios argen- su vida al estudio de historico expliea la fundacién de la primera cftedra universitaria dedi cada especificamente al estudio y Ja ensenanza de nuestra literatura (1813), el primer Instituto de Inves tigaciones Literarias. Nacionales. E] fruto mis visible de la obra de Rojas, ademis de sus grandes biogra jos numeros0s textos editados @ través del Instituto con prélogos pro- pios 0 de sus colaboradores, y_ los yohimenes de memorias y de critica sobre letras espafiolas, ha sido, La literatura argentina. Ensayo filosdfico sobre la evolucién de la cultura en el Plata (1917-1932), cuatro grandes tomos reeditados sin variaciones. La obra, dividida en cuatro apartados: “Tos ganchescos", “Los. coloniale “Los proscriptos” 'y “Los modernos ‘esti forjada sobre el historicismo de Ja segunda mitad del siglo XIX, Y cen las contadas manifestaciones ted: rieas 3 visible el influjo del Taine (11828-1893) que prologé le. Historia de la literatura inglesa. La Introduc: cién del primer tomo acota que “la Titeratura argentina (serd vista) como una funcién de la sociedad argenti- na, porque Rojas consderaba que tuna literatura expresa la “conciencia colectiva de un pueblo", Esta vision historico-documental de fo literario la sintetiza Rojas asf: "Una. literatura nacional es fruto de inteligencias in- Gividuales, pero éstas son actividades do la coneigngia eolectva de un pue- Vistas EL PAYADOR HO DE LA PAMPA Portada del primer tomo de El payador, de Lugones rgentinas | Www.ahira.com.ar blo, cuyos érganos son el territorio, Ta raza, el idioma, Ia tradicién. La ténica resultante de esos cuatro. ele- mentos se traduce en un modo de comprender, de sentir y de practicar Ta vida, o sea en el alma de la na- ién, cuyo documento es la literatura’ Como se ve, Rojas afirma, ademis de los “factores” de Taine (la raza, el medio, el momento), la existencia de una idea que él lamé argent dad, Ia cual se va realizando a me- Gida que avanza nuestra literatura: “Pertenecen, pues, a la literatura ar- sgentina, todas las obras literarias que hhan nacido de ese niicleo de fuerzas que constituyen Ia argentinidad, 0 ue ban servido para vigorizar este niicleo”. Es asi como Rojas considera a la literatura exprésién de la. nacionali- dad que va revefindose a si misma La obra representé un avance con: siderable frente a todo lo anterior tanto por la suma de materiales nue- vyos que analizaba y ordenaba, como or numerosos juicios particulares sobre autores y obras que, todavia hhoy siguen teniendo vigencia. Cons- tituyd ademas la primera auténtica historia de la colture argentina, pues Rojas, con un eriterio muy del siglo pasado, inclyé en ella numeroses materiales que hoy no podrian in- luirse bajo el rétulo de “literatura’, pero que permitieron al critico ca. Tacterizar cada una de las épocas por 41 evocadas y dar a los lectores. el trasfondo cultural en el cual habian nacido y vivido las producciones es ecificamente poéticas. El tiempo, ieee es tre tens, ee ‘modificado y corregido numerosos | errores de erudiciin y de juicio que aparecian en el libro, Pero basta exa- aminar lo que se habia hecho en la materia hasta el_ momento en. que Rojas escribe su Historia para tener una idea aproximada dela. labor que Rojas realiz6 al eseribirla. Con ella se iniia en el siglo XX Ia visién total de muestras leas, y a ella debe- A "AChIVO'ETStSHe ERE St Ate AHiPatom.ar Portada del primer tome (primera editén) | Péginas de ls primera edicién del tomo inal de la Historia, de Rojas de La literatura argentina de Rojas e ae Primera pgina del tomo iniil de ‘La literatura argentina de Rojas, | “APCHIVS HistSrico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar 42 5 de consulta todo aquel que quiera es- tudiar seriamente cualquiera de los temas tocados por Rojas. Otros criticos del periodo, — Dentro de este clima de optimismo ‘ovecentista debemos colocar Ia obra de Roberto F. Giusti (1887), Carmelo M, Bonet (1886), Alvaro Melian La- finur (1889-1958), Angel Acufia (1885- 1956), Jorge Max Rhode (1802), Ri ‘eardo Sienz Hayes (1888), Julio Noé (1893) y Antonio Aita (1891). Roberto Giusti debe de ser hoy el decano de los crticos argentines, pues su primer libro, Nuestras poetas jdvenes, de 1811, que intentaba un panorama desde Guido y Spano al Lunario sentimental de Lugones, se adelanta a Ia obra de Rojas. Ademis de incansable animador de Nosotros, Giusti, socialista liberal, hombre de pluma gil y presta a la. polémica, hha realizado una enorme labor crt: fica dedieada especialmente alas letras argentinas. Alenté siempre con generosidad a los escritores noveles y su obra constituye una verdadera crénica, animada, Agi, lena de jui- cios ectuinimes y'casi siempre certe- 0s, de todo un perfodo de nuestra historia Iiteraria, Ademés de mume- rosos articulos, escribié los cuatro tomos de Critica y polémica (1917, 1924, 1930 1930), "EI drama rural ‘argentino (1938), Momentos. y_ av ipecios de la cultura argentina (1954), Poetas dle América (1956). Buen co: nocedor de las literaturas francesa € italiana, especialmente del siglo XIX, y de sus erticos, cuya actitud compartié durante toda su vida, Giusti, fiel a estos prineipios, trato de unir un juicio mesurado a su fina capacidad de anilisis, enfocando siempre las obras dentro del entorna histérico en que nacieron. Rhode publics entre 1921 y 1926 los cuatro volimenes de Los ideas esté- ticas en la literatura argentina, dedi- cados respectivamente a la poesia, el teatro, la novela y la critica, Obra ERPCHIVETHISeGHeD delteey evas he gettin menos de lo que promete el titulo, Ata y Lafinur han dejado obras in- formativas 0 de ensayo, y Julio Noé compuso y prologé una de las me- jores antologias realizadas en el pats Antologia de Ta poesia argentina mo- derma (3 edicién 1981), que abar- caba de 1896 2 1930, El libro de Nod, a pesar del tiempo transeurride, no ha sido superado. Tal vez su tnica tacha fue ignorar sisteméticamente (como lo denncié Borges en. Proa, n? 15) a las promociones de van, guardia. Giménez Pastor (1872-1949) publicé algunos vohimenes de critica: Los poetas de la revolucién (1917), El romanticismo bajo la tirania (1922), Figuras a la distancia (1940); si nombre se recuerda por su Historia de la literatura argentina, 2 volime- nes (1948), libro esorito con una pro- sa finisecular que da un panorama informativo de nuestra Itertura des- de la Colonia hasta la década del 40, con eriterio didactico pero sin avanzar sobre Io anterior ni en nuc- vos métodos ni en el rigor del exa- men de los materiales. Rafael Alberto Arrieta (1880) ensené ya desde 1912 en La Plata ya su fempetio. debemos que Martinez Es- trada dietara cétedra en el Colegio Nacional de esa Universidad, y que Henriquer Urefia viniera a ‘nuestro pals. Poeta y antico, se dedicd du- ‘ante largos afios a las letras inglesas, sobre las cuales dejé