KALET

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ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA – Caso cantautor vallenato Kalet

Morales / ACCIDENTE DE TRÁNSITO / CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS –


Actividad peligrosa / FALLA DEL SERVICIO – No se configura / / EXIMENTE
DE RESPONSABILIDAD DEL ESTADO – Culpa de la víctima

El 23 de agosto de 2005, el cantautor vallenato Kalet Miguel Morales Troya sufrió


un accidente de tránsito en la vía Plato – Bosconia, en el que el vehículo tipo
camioneta en el que se movilizaba se salió de la vía, sufrió volcamiento lateral y
dio varias vueltas sobre su carrocería antes de detenerse, hechos en los que
padeció graves lesiones producto de las cuales perdió la vida. Los demandantes
atribuyen la ocurrencia de esos hechos al Instituto Nacional de Vías, por cuanto
consideran que fueron generados por el mal estado del corredor (…) [E]xistía
señalización suficiente en el sitio que demarcaba la velocidad máxima permitida y
una situación de peligro en la aproximación a la curva inmediatamente anterior, las
que para la Sala advertían con suficiencia las condiciones de manejo que se
requerían en el sector para una desplazamiento seguro, por lo que se considera
que no era exigible a la entidad señalizar de manera particular la existencia del
hueco, que pese a tratarse de un obstáculo indeseable en la carretera, no tenía la
entidad de generar por sí mismo tan fatal accidente, por cuanto su profundidad era
de escasos 0,12 metros y dejaba espacio suficiente para el tránsito, de modo que
pudo ser evitado a una baja velocidad como la regulada para la zona, pues, se
insiste, no se trataba de un obstáculo insalvable (…) [N]o encuentra la Sala
acreditada la incidencia de la existencia del hueco en la causación del accidente,
en cambio sí una conducta del conductor desconocedora de una señal de tránsito
reglamentaria, que permite exonerar de responsabilidad al Instituto Nacional de
Vías.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN B

Consejero ponente: RAMIRO PAZOS GUERRERO

Bogotá, D. C., dos (2) de marzo de dos mil diecisiete (2017)

Radicación número: 47001-23-31-000-2007-00414-01(40307)

Actor: IVONNE ARMENTA MAESTRE

Demandado: INSTITUTO NACIONAL DE VÍAS - INVÍAS

Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA

Sin que se advierta causal de nulidad que invalide la actuación, decide la Sala los
recursos de apelación interpuestos por los demandantes y la llamada en garantía,
contra la sentencia de 29 de septiembre de 2010, por medio de la cual el Tribunal
Administrativo del Magdalena accedió parcialmente a las pretensiones de la
demanda.

SÍNTESIS DEL CASO

El 23 de agosto de 2005, el cantautor vallenato Kalet Miguel Morales Troya


sufrió un accidente de tránsito en la vía Plato – Bosconia, en el que el
vehículo tipo camioneta en el que se movilizaba se salió de la vía, sufrió
volcamiento lateral y dio varias vueltas sobre su carrocería antes de
detenerse, hechos en los que padeció graves lesiones producto de las
cuales perdió la vida. Los demandantes atribuyen la ocurrencia de esos
hechos al Instituto Nacional de Vías, por cuanto consideran que fueron
generados por el mal estado del corredor.

I. ANTECEDENTES

1. La demanda
Mediante escrito presentado el 22 de agosto de 2007 (fl. 293, c. 1) los
señores: Ivonne Armenta Maestre (compañera), Katrinalieth Morales
Armenta (hija), Miguel Antonio Morales Campo (padre), quien actúa en
nombre propio y en representación de los menores Eva Sandrith Morales
Troya, Fayder Miguel Morales Zapata y Kati Julieth Morales Guzmán
(hermanos); Nebis Troya Pérez (madre), Kanner Miguel y Keiner Miguel
Morales Troya (hermanos); Román Troya Galvis y Petrona Pérez Martínez
(abuelos); y Evelti Polo Campo (tía), promovieron demanda de reparación
directa en contra del Instituto Nacional de Vías, con el fin de obtener las
siguientes declaraciones y condenas, con ocasión de la muerte de Kalet 1
Miguel Morales Troya:

1.1. Pretensiones:

1. Declarar administrativamente responsable al Instituto Nacional de Vías


INVÍAS, de la muerte del joven cantautor KALET MIGUEL MORALES TROYA, la
cual se produjo en un accidente automovilístico causado por la falta de
mantenimiento y señalización de la carretera nacional Plato – Bosconia, a cargo
1
Aunque en la demanda y distintas piezas procesales y evidencias se hace mención a la referida
víctima como Keith Miguel Morales Troya, para efectos de la presente decisión se referirá a él la
Sala conforme a la escritura de su nombre tal como aparece en sus registro civiles de nacimiento y
defunción
del mismo Instituto, lo cual configuró una falla del servicio que le es imputable
por tener, entre otras funciones, el mejoramiento, rehabilitación y demás obras
que requiera la infraestructura vial de su competencia y por consiguiente, de los
perjuicios morales, daño a la vida de relación y materiales, ocasionados a los
demandantes, tal como expone a continuación:

a. Perjuicios morales

Se solicita el reconocimiento de perjuicios morales para cada uno de los


demandantes, a saber: IVONNE ARMENTA MAESTRE, KATRINALIETH
MORALES ARMENTA; MIGUEL ANTONIO MORALES CAMPO; EVA
SANDRITH MORALES TROYA, FAIDER (sic) MIGUEL MORALES ZAPATA,
KATI JULIETH MORALES GUZMÁN, NEBIS TROYA PÉREZ; KANNER
MIGUEL y KEINER MIGUEL MORALES TROYA; ROMÁN TROYA GALVIS y
PETRONA PÉREZ MARTÍNEZ y EVELTI POLO CAMPO, en una suma no
menor de cien (100) salarios mínimos legales mensuales…”, dado el vínculo de
parentesco demostrado con los respectivos registros civiles de nacimiento,
registros civiles de matrimonio. (…)

b. Perjuicios a la vida de relación

También se solicita el reconocimiento de perjuicios a la vida de relación para


cada uno de los demandantes (…) para repararlo se ha solicitado el equivalente
a 400 salarios mínimos para cada uno de los demandantes.

No obstante lo anterior para los (…) padres de Kalet Miguel Morales Troya, se
solicita un incremento por lo menos doble, para cada uno de ellos, derivado de la
tasación de estos perjuicios (…).

c. Daños materiales

Por una suma equivalente a todos los gastos en que se incurrió a raíz de la
muerte de KALET MIGUEL MORALES TROYA, por concepto de honras
fúnebres, transporte de familiares, gastos de bóveda e inhumación, entre otros.

Por una indemnización a los demandantes IVONNE ARMENTA MAESTRE,


compañera permanente de KALET MIGUEL MORALES TROYA y su hija
KATRINALIETH MORALES ARMENTA, equivalentes a las sumas que recibiría
aquel desde el momento en que pereció hasta la fecha en que de acuerdo con
sus condiciones personales, viviría; en su valor representativo comprensivo de
todos los conceptos económicos generados por sus actividades artísticas y
creativas, en la modalidad de perjuicios materiales o patrimoniales (lucro
cesante pasado o indemnización pasada, lucro cesante futuro o indemnización
futura y acrecimiento o acrecentamiento de la indemnización en cabeza de la
compañera permanente), para lo cual se tendrá en cuenta lo siguiente:

a. El ingreso mensual promedio devengado por KALET MIGUEL MORALES


directamente o de su AGRUPACIÓN MUSICAL VALLENATA KALET
MORALES, a la fecha del fallecimiento, de conformidad con la documentación
que deberá recibir de las empresas SONY MUSIC ENTERTAIMENT
(COLOMBIA) S.A., PRODEMUS, SAMP COLOMBIA LTDA., DISCOS FUENTES
EDIMUSICA, SAYCO.
b. Los ingresos percibidos reales y potenciales relacionados con las
presentaciones musicales de KALET MORALES y de su AGRUPACIÓN
VALLENATA (valor, cantidad de presentaciones mensuales, ingresos netos o
libres mensuales), bien con la mánager o representantes musicales de KALET
MORALES: VERÓNICA OROZCO RODRÍGUEZ, en el medio musical o en las
compañías referidas; de los contratos aportados y que llegare a conseguir en las
empresas referidas, de los ingresos o regalías pagados por SAYCO (por
regalías, presentaciones, derechos y otros conceptos);
c. Los ingresos futuros por todo concepto, entre otros, venta de CDS (ingreso
total y neto, anual y mensual), contratos de derechos de autor, cesión de
derechos, contratos de intérprete, presentaciones nacionales o extranjeras,
indicando ingresos por presentación y mensual; proyección y crecimiento anual
de ingresos hasta su vida probable (para lo cual hará las investigaciones en el
sector musical y en las empresas antes referidas), por publicidad, etc,
INCREMENTOS DE LOS INGRESOS con base en el crecimiento de ventas,
presentaciones, regalías, etc.
d. El valor obtenido como INGRESO PROMEDIO MENSUAL o LUCRO
CESANTE MENSUAL se indexará con base en el IPC certificado por el DANE,
aplicándolo en las formulaciones de matemáticas financieras a las liquidaciones
de la indemnización debida, futura y acrecimiento de la misma; incluyendo el
efecto del crecimiento en las ventas, regalías, presentaciones, etc., tal como se
acredita pericialmente con la demanda, sin perjuicio de que se reconozca un
mayor valor al establecido en el estudio económico anexo en la presente
demanda, si llega a ser demostrado dentro del proceso.
e. Por una indemnización equivalente a las sumas que recibiría KALET
MORALES TROYA, dos años después de su muerte, oportunidad esta en la que
obtendría su grado de médico luego de hacer el internado, hasta la fecha en que
de acuerdo con sus condiciones personales, trabajaría la profesión de médico
alternativamente a sus actividades artísticas, es decir, tomando en cuenta su
vida probable, conforme a lo devengado por un médico general en la región,
según se determine pericialmente o por las organizaciones médicas de la zona o
por un centro hospitalario, liquidando el lucro cesante futuro a la fecha del
dictamen.
Tal como lo ha establecido la jurisprudencia, el hombre ya mejor dotado con
mayores conocimiento (sic), provisto de los elementos de lucha que le da una
carrera profesional, está por ello solo en aptitud esencial de producir en
proporción a su capacidad aplazada únicamente por un tiempo breve necesario
para el establecimiento del profesional (…)
f. Por una indemnización a NEBIS TROYA PÉREZ equivalente tanto al valor
reposición del vehículo camioneta Land Cruiser, marca Toyota, modelo 1997,
color gris palmera, de placa, BXE-447, toda vez que al haber quedado
totalmente destruido aquel, el propietario no puede ser condicionado a utilizarlo
reconstruido, por no quedar en las mismas condiciones que el original (…)
g. Por las sumas invertidas en la consecución de asistencia jurídica que han
de entenderse como un hecho objetivo de disminución patrimonial constitutivo
de un perjuicio y no como una condena en costas (…)

