WEB. Familia
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Presentación
Hay que partir del hecho de que las causas del consumo de drogas en los jóvenes son de muy diverso tipo: personales, sociales,
familiares y escolares. La investigación en prevención de drogodependencias se ha dirigido sobre todo a identificar qué factores se
relacionan con el consumo de drogas. En general, cuantos más factores de riesgo estén presentes, mayor será la probabilidad de que se
produzca el consumo. En cambio, los factores de protección reducirán el riesgo de desarrollar una adicción. Conocer estos factores nos 02
permite prevenir el uso temprano de drogas, que a su vez puede reducir el riesgo de que en el futuro se progrese al abuso y a la adicción.
De hecho, la prevención persigue básicamente contrarrestar el efecto de los factores de riesgo y potenciar los de protección frente al
consumo de drogas.
Ampliación de la Guía de la Familia
La presente guía les ofrece información sobre las drogas y sus efectos, sus mecanismos de acción, las motivaciones de los jóvenes para
consumirlas, cómo detectar los consumos y cómo hablar con los hijos sobre este tema, ya que la mayoría de autores coinciden en otorgar
a la familia un papel fundamental en la prevención de las drogodependencias. Los componentes familiares que se incluyen en los
programas escolares aumentan el tamaño de su efecto de 2 a 9 veces en relación a los programas enfocados exclusivamente en los
adolescentes. No obstante el elemento más decisivo es el entrenamiento en habilidades educativas: inculcar valores positivos a los hijos,
facilitar el desarrollo de competencias personales, fijar expectativas claras de lo que se espera de ellos, imponer normas y límites con
claridad y coherencia, utilizar habilidades de negociación y resolución de problemas, favorecer la comunicación afectiva dentro de la
familia, fomentar la libertad y la responsabilidad, evitar la sobreprotección, portenciar las actividades de ocio saludable, supervisar sin
perseguir, abordar los comportamientos rebeldes, compartir aficiones en la familia y hacer un buen seguimiento de la escuela y los amigos.
Si usted está interesado en recibir este entrenamiento, la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid le ofrece un programa de
prevención familiar en el que un profesional especializado en la prevención de las drogodependencias realiza el entrenamiento en estas
habilidades educativas. Este programa preventivo denominado +familia complementa la información que usted recibe a través de la
presente guía. Para obtener una información más exhaustiva sobre el programa de prevención familiar +familia, puede consultar la página
Web de la Agencia Antidroga www.madrid.org/agenciantidroga. Recuerde que la prevención es cosa de todos.
¿CÓMO ACTÚAN LAS DROGAS?
03
Las drogas son sustancias químicas. Y como tales, al introducirlas en el organismo, actúan sobre el cerebro, al que llegan por el torrente
sanguíneo. De este modo, penetran en el sistema de comunicación cerebral e interfieren en el modo en que las células nerviosas
normalmente reciben, envían y procesan la información.
El uso repetido de drogas, su posterior abuso y dependencia, son en buena medida el resultado de una compleja interacción entre los
efectos fisiológicos de estas sustancias sobre áreas cerebrales asociadas con la motivación y emoción.
Ampliación de la Guía de la Familia
DROGAS Y ADICCIÓN
Se entiende por adicción el estado que conduce al consumo compulsivo de una droga con el fin de obtener una sensación de
bienestar o prevenir las consecuencias negativas del abandono de su consumo, situación que conlleva la búsqueda compulsiva, la
pérdida de control en el consumo y recaídas sucesivas a pesar de las consecuencias negativas del mismo.
Cerebro tras
Cerebro sano
consumo puntual
Cerebro adicto
Así, el consumo repetido puede generar, según la droga, tolerancia, es decir a medida que el organismo se adapta a la presencia de 04
la sustancia, necesita una mayor cantidad para producir los mismo efectos; y dependencia, cuando se requiere el consumo de la
droga para eliminar el malestar que produce su ausencia.
Corteza prefrontal
✚ La mayoría de los jóvenes se llevan bien con sus padres ✚ Comparten con sus padres su escala de valores ✚ No se rebelan
ni contra la familia ni contra la sociedad ✚ Las malas relaciones entre el adolescente y su familia, cuando se dan, se asocian a
la presencia de trastornos psicológicos, no al patrón de desarrollo general.
