T-443-20 Derecho A La Igualdad.
T-443-20 Derecho A La Igualdad.
T-443-20 Derecho A La Igualdad.
IDENTIDAD DE GENERO-Definición
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Referencia: Expediente T-7.793.605
Magistrado Sustanciador:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
Hechos
3
transición no sentía comodidad, en ningún aspecto de mi vida, lo que me
llevó a sentir que no encajaba. En ese momento aún me encontraba en un
proceso conmigo mismo y es por esto que no pude expresar realmente lo
que sentía y las personas tampoco sabían cómo acercarse a mí”2.
(ii) La institución educativa realizaba eventos en los que solo era posible
asistir portando el uniforme de gala. Esto implicó su ausencia inicial en el
aula de clases durante su transición como hombre trans. Aseveró que “no
me sentía cómodo por tanto (sic) dicho uniforme… Después de haber
estudiado un mes, decidí volver a dejar el colegio porque constantemente
me sentía triste asistiendo al colegio (sic), aun sentía que no encajaba del
todo, a pesar de que tenía compañeros que intentaban acercarse a mí”3.
b) Sobre los tratos que ha recibido de manera reiterada por varios profesores y
directivas de la institución educativa con posterioridad a su transición relató lo
siguiente:
4
“Con el fin de garantizar la tranquilidad y salud emocional del
estudiante, la institución ha dispuesto de un espacio alejado de las aulas
de clase en el cual José Manuel se encontrará con los maestros.
Esperemos que el educando evite ingresar a zonas del colegio que
puedan ocasionarle situaciones incómodas o que puedan alterar su
emocionalidad. En este mismo sentido, el estudiante no deberá asistir a
actividades de tipo comunitario o colectivo, con el fin de que no se
exacerbe su pánico al entorno escolar”6.
“(…) recibí la primera clase hasta las 9:15 que iniciaba el descanso. En
el descanso pedí a la psicóloga ANA LISA ISAZA que era la que se
encontraba garantizando el cumplimiento del acuerdo y de mi
estabilidad emocional, para que me dejara salir al descanso y poder
hablar con mi hermano y amigos, y me respondió que no me podía dejar
salir del salón por órdenes de la rectora. Le pedí que por favor llamara
a la rectora y cuando la rectora llegó, le comenté que quería salir, me
respondió que en el derecho de petición yo había pedido estar aislado,
sin embargo, lo que yo quería con la petición era no estar en la
institución por el mal trato que me daban los directivos (sic)”7.
Trámite Procesal
5
1.1 Respuesta de las accionadas
Aseguró que cuando la profesora Diana Escobar lo reprendió por el uso del
uniforme el joven aún se encontraba en proceso de transición por lo tanto ni
“la profesora Diana Escobar ni ningún miembro de la institución educativa
podía saber algo que el joven no había expresado”13. Igualmente, precisó que
jamás se dio algún altercado con el profesor Javier Bahena y que en las únicas
dos ocasiones en las cuales se le llamó por su nombre anterior se realizaron los
respectivos actos de intervención por parte de las directivas del plantel
educativo.
6
Posteriormente, recibió una queja presentada por el joven en contra de la
rectora, el coordinador académico, el coordinador de convivencia y el profesor
Javier Bahena, la cual fue remitida por competencia a la Oficina de Control
Interno Disciplinario de la Administración Municipal de Sabaneta. Además, el
21 de octubre de 2019 realizó acompañamiento junto a la Secretaría de
Educación del Municipio de Sabaneta en la reunión sostenida entre el colegio
y el accionante, en la que se acordó el plan de trabajo a seguir por el
estudiante para culminar su año escolar.
16 Intervención presentada por la directora del Consultorio Jurídico el 6 de noviembre de 2019. Primer
cuaderno, folios 119 a 132.
17 Primer cuaderno, folio 127.
18 Intervención presentada por la Secretaría de Educación y Cultura del Municipio de Sabaneta el 6 de
noviembre de 2019. Primer cuaderno, folios 134 a 140.