En subsidio:

Dado el caso de que no existan en el proceso bases suficientes para hacer la


liquidación matemática de los perjuicios materiales que se deben a los
demandantes, el Tribunal, por razones de equidad, los fijará en equivalente en
pesos de la fecha de ejecutoria de la sentencia, de cuanto menos (sic) 1.000
salarios mínimos legales mensuales, en aplicación de los artículos 4 y 8 de la
Ley 153 de 1887 y 97 del Código Penal.

En el lucro cesante se incluirán los intereses compensatorios de la falta de uso


del capital representativo de la indemnización, según el artículo 1615 del Código
Civil, que se están debiendo desde el momento en que murió KALET MIGUEL
MORALES TROYA, y se cancelarán, al igual que el capital, en pesos
actualizados a la fecha de pago de lo dispuesto en la respectiva sentencia.

2. Que se condene a la parte demandada, a que pague sobre las sumas a


que resultare condenada según la petición anterior, en favor de la parte actora o
a quien represente sus derechos, los índices de devaluación monetaria
registrados por el Banco de la República y/o el Departamento Administrativo de
Estadística Dane, durante el curso del proceso y hasta cuando se verifique el
pago a título de indemnización monetaria de conformidad con lo previsto por el
artículo 178 del Código Contencioso Administrativo.

3. Que se ordene a la parte demandada, cumplir el fallo que desate la litis


dentro del término ordenado por los artículos 176 y 177 del Código Contencioso
Administrativo y 72 de la Ley 446 de 1998. En caso de que no se dé
cumplimiento al fallo dentro del término legal, la parte demandada cancelará a la
parte actora o a quien represente sus derechos, intereses moratorios hasta el
momento de su pago.

4. Que se condene a la parte demandada, a reconocer y pagar las agencias


en derecho que genere el presente proceso.

I.2. Fundamento fáctico

Como fundamento de hecho de las pretensiones indicaron que Kalet


Miguel Morales Troya, quien tenía con los demandantes los vínculos
afectivos y de parentesco ya referidos, inició desde muy joven su
carrera artística, compuso su primera canción a los 13 años de edad,
llegó a convertirse en ídolo de moda del vallenato moderno y creó su
propia agrupación musical, gozaba de éxito y reconocimiento en la
industria musical, al tiempo que cursó estudios de medicina en la
Universidad del Sinú, los que concluyó en el año 2004 y no le
impidieron dedicarse a la actividad de cantautor, en la que ya se
perfilaba internacionalmente y le demandada múltiples compromisos.

El 22 de agosto de 2005, Kalet Morales viajó desde Valledupar a


Montería a atender asuntos personales y al día siguiente emprendió el
viaje de regreso, en compañía de su hermano Keiner, en la camioneta
Toyota Land Cruiser de placas BXE447 de propiedad de su
progenitora, se detuvieron al cruzar el peaje de Plato (Magdalena) y en
el kilómetro 43 de la vía Plato – Bosconia, con llanta delantera derecha
del vehículo impactaron un hueco de 2.20 metros de diámetro que se
encontraba sobre la vía y lleno de agua, situación que hizo perder el
control del rodante que posteriormente se volcó y dio varias vueltas
antes de detenerse.

Como resultado del accidente, Kalet Morales sufrió graves heridas que
finalmente acabaron con su vida el 24 de agosto de 2005, cuando
falleció a las 8.15 horas, registrándose como causa del deceso el
trauma craneoencefálico severo sufrido en accidente de tránsito.
El 26 de agosto de 2005 la Universidad del Sinú le otorgó el título
póstumo de Médico, al tiempo que Sayco entregó a sus padres el
“Pentagrama de Oro Sayco”, como distinción por la gran trascendencia
internacional de su hijo y el volumen de ventas en el mercado
discográfico. En la época de su deceso, Kalet Morales “ya era una de
las figuras cimeras del folclor vallenato. Cantautor con grandes
proyecciones artísticas dentro del ámbito de este género musical,
donde había cosechado innumerables triunfos y reconocimientos (...)
había sido elegido como el artista del año de la compañía Sony Music,
que le entregaría un disco de oro por la venta de más de 10 mil copias
de su compacto “La Hora de la Verdad”.

En efecto la carrera de la víctima era de tal éxito que se encontraba


preparando distintas giras internacionales a EEUU, México y
Centroamérica para presentar el referido álbum, al tiempo que
realizaba presentaciones como mínimo dos veces por semana y había
suscrito numerosos contratos en los últimos años de vida que le
generaban importantes ingresos, así como recibía el pago de derechos
de autor y regalías por sus obras artísticas.

Era tan importante Kalet Miguel y evidente el reconocimiento por parte del
país musical, que los medios de comunicación le dieron enorme
trascendencia a su accidente y posterior fallecimiento, a sus honras
fúnebres, siendo objeto de varios homenajes de las principales cadenas de
televisión nacional, de la radio nacional, local y regional. Inclusive con
pronunciamientos de pesar, condolencia y reconocimiento presidencial.

El accidente y posterior fallecimiento de KALET MIGUEL MORALES


TROYA, ocasionó en su núcleo familiar dolor, angustia y demás perjuicios
de tipo económico y material. Es así, como dejó a su compañera e hija sin
su cariño, ayuda económica y protección; igual que a su otro hijo;
afectando moralmente también a sus padres, hermanos, abuelos y demás
familia.

1.3. Sustento jurídico

Los actores consideran que el INVÍAS es el llamado a responder por los


graves perjuicios que padecieron, por cuanto omitió el deber que le asistía
de mantener en buen estado de conservación el corredor vial en el que
tuvieron lugar los lamentables hechos, pues fue el mal estado del corredor
el que ocasionó el accidente.
Era un deber estatal desplegar su actividad para mantener el corredor vial
en buen estado y señalizarla debidamente, de modo que fuera posible para
los conductores advertir la presencia de baches de las dimensiones del que
ocasionó el accidente y siendo claro que la hipótesis de causa probable del
accidente por exceso de velocidad que se plasmó en el informe del
accidente no fue demostrada, siendo claro que cualquier en condiciones
normales pudo padecer el accidente y a una velocidad reglamentaria pudo
sufrir similares consecuencias, en razón del mal estado de la vía.

2. Contestación de la demanda

En la oportunidad procesal prevista para el efecto, el Instituto Nacional de


Vías se opuso a la prosperidad de las pretensiones (fl. 307, c. 1), luego de
estimar que de acuerdo con el informe del accidente de tránsito, el vehículo
en el que se movilizaba la víctima invadía el carril contrario, que era en el
que se encontraba el bache, de 1.40 metros, por 0,12 de profundidad,
deterioro incipiente que no tenía la virtualidad de producir por sí solo tan
graves consecuencias, al tiempo que podía ser advertido si se circulaba a
una velocidad permitida.

Reconoció como cierto el hecho de que el rodante se salió de la vía y sufrió


volcamiento lateral, lo que ocurrió debido a la gran velocidad a la que se
movilizaba, lo que generó las graves lesiones que acabaron con la vida del
artista.

Dijo que ninguna de las evidencias del proceso permite inferir el presunto
mal estado del corredor vial, ni la existencia de daños estructurales; por el
contrario, existían suficientes señales de tránsito en la zona y correspondía
al conductor tomar todas las medidas necesarias para evitar accidentes y
provocar daños a terceros, en razón de que la conducción de vehículos es
una actividad que por sí misma genera riesgos.

También consideró que la cuantía del asunto fue estimada en una cifra
incomprensible que no permite determinar la competencia para conocerlo.
Solicitó que se llame en garantía a la Compañía Central de Seguros S.A. (fl.
326, c. 1) para que se analice su eventual responsabilidad frente a INVÍAS,
derivada de la póliza de seguros No. 12010000169, cuyo objeto es amparar
la responsabilidad civil extracontractual de INVÍAS derivada de lesiones o
muerte de quienes transiten en las carreteras del territorio nacional a su
cargo.