Ampliación de la Guía de la Familia
Por lo tanto, el patrón de relación entre los hijos y los padres, en contra de lo que se cree, incluye armonía antes que discordia, afecto
antes que alienación y compromiso antes que rechazo de la vida familiar.
Por último, también muy extendido, es el hecho de pensar que la información es prevención. De acuerdo con los datos disponibles,
el desarrollo cognitivo y los conocimientos no bastan para explicar la conducta del adolescente. Como parece ocurrir a cualquier
edad, en esta también, los aspectos socioculturales e individuales del desarrollo interactúan con el sistema cognitivo. De hecho, pese
a tener cada vez una mayor información a cerca de los efectos y consecuencias del consumo de drogas, los adolescentes aparecen
cada vez más involucrados en el consumo de sustancias psicoactivas. También ocurre con los embarazos no deseados o con la
conducción, donde a pesar de haber aprendido a conducir y haber probado tener dominio tanto en la normas de circulación como en
situaciones reales, los adolescentes sufren un mayor número de accidentes que los adultos.
nLa familia y el adolescente
“Probablemente han pensado alguna vez “tengo que preparar a mi hijo para que viva sin mí” cuando lo que desearían es “tenerlo
junto a mí toda la vida”. Por un lado, los padres viven generalmente de forma agradable el desarrollo del comportamiento de la
autonomía por parte de los hijos, pero a la vez, comienzan a echar en falta la intensidad del vínculo que daba sentido a su papel.
Simultáneamente, los padres asisten a la sustitución de un rol todopoderoso y omnisciente por otro propio, más realista, que 07
generalmente incluye asumir la imperfección y la limitación. El modelo paterno que más incrementa las posibilidades de que un
adolescente pueda afrontar y superar con éxito todas las adaptaciones que se le presentan en este período, es aquel que combina el
ejercicio de control del comportamiento del hijo (expectativas firmes y explícitas) con el afecto y la sensibilidad hacia las necesidades
del chico o de la chica, ayudándole a afrontar las dificultades (no afrontándolas por ellos).”
Las relaciones afectivas entre padres e hijos juegan un importante papel en el desarrollo cognitivo y social del individuo, y en
consecuencia promueven la integración del sujeto en la sociedad convencional. Así se sabe que una adecuada relación afectiva entre
los padres conlleva ausencia de conflicto y esta disminuye la probabilidad de conductas problema. El apego afectivo entre los padres
y entre estos con los hijos, actúa apartándoles de la conducta problema al promover la identificación afectiva y la comunicación
familiar, así como el control, tanto directo como indirecto (directo, dado que los hijos tienden a pasar más tiempo con sus padres, e
indirecto, ya que cuando no están con ellos tienden a tenerlos “presentes”).
Modelado, está constatado que los adolescentes consideran a sus padres como modelos de rol, y que intentan imitar su conducta
en las más diversas actividades. Así, los padres son frente al adolescente, las figuras de autoridad cuyas conductas, creencias y
valores constituyen una referencia próxima que sirve de “modelo” para sus propios comportamientos.
Ampliación de la Guía de la Familia
Técnicas de disciplina y supervisión o control familiar: se podrían definir como relaciones de interacción encaminadas a promover
la internalización de las normas, jugando un papel crucial en la conducta de los hijos. Las técnicas de disciplina y las sanciones
constituyen el principal mecanismo a través del cual se promueve la creación de control interno que posteriormente permitirá a los
hijos dirigir su conducta de un modo socialmente adecuado. Así, se recomienda la aplicación efectiva de normas y castigos evitando
tanto la disciplina excesiva como la muy laxa y la inconsistencia derivada de la injusticia en su aplicación. Por otro lado es
imprescindible ejercer la necesaria supervisión, entendida como el nivel de vigilancia y el grado de control que tienen los padres
sobre sus hijos, conocer aspectos tales como con qué tipo de amigos se relacionan sus hijos, las actividades que realizan en su
tiempo libre o dónde están cuando se encuentran fuera.
En los fumadores jóvenes, el tabaquismo parece estar fuertemente asociado con un riesgo mayor de desarrollar una variedad de
trastornos mentales. En algunos casos, como son los trastornos de conducta y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad,
estos pueden aparecer antes de que la persona comience a fumar, mientras que en otros casos, como el abuso de sustancias, los
trastornos pueden surgir más adelante. La enfermedad mental que probablemente se asocie más con el hábito de fumar es la
esquizofrenia, ya que, en muestras clínicas, el índice de tabaquismo en pacientes con esquizofrenia ha sido tan alto como del 90 por
ciento.
