CONICET Digital Nro. A

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 25

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS

PERSPECTIVAS Y CASOS DE ESTUDIO EN EL


CENTRO Y NOROESTE DE ARGENTINA

Germán Figueroa y Mariana Dantas


Editores
Una arqueología entre todos: perspectivas y casos de estudio en
el centro y noroeste de Argentina / German G Figueroa... [et al.] ;
editado por German G Figueroa ; Mariana Dantas. - 1a ed . - Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires: CONICET - Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas , 2019.
120 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-950-692-170-5

1. Arqueología. 3. Comunidades. I. Figueroa, German G II. Figueroa,


German G, ed. III. Dantas, Mariana, ed.
CDD 301

Primera impresión: 2019


© de los autores
Diseño de tapa: Melisa Natalia Gómez
Imágen de tapa: fragmento de estatuilla del sitio El Polear 1,
Valle de Ambato, Catamarca
Impresión: Imprenta Corintios 13, Luis Agote 2028, 5010, Córdoba
INDICE GENERAL

Prólogo.............................................................................................. 11

Recuperar, estudiar, gestionar, dialogar: nuevas estrategias


desde la Arqueología Pública con restos sensibles...................... 17

Diálogos en Ongamira. De arqueologías, historias y museos... 39

Arqueología y comunidad: Valorización y conservación


del patrimonio arqueológico del Valle de Ambato, Cata-
marca, Argentina............................................................................. 63

La arqueología de Ambato en imágenes. La mirada de la


población local................................................................................. 85

De pobladores, museos y conservación de materiales. Una


experiencia participativa en el Museo de Sitio de El Shincal
de Quimivil (Londres, Catamarca)............................................... 89

Trabajo arqueológico, memoria y protección de la tierra.


Las Reservas Campesinas de Ojo de Agua (Santiago del
Estero)............................................................................................. 107

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS |7


ARQUEOLOGÍA Y COMUNIDAD:
VALORIZACIÓN Y CONSERVACIÓN DEL
PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DEL VALLE
DE AMBATO, CATAMARCA, ARGENTINA

*Germán G. Figueroa, **Gabriela Srur, ***Nehuen Bedetti,


*Axel Bachmeier, *Maximiliano Cartier, *Matías Dalto, *Melisa
Gómez, *Araceli Sánchez, *Ornella Zollo y *Mariana Dantas

Resumen
La arqueología del Valle de Ambato, Catamarca, Argentina,
cuenta con una larga trayectoria, solo detenida durante la última dic-
tadura militar. Los aportes logrados desde ese entonces fueron y son
aún profusos, generando, no sólo consensos, sino también profundos
debates acerca del modo de vida de las poblaciones Aguada que ha-
bitaron la zona entre los siglos VI al XI d.C. Sin embargo, si reali-
zamos un breve repaso sobre la historiografía de las investigaciones,
podemos advertir que dentro de las ausencias más destacadas se halla
la escasa participación por parte de la población local. Este hecho,
originó en muchos casos una profunda desconfianza hacia los arqueó-
logos y a la disciplina en general, generándose fantasías en torno a
los hallazgos realizados y distanciando cada vez más la relación entre
ambos actores. Precisamente, en el contexto nacional actual, iniciado
hace unas décadas atrás, se fueron dando las condiciones necesarias

* Instituto de Antropología de Córdoba (CONICET-Universidad Nacional de Córdoba) y Depar-


tamento de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de
Córdoba, Córdoba, Argentina. E-mail: [email protected]
** Museo de Antropología y Departamento de Antropología, Facultad de Filosofía y Humani-
dades, Universidad Nacional de Córdoba. E-mail: [email protected]
*** Departamento de Geografía, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de
Córdoba. E-mail: [email protected]

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 63


para propiciar la práctica de una arqueología inclusiva y comprometi-
da socialmente. De este modo, es que iniciamos a fines del año 2017
un proyecto que busca poner en valor y conservar el patrimonio ar-
queológico de Ambato, el que actualmente se encuentra en serio peli-
gro de destrucción y/o desaparición. Para ello, el trabajo en conjunto
con alumnos y docentes de la escuela de Los Castillos, constituye el
puntapié inicial de una labor que pretende extenderse en un futuro a
otros puntos del valle y a otras franjas etarias de la población. Si bien,
el proyecto aún se encuentra en sus primeras etapas, ya está generando
resultados, los cuales constituirán el eje este escrito.

Palabras clave: arqueología púbica, patrimonio, escuela rural,


Valle de Ambato, Catamarca.

Introducción
El noroeste argentino y la provincia de Catamarca, especialmen-
te, vienen sufriendo desde hace décadas el constante saqueo y dete-
rioro de piezas y estructuras arqueológicas. El Valle de Ambato no
es la excepción y constituye una de las zonas más afectadas por estas
prácticas. La ausencia de una política de control y prevención efectiva
por parte de las autoridades locales, la indiferencia de un sector de
la población del valle, así como la falta de una estrategia sistemática
de trabajo orientada hacia este problema por parte de la comunidad
arqueológica agudiza la problemática. Este contexto, generó y genera
una expoliación de magnitud de los restos arqueológicos, lo cual pue-
de observarse desde la desaparición y/o destrucción in situ de recin-
tos, terrazas de cultivos, canales de riego, etc., hasta la presencia de
materiales Aguada de Ambato en diferentes colecciones museísticas y
privadas de todo el mundo. El riesgo que conlleva esta situación mo-
vilizó a nuestro equipo a implementar un plan de trabajo a largo plazo
concatenado estrechamente con las tareas arqueológicas habituales
(prospecciones, relevamientos, excavaciones, etc.).
Nuestra propuesta, específicamente, reside en un programa de
conservación preventiva en Ambato, pero que el mismo no se caracte-
rice por ser complementario a las actividades arqueológicas, sino que
64 |
ambos actúen en un mismo plano y con igual significancia. De este
modo, en una primera etapa, nos concentramos en trabajar en la loca-
lidad de Los Castillos, con alumnos y docentes de nivel inicial y pri-
mario. Se buscó avanzar sobre objetivos concretos como, por ejemplo,
estrechar la relación existente entre arqueólogos y pobladores locales,
intentar que las autoridades locales participen activamente de polí-
ticas orientadas a la protección patrimonial, generar la participación
y el compromiso de distintos sectores de la población en la temática
tratada y construir un conocimiento donde los saberes locales ocupen
un mismo plano de igualdad que los académicos. Bajo este contexto,
surge Una arqueología entre todos, proyecto que pretende continuar
mientras dure nuestro trabajo en el valle.

