CONICET Digital Nro. A
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ISBN 978-950-692-170-5
Prólogo.............................................................................................. 11
Resumen
La arqueología del Valle de Ambato, Catamarca, Argentina,
cuenta con una larga trayectoria, solo detenida durante la última dic-
tadura militar. Los aportes logrados desde ese entonces fueron y son
aún profusos, generando, no sólo consensos, sino también profundos
debates acerca del modo de vida de las poblaciones Aguada que ha-
bitaron la zona entre los siglos VI al XI d.C. Sin embargo, si reali-
zamos un breve repaso sobre la historiografía de las investigaciones,
podemos advertir que dentro de las ausencias más destacadas se halla
la escasa participación por parte de la población local. Este hecho,
originó en muchos casos una profunda desconfianza hacia los arqueó-
logos y a la disciplina en general, generándose fantasías en torno a
los hallazgos realizados y distanciando cada vez más la relación entre
ambos actores. Precisamente, en el contexto nacional actual, iniciado
hace unas décadas atrás, se fueron dando las condiciones necesarias
Introducción
El noroeste argentino y la provincia de Catamarca, especialmen-
te, vienen sufriendo desde hace décadas el constante saqueo y dete-
rioro de piezas y estructuras arqueológicas. El Valle de Ambato no
es la excepción y constituye una de las zonas más afectadas por estas
prácticas. La ausencia de una política de control y prevención efectiva
por parte de las autoridades locales, la indiferencia de un sector de
la población del valle, así como la falta de una estrategia sistemática
de trabajo orientada hacia este problema por parte de la comunidad
arqueológica agudiza la problemática. Este contexto, generó y genera
una expoliación de magnitud de los restos arqueológicos, lo cual pue-
de observarse desde la desaparición y/o destrucción in situ de recin-
tos, terrazas de cultivos, canales de riego, etc., hasta la presencia de
materiales Aguada de Ambato en diferentes colecciones museísticas y
privadas de todo el mundo. El riesgo que conlleva esta situación mo-
vilizó a nuestro equipo a implementar un plan de trabajo a largo plazo
concatenado estrechamente con las tareas arqueológicas habituales
(prospecciones, relevamientos, excavaciones, etc.).
Nuestra propuesta, específicamente, reside en un programa de
conservación preventiva en Ambato, pero que el mismo no se caracte-
rice por ser complementario a las actividades arqueológicas, sino que
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ambos actúen en un mismo plano y con igual significancia. De este
modo, en una primera etapa, nos concentramos en trabajar en la loca-
lidad de Los Castillos, con alumnos y docentes de nivel inicial y pri-
mario. Se buscó avanzar sobre objetivos concretos como, por ejemplo,
estrechar la relación existente entre arqueólogos y pobladores locales,
intentar que las autoridades locales participen activamente de polí-
ticas orientadas a la protección patrimonial, generar la participación
y el compromiso de distintos sectores de la población en la temática
tratada y construir un conocimiento donde los saberes locales ocupen
un mismo plano de igualdad que los académicos. Bajo este contexto,
surge Una arqueología entre todos, proyecto que pretende continuar
mientras dure nuestro trabajo en el valle.
Caso de estudio
El Valle de Ambato, Catamarca, Argentina, se ubica al norte de
la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. La localidad de
Los Varela es la cabecera de distrito y cercana a ella, existen otros
pueblos como Los Talas, Los Castillos, La Aguadita, Chuchucarua-
na, El Bolsón, etc. Si bien existen varios colegios primarios, el sector
norte del valle sólo cuenta con una escuela secundaria, la cual se halla
situada en Los Varela.
Precisamente, en Los Castillos funciona la Escuela N° 370 Julio
Argentino Roca, una institución educativa pública estatal de nivel ini-
cial y primario, que se ubica en el centro de la localidad de Los Cas-
tillos, al frente de la plaza y del club deportivo. El Jardín de Infantes
cuenta con sólo un niño de cuatro años, mientras que los diez alumnos
de 1°, 2° y 3° grado comparten una misma aula, así como los catorce
estudiantes de 4°, 5° y 6° grado. En la institución trabajan dos docen-
tes de manera permanente, una de ellas es la directora de la escuela, a
los que se suman un profesor de educación física y una profesora de
tecnología, que concurren al establecimiento sólo determinados días
de la semana.
