Por Qué Debemos Buscar A Dios en La Juventud

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¿POR QUÉ DEBEMOS BUSCAR A DIOS EN LA JUVENTUD?

Pasaje Bíblico: Salmo 71:1-6


Alabanza: Es tu amor que me sostiene.
Propósito: Motivar a la juventud a buscar a Dios, ya que es el mejor seguro para la vida.
INTRODUCCIÓN: No se sabe con certeza quien escribió este salmo. Lo que sí es cierto, es que el escritor es un anciano
que ha vivido muchos años, quizá en persecuciones, en adversidades, en pruebas, pero a pesar de todo mantiene firme
su confianza en Dios y acude a él para pedirle ayuda y protección. ¿Quién mejor que un anciano, experimentado, lleno
de días, que nos pueda testificar lo que Dios ha hecho en su vida a lo largo de los años… que sea ejemplo para nosotros
de fidelidad, y firmeza en la fe en Cristo Jesús?
Además, este anciano evidencia tener paz en su corazón, como producto de una vida llena de luchas y de pruebas, pero
también de confianza y seguridad en Dios. Este hombre se detiene y hace un recorrido a su vida, recuerda que Dios ha
estado con él desde su juventud, y está feliz por haber cumplido su deber hacia Dios, pese a los problemas que pueda
haber enfrentado, Dios ha estado con él, y lo ha sostenido.
¿Por qué debemos buscar a Dios en nuestra juventud?
1. Dios es REFUGIO. Aquí el anciano testifica que Dios es un refugio, un lugar que puede proveer protección ante
cualquier desastre, catástrofe o problema. 71:1-2
a. El joven que acude a él no será avergonzado. Otra forma de decirlo es que no será desamparado. “Joven fui
y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.” Salmo 37:25
i. Así es, Debemos refugiarnos en Dios. Él no nos abandona ni nos desampara. Él nos cuida, nos
protege y nos ayuda si confiamos únicamente en Él.
b. Tiene el mejor abogado, pues le brinda auxilio ante las injusticias de la vida. “Hijitos míos, estas cosas os
escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el
justo.” 1ª. Juan 2:1
i. ¿De qué injusticias estamos hablando? Muchas. En este mundo hay mucha maldad, mucha
injusticia, corrupción… cada cual hace lo que quiere. Pero Dios es nuestro abogado. Refugiémonos
en él.
c. El joven tiene la seguridad de ser escuchado. “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios en
quien confiaré.” Salmo 91:2. “Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.” Salmo 90:1
i. A cuántos nos ha pasado que a veces necesitamos hablar con alguien y queremos que nos escuchen.
En lo personal recuerdo algunas veces que he recibido algunas clases y veo al maestro hablando y
hablando, y yo pensando en otras cosas. Realmente no es lo mismo oir que escuchar. Escuchar es
una actitud de poner atención, y de actuar. Dios nos pone atención, nos escucha y actúa por
nosotros.
2. Dios es ROCA. El anciano afirma que Dios es el mejor lugar para refugiarse continuamente. Dios es firme, es el
mismo de ayer, hoy y siempre. 71:3
a. Esa Roca, es Cristo, la fe, la esperanza debe está en Él. “porque vivían de la roca espiritual que los seguía, y
la roca era Cristo.” 1ª. Corintios 10:4
i. ¿Qué es una roca? Un refugio seguro, no se mueve fácilmente. Me recuerda mi infancia, cuando
jugábamos y buscábamos el mejor refugio, un lugar inamovible, permanente. Eso es una roca. Dios
es el mejor lugar al que podemos acudir.
b. Su amor sostiene, levanta, da paz.
c. Si el joven edifica su casa sobre la roca, que es Cristo, tiene el mejor seguro para su vida. “…le compararé a
un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24
i. Hablando de testimonios, los mejores que he escuchado, son los de quienes se han refugiado en esa
roca que es Cristo. Cristo ha cambiado vidas, ha rescatado del pecado a muchos, del alcohol, de las
drogas, de la soledad, incluso del suicidio a muchos jóvenes. Son muchos los que hablan de la
manera en que Dios ha cambiado sus vidas. Por ejemplo, el Apóstol Pablo es uno de ellos. Fue
perseguidor de la iglesia, pero también fue cambiado por Jesús y después de ese cambio, su vida ha
sido de testimonio y de ejemplo para nosotros, en que sí se puede cambiar, si ese cambio es en
Cristo, ya que esa roca no se mueve, permanece para siempre.
3. Dios es FORTALEZA. El anciano dice que Dios es su fortaleza porque confía en el poder, en las promesas y en la