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¿Hay diferencias entre los sexos al fumar tabaco?
Varias fuentes de investigación muestran que los hombres y las mujeres difieren en su comportamiento tabáquico. Por ejemplo, las
mujeres fuman menos cigarrillos por día, tienden a usar cigarrillos con un contenido menor de nicotina y no inhalan tan
profundamente como los hombres. Es menos probable que las mujeres dejen de fumar en comparación con los hombres.
Los estudios clínicos realizados a gran escala indican que es menos probable que las mujeres inicien la abstinencia tabáquica, pero
si lo hacen, es más probable que sufran una recaída. En los programas para dejar de fumar parece ser que la nicotina no es tan eficaz
para reducir el deseo de fumar en las mujeres en comparación con los hombres. Otros factores que pueden contribuir a la dificultad
que tienen las mujeres para dejar el hábito son la intensidad de los síntomas del síndrome de abstinencia y la preocupación por el
aumento de peso después de dejar de fumar.
nAlcohol y adolescencia
El alcohol es una droga poderosa, capaz de alterar el estado de ánimo de las personas. El alcohol afecta a la mente y al cuerpo y, a
menudo, de manera impredecible; pero en el caso particular de los adolescentes se trataría de un grupo vulnerable o en situación de
riesgo, ya que presentan una mayor sensibilidad a las propiedades tóxicas, psicoactivas y adictivas del etanol. Además es probable
que carezcan del juicio y la capacidad para sobrellevar inteligentemente las consecuencias del consumo de alcohol. Como resultado 12
de ello:
• Los accidentes de tráfico ocasionados por el consumo de alcohol son una causa importante de muerte entre la gente joven.
El riesgo de accidentes de circulación aumenta de forma proporcional al número de ocasiones en que se consume alcohol de
forma abusiva y a las cantidades de alcohol consumidas. El consumo de alcohol también está relacionado con muertes por
inmersión, suicidios y homicidios.
• Los adolescentes que consumen alcohol son más proclives a la actividad sexual a edades más tempranas, a tener
relaciones más a menudo y a hacerlo sin protección, que los que no beben.
• Los jóvenes que beben tienen mayores probabilidades que otros de resultar víctimas de crímenes violentos, incluyendo
violaciones, asalto agravado y robo.
• La mayoría de los adolescentes que beben lo hacen hasta embriagarse.
• Una persona que comienza a beber en su temprana adolescencia presenta cuatro veces más probabilidades de desarrollar
una dependencia que alguien que espera hasta la adultez para consumir alcohol.
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Los principales efectos inmediatos del etanol son: desinhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad, dificultad para hablar,
dificultad para asociar ideas y descoordinación motora. Sin embargo, los efectos varían con la concentración en sangre, pudiendo
llegar en los casos más graves a un coma etílico, e incluso a la muerte por inhibición de los centros respiratorios. Otros riesgos:
gastritis y úlcera gastroduodenal, cirrosis hepática, pancreatitis, cardiopatías y alteraciones vasculares, deterioro neurológico,
demencia alcohólica y disfunciones sexuales e impotencia. Además existen otros riesgos psicológicos como la pérdida de memoria,
las dificultades de aprendizaje o trastornos depresivos.
Cannabis
Su consumo puede producir efectos adversos físicos, mentales, emocionales y conductuales. Puede deteriorar la memoria a corto
plazo y el juicio, además de distorsionar la percepción. Dado que el cannabis afecta a los sistemas del cerebro que no terminan de
madurar sino hasta la adultez temprana, su consumo por adolescentes puede tener un impacto negativo sobre su desarrollo.
Además, el cannabis puede ser adictivo.
