Historia de España.

2º Bachillerato 7- El siglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración

LAS RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA:

7. El siglo XVIII: el reformismo borbónico y la Ilustración

Árbol genealógico de los Borbones en el siglo XVIII

El siglo XVIII fue una etapa de transición entre el Antiguo Régimen y la época contemporánea.. El siglo
XVIII se corresponde con un ciclo de recuperación demográfica y económica que contrasta con la
crisis producida en la centuria anterior. La llegada de los Borbones significó la implantación del
absolutismo y la reforma del Estado en aras de una mayor uniformización.

En el ámbito de la cultura y pensamiento aparece la Ilustración que con sus planteamientos dará
paso las grandes transformaciones liberales del siglo XIX.

1. Felipe V (1700-1746).

1.1La Guerra de Sucesión a la Corona Española (1701*-1713).

Al morir sin descendencia Carlos II, último monarca de los Austrias, estalló la guerra entre dos
candidatos Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV, un Borbón) y un Habsburgo el archiduque Carlos. Esta
guerra supuso una guerra internacional por el enfrentamiento de Francia contra Gran Bretaña, Austria,
Provincias Unidas, Prusia, Saboya y Portugal y una guerra civil, puesto que en España había
partidarios de ambos candidatos, en general en Castilla apoyaba a Felipe y la corona de Aragón al
archiduque Carlos.

La guerra acabó a raíz de la elección del archiduque Carlos de Austria como emperador de Alemania y
el miedo a un bloque hispanoalemán, Inglaterra presionó para firmar el Tratado de Utrecht (1713*),
Felipe fue reconocido rey de España ( Felipe V).Pero se perdían los dominios de la monarquía española
en Europa: Países Bajos, Milán y Nápoles pasaban a Austria. Por otro lado, Gibraltar (ocupado en
1704*) y la isla de Menorca (ocupada en 1708) pasaban a Inglaterra, que obtuvo además ventajas
comerciales en América.

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1.2. Política centralizadora de los Borbones: Decretos de Nueva Planta

Con el desarrollo de la contienda Felipe de Anjou el 29 de junio de 1707 se firman los Decretos de
Nueva Planta, paso importante la unificación jurídica e institucional; en 1707 en Valencia y Aragón,
en Mallorca en 1715 y en 1716* en Cataluña. A través de ellos se suprimieron los fueros y las
instituciones de los reinos de la Corona de Aragón, que pasaron a ser gobernados por el sistema
político-administrativo de Castilla. De esta manera, todo el territorio de la monarquía española pasaba a
tener un sistema de gobierno uniforme, con la sola excepción de Navarra y el País Vasco, que por su
apoyo a Felipe V en la guerra pudieron conservar sus fueros.

En la administración central se fue marginando el sistema polisinodial de los Austrias a favor de las
secretarias de Estado y de Despacho (Estado, Gracia y Justicia, Guerra y Marina e Indias,
coordinados por el de Hacienda), al frente de ellas un secretario nombrado por el rey; y la reducción de
los consejos (desaparecen los de Aragón, Italia y Flandes, y el resto, excepto el de Castilla, perdieron
peso político). Estas secretarías son los antecedentes de los actuales ministerios.

La administración territorial se caracterizó por la extensión de las Audiencias a la Corona de Aragón,

presididas por un capitán general y con funciones de justicia y gobierno. Se suprime todos los
virreinatos y la división en reinos y el país se dividirá en provincias (intendencias), dirigidas por un
intendente representante del poder real.

Las Cortes de la Corona de Aragón desaparecen, las de Castilla no se reúnen prácticamente pero
acudirán (cuando se reúnan) representantes de todos esos territorios, transformándose así en Cortes
Generales de todo el Reino, y las leyes ya no saldrán de las Cortes sino exclusivamente de la mano del
rey.