Una arqueología entre todos, se enmarca en el programa de Vo-


luntariado Universitario (Compromiso Social Universitario) de la Di-
rección Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado (Secreta-
ría de Políticas Universitarias, Ministerio de Educación y Deportes de
la Nación). Para su desarrollo se emplearon metodologías propias de
la arqueología pública y la conservación preventiva.
La utilización del concepto de arqueología pública se remonta
a Estados Unidos, más precisamente a principios de 1970, en asocia-
ción al manejo y la gestión de recursos culturales (McGimsey 1972).
Posteriormente, su uso trajo aparejado una ampliación semántica que
generó discusiones críticas sobre los variados posicionamientos de los
arqueólogos y la arqueología en los conflictos emanados de los pro-
cesos de interpretación del pasado. Al mismo tiempo, en su interior,
también tuvieron lugar las primeras discusiones acerca de las respon-
sabilidades sociales y políticas derivadas del estatus profesional de
la arqueología. Actualmente, esta línea de trabajo comprende nume-
rosos estudios que se centran, fundamentalmente, en las relaciones
arqueología-sociedad en el presente. Las problemáticas abordadas
permitieron recontextualizar tales relaciones considerando aspectos
referidos a los procesos de circulación y apropiación de conocimien-
tos arqueológicos y sus referentes materiales en el presente. Además,
se produjeron posturas reflexivas y éticas que en cierto modo cuestio-
naron la legitimidad de los trabajos arqueológicos desarrollados en
UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 65
el marco de relaciones coloniales (Ballart 1997; Gnecco 2009; entre
otros). Estos posicionamientos, pusieron en duda la “universalidad”
del llamado patrimonio arqueológico y en como se establece la auto-
ridad de los arqueólogos con respecto a otros sujetos sociales durante
el proceso de investigación. En Latinoamérica y en los lugares donde
el legado colonial implicó la construcción de relatos históricos duales
que rechazaban la diferencia e imponían una invisibilización y una
marcada desigualdad entre las sociedades, estas ideas alcanzaron gran
relevancia (Lahiri et al. 2007; Lander 2000; Salerno 2012). Entonces,
se puede considerar que la arqueología pública radica en entender a la
arqueología como una actividad social, situada, y que se desarrolla en
diversos contextos (históricos, políticos, económicos e instituciona-
les). No obstante, se debe tener en cuenta que la arqueología pública
aún hoy es una línea de investigación que se encuentra en proceso
de definición y estructuración, lo cual puede observarse en las discu-
siones en torno a su propia denominación (Public Archaeology and
Community Archaeology). Estas denominaciones aluden a diferentes
posicionamientos teóricos y éticos que surgen de la selección de temas
a investigar y de las herramientas teóricas/metodológicas utilizadas
(Salerno 2012).
Por su parte, la conservación preventiva excede la labor técnica
que se efectúa directamente sobre un bien patrimonial, ya que se la
considera un proceso social, científico y técnico. De acuerdo a este
enfoque, las intervenciones sobre el patrimonio cultural involucran el
fortalecimiento de los lazos de la sociedad con su patrimonio, debido
a que, a largo plazo, facilitará la prevención de muchos de los proble-
mas de deterioro del que es objeto el patrimonio arqueológico, a través
de trabajos realizados por los mismos pobladores locales (Yapura et
al. 2009). De este modo, se considera que sólo se puede valorar, pro-
teger y conservar aquello de lo que la sociedad se apropia, porque la
preservación del patrimonio arqueológico debe ir entrelazada junto
a un sentido de pertenencia para que las acciones destinadas a prote-
gerlo no sean improductivas o estén vacías de significados (Yapura
et at. 2009). Así, la conservación preventiva, no tiene como objeto
conservar la materialidad del patrimonio por sí misma, sino que busca
valorizar y preservar los valores (inmaterialidad) contenidos dentro
del patrimonio cultural.
66 |
Cuando nos referimos a patrimonio cultural, generalmente,
estamos haciendo mención a una expresión de solidaridad que une
y/o articula a quienes comparten una determinada cantidad de bienes
y prácticas que los identifica, aunque también suele ser un lugar de
complicidad social. Las actividades orientadas a definirlo, resguardar-
lo y divulgarlo, escudadas en el prestigio histórico y simbólico de los
bienes patrimoniales, habitualmente incurren en la pretensión de que
las sociedades no se hallan segmentadas en clases, etnias y grupos,
pensando que la magnitud y el prestigio contenido en estos bienes
trascienden esas fracturas sociales (García Canclini 1999).
Pensar al patrimonio como una construcción social implica, en
primer lugar, que no existe en la naturaleza, que no es algo dado, ni
siquiera un fenómeno social universal, ya que no se origina en todas
las sociedades humanas ni en todos los momentos históricos. En se-
gundo término, también significa, análogamente, que es un artificio
ideado por uno y/o un grupo de individuos en un lugar y un momento
especifico, para lograr objetivos concretos. De este modo, el patri-
monio puede ser considerado históricamente variable, vinculado con
criterios o intereses que son definidos por nuevos intereses inherentes
a diversos contextos (Prats 1997).
Ante este panorama, es posible entonces hablar de una “inven-
ción’’ y/o de una construcción social o cultural del patrimonio. En
cuanto a la primera de estas concepciones, Berger y Luckman (1983),
se refieren, fundamentalmente, a la noción de “universos simbólicos
legitimados’’. Mientras que, en la concepción restante, Hobsbawm
y Ranger (1988), hablan de la existencia de una idea de “manipula-
ción’’. Atendiendo a estas formulaciones, se puede argumentar que en
la segunda de ellas la construcción social de la realidad no se puede
entender en ningún caso sin la intervención, más o menos directa, de
una hegemonía social y cultural. La primera es que la invención de
la realidad no se refiere única y exclusivamente a elementos (creados
ex nihilo o transformados en un alto grado) sino también a composi-
ciones, cuyos elementos pueden haber sido extraídos inalterados de
la realidad, pero cuya ubicación en un nuevo contexto contribuye a
crear otra realidad, con otro sentido. Tal como mencionó (Prats 1997),
la invención de la realidad se refiere, por tanto, a estos procesos de
UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 67
descontextualización y recontextualización, más a las composiciones
que a los elementos, precisamente en la medida en que estas, ratifica-
das por la veracidad de los elementos, se prestan más fácilmente a la
legitimación.
En definitiva, no existe, ninguna historia metódica del patrimo-
nio, o si se quiere, de lo que, desde nuestra perspectiva actual enten-
deríamos por patrimonio. Lo más usual es encontrarse con historias
de los museos y de sus colecciones, pero si seguimos el pensamiento
de Kryztof Pomian (1996, citado en Prats 1997), deberíamos tener en
cuenta que la historia del patrimonio cultural es diferente de la de los
objetos que forman parte de él. Dicho de otro modo, la historia del
patrimonio cultural no es la historia de los objetos que lo conforman
ni la del coleccionismo de objetos, independientemente del contexto
sociopolítico e intelectual en que este se produce.

