Bovinos Carne

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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de Ciencias Biológicas y


Agropecuarias

De la llave Ramirez Enrique Javier


González Maldonado Alexa
García Hernández Saira Judith

Sistema de Producción bovinos carne

Equipo 2
¿Qué es un sistema de producción animal?

Es el conjunto de plantas y animales que en condiciones ambientales determinadas son


manejados por el hombre con técnicas y herramientas específicas que le permiten
obtener un producto útil a la sociedad. Puede decirse además, que es la forma
equilibrada y armónica en que se combinan los factores de producción para lograr
productos o servicios de forma eficiente. En el sistema intervienen elementos
ambientales, técnicos y socioeconómicos, cada elemento del sistema tiene influencia
sobre los demás.

Características de los sistemas de producción

Un sistema de producción bovina se caracteriza en primer lugar por el propósito que


persigue, es decir si busca la producción de leche, carne, pie de cría, becerros de
engorda para el mercado nacional o extranjero, o producción de doble propósito.
Este propósito hace que el ganadero se incline por un tipo especial de ganado, el
cual le vaya a ser más productivo para sus metas. Los principales tipos de ganado
son: ganado cebuino (Bos indicus), ganado europeo (Bos taurus) y sus
innumerables cruzas. Un tercer factor que influye de manera significativa en un
sistema de producción es la alimentación y los diferentes compuestos hormonales o
promotores del crecimiento usados.

Bos indicus
Bos Taurus

El sexo y la edad de los animales son


también factores fundamentales a tener en
cuenta cuando se planea un sistema productivo según su objetivo de mercado. La
calidad de la carne, no es resultado de la región donde se producen los animales,
sino de las técnicas y recursos empleados en su producción.

Factores que intervienen en el sistema de producción animal


Los animales viven en un estado de cercana interacción entre la complejidad de los
procesos físicos y químicos de su propio cuerpo y el entorno que los rodea
(Richards 1973, Yusuf 1985). La influencia del clima en la producción bovina ha sido
reconocida desde hace mucho tiempo (Johnson 1987). Así entonces la fisiología, el
comportamiento y la salud del ganado son marcadamente influenciados por el
medioambiente en el cual el ganado vive, el cual puede afectar significativamente el
desempeño económico del mismo (Balling 1980, MAFF 2000). No obstante estar
adaptados a las condiciones medioambientales en las que viven, hay ciertas
ocasiones en las que los animales sufren estrés debido a las oscilaciones en las
temperaturas o bien por una combinación de factores negativos a los que se
someten durante un corto periodo de tiempo. Los animales hacen frente a estos
períodos desfavorables primordialmente a través de modificaciones fisiológicas y de
comportamiento.
Estos cambios en los requerimientos, así como las estrategias adoptadas por los
animales para enfrentar el período de estrés, provocan una reducción en su
desempeño productivo.
● Medio ambiente
Temperatura ambiental: Es probablemente la variable más investigada y al mismo
tiempo la más utilizada como indicador de estrés. El concepto de zona termoneutral
es el resultado de investigaciones realizadas a comienzos de la década del setenta.
Esta refleja el rango de temperatura ambiente efectiva de confort para el ganado y
para la cual no existe a la fecha una metodología clara que permita su estimación en
ganado de carne bajo condiciones prácticas de producción (NRC 1981). Khalifa
(2003) definió la temperatura ambiente efectiva de confort para el ganado como el
estado constante de temperatura corporal, la cual puede ser mantenida sin
necesidad de ajustes fisiológicos o de comportamiento. Por esta razón el promedio
de la temperatura ambiente es generalmente considerado como la principal medida
térmica utilizada para estimar confort animal (NRC 1981, Da Silva 2006).
La humedad relativa (HR): es considerada un factor de potencial estrés en el
ganado, ya que acentúa las condiciones adversas de las altas temperaturas (Da
Silva 2006). Alta HR reducen el potencial de disipación de calor tanto de la piel
como del aparato respiratorio (Da Silva 2006), afectando a los animales
especialmente en medioambientes en los que la disipación del calor por vías
evaporativas es crucial para mantener la condición horneo térmica (NRC 1981).
Velocidad del viento: El rol de viento en el bienestar y desempeño productivo de
los animales ha sido largamente reconocido por los investigadores (NRC 1981). El
viento ayuda a reducir los efectos del estrés por calor durante el verano mejorando
los procesos de disipación de calor por vías evaporativas (Mader y col 1997a ,
Mader y col 1999b ). Cabe señalar que esta respuesta depende del estado en que
se encuentra la piel del animal, es decir, seca o húmeda. La transferencia de calor
es más eficiente cuando la piel está húmeda que cuando está seca (Arkin y col
1991).
● Económicos
El sector ganadero se ha transformado a un ritmo sin precedentes en las últimas
décadas. La creciente demanda de alimentos derivados de los animales en las
economías que más rápido crecen en el mundo ha incrementado significativamente
la producción ganadera, con la ayuda de importantes innovaciones tecnológicas y
cambios estructurales en el sector. Esta creciente demanda se ha satisfecho
principalmente por la producción ganadera comercial y las cadenas alimentarias
asociadas. El ganado aporta un 40 por ciento del valor de la producción agrícola
mundial y sostiene los medios de vida y la seguridad alimentaria de casi 1 300
millones de personas. El sector ganadero es uno de los sectores que más rápido
crece en la economía agrícola. El crecimiento y la transformación del sector ofrecen
oportunidades para el desarrollo agrícola, la reducción de la pobreza y la mejora de
la seguridad alimentaria, pero la rapidez de los cambios corre el riesgo de
marginalizar a los pequeños agricultores, y los riesgos sistémicos para los recursos
naturales y la salud humana deben ser abordados para garantizar la sostenibilidad.
● Sociales
Entre los factores sociales se pueden resaltar las costumbres, cultura religión de la
población, demografía de la zona, régimen político, subvenciones y primas o
limitaciones a la producción, así como la normativa vigente sobre aspectos como la
higiene, sanidad y bienestar animal y salubridad pública. Si alguno de estos factores
falla la empresa ganadera no será viable, convirtiéndose en auténticos “factores
limitantes” de la producción; normalmente los factores más limitantes suelen ser de
tipo agro-ecológicos (suelo y clima incompatibles con el sistema de producción),
animal (especie y raza inapropiadas, existencia de epizootias), pero
fundamentalmente son los de tipo humano los más importantes, ya que es el
verdadero factor clave en todos los procesos de producción. Sin buenos ganaderos,
técnicos especializados y operarios preparados y motivados es imposible cualquier
empresa ganadera, por muy bien planeada y planteada que esté.