19 Para entonces, el 6 de noviembre de 2019. Primer cuaderno folio 134.
20 Primer cuaderno, folios 141 a 153.
7
no es posible acceder a tal pedimento por cuanto se trata de “un acuerdo que
goza de plena validez y que estudiando (sic) a fondo por la judicatura se
desprende que el mismo es no solo garantista sino que se ciñe no solo a las
necesidades sino deseos del actor”21.
15. Las pruebas que obran en el expediente son las que se relacionan a
continuación.
(ix) Copia de la escritura pública No. 1323 de la Notaría Novena del Círculo
de Medellín de cambio de nombre y corrección por modificación de
componente sexo en registro civil de nacimiento de María José Echeverri
Rodríguez a José Manuel Echeverri Rodríguez30.
8
cambio de nombre y corrección por modificación del componente sexo en
todos los documentos oficiales y registros que reposan en la educación
educativa de María José Echeverri Rodríguez a José Manuel Echeverri
Rodríguez31.
9
Comité Nacional de Convivencia Escolar en el desarrollo de protocolos para
el ejercicio de los derechos humanos, en particular el derecho a la identidad de
género, así como, información sobre orientaciones pedagógicas para prestar
un acompañamiento a los estudiantes que están en un proceso de cambio en
relación con su identidad de género en cumplimiento de la Ley 1620 de 2013
y el Decreto 1965 de 2015.
II. CONSIDERACIONES
Competencia
10
Asumido el asunto, el juez de primera instancia negó la protección de los
derechos fundamentales invocados. El fallador consideró que no se había
allegado material probatorio suficiente que permitiese establecer la ocurrencia
de actuaciones discriminatorias por parte de la institución educativa. Además,
advirtió que el plan de trabajo se trataba de un acuerdo válido entre las partes
que no vulneraba ningún derecho fundamental.
11
familiar”42. Por tanto, guarda una fuerte conexión con el libre desarrollo de la
personalidad, la autonomía y la identidad personal.
Por ende, este Tribunal ha determinado que la dignidad humana equivale: “(i)
al merecimiento de un trato especial que tiene toda persona por el hecho de
ser tal; y (ii) a la facultad que tiene toda persona de exigir de los demás un
trato acorde con su condición humana. Por tanto, la dignidad humana se
erige como un derecho de eficacia directa, cuyo reconocimiento general
compromete el fundamento político del Estado”43.
12
10. Bajo esta línea nace el derecho a tener una identidad de género48. Éste ha
sido delimitado por la jurisprudencia como “la vivencia interna e individual
del género tal como cada persona la experimenta profundamente, la cual
podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento,
incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que podría involucrar la
modificación de la apariencia o la función corporal a través de técnicas
médicas, quirúrgicas o de otra índole, siempre que la misma sea libremente
escogida) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de
hablar y los modales”49.
La biología con el término del sexo, fusionó por un largo periodo el sexo, con
la orientación sexual y el género, como parámetros indivisibles e
intrínsecamente ligados a los órganos sexuales humanos52, dentro de los que
no se aceptaban realidades que cuestionaran el binario hombre-mujer. A partir
de estas categorías, se han fundado discursos que han dividido a las personas
en diferentes grupos nivelados en distintas posiciones de poder, así como otros
grupos que han sido totalmente silenciado e ignorado a otros. El efecto
inmediato de estas dinámicas es precisamente la representación y construcción
de los sujetos. No obstante, en la actualidad53 se ha empezado a reevaluar la
sujeción de estos términos. Por ejemplo, ahora el concepto de género hace
alusión a “las identidades, las funciones y los atributos construidos
socialmente de la mujer y el hombre y al significado social y cultural que se
atribuye a esas diferencias biológicas”54.
13
12. En línea con lo expuesto la Oficina Regional para América del Sur del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
-ACNUDH- en el documento “Orientación sexual e identidad de género en el
derecho internacional de los derechos humanos” dio significado a estos
conceptos y determinó su implicación en la garantía de los derechos humanos
de las personas LGBTI.