Caso de estudio
El Valle de Ambato, Catamarca, Argentina, se ubica al norte de
la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. La localidad de
Los Varela es la cabecera de distrito y cercana a ella, existen otros
pueblos como Los Talas, Los Castillos, La Aguadita, Chuchucarua-
na, El Bolsón, etc. Si bien existen varios colegios primarios, el sector
norte del valle sólo cuenta con una escuela secundaria, la cual se halla
situada en Los Varela.
Precisamente, en Los Castillos funciona la Escuela N° 370 Julio
Argentino Roca, una institución educativa pública estatal de nivel ini-
cial y primario, que se ubica en el centro de la localidad de Los Cas-
tillos, al frente de la plaza y del club deportivo. El Jardín de Infantes
cuenta con sólo un niño de cuatro años, mientras que los diez alumnos
de 1°, 2° y 3° grado comparten una misma aula, así como los catorce
estudiantes de 4°, 5° y 6° grado. En la institución trabajan dos docen-
tes de manera permanente, una de ellas es la directora de la escuela, a
los que se suman un profesor de educación física y una profesora de
tecnología, que concurren al establecimiento sólo determinados días
de la semana.

68 |
Anualmente, alumnos y docentes realizan diversos trabajos, pro-
yectos y participan en numerosas jornadas educativas, no sólo dentro
de Catamarca, sino también en otras provincias. De este modo, los
alumnos primeramente realizan y exponen sus actividades localmente
en una instancia escolar, luego lo hacen a nivel departamental, para
finalmente llegar a una etapa provincial. Si son seleccionados en esta
última etapa, los trabajos participan de la Feria Nacional de Ciencias,
compitiendo con proyectos de otras instituciones del país. Los temas
presentados por docentes y alumnos de la escuela de Los Castillos,
son variados, pero usualmente sus trabajos ponen el acento en aspec-
tos relativos a la valorización de sus saberes y prácticas como, por
ejemplo, “Lanitas Ambateñas”; proyecto que desea rescatar las cos-
tumbres y cultura de su localidad mediante la recuperación y puesta en
valor del proceso artesanal de la lana como una fibra natural obtenida
de animales criados localmente.
La preocupación por parte de alumnos y docentes de Los Cas-
tillos, materializada en estos proyectos sobre el patrimonio, el pasado
y su puesta en valor, constituye una problemática que es comparti-
da desde hace largo tiempo por el equipo de investigación que tra-
baja en la zona norte del Valle de Ambato, en el marco del Proyecto
“Paisaje, materialidades y modos de vida, en el sector norte del Valle
de Ambato, Catamarca (siglos VI-XI d.C.)”, radicado en Instituto de
Antropología de Córdoba (IDACOR, CONICET-UNC) y el Museo
de Antropología (FFyH, UNC). Esta concordancia, posibilitó un fá-
cil acercamiento entre ambas partes y permitió implementar un plan
de trabajo conjunto donde todos participan e intercambian ideas, pro-
puestas, conocimientos, etc. en un plano igualitario, desatendiendo la
centralidad académica e incorporando conocimientos locales, tantas
veces marginados en nuestra disciplina.