3. Adición de la demanda

El 28 de noviembre de 2007 (fl. 336, c. 1), se presentó escrito de adición de


la demanda, en la que se incluyó a otro hijo de la víctima, el menor Samuel
Miguel Morales Castilla como accionante, para quien se solicitó reparación
por daños inmateriales en la modalidad de daño moral y perjuicios a la vida
de relación en los mismos términos que para los demás actores; también se
pidió indemnización por perjuicios materiales en los mismos términos de la
que correspondería a su hija Katrinalieth Morales. No obstante, tal petición
fue negada por extemporánea por el Tribunal a quo.

4. Contestación del llamamiento

Mediante auto de 25 de enero de 2007 se dispuso citar en calidad de


llamada en garantía a la Compañía Central de Seguros S.A. (fl. 344, c. 1),
hoy QBE Seguros S.A., la que una vez notificada se opuso a las
pretensiones de la demanda y del llamamiento (fl. 382, c. 1). Frente a las
primeras, por considerar que la víctima se movilizaba a una velocidad más
alta que la legalmente permitida e invadió el carril contrario, al tiempo que el
lugar estaba debidamente señalizado.

La conducta del conductor del vehículo fue contraria a los reglamentos de


tránsito, por lo que consideró que la culpa de la víctima fue la causa
exclusiva y determinante del accidente, al tiempo que la humedad del
corredor contribuyó a la causación del daño.
Dijo que la pretendida indemnización por daño a la vida de relación no
podría reconocerse en ningún caso, por cuanto las sumas que la
jurisprudencia ha reconocido bajo esa denominación tienden a reparar las
pérdidas de capacidad de la víctima, lo que no ocurrió en este caso, en el
que además fueron estimadas en forma excesiva.

Consideró que en caso de una eventual condena debe tenerse en cuenta


que los ingresos de un artista varían de forma desproporcionada en las
distintas etapas de la vida, que sus herederos continúan gozando de todos
los derechos que surgen de la propiedad intelectual de la víctima, que
siempre será necesario descontar los gastos propios de la víctima de
cualquier indemnización a reconocer y que los ingresos dejados de percibir
como médico que se reclaman a título de lucro cesante son inciertos y no
pueden indemnizarse.

En cuanto al llamamiento indicó que la póliza suscrita entre esa compañía y


el llamante no cubre la reparación de perjuicios extra patrimoniales, al
tiempo que en ella se pactó un deducible que debe ser atendido al decidir lo
atinente a su responsabilidad.

5. La sentencia apelada

El 29 de septiembre de 2010, el Tribunal Administrativo del Magdalena (fl.


882, c. ppal) dictó sentencia de primera instancia en la que accedió
parcialmente a las pretensiones de la demanda. Dispuso:

1. DECLÁRESE al INSTITUTO NACIONAL DE VÍAS (INVÍAS)


ADMINISTRATIVAMENTE RESPONSABLE por la muerte de KALETH (sic)
MIGUEL MORALES TROYA (Q.E.P.D), por los hechos ocurridos el pasado 24 de
agosto de 2005.

2. EN CONSECUENCIA, CONDENASE (sic) AL INSTITUTO NACIONAL DE


VÍAS (INVÍAS), A PAGAR:

En cuanto a perjuicios morales:

(40 salarios mínimos legales mensuales vigentes para cada uno de los padres,
24 para cada uno de los hermanos menores, 32 para cada uno de los hermanos
mayores y 24 para cada uno de los abuelos).

En cuando (sic) a los perjuicios del daño de vida en relación (sic):


Para Keiner Miguel Morales Troya en calidad de hermano veinte (20) salarios
mínimos legales mensuales vigentes, que equivale a diez millones trescientos mil
pesos $10.300.000.

En cuanto a perjuicios materiales.

Daño emergente

Para Nevis Troya la suma de $21.129.261,1 veintiún millones ciento veintinueve


mil doscientos sesenta y un pesos con dos centavos.

3. Condenar en abstracto a la entidad demandada (Instituto Nacional de Vías) a


pagar el lucro cesante por lo dejado de percibir como artista y como médico por
parte del señor Kalet Miguel Morales Troya (Q.E.P.D.), que se determinara (sic)
por liquidación incidental en los términos previstos en los artículos 172 y 178 del
C.C.A. y 137 del C.P.C. según lo indicado en la parte motiva del fallo.

4. CONDENASE (sic) la compañía de seguros QBE SEGUROS S.A. a pagar el


Instituto Nacional de Vías (INVÍAS) la suma de $183.869.261, o hasta agotar el
tope máximo asegurado, si este es menor.

5. La sumas (sic) líquidas correspondientes a las anteriores condenas


devengarán intereses moratorios desde la fecha de ejecutoriada la sentencia
hasta el día del pago total. Según los artículos 176 y 177 del C.C.A.

6. Niéguense las demás pretensiones.

7. Si la sentencia no fuere apelada y si cumple con el presupuesto del artículo


184 del C.C.A., consúltese con el H. Consejo de Estado.

8. Sin costas para la parte vencida.

9. De conformidad con lo dispuesto en la Ley 1394 de 2010, impóngase a la


parte demandante la obligación de cancelar el arancel judicial equivalente al 2%
del valor total efectivamente recaudado conforme lo dispone el artículo 9 de la
Ley 1394 de 2010.
9.1. La parte demandante deberá reajustar el pago de arancel a la fecha en que
se efectúe el pago definitivo.
9.2. Por Secretaría, désele cumplimiento al artículo 10º de la Ley 1394 de 2010.

Como fundamento de la referida decisión consideró el Tribunal que la


verificación de la responsabilidad de la demandada debía tener lugar a la
luz del contenido obligacional que el orden jurídico le impone, su grado de
observancia por parte de la demandada y los medios con que contaba para
ello. Sobre el particular verificó que corresponde a INVÍAS la señalización y
mantenimiento de la red vial nacional, en los términos de la Ley 769 de
2002 y de los Decretos 2053 de 2003 y 1735 de 2001.

En cuanto a la falla en la atención de las referidas obligaciones, tuvo en


cuenta la declaración del señor Keiner Miguel Morales Troya, hermano de la
víctima, quien afirmó que la vía por la que se movilizaban tenía muchos
huecos y resaltos y dijo no recordar la presencia de señales de tránsito. De
igual manera, se fundó en la declaración del representante legal de
Ingeconsultas, firma que fungía como interventora de las reparaciones
viales, quien declaró saber que la vía se encontraba en observación y
particularmente el sitio de los hechos, en el que se presentaba una pequeña
falla. También tuvo en cuenta el testimonio del representante legal del
Consorcio Vicoco 037 que ejecutaba dichas reparaciones, quien también dio
cuenta de la existencia del hueco en el lugar del accidente, con la
afirmación de que no lo habían reparado por cuanto su aparición había sido
reciente y valoró la declaración del supervisor de dicho contrato, funcionario
de INVÍAS, quien refirió que la vía presentaba fisuras y desprendimientos en
el lugar del accidente. También encontró acreditado que en el lugar se
instaló una señal de peligro a 100 metros del sitio, la que afirmó se refería a
la curva siguiente y no al bache ya referido.

En consonancia con lo anterior, señaló que las fotografías del lugar del
accidente muestran un amplio bache en la mitad de la vía, de acuerdo con
lo cual se anotó en el informe como posible causa del accidente. Dicha
irregularidad del terreno también fue descrita en el croquis correspondiente,
por lo que consideró plenamente acreditada la existencia del bache en la
mitad del corredor vial, lo que contrasta con la obligación que le asistía a la
entidad de realizar el mantenimiento de la red vial nacional. Tampoco
existía en el lugar de los hechos una señalización adecuada, pues no se
demarcó el lugar con el signo previsto para anunciar a los conductores la
existencia del mencionado bache, en los términos del manual de
señalización vial contenido en la Resolución No. 1050 de 2004.

Consideró el Tribunal que lo expuesto da cuenta de una evidente omisión


de la demandada, lo que compromete su responsabilidad en la muerte del
señor Morales a título de falla en el servicio. También estimó que no hay
duda del carácter cierto del daño, por cuanto está plenamente acreditado el
deceso de la referida víctima.

Afirmó que la referida falla tuvo incidencia directa en el deceso de la víctima,


por cuanto “si el hueco no hubiese existido o si hubiese señales de tránsito
adecuadas tendientes a dar aviso del bache no se hubiera presentado el
accidente, pues estas condiciones fueron la causa eficiente y determinante
del infortunio”. Seguidamente señaló que de acuerdo con los análisis
realizados por el Instituto Nacional de Medicina Legal, la víctima no había
ingerido ninguna sustancia extraña, ni presentaba falla alguna en su salud
capaz de incidir en el fatal resultado, por lo que coligió que perdió el control
del rodante al pasar por el hueco tantas veces referido, pues en condiciones
normales dicho volcamiento no pudo ocurrir, por lo que “debió existir algún
inconveniente o estorbo en la vía para que el infortunio se pudiera
presentar”, de tal suerte que el bache fue la causa que originó el fatal
accidente”.

Indicó que no hay ninguna evidencia de que el vehículo era conducido a una
velocidad mayor a la permitida, carga probatoria que le correspondía a la
accionada si pretendía acreditar la existencia de la eximente de
responsabilidad de culpa de la víctima que alegó en su defensa. Por el
contrario, se demostró que el señor Morales tenía licencia de conducción
vigente y su cadáver no presentaba rastros de consumo de fármacos.