Sistemas de producción en las distintas zonas climáticas del país

Zonas Áridas y Semiáridas


El clima seco es favorable para el manejo de ganado en confinamiento y existe
disponibilidad de insumos para la alimentación. En estas zonas hay grandes
empresas de engorda, que integran actividades de matanza y comercialización, con
rastros y canales de comercialización propios (Villegas et al., 2001).
Para la venta de ganado en pie se trabaja con razas productoras de carne como
Hereford, Angus, Charolais y cruzas con razas cebuinas, mientras que para la
producción cárnica, esta zona engorda de manera estabulada el ganado que es
transportado desde el sur y centro de la república con un alto porcentaje de cruzas
cebuinas. Los estados del país que comprenden las zonas áridas y semiáridas son:
Baja California Sur, Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila,
Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas.

Zona Templada
Las zonas con clima templado, aquellas ubicadas en el centro del país, no tenían
una alta especialización en la producción de carne. Sin embargo, se ha convertido
en una de las zonas productoras de carne en corral más importantes del país
(Comité Nacional del Sistema Producto Bovinos Carne). Los estados que forman
parte de la zona templada son: Jalisco, Colima, Guanajuato, Michoacán,
Aguascalientes, Querétaro, Estado de México, Distrito Federal, Hidalgo, Tlaxcala y
Puebla.
Zona Tropical (Húmeda y subhúmeda)
En las regiones del trópico seco y húmedo del país, ubicadas al sur del país, el
pastoreo es una de sus características primordiales, En estas regiones predominan
las razas cebuinas, principalmente la Indobrasil, Brahman, Guzerat, Gyr y sus
cruzas con razas europeas, principalmente cruzamientos con ganado Suizo
(Villegas et al., 2001). Desde hace ya más de una década existe la adopción de
nuevas herramientas de producción y comercialización para mejorar la productividad
de los sistemas de engorda de bovinos, como el incremento de la suplementación
con concentrados y la finalización estabulada durante periodos cortos (Sánchez y
Sánchez, 2005) .
Los siguientes estados forman parte de la zona tropical húmeda y subhúmeda:
Sinaloa, Nayarit, Guerrero, Oaxaca, Yucatán, Veracruz, Tabasco, Chiapas,
Campeche, Quintana Roo.

IMPORTANCIA DE LOS PRODUCTOS Y DERIVADOS DE LA CARNE


Se entiende por derivados cárnicos todos aquellos productos elaborados a partir de
una materia prima que es la carne fresca, además, grasa, sangre y vísceras. Estos
productos, una vez transformados, adquieren características muy particulares de
color, olor, aspecto, sabor, consistencia y presentación.