“De ahí que la discusión del género no termina con el sexo asignado,
sino que es una compleja interrelación entre tres ejes: i) el cuerpo de
cada persona, su experiencia con este, cómo la sociedad le asigna
géneros a los cuerpos con base en los órganos reproductivos y cómo esta
interactúa entre sí con base en los cuerpos; ii)[la] identidad, que
comprende la concepción interna y el sentimiento de cada individuo de
sentirse como hombre o mujer, en el sentido de una armonía interior
entre quienes internamente sienten y saben que es cada uno; y iii)
Finalmente, la manifestación o expresión, que consiste en la forma en
que cada individuo presenta su género al mundo, a la sociedad,
culturalmente, en su comunidad o en su familia, así como la manera que
interactúa con su propio género y lo va moldeando con el paso de los
años, en un proceso de constante desarrollo”57.
14
diferir entre las distintas representaciones culturales y contextos de los grupos
sociales. Asimismo, se transforman continuamente a partir de la experiencia
individual y de la forma en que cada ciudadano se apropia de su sexualidad.
Por lo tanto, su significación fluctúa constantemente ante la posibilidad de ser
revaluadas a partir de la experiencia personal y del discurso aceptado por el
colectivo social58.
En el caso de las personas trans, al salirse del patrón normativo cisgénero que
rige la sociedad actual, se adaptan al binario hombre-mujer desde la alteridad,
que se materializa no como una contraposición del binario sino como una
simbiosis. En esa medida, el reconocimiento de su autonomía identitaria se
predica de vital relevancia, teniendo en cuenta las garantías que la
Constitución reconoce a la individualidad de cada persona como es, con sus
rasgos, características y diferencias específicas en tanto que son esas
manifestaciones diversas las que distingue a cada sujeto de la especie humana
en relación intrínseca con los derechos a la dignidad humana y al libre
desarrollo de la personalidad60.
16. Este Tribunal ha reconocido que las personas trans pertenecen al sector
LGBTI que ha padecido mayor discriminación y exclusión social y, por ende,
requieren mayor atención por parte del Estado61. En tal medida, “la censura de
las expresiones de la identidad de género impacta un amplio abanico de
prerrogativas y su protección ha evolucionado a través de la jurisprudencia
constitucional”62.
15
libertad en la autodeterminación del cuerpo y la identidad. Tercero, el deber
ciudadano de respeto, reconocimiento e inclusión de la diversidad humana y
del pluralismo sociocultural.
16
autonomía individual que le permite adoptar sin coacciones ajenas, los
proyectos de vida que considere pertinentes siempre y cuando con ellos no se
vulnere el orden jurídico y los derechos de los demás”67.
67 Ibídem.
68 Sentencia C-109 de 1995.
17
reconocerse como tal. Se trata de un derecho fundamental inherente a
todas las personas por el solo hecho de su existencia”69
Por tanto, en los eventos en que las personas inician procesos de reafirmación
de su identidad de género son libres para tomar cualquier tipo de decisión
respecto de su nombre. Puede ser que en el marco de una transición de
identidad de género la persona considere indispensable modificar su nombre
en todos sus documentos o, por el contrario, adopte un nombre “identitario”
en el ámbito social, pero manteniendo el nombre legal concedido desde el
nacimiento71.
18
En ese sentido, el artículo 13 superior establece que todas las personas nacen
libres e iguales ante la ley. Deben recibir el mismo trato y protección por parte
de las autoridades, y disfrutar de los mismos derechos, oportunidades y
libertades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. Este derecho
se caracteriza entonces por tratarse de una prerrogativa que “(i) es connatural
a la persona desde su nacimiento, (ii) el Estado debe propender por su
protección y goce efectivo, (iii) permea todos los ámbitos de la vida en
sociedad y, (iv) su aplicación conlleva la distinción material entre personas
cuyas circunstancias físicas o socio-culturales así lo requieran”74.
19
o cualquier otra condición social y que tenga por objeto o por resultado
anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las
personas’”79.