Sin embargo, señaló que “si el conductor del vehículo hubiese mantenido la
velocidad establecida para transitar en la vía, las consecuencias no habrían
sido tan nefastas, es decir el vehículo no hubiese quedado tan destruido y
mucho menos se estaría lamentando un deceso”. En efecto, afirmó que del
estado en el quedó el rodante se puede colegir que este se desplazaba “a
alta velocidad establecida para el tránsito en esa vía”, lo que constituyó una
concausa del accidente, de modo tal que encontró acreditada una
concurrencia de culpas entre la víctima y la demandada, lo que consideró
amerita una reducción de la condena a imponer del 60%.

Consideró que el daño moral padecido por los demandantes es evidente y


deben presumirse respecto de los familiares cercanos que acreditaron su
parentesco, a quienes reconoció las sumas señaladas en la parte resolutiva
antes transcrita, al tiempo que lo negó a la señora Ivonne Armenta Maestre
quien no acreditó el alegado vínculo de compañera permanente de la
víctima, pues se limitó a aportar dos declaraciones extrajudiciales que no
tiene valor probatorio por cuanto no fueron ratificadas en el proceso.
También lo negó a la señora Evelti Polo, quien ninguna evidencia allegó de
la alegada condición de tía del fallecido, ni las condiciones de afecto y
convivencia necesarias para reconocer indemnización a su favor.

En cuanto al daño a la vida de relación reclamado indicó que este solo se


acreditó respecto del hermano del fallecido Keiner Morales, quien demostró
que hacía parte del coro del grupo musical de Kalet, con quien tenía una
relación tan cercana que “ha rebosado los límites del daño moral”, pues este
último era su amigo y confidente, a quien acompañaba a todo lugar, por lo
que el deceso de la víctima modificó de manera drástica sus normales
condiciones de vida.

En lo que respecta al daño emergente, consideró necesario reconocer, a


título de daño emergente, el valor de la reparación del vehículo Toyota en el
que se movilizaba la víctima, de propiedad de su progenitora Nebis Troya
Pérez. Así procedió previa actualización de las sumas y descuento del 60%
por razón de la concausa que encontró acreditada. Negó lo reclamado por
concepto de gastos funerarios por cuanto no fueron debidamente
acreditados.

Por su parte, consideró demostrada la existencia de la actividad económica


realizada por el artista, en razón de los diversos contratos y certificaciones
aportadas, por lo que consideró procedente disponer la reparación de
dichos perjuicios, sin precisar a favor de qué demandantes; sin embargo, lo
hizo en abstracto y señaló que “estos valores se liquidarán para cada actor,
conforme las reglas legales y jurisprudenciales, según dependencia del
fallecido Kaleth (sic) Morales Troya (Q.E.P.D.) y la edad hasta la cual
corresponda”.

Finalmente, consideró que en aplicación de las previsiones de la Ley 1394


de 2010, los accionantes son sujetos del arancel judicial por razón de la
condena dispuesta a su favor, en el equivalente al 2% de lo “recaudado”.

6. Los recursos de apelación


Inconformes con la decisión de primera instancia, los demandantes y la
llamada en garantía apelaron2. Su inconformidad con el fallo recurrido la
expresaron así:

6.1. Parte actora

En primer lugar, su inconformidad radica con la conclusión de la sentencia


relativa a la existencia de una concausa del accidente, derivada de la alta
velocidad del rodante, pese a que la misma sentencia reconoció que
ninguna prueba se presentó en relación con el alegado exceso de
velocidad. Agregó que ninguna prueba técnica se aportó para establecer
cuál era la velocidad del vehículo, para determinarla como posible causa del
accidente.

En esas condiciones, el Tribunal tuvo por demostrada la presunta alta


velocidad del vehículo, sin señalar el medio de prueba del que se valió para
arribar a esa conclusión. Consideran que el estado del vehículo no permite
estructurar la inferencia del juzgador respecto de la velocidad. Como la
carga de la prueba de ese hecho externo le correspondía a la accionada, la
ausencia de evidencias debe dar lugar a la modificación de la decisión
impugnada, para declarar que no existió la referida concausa, siendo claro
que la decisión judicial solo puede fundarse en las evidencias legalmente
allegadas a la actuación. Para este caso, la existencia de una concausa se
estructuró bajo suposiciones y el conocimiento privado del juez, no así en
razón de las pruebas legalmente recaudadas.

Con respecto a la indemnización del daño moral, la inconformidad de los


actores se fundó en la negativa de su reconocimiento a favor de las señoras
Ivonne Armenta Maestre y Evelti Polo, compañera y tía de la víctima,
respectivamente.

En cuanto a la primera consideró que las declaraciones extrajudiciales


fueron puestas en conocimiento de la contraparte, que ningún reparo
formuló frente a estas, por lo que con independencia de la finalidad para la

2
Recursos promovidos en octubre de 2010.
cual fueron rendidas conservan su mérito demostrativo. En todo caso, la
testigo Eneida Isabel Pérez Ospino la reconoció como la compañera de la
víctima, al tiempo que también se omitió valorar el vínculo nacido entre ellos
por ser padres en común de la menor Katrinalieth Morales Armenta,
indicativo de la relación sentimental entre la víctima y la señor Armenta
Maestre.

En lo que respecta a la señora Polo, también consideró que el vínculo


afectivo quedó demostrado con el testimonio de la señora Pérez Ospino,
quien dijo que “para Kaleth (ella) era la tía universal, que se dedicaba por él,
atendiéndolo cuando el (sic) estaba en la universidad y eso la ha afectado
bastante, desvivía por su sobrino”.

Dijo que también se desconoció la declaración de Alcedis Ortiz Macías, que


en similares términos dio cuenta de la relación afectiva entre la víctima y el
referido demandante.

Por otra parte, consideró que la alteración o modificación de las relaciones


de existencia de todos los actores varió con ocasión de la muerte de Kalet
Morales, de lo que dan cuenta las testimoniales recaudadas, por lo que
consideró que debe reconocerse indemnización por tal concepto a favor de
todos los actores.

También consideró que la cuantía de lucro cesante padecido por los actores
se acreditó con suficiencia en el proceso, en el que inclusive se practicó un
dictamen pericial sobre el particular, que ha debido servir para dictar
sentencia en concreto.

Finalmente, en lo que respecta al arancel judicial estimó que la Ley 1394 de


2010 solo hace referencia a la procedencia de ese gravamen en los eventos
particularmente señalados en ella, que se refieren de manera específica a
los procesos de ejecución adelantados en las distintas jurisdicciones. En
todo caso, por tratarse de normas fiscales solo podrían tener aplicación a
partir de la vigencia siguiente a aquella en que fueron dictadas, de modo tal
que no resulta aplicable la referida ley al presente caso.
6.2. QBE Seguros S.A.

Para la llamada en garantía, en el presente proceso quedó acreditado que


INVÍAS no es responsable del accidente en el que perdió la vida el señor
Kalet Morales, pues, por el contrario, lo demostrado es que la referida
víctima conducía su vehículo automotor a una velocidad superior a la
permitida, pues, en efecto, su hermano, que lo acompañaba en el vehículo
afirmó que transitaban a una velocidad de 80 kilómetros por hora y que
invadieron el carril contrario, lo que se demuestra con la afirmación
consistente en que la llanta delantera derecha del vehículo tocó el bache,
atendida la ubicación de este en el corredor.

En efecto, en el informe técnico de reconstrucción del accidente realizado


por Cesvi Colombia, frente al que nada dijo el a quo, permite corroborar que
para la materialización del accidente tal como ocurrió fue necesario que el
vehículo saliera de la vía en algún punto, por exceso de velocidad o por una
maniobra realizada a alta velocidad. Destacó la conclusión del informe
según la cual la velocidad del rodante era de 73,7 kilómetros por hora en
una zona de 40. También se determinó que el hueco permitía la circulación
de un vehículo, al tiempo que no encontró evidencia de que el rodante
hubiera caído en este.

Insistió en que la velocidad máxima autorizada para el sitio del accidente


era de 40 kilómetros por hora, la que fue sobrepasada por el rodante
accidentado, que además incumplió la obligación de transitar por los carriles
demarcados y por su derecha. Así las cosas, se configuró la culpa de la
víctima como eximente de responsabilidad y, por ende, no puede existir
responsabilidad de INVÍAS en el presente evento, pues fue aquel quien
incumplió los reglamentos que rigen la actividad peligrosa que desplegaba.

De la misma manera lo concluyó la Fiscalía 29 Delegada ante el Juzgado


Promiscuo Municipal de Plato, al inhibirse de abrir investigación, al
considerar que el causante del accidente fue la propia víctima, por lo que la
existencia del hueco en la vía no puede considerarse como la causa
eficiente del daño.

Por otra parte, estimó que la indemnización de perjuicios a título de lucro


cesante no puede concederse, pues debió quedar acreditada en el curso del
proceso, de manera que no es el incidente de liquidación el escenario para
demostrar la existencia del perjuicio, sino únicamente su cuantía. En este
caso, no hay certeza de la causación del referido daño, por lo que debió
denegarse la pretensión sobre su reconocimiento en lugar de imponer
condena en abstracto sobre ese particular punto, comoquiera que el estudio
del tribunal se limitó a señalar las actividades que la víctima desarrollaba en
vida, sin verificar la factibilidad de que pudiera continuar acometiéndolas en
el futuro en idéntica forma. Las apreciaciones sobre el posible desarrollo de
la carrera musical de la víctima, así como del posible ejercicio de la
medicina son solo conjeturas que no pasaron del plano de la especulación,
pues en la época de la muerte, la víctima aún no alcanzaba el título que le
permitiera lucrarse de la referida profesión. Aunado a ello, nada impide que
los causahabientes del cantautor puedan beneficiarse de los derechos
patrimoniales derivados de las creaciones artísticas del señor Morales, en
los términos de la Ley 23 de 1982.