Cuando se fuma, el tetrahidrocannabinol (THC) pasa rápidamente de los pulmones al torrente sanguíneo, que lo transporta al cerebro
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y a otros órganos del cuerpo. El THC actúa sobre los cannabinoides, disparando una serie de reacciones celulares que finalmente
terminan en la euforia que algunos consumidores sienten cuando fuman. Junto con la euforia, otro efecto referido frecuentemente en
los estudios en seres humanos es el sentirse relajado, el aumento en la percepción sensorial (por ejemplo, los colores se ven más
brillantes), risa, percepción alterada del tiempo y aumento en el apetito. La euforia pasa después de un tiempo y el consumidor
puede sentir sueño o depresión. A veces, el consumo de cannabis produce ansiedad, temor, desconfianza o pánico. El consumo de
cannabis deteriora la capacidad para crear recuerdos nuevos y para desviar la atención de una cosa a otra. Cuando las personas
envejecen, pierden neuronas en el hipocampo, lo que disminuye su capacidad para aprender información nueva. La exposición
crónica al THC puede acelerar la pérdida de las neuronas del hipocampo normalmente asociadas al envejecimiento.
El THC también entorpece la coordinación y el equilibrio al adherirse a los receptores en los ganglios basales y el cerebelo, que son
las partes del cerebro que regulan el equilibrio, la postura, la coordinación y el tiempo de reacción. Por lo tanto, también se ve
afectada la capacidad de realizar tareas complicadas, de hacer deportes, de aprender y de conducir. Algunas áreas cerebrales tienen
muchos receptores canabinoides; otras tienen pocos o ninguno. La mayor densidad de receptores canabinoides se encuentra en las
partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo,
y el movimiento coordinado. Las investigaciones muestran que el impacto adverso del consumo de cannabis sobre la memoria y el
aprendizaje puede durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga se han desvanecido. Como resultado,
cuando una persona consume a diario es posible que esté funcionando a un nivel intelectual reducido todo el tiempo.
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nEfectos del cannabis sobre el cerebro
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* Un estudio encontró que los efectos del cannabis sobre el cerebro pueden acumularse y con el tiempo pueden deteriorar las
habilidades necesarias para la vida.
Los hallazgos de las investigaciones sobre el consumo mantenido a lo largo del tiempo de cannabis indican que hay algunos
cambios en el cerebro similares a aquellos que se ven después del uso a largo plazo de otras de las principales drogas de abuso. El
consumo a largo plazo de cannabis puede llevar a la adicción, es decir, a la búsqueda y uso compulsivo de la droga a pesar de
conocerse sus efectos dañinos sobre el funcionamiento social en el contexto familiar, escolar, laboral y recreativo. Las personas que
han consumido cannabis durante largo tiempo refieren irritabilidad, dificultad para dormir, disminución en el apetito, ansiedad y
deseos por la droga, todo lo cual dificulta el dejar de usar la misma. Estos síntomas del síndrome de abstinencia comienzan
aproximadamente al día siguiente de estar abstinente, llegan a su punto máximo a los dos o tres días, y disminuyen una o dos
semanas después de haber consumido la droga por última vez.
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¿El cannabis tiene propiedades terapéuticas?
Los científicos han confirmado que la planta del cannabis contiene principios activos con potencial
terapéutico para aliviar el dolor, controlar la náusea, estimular el apetito y disminuir la presión ocular.
Como resultado, un informe del Instituto de Medicina en el año 1990 llegó a la conclusión de que era
justificable la realización de nuevas investigaciones clínicas sobre los cannabinoides como
medicamentos y sistemas de entrega seguros.
Los científicos continúan investigando las propiedades medicinales del THC y otros canabinoides para
evaluar y aprovechar mejor la capacidad que tienen para ayudar a los pacientes que sufren de una
amplia gama de trastornos, y al mismo tiempo evitar los efectos adversos que resultan de fumar
cannabis. Estos esfuerzos ayudarán a llevar al mercado una nueva generación de medicamentos
seguros y eficaces.
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nEl cannabis, los adolescentes y la salud mental
Varios estudios han demostrado que existe una asociación entre el consumo crónico de cannabis y una mayor incidencia de
ansiedad, depresión, ideas suicidas y esquizofrenia.
Algunos de estos estudios han demostrado que la edad del primer consumo es un factor importante, y que el uso temprano de la
droga constituye un factor que facilita la posible aparición de problemas más adelante.
Actualmente, la evidencia más fuerte establece un vínculo entre el consumo de cannabis y la esquizofrenia y otros trastornos
relacionados. Las dosis altas de cannabis pueden producir una reacción psicótica aguda, que incluye alucinaciones, delirio y una
pérdida del sentido de la identidad personal o autorreconocimiento. Además, el consumo de esta droga podría provocar la aparición
de esquizofrenia o una recaída en aquellas personas vulnerables a este trastorno.