28. El acto discriminatorio además de estar dirigido contra uno de los criterios
sospechosos de discriminación, es un comportamiento reprochable que puede
ser consciente o inconsciente por parte de quien lo realiza, porque se trata de
un comportamiento que “priva a una persona del goce de sus derechos, con
base en razones fundadas en prejuicios [o] preconceptos”82. Además, goza de
una connotación violenta ya sea física, emocional, simbólica o psicológica,
originada en las relaciones sociales83.
20
presenta la dominación de una persona sobre otra en ese contexto,
generándose un esquema de vulneración ciertamente mayor”84.
Segundo. Las relaciones entre los sujetos que acuden al escenario, tanto
entre quien discrimina y es discriminado, como la que existe entre estos
y los espectadores. Igualmente, en este criterio se valora si la escena es
continua o esporádica, pues cuanto más frecuente, habrá una mayor
intensidad de afectación de los derechos.
Tercero. El espacio, que “se refiere al tipo de lugar en el que se
consolida el escenario. Permite valorar si, por ejemplo, se trata de una
zona institucional, si está especialmente regulada, si es cerrada o
abierta, privada, pública o mixta”.85
Cuarto. La duración, pues cuanto “mayor extensión del tiempo de
exposición de la persona discriminada puede llevar, aunque no como
regla imperativa, a una mayor afectación de sus derechos”. 86
Quinto. Las alternativas de las que dispone la persona afectada para
afrontar la situación y “valorar cuáles son las implicaciones de ello; por
ejemplo si alejarse del contexto redunda en la pérdida de su empleo, la
pérdida de una oportunidad educacional, la pérdida de su vivienda y
demás”.
Sexto. La respuesta de los involucrados ante el acto discriminatorio
y “la oportunidad de consolidar espacios de rectificación o
reconciliación destinados a remediar los perjuicios causados”87 ” 88.
31. Por último, se tendrá que valorar si se adoptaron medidas para reparar los
perjuicios cometidos, esto es, si luego de ocurridos los hechos discriminatorios
21
se dispuso de un espacio para la rectificación o reconciliación, cuáles fueron
sus características y resultados. La apertura de este tipo de espacios constituye
una medida de reparación que disminuye las consecuencias lesivas de los
actos discriminatorios, mientras que, en su ausencia, los sentimientos de
deshonra, vergüenza o humillación que inicialmente haya experimentado la
persona afectada se pueden incrementar de manera significativa ante la falta
de justicia90.
33. La sentencia T-743 de 2013 definió las características con las cuales debe
cumplir el derecho fundamental a la educación de la siguiente manera: i) la
disponibilidad, es decir que exista la infraestructura física y de personal
suficiente para el funcionamiento de los programas de educación; ii) la
accesibilidad, que comprende el derecho de acceder al sistema educativo en
condiciones de igualdad; iii) la aceptabilidad que se refiere a la pertinencia y
calidad de los métodos de enseñanza y programas de estudio pedagógicos
calidad; y iv) la adaptabilidad, entendida como la flexibilidad y adecuación
ante los potenciales cambios sociales, culturales y tecnológicos, de acuerdo a
las necesidades de los alumnos.
22
fundamentales de una estudiante sancionada por su orientación sexual. La Sala
Quinta de Revisión concluyó que el colegio no podía asumir una actitud
discriminatoria frente a un estudiante que en virtud del derecho al libre
desarrollo de la libertad tiene plena potestad de definir su orientación sexual.
Resaltó que “el proceso educativo no puede incluir prácticas o metodologías
que vulneren o desconozcan el núcleo esencial del derecho al libre desarrollo
de la personalidad, pues ciertamente debe respetar los proyectos de vida de
los educandos, mientras éstos se basen en principios y valores
constitucionalmente aceptados y protegidos”.
En la sentencia T-804 de 2014 la Sala resolvió una tutela de una joven trans a
quien se le negó un cupo en un plantel educativo con motivo de su identidad
de género diversa. En esta ocasión amparó los derechos fundamentales de la
accionante indicando que a pesar de no encontrarse demostrado de manera
contundente la ocurrencia de conductas discriminatorias, la condición de
vulnerabilidad de la accionante conduce a su protección como medida
preventiva. Reiteró que el ámbito educativo es uno de los espacios donde se
presentan mayores prácticas discriminatorias en contra de las personas trans.