algunos voli rmenes. Enamorado de los libros, es. exibié varios sobre ellos: Bibligpolis: impresos, lectores, biblifilos (1938), Ta cludad y los libros (1935) y una ejemplar investigacién historica: Don Gregorio Beeche y los bibtisfilos ame- reanistas de Chile y del Plata (1941). Es autor de los estudios eriticos Dickens y Sarmiento (1928), Floren io Balearce (1988), y realid edicio- nes eriticas de Marmol (1946 y 1947), publics ademés un rico panorama * de nuestras letras, en el que la clo- ancia do la forma oculta una sélida Hipélito Taine as | www.ahira.com.ar Roberto F. Giusti Nuestros Poetas Jévenes| Acro soy ete TOG Portada de la primera edicién de Nuestros poetas jévenes, de Giusti Archivo Histérico de'Revistas Argentinas ae ratura argentina y sus vinculos con Espaiia (1948), Las contribueiones de Arrieta estin referidas casi siem- pre al siglo XIX y es uno de los Inejores recreadores de ambientes y épocas de nuestra literatura, Dirigid Y organiz6 la primera historia colee- fiva de muestras Tetras (1958-1960), en seis voliimenes, que serd tratada cen lugar aparte, Arturo Marasso (1890), poeta y eri tico, encarma en nuestro pais el estu- ioso que ve la obra literaria como Ja quintaesencia de resonancias e tisticas, como el fin de un complejo proceso cultural. Marasso poses Ja creacién postica una vision clasioa, que mucho concede al olicio y a la sabidurfa de una antigua tradielén renovada por el escrtor. Por eso, con erudicién asombrosa, se ha dedicado al rastreo de fuentes, influencias, te- mas, reminiscencias formales. Esto puede comprobarse en sus libros ma- yores: Estudios literarios (1920), ED berso alejandrino (1923), Rubén Da- rio y su creacién poética (1954), Cer- antes y Virgilio (1987), EL pensa- miento secreto de Mallarmé (1948). José A. Oria (1896), catedratico de Iteratura francesa, y espatiola, eseri- bid algunos estudios que debieran eunirse en un volumen: prologo a La Moda do Alberdi (1938); Alber- di: “Figarilfo”, contribuciin al. estuc dio deta influencta de Lavra en el Rio de la Plata (1936); La solémica de M. Pelayo y Groussac sobre el Quijote de Avellaneda (1934), ete. Situacién del eseritor: 1980-1950. La experiencia que vive el pais bain 1080, en la que a la crisis eoonémica se suma al golpe de estado y el de- frumbe de los ileales del liberalism Barge, se refljard tambien situacion y prestigio de Ia Hteratara Y sus autores, Esos hechos producen Un desconcierto. gencralizado en las tapas caltas de la clase media y en los esertores y crticos ‘macidos de alla, La desaparicién del optimismo | SOWA fat COPASE Portada de la primera edicin de Los poetas de la Revolucién, de Giménez Pastor proceso que, moldeado sobre la pér- ida de la libertad popular que habia vivido el pafs hasta ese momento, ori- ginari la desconfianza hacia el in Tectual y un clima opresivamente dif cil para el eseritor y la tareas intelec- tuales. Es a partir de esos afios cuan- do se suicidan numerasos eseritores argentinos (Lugones, Quiroga, A. Stomni, E. Méndez Calzada, Enrique Loncin, Edmundo Montagne); otros se callan para siempre, como Banchs; alguno se destierra voluntariamente (Samuel Glusberg), y se produce el comienzo del auge de la literatura Fantistica (literatura de evasién), que dura hasta hoy en nuestras letras ‘Otros, como Roberto Arlt (1900-1942), hard estallar el mundo en una vision apocaliptica que en ultima instanci refleja en. la narrativa la misma con- epeién desesperanzada de la reali- dad nacional que el ensayismo pre- sentara a través de Martine. Estrada y sus discipulos, La iteratura deja de provocar el terés que hasta ese momento habia despertado, y que se habis puesto de manifiesto, por ejemplo, en los 20.000 ejemplares de tirada de la revista Martin, Fierro, 0 en el &xito de los ciclos de conferencias de Lu- ones. Todos los valores estin en crisis, y la funcién rectora ejercida por algunas figuras, como pas6 con Groussac 0 Lugones, no tendra suce- sores, Se rompe asi un esquemay termina una etapa. La labor de los criticos mis destacados no. lograra ya_aquel relative consenso_piblico Teleado de un halo de prestigio. Es {que los tiempos han cambiado, yun periodo de piblicos dispersos, escin- didos, separados, sustituir’ al_ante- ; constituido por un piblico rela- fivamente homogéneo, agrupado en tomo de las élites tradicionales, cue yas normas aceptaba con actitud discipular. Los exiticos de los afios treinta: Soto y los libelistas. — Luis E. So- to (1902), pertencei6 a la generacion Rajael Alberto Arrieta Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.comay LA LITERATURA ARGENTINA Y SUS VINCULOS CON ESPANA Portada de la primera edicién de una obra critica de Arrieta martinfierrista y, dentro de ella, fe su exitico por excelencia. Colaboré en numerosas revistas y diarios y al- ‘gunos de sus mejores trabajos se re- tunieron en su énieo libro: Critica y estimacién (1938). Ali estudié. con comprension todavia vigente la obra de sus compatieros de grupo: Mallea, Martinez. Estrada, Canal. Feijéo. Y agregé dos semblanzas, de Sarmien- to y Lugones. Frente a la critica era- dita, histériea 0 de contenidos prac- ticada hasta entonces, y cuyo re presentante més conspicuo seguisia Siendo Giusti (exeepeién hecha de Rojas, cuya obra pareeia ya comple- ta), Soto reclamé otra comprensiva que, adaptindose al eseritor estu- dado, supiera penetrar su mundo con simpatia_y juicios valorativos justos. Su mejor trabajo es quiza el textenso capitulo sobre “El euento en el siglo XX", que escribié para la historia dirigida por Arrieta (vol. IV, 1959). No pudo sin embargo moverse cebmodamente en el pais y emigrd al fin a Estados Unidos, donde desem- pesa en la actualidad Ih eétedra de literatura hispancamericana en la Universidad de Michigan. tra. manifestacin de esa década eal libelo literario, en el que ya con estilo zumbén 0 con argumentos exclusivamente ideoligicos, se des- truye 0 se analiza negativamente la obra de numerosos eseritores argen- tinos. Soto comenzd su carrera con tun folleto de ese tipo: Zogoibi, no- tela humoristica (1927). Otro desta- cado libelista del. perfodo que cola. bor en Claridad fue Ramén Doll (1900), quien en 1931 sostuvo una ‘agria polémiea con Soto. Doll eseribié Critica (1950), Ensayos y critica (1929), Reconacimiento (1982), Po- licia intelectual (1983). ‘Tipicamente de derecha es Ignacio B. Anzoategui (4905), autor de Vidas de muertos (1984), De tumbo en tumba (1965), etostera. La critica universitaria. ~ La exitica ahora se enriqueco y am- Arturo Marasso Agchivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar plia, se refugia sobre todo en las tuniversidades y en ciertos libros, y a cambio de perder la posibilidad’ mis © menos remota de influir sobre el publico, mejoraré su rigor y tenders a eludir el estudio de los escritores contemporineos. Hasta este momento