En todo caso, se mostró inconforme con la forma en que se dictó la


condena en abstracto, por cuanto nada se dijo sobre la reducción que
habría de hacerse conforme a la concausa establecida en el fallo
impugnado, ni se determinó que la señora Ivonne Maestre no podía recibir
dicha indemnización, ni se indicó que el período de la liquidación a favor de
la hija solo podía prolongarse hasta que cumpliera 25 años de edad,
conforme lo ha establecido la jurisprudencia de esta jurisdicción, al tiempo
que era necesario pronunciarse sobre el descuento en el cálculo de la
indemnización de los gastos personales de la víctima, ni se tuvo en cuenta
que no es posible establecer los ingresos de un artista fundándose para ello
en comparaciones, pues estos “son completamente divergentes
dependiendo de cada artista en particular, y (…) están dotad[o]s de un alto
grado de azar e incertidumbre que impide conocer o preveer (sic) su
desempeño futuro”.
De otro lado, consideró que en el curso del proceso no quedó establecida la
titularidad del dominio del vehículo de placas BXE447 y ninguna prueba
sobre ello se mencionó en la decisión cuestionada, por lo que no podía
reconocerse el valor de sus reparaciones.

En tales condiciones, solicitó que se revoque la decisión de primera


instancia y, en su lugar, se denieguen las pretensiones.

En lo tocante a su responsabilidad como llamado en garantía consideró que


deben tenerse en cuenta los límites del amparo pactado en la póliza, esto
es el monto asegurado, la exclusión expresa de los perjuicios
extrapatrimoniales y el deducible pactado en la póliza, por lo que no
compartió la suma que en concreto le impuso la sentencia impugnada.

6.3. Instituto Nacional de Vías INVÍAS

El 8 de octubre de 2010 el INVÍAS presentó recurso (fl. 921, c. ppal); no


obstante, no lo sustentó, por lo que no se le dio trámite, en atención a lo
previsto en el artículo 212 del Código Contencioso Administrativo,
reformado por la Ley 1395 de 2010 que dispuso que la apelación debía
interponerse y sustentarse dentro de los diez días siguientes. Así lo decidió
el a quo en providencia de 2 de diciembre de 2010 (fl. 968, c. 1), dictada en
audiencia y que no fue objeto de recursos. En la misma fecha, INVÍAS
presentó un escrito contentivo de las razones de su inconformidad, al que
no se le dio trámite.

5. Alegatos de conclusión

En la oportunidad procesal para presentar alegaciones finales, INVÍAS


destacó que conforme a las evidencias aportadas es claro que sí
adelantaba labores de mantenimiento en el corredor vial de los hechos, por
lo que no puede afirmarse que desconoció dicho deber funcional. También
refirió que el bache que se encontraba en la vía no revestía ningún riesgo
para los transeúntes, tal como quedó evidenciado con los testimonios
técnicos recaudados (fl. 991, c. ppal).

Hizo énfasis en el informe del accidente de tránsito que como causa


probable del accidente refirió, además de la presencia del hueco, el exceso
de velocidad y el hecho de que la superficie se encontraba lisa debido a la
humedad, lo que impone escudriñar más a fondo sobre la verdadera causa
del siniestro. También se refirió a la prueba técnica adelantada por Cesvi
Colombia, de acuerdo con la cual considera quedó en evidencia el exceso
de velocidad del automotor.

Por otro lado, señaló que la estimación pericial del lucro cesante se fundó
en este caso en simples conjeturas que no pueden ser atendidas en el caso
de una eventual condena.

Por su parte, la llamada en garantía (fl. 1009, c. ppal) reiteró lo planteado


en la impugnación, dijo que no se probó la calidad de compañera de la
víctima de la señora Maestre, ni la de tía de la señora Polo, quienes
acudieron al proceso invocando los referidos vínculos, por lo que no es
posible reconocerles indemnización.

En cuanto al daño a la vida de relación estimó que este debe aparecer


plenamente demostrado y que las evidencias del proceso no permiten
establecer que los actores quedaron privados de las facultades plenas para
el ejercicio de sus normales actividades.

La actora y el Ministerio Público guardaron silencio.

II. CONSIDERACIONES DE LA SALA

1. Presupuestos procesales de la acción

1.1. Jurisdicción y competencia


Es esta jurisdicción la llamada a resolver la controversia, en atención al
carácter público de la demandada3.

La Sala es competente para resolver el caso sub lite en razón de la cuantía


del asunto y su vocación de doble instancia, en consideración a que la
pretensión mayor, correspondiente al lucro cesante reclamado a favor de
Ivonne Armenta Maestre, se estimó en la demanda en la suma de
$1.424.236.000.000 (fl. 286, c. 1)., ampliamente superior a los 500 salarios
mínimos legales mensuales vigentes en el año 2007, cuando fue promovida
la demanda (fl. 293, c. 1).

1.2. Acción procedente

El Código Contencioso Administrativo prevé diferentes mecanismos


procesales a los que pueden acudir los administrados, con el fin de llevar
ante los jueces los conflictos que se suscitan entre ellos y la administración
pública.

En los términos del artículo 86 del Código Contencioso Administrativo, la


acción procedente para deprecar en sede judicial la declaratoria de
responsabilidad extracontractual del Estado y la correspondiente reparación
de perjuicios derivados de un hecho, omisión u operación administrativa,
imputables a la administración pública, así como por la ocupación temporal
o permanente de un inmueble, es la de reparación directa.

Por ende, como en el presente caso se pretende obtener la reparación de


un daño presuntamente causado por una omisión de la administración, es la
acción de reparación directa prevista en el artículo 86 ibídem la idónea
reclamar la indemnización de perjuicios derivados de esta.

1.3. Legitimación en la causa de los extremos de la litis

3
Código Contencioso Administrativo. “Artículo 82. La jurisdicción de lo contencioso administrativo
está instituida para juzgar las controversias y litigios administrativos originados en la actividad de
las entidades públicas y de las personas privadas que desempeñen funciones propias de los
distintos órganos del Estado. Se ejerce por el Consejo de Estado, los tribunales administrativos y
los juzgados administrativos de conformidad con la constitución y la ley.”
1.3.1 Parte activa

El legítimo interés de los accionantes para integrar el extremo activo de la


controversia deviene del vínculo de consanguinidad y sentimental que
acreditaron con la víctima, así:

Consta en el expediente que Nebis Troya Pérez y Miguel Antonio Morales


Campos eran sus padres, según se verifica en el registro civil de nacimiento
de Kalet Miguel Morales Troya (fl. 15, c. 1). Por su parte, Kanner Miguel
Morales Troya (fl. 16, c. 1) y Keiner Miguel Morales Troya (fl. 17, c. 1)
probaron ser hijos de los mismos padres y, por ende, hermanos del
fallecido, al igual que se demostró respecto de la menor Eva Sandrith
Morales Troya (fl. 18, c. 1). También probaron su calidad de hermanos, por
ser hijos del mismo padre que la víctima: Katy Julieth Morales Guzmán (fl.
19, c. 1) y Fayder Miguel Morales Zapata.

De otro lado, el registro civil de nacimiento de la progenitora de la víctima


permite verificar que sus abuelos maternos eran los demandantes Petrona
Pérez Martínez y Román Troya Galvis (fl. 21, c. 1).

En lo que respecta a Katrinalieth Morales Armenta, se demostró que es hija


de la víctima (fl. 23, c. 1) y de la señora Ivonne Marieth Armenta Maestre,
hecho que tal como lo alegó la parte actora en la impugnación es indicativo
de la existencia de una relación sentimental entre ella y el fallecido. Aunque
la menor nació en el año 2000, por lo que ese hecho no da cuenta efectiva
de la actualidad de esa relación en la época de los hechos, lo cierto es que
la Sala mayoritariamente ha reconocido que en casos de muerte es posible
tener al padre o madre en común de los hijos, cuando menos como
damnificado, bajo el entendido de la pérdida del otro lo privará de contar con
su concurso en la crianza y formación de su descendencia4.

De igual manera, se aprecia que le asiste razón a los actores cuando en la


apelación manifiestan que la decisión de primera instancia desconoció la
testimonial rendida por Eneida Isabel Pérez Ospino (fl. 613, c. 2), quien dijo
4
Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección B, sentencia de 5 de marzo de 2015, exp.
33699, M.P. Stella Conto Díaz del Castillo.
haber laborado al servicio doméstico de la familia Morales Troya durante 10
años, de acuerdo con cuyo dichos la señora Ivonne Armenta era la
compañera de la víctima.

De igual manera, la referida testigo refirió sobre la señora Evelti Polo y su


relación con la víctima :

10. Bueno para KALETH (sic) era la tía universal, que se dedicaba por él,
atendiéndolo cuando el (sic) estaba en la universidad, y eso lo ha afectado
bastante a ella (sic), desvivía por su sobrino y a raíz de eso, ha tenido bastantes
problemas físicos, lo recuerda mucho como era él con ella, osea (sic) que él
pensaba ayudarla pero como le sucedió a prometerle lo que le dijo (sic). (…)
cunando KALETH existía de otros medios, osea cuando KALETH vivía decía que
era el sobrino que era el que la iba a ayudar económicamente.