Por ello, las instituciones deben propender por la integración de principios de
no discriminación, diversidad y uso del lenguaje.
23
identidad de género de los estudiantes y para que incorporen nuevas formas y
alternativas para incentivar y fortalecer la convivencia escolar y el ejercicio
de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, que
permitan aprender del error, respetar la diversidad y dirimir los conflictos de
manera pacífica, así como que contribuyan a dar posibles soluciones a
situaciones y conductas internas que atenten contra el ejercicio de sus
derechos”94. (Subrayado fuera de texto original)
36. En conclusión, esta Corporación resalta la obligación que tienen todas las
instituciones educativas de prestar el servicio de educación en condiciones de
igualdad, de forma tal que se no se condicione el acceso por motivos como la
identidad de género.
Caso concreto
37. El joven José Manuel Echeverri Rodríguez señaló haber sufrido diferentes
tratos discriminatorios por parte de la institución educativa en la que se
encuentra matriculado debido a su identidad de género diversa -hombre trans-.
Por consiguiente, formuló acción de tutela solicitando la protección de su
derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad ya que al impedirle
asumir su identidad se le impide continuar sus estudios en la institución.
24
hecho la solicitud esté encargado de la prestación del servicio de educación”.
En este caso, la accionada es una institución oficial que presta el servicio de
educación formal en los niveles de preescolar, básica-secundaria y media
académica95, y en la que el actor se encontraba matriculado al momento de la
presentación del escrito de tutela.
25
dispuesto en el artículo 24 del Decreto 2591 de 199199. Empero, si se llegare a
presentar un hecho superado durante el trámite de revisión en la Corte
Constitucional, entonces, además de declarar la improcedencia de la
acción de tutela, esta autoridad judicial podrá examinar el caso
determinando el alcance de los derechos fundamentales en concreto100.
44. La Sala considera que se configuró la carencia actual de objeto por hecho
superado dado que la institución educativa accionada durante el trámite de
tutela accedió a las pretensiones del accionante. A continuación se fundamenta
esta afirmación.
26
refirió al accionante por su nombre anterior y como “esta niña”. Pese a que el
profesor afirmó que “seguramente fue un lapsus ya que a José Manuel lo
conozco desde que ingresó a la institución en el año 2016, cuando aún era
María José” le presentó disculpas al estudiante el 12 de noviembre de 2019 en
la primera clase individual de química en presencia de otros tres docentes.
103 Las rutas de atención están clasificadas teniendo en cuenta las situaciones que afectan la convivencia
escolar en el artículo 24 del manual de convivencia.
27
de estudios en procura de “(…) buscar generarle espacios que le permitan
estar cómodo y tranquilo dentro del ámbito escolar y dando respuesta
positiva a una solicitud presentada por la familia y el estudiante a la
institución (…)”. De tal manera, en el programa académico se estableció un
horario determinado para que cada profesor realizara las actividades
académicas restantes que le permitieran al estudiante concluir el grado lectivo
y graduarse sin percances de la institución educativa.
50. Sin embargo, luego de revisar las pruebas que obran en el expediente y de
analizar lo manifestado por la institución educativa, la Sala considera que la
accionada ejecutó acciones que efectivamente derivaron en su momento en la
vulneración de los derechos fundamentales de José Manuel Echeverri
Rodríguez, tal como se expone a continuación.
51. Como respaldo de los hechos aludidos en la tutela, el actor incorporó una
petición presentada a la rectoría de fecha del 27 de septiembre de 2019. En el
escrito relató que, a inicios del año escolar, mediante una carta solicitó a la
comunidad educativa ser reconocido como José Manuel, requerimiento que
fue condicionado hasta tanto el actor no modificase su nombre legalmente.