los studios eriticos habian seguido Jos esquemas historicistas decimond- nieos, 0 habian caido en una actitud ‘impresionista_o dogmética, Pero ha- ian dejado de lado (con muy poces excepciones) el examen objetivo, di- recto y cuidadoso de los textos mis- mos. En esla renovacién, desde la Universidad, influird Ricardo Rojes quien, en si Instituto de Literatura Argentina, formari un conjunto va- Jioso de disefpulos que continuaran ssu_ vision. histérieo -documental. La ‘otra gran obra de Rojes fue impulsar desde su cargo dg Decano la creacién, en 1923, del Instituto de Filologia de pendiente de la Facultad de Filosofi y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Consciente de la ne cesidad de mejorar el nivel de nues- fos métodos.critiens con Ia ayuda de maestros europeos, invitS a los profesores espaiioles Manuel de Mon- tolid, Américo Castro y Amado Alon- $0 2 dirigilo, El éitimo daria nivel internacional al prestigio del Insti- tuto, y junto a maestros de la talla del dominicano Pedro Henrique Urefis, que alli labord muchos aos, dejarian un grupo de brillantes espe. cialistas en critica literaria, filologia, lingiisticay-estudios hispanoameri La Ilegada de Pedro Henriquez Urefia (1884-1946) a a Argentina, ‘en 1924, fue un acontecimiento pro- videneial para 4a historia de nuestra cultura y de nuestra eritica, Formado rigurosamente en el Centro de Estu: dios Histéricos de Madrid, divigido por Ramén Menéndez. Pidal (donde también se formé Amado Aionso), fen muy poco tiempo llegé a ser It figura mis descollante de la eritica literaria hispanoamericana. Su magis- fue comparable splamente al de Fcnivo Filstorico Luis Emilio Soto ; Sls de Revistas Argentinas | www.anira.com.ar Rumén Doll IGNACIO ANZOATIEGUL VIDAS DE MUERTOS Portada de ta primera edicion de las de muertos, de Anzodtegui 1065 Desde la direccién del primer Instituto de Investigaciones Literarias Nacionales, y a través de las paginas de su Literatura Argentina, Ricardo Rojas inicia la visién totalizadora de nuestras letras, y las integra en el conjunto de Ne ae cael nuestra cultura y Bello en el siglo XIX, y pocos como 1 dominaron. mejor ia historia cule tural de nuestro continente, desde la literatura hasta la musica popular y las artes plisticas, De 1928 son sus Seis ensayos en busca de nuestra ex presin, pero dos de sus obras bas tan para dar idea de su rigor histérico y de su penetracién critica: Las co- rrientes literarias en la América His- painica (1945) y la Historia de la cule {ura en la América Hispana (1947). Todo lo supo referido a su América, que sentia como una gran patrig; @ ella dedicd los esfuerzos de una inte- ligeneia organizada que sumaba una erudicién amplisima y una admirable capacidad de sintesis. Pero por en- cima de su obra erudita (sobre mé- trica irregular, sobre el. verso puro, sobre origenes del teatro, sobre Alareén) dejé entre nosotros el se- nillero invalorable de su magisterio, y algunos diseipulos de su talla, En 1927 Amado Alonso (1896-1952) se hizo cargo del Instituto, que diri- 6 hasta 1946, La critica argentina © hispinica le debe, entre muchas otras cosas, la introduecién en la Ar gentina de la Estilistica, con su colec- cién de “Estudios Estilisticos”, que realizé junto con Raimundo’ Lida (1908). Se editaron alli obras clAsi- eas: Introduccidn a la estilistica 10 mance (1988), de Vossler, EL impre- sionismo en el lenguaje (1996), de Bally, y los tomos fundamentales de ia escuela de estos autres, Pre: ‘ecupado por la puesta al dia de los onocimientos HingUistios, tadujo ol Curso de lingiistica general de de Saussure (1945), y lo prologé con el ‘timo y mas valioso de sus estudios tesco, Porque Alosn, que poset tuna séiida preparacin. técnica en Hingisstica, sumaba a ella una fina sensibilidad literaria, y a diferencia del especialista enclaustrado en su discplia two una visin total de Jos fendmenos estéticos y comunica- tivos de la lengua, Por eso, lingtiis- fica y filologia eran para Alonso dos sot cree do Buen Avr hace ‘ Sisslinas que tocnban Wen el fon FERNS PISESHEO"de REVS Argentinas | wWAV.ahira.com.ar Ramén Menéndez Pidal Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ater do~ dos realidades fuertemente rela. cionadas: Ta lengua y el habla. O sea, la gramatica y Ia estilistica. En el estudio do Ios estilos individua Jes contribuyé con andlisis admira bles a la comprension de la prosa de Groussac (1929), de 1a composicién de Don Segundo Sombra (1990), del estilo de Borges (1933, 1934, 1946), ‘del modernismo en Larreta (194 \Dejé ademas una introduccién exce- Tente a Ia poesia contemporinea on Poesia y estilo de Pablo Neruda (1940). Pero también escribié andli- sis fundamentales en gramitica, fo- nologia y fonética histérica; fund6 la primera serie de estudios cientificos sobre lingiiistica hispanoamericana (la Biblioteca de Dialectologia His- panoamericana, que realizé junto con ‘Angel Rosenblat y A. Espinosa), y es- cxibié un libro importante sobre El problema de la lengua en América (1935). De su colaboracién con Hen: riquez Urefia nacié la reeditada Gra ‘matica castellana (1938-1939), que fen su tiempo significé un avance revolucionario en la ensefianza del idioma en Ia Argentina y en América, Casi todos los hombres que alli se formaron constituyen hoy una rica pléyade de figuras indiscutidas en sus respectivas especialidades: Angel istessa, Eleuterfo Tiscomia, indo Lida, Enrique Anderson bert, Maria Rosa Lida de Malkiel, Emilio Carilla, Rati] H. Castagnino. En el Instituto de Ricardo Rojas trabajaron Ismael Moya (1900), An- tonio Pagés Larraya (1918), Guiller mo Ara (1917), Augusto Raul Cor- tazar (1910) Angel Battistessa (1902), humanista formado en casi todas las letras euro- peas con maestros como Farinelli, Vossler y Croce, comenz5 colabo. rando en ediciones critieas de textos medievales, su obra escrita —difun- dida en numerosod.articulos, libros y traduceiones comentadas— es apenas minimo trasunto de la rica labor ori- finalisima entrogada por Battistessa ‘en sus numerosos cursos universita- Las Corrientes Literarias en la América Hispanica Portada de Las corrientes literarias en la América Hispinica La critica en diarios, periédicos y revistas Desde comienzos de este siglo, gran parte de Ia actividad critica sobre nuestras letras se ejercié y se ejerce (como en Ta eenturia anterior) en las péginas circunstanciales y_periodisticas de los suplementos literarios de los grandes diarios: La Prensa, La Nacién (mis decididamente interesada en el prestigio de lo literario), La Capital de Rosario, y hasta en algunos diarios como La Gaceta de Tucumén, que en la ‘ltima déeada ha publicado la’ pagina rms polémica, abierta y Agil de todo el pais. Esa actividad critica, que borden gencralmente lo efimero aunque a veces lanticipa puntos de vista hoy todavia Vigentes, constituyé el érgano informati