Antecedentes sobre trabajos de arqueología y comunidad en


el Valle de Ambato
Las primeras investigaciones arqueológicas de carácter sistemá-
tico en el valle se realizaron en la década de 1970, cuando se inicia el
Proyecto Arqueológico Ambato dirigido por Osvaldo Heredia y José

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 69


Antonio Pérez Gollán (Heredia 1988; Pérez Gollán y Heredia 1975).
Casi contemporáneamente Alberto Rex González estudia el centro ce-
remonial denominado la “Iglesia de los Indios”, ubicado en el sector
medio de dicho valle (González 1998). Con el ascenso de la Junta Mi-
litar al poder en 1976, el proyecto se ve interrumpido e incluso varios
miembros del equipo deben exilarse en diferentes países de América.
En el año 1983, con el regreso a la democracia se reinician las activi-
dades que con el correr del tiempo se intensifican e incorporan nuevas
líneas de trabajo, tales como organización espacial, paleoambiente,
antracología, arqueometalurgia, zooarqueología, entre otras (Assan-
dri 2007; Bonnin 2000; Dantas 2010; Espósito 2009; Figueroa 2010;
Laguens 2004, 2006, 2014; Marconetto 2008; etc.). Los resultados de
cada una de estas investigaciones permitieron en gran medida avanzar
sobre el modo de vida de las sociedades pasadas que habitaron el va-
lle. Sin embargo, escasos han sido los proyectos que se centraron en
trabajar con la comunidad local. Como antecedentes de estas activida-
des pueden señalarse los trabajos de Bonnin y Laguens, entre las déca-
das de 1990 y 2000, así como los de Marconetto, Juez y Pazzarrelli en
el año 2007. Más cercano en el tiempo, en el sector sur del valle, más
precisamente en la localidad de La Puerta, se llevaron a cabo trabajos
de campo arqueológicos, los que paralelamente culminaron en la rea-
lización del museo local (Rodríguez 2010; Rodríguez y Fariluk 2008).
Como se puede advertir, todos estos trabajos, que en su mayoría
consistieron en charlas y talleres con la población local, más allá de
caracterizarse por ser asistemáticos, sentaron las bases de esta activi-
dad para trabajos futuros sobre este tema. Entonces, se puede consi-
derar que, a pesar de que las actividades extensivas con la comunidad
local forman parte de la historia de la arqueología de Ambato, siempre
han sido periféricas y discontinuas, estando usualmente comprendidas
dentro de un proyecto mayor. Quizás esta sea una de las principales
razones por la que nos sentimos movilizados a trazar un proyecto que,
si bien es paralelo a nuestras actividades arqueológicas propiamente
dichas en la zona, cuenta con la suficiente autonomía y centralidad,
para evitar así caer en un rol secundario o que sea absorbido por el
proyecto arqueológico macro.

70 |
Actividades

• Primera etapa
Durante los meses de septiembre y agosto del año 2017, se lle-
vó a cabo el primer encuentro entre arqueólogos, docentes y alumnos
de la escuela de Los Castillos. El propósito central de esta visita fue
tratar de forjar lazos entre ambas partes, conocernos, intercambiar in-
quietudes, planificar actividades, contarles a los niños quienes éramos
y qué hacíamos, que nos cuenten como era su vida allí y cuáles eran
algunas de sus aspiraciones para el futuro, etc. De este modo, se rea-
lizaron actividades áulicas y extra-áulicas. En las primeras de ellas,
luego de las presentaciones de rigor entre ambos grupos y de una bre-
ve explicación del por qué de nuestra visita, se formaron grupos de
hasta cinco alumnos, se le asignaron consignas, consistentes en pala-
bras sueltas, debiendo escribir o dibujar las respuestas en cartulinas.
Términos como arqueología, arqueólogos, antiguos pobladores, vasi-
jas cerámicas, construcciones antiguas, patrimonio, Valle de Ambato,
etc., generaron un primer paso para explorar la percepción que los
niños poseen sobre estos tópicos. Las respuestas resultaron heterogé-
neas, dependiendo especialmente de la edad de los niños, siendo los de
más edad los que aportaron mayores precisiones. Sin embargo, la casi
todos estaban al tanto de lo que significaba cada término sobre el que
se indago. Quizás los temas que trajeron un poco de confusión fueron
patrimonio o cuando debieron explicar cómo trabaja un arqueólogo y
para qué. Finalizada esta actividad, donde los niños participaron con
gran entusiasmo, se realizó una puesta en común por grupo, donde
también intervinieron docentes de la escuela y arqueólogos de nuestro
equipo. Este ejercicio, puso a la luz consideraciones propias de los
niños, así como también la repetición de relatos familiares o comu-
nales, algunos de los cuales son muy antiguos pero que aún se hallan
vigentes en la sociedad. Esta labor, activada mediante una lluvia de
ideas, posibilitó, fundamentalmente, que ambas partes accedieran a
saberes que no eran conocidos por todos, interiorizándonos así cada
uno (niños y arqueólogos) sobre la presencia de sitios arqueológicos,
materiales, relatos, etc. que de una parte eran participes de un presen-
te común, pero que la otra ignoraba completamente. Además, pudo

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 71


observarse que, a partir de este ejercicio, en ocasiones, a un mismo
artefacto se le asignaba una función diferente, por ejemplo, un hacha
podía ser interpretada por algunos niños como un objeto destinado a
la guerra y por otros a actividades forestales o a sacrificios humanos.
En otros casos, las interpretaciones fueron casi unánimes, como por
ejemplo la presencia de la iconografía en vasijas, arte rupestre, etc.
donde el jaguar o uturunku constituye la figura central, la que a su vez
imaginan representativa de un fuerte sentido religioso o de prestigio.
Finalmente, en este primer encuentro se realizó una charla/taller don-
de explicamos nuestra forma de trabajar, poniendo especial énfasis en
los trabajos de campo (prospección, relevamiento, excavación, etc.),
fueron empleados en esta instancia elementos didácticos como power
point, videos, fotografías, etc. (Figura 1).
Luego de esta tarea áulica, un grupo de niños, los de mayor
edad, fueron invitados junto a sus docentes a la excavación que estaba
realizando paralelamente nuestro equipo en el sitio El Polear 1, situa-
do a escasos kilómetros de Los Castillos. El propósito de la invitación,
consistió, sobre todo, en que observen una excavación estratigráfica,
resaltando las bondades que tiene para la interpretación de los mo-
dos de vida de las sociedades pasadas (contextualización, cronología,
etc.). También, se enfatizó sobre las desventajas de una excavación
practicada con palas y picos, efectuadas con el sólo propósito de ex-
traer objetos para su venta o colección. Se explicó que aquí el contexto
se rompe para siempre y por consiguiente jamás se podrá saber el
modo de vida de quienes ocuparon ese sitio en el pasado (Figura 2).
Justamente, la visita al sitio coincidió con la presencia de la escuela de
nivel medio Pozo Mistol N° 83 y al profesorado en Historia del ISES,
ambas de la ciudad de Catamarca, con las cuales tenemos también tra-
bajos en vías de desarrollo y que pretenden entretejerse con la escuela
de Los Castillos. Por último, antes de cerrar la jornada, nos agrupamos
en un sector del sitio, tanto arqueólogos, como docentes y alumnos, y
preguntamos si las actividades habían causado interés y si les gusta-
ría que volviéramos en una próxima ocasión y que mantengamos en-
cuentros anuales de este tipo, agregando actividades ideadas tanto por
nosotros como por ellos, lo cual fue aceptado de muy buen agrado. En
definitiva, esta primera etapa quedo cerrada con la promesa de volver
el próximo año y mientras planificar actividades en conjunto mediante
72 |
Facebook, whatsapp, Messenger, etc. generando una estrecha comuni-
cación y logrando trabajar conjuntamente a pesar de la distancia.

