Hora Santa Jueves 20-06

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HORA SANTA

BAUTIZADOS Y ENVIADOS
- devuelve la salud a los enfer-
mos y la esperanza viva a los
Encuentro Personal con Jesucristo,
pecadores.
Vivo en su Iglesia
Cristo, Pan celestial, danos
Señor Sacramentado, Pan de
la vida eterna.
Madre María, en cuyo seno CANTO… los Ángeles y Pan nuestro ce-
se amasó el Pan celestial que 1.INVOCACIÓN lestial, que te nos das como
Cristo, Rey venidero, que man- prenda del banquete del
ahora nos comemos en la ALABADO SEA EL
daste celebrar tus misterios pa- Reino y que permaneces con
Comunión. Tú, que en la pri- SANTISIMO SACRAMENTO
ra proclamar tu muerte hasta nosotros día y noche en tu
mitiva Iglesia eras comensal
que vuelvas, DEL ALTAR: Sagrario. Nosotros queremos
asidua cuando los Apóstoles
- haz que participen de tu resu- vivir de ti para que nos llene la
de Jesús partían el Pan, en-
rrección todos los que han SEA POR SIEMPRE vida de Dios. Jesús, si nues-
séñame a tener hambre de
muerto en ti. tra fe te ve ahora oculto en los
este manjar del Cielo y a ha- BENDITO Y ALABADO
Cristo, Pan celestial, danos cer compañía al Jesús que se velos sacramentales, que un
la vida eterna. queda en el Sagrario. día te veamos cara a cara en
Dios mío, yo creo en ti, yo te
adoro, yo te espero, yo te amo.
los esplendores de la Gloria.
Momento de silencio para Te pido perdón, por los que no Así sea.
intenciones libres. CANTO EUCARISTICO. creen, no adoran, no esperan y
no te aman. Jesús, Dios cercanísimo que
Pan de los hijos de Dios, y a moras entre nosotros.
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey
los que ya murieron siéntalos ALABANZAS DE DES- Señor Jesucristo, el manso y de la Gloria!
en la mesa del banquete celes- AGRAVIO. humilde de Corazón, hoy quie- Jesús, Pan de los Ángeles, he-
tial. Padre nuestro... res que te tributemos un honor cho Pan de los hombres.
espléndido, digno de tu majes- - ¡­Honor y gloria a ti, Rey
de la Gloria!
CANTO PARA LA RESERVA tad infinita. Lo que en el Jue- Jesús, Amor de los amores,
Señor Jesús, que en este ad-
ves Santo nos impiden hacer Dios que estás aquí.
mirable Sacramento te has - ¡­Honor y gloria a ti, Rey
las lágrimas por tu Pasión, hoy
quedado presente Tú mismo de la Gloria!
se nos convierte en gozo des-
para que nos sea un imposible Jesús, manso y humilde, que
bordante. Nosotros queremos aceptas nuestros homenajes.
olvidarnos de ti. Haz que yo
agradecerte en este día el - ¡­Honor y gloria a ti, Rey
viva pendiente de tu presencia de la Gloria!
amor inmenso que te movió en
adorable, para corresponder Jesús, desconocido del mundo
la Última Cena a quedarte Sa- y vivo para los creyentes.
con amor al amor inmenso que
cramentado hasta el fin del - ¡­Honor y gloria a ti, Rey
has derrochado al darte en Pan
mundo. Aquí estamos, Señor, de la Gloria!
de Vida y al hacerte el compa- Jesús, Hostia pura de nuestros
mirándote, amándote, y unidos
ñero de nuestra peregrinación. Altares.
a toda la Iglesia que hoy te - ¡­Honor y gloria a ti, Rey
aclama jubilosa. de la Gloria!
“Muy duro es este lenguaje. Y, con Jesús ya en el mundo, viene la
¿Quién puede escucharlo?”... acusación del Bautista en el Jordán:
Jesús, alimento nuestro en la co- “En medio de ustedes está uno a
munión. Desde entonces, muchos de sus Pero, ¿quiere decir esto que está
discípulos se volvieron atrás y ya quien no conocen” (Juan 1,26) mal el homenaje es-pléndido y
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey de
la Gloria! no andaban con él... Pero Simón sincero que tributamos al Señor
Pedro respondió: “Señor, ¿a Dos realidades que vivimos en la Igle-
Jesús, Amigo nuestro en la intimi- sia. Por una parte, Jesús, el “Dios con en la Eucaristía?...
dad de tu Sagrario. quién vamos a ir? Tú tienes pala-
bras de vida eterna”. Palabra del nosotros”, no puede estar más cer-
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey de cano. ¿Qué más podemos pedirle si ¿Soy yo de esos que no partici-