cl canal de conocimientos mis amplio ‘¢ inmediato entre 10s libros nuevos y los lectores medios. Junto a la gacetilla {nformativa, intrascendente y anénima casi siempre, se han publieado y se publican studios més © menos extensos que tocan a obras recientes, o auscultan autores, movimientos y obras del pasado. Pero donde puede seguirse con cierto detenimiento la labor de los eriticos argentinos de este siglo, es en algunas revistas que por su extensa vida © por Ia coherencia ideolégiea de sus colaboradores, fueron la expresién mis visible de ciertas_generaciones, con ideas heterodoxas frente a las obras del pasado (como oeurrié con Contorno), © con métodos nuevos en los enfoques ceriticos. A través de ellas se manifestaron las ideas, las escuelas y las valoraciones de algunos eriticos ‘que eran los portavoces de su ‘grupo, o de sf mismos. Entre las més importantes, por su persistencia, por expresar nuevos puntos de vista, © por su consistencia de ideas, pueden citarse a las siguientes: Ideas (1908-1905): Manuel Gilvez, R Olivera, Ricardo Rojas, Juan P. Echagiie, Alberto Gerchunoff, Emilio Becher, Attilio J. Chiappori, ete. Nosotros (1007-1984 y 1996-1943; en total 390 mimeros), In més importante de las revistas literarias argentinas en las primeras cuatro décadas de este siglo, Directores: Roberto F. Giusti y Alfredo A. Bianchi. Colaboraron en ella ca todos los escritores y eriticos argentinos de su época. Revista abierta, liberal, presta al dilogo y a la polémica, constituye hoy uno de los mis ricos reservorios de la historia de nuestra cultura. Naci6, ségin Bianchi, “bajo el signo de Rubén Dario”, y aunque llegé a publicar en 1921 el primer manifiesto “ultraista” de Borges, cexpres6, junto con Ia anterior, las ideas de la generacién del Centenario, Critica historicista con ribetes impresionistas. Martin Fierro (1919 y 1924-1927), Director: Evar Méndez. Expresé, en general, las ideas vanguardistas del grupo “Florida”. Fscribieron en ella J. L. Borges, ©. Girondo, B. Palacio, Pettoruti, R. Mariani, R. Gonzdlez Tufon, ete. Otra revista que expresé sus puntos de vista fue Pron (1922-1923 y 1924-1926) Los pensadores (1922-1924 y 1924-1926). Director: Antonio Zamora. Expresé las ideas del grupo Boedo, defendié las ideas de izquierda, el realismo pietista ¥y manejé una ertica més ideolégiea que estética, Continuada por Claridad, con el mismo director (1926-1941), En una reunién de a revista Bunge, Aita, Amado Alonso, de ta Ocamy A Mu Eno, | Awchivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.com.ar Escribieron: E. Castelnuovo, L, Barletta, L. Stanchina, J. Ingenieros, J. A. Solari, ©. Tiempo, L. E. Soto, R, Arlt C. Mastronardi. Sur (1913- en publicacién), Directora: ‘Victoria Ocampo. Han colaborade en ella casi todos los escritores importantes desde su fundacién hasta hoy. Eneama y encarné ceuropeista y liberal, con ribetes esteticistas, tipica de Ia generacién de Florida. f j TEER cao ao: seni ospoomas de a : several, neoomantc, : fevers camltrs de lade ©) Ba Viesin rem Ot Sel mismo grape fe cron ronctian oats, Hvels (14h, Verde Momors (19421040, oT ere A cone sy Ses Noss, roeon a wu deca, Baw y Git, ders enlaoraore atl Devay Las 8 Caley Ravignani, Reissig, Ferraria, Korn, Colmo, Monner Sans y Canter Sees Poesia Buenos Aires (1950-1960). Directores: J. E. Mobili y R. CG, Aguirre, Junto con otras, expresé los nuevos puntos de vista de poetas y pensadores sobre la poesia, y posey6 algunos criticos sagaces: Edgar Bayley, R. G. Aguirre. Ideolégicamente, en ciertos aspectos ‘continuaron 1a prédica de Arturo, y en otros se acorcan a Ia postura sostenida por Contorno. Contorno (1953-1959). Directores: David ¢ Ismael Vifas. Fue precedida por Centro (1948-1960), en Ia cual se iniciaron muchos de sus colaboradores: Adolfo Prieto, Noé Jitrik, Ismael Vitis, David Vifas, J. J. Sebreli, et Totalidad del escribir, responsabilidad a del consejo de redaceién de Sur al cumplitse treinta afos de la fundacién ir, res revista (1962). De pie: Enrique Pezzoni, Eduardo Gonzdlez Lanuza, Silvina de la literatura, Critica ideolégica, po, Alberto Girri, Adolfo Bioy Casares, Victoria Ocampo, Alicia Jurado y H. intentando siempre unir los textos con urena, Sentados: segundo de la izquierda, Guillermo de Torre, Carlos Alberto Ia res Jorge Luis Borges y Eduardo Mallea Antimistificacién, revisionismo, marxisme, Archivo Historico de Revistas Argentinas | www.ahira.conaar Archivo Historico de Revistas rios. Ademés de sus volimenes sobre letras espails, frances, alemanas « italianas (est por editarse su crea- dora version de la Divina Comedia fen verso), ha dejado estudios admi- ables sobre Fausto (1949), Martin Fierro (1958), y Echeverria (1956), ‘que edité ademas criticamente, Ha colaborado en la historia dirigida por Arrieta con un renovador estudio so- bbre Heméndez, Una muestra de sus intereses universales puede verse en su valioso El poeta en su poema (1965). Otro eritico formado en la estilistica es José M. Monner Sans (1896), que ademés de sus ities li- bros sobre teatro escribio Julién del Casal y el modernismo hispanoame- ricano (México, 1952) Eleuterio Tiscornia (1879-1945) es el autor de una monumental edicién de Martin Fierro (1925) seguida de un estudio total de la lengua del poema 1930). Contribuyé ademés con una edicién rigurosa de poetas gauches- cos (1940), la Vida y obra de An- drade (1943), y ese mismo aio estudio los orftenes de la poesia ‘gauchesea, Investigadores y eruditos. — Liigar de honor merece la obra enor- me y solidisima de Maria Rosa, Lida (1910-1952), la primera gran fildloga que ha contado Hispanoamérica. Ini- cada en las letras clsicas, sobre las que dejé una valiosa Introduceién al teatro de Séfocles (1944), ademas de traducefones de Herodoto (1944), muy pronto se inelind por las letras me- Gievales espafiolas, que serian ef eam- po de trabajo de toda su vida. Tres Obras le atrajeron y sobre ellas dejé estudios insuperados en calidad, eru- Gicién y finura anaktica: Fl Libro de Buen Amor (1939 y 1959), Juan de Mena (1950) y La Celestina (1962). "También estudié ‘el cuento popular hispanoamericano (1939) y las fuentes de Borges (Sur, n? 213-14), Emilio Carilla (1914) se form junto a Henrique Urena y durante 25 aos ha eo wuna_obra. eritico- AMADo ALonso ENSAYO LA NOVELA HISTORICA Ae \ Portada de uno de los libros criticos de Amado Alonso EL PROBLEMA LENGUA EN AMERICA AMADO ALONSO Portada de El problema do la lengua fen América, de Amado Alonso rgentinas | www.ahira.com.ar PEDRO HENRIQUEZ UK GRAMATICA CASTELLANA aN Portada de la segunda edicién de la Gramética castellana de Alonso y Henrique: Urena Archivo Histérico dé’Révistas Ar cerudita asombrosa_por su amplitud y. solidez.informativa. Comenz6 en 1943 estudiando un poema colonial, ppara especializarse muy pronto en Tetras -hispanoamericanas