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Anualmente, alumnos y docentes realizan diversos trabajos, pro-
yectos y participan en numerosas jornadas educativas, no sólo dentro
de Catamarca, sino también en otras provincias. De este modo, los
alumnos primeramente realizan y exponen sus actividades localmente
en una instancia escolar, luego lo hacen a nivel departamental, para
finalmente llegar a una etapa provincial. Si son seleccionados en esta
última etapa, los trabajos participan de la Feria Nacional de Ciencias,
compitiendo con proyectos de otras instituciones del país. Los temas
presentados por docentes y alumnos de la escuela de Los Castillos,
son variados, pero usualmente sus trabajos ponen el acento en aspec-
tos relativos a la valorización de sus saberes y prácticas como, por
ejemplo, “Lanitas Ambateñas”; proyecto que desea rescatar las cos-
tumbres y cultura de su localidad mediante la recuperación y puesta en
valor del proceso artesanal de la lana como una fibra natural obtenida
de animales criados localmente.
La preocupación por parte de alumnos y docentes de Los Cas-
tillos, materializada en estos proyectos sobre el patrimonio, el pasado
y su puesta en valor, constituye una problemática que es comparti-
da desde hace largo tiempo por el equipo de investigación que tra-
baja en la zona norte del Valle de Ambato, en el marco del Proyecto
“Paisaje, materialidades y modos de vida, en el sector norte del Valle
de Ambato, Catamarca (siglos VI-XI d.C.)”, radicado en Instituto de
Antropología de Córdoba (IDACOR, CONICET-UNC) y el Museo
de Antropología (FFyH, UNC). Esta concordancia, posibilitó un fá-
cil acercamiento entre ambas partes y permitió implementar un plan
de trabajo conjunto donde todos participan e intercambian ideas, pro-
puestas, conocimientos, etc. en un plano igualitario, desatendiendo la
centralidad académica e incorporando conocimientos locales, tantas
veces marginados en nuestra disciplina.
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Actividades
• Primera etapa
Durante los meses de septiembre y agosto del año 2017, se lle-
vó a cabo el primer encuentro entre arqueólogos, docentes y alumnos
de la escuela de Los Castillos. El propósito central de esta visita fue
tratar de forjar lazos entre ambas partes, conocernos, intercambiar in-
quietudes, planificar actividades, contarles a los niños quienes éramos
y qué hacíamos, que nos cuenten como era su vida allí y cuáles eran
algunas de sus aspiraciones para el futuro, etc. De este modo, se rea-
lizaron actividades áulicas y extra-áulicas. En las primeras de ellas,
luego de las presentaciones de rigor entre ambos grupos y de una bre-
ve explicación del por qué de nuestra visita, se formaron grupos de
hasta cinco alumnos, se le asignaron consignas, consistentes en pala-
bras sueltas, debiendo escribir o dibujar las respuestas en cartulinas.
Términos como arqueología, arqueólogos, antiguos pobladores, vasi-
jas cerámicas, construcciones antiguas, patrimonio, Valle de Ambato,
etc., generaron un primer paso para explorar la percepción que los
niños poseen sobre estos tópicos. Las respuestas resultaron heterogé-
neas, dependiendo especialmente de la edad de los niños, siendo los de
más edad los que aportaron mayores precisiones. Sin embargo, la casi
todos estaban al tanto de lo que significaba cada término sobre el que
se indago. Quizás los temas que trajeron un poco de confusión fueron
patrimonio o cuando debieron explicar cómo trabaja un arqueólogo y
para qué. Finalizada esta actividad, donde los niños participaron con
gran entusiasmo, se realizó una puesta en común por grupo, donde
también intervinieron docentes de la escuela y arqueólogos de nuestro
equipo. Este ejercicio, puso a la luz consideraciones propias de los
niños, así como también la repetición de relatos familiares o comu-
nales, algunos de los cuales son muy antiguos pero que aún se hallan
vigentes en la sociedad. Esta labor, activada mediante una lluvia de
ideas, posibilitó, fundamentalmente, que ambas partes accedieran a
saberes que no eran conocidos por todos, interiorizándonos así cada
uno (niños y arqueólogos) sobre la presencia de sitios arqueológicos,
materiales, relatos, etc. que de una parte eran participes de un presen-
te común, pero que la otra ignoraba completamente. Además, pudo
• Segunda etapa
En octubre de 2018, se regresó al terreno, los trabajos en este
caso consistieron en la continuación de la excavación del sitio El Po-
lear 1 y las actividades con la escuela de Los Castillos. La diferencia
en esta oportunidad es que ahora tendríamos para trabajar con la co-
munidad escolar una semana y así darle mayor continuidad y profun-
didad al proyecto. Para alcanzar esta meta se elaboró una secuencia
de trabajo diaria que consistió en una agenda variada que se enfocaba
en objetivos concretos, a partir de atractivas actividades acordes a los
niños de esta franja etaria. A continuación, se detallan algunas de ellas.