Además, ante quejas presentadas por la negativa de los docentes y un
estudiante de llamarlo por su nombre identitario, las directivas se limitaron a
señalarle que “debía ser fuerte” e inclusive le advirtieron que “si su mamá se
equivoca, los profesores también”105. También detalló, que después de tener el
inconveniente con el profesor Javier Bahena, ante la falta de apoyo recibido
por su coordinadora de grupo y los tratos desiguales recibidos por parte de las
directivas, intentó suicidarse106.
28
práctica unas orientaciones dadas, igualmente se le aconsejó tener “una
actitud resiliente (sic) y un adecuado manejo de las emociones; no significa
esto que la institución haya desconocido su rol, muy por el contrario una vez
más reitera su compromiso para garantizar espacios de diversidad para él y
todos los estudiantes de la institución”108.
29
Cuarto: La duración del acto discriminatorio en este caso puede tardar unos
segundos, si se trata de la expresión de referirse a José Manuel como mujer, o
llamándolo por su nombre anterior, “María José”. En contraste, puede
extenderse durante todo el lapso de una clase, en aquellas ocasiones en las que
el actor siente incomodidad o percibe que está siendo despreciado cuando las
directivas desestiman sus quejas frente a un docente que no respeta su
identidad de género.
Quinto: Las alternativas con las que dispone el accionante son escasas. Aún
cuando solicitó desde el inicio del año lectivo 2019 ser tratado de manera
acorde a su identidad de género, la institución educativa en principio
estableció obstáculos administrativos para acceder a su requerimiento, y
posterior a ello, ignoró en un primer momento, una queja presentada contra
uno de los docentes. Por su parte, abandonar la institución educativa
implicaría interrumpir su formación escolar, la cual ya se había visto
perjudicada un año atrás durante su proceso de reafirmación de género.
54. Sobre este punto particular, la Sala debe insistir que las actitudes del
plantel educativo y del profesor Javier Bahena de ignorar y anular el tránsito
de género del actor constituyen actuaciones discriminatorias, que son
reprochables, a pesar de que la accionada insista que las mismas no fueron
conscientes o voluntarias112. Con su simple comportamiento basado en
preconceptos sociales, vulneraron los derechos fundamentales del accionante
al libre desarrollo de la personalidad.
111 Como se reitera en la parte considerativa de esta sentencia, la jurisprudencia constitucinal ha dejado claro
que en el marco de una transición de identidad de género, mas allá que la persona considere indispensable o
no modificar su nombre en todos sus documentos, resultan inadmisibles exigencias sociales, legales,
administrativas o judiciales que obliguen al hombre o mujer trans a cambiar su nombre legal para efectos de
ser reconocidos como tal.
112 “La intención, la consciencia o la inconsciencia de la conducta no representen un criterio de validación
constitucional”. Sentencia T-141 de 2017.
30
Las medidas adoptadas por la institución educativa José Félix de Restrepo
Vélez de Sabaneta fueron insuficientes ante las necesidades requeridas por
José Manuel Echeverri Rodríguez durante su proceso de reafirmación de
género
55. Del expediente se evidencia que las directivas del colegio pese a tener
conocimiento que José Manuel llevaba dos años en tratamiento médico por
trastorno de depresión mayor, no pusieron en marcha ninguna ruta de atención
para prestarle apoyo113. Tampoco iniciaron acción alguna cuando el alumno
regresó al colegio después de ausentarse en la segunda mitad del año 2018. A
pesar de haber asegurado que al estudiante siempre se le ofreció respaldo a
través de la psicóloga del colegio, no fue aportada a este trámite
documentación que corroborará tal hecho.
Respecto de estos últimos, se destacan dos criterios orientadores 116. Por una
parte, el de la garantía del desarrollo integral que propende por asegurar el
crecimiento armónico, integral, y sano de los niños y niñas, desde las
perspectivas física, psicológica, afectiva, intelectual y ética, así como la plena
evolución de su personalidad, siendo corresponsables de ello la familia, la
sociedad y el Estado. Estas instituciones deben brindar la protección y la
asistencia necesarias para materializar su derecho al bienestar integral,
teniendo en cuenta las condiciones, aptitudes y limitaciones propias de cada
niño, niña y adolescente. El segundo de los criterios, relativo a la garantía de
31
las condiciones para el pleno ejercicio de los derechos fundamentales del
menor, exige garantizar el derecho al libre desarrollo de la personalidad de
aquellos niños, niñas y adolescentes con sexualidad e identidad de género
diversa.
