2.3 Racionalismo
2.3 Racionalismo
2.3 Racionalismo
2.3 RACIONALISMO
(Del latín: “ratio”, razón.) En la teoría del conocimiento, el racionalismo es la
tendencia que reconoce la razón como única fuente del auténtico conocimiento, por
oposición al empirismo (ver), que considera que la única fuente del conocimiento es
la experiencia sensorial. Notables representantes del racionalismo fueron
Descartes, Spinoza, Leibnitz; todos ellos lucharon contra la concepción religioso-
dogmática del mundo del feudalismo, por el afianzamiento de la razón y de sus
derechos. El progenitor del racionalismo de los tiempos modernos fue Descartes,
que fundamentó la omnipotencia de la razón, considerándola verídica en sí misma.
Los racionalistas veían el ideal de la ciencia en las matemáticas que consideraban
como una ciencia “pura”, ajena a la experiencia. Descartes entendía que, así como
el matemático con la fuerza de la inteligencia, resuelve los problemas matemáticos,
el filósofo puede concebir la verdad por la pura fuerza de la inteligencia. Los datos
sensibles nos engañan; sólo por la razón podemos concebir lo existente. También
Spinoza consideraba que los conocimientos obtenidos de la experiencia son
conocimientos casuales, no veraces, mientras que la razón nos da el conocimiento
necesario y veraz. En ello se revela la inconsecuencia del materialismo de Spinoza.
Si el empirismo convierte la experiencia en algo absoluto y menosprecia el papel de
la razón en el conocimiento, el racionalismo establece una separación entre la razón
y la experiencia sensible y las sensaciones, y convierte en absolutos los conceptos,
el raciocinio. La separación entre lo lógico y lo sensible conduce inevitablemente al
idealismo, ya que los conceptos son convertidos en meras abstracciones, carentes
de un contenido concreto. “El racionalista se limita al raciocinio, y abstracto además”
(Lenin). “La razón (el entendimiento), el pensamiento, la conciencia sin la
Naturaleza, sin la correspondencia con ella, es una mentira” (Lenin). El materialismo
dialéctico ha superado la unilateralidad del racionalismo y del empirismo,
resolviendo científicamente el problema de los momentos, en el conocimiento, el
sensorial y el lógico, examinándolos en su unidad y conexión orgánicas. La
experiencia sensible es el momento de partida del conocimiento. El auténtico
conocimiento comienza en las sensaciones humanas, de aquello que prueban los
órganos de los sentidos. Pero la percepción sensorial directa no nos da todavía un
conocimiento completo y profundo. El conocimiento de las conexiones y relaciones
universales es posible obtenerlo con la ayuda de la razón, del raciocinio teórico. Los
conceptos lógicos, es decir, el momento racional en el conocimiento, son la
reelaboración de los datos sensoriales en el raciocinio. Así, pues, en el materialismo
dialéctico, lo sensible y lo lógico están recíprocamente relacionados y sólo en su
unidad expresan el proceso del conocimiento. “Desde la observación viva hacia el
raciocinio abstracto y de él hacia la práctica, tal es el camino dialéctico del
conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva” (Lenin).