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Según se ha detectado en las muestras que han sido confiscadas en los últimos treinta y tantos años (Proyecto de Vigilancia de la
Potencia, Universidad de Misisipi), el contenido de THC, es decir, la potencia del cannabis, ha aumentado continuamente. Este
aumento en la potencia es preocupante ya que sugiere que ahora las consecuencias del consumo de cannabis podrían ser peores
que antes, especialmente en los usuarios nuevos o en las personas jóvenes cuyos cerebros aún están en proceso de desarrollo.
Las investigaciones demuestran claramente que el consumo de cannabis tiene potencial para causar
problemas en la vida diaria o para empeorar los problemas que ya se tienen. En un estudio realizado en
Estado Unidos, los investigadores dieron a un grupo de estudiantes una serie de pruebas que medían sus
destrezas para resolver problemas y sus habilidades emotivas en 2º de la ESO y se las repitieron nuevamente
en 2º de Bachillerato. El análisis vinculó el uso de cannabis a una capacidad reducida para el auto refuerzo
que consiste en un grupo de habilidades psicológicas que permiten que las personas mantengan la
confianza en sí mismas y la constancia al perseguir sus objetivos. Los mismos estudiantes que consumían
marihuana obtenían resultados bajos en diversas medidas de satisfacción con sus vidas y sus logros.
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Esta droga deteriora la memoria a corto plazo, el aprendizaje, la habilidad para concentrarse y la coordinación.
En cuanto al área laboral, existen varios estudios que asocian el hábito de fumar cannabis con un aumento en las ausencias,
retrasos, accidentes así como en cambios de trabajo. Por ejemplo, un estudio realizado en Estados Unidos entre los trabajadores del
servicio postal encontró que los empleados que obtuvieron resultados positivos de cannabis en un análisis de orina previo a
comenzar a trabajar en la institución tuvieron un 55% más de accidentes laborales, un 85% más de lesiones y un 75% más de
absentismo en comparación con aquellos que obtuvieron resultados negativos para el consumo de cannabis.
El cannabis afecta a la capacidad para conducir vehículos. Debido a que el cánnabis afecta el juicio y la coordinación motriz y reduce
el tiempo de reacción, una persona intoxicada tiene una mayor probabilidad de estar involucrada en un accidente y de ser
responsable de él.
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Cocaína
Debido a que la cocaína es una droga extremadamente adictiva, es muy difícil que una persona que la pruebe pueda predecir o
controlar hasta dónde continuará deseándola o consumiéndola. ¿Por qué ocurre así?. Los científicos han descubierto regiones del
cerebro que se excitan por todo tipo de estímulos gratificantes, tales como la comida, el sexo, la música… Nuestros cerebros están
diseñados para asegurar que repitamos las actividades que sostienen la vida al asociar estas actividades con el placer o una
recompensa o gratificación. Cada vez que este circuito de gratificación se activa, el cerebro nota que algo importante está pasando
que debe recordar y nos enseña que debemos repetirlo una y otra vez, sin pensarlo. Debido a que las drogas de abuso estimulan el
mismo circuito, aprendemos a abusar de las drogas de la misma manera, el cerebro al ser expuesto repetidamente a la cocaína,
comienza a adaptarse a la misma y la vía de gratificación se vuelve menos sensible a los refuerzos naturales y a la droga en sí, lo que
se traduce en necesidad de cantidades mayores de droga y en una disminución del placer frente a los estímulos gratificantes
naturales, como por ejemplo, la música.
nOtros efectos de la cocaína
El uso de la cocaína tiene una variedad de efectos adversos en el organismo. Por ejemplo, la cocaína contrae los vasos sanguíneos,
dilata las pupilas e incrementa la temperatura corporal, el ritmo cardiaco y la presión arterial. Independientemente de la forma o la
frecuencia del uso, el consumidor de cocaína se expone a tener una emergencia cardiovascular o cerebrovascular aguda, como un 17
ataque al corazón o una apoplejía o ataque cerebrovascular, que pueden resultar en muerte súbita. Las muertes relacionadas con la
cocaína son a menudo el resultado de una convulsión o un paro cardiaco, seguidos de un paro respiratorio. Los consumidores de
cocaína pueden, además, experimentar sensaciones fuertes de paranoia, un periodo temporal de psicosis paranoica total, en el que
el usuario pierde el sentido de la realidad y padece de alucinaciones auditivas.