58. Bajo esta línea, la Sala considera que la labor de las instituciones
educativas no se reduce a garantizar la adquisición de conocimiento. Para
proteger de manera integral el derecho a la educación de los niños, niñas y
adolescentes, la labor docente debe estar encaminada a proveer el apoyo
emocional y las herramientas necesarias a todos los educandos de manera que
puedan desenvolverse adecuadamente y actuar en la vida social. La Corte ha
mencionado que, en el cumplimiento de ese deber, “es fundamental y
determinante la participación activa de todos los miembros de la comunidad
educativa, pero muy especialmente de los educadores, pues sólo en la medida
en que los valores y principios que aspiran a transmitir a sus alumnos
constituyan realmente la base de sus propios e individuales proyectos de vida,
su labor será efectiva; sólo quien práctica la tolerancia, quien respeta la
diversidad y reconoce en el “otro” a uno igual a sí mismo, tendrá capacidad
y legitimidad para contribuir desde el proceso educativo a formar a los niños
y a los jóvenes en un paradigma ético sustentado”117. (Subrayado fuera de
texto)
59. Así las cosas, la Sala reitera que la educación es un derecho de la persona
y un servicio público que tiene una función social118. Como responsable y
garante del derecho a la educación, la accionada estaba a cargo, a partir de su
labor, de asegurar dentro de sus posibilidades, el desarrollo integral y la
realización de los derechos del accionante. En esa medida, el acompañamiento
educativo y pedagógico no solamente debió estar centrado en establecer
estrategias para resolver las acciones de violencia sufridas en el aula de clases,
también ha debido encaminarse a acompañarlo emocionalmente en su proceso
de reafirmación de género.
32
actividades de tipo comunitario o colectivo, con el fin de que no se
exacerbe su pánico al entorno escolar”119.
61. Con sustento en lo anterior, el primer día que se llevó a cabo el programa,
tanto la psicóloga como la rectora del colegio prohibieron a José Manuel
Echeverri Rodríguez salir del aula a la hora de descanso. Sobre el particular, la
accionada insistió que la decisión de restringir la salida del estudiante del
salón de clases era congruente con lo acordado en el programa de estudios que
concretaba el deseo de estudiante de no volver al colegio.
66. La Sala considera que las actividades o talleres que un colegio pretenda
implementar deben privilegiar un enfoque inclusivo, flexible y sujeto a un
seguimiento, a fin de verificar su efectividad. Lo anterior con la finalidad de
119 Primer cuaderno, folio 50.
120 Primer cuaderno, folio 153.
121 “A través de la remisión que hace el colegio al sistema de salud, para que el estudiante reciba la
atención adecuada (…) remisión [que] no se hace desde una compresión patologizante del tránsito de género
atacando la identidad de género del estudiante, sino como una atención que el sistema de salud le debe
ofrecer a las personas con identidad de género diversa, para prevenir vulneraciones, pues la capacidad de
poder enfrentar una sociedad misógina, transfóbica, sexista, requiere de fortalezas emocionales que se
potencian no solo en la escuela sino también desde procesos terapéuticos especializados”.
122 Sentencia T-118 de 1993.
33
crear espacios que promuevan la formación académica y la convivencia
pacífica de todos los estudiantes, especialmente la de aquellos en dificultades,
de forma tal que, mediante diferentes estrategias, logren superar cualquier
barrera que este impidiendo su desarrollo emocional óptimo123.
69. Sobre el segundo punto, la Sala estima que las directivas del colegio
accionado fueron arbitrarias al momento de aplicar el cronograma de estudios
pactado con el estudiante. Resulta claro de las peticiones y del escrito de
tutela, que la intención del actor de abandonar el colegio se atribuía al trato
recibido por el plantel educativo, y no por parte de sus compañeros de clase.