y. argenti- nas. Ha escrito estudios sobre Bor- ges, Lugones, Femnindez Moreno, ‘Almafuerte, Hernandez, Marmol, G tiérrez. Varios vokimenes recogen luna minima parte de esos trabajos Estudios de literatura argentina, si- iglo XIX (1968) y, con el mismo ti Io, siglo XX (1961). De 1955 es su estudio sobre el Facundo ampliado después en un volumen; en 1954 edité un ‘itil Esquema generacional de la literatura argentina, que seria conveniente actualizar en tina segun- da ediciin, Sobre las letras hispano- americanas ha publicado EL roman- ficismo en la América Hispinica (1958), reeditado en dos vohimenes; EL gongorismo en América (1946), La literatura de 1a independencia (1964) y el primer volumen escrito fen el mundo sobre Jaimes Freyre (1962). Ultimamente: Una etapa de- eisiva de Dario. Dario en la Argen- tina (1967). Erudicién cernida_y siempre renovada, enfoque biogré Cochistorico y una atenta considera- cién de los factores de época, son algunas de las caracteristicas de su fenorme obra. critica en crecimiento fonstante, Ha dedicado libros a las letras espafilas: Quevedo (1949), y Estudios de literatura esparila (1958). Discipulo de Rojas, Antonio Pagés Larraya (1918), ha continuado su orientacién historicista y documental. Esto puede verse en su libros La iniciacién intelectual de Mitre y El poeta Antonino Lamberti (ambos de 1943). Una enorme labor dispersa cen diarios y revistas de todo el con: tinente, revela que la zona mas tra- bajada por Pagés Larraya ha sido Ia historia de Ia narrativa argentina, ¥ ciortos periods como el de fines de siglo (tal una serie de articulos aparecidos en La Nacidn, por ejem- hha _dejado gentl nas osm MERNANDEE HARTIN, FIERRO sem Portada ae la edicién critica det Martin Fierro por Angel J. Battistessa MARTIN FIERRO. 60NI- BUBNOS AIRES Portada de ta ediciin critica del fartin Fierro por E. F. Tiscornia tw 8 tra.com.af. Una notable promocién de critica universitaria se organiza en torno del Instituto de Filologia de la Facultad de Filosofia y Letras de Buenos Aires, dirigido por Amado Alonso. Se destacan en este grupo Maria Rosa Lida de Malkiel, Raimundo Lida, Enrique Anderson Imbert, Emilio Carilla, tonio Pagés Lat rch a Ivo algunos prélogos fandamentales, co- mmo el de Cuentos de nuestra tierra (1952), el de los Cuentos fantdsticos de Holmberg (1957). Una larga buis- queda en archivos y revistas olvida- das dan a sus trabajos solidez histé rica de investigador. Su tiltima colec- ‘idm de estudios puede verse en Sala Groussec (1965). Griticos e investigadores. — Raimundo Lida (1908) se formé junto a Amado Alonso, y su obra, ademas de una sélida enidicién, da muestras de una finisima captacién de los matices estilisticns. Pocos erf- ticos argentinos deben poser hoy su amplisima formacién cultural, que suma, a lo espec el dominio de la Filosofia y la li tica, Ha estudiado la téenica del re- Jato en Larreta (1936), los cuentos Dario, en un anilisis ejemplar (1950), las cartas de Quevedo, Man- silla, los cuentos de Borges. wrique Anderson Imbert (1910), cuentista fantistico, es otro de los grandes discépulos dejados por Henri quez Urefia. Ensayista, crtico litera- rio y te6rico de la literatura, ha escri- to estudios notables sobre Ia obra de algunos autores: Tres novelas de Pay- 16 (Tucumin, 1949), Elarte de la pro- sa en J. Montalvo (México, 1948), y censayos criticos como Ensayos (1946), Estudios sobre escritores de Améri- a (1954), Critiea interna (1960), La originalidad de Rubén Dario (1968) Mis que por Ia pura investigacién, Anderson Imbert se ha preoeupado por los aspectos estéticos y estilisticos de los autores analizados, de los cua- Jes siempre da una interpretacion ‘gurosa que une a un hondo sentido histérico el. prolijo y cuidadoso exa- men textual. Una muestra de su vision histdriea puede verse en_ su Famosa Historia de la literatura his- panoamericana (1954, 1957 y 1950) Preocupado por los problemas teéri- cos de la critica literaria eseribié La critica literaria contempordnea (1957) ant (Qué co la pros” (1083), Actual Historico de Révistas Argentinas RAIMUNDO LIDA Letras hispanicas Portada de Letras hispanicas, de Raimundo Lida www.ahira.com.ar mente es profesor catedritico de la Universidad de Harvard, EE.UU. Radil H. Castagnino (1914) ha escrito mis de treinta vohimenes centrados en dos temas basicos: el teatro y la propedéutica literaria, Es autor de tma de las mejores exposiciones es- caitas en espaol sobre ol estudio de Ia literatura: ET andlisis literario (1 edicién, 1953), que en sus name- yosas reelicones ‘Ia sido, sempre ejorada y que es texto. obligatorio en numerowas universidades hispni- fas. Siempre en esa direcciém, ha pu- Dlicado ademis Qué es la literatura (1954), Biografia del tito (1958), Tiempo y literatura (1967). Pero también estudié a diversos autores at- gentinos en articulos periodisticos, en Milica literaria de Mayo (1960) y ‘iltimamente en Imdgenes modernise tas (1967). Guillermo Ara (1917), exttico y eate- dritico, ha escrito wn fino anilisis: GE. Hudson: el patsaje. pampeeno y su expresién (1954); y dos libros sobre Lugones: uno sobre Ja etapa modemista (1054) y otro que consti- tuye una exposicién total de ss obra (1958). Ademas, Ricardo Gilraldes (1961), una Introduccién a a litera. fura argentina (1966), un panorama de Ia poesia gauchesca (1967) yun conjunto de originales ensayos, Los argentinos y la literatura nacional (1906). Estos libros, solidamente in- formados, revelan mis que erudicién, una fina percepeiin pottica intui. tiva de la realidad personal de cada eseritor estudiado. Juan Carlos Ghiano (1920) comenzs ‘como estudioso de la literatura pen- insular (asi su Cervantes. novelisa 1848) y despues se inclind decidida: ‘mente al andlisis de nuestra realidad literaria, Ha producido una obra. co iosa en informacién yen sutiles cbservaciones riticas: Temas y ap- titudes (1949), Lugones escritor (1955), Ricardo Gitraldes (1966). Pero ademés de los estudios mono: rficos, ha realizado una extensa Enrique Anderson Imbert y Maria Rosa Oliver, ésta en momentos de dedicar un libro Revistas universitarias de critica La critica universitaria, sobre todo a partir de Ia labor intensa de Ricardo Rojas, ha dedicado un constante empefio al estudio de nuestras letras, pero no logré mantener —hasta hoy— una publicacién dedicada exclusivamente 4 Ia Titeratura argentina © { hhispanoamericana. Tal yez el mejor registro de la actividad constante de las letras iberoamericanas actuales, pueda encontrarse en la Revista Hispénica Moderna fundada por Federico de Onis en 1989, en Nueva York. Alli aparecen indices bibliogxificos permanentes sobre todo Io importante que se edita en nuestros paises, ademés de estudios criticos, Revistas que han publicado articulés sobre obras y autores argentinos: ‘Humanidades (La Plata); Universidad (Santa Fe); Revista de