Primeramente, se trató de recuperar lo más importante que se
había trabajado el año anterior. Se expuso una síntesis muy didáctica
de los objetivos, técnicas y métodos con los cuales los arqueólogos
realizan sus trabajos de campo. Se exhibieron videos del año ante-
rior, cuando algunos de ellos habían visitado El Polear 1 y donde in-
teractuaron con miembros del equipo, alumnos de nivel medio de la
escuela Pozo Mistol N° 83 y futuros profesores de historia. También,
se conversó con los alumnos y docentes sobre lo que habían estudiado
curricularmente acerca de los pueblos originarios y sobre su propio
pasado. Durante este encuentro, las docentes exhibieron lo enseñado
sobre las sociedades prehispánicas a lo largo del año con distintos afi-
ches y láminas que se hallaban colocados en los pasillos de la escuela.
Curricularmente, los niños de 4°, 5° y 6° grado estudian sobre los
pueblos originarios de Argentina y por ello reconocían muchos ele-
mentos estudiados que paulatinamente lo identificaron como propios
de la localidad, tales como morteros, conanas, hachas o fragmentos de
cerámica.
En otro encuentro, se trabajó con fotografías satelitales donde
los niños pudieron reconocer diferentes espacios del Valle de Ambato
y especialmente de la localidad de Los Castillos, como por ejemplo la
escuela, la plaza, la cancha de futbol, el sitio arqueológico El Polear 1
y hasta sus propias viviendas (Figura 3).
Figura 2: Visita de alumnos y docentes de la escuela de Los Castillos a el sitio El Polear 1, año
2017.
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Figura 3: Alumnos trabajando con fotografías satelitales.
Figura 4: Participación de los alumnos de 4°, 5° y 6° grado en la excavación del sitio El Polear 1.
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En tanto, los alumnos de 1°, 2° y 3° grado -que no asistieron
al sitio arqueológico- trabajaron en torno a la iconografía representa-
tiva de la zona. Mediante la confección de títeres, recrearon distintas
figuras como el jaguar y el sacrificador propio de la cultura Aguada.
A cada figura le asignaron un nombre que les resultaba familiar y le
dieron voz contando historias sobre su vida cotidiana, hablando sobre
lo que ellos saben de arqueología y que no compartirían sin la medi-
ación del títere. Así, mencionaron que cuando salen a caminar juntan
fragmentos cerámicos y que los guardan por colores. Sostienen que,
más allá que sus padres les dicen que no deben jugar con los tiestos
porque son muy antiguos y pueden romperse, ellos lo hacen igual, ya
que les divierte y consideran que son de su propiedad. Como podemos
observar, por primera vez detectamos un sentido de pertenencia por
parte de parte de la población local con los objetos arqueológicos.
Por lo general, en el discurso de la comunidad, al menos hacia no-
sotros, los restos arqueológicos forman parte de un pasado remoto, de
un mundo lejano, sin ninguna conexión cultural ni biológica con ellos.
Sin embargo, a través de esta actividad quedó expuesto, ya sea debido
a la protección que les brindan los adultos a los fragmentos cerámicos
para que no sean destruidos, así como en los niños que los recolectan
y los sienten como propios, que implícitamente existe una apropiación
al patrimonio, la cual generalmente no es demostrada explícitamente
a los visitantes.
Una vez finalizadas las actividades programadas, se les solicitó
que nos cuenten, a modo de encuestas individuales anónimas, sobre
qué les parecía el trabajo del arqueólogo, las actividades realizadas
junto a nosotros y qué les gustaría hacer en próximos encuentros. Las
encuestas, en su conjunto reflejaron un real interés en valorizar su pat-
rimonio, conocer más sobre él y sobre las personas que habitaron el
valle en el pasado.
Paralelamente, también se llevó a cabo una encuesta destinada a
indagar sobre la mirada que tiene el núcleo familiar de los niños con
respecto a la arqueología, al trabajo del arqueólogo y a la valorización
del patrimonio arqueológico. Por esta razón, el formulario con las
preguntas fue distribuida entre los niños, bajo la consigna de que sean
respondidas en sus casas junto a sus familias.
Agradecimientos
Agradecemos a Patricia, Elizabeth, Gustavo, los alumnos de la
escuela Escuela N° 370 Julio Argentino Roca y la comunidad de Los
Castillos. Los trabajos presentados en este artículo fueron financiados
con un subsidio de la Convocatoria Compromiso Social Universitario
de la Dirección Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado,
Secretaría de Políticas Universitarias. y el Proyecto de Unidad Ejecu-
tora “Proyecto integral de investigación, preservación y transferencia
del patrimonio, Instituto de Antropología de Córdoba, UNC-CONI-
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