palabra de Dios. 71:3
a. Dios ha sustentado la vida de los todos, aún desde el vientre de mamá, en el pasado. “Antes que te formase
en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te dí por profeta a las naciones.” Jeremías 1:5
i. Recordemos que Dios nos ha cuidado y lo seguirá haciendo. Desde que fuimos formados en el
vientre de mamá, Dios ha cuidado de nosotros. Nos ha protegido, ha sido nuestra fortaleza en
necesidades de alimentación, de vestuario. Pero, sobre todo, con su presencia, aunque no lo
reconozcamos a veces, Él ha sido nuestra fortaleza, quien siempre dio nuevas fuerzas a sus padres o
quienes cuidaron de ustedes para que hoy puedan estar aquí.
b. Dios protege a la juventud de la mano de quienes no tienen temor de Dios (impíos), de quienes causan daño
intencionalmente (perversos), y de los violentos. “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden
en todos tus caminos.” Salmos 91:11
i. Está claro que Dios nos cuida aún de todo peligro, a través de sus ángeles, a través de personas que
ha puesto para nuestro cuidado. Solo debemos de obedecer, no exponernos tampoco a peligros, ser
prudentes, seguir las instrucciones y consejos de quienes nos aman. Por ejemplo, seguir las
instrucciones de nuestras autoridades, ya que ellas están puestas por Dios para nuestro bien, en
medio de esta crisis provocada por el COVID-19, que a muchos está quitando la paz y el sueño.
c. Dios provee esperanza, seguridad y vida para el futuro. El futuro para el ser humano es incierto. Pero
podemos confiar en las promesas de Dios. ¿Qué promesas de Dios conoce?. Le voy a mencionar solo
algunas.
i. SALVACIÓN “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16
1. Así es. Dios promete salvación a todo aquél que cree en su Hijo. No hay otra manera de ser
salvo. La salvación es por fe en el Hijo de Dios. Jesucristo. Y esa salvación que obtenemos es
por el amor que Dios tiene para la humanidad. Así es, Dios ama al mundo y no quiere que
nadie se pierda. Dios nos ama. Dios me ama, Dios le ama a usted.
ii. SANIDAD “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados.” Santiago 5:15
1. No hay quien desee estar enfermo. Todos queremos estar sanos. Pero hay un recurso muy
especial para todos los enfermos: LA ORACIÓN. Así es. La oración puede mucho. Si hoy que
me escucha está usted enfermo, una de las promesas de Dios es su salvación. Ore a Dios y
espere en él para su sanidad. Pida a Dios y Dios le responderá, y le enseñará cosas grandes y
ocultas, que no conoce, que quizá no cree que puedan pasar. Solo confíe en él.
iii. VIDA ETERNA “Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.” 1ª. Juan 2:25
1. Así es. Es una de las tantas promesas que Dios nos da a través de su hijo amado Jesucristo.
Solo tiene que creer en él.
CONCLUSIÓN: Sin duda el testimonio de este varón es lo mejor que podemos escuchar en medio de la situación que
estamos pasando en el mundo. Un anciano que testifica que Dios ha sido su refugio, su roca y fortaleza en toda su vida.
¿Ha tenido problemas? Claro que sí. Él mismo nos dice que su vida no ha sido fácil, que ha tenido persecución,
enfermedad, necesidad, angustia. Pero su ejemplo de vida nos sirve para comprender que Dios es fiel. ¿Piensa usted en
el futuro? ¿Cómo se ve usted en el futuro? ¿Podría dar usted un testimonio como el de este varón? La invitación es que
busque a Dios ahora que puede, no mañana, no después, no cuando ya no pueda hacerlo. Hoy Dios le está dando la
oportunidad de corregir su vida, de fundar su vida en la Roca. Sea prudente, sea como ese hombre que fundó su vida en
la roca. Esa roca es Cristo. Cristo es el mejor seguro para su vida. Por eso alábele como este anciano dice: “De ti será mi
alabanza”. Dios le bendiga.

Oh Señor, tú me conoces, soy joven. No tengo nada que ofrecerte. Te pido perdón por mis pecados y ayúdame a
acercarme a ti. Te quiero entregar mi vida por completo, ahora que tú me das la fuerza y la energía para hacerlo.
Perdona mis pecados, y rescata mi vida de la perdición. Mi deseo es que Tú Jesús seas el refugio, la roca y fortaleza de
mi vida. Protégeme y protege a mi familia de todo mal. Me refugio en ti. Te alabo Dios. Escucha mi oración. En el
nombre de Jesús, Amén.

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