En similares términos declaró el testigo Alcedis Ortíz Macías (fl. 615, c. 2),
al referir:

11. PREGUNTADO. Conoce a la señora Ebelti (sic) Polo? Y en caso


afirmativo que (sic) relación de parentesco tenía esta con KALETH MORALES y
por razón de qué circunstancia la señora EBLETI llevaba el apellido POLO y no
MORALES y como (sic) la apodaba KALETH, afectuosamente?. CONTESTO
(sic): Afirmativo, el parentesco que hay entre MIGUEL MORALES CAMPO y la
señora EBELTI POLO, son hermanos pero de madre. Pero en el caso de ser
hermano de madre, pero en la vida de KALETH esa señora fue tan importante
porque de ser tía era algo tan especial para él que dentro de su juventud
desarrolló su profesionalismo al lado de esa señora y el (sic) cariñosamente por
las afectos que lo unía entre su familia y él, cariñosamente le decía “LA TÍA
UNIVERSAL”, inclusive en uno de sus éxitos le hizo un nombramiento. Era tan
grande el afecto que había entre esas personas, esa señora, digo la tía universal,
ha quedado sufriendo después de la muerte de su sobrino que era KALETH
MORALES. (…) como le comenté anteriormente esa señora el trauma que ella
ha sufrido por la muerte de su sobrino es bastante grande, sobretodo porque
esos momentos en que el (sic) estaba con ella, ella dependía totalmente de él, y
después de la muerte se le nota sufrimiento intenso, deprimida, malestar
permanente, que anteriormente no lo demostrada, se le nota un vacío que a
pesar de tener sus hijos, como madre no ha podido llenar, y probablemente
económicos porque ella dependía de él, del señor KALETH MORALES.

En esas condiciones probatorias, para la Sala es claro que aunque no se


acreditó el vínculo de parentesco de la señora Polo con la víctima, sí es
patente la estrecha relación sentimental entre ellos, de modo que se
advierte acreditado su legítimo interés para acudir como demandante, al
igual que el de los demás actores, según se señaló supra.

1.3.2 Pasiva
Frente a la legitimación en la causa por pasiva, los demandantes le
atribuyen al Instituto Nacional de Vías presuntas omisiones en el
mantenimiento del corredor vial en el que ocurrió el accidente, hechos por
los cuales está llamada a comparecer al presente proceso, siendo claro que
el juicio sobre su responsabilidad tendrá lugar al analizar el fondo del
asunto.

1.4 La caducidad de la acción

La muerte del señor Morales Troya tuvo lugar el 24 de agosto de 2005,


según consta en su registro civil de defunción (fl. 25, c. 1), mientras que la
demanda se promovió el 22 de agosto de 2007 (fl. 293 vto, c. 1), esto es,
dentro de los dos años siguientes, por lo que es preciso concluir que lo fue
en forma oportuna, de acuerdo con las previsiones del artículo 136 numeral
8 del Código Contencioso Administrativo.

2. Problema jurídico

Los recursos promovidos plantean la necesidad de establecer, en primer


término, si como lo determinó la sentencia impugnada, existió una omisión
de la demandada, determinante en la causación del daño antijurídico, que
permita endilgarle responsabilidad en los hechos en que resultó muerto el
señor Kalet Morales, así como la verificación de la conducta de la víctima
para establecer si de ella se desprende una actuación dolosa o gravemente
culposa que pueda exonerar de responsabilidad a la administración.

Superado lo anterior y si se mantiene la decisión de declarar responsable a


la administración, será preciso analizar los argumentos de los actores
relativos a la forma y cuantía en que fue liquidada la condena.

Finalmente, será del caso, si hay lugar a ello, analizar la posible


responsabilidad del llamado en garantía y los términos en que estaría
llamado a responder frente a INVÍAS por la condena que eventualmente se
le imponga.
3. Análisis probatorio

Sobre las circunstancias de tiempo, modo, lugar y consecuencias del


accidente de tránsito materia de la litis, se tiene:

3.1. El 24 de agosto de 2005 (fl. 55, c. 1), la Dirección Operativa de la


Policía de Carreteras informó a la Fiscalía Seccional sobre la ocurrencia de
un accidente de tránsito, en el que falleció una persona y otra resultó
lesionada. Indicó que los hechos ocurrieron el 23 del mismo mes y año,
hacia las 15.00 horas en la vía Plato – Bosconia, kilómetro 43, en el que el
vehículo Toyota de placas BXW447 conducido por Kalet Miguel Morales
Troya salió de la vía “sufriendo volcamiento lateral”.

En el referido informe también se consignó que el señor Kalet Morales sufrió


heridas de consideración, consistentes en un trauma craneoencefálico
severo, como consecuencia del cual falleció. También se señaló que en los
hechos resultó herido el señor Keiler (sic) Morales Troya. El informe fue
ratificado por sus autores, bajo juramento, ante la Fiscalía (fl. 73, c. 1).

3.2. Se adjunto al oficio en mención el informe de accidente de tránsito No.


24-030684 (fl. 57, c. 1), en el que agentes de la Policía de Carreteras
dejaron constancia de que el vehículo antes mencionado se salió de la vía
en el kilómetro 43 de la carretera Plato – Bosconia y sufrió impactos en la
totalidad de su carrocería, que el vehículo era conducido por el señor Kalet
Morales, quien resultó herido y fue trasladado el Hospital Nueva Granada.

Sobre el estado de la vía en el sitio del accidente se anotó que esta era
recta, plana, de doble sentido, con una calzada, dos carriles, en asfalto, con
huecos, húmeda, sin iluminación artificial, con líneas de borde y de carril.

El croquis del accidente evidencia la presencia de un hueco en la parte


central de la vía y señala que se encontraba 3,50 metros del costado
izquierdo de la vía, atendido el sentido de circulación del vehículo.
Las causas probables anotadas corresponden a (i) exceso de velocidad, (iii)
superficie lisa y (iii) huecos.

3.3. Por su parte, INVÍAS allegó un plano del sitio de los hechos, en el que
indicó que en el PR42+400 se señalizó la vía con una velocidad máxima de
80 kilómetros por hora y el PR42+789 la señal reglamentaria de velocidad
indica 40 (fl. 318, c. 1), al tiempo que el bache en la vía está ubicado en el
PR42+974. En el PR+502 existe una señala que indica peligro. Se señaló
en el informe que las dimensiones del hueco eran 1.40m x 0.40m x 0.12m,
medición esta última que corresponde a la profundidad, y que desde su
parte final hacia el carril de circulación del vehículo, quedaba un espacio
libre de 2.90 metros.

3.4. La firma Ingeconsulta que intervenía la ejecución de obras en la vía de


los hechos informó que el ancho de la calzada en el sitio es de 7,80 metros
(fl. 593, c. 1) e indicó que la señalización existente en el sitio, así como el
estado del pavimento para el 24 de agosto de 2005 era el siguiente:

PR42+502 señal de peligro a 100 m


PR42+674 curva pronunciada a la izquierda
PR42+789 velocidad máxima 40km/hora
Entre el PR42+800 y el PR42+960, dos (2) delineadores de curva horizontal
PR43+000 poste de referencia
Se encuentran líneas de demarcación amarilla a lo largo de la vía
Existe baranda de protección en el costado derecho de la vía en la dirección de
Plato a Bosconia
En el sentido inverso al recorrido se tienen de igual manera señales de peligro a
100m., curva derecha, velocidad máxima de 60 y 40 km/hora.

CONDICIÓN DEL PAVIMENTO

El pavimento se encuentra en general en buen estado, con agrietamientos


longitudinales y un bache en forma rectangular ubicado en el PR+42+974, a una
distancia de 2,90 m del borde derecho de la calzada, con un ancho de 0.40 m y
1.40 de largo, el cual se produjo por el desprendimiento de material asfáltico en
un área afectada por fallas tipo piel de cocodrilo.

3.5. El representante legal de la firma Ingeconsulta (fl. 582, c. 1) que ejercía


la interventoría en las reparaciones viales del corredor involucrado, indicó
que de acuerdo con la programación realizada al iniciarse las labores de
mantenimiento de la vía, el Km42+900 a 43+000 no presentaba ninguna
falla, según el inventario “actual” de la vía que aportó en su declaración, que
la vía estaba pavimentada y en observación , para priorizar la ejecución de
trabajos. Agregó:

[E]l sitio del accidente no tenía una mayor afectación y por ello estaba en
observación debido a que el bache allí presente era de poca magnitud, bache es
una pequeña falla que se presenta en la carpeta de los pavimentos, en la última
capa, era el caso del Km42+974 sitio exacto del accidente. (…) toda la vía
materia del contrato estaba señalizada, sin embargo en los comités de obrase
enfatizaba que la señalización estuviera al día y efectivamente en la zona del
accidente hay documentos en que indican cuál era la señalización y podría
comunicarles que a 472 metros antes del sitio del accidente estaba la primera
señal que decía peligro a 100 metros, estamos hablando de la dirección sentido
Plato Bosconia, luego existe otra señalización visible que decía curva a la
izquierda, esta se encontraba a 162 metros delante de la anterior, posteriormente
existe la mas (sic) importante en mi concepto que es la que señala velocidad
máx. 40 km. por hora esta señal está a una distancia 185 metros del sitio del
accidente, es decir que no se podía sobrepasar esa velocidad, para lo cual allego
12 folios. (…) INVÍAS es preventivo en las curvas, sobretodo en esta que es de
alto radio y se presta para una velocidad mayor de los vehículos, por eso se
considera una medida preventiva para que los carros vayan desacelerando y la
valla a 185 metros es la confirmación de lo anterior que los vehículos no pueden
sobrepasar esta velocidad.