• Segunda etapa
En octubre de 2018, se regresó al terreno, los trabajos en este
caso consistieron en la continuación de la excavación del sitio El Po-
lear 1 y las actividades con la escuela de Los Castillos. La diferencia
en esta oportunidad es que ahora tendríamos para trabajar con la co-
munidad escolar una semana y así darle mayor continuidad y profun-
didad al proyecto. Para alcanzar esta meta se elaboró una secuencia
de trabajo diaria que consistió en una agenda variada que se enfocaba
en objetivos concretos, a partir de atractivas actividades acordes a los
niños de esta franja etaria. A continuación, se detallan algunas de ellas.
Primeramente, se trató de recuperar lo más importante que se
había trabajado el año anterior. Se expuso una síntesis muy didáctica
de los objetivos, técnicas y métodos con los cuales los arqueólogos
realizan sus trabajos de campo. Se exhibieron videos del año ante-
rior, cuando algunos de ellos habían visitado El Polear 1 y donde in-
teractuaron con miembros del equipo, alumnos de nivel medio de la
escuela Pozo Mistol N° 83 y futuros profesores de historia. También,
se conversó con los alumnos y docentes sobre lo que habían estudiado
curricularmente acerca de los pueblos originarios y sobre su propio
pasado. Durante este encuentro, las docentes exhibieron lo enseñado
sobre las sociedades prehispánicas a lo largo del año con distintos afi-
ches y láminas que se hallaban colocados en los pasillos de la escuela.
Curricularmente, los niños de 4°, 5° y 6° grado estudian sobre los
pueblos originarios de Argentina y por ello reconocían muchos ele-
mentos estudiados que paulatinamente lo identificaron como propios
de la localidad, tales como morteros, conanas, hachas o fragmentos de
cerámica.
En otro encuentro, se trabajó con fotografías satelitales donde
los niños pudieron reconocer diferentes espacios del Valle de Ambato
y especialmente de la localidad de Los Castillos, como por ejemplo la
escuela, la plaza, la cancha de futbol, el sitio arqueológico El Polear 1
y hasta sus propias viviendas (Figura 3).

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 73


Figura 1: Actividades áulicas realizadas en la Escuela N° 370 Julio Argentino Roca durante el
año 2017.

Figura 2: Visita de alumnos y docentes de la escuela de Los Castillos a el sitio El Polear 1, año
2017.

74 |
Figura 3: Alumnos trabajando con fotografías satelitales.

El interés que suscitó esta actividad, tanto en docentes como


en alumnos, originó nuevas actividades. Por ejemplo, se propuso que
cada uno de ellos llevara al día siguiente sus celulares, tablets y/o no-
tebooks con el objetivo que logren aprender a utilizar el programa
Google Earth, no solo como un elemento recreativo, sino también
como una importante herramienta académica y laboral, poniendo én-
fasis en sus variadas aplicaciones. Esta última actividad, respondió,
particularmente, a una demanda de las propias docentes para introdu-
cir los TICs y emplearlos luego como un recurso para diseñar nuevos
proyectos de la institución.
Otra actividad consistió en la realización de un taller de obje-
tos, donde los alumnos replicaron diversos artefactos (ollas, morteros,
etc.) en arcilla, explicando el porqué de su elección y planteando su
uso. Asimismo, nos acercaron diferentes artefactos arqueológicos que
UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 75
poseían en sus propios hogares y nos contaron la historia de los mis-
mos a través del tiempo (procedencia, funcionalidad, antiguos dueños,
posibles significados, etc.). Toda esta labor se encuentra enmarcada
dentro de una estrategia pedagógica basada en el aprender hacien-
do, la cual centra el aprendizaje en un medio activo y colaborativo.
Así, cada estudiante genera un sentido de pertenencia con el pasado
a partir del objeto producido, al tiempo que lo vincula con diversos
aspectos de su vida cotidiana. Esta relación entre pasado-presente re-
sulta importante para recuperar sus experiencias, en especial cuando
encuentran material arqueológico y poder así compartir sus saberes e
interpretaciones.
En el último día, los alumnos de 4°, 5° y 6° grado participaron
de la excavación arqueológica del sitio El Polear 1. Siempre con la
ayuda y supervisión de arqueólogos, esta vez no fueron sólo meros
espectadores, sino que plantearon cuadrículas, excavaron, zarandea-
ron y tuvieron una ligera aproximación al uso de GPS, Estación Total,
llenado de planillas, etc. Este trabajo, permitió que los niños pudieran
aprender nociones básicas del trabajo de campo arqueológico e inter-
cambiar y aportar experiencias y conocimientos con los estudiantes
universitarios, ya que el trabajo efectuado en conjunto potenció la re-
lación (Figura 4).