Pero los Decretos de Nueva Planta van más allá de la centralización, inspirado por las ideas de la
Ilustración, se van a poner en marcha toda una serie de reformas tendentes a racionalizar el
funcionamiento del Estado, modernizándolo en todos sus aspectos. De destacar es la reforma de la
Hacienda. Por la que se obligó a contribuir también a los territorios de la Corona de Aragón. Para
racionalizar y actualizar los tributos en función de los recursos se puso en marcha la elaboración de un
catastro de El ejército también sufrió una reforma importante, se pasa de la división en tercios típica
de los Austrias, a la división en cuerpos y brigadas, copiados del modelo francés. También se puso
mucho empeño en la reforma de la Armada y la construcción de una flota importante.

En política exterior Felipe V se orientó a recuperar las antiguas posesiones españolas de Italia por el
tratado de Utrecht (Sicilia, Nápoles, etc.), para ello firmó con Francia los Pactos de Familia (eran
tratados de defensa y ayuda mutua), el primero en 1733*.

2. Fernando VI (1746-1759)

Su reinado fue un paréntesis de paz, fruto de su política de neutralidad en los conflictos europeos. Se
firmó con la Iglesia el Concordato. Se hizo el Catastro de Ensenada (1749*). Consistía en sustituir los
múltiples impuestos por una única contribución. Para establecer la cuantía correspondiente a cada
súbdito previamente era necesario efectuar un recuento detallado de los bienes de cada pueblo para
que los impuestos fueran equitativos y respondieran al grado de riqueza de las poblaciones.

También se restauró la potencia naval española, que se convirtió en la tercera más importante de
Europa por detrás solo de Inglaterra y de Francia.

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3. Carlos III (1759*-1788)

En política exterior, volvió a la política de intervención

militar en los conflictos europeos, al lado de Francia firmando
el Tercer pacto de Familia. Apoyo España a los insurrectos en
la Guerra de la Independencia de las colonias inglesas que
supuso para España la recuperación de Menorca

En política interior hay que destacar Motín de

Esquilache, 1766*. Cuando Carlos III se convierte en rey de
España trae consigo a ministros italianos, entre ellos a
Esquilache, que protagonizó un amplio programa de reformas.
En la villa de Madrid, entonces sucia y pestilente, introdujo
reformas urbanísticas propias de una población moderna.
Aprobó la libertad de comercio de granos que produjo
elevación del precio del pan unido a un año de malas
cosechas. El detonante fue otra medida, muy impopular, como
la de cambiar la forma de vestir, con sombreros anchos y
capas largas. Se pensaba que el vestir así servía para
encubrir a los malhechores. El pueblo de Madrid se rebeló contra el ministro y sus decretos (1766). Días
después también ocurrían incidentes en otras poblaciones castellanas. El monarca dio marcha atrás
destituyendo a Esquilache. Se pensaba que no había sido espontáneo sino más bien promovido o
instigado. Se abrió una investigación llegándose a la conclusión de que los instigadores de la revuelta
habían sido los jesuitas (fueron expulsados 1767*).

Tras la caída de Esquilache, el conde de Aranda se convierte en el gobernante más influyente. Entre
las medidas de su etapa de gobierno está la repoblación de territorios despoblados, así se crearon las
Nuevas Poblaciones de Sierra Morena (La Carolina) en Andalucía. También se creó el Banco de San
Carlos (origen del actual Banco de España) 1782*,

Para activar el comercio exterior, se amplió libertad de comercio con América, medida de la que se
habla más adelante.

4. La población y la economía.

En el siglo XVIII se produce en España un crecimiento de la población, se pasó de 7 a 11millones

de habitantes, siendo mayor el crecimiento en la periferia (Galicia, Asturias, País Vasco, Cataluña,
Valencia, Alicante y Andalucía) que en el interior.