También dijo que la irregularidad de la vía era considerada como bache y no


como un hueco, por cuanto solo afectaba la carpeta asfáltica debido a su
poca profundidad, que no afectaba el pavimento y que la consideraba que
no era de la entidad suficiente para hacer perder el control de un vehículo
de doble transmisión siempre que este circulara a una velocidad menor a
100 kilómetros por hora.

3.6. El representante legal del Consorcio Vicoco 037, que adelantaba los
trabajos de mantenimiento, indicó que al realizar el inventario de la vía en el
inicio de la ejecución del contrato, el sitio de los hechos estaba en buen
estado, que según sus cálculos el hueco encontrado se debió producir de
cinco a seis días antes del accidente, por lo que no estaba incluido en el
inventario levantado sobre el estado del corredor. Dijo que la velocidad
máxima en el sitio de los hechos era de 40 kilómetros por hora, restricción
que estaba señalizada, al tiempo que reconoció la existencia del daño en la
vía, pero conceptuó que no tenía la virtualidad de generar un accidente a la
velocidad permitida en el sector.

3.7. El supervisor del contrato, profesional especializado de INVÍAS dijo


que el contrato con Vicoco comprendía actividades de conservación y
mantenimiento de la vía Plato – Pueblo Nuevo y que su ejecución inició con
la atención de los sectores más críticos según el inventario realizado. Dijo
que en visita realizada el día siguiente al de la ocurrencia del accidente
verificaron que el sitio tenía una señal de peligro y otra reglamentaria que
indicaba que la velocidad máxima en ese tramo era de 40 km/h. También
conceptuó que era imposible que un vehículo tipo camioneta perdiera el
control a esa velocidad con ocasión del referido bache, cuya existencia
reconoció, pero que dijo era “avistable y esquivable en condiciones
normales de velocidad”. Dijo que el peralte de la vía no permite que el agua
se deposite a lo largo de la calzada, por lo que no era probable que el bache
estuviera completamente cubierto por agua.

3.8. El Centro de Experimentación y Seguridad Vial CESVI Colombia (fl.


777, c. 2) realizó la reconstrucción del accidente de tránsito, sobre lo cual
elaboró un dictamen que fue allegado por el representante legal de la
llamada en garantía al rendir su testimonio en el proceso (fl. 772, c. 1) 5. Por
tratarse de evidencia técnica determinante para la resolución del caso, de
oficio, la Sala decretó la incorporación de dicha prueba pericial y la dio en
traslado a las partes, sin que presentaran objeción. Solo INVÍAS se
pronunció dentro del traslado (fl. 1032, c. ppal) y pidió que se le otorgue
credibilidad a dicha evidencia.

El experto analizó los siguientes puntos:

La vía tiene en el sitio de los hechos un ancho total de calzada de 7,2


metros, su velocidad máxima es de 40km/h y el rodante accidentado se
desplazaba en el sentido vial Plato – Bosconia. Consideró que no es
posible obtener información relevante para el caso por razón de las
deformaciones sufridas por el vehículo, por cuanto este se volcó y los daños
en las llantas pudieron ser consecuencia de dicho volcamiento.

Afirmó que es posible determinar la velocidad de circulación del vehículo


estimando un recorrido total de desaceleración desde el evento hasta su

5
Código de Procedimiento Civil, artículo 228. Numeral 7 “Los testigos podrán presentar
documentos relacionados con los hechos sobre los cuales declaran, los cuales se agregarán al
expediente y se darán en traslado común por tres (3) días, sin necesidad de auto que lo ordene”.
posición final, mediciones que le permitieron establecer que, como mínimo,
el rodante se desplazaba a 73,7km/h. Dijo que esa sería la velocidad
mínima, pero que siempre la velocidad real será mayor por cuanto es
imposible establecer técnicamente “la energía disipada en deformaciones”.

Por ende, planteó como hipótesis de los hechos, (i) que el vehículo hubiera
atravesado el hueco a exceso de velocidad, por lo cual se perdió el control y
salió de la vía o (ii) que el vehículo salió de la vía por alguna maniobra del
conductor mientras circulaba en exceso de velocidad.

Indicó que la deformación en la vía dejaba un espacio libre de 2,9 metros en


el costado derecho, por el que debía circular el rodante, que tenía un ancho
total de 1,83 metros y que no existe evidencia de si el rodante se vio o no
afectado por el hueco, ni huellas que confirmen o refuten alguna de las dos
tesis.

También analizó que si el vehículo hubiera circulado a la velocidad máxima


permitida, debió detenerse a 33,3 metros del hueco, siendo la posición final
mucho mayor.

Las conclusiones de la referida verificación técnica fueron :

Las conclusiones de este informe, se basan completamente en el análisis


realizado por Cesvi Colombia y la información objetiva con que se contó para la
realización del caso.

No existe evidencia técnica que indique que el vehículo coge el hueco.

No es posible establecer técnicamente la causa por la cual el conductor del


vehículo involucrado pierde el control del automotor, debido a la inexistencia de
pruebas.

De acuerdo a los cálculos se establece que el vehículo circula a exceso de


velocidad con respecto a la señalización de la zona.

De acuerdo a los cálculos realizados se establece que si el vehículo circula a


velocidad reglamentaria, su conductor podría detenerse con un frenado normal si
(sic) salir de la vía a una cuando (sic) el vehículo se viera afectado por el hueco.

La existencia del hueco en la vía representa un peligro para los usuarios.

La presencia de agua en la vía puede disminuir la visibilidad de obstáculos, como


el hueco analizado, por tal razón la velocidad debe ser disminuida con un
temporal de lluvia y terreno mojado.
El obstáculo presente (hueco) en el día del accidente se encuentra sobre el carril
de circulación del vehículo involucrado, sin embargo existía suficiente espacio en
el carril de circulación para evitar el sobrepaso por dicho hueco si el vehículo
circula por su carril.

3.9. El interrogatorio que a instancia de parte rindió el señor Keiner Miguel


Morales Troya (fl. 565, c. 1), quien viajaba en compañía de la víctima el día
de los hechos, no arrojó, a juicio de la Sala, confesión de hecho adverso
alguno, pues se limitó a narrar las particularidades previas al viaje que
emprendió con su hermano, sin precisar las horas exactas y dijo no recordar
nada del accidente, pues cuando se dio cuenta ya estaba en el Hospital,
declaración que se acompasa con la que rindió ante la Fiscalía, en la que
señaló que estaba dormido en el momento de los hechos, por lo su
afirmación relativa a que el vehículo se movilizaba a 80km/h no puede
tenerse como una confesión, por cuanto es claro que en el momento mismo
del impacto no pudo tener conocimiento de la velocidad del rodante6.

3.10. Sometido a experticio técnico el rodante se estableció que el impacto


lo sufrió en la parte delantera y comprometió toda la estructura, por lo que
quedó destruido en forma total (fl. 66, c. 1), al tiempo que se verificaron su
sistemas de identificación, sobre los que se conceptuó eran originales.

3.11. El protocolo de necropsia practicado al cadáver de Kalet Morales


permite apreciar que falleció por trauma craneoencefálico severo en
accidente de tránsito (fl. 72, c. 1). La historia clínica del Hospital
Bocagrande S.A. (fl. 81, c. 1) da cuenta de que el señor Kalet Morales fue
atendido allí el 24 de agosto de 2005, por cuanto presentaba
politraumatismo en accidente automovilístico y trauma craneoencefálico
severo. También se acreditó que la víctima contaba con licencia de
conducción vigente para vehículos automotores de servicio particular (fl.
607, c. 1).

3.12. El 20 de enero de 2006 la Fiscalía 29 Delegada ante el Juzgado


Promiscuo Municipal de Plato (fl. 98, c. 1) se abstuvo de abrir investigación
formal por los hechos al considerar que “de bulto se vislumbra que el
causante de ellos lo fuera la propia víctima, por lo que con esto no se pudo
6
Código de Procedimiento Civil, artículo 195. “La confesión requiere: (…) 5. Que verse sobre
hechos personales del confesante o de que tenga conocimiento”.
aclarar el asunto, como identificar o individualizar a los posibles
responsables de los hechos”.

3.13. El laboratorio de química forense del Instituto Nacional de Medicina


Legal (fl. 101, c. 1) realizó pruebas químicas, cromatografías de capa fina y
cromatografía de gases-masas en los que no se encontraron trazas de
sustancias psicoactivas en el cadáver del señor Morales Troya.

3.14. El levantamiento del cadáver del señor Kalet Morales tuvo lugar en la
Clínica Bocagrande, el 24 de agosto de 2005 a las 8.15 horas (fl. 60, c. 1) y
su deceso se registró en la misma fecha, según consta en el registro civil de
defunción que se aportó como prueba al expediente (fl. 25, c. 1).

4. Análisis de la Sala

El deceso del señor Kalet Miguel Morales Troya constituye para este caso
particular un daño antijurídico que los actores no estaban en el deber
jurídico de soportar y que quedó plenamente acreditado en el plenario
conforme se analizó.