Figura 4: Participación de los alumnos de 4°, 5° y 6° grado en la excavación del sitio El Polear 1.

76 |
En tanto, los alumnos de 1°, 2° y 3° grado -que no asistieron
al sitio arqueológico- trabajaron en torno a la iconografía representa-
tiva de la zona. Mediante la confección de títeres, recrearon distintas
figuras como el jaguar y el sacrificador propio de la cultura Aguada.
A cada figura le asignaron un nombre que les resultaba familiar y le
dieron voz contando historias sobre su vida cotidiana, hablando sobre
lo que ellos saben de arqueología y que no compartirían sin la medi-
ación del títere. Así, mencionaron que cuando salen a caminar juntan
fragmentos cerámicos y que los guardan por colores. Sostienen que,
más allá que sus padres les dicen que no deben jugar con los tiestos
porque son muy antiguos y pueden romperse, ellos lo hacen igual, ya
que les divierte y consideran que son de su propiedad. Como podemos
observar, por primera vez detectamos un sentido de pertenencia por
parte de parte de la población local con los objetos arqueológicos.
Por lo general, en el discurso de la comunidad, al menos hacia no-
sotros, los restos arqueológicos forman parte de un pasado remoto, de
un mundo lejano, sin ninguna conexión cultural ni biológica con ellos.
Sin embargo, a través de esta actividad quedó expuesto, ya sea debido
a la protección que les brindan los adultos a los fragmentos cerámicos
para que no sean destruidos, así como en los niños que los recolectan
y los sienten como propios, que implícitamente existe una apropiación
al patrimonio, la cual generalmente no es demostrada explícitamente
a los visitantes.
Una vez finalizadas las actividades programadas, se les solicitó
que nos cuenten, a modo de encuestas individuales anónimas, sobre
qué les parecía el trabajo del arqueólogo, las actividades realizadas
junto a nosotros y qué les gustaría hacer en próximos encuentros. Las
encuestas, en su conjunto reflejaron un real interés en valorizar su pat-
rimonio, conocer más sobre él y sobre las personas que habitaron el
valle en el pasado.
Paralelamente, también se llevó a cabo una encuesta destinada a
indagar sobre la mirada que tiene el núcleo familiar de los niños con
respecto a la arqueología, al trabajo del arqueólogo y a la valorización
del patrimonio arqueológico. Por esta razón, el formulario con las
preguntas fue distribuida entre los niños, bajo la consigna de que sean
respondidas en sus casas junto a sus familias.

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 77


Las preguntas a responder fueron sólo tres y buscaban un primer
acceso al pensamiento de los padres sobre los tópicos trabajados con
los niños, tratando que este acercamiento no resultara invasivo. Se
preguntó ¿cuánto hace que viven en la zona?, ¿están de acuerdo en
que se generen acciones con el objeto de preservar y poner en valor
el patrimonio local?, y ¿cómo ven la intervención de arqueólogos en
la zona? Con respecto a la primera pregunta se logró establecer que
el 68,60%, de las familias viven en la zona hace más de treinta años
y que de ese total el 27,70% vive en Los Castillos hace más de cin-
cuenta años (Figura 5.A, Tabla 1). En cuanto al segundo interrogante,
se puso de manifiesto que un 77,20% de las familias están interesadas
en valorizar y conservar los sitios arqueológicos, contemplando la po-
sibilidad de trabajar mancomunadamente con arqueólogos para tratar
de implementar un circuito turístico o un museo y así generar recursos
económicos que les permitan mejorar su calidad de vida (Figura 5.B,
Tabla 1).

Figura 5: A) ¿Hace cuánto tiempo viven en la localidad?; B) ¿Es importante la conservación de


los sitios arqueológicos?; C) Apoyo al trabajo arqueológico y actividades de revalorización
del patrimonio.

En cuanto a la última pregunta, el 72,7% califica como positiva


la labor de los arqueólogos en el valle. Argumentan que es necesario
que los sitios sean exhibidos y conocidos por gente de otros lugares y
que se construyan espacios adecuados para su protección. Sostienen
que se debe trabajar en conjunto comunidad-arqueólogos, para cuidar
lo poco que queda y que no se lleven más antigüedades. En tanto, el
27,2% prefiere que los arqueólogos y sus prácticas no intervengan en
la zona, ya que no quieren que el lugar pierda la tranquilidad que goza
hoy en día (Figura 5.C, Tabla 1).
78 |
Pregunta Respuesta
Menos de 30 años en el lugar 7 (31,82%)
Entre 30 y 50 años en el lugar 9 (40,91%)
Más de 50 años en el lugar 6 (27,27%)
Le importa la conservación de los sitios arqueoló-
17 (77,27%)
gicos
No le importa la conservación de los sitios arqueo-
4 (18,18%)
lógicos
No responde 1 (4,55%)
Si apoyan el trabajo arqueológico 16 (72,73%)
No apoyan el trabajo arqueológico 6 (27,27%)
Total 22 (100%)

Tabla 1: Preguntas realizadas al núcleo familiar.

Para cerrar esta segunda etapa, se realizaron visitas a radios lo-


cales, como la de la localidad de Los Varela, donde se contó en qué
radican nuestras actividades, cuál es el manejo que le damos al ma-
terial arqueológico recuperado, etc. Finalmente, en la escuela de Los
Castillos, se llevó a cabo una charla con alumnos, maestros y padres,
donde el intercambio de ideas y pareceres sobre el patrimonio arqueo-
lógico local resultó sumamente enriquecedor, ya que se logró acceder
a propuestas por parte de la población local acerca de la relación pa-
trimonio.

