La Mafia
La Mafia
La Mafia
La Mafia se propagó por los Estados Unidos gracias a los inmigrantes italianos de
comienzos del Siglo XX. Las organizaciones mafiosas americanas florecieron con la
llegada de la "Ley seca" en los años 20, y no empezaron a perder influencia hasta la
década de los 80. A pesar de su relativo declive, las organizaciones mafiosas han
pasado a formar parte de la cultura popular norteamericana, apareciendo en multitud
de películas, series de televisión y anuncios.
Tabla de contenidos
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1 Definición
2 Etimología
3 Diferentes organizaciones mafiosas en el
mundo
4 La Mafia en Italia
5 La Mafia en Estados Unidos
6 Enlaces externos
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Definición
Grupos de individuos violentos y temibles, ligados entre ellos por misteriosos lazos
secretos y dedicados a actividades delictivas o inconfesables. Sociedad secreta, ávida
de dinero y riqueza que para conseguirlos corrompe o controla el poder político con
todos los medios a su alcance, el asesinato, el chantaje, el secuestro y la “Lupaza
Bianca” (hacer desaparecer a una persona sin dejar rastro). A veces logran colocar a
uno de los suyos en el poder (Italia, Estados Unidos). Organización piramidal y
territorial.
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Etimología
El término Mafia aparece por primera vez entre 1862 y 1863 cuando se representó en
Palermo (Italia), con gran éxito, un drama popular de Giuseppe Rizzoto y Gaetano
Mosca titulado I mafiusi di la Vicaría.
Esta versión no es compartida por todos, no obstante, y algunos creen más probable
que este término provenga de la antigua expresión toscana maffia, que querría decir
miseria. O del sustantivo árabe mu'afah, que significa protección de los débiles.
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La n´Drangheta (Calabria).
Cárteles colombianos.
Tríadas chinas. Los más antiguos de los grupos del crimen organizado (siglo
XII). En su origen tenían un carecer nacionalista y una finalidad patriótica.
Están instaladas en Hong Kong, Malaisia, Singapur, Filipinas, Macao,
Bormeo, Holanda, Francia, Estados Unidos, Tailandia y España.
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La Mafia en Italia
Al contrario de lo que dice la creencia popular, la Mafia siciliana surgió en realidad
durante mediados del Siglo XIX, al mismo tiempo que la aparición de un nuevo
Estado Italiano. Italia no llegó a ser un estado soberano hasta este momento, y fue la
industrialización y el comercio que trajo este cambio la auténtica fuerza que impulsó
el desarrollo de la Mafia siciliana. La Mafia siempre ha sido más fuerte al oeste de la
isla, especialmente alrededor de la ciudad de Palermo, su lugar de nacimiento.
Palermo era, y todavía es, el centro industrial, comercial y político de la isla de
Sicilia, por lo que la Mafia situó su base aquí, en contraposición con el medio rural,
que se encontraba subdesarrollado en términos económicos. La mayor fuente de
exportaciones, así como de riqueza de la isla desde la cual brotó la Mafia, eran las
grandes fincas de naranjales y limoneros que se extendían desde los mismos muros
de la ciudad de Palermo.
Durante el Fascismo en Italia, Cesare Mori, prefecto de Palermo, usó los poderes
especiales que le fueron otorgados para procesar a la Mafia, forzando a muchos
mafiosos a huir al extranjero o arriesgarse a ser encarcelados. Muchos huyeron a los
Estados Unidos, entre ellos Joseph Bonanno, alias Joe Bananas, que llegaría a
dominar la rama americana de la Mafia.
Otro supuesto beneficio adicional (desde la perspectiva americana), era que muchos
de los mafiosos italianos y sicilianos eran anti-comunistas, ya que la Mafia no podía
permitirse otra forma de organización social en el corazón de Sicilia, teniendo el
monopolio del poder y la violencia en la isla. Fueron, por tanto, vistos como valiosos
aliados por los anti-comunistas americanos, que supuestamente los usaron para
erradicar cualquier rastro de socialismo y comunismo de la industria naval
americana, los movimientos de resistencia durante la guerra, y, tras esta, en muchos
de los gobiernos regionales y locales en los que la Mafia tenía influencia.
Según el experto en tráfico de drogas, el Doctor Alfred W. McCoy, a Luciano se le
permitió dirigir su red criminal desde la celda a cambio de su ayuda. Tras la guerra,
fue recompensado siendo extraditado a Italia, en donde pudo seguir su carrera
criminal sin estorbos. En 1946, se marchó a Silicia para continuar con sus
actividades, y según el libro de McCoy The Politics of Heroin in South-East Asia,
Luciano llevó a cabo una alianza crucial con la Mafia de Córcega, liderando el
desarrollo de una vasta red internacional de tráfico de heroína, incialmente traída
desde Turquía y con base en Marsella (la llamda 'Conexión Francesa').