Los monarcas y sus ministros ilustrados se propusieron reformas para mejorar la agricultura.. Pero
el modelo de propiedad de la tierra no se atrevieron a tocarlo. La tierra seguía en manos de la Iglesia,
de la nobleza y de los ayuntamientos, y, jurídicamente, se encontraba amortizada o vinculada, con lo
que la tierra no se podía poner a la venta por sus titulares. También se mantenía la institución del
mayorazgo por la que la herencia era trasmitida a un solo heredero, sin posibilidad de venta o división
de los bienes sujetos al mayorazgo.

En la industria hubo novedades. Los monarcas crearon manufacturas reales (paños, cristales) en
las que el Estado se convertía en empresario, aportando los capitales necesarios. Al lado, en toda

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Castilla, seguía la industria textil lanera, muy extendida por todos los lugares y trabajada en talleres
gremiales. En la primera se desarrolló la industria de la seda.

5. La América española en el siglo XVIII.

El siglo XVIII fue una etapa de prosperidad para el Imperio español. La población de la América
española aumentó en torno al 50%.

El monopolio comercial que tenía Sevilla lo perdió, en 1717, al trasladarse la Casa de

Contratación a Cádiz. Más importantes fueron los decretos, con Carlos III, que acababan con el
monopolio comercial en Cádiz y establecían la libertad de comercio (1765 y 1778) de los puertos
españoles con América. Con lo cual aumento el comercio con América pero España no podía
abastecerlo y la mayoría de las manufacturas eran extranjeras.

En otro orden de cosas, la expulsión de los jesuitas fue un duro golpe para las misiones (las
“reducciones”) de Paraguay. En California, el esfuerzo de los jesuitas fue seguido por los franciscanos.

La cultura se vio estimulada con la creación de universidades (Santiago de Chile, La Habana y Quito), el
auge de las imprentas y de la prensa y las expediciones científicas, como la de Jorge Juan y Antonio de
Ulloa, que exploró el Perú y que consiguió la medición de un arco de meridiano (1736-1744).

6. La Ilustración en España

El siglo XVIII ha sido llamado el siglo de la Razón o de las Luces. La Ilustración es un movimiento
filosófico y cultural que surgió en Inglaterra y las Provincias Unidas a finales del siglo XVII, que se
extiende por Europa y América, pero fue Francia su centro difusor sobre todo a través de la
Enciclopedia. Basado en el racionalismo, utilitarismo, defensa de la educación, difusión de las ideas
científicas fundamentadas en la experiencia y crítico con las religiones revelada; en lo político tienen
que haber división de poderes... Sus ideas procedían de las aportaciones de diversos autores: Locke,
Montesquieu, Rousseau.

La Ilustración española fue más tardía que la del resto de Europa (comenzó a mediados del siglo
XVIII) y su implantación más minoritaria. Suele relacionarse su mayor apogeo con el reinado de Carlos
III (1759 – 1788 que se rodeó de ministros y consejeros reformistas como el conde de Aranda, el conde
de Floridablanca y sobretodo, Campomanes: la política de este monarca, ejemplo de despotismo
ilustrado.

Durante esta etapa se desarrollaron las Sociedades Económicas de Amigos del País que animaban
al desarrollo de las reformas en la agricultura, la industria y el comercio. Organizaban actividades
encaminadas a difundir las nuevas teorías económicas y técnicas.

Los reyes gobernaban a través del despotismo ilustrado, es decir, seguían teniendo el mismo poder
que en épocas anteriores (es un déspota, un rey con poderes absolutos) pero ahora su máxima
preocupación es el progreso y el bienestar de sus súbditos, pero sin preguntarles a ellos, el pueblo es
menor de edad desde el punto de vista político, esto se resumen en la famosa frase de todo para el
pueblo pero sin el pueblo.

De la Ilustración parte todo el pensamiento moderno, la idea de razón, de crítica contra todo y, en
parte, también la idea de democracia, parlamento, división de poderes... estas ideas ilustradas
triunfarían con la Revolución Francesa y el liberalismo.

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