Discusión y consideraciones finales


Los resultados obtenidos en estos dos años de trabajo pueden
ser tomados como el inicio de un nuevo ciclo para la arqueología en
el Valle de Ambato. Si bien aún estamos dando los primeros pasos, ya
hemos logrado recoger algunos frutos. Dentro de los logros alcanza-
dos, una gran parte son inherentes a nuestro equipo de investigación y
UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 79
a nuestra concepción de la disciplina en general. Por ejemplo, la for-
mación de nuevos profesionales ya va dejando su impronta de cambio.
En nuestro caso, la participación de estudiantes de grado de la Lic.
en Antropología, FFyH, UNC, en el equipo ha potenciado una nueva
forma de hacer y pensar la arqueología, algo similar a lo que sucede
en otros equipos de nuestra institución y del país. Evidentemente, la
arqueología hoy no es la misma que la que nos enseñaron durante
nuestras carreras de grado, ya que hoy no sólo centra su interés en el
estudio de las sociedades pasadas a través de sus restos materiales,
sino que es mucho más, ahora busca de ser inclusiva, participativa y
comprometida socialmente. Algunas de estas ideas, que en ocasiones
causaban resquemor en muchos de nosotros cuando cursábamos o dá-
bamos nuestros primeros pasos en la investigación, hoy se han natura-
lizado, incluso han trascendido concepciones tanto teóricas como me-
todológicas, haciendo impensable una arqueología que tenga puesta
la atención sólo en materiales y sociedades pasadas, sino que también
apuesta decididamente a las comunidades del presente y el futuro. Tal
como quedó expresado brevemente en este texto, si bien este cambio
se venía gestando en Ambato desde hace tiempo de forma gradual
y asistemática por parte de muchos arqueólogos, fue recién en estos
últimos años que las condiciones académicas, económicas, políticas
y sociales se conjugaron para producir el salto definitivo a esta nueva
forma de hacer arqueología.
Este nuevo panorama, trajo como efecto un mayor acercamiento
de los investigadores con la comunidad local, así los arqueólogos poco
a poco buscamos descentralizar nuestra figura en el medio académi-
co, que hasta entonces había sido hegemónica, y para incorporar de
voces que hasta entonces nunca habían tenido participación. Por otro
lado, fruto de esta proximidad con la gente del lugar pudimos acce-
der, a través de los más pequeños, al pensamiento que la gente tiene
sobre nosotros, sobre los restos arqueológicos, sobre la disciplina en
general, etc. Logramos advertir también, que un sector de la sociedad
comparte casi las mismas aspiraciones que nosotros. Sobre este as-
pecto, vale destacar el proyecto realizado por alumnos y maestras de
Los Castillos para la instancia departamental de la feria de ciencias
de 2015, denominado Rescatando la cultura Aguada. A través de una
encuesta efectuada por los estudiantes de la escuela de Los Castillos,
80 |
a los lugareños, llegaron a la conclusión que el 97% de los pobladores
de la localidad de La Aguada y Los Castillos, no distinguen ni conocen
a la cultura Aguada, que sólo el 2% la reconoce y difunde sus valores
y que al 1% no le interesa en absoluto la temática. La hipótesis que
sostienen es que esta situación se debe a que no hubo medios ni formas
de transmisión o de difusión entre generaciones que les permitieran
adoptar los conocimientos acerca de ella. Además, advirtieron que los
restos arqueológicos encontrados no despiertan interés ni son valora-
dos por su significado por los habitantes del lugar. Por estas razones,
se propusieron trabajar en la difusión de Aguada, mediante: la produc-
ción de folletos, volantes, etc., sobre diferentes aspectos de su modo
de vida; la creación de talleres con dictado de clases para los alumnos
y padres sobre cerámica, para mostrar, elaborar y trabajar la materia
prima (arcilla) que se encuentra en la localidad de La Aguada, con la
colaboración de personal especializado en el tema; y la realización de
charlas con arqueólogos para conocer más sobre la cultura que habita-
ba el departamento. Resulta claro que, quizás dicho con otras palabras,
las metas planteadas por ellos coinciden casi plenamente con las nues-
tras. Así, pretenden reafirmar la identidad cultural en los pobladores
de La Aguada y habitantes del departamento Ambato, destacar la im-
portancia de la comunicación generacional en los pobladores impar-
tiendo valores culturales provenientes de sus antepasados, despertar el
interés por las culturas pasadas e inculcar el respeto y admiración por
la identidad cultural.
Para concluir, podemos hacer un balance positivo de estos dos
años, ya que como lo expresamos más arriba, logramos acercarnos a la
población local, no solo mediante el trabajo con alumnos y maestros,
sino también a partir de visitas a radios, entrevistas con autoridades
locales, etc. Los estudiantes observaron que excavar con palas y picos
rompe el contexto y así resulta imposible avanzar sobre el conoci-
miento de las comunidades pasadas. En las actividades desarrolladas
lo dejan en claro al dibujar como son las herramientas de excavación
de un arqueólogo: el cucharín y el pincel. También, de la charla que
realizamos con los padres de los alumnos salió como conclusión que
si quisieran satisfacer las necesidades de sus hijos en un futuro, una
opción a largo plazo sería la puesta en valor de los sitios y es allí donde
los arqueólogos debemos profundizar y tender redes con los estamen-
UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 81
tos adecuados para lograr cumplimentarlo y de este modo posibilitar
una mejora desde lo económico en muchos pobladores. Asimismo, pu-
dimos acceder a piezas arqueológicas y relatos que hasta hace poco no
estaban a nuestra disposición y que son de gran valor para profundizar
el conocimiento de los aspectos económicos, políticos, sociales y cul-
turales de las sociedades Aguada que habitaron el valle entre los siglos
VI al XI d.C. En síntesis, sabemos que aún estamos lejos de lograr
los objetivos planteados, que nos falta mucho trabajo por hacer, pero
creemos que vamos encaminándonos, sin olvidar que la población lo-
cal constituye una pieza fundamental en nuestra labor y que debemos
seguir trabajando en conjunto en un nivel de igualdad donde nadie se
superponga sobre el resto. De este modo, juntos, podremos lograr ese
objetivo común por el cual trabajamos, rescatar la cultura Aguada del
olvido.
Córdoba, 24 de agosto de 2019

Agradecimientos
Agradecemos a Patricia, Elizabeth, Gustavo, los alumnos de la
escuela Escuela N° 370 Julio Argentino Roca y la comunidad de Los
Castillos. Los trabajos presentados en este artículo fueron financiados
con un subsidio de la Convocatoria Compromiso Social Universitario
de la Dirección Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado,
Secretaría de Políticas Universitarias. y el Proyecto de Unidad Ejecu-
tora “Proyecto integral de investigación, preservación y transferencia
del patrimonio, Instituto de Antropología de Córdoba, UNC-CONI-
CET”.

