Ley de Alquilinato
Ley de Alquilinato
Ley de Alquilinato
UTH
Asignatura:
Civil V
Catedrático:
Alumna:
Tema:
Ley de Inquilinato
Nuestro Estado reconoce la función social de la propiedad privada y, en tal virtud, se declara
de interés público el arrendamiento de viviendas y de locales urbanos y sub-urbanos que
regula la presente Ley. Y Los derechos otorgados a los inquilinos por esta Ley son
irrenunciables en consecuencia, serán nulas las disposiciones contractuales o de cualquier
otra índole que los supriman, contraríen, restrinjan o disminuyan. Sin embargo, son
renunciables los derechos que correspondan al arrendador con respecto al inquilino o
arrendatario, sea que se trate del propietario del Inmueble o del Sub-Arrendador.
En los casos no previstos por esta Ley. las controversias se resolverán aplicando las
disposiciones del Código Civil, la costumbre y equidad, el Código de Procedimientos Civiles
y los principios generales del derecho
Tomando en cuenta que las relaciones entre empresarios de hoteles, hospedajes o similares,
y los usuarios de dichos servicios, no estarán sometidos a la presente ley, sino que se
normarán por un régimen especial. Tampoco no se aplicará a viviendas o locales amueblados,
reputándose como los que comprendan en el arrendamiento o el sub-arrendamiento
mobiliario con valor mayor de mil quinientos lempiras.
Se prohíbe aumentar la renta de las viviendas o locales, debiendo mantenerse como máximo
el alquiler que hubiere estado pagando el arrendatario, el arrendador no podrá exigir al
inquilino la desocupación del inmueble por causales no autorizadas, ni coaccionar de
cualquier otra manera ilegal para que desocupe el bien, todos aquellos alquileres con la
vigencia de la presente ley, solamente podrán aumentarse cuando el propietario del bien raíz
hubiere efectuado nuevas construcciones, ampliaciones o mejoras de importancia. Será libre
la contratación del alquiler de las viviendas o locales cuando el valor real y total de inmueble
en que estén comprendidas exceda de cuarenta mil lempiras, exceptuando de esta disposición
los mesones o cuarterías, todo inquilino no conforme con el importe de la renta que le
correspondiere pagar de acuerdo con la presente ley según los artículo 8 y 9 y tendrá derecho
a promover las diligencias correspondientes a fin de que dicha renta sea rebajada y que se
aplique a la vivienda o local que el inquilino ocuparé, solicitando por escrito al Juzgado de
Inquilinato en la Capital o los tribunales competentes en los Departamentos de la República.
Dicha rebaja podrá obtenerse de una forma conciliatoria ante el Juez o por resolución judicial
mediante la aplicación de un avalúo o reevalúo de los bienes arrendados, siendo esto
efectuado por peritos designados por el juez competente debiendo recaer su nombramiento
en personas calificadas propuestas por una dependencia estatal o municipal cuyos servicios
serán prestados gratuitamente.
Todos los contratos de arrendamiento o subarrendamiento que se celebre deberá constar por
escrito, expresar el nombre y generales del arrendador y del arrendatario, los datos necesarios
para la identificación del inmueble arrendado, la renta, la forma de su pago y todas las
modalidades del convenio. Al no haber contrato escrito de arrendamiento o de
subarrendamiento celebrado, será imputable a un mes de renta, todos aquellos que no se
formalicen en escritura pública, deberán redactarse por triplicado, destinándose el original
para el arrendador, una copia para el inquilino y otra para el juzgado competente. El
arrendador queda estrictamente obligado a extender y entregar en el acto del pago al inquilino
un recibo firmado por cada mensualidad de alquiler que perciba.
No tendrán validez algunos pagarés, letras de cambio, o cualquier otro documento similar,
firmado o aceptado por el inquilino o miembros de su familia que conviven con él, en favor
del arrendador o persona designada por éste, si se acreditare que tal documento constituye un
medio para burlar la renta legalmente fijada Los contratos de subarrendamiento se rige por
las mismas disposiciones de la presente ley, y quien quisiera subarrendar partes de un
inmueble no podrá percibir, en total, por aquel concepto, más del veinte por ciento del
alquiler que deba pagar al arrendador, incluyendo el alquiler correspondiente a la viviendo o
local.
Cualquier acto o medida coactiva que el arrendador ejecute para obligar al inquilino a la
Los arriendos de casas destinadas a alquileres por piezas separadas con servicios comunes,
conocidos con el nombre de mesones o cuartería, quedará sujeto, en lo pertinente, a las
disposiciones especiales comprendidas en la presente ley.
6) La designación por parte del inquilino de la persona que representará al grupo familiar en
los casos contemplados en el artículo 43 de esta Ley; y,
El contrato será firmado por los otorgantes y si alguno de ellos no supiere o no pudiere firmar,
estampara su huella digital. Este contrato de arrendamiento del mesón como de alquiler
normal se otorgará por triplicado, debiendo quedar el original en poder del arrendador, una
copia para el inquilino y otra será remitida por el arrendador al juzgado competente, de igual
manera el arrendador extenderá el recibo de todo pago que realice el inquilino, si se negare
de extender recibo en la forma prescrita, el inquilino se abstendrá de verificar el pago,
debiendo depositar la renta adeudado en el juzgado correspondiente en cuyo caso dicha
autoridad extenderá el recibo y anotara el pago en un libro de depósitos de alquileres,
haciendo mención del número de asiento en el reverso del ejemplar del contrato de
arrendamiento que posea el inquilino.
1) Por mora en el pago de la renta, entendiéndose que incurre en mora el inquilino que no
paga la renta o no la deposita donde corresponde, dentro de los ocho días siguientes al de la
fecha del vencimiento de dos mensualidades;
4) Por destrucción parcial, que haga inhabitable el inmueble o parte importante del mismo;
7) Cuando vaya a construirse en el inmueble una nueva edificación, siempre que el dueño
acompañe los planos aprobados por el Consejo de Distrito o Municipalidad, o el permiso de
construcción respectiva cuando aquellos no fuesen requeridos, y que justifique además que
cuenta con los recursos necesarios para emprender la obra a más tardar dentro de los dos
meses.
8) Cuando deban efectuarse reparaciones necesarias que no puedan diferirse sin perjuicio del
arrendador o peligro del inquilino y siempre que sea indispensable la desocupación total del
Tales informes deben puntualizar si las reparaciones son necesarias a los fines indicados y si
para ejecutarlas es necesario que el inquilino desocupe. El arrendatario tendrá derecho a
ocupar nuevamente el inmueble cuando se haya promovido una nueva graduación de la renta,
de conformidad con las prescripciones de esta Ley, concediéndose para lo último el término