Cuando las personas combinan dos o más drogas psicoactivas, tales como la cocaína y el alcohol, están agravando el peligro que
presenta cada una de estas drogas por separado y, sin saberlo, realizan en sus propios cuerpos un experimento químico complejo.
Los investigadores han encontrado que el hígado humano combina la cocaína y el alcohol para producir una tercera sustancia, el
etileno de cocaína, que intensifica los efectos eufóricos de la cocaína. El etileno de cocaína está asociado con un riesgo mayor de
muerte súbita que si se usara la cocaína sola.
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Metanfetamina
La metanfetamina es una droga estimulante que afecta al sistema nervioso central y es similar en estructura a la anfetamina. La
metanfetamina se conoce comúnmente como “anfeta”, “meta” o como “speed”, “meth”. Generalmente se refiere a la forma de la
droga que se puede fumar como “hielo” “cristal”. Debido a que los efectos placenteros de la metanfetamina desaparecen antes de
que su concentración en la sangre baje significativamente, los consumidores tratan de mantener la sensación de euforia por más
tiempo usando la droga repetidamente. El consumo de metanfetamina, incluso en pequeñas cantidades, puede producir los mismos
efectos físicos de otros estimulantes como la cocaína o la anfetamina, incluyendo una prolongación del estado de vigilia, mayor
actividad física, disminución del apetito, aumento de la frecuencia respiratoria, aceleración de la frecuencia cardiaca, irregularidad del
latido del corazón, aumento en la presión arterial e hipertermia.
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El abuso crónico de la metanfetamina cambia de forma significativa el funcionamiento del cerebro. Los estudios no invasivos de
neuroimágenes del cerebro humano han mostrado alteraciones en la actividad del sistema dopaminérgico que se asocian a una
disminución en el rendimiento motor y un deterioro en el aprendizaje verbal. Asimismo, estudios recientes en personas que han
abusado de metanfetamina por periodos prolongados, también revelan cambios graves de la estructura y la función en las áreas del
cerebro asociadas con las emociones y con la memoria. Esto podría explicar muchos de los problemas emocionales y cognitivos que
se observan en los abusadores crónicos de metanfetamina.
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Son conocidos los efectos de una sobredosis de metanfetamina, las convulsiones y que una sobredosis puede resultar mortal, pero
quizá sean menos conocidos los problemas mentales derivados de su consumo. El abuso de metanfetamina tiene muchas
consecuencias negativas, entre ellas, una pérdida extrema de peso, problemas dentales graves (boca de metanfetamina, pérdida de
la memoria, ansiedad, confusión, insomnio, perturbaciones en el estado de ánimo y comportamiento violento. Las personas con
historial de abuso prolongado de metanfetamina también presentan varias características psicóticas, como paranoia, alucinaciones
visuales y auditivas y delirio (por ejemplo, la sensación de tener insectos que caminan debajo de la piel).
Éxtasis
La MDMA puede producir confusión, depresión, problemas para dormir, deseo compulsivo por consumir la droga y ansiedad intensa.
Además, el rendimiento de los usuarios crónicos de la MDMA en ciertos tipos de pruebas cognitivas o de memoria es peor que el de
los que no usan MDMA. Los estudios han demostrado que algunos consumidores crónicos de MDMA experimentan confusión,
depresión y daño selectivo en la memoria de trabajo y en los procesos de atención, y que todos ellos persisten por largos períodos
de tiempo.
Las investigaciones en animales indican que la MDMA puede ser nociva para el cerebro. En un estudio en primates no humanos se
demostró que la exposición a la MDMA durante apenas 4 días ocasionó daño en las terminales nerviosas de la serotonina, que era
aún evidente de 6 o 7 años. Si bien no se ha demostrado de forma definitiva una neurotoxicidad similar en los seres humanos, la gran 19
cantidad de las investigaciones en animales demuestran las propiedades nocivas de la MDMA y sugieren de forma contundente que
la MDMA no es una droga inofensiva para el consumo humano.