Humanidades, Revista de la Universidad de Cordoba y Boletin de Literatura Argentina (Cérdoba); Boletin de Literaturas Hispénicas (Rosario); Revista de Literaturas Modernas y Revista de Literatura Argentina e Theroamericana (Mendoza); Humanitas (Tucumn); Revista de la Universidad de Buenos Aires (Buenos Aires); Nordeste (Chaco) Cuadernos del Sur (Bahia Blanca), ete, Tabor referda ‘al examen histério de _,Gullermo Ara ivo Historico de Revistas Ar; www.ahira.com.ar gentinas alts Juan Carlos Ghiano | hivo Histérico de R rnuestras letras: Constantes de la lt teratura argentina (1958), Testimonio de la novela argentina (1956) y el primer panorama de la Poesia argen- tina del siglo XX (1957), que ordena medio siglo de corrientes y grupos posticos. La nueva critica: 1950-1966, — El fendmeno peronista produjo mu- chos cambios en la realidad nacional. En la literatura dio origen a una nueva generacién literaria que un critic uruguayo, Emir Rodriguez Mo- negal, denomind “generaciin de los parricidas”. Esta denominacién se basa en el hecho de que con esa generacién aparece en Ia cxitiea lite raria un grupo nuevo y diferente de estudiosos de la historia intelectual argentina, cuyas criticas, a veces du- risimas, a la generacion de 1925, pos- tulan no solamente un cambio. de rumbo, sino un enfoque distinto de la realidad literaria. Sus figuras_més destacadas comenzaron escribiendo en Centro y en Contomno (1953-1958) y los nombres mayores de la misma son_Adolfo Prieto (1928), Nog. Jitrik (1928) y David Visas (1929). Forma: dos todos en las aulas universitarias, Megan a la critica no por necesidad estética sino empujados por motivos politicos y_ sociales derivados de la extrafia realidad que vivia la nacién fen e305 atios. Lectores de Jean-Paul Sartre, Merleau-Ponty y Simone de Beauvoir, suman la metodologia fe- nomenolégica a una permanente pre- ccupacién por las relaciones de la literatura con la realidad politica & histérica. Se niegan a la visién esti- listca 0 puramente estética, y procla- ‘man una concepeién totalitaria del escribir que supone que a un len- ‘uaje determinado, a clertos tics esti- Tisticos ya. preferencias tematicas, corresponde siempre una peculiar vi sign del mundo, una postura politica, filoséfica e ideol6gica especifica. Asi como son los primeros preocupados en la realidad social de la literatura, y Adolfo Prieto, por cjemplo, estu evistas Ar gentinas ‘Adolfo Prieto www.ahira.com.ar iar con detenimiento la. relacién piilico-eseritor-obra literaria en un libro titulado Sociologia det piblico ‘argentino (1956). Se niegan a ad- ritir los valores consagrados, y los someten a un meditado examen; es0 puede verse en Borges y la nucoa ‘generaciGn (1954), del mismo Prieto, © en-sus obras posteriores: Proyeccin del rosiomo en la literatura argentina (1959), La critica literaria argentina (1962), ‘primera encuesta rigurosa hecha sobre este aspecto de la reali- dad literaria en nuestro pais. La nue- vva extica, ademés, ha apelado al uso del psicoandlisis profundo para la comprension de ciertos. fenémenos, cosa visible por ejemplo en La Tite: ratura autobiogréfica argentina (1662 y 1968), de Prieto, 0 en Del apogeo de Ia oligarquia a la crisis de la civ- dad Uberal: Lojerrére (1967), de David Vifias, que apela a Ja critica estructural, al psicoandlisis y tambien ale siisticn pace, dar una visa iticamagnificamente reno Bola se dees Un ejemplo de este nueva forma de examinar los textos es otrit polémica Yea obra de, Vitus! Literatura ar. ‘gentina y realidad politica (1964). Ko6 Titik se confess lector del xk tico francés Maurice Blanchot y ha publicado Horacio Quiroga (1959 y 1967), Leopoldo Lugones, mito na- ional (1980), Seis novelistas argen- tinos de la naseva promocién (1960), Procedimiento y mensaje on la no ela (1962) y Escritores argentinos (1967). Todos reclaman una revisiin Gritiea de las letras argentinas, que enfogue ttalmente la obra y las vidas, {que Se niegue a aceptar Ios mitos 0 Wa omplacencia de Ta rita trad Folklore y gauchesca, — Convie- ne ahora rétroceder algo en el tiempo y tomar desde el comienzo de siglo Ia obra critica de tipo folklérico. Mactiniano Leguizamén (1858-1835), nativista entrerriano, se dedicé casi APHIS: HISESRIS es ‘Afgentinas | a com.ar De cepa criolla (1908), La cinta colorada (1916), La cuna del gaucho (2935), Junto a’ él debemos citar a Jorge M. Furt (1900), editor de un Cancionero popular ioplatense (1933- 1085), Antologia gouchesca (1930) y tuna excelente edicién de la obra. de Tejeda (1946). 11 eatamarqueno Juan A Carrizo (1895.1957) recogié solo, de boea del pueblo, los cantares tra- icionales del norte argentino; po- Dblieé millares de coplas de Catamarca (1926), ‘Salta (1933), Jujuy, (1935), Tucumén (1997), La Rioja (1942) y fundé el Instituto Nacional dela Tradicién (1953). AIK trabajaron Bra- no Jacovella (1910), Augusto Rati Cortazar (1910), J." Ghceres Freire (1816), Susana Chertudi (1925), Olga Fernindez. Latour (1935). Todos han publicado obras de gran valor sobre nuestra produccién folklérica. Como estudioso de la. literatura. geuchesea se destaca Augusto Rail Cortazar, a quien debemos Esquema del folklore (1959), Qué es el folklore (1958), Indios y gouchos en Ia literatura argentina (1956), Poesia gauchesca argentina (1956), y un intento de tclaracién de las oscuras relaciones centre Folklore y literatura (1984). Ha ‘editado ademis el Martin Fierro de ‘iodo ejemplar. Entre los mumerosisi- tos erticos dedicados a la gauchesca solamente podemos citar a Bernirdez Jacques, M. Roman, Lehman Niets- the, E. Coni, P. Inchauspe, 1. Moya, V. Rossi, Fermin Chives, C. A. Lew man, HL J. Beeco, H. H, Azeves y muchos. més, Marcaron una etapa importante en el estudio de Martin Fierro algunas obras: Muerte y trans- figuracién de Martin Fierro, de Eze- quiel Martinez Estrada (1948); C. ‘A’ Leuman, El poeta creador (1945); ‘A. HL Azeves, La elaboracién litera: rie del Martin Fierro (1960); F. Chi- vex eseribid la mejor biografla sobre Heréndez (1959). La historia de la literatura diri- gida por Rafael A. Arrieta — Jean-Peul Sartre ange. La critica dedicada al folklore y a las expresiones literarias populares tiene una rica tradicidn en nuestro medio, desde los trabajos precursores de Martiniano Leguizamén y las tareas de compilacién de Juan Alfonso Carri: investigaciones actuales de Augusto Rail Cortazar. Martiniano Leguizamén, por Alonso, en Caras y Caretas, el 7-12-1912 «et Saal a mer siete des tombe 9 cnas MF st pat anc, Es ea pe sg Sie abe, 7 de nega, Representa do Sev Tago Maina cro de para ep hs ot ‘taco gue sini on gen Laue ‘oro biaan levi de 9, ¥ ae Sctecos foro as has pes eas Trays camps jada con sna 9a, des pampas de Bros Aes hasta is Imes de Jo, conserva nin com todos os sion traces dl pith ptils crc: festa en orma de U que warn 4 modo de |v pemcho os unas pee de a int