En cuanto a la imputabilidad del daño a la administración, en reciente


pronunciamiento la Sección Tercera del Consejo de Estado en pleno señaló
que, así como la Constitución Política de 1991 no privilegió ningún régimen
de responsabilidad extracontractual en particular, tampoco puede la
jurisprudencia establecer un único título de imputación a aplicar a eventos
que guarden ciertas semejanzas fácticas entre sí, ya que este puede variar
en consideración a las circunstancias particulares acreditadas dentro de
cada proceso y a los parámetros o criterios jurídicos que el juez estime
relevantes dentro del marco de su argumentación7:

En lo que se refiere al derecho de daños, como se dijo previamente, se observa


que el modelo de responsabilidad estatal establecido en la Constitución de 1991
no privilegió ningún régimen en particular, sino que dejó en manos del juez la
labor de definir, frente a cada caso concreto, la construcción de una motivación
que consulte razones, tanto fácticas como jurídicas, que den sustento a la
decisión que habrá de adoptar. Por ello, la jurisdicción contenciosa ha dado
7
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sala Plena, sentencia de 19 de abril de 2012, exp. 21515,
C.P. Hernán Andrade Rincón, reiterada en la sentencia de 23 de agosto de 2012, exp. 23219, del
mismo ponente
cabida a diversos “títulos de imputación” como una manera práctica de justificar
y encuadrar la solución de los casos puestos a su consideración, desde una
perspectiva constitucional y legal, sin que ello signifique que pueda entenderse
que exista un mandato constitucional que imponga al juez la obligación de
utilizar frente a determinadas situaciones fácticas un determinado y exclusivo
título de imputación.

En consecuencia, el uso de tales títulos por parte del juez debe hallarse en
consonancia con la realidad probatoria que se le ponga de presente en cada
evento, de manera que la solución obtenida consulte realmente los principios
constitucionales que rigen la materia de la responsabilidad extracontractual del
Estado, tal y como se explicó previamente en esta sentencia.

Así las cosas, no todos los casos en los que se discuta la responsabilidad
del Estado por daños derivados de un supuesto de hecho que guarde
semejanzas con otro está llamado a resolverse de la misma forma; es labor
del juez, en cada caso particular, considerar que existen razones tanto
jurídicas como fácticas que justifican la aplicación de un título o una
motivación diferente.

Sobre la forma en que ocurrieron los hechos consta que tuvieron lugar en la
vía Plato – Bosconia, kilómetro 43, donde el rodante en el que se movilizaba
el artista, en compañía de su hermano, se salió de la vía cerca de un lugar
donde había un bache en la carretera.

En efecto, la existencia de la referida irregularidad en la carretera está


plenamente demostrada, por cuanto (i) así consta en el informe del
accidente de tránsito, (ii) en la verificación posterior del lugar realizada por
la demandada, (iii) en las declaraciones de quienes por razón de su
responsabilidad en los trabajos de la vía la verificaron en forma
inmediatamente posterior al accidente, (iv) así como que no es un hecho
discutido por INVÍAS, que al contestar la demanda reconoció su existencia.

Sin embargo, la sola existencia del hueco en el lugar de los hechos no se


constituye, a juicio de la Sala, en elemento de juicio suficiente para imputar
responsabilidad a la administración, pues debe tenerse en cuenta que si
bien a INVÍAS le asiste la obligación de realizar el mantenimiento de las vías
del orden nacional y dicha obligación estaba a su cargo desde la época de
los hechos8, no existe evidencia cierta del desconocimiento de esa
obligación, pues también consta en el plenario que sí se ejecutaban labores
8
Decreto 2056 de 2003.
de mantenimiento en el sector, esto es, no puede afirmarse que la entidad
accionada omitió totalmente el ejercicio de dicha competencia en detrimento
de los asociados; por el contrario, se insiste, está probado que sí se
adelantaban trabajos de mantenimiento y reparación en la zona por parte de
contratistas del INVÍAS, que eran supervisados por un funcionario de la
entidad y por un interventor externo, de lo que dieron cuenta las
testimoniales recaudadas, así como el informe rendido por el interventor del
contrato.

Ahora bien, lo cierto es que con independencia de la mayor o menor


diligencia de la entidad, el hueco en la vía existía; sin embargo, tampoco se
acreditó que hubiera tenido incidencia directa en el accidente y, por el
contrario, las pruebas recaudadas controvierten dicha hipótesis, como pasa
a verse:

Los levantamientos topográficos realizados al sitio de los hechos al intentar


reconstruirlos dieron cuenta de que el hueco tantas veces mencionado se
encontraba situado hacia la parte central de la calzada, por lo que pese a
tener una dimensión de 1,40m x 0.40m, dejaba un espacio libre en el carril
de circulación derecho (atendido el sentido vial en el que se desplazaba la
víctima), de 2,90 metros, suficiente para que transitara sin hesitación la
camioneta Toyota de tan solo 1,83 metros de ancho.

Aunado a ello se tiene que no hay evidencia de ninguna naturaleza de que


el rodante hubiera golpeado o no dicha irregularidad del terreno; por el
contrario, lo que sí está demostrado con suficiencia es que antes de llegar a
este, se insiste, en el sentido de circulación que llevaba el vehículo en el
que se desplazaba el señor Kalet Morales, se encontraba una señal de
peligro que hacía referencia a la cercanía de una curva y una señal de
tránsito reglamentaria que indicaba una velocidad máxima para la zona de
40km/h, advertencias que imponían al conductor extremar las precauciones,
deber que se acrecentaba bajo la también demostrada circunstancia
consistente en que la vía estaba húmeda en el momento de los hechos.
Ahora bien, desde el punto de vista técnico lograron demostrarse hechos de
amplia relevancia, pues pese a que no fue posible establecer las causas
ciertas e irrefutables del accidente, el dictamen rendido por el Centro de
Experimentación y Seguridad Vial CESVI Colombia, que no fue refutado por
ninguna de las partes, es conclusivo de que (i) el vehículo excedía la
velocidad máxima permitida en la zona del accidente y (ii) de que a una
velocidad reglamentaria el vehículo pudo detenerse sin salirse de la vía
aunque hubiera caído al hueco. Estas conclusiones no aparecen
desvirtuadas probatoriamente con otras evidencias, por lo que desde el
punto de vista técnico, el panorama probatorio permite concluir (i) que el
bache no tenía la virtualidad de causar un accidente a velocidad normal y (ii)
que la víctima circulaba a una velocidad mayor a la permitida, de cuando
menos 73,7Km/h, cuando el máximo permitido era de 40Km/h.

Así, aunque los testigos que afirmaron que el hueco era incipiente y tales
dichos no ofrecen credibilidad por provenir de quienes tenían interés en la
ejecución de las obras de mantenimiento y por tratarse de simples
especulaciones de su parte, pues carecían en el momento en que fueron
hechas de respaldo técnico o científico, lo cierto es que la referida evidencia
proveniente de una entidad especializada, en la que se valoraron las
condiciones objetivas del accidente, así como las características
particulares del vehículo, permite establecer la única hipótesis comprobable
del accidente, cual fue el exceso de velocidad.

Aunado a ello, existía señalización suficiente en el sitio que demarcaba la


velocidad máxima permitida y una situación de peligro en la aproximación a
la curva inmediatamente anterior, las que para la Sala advertían con
suficiencia las condiciones de manejo que se requerían en el sector para
una desplazamiento seguro, por lo que se considera que no era exigible a la
entidad señalizar de manera particular la existencia del hueco, que pese a
tratarse de un obstáculo indeseable en la carretera, no tenía la entidad de
generar por sí mismo tan fatal accidente, por cuanto su profundidad era de
escasos 0,12 metros y dejaba espacio suficiente para el tránsito, de modo
que pudo ser evitado a una baja velocidad como la regulada para la zona,
pues, se insiste, no se trataba de un obstáculo insalvable.
La conducción de vehículos es una conducta regulada en forma intensa por
el orden jurídico, que impone a quienes la acometen múltiples cargas,
deberes y prohibiciones, en razón del alto riesgo que genera para quien la
despliega y los demás asociados, por cuanto el ejercicio idóneo de esa
competencia se constituye en un insumo fundamental en la garantía de la
seguridad pública, por lo que no es despreciable la conducta antijurídica de
la víctima al desconocer los límites de velocidad máximos permitidos, sino
que, por el contrario, se constituye en una actuación gravemente culposa,
máxime cuando lo hizo en una superficie húmeda, que exigía de su parte el
mayor celo en la actividad.

En consecuencia, no encuentra la Sala acreditada la incidencia de la


existencia del hueco en la causación del accidente, en cambio sí una
conducta del conductor desconocedora de una señal de tránsito
reglamentaria, que permite exonerar de responsabilidad al Instituto Nacional
de Vías.

6. Costas

No hay lugar a la imposición de costas en la instancia, debido a que no se


evidencia en el caso concreto actuación temeraria o de mala fe atribuible a
los extremos procesales, como lo exige el artículo 55 de la Ley 446 de 1998
para que se proceda de esta forma.

III. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera –Subsección “B”-, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la ley,

FALLA
REVOCAR la sentencia de 29 de septiembre de 2010, proferida por el
Tribunal Administrativo del Magdalena, por medio de la cual accedió
parcialmente a las pretensiones de la demanda. En su lugar se dispone:

PRIMERO. NEGAR las pretensiones de la demanda.

SEGUNDO. Sin costas.

TERCERO. Ejecutoriada esta providencia, DEVUÉLVASE el expediente al


tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE y CÚMPLASE

STELLA CONTO DÍAZ DEL CASTILLO DANILO ROJAS


BETANCOURTH

Magistrada Magistrado

RAMIRO PAZOS GUERRERO


Presidente

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