Ketamina
Parecería suficiente saber que se trata de un anestésico para uso veterinario para evitar su consumo, pero parece insuficiente para
ciertas personas que no se planteen dejar su consumo. Ha de conocerse que, en dosis altas, la ketamina puede causar estados
similares al sueño y alucinaciones; y en dosis aún más altas, la ketamina puede causar delirio y amnesia. También puede producir
amnesia anterógrada, en la cual los individuos no recuerdan los eventos que experimentaron mientras se encontraban bajo la
influencia de la droga.
Alucinógenos
El LSD y el peyote (se obtiene de ciertos tipos de hongos) son drogas que producen alucinaciones, es decir, ocasionan una distorsión
profunda de la percepción de la realidad. Las personas que están bajo la influencia de los alucinógenos ven imágenes, oyen sonidos
y sienten sensaciones que parecen ser reales pero que no lo son. Algunos alucinógenos también producen cambios emocionales
rápidos y agudos. Frecuentemente hay efectos adversos desagradables como resultado del consumo de alucinógenos. Una de las
razones de estos efectos es que a menudo hay gran cantidad de ingredientes psicoactivos en cualquier fuente de alucinógenos.
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Inhalantes
Los inhalantes son sustancias volátiles que producen vapores químicos que se pueden inhalar para provocar efectos psicoactivos o
de alteración mental. Las sustancias químicas inhaladas se absorben con rapidez a través de los pulmones y llegan a la sangre
donde son distribuidas rápidamente al cerebro y a otros órganos. Pocos segundos después de la inhalación, el usuario experimenta
la intoxicación y otros efectos parecidos a los del alcohol. Estos efectos incluyen dificultad para hablar, incapacidad para coordinar
movimientos, euforia y mareo. Además, los consumidores pueden padecer de aturdimiento, alucinaciones y delirios. Ya que la
intoxicación dura apenas unos minutos, los consumidores a menudo tratan de prolongar la euforia inhalando repetidamente a lo largo
de varias horas, lo que constituye una práctica muy peligrosa. Las inhalaciones sucesivas pueden causar la pérdida del conocimiento
e incluso la muerte. Los efectos neurotóxicos del abuso prolongado de inhalantes incluyen síndromes neurológicos a causa de daños
en áreas del cerebro que tienen que ver con el control cognitivo, motriz, visual y auditivo. Las anomalías cognitivas pueden ir de un
leve deterioro a una demencia grave.
• Los depresores del sistema nervioso central: se utilizan para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño.
• Los estimulantes: se recetan para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad y la narcolepsia
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¿QUÉ PUEDE HACER PARA PREVENIR EL CONSUMO DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS?
En todo caso: Conviene mostrar siempre una actitud clara y firme de rechazo hacia el consumo, evitando ambigüedades e
imprecisiones.
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¿CÓMO DETECTAR EL CONSUMO DE DROGAS?
La adicción se va desarrollando progresivamente a lo largo del tiempo a través de una serie de etapas o estadios:
• 1º estadio: los adolescentes están bajo una intensa presión de compañeros para fumar cigarrillos, tomar alcohol, fumar
cánnabis, etc. Los adolescentes suelen empezar a experimentar con las drogas a la par que ocurre el proceso de
socialización con los compañeros. Pequeñas cantidades de droga son suficientes para producir euforia. El joven es capaz de
retornar a su estado normal sin ningún problema. Aprenden a consumir drogas para modificar el estado de ánimo y sentirse
bien.
• 2º estadio: el joven pasa a realizar un consumo más regular de la sustancia o sustancias psicoactivas. Al tiempo que el
organismo va desarrollando tolerancia, el joven necesita una mayor cantidad de droga para experimentar euforia.
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La orientación de un profesional o una persona de referencia pueden ayudar a valorar de manera más efectiva la situación de
consumo y determinar las pautas que deben seguirse ante las distintas situaciones.
Para cualquier duda o información relacionada con los adolescentes y las drogas puede dirigirse al teléfono 901 350 350 o a
la dirección de correo [email protected] que corresponde al Servicio de Información de la Agencia Antidroga de la
Comunidad de Madrid, en horario de 9:00h a 21:00h, de lunes a viernes. Este servicio cuenta con un equipo de profesionales
especializados que realiza su labor de manera personalizada y confidencial.
Además puede solicitar documentación sobre drogas en [email protected].
Fin