la Gloria! Señor.
se ha quedado día y noche en la mo- pan en las solemnidades por
Jesús, Rey amoroso en el esplen- rada de su Sagrario, quieto sin mover-
dor de nuestras Custodias. REFLEXIONEMOS creerlas de gente vulgar o poco
¿Qué significó la entrada triunfal se nunca, esperando a todos y reci- preparada?...
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey de biendo a cuantos desean visitarlo?...
la Gloria! de Jesús en Jerusalén, acla-
mado por el pueblo, montado Por otra parte, el Jesús del Sagrario
Jesús, que gozas con nuestras flo- es el gran desconocido. Para muchos ¿No coopero a la alegría del cul-
res y nuestros cantos. sobre un asnillo, y recorriendo to con mis cantos, las flores y el
los caminos, alfombrados con cató1icos, como si no existiera. Para
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey de otros cristianos, negado en el Sacra- entusiasmo que derrochan los
la Gloria! ramos verdes y con las vestidu-
ras de sus entusiastas seguido- mento. pobres y sencillos, que suelen ser
Jesús, reconocido por la fe viva
que nos infundes. res?... los mayores amantes de Je-
Ante estas actitudes, se alza la nues- sús?...
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey de tra de verdaderos creyentes, por la
la Gloria! Allí se juntaron la grandeza
con la humildad, la fe con la in- gracia de Dios. Creemos en la pre- CANTO….
Jesús, a quien esperamos ver sin sencia de Jesús, y lo ado-ramos.
velos en la Gloria. credulidad, el amor de unos con
el odio de otros... Allí se reveló Creemos, y nos unimos a Él en el Al-
- ¡­Honor y gloria a ti, Rey de tar. Creemos, y lo recibimos en la Co- Cristo nos invita a todos a su ce-
la Gloria! ya lo que iba a ser la presencia
de Jesucristo, el “Dios hecho munión. Creemos, y lo acompañamos na, en la cual entrega su Cuerpo
hombre”, en medio de su pueblo en su Sagrario. Creemos, y hoy lo pa- y su Sangre para la vida del mun-
CANTO…. seamos triunfalmente por nuestras
cuando se quedase con noso- do. Nosotros le decimos ahora:
tros en la Santa Eucaristía. calles, para que bendiga nuestros
EVANGELIO Unos iban a ro-dear su Sagrario pueblos, nuestras casas, a nues-tras
familias y a todos los conciudadanos Cristo, Pan celestial, danos la
Del Evangelio según San mientras lo adornan con las flo- vida eterna.
Juan. 6,52-66. res más bellas y entonan en nuestros, creyentes y no creyentes,
torno suyo las canciones más llevando a todos su salvación…
Discutían entre sí los judíos:
“¿Cómo puede éste darnos a co- ardientes. Otros lo iban a desco- Cristo, maná del cielo, que haces
nocer de la manera más incom- Momento de silencio...
mer su carne?”. Jesús les dijo: “El que formemos un solo cuerpo
que come mi carne y bebe mi san- prensible, y habría muchos que
lo aborrecerían con odio satáni- todos los que comemos del mis-
gre tiene vida eterna, y yo le resu- Analizo:
co y cometerían contra Él unos mo pan,
citaré en el último día. Porque mi
carne es verdadera comida, y mi sacrilegios inconcebibles tam- - refuerza la paz y la armonía de
bién. La crítica de hoy en la Iglesia ha he-
sangre es verdadera bebida. El todos los que creemos en ti.
cho que muchos católicos dejen de
que come mi carne y bebe mi san- Cristo, Pan celestial, danos la
La Palabra de Dios puede lado el culto solemne y clamoroso al
gre permanece en mí y yo en él. Lo vida eterna.
mismo que el Padre que vive y me iluminar este hecho singular, Señor Sacramentado. Ciertamente,
ha enviado, y yo vivo por el Padre, cuando le dice a Israel: “No hay que Dios quiere ante todo nuestro
también el que me come vivirá por nación tan grande que tenga culto íntimo, serio, más que el que se Cristo, médico celestial, que por
mí”... Muchos de sus discípulos sus dioses tan cercanos como queda en simples y vanas exteriorida- medio de tu Pan nos das un re-
dijeron: Yahvé, nuestro Dios, lo está de medio de inmortalidad y una
nosotros” (Deuteronomio 4,7). des.
prenda de resurrección,

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