Más tarde, cuando Turquía empezó a eliminar su producción de opio, utilizó sus
contactos con los corsos para establecer un diálogo con mafiosos corsos expatriados
en Vietnam del Sur. En colaboración con los líderes de la Mafia americana, entre
ellos Santo Trafficante Jr., Luciano y sus sucesores se aprovecharon del caótico
estado de la Guerra de Vietnam para establecer una inexpugnable base de suministro
y distribución en el "Golden Triangle", que pronto conduciría enormes cantidades de
heroína asiática a los EE.UU., Australia y otros países a través de los militares
americanos.
En el año 1992 la Mafia siciliana asesina al Juez italiano Giovanni Falcone haciendo
estallar mil kilogramos de explosivos colocados bajo la autopista que une el
aeropuerto de Palermo, que hoy lleva su nombre, con la capital. Murieron él, su
esposa Francesca Morvilio y los escoltas Rocco Di Cillo, Vito Schifani y Antonio
Montinaro.
Mientras tanto, una nueva generación de mafiosos pone más énfasis en dejar atrás los
chantajes sitemáticos. Como consecuencia de esto, la prensa italiana ha inventado la
frase 'La Cosa Nuova' ("la cosa nueva", un juego de palabras de La Cosa Nostra)
para referirse a la organización renovada.
La principal división entre la Mafia siciliana hoy en día, es entre aquellos jefes que
han sido condenados o están en la cárcel, principalmente Salvatore 'Toto' Riina y
Leoluca Bagarella, el capo di tutti capi desde 1993 hasta 1995, y aquellos como
Bernardo Provenzano, que están libres, o no han sido condenados. Los jefes
encarcelados están sujetos a un fuerte control en sus contactos con el mundo exterior,
limitando su capacidad para dirigir operaciones desde la cárcel, bajo la ley italiana 41
bis. Antonio Giuffrè, un confidente cercano a Provenzano, sostiene que en 1993,
Cosa Nostra tenía contacto directo con representantes de Silvio Berlusconi mientras
creaba su nuevo partido Forza Italia. El trato al que dice que habían llegado era
revocar la 41 bis, y otras leyes anti-Mafia, a cambio de las ayudas electorales en
Sicilia. Pero mientras Forza Italia mantiene 61 escaños en el Parlamento, nadie
sugiere una conexión directa entre Berlusconi y La Cosa Nostra. Incluso si se
demuestra que las alegaciones no tienen ningún fundamento, los miembros de Cosa
Nostra se sienten decepcionados por un gobierno que piensan que, correcta o
incorrectamente, tiene elementos a favor de ellos. Recientemente, se desplegó una
pancarta en un partido de fútbol en Palermo que decía "Estamos todos unidos contra
la 41 bis. Berlusconi ha olvidado Sicilia". Corren malos días para los enemigos de la
Mafia, pero tengan o no éxito los esfuerzos de Provenzano en aislar o apaciguar a los
jefes internados, y en unir a La Cosa Nostra de nuevo, queda por ver qué es lo que
sucederá de aquí en adelante.
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Cada familia era controlada en última instancia por un Don, que era aislado de las
operaciones reales por varios niveles de jerarquía. Según la creencia popular, el
asesor más cercano y de mayor confianza del Don era el llamado consigliere
("consejero" en italiano). En realidad, el consigliere era el encargado de mediar en
las disputas internas. También se ocupaba de la economía del "negocio", aunque un
subjefe también podría hacerlo. Luego habían unos cuantos regimes con un número
variable de soldati ("soldados"), que llevaban a cabo las operaciones reales.
Cada regime era dirigido por un caporegime, que informaba al jefe. Cuando el jefe
tomaba una decisión, nunca daba las órdenes directamente a los soldados que las
llevarían a cabo, sino que pasaba las instrucciones hacía abajo por una cadena de
mando. De esta forma, las capas más altas de la organización estaban a salvo de
verse implicadas si los miembros de las capas más bajas eran capturados. Esta
estructura fue inmortalizada en la famosa novela de Mario Puzo "El Padrino".
Un golpe o asesinato debe de ser aprobado por los jefes de la familia, ya que existe el
peligro de sufrir ataques de represalia que posiblemente iniciasen una guerra. En
estado de guerra, las familias se van a los colchones - apartamentos en alquiler
vacios en los que unos cuantos soldados dormirían por turnos en colchones en el
suelo mientras que el resto se quedarían apostados en las ventanas preparados para
disparar a los miembros de las familias rivales.