Bibliografía
Assandri, S. B. (2007). Procesos de complejización social y organi-
zación espacial en el Valle de Ambato, Catamarca, Argentina (Tesis
de Maestría en Arqueología). Universidad Internacional de Andalucía.
España. Recuperado de: http://www.unia.es/nuevo_inf_ academica/
visualizar_file_Adjunto.asp?ID=3237

82 |
Ballart Hernández, J. (1997). El patrimonio histórico y arqueológico:
valor y uso. Barcelona, España: Editorial Ariel.
Berger, P., & Luckmann, T. (1983). La construcción social de la rea-
lidad. Buenos Aires: Amorrortu.
Bonnin, M. (2000). Patrones de consumo de animales en el Valle de
Ambato, Catamarca. IV mesa Redonda La Cultura de la Aguada y su
dispersión, San Pedro de Atacama, Chile.
Dantas, M. (2010). Arqueología de los animales y procesos de dife-
renciación social en el valle de Ambato, Catamarca, Argentina (Tesis
Doctoral). Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba.
Espósito, G. (2009). De clasificaciones y categorizaciones: Los obje-
tos de metal del Valle de Ambato, Catamarca, 600 -1200 d. C. Oxford:
BAR Internacional Series.
Figueroa, G. G. (2010). Organización de la producción Agrícola en
contextos sociales no igualitarios: El caso del Valle de Ambato, Ca-
tamarca, entre los siglos VII y XI d.C. (Tesis Doctoral). Universidad
Nacional de Córdoba, Córdoba.
Garcia Canclini, N. (1999). Los usos sociales del Patrimonio Cultural.
En: E. Aguilar Criado (Ed.), Patrimonio Etnológico. Nuevas perspec-
tivas de estudio, pp. 16-33. España: Consejería de Cultura, Junta de
Andalucía.
Gnecco, C. (2009). Caminos de la Arqueología: de la violencia epis-
témica a la relacionalidad. Bol. Mus. Para. Emílio Goeldi, Ciências
Humanas, 4(1), pp. 15-26.
Heredia, O. (1998). Proyecto: investigaciones arqueológicas en la
región del Valle de Ambato (dto. Ambato, provincia de Catamarca).
Estudios, 10, pp. 71-82.
Hobsbawm, E., & Ranger, T. (Eds). (2003). The invention of tradition.
Reino Unido: Cambridge University Press.
Laguens, A. G. (2004). Arqueología de la diferenciación social en el
valle de Ambato, Catamarca, Argentina (s. II - VI d.C.): El actualismo
como metodología de análisis. Relaciones de la Sociedad Argentina
de Antropología, XXIX, pp. 137-161.
Laguens, A. G. (2006). Continuidad y ruptura en procesos de diferen-
ciación social en comunidades aldeanas del valle de Ambato, Cata-
marca, Argentina (s. IV-X d.C.). Chungara, Revista de Arqueología
Chilena, 38(2), pp. 211-222.

UNA ARQUEOLOGIA ENTRE TODOS | 83


Laguens, A. (2014). Cosas, personas y espacio social en el estudio
de la desigualdad social. La trama de las relaciones en una sociedad
diferenciada en la región andina de Argentina (s. VI a X d.C.). Revista
ARKEOGAZTE, 4, pp. 127-146.
Lahiri, N., Shepherd, N. Watkins, J., & Zimmerman, L. (2007). Diálo-
gos desde el sur/dialogos desde o sul. Foro Virtual: arqueología y
descolonización. Arqueología Suramericana/Arqueologia Sul-amer-
icana, 3(1), pp. 3-19.
Lander, E. (2000). Diálogos a través del Atlántico Sur: saberes he-
gemónicos y saberes alternativos. En Actas X Congreso Internacio-
nal de la Asociación Latinoamericana de Asia y África. Rio de Ja-
neiro, Brasil. Recuperado de: http://biblioteca.clacso.edu.ar//ar/libros/
aladaa/
Marconetto, M. B. (2008). Recursos forestales y el proceso de diferen-
ciación social en tiempos prehispánicos en el valle de Ambato, Cata-
marca, Argentina. Oxford: British Archaeological Reports- South
American Archaeology Series.
McGimsey, Ch. (1972). Public Archeology. New York: Seminar Press.
Pérez Gollán, J. A. & Heredia, O. R. (1975). Investigaciones arque-
ológicas en el departamento Ambato, Provincia de Catamarca. Rela-
ciones de la Sociedad Argentina de Antropología, IX (nueva serie),
pp. 59-68.
Prats, L. (2004). Antropología y patrimonio. Barcelona: Ariel Antro-
pología.
Salerno, V. (2012). Pensar la arqueología desde el sur. Complutum,
23(2), pp. 191-203. https://doi.org/10.5209/rev_CMPL.2012.v23.
n2.40885
Yapura, M.C., Moralejo, R. & Couso, M.G. (2009). La conservación
preventiva como estrategia de preservación: El Shincal de Quimivíl
como caso de estudio. 1er. Foro Virtual de Arqueología y Patrimonio.
Cuba Arqueológica, http://www.cubaarqueologica.org/forovirtual/po-
nencias.htm. (10/03/2014).

84 |

También podría gustarte