colorada, APERIVO Historico de 1076 hasta las seis grandes y bien ilustrados volt menes de la historia que editada por Peuser fue realizada de manera con leetiva por un grupo de criticos ar- gentinos, bejo la direcciém de Rafael A. Aria. En ella colaboraron Julio Caillet Bois, el mismo director, Angel Battistessa, Roberto Giusti, R. Sdenz Hayes, Carmelo Bonet, Luis Emilio Soto, César Fernéndez Moreno, Eze- quiel Martinez. Estrada, Augusto R. Cortazar, Luis Franco, Ricardo Cai- Tet Bois, etc. Obra desigual debido a Tos distintos enfoques y_calidades de sus autores, continia una perio- izacién de muestras letras demasiado atada a lo politico, con una metodo- logia confusa y en general muy poco rigurosa, En rigor, se ve afectada por Io mis envejecido de las historias de Rojes y Giménez. Pastor. Repite cri- terios ya caducados, y en general se encuentra, téenicamente, muy. lejos de los métodos actuales en este tipo de obras aparecidas después de 1910 en cualquier pais curopeo. Dedica muy poco espacio a las letras del siglo XX (el periodo sin duda més valioso de creacién auténtica en nues- tra literatura) y noha dejado tam- poco una suma ordenada de datos eruditos utilizables La critica teatral, — La critica de especticulos y, en especial, Ja critica dramitica, ha tenido larga vida fen nuestro pafs. Casi todas las revis- tas literarias han dedieado algéin es- pacio a esas actividades, aunque hu- bo, y hay numerosas dedicadas a los cespecticulos (misica, cine, teatro). Entre esas publicaciones debemos contar como las mas importantes a: Boletin de Estudios de Teatro, Cri- terio, Cuadernos de Cultura Teatral, Histonisum, Lyra, Nosotros, Revista de Estudios de Teatro, Revista de teatro, Sintesis, Sur, Talia, et. Historiadores y criticas del teatro: A comienzos de siglo debemos contar {Joan Pablo Echagie (1877-1080), que escribié en La Nacién y otras hdvperstel Artin cinas | eRMARPetha rar Ria Fe " HISTORIA DE LA LITERATURA ARGENTINA | gee Portada del primer tomo de la Historia de fa literatura argentina dirigida por R. A. Arrieta Archivo Histérico dé*Révistas Amgen tin 305 trabajos: Teatro argentino (1917), Una época del teatro argentino (1826), AT margen de la escena (1923) Pesimista y con tendencia a una po- Amica negatividad fue Nicolés Co- ronado (1891-1959), quien eseribié en ‘numerosos diarios’ y publied luego sus Criticas negativas (1923 y 1924). Después deben citarse los nombres mis destacados de las iltimas déca- das: Edmundo Guibourg (1893) quien durante medio siglo analiz6 con gusto y acierto la actividad. teatral portefia desde Le Nacién, El Sol, Cla- rin, La Vanguardia; Alfredo de la Guardia (1898), que fue mucho tiem- po eritieo de La Nacidn y ha escrito ademis diversos estudios: EP teatro contempordneo (1947), Imagen del drama (1954), Gonziles Pacheco (1962). Otros nombres de critieos que comentaron en publicaciones perié- dicas Tas diversas puestas en esoena son, por ejemplo, Luis Abascal, Ro- herio Almeda, Jorge A. Audiffred, N. Barranchini, Alfredo A. Bianchi, To. lio Carella, Jorge Cniz, Omar del Garle, Edmundo Eichelbaum, “C. Faig, Hellen Ferzo, J. Garcia, E. Grunauer Herrera, J. Lorenzo, I. Ma- Tinow, C. Mayén, Luts Ordaz, 0. Palazzolo, Jaime Fotenze, B. M. Por: to, L. M. Rolla, E, Schéo, Kive Staf, Emilio A. Stevanovich Si debigramos contar a los estudiosos de a historia del teatro argentino el primer lugar debiera ocuparlo D, Mariano G. Bosch (1865-1948), que realizé una denodada labor his- toriogrifica: Historia del teatro en Buenos Aires (1910), Teatro antiguo de Buenos Aires (1804), Historia de los origenes del teatro nacional ar- gentino (1910). Otros historiadores de nuestro teatro han sido Oscar R. Beltrén (1895), Las origenes del ea tro argentino (1884); Ernesto. Mora Jes (1890-1959), Rail H. Castagnino (1914), E2 teatro argentino en la épo- ea de Rosas (1944), El circo crillo (1959) y “Esqueme’de la literatura dramética argentina (1950). El mejor La critica en el siglo XX: situacién y caracteristicas 1900-1980, Prestigio desusado de ciertos criticos © eseritores, en especial Paul Groussag (1848-1929) 'y Lugones (1874-1938), que dan el espaldarazo 0 condenan las obras, con aeatamiento casi indiscutido de sus juicios. Critica dogmatica, dedicada més a juzgar que a analizar, expliear y comprender. Nacionalismo ideolégico y cultural en Rojas (1889-1957) y Manuel Gélver (1882-1962), que alentaré las investigaciones y eximenes histdricos de nuestras letras, considerdndolos expresién de lo argentino. Fundacién de la. primera cétedra universitaria dedicada a las letras argentinas (1912) y del primer instituto para su estudio (1929). Aparicién de La literatura argentina, Ensayo filos6fico sobre la evolucién de la cultura en el Plata (1917-1922), de Ricardo Rojas. Visiin historicista tipiea del siglo XIX, con una concepetén que tuvo en cuenta las ideas de Taine, de Sainte-Beuve y algunos postulados indianistas evolutivos del propio Rojas. Griticos: Roberto Giusti, Marasso, A. Acuiia, Aita, Bonet, Bosch, Carrizo, Oyuela, Rhode, 1990-1950 Apaticin de Ia critica estilistica. Entre los primeros estudios de exe tipo, el de Amado Alonso sobre el estilo de Groussac (1928). La eritica se pone fen manos de universiarios. En la general de derecha, No aparece ninguna as" {OW 4 Pra: toim.ar 1a excepeién de Ia Literatura argentina (1948) de Giménez Pastor. Obra de sintesis con criterio didéctico. Historias de algunos géneros: el teatro, por A. Berenguer (1947) Ordaz (1946), ‘Trenti Rocamora (1048); Ia literatura social (1941) por Alvaro Yunque. Griticos: Casilla, Arrieta, Castagnino, L, Leguizamén (Historia de la literatura hhispanoamericana, 1945), Martinez Estrada, Juan C. Ghiano, Henriquez Uren, E. Morales, Enrique Anderson Imbert, Arturo Cambours, Ocampo, al espaol Guillermo de Torre, ademas de los citados en el apartado siterior, que continian su obra 1950-1966 Aparece In primera historia colectiva de nuestras letras, dirigida por Rafael A. Arrieja (1958-1960), en seis vyohimenes. Obra dispar, que dedica poco espacio al siglo XX y enfoceda ‘eon criterio histérieo, Se fundan algunos ‘rganos universitarios dedicados a las etras argentinas. Primera historia de Ta novela: G. Garcia en 1952; primera historia de la poesia del siglo XX: Ghiano en 1957; primera historia del folklore, Carrizo en 1953, Culminacién de Ia obra filolégiea de Maria Rosa Lida. Aparicién de la nueva critica, que ‘usando todos los métodos anteriores, intenta una comprensidn totaitaria del hhecho de eseribir, con preeminencia de lo ideoligico-politico, Uso del psicoanilisis profundo, Ia crt ‘estructural y el método marxista- Fenomenolégico. Griticos: Adolfo Prieto, David Vitis, é Jitrik, César Fernandez Moreno, ademas de los citados y los del periodo anterior que siguen actuando. Archivo Historico de srwrrape Juan Pablo Echagite