De las peticiones efectuadas por José Manuel Echeverri Rodríguez, resulta
evidente que la solicitud se encaminaba, tal y como lo menciona en sus
propias palabras, a “no estar en la institución por el mal trato que me daban
los directivos”124, y no se refería a la dinámica que mantenía con los demás
alumnos del plantel educativo.
70. La Sala encuentra que la limitación efectuada no resulta aceptable aun más
considerando el contexto en el que se encontraba José Manuel Echeverri
Rodríguez. No permitir que el estudiante saliese en la hora del descanso o
participara en actividades extracurriculares, es una decisión arbitraria
considerando que existían otros mecanismos diferentes al apartamiento del
estudiante para evitar la deserción escolar del joven y permitir así que
concluyera sus estudios de manera satisfactoria. Además, esa condición
inamovible adoptada inicialmente por la rectora y la psicóloga resultó ser
34
restrictiva de la autonomía del estudiante y reforzó su exclusión de la
comunidad educativa como hombre trans, evitando que el actor gozase en
últimas, de un ambiente estudiantil que promoviese el libre desarrollo de su
personalidad.
Conclusión
125 Sobre el particular la intervención enfatiza que diferentes autores especializados han afirmado que “estos
saberes tienen un poder relevante en las y los docentes a la hora de establecer procesos de enseñanza, es
decir, a la hora de la verdad, en un momento, en el que una o un maestro tiene que tomar una decisión
pedagógica dirigida a sus estudiantes, su primer factor de decisión y que tiene mayor relevancia son sus
creencias personales sobre el tema por encima de los saberes especializados que sobre el mismo ha
consultado o estudiado (…) a lo largo del desarrollo e implementación de procesos de formación o
acompañamientos a instituciones educativas, una de las principales barreras que se identifican en los centros
educativos tiene que ver con las concepciones, creencias e imaginarios personales que sobre la diversidad
sexual, el género, las violencias de género tienen las y los docentes”.
35
75. Debe destacar una vez más este tribunal que la diferencia nunca será un
obstáculo; siempre será una oportunidad. Una de aquellas para propiciar
ambientes democráticos y pluralistas. Por ello, parafraseando lo dicho por este
Tribunal en la sentencia SU337 de 1999, debemos reconocer la importancia
no solo de vivir con otros sino de aprender de los otros. En buena medida, ese
es el mayor reto de una Carta Política que, como la que corresponde proteger a
esta Corte Constitucional, se funda en la promesa de asegurar a todos un
espacio para vivir dignamente con otros.
III. DECISIÓN
RESUELVE:
36
ALBERTO ROJAS RÍOS
Magistrado
37
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO (E)
RICHARD S. RAMÍREZ GRISALES
A LA SENTENCIA T-443/20
Magistrado ponente:
José Fernando Reyes Cuartas
126 La jurisprudencia ha precisado que la vivencia interna del género puede corresponder o
no con el sexo asignado al nacer, e incluye la vivencia personal del cuerpo, y otras
expresiones de género como el vestido o el modo de hablar. Sentencia. T-143 de 2018.
127 Sentencia T-192 de 2020.
128 Sentencia T-141 de 2015.
38
En tales términos, la jurisprudencia constitucional, más que referirse a las
clasificaciones socioculturales que estructuran el género, el cuerpo y la
sexualidad, se ha aproximado a la protección de los derechos de la comunidad
trans desde un enfoque cambiante, en términos de la comprensión de los
derechos humanos. Este enfoque supera la lógica victimizante, polarizada y de
exclusión, para convertirse en un discurso de reconocimiento, igualdad e
inclusión, que es capaz de discernir entre las diferentes categorías que
identifican sexualidades diversas, sin hacer similitudes o contraposiciones
innecesarias. Por lo tanto, considero que la motivación de la sentencia debió
responder a esta lógica de protección, pues son estas las reglas que aplican de
manera directa al caso del accionante, en tanto constituyen el marco de
protección constitucional vigente para la orientación sexual y la identidad de
género diversa en el sector educativo.
Fecha ut supra,
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