Revistas Argentinas | www.a Luis Trenti Rocamora, autor de El teatro en la América Colonial (1947) y Cristdbal de Aguilar (1950) A. Luis Ordaz (1912) debemos un libro atl y Meno de noticias y juicios: EL teatro en el Rio de la Plata (1946 y 1957). A. Berenguer Carisomo (1905) realiz6 cl unico enfoque esté- tico del fenémeno: Las ideas estéticas en el teatro argentino (1947). Algunos sgéneros han sido examinados sepa- tadamente: Blas Rail Gallo (1908), Historia det sainete nacional (1958), y algunos temas también, como G: sadevall (1902), El tema de ta mala ida en el teatro nacional (1957), 0 Angela Blanco Amores de Pagella, Nuecos temas en el teatro argentino (1965), Uno de los pocos estudiosos del tea- tro que ha analizado el fendmeno teatral tedricamente, es Rail H. Cas- tagnino: Teoria del teatro (1959), a quien debemos también un estudio del teatro como fendmeno social en el Rio de la Plata Sociologia del teatro (1963), 0 Bernardo Canal Fei- j60 (1897), quien intenté Una teoria ‘eatral argentina (1956) Entre los estudiosos del teatro uni- versal debemos contar en primer tér~ mino a José Maria Monner Sans (1396), informado y didaéctico, autor de Panorama del nuevo teatro (1938), Pirandello y su teatro (1936), El teatro de Lenormand (1937), Intro- duecién al teatro del siglo XX (1954). Griticos recientes: Julio Imbert, autor de Gregorio de Lajerrére (1962), Flo- rencio Sinchez (1954); Jorge Cruz, Samuel Eichelbaum (1966); hetero- oxo y renovador por su enfoque sociolégico-psicoanalitico, es el libro de David Vitas, Del apogeo de la oligarquia a la crisis de ta ciudad eral: Laferrére (1961). Los teats indepndientes, que sons- tituyeron toda tna etapa en Ta histo- Fia'de muestra vida dramética, han sido historiados por Enrique Agilda, EL alma del teatro independiente (1960), y sobre este tema han escrito Emilio oa. JH, Ager, Mane Ber- Ira.com.ar nardo, Blackie, José Marial, Roberto Pérez. Castro, Juan C. Prol, Emilio ‘A. Stevanovich Bibliografias, — Entre los mas im- Pepe antramcon ds taiap cl fnvestigador de muestra literatura se cuentan las guias bibliogrilicas que, con un registro completo y detenido de cada obra, ahorran enormes sacri ficios y permiten avanzar con segur dad en fa investigacién y examen de Jas obras argentinas. Ein Tas vltimas Aéeadas debemos contar como una de Tas més valiosas empresas real- zadas la Bibliografia Argentina de Aries y Letras (1959), que sostenida ppor el Fondo Nacional de las Artes y bajo la experta direccién de Au- gusto Rail Cortazar, ha cumplido ya una obra extraordinaria, Junto al registro bibliogréfico de todo lo apa- recido sobre letfas en nuestro pais, Heva adelante una serie de Biblio. Brafias particulares sobre autores, Piginas literarias, filmografia, artesa- hifas, misica, ete. que serin de suma utilidad al estudioso. Entre los auto- res argentinos cuya bibliografia se ha Publicado podemos contar a Payr3, Pacheco, Gélvez, Alfonsina Stor, Larreta, Borges, Ascasubi, Lynch, Di valos; otros volimenes se dedicaron al cuento fantistico, la critica tea- tral, el folklore, las artes plisticas en revistas, te. El Instituto de Literatura Argentina de la Universidad de Buenos Aires, Girigido por A. Pagés Larraya, ba publicado algunas Guias Bibliogri- ficas: Ricardo Gitiraldes, Mallea, Arlt, ¥ nna extraordinaria Contribucién 1a Bibliografia de Esteban Echeve- rria (1959), debida a Natalio Kis- nnerman, que supera todo lo conocido sobre el tema. El mas conocido de los bibliograficos de nuestras letras es Horacio J. Becco 1924), a quien debemos una Contr Viet a le ibtiogls de tee ratura argentina (1959), ademés de trabajos monogréficos. sobre la_gau- chesca, Femindez Moreno, Giiral- “Kéchivo Histérico déRevistss Noé Jitrik Argentinas | www.ahira.com.ar ed Archivo Historico de Revistas Ar, 080 Bibliografia basica No existe ninguna obra completa sobre fl tema, Pueden consultarse: Anderson Imbert, Enrique, Le critica Weraria contemporénea, 1957, con una bibliografia sobre la Argentina en p. 134. Diccionario de ta literatura hispanoame- ricana. Argentina. Washington, Union Panamericana, 2 vols. 1960 y 1061, Giusti, Roberto F., “La critica y el ensayo", en la Historia de la Literatura Argentina, dirigida por R. A. Arriota, vol. IV, 1959. Prieto, Adolfo, Encuesta: La eritica lite- raria en la Argentina, 1963, Wapnir, Salomén, La critica literaria argentina, 1956, ‘Zum Felde, A., Indice eritico de la lite- ratura hispanoamericana. La critica y el ensayo, México, 1954, gentinas | www.ahira.com.ar Todas las semanas aparece una noeva entroga, que costa de un fasciclo yun bo, Cas fasciulo a un panorama completo dean ator o un pared; ol bre earcespondente da una obra calet2 eno eee ren end eee ee ee Td De i ee cee eres Pion sr eam one on RR CR ee ee eS oe ae ee See eI ed Cea an ee CT ee aa ag er a eee an ST ey ee ee ee Se eC ie ee eM OR CAC en ea Lec y Papa a ae erie rel lt arse bale Dean Lary Cin del ochenta: Ia imapinacion - 2. La “prosa ligera” y la irons: Cané y Wilde ~ 22 El naturalismo y el clelo de Loe er ~ ENTREGA FASCICULO BRO La wetta del siglo: Amafuerte = Seeetess Skesuesess i 2 i ae 1 modernism Leopoldo Lugones. Modernismo y narrative: Enrique Larreta Realismo y picaresca: Roberto J. Payré Modernisma y naturalismo: Horacio Quiroga Ricardo Giiraldes El featro en la welta del siglo: Florencio Sinchex El teatro: Gregerio de Laferére ut poesia en ef avance del siglo Feminismo y poesia: Alfonsina Storni La poesia de Enrique Banchs Feménder Morena: et sencilismo Reelismo tradicional: narrativa urbana Realism tradicional: narrativa rural 1 movimiento de Martin Flero Florida y la vanguardia Boedo y el tema social La poesia modenista - Antologte ~ 96 pées. a pron dens Atel 95 gs. La gloria de don Ramiro - Lavreta pags. Vilines y tones - Payré - 168 pbgs. Los. gauchos juts - Gerchuoft - 120 pégs. faut Giles 120 ois, En familia y Barranca abajo -F-Sdnchez- 120 pgs. Jettatore!y Las de Barranco -Laferrée - 188 pags. Seeccién de poemas - Carriego y otros poetas 122 pigs ‘Antologi.podtica - Alfonsina Storni - 96 pégs. asa del alin Bane - 120 ps Poesia y prosa - Femdndex Moreno - 120 pags. Nacha Regules - Galvez ~ 180 pégs. os caranchos de la Florida - . Lynch - 180 pgs Selecidn - Macedonio Fernénder - 120 pgs. ‘Aniologla de Florida - 120 pgs. Antologia de Boodo - 120 pigs. posteriormente: 42. La novela moderna: Roberta Arlt ~ 43. Madurez dal teatro: Samual Eichelbaum aparecerdn ‘ensayo moderne; Ezequiel Martinez Estrada ~ 45. La critica moderna - 48. Intelectualisme y existencalisma: ‘oreia al: Marechal ~ 48, La narrative fatisic: Borges ~ 48. La poesia: ia generac de Borda — 51. Desarrollo de fa narrativa: ta generacién intermedia - 52. La generacién ‘Independientes - 53. La gensracién del 5S: los narradores ~ 54. Las nuevas promocio-

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