Tomando como base la composición química, la carne se clasifica entre los


alimentos ricos en proteína y grasa, y muy pobres en hidratos de carbono; contiene
sales y algunas vitaminas. La carne se estima, en la alimentación humana, por su
contenido en prótidos y grasas.
Los sistemas de producción bovinos carne en México

La ganadería bovina en México ha representado una de las principales actividades


del sector agropecuario, por la contribución que realiza a la oferta de productos
cárnicos, así como su participación en la balanza comercial del país, donde las
exportaciones de ganado en pie son su principal rubro.

México cuenta con un sector agropecuario muy diverso o heterogéneo,


principalmente que se distingue por las características productivas, en las regiones
del país, los climas, el tamaño de las unidades productivas, los tipos o formas de
propiedad, así como también por los niveles que existen en la productividad y
rentabilidad.

La ganadería, y en específico la producción de carne, es la actividad productiva más


diseminada en el medio rural. Se realiza sin excepción en todas las regiones
ecológicas del país y aún en condiciones adversas de clima, que no permiten la
práctica de otras actividades productivas.

La producción de carne, como otras actividades del subsector ganadero, se realiza


en una amplia gama de sistemas productivos, que van desde los altamente
tecnificados e integrados, hasta las economías de tipo tradicional, orientadas
principalmente hacia el autoabastecimiento de la familia campesina, o lo que es lo
mismo: Intensivo, Mixto y Extensivo. (Comité Nacional del Sistema Producto
Bovinos Carne 2014).

Sistema de producción bovinos carne


El sexo y la edad de los animales son también factores fundamentales a tener en
cuenta cuando se planea un sistema productivo según su objetivo de mercado. Para
producir carne magra para el mercado nacional, se requieren animales que
depositen poca grasa y que sean jóvenes, pues hasta ahora es lo que los
consumidores mexicanos principalmente demandan. La calidad de la carne, no es
resultado de la región donde se producen los animales, sino de las técnicas y
recursos empleados en su producción.
1. Carne mexicana de la zona norte, con bajo contenido de grasa, suave y con
buena aceptación por los consumidores
2. Carne mexicana de las zonas centro y sur, con bajo contenido de grasa y buena
aceptación por parte de los consumidores, pero más dura.
3. Carne importada USDA-Choice, con calidad y nivel de aceptación entre los
consumidores semejantes a los de la carne mexicana de la zona norte, pero con
altos niveles de grasa. Sin embargo, cada kilogramo de esta carne cuesta en
promedio 80% más que la carne nacional.
4. Carne importada sin sello, de composición química e indicadores de calidad
comparables a los de la carne mexicana de las zonas centro y sur, pero con menor
aceptación entre los consumidores mexicanos. La carne producida nacionalmente
con éstos estándares de calidad es 25% más barata que la importada.

Tipos de sistemas bovinos carne


Destacan tres sistemas:
❏ Cría
❏ Levante y engorda
❏ Ciclo completo

Sistema de cría:
➔ Ligados a la tierra y tradicionales, manejo extensivo
➔ Utilizan razas Bos indicus
➔ Escaso mejoramiento genético
➔ Alimentación a base de pastoreo
➔ Escasa suplementación
➔ Venden animales al destete entre 6-8 meses con 200-220 kg. PV
➔ Manejo sanitario del ganado
➔ Comercializa la producción con intermediarios

Sistema de levante y engorda:


➔ Utilizan animales de sistema de cría
➔ No controlan la genética de los animales de engorda
➔ Suplementación estratégica
➔ Disponen de superficie para terminar el ciclo de engorda
➔ Manejo sanitario preventivo y curativo del ganado
➔ Venden animales terminados entre 24-30 meses con 400-420 kg. PV
➔ Comercializa la producción con intermediarios o venta directa

Sistema de ciclo completo:


➔ Realizan el ciclo completo (cría, levante y engorda)
➔ Mejoramiento genético (utilizan cruces comerciales basados en razas Bos
taurus)
➔ Se controla la monta
➔ Alimentación a base de pastoreo, con rotación de potreros de pastos
naturales y mejorados
➔ Finalización de los animales estabulados
➔ Disponen de superficie óptima para manejo del ganado
➔ Manejo sanitario preventivo y curativo del ganado
➔ Asistencia técnica continua
➔ Venden animales terminados entre 18-24 meses con 400-420 kg. PV
➔ Comercializa directamente su producción y muchas veces poseen
instalaciones para agregar valor al producto (mataderos, embutidoras)
Sistema de engorda en corrales
➔ Se observa en las 4 regiones árida, semiárida, templada y tropical. En los
países industrializados, la mayor parte de los animales para abasto se
engorda de esta forma; sin embargo, dada la escasez y alto costo de los
alimentos (granos, pastas oleaginosas y forrajes de corte), este sistema no es
tan popular en los países en desarrollo, como México, donde el empleo de
sistemas de confinamiento total, sobre todo al ser combinados con
alimentación en agostaderos o praderas, son una alternativa atractiva en sus
sistemas extensivos tradicionales de explotación de ganado bovino.
➔ Las características de este sistema son:
➔ 1. Se realiza por periodos cortos (90-120 días).
➔ 2. Se emplean esquilmos agrícolas (pajas y rastrojos), subproductos
agroindustriales (pulpas, bagazos, melazas), desechos pecuarios (estiércol,
gallinaza) y nitrógeno no proteico (urea, sales de amonio, etc.) como base de
la alimentación, con lo que tal vez no se logren aumentos de peso elevados,
pero el costo de los mismos será menor.
➔ 3. Probablemente el periodo adecuado para emplear este método sea la
finalización de animales provenientes de praderas o agostaderos (de 300 kg
hasta el mercado).
➔ 4. El empleo de hormonas exógenas (implantes) como estimulantes del
crecimiento es una práctica generalizada entre los engordadores de ganado
en confinamiento.
➔ 5. El empleo de bicarbonato de sodio como regulador del pH ruminal en
animales que consumen cantidades elevadas de grano en las dietas, reduce
la posibilidad de acidosis metabólica.
➔ 6. El empleo de ionóforos se ha generalizado rápidamente entre los
engordadores de ganado en corral, dado que se trata de un aditivo para
ración completa.
Sistema intensivo con pastoreo rotacional
Este sistema utiliza praderas irrigadas, donde los reproductores o el ganado para
abasto se explotan de tal manera que el forraje es cosechado a través de los
animales que reciben cantidades variables de complemento alimenticio.
En este sistema, que en ocasiones se combina con agostadero y corrales, los
animales se mantienen en superficies relativamente pequeñas.
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Sus características son las siguientes:
• Elevada densidad de pastoreo.
• Rotación frecuente.
• Gran número de divisiones utilizando cerco eléctrico.
• Prácticas agronómicas intensivas (forrajes introducidos, control de malezas,
fertilización y riego).
• Prácticas adecuadas de manejo (prevención de enfermedades, control de endo y
ectoparásitos).
• Complementación alimenticia, dependiendo de la composición de la pradera.
• Aplicación de implantes.
MODELOS DE INSTALACIONES
Un componente esencial del sistema de producción lo constituye el tipo de
instalaciones y equipo requerido para el logro de su objetivo. En nuestro país están
considerados 2 sistemas básicos de explotación de bovinos para carne: el intensivo
o engorda en corral y el extensivo o pastoreo en praderas y agostaderos.
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La engorda de ganado bovino en corrales, conocida como corral de engorda,
comprende diferentes zonas y áreas relacionadas con las actividades del proceso
de producción, que deben ser ubicadas de una manera cuidadosa. Estas incluyen:
Zona de alojamientos. Zona de manejo. Rutas de tráfico. Zona de elaboración y/o
almacenamiento de concentrados. Zona de almacén de forrajes. Zona de manejo
de desechos orgánicos e inorgánicos. Otros: Oficinas, almacén de equipo, talleres,
etc.
La ubicación ideal de las instalaciones se logra, generalmente, cuando el punto
focal de la operación es el centro del área utilizada.
Se debe señalar que existen dos tipos de corral. Uno se conoce como corral de
manejo (zona de manejo y aislamiento) en éste se recibe y trabaja el ganado recién
llegado y se embarca para la venta, por lo que incluye corraletas para el aislamiento
de los animales. El otro tipo es propiamente el corral de engorda (zona de
alojamientos) donde los animales permanecen hasta su finalización para pasar a la
venta.
Área de corral:
Las áreas de alimentación y de ejercicio y descanso son totalmente abiertas,
excepto el área de sombra. Esto expone al ganado a factores ambientales que
pueden, en conjunto, mermar la eficiencia de la operación, aunque los costos son
menores. La lluvia y el drenaje son los puntos cruciales para determinar las áreas en
corrales de engorda. El espacio requerido depende del tipo de piso utilizado y de la
época del año, y va a variar desde los 5 m2/animal, hasta los 37 m2/animal; en
cuanto al área de descanso, varía según el tamaño de los animales, los rangos van
desde 1.8 m2/animal hasta los 3.0 m2/animal.

• Comederos
Los comederos son la parte más importante del corral de engorda, su diseño puede
adaptarse para suministro manual o mecanizado de alimento; es necesario
determinar el tipo de alimentación que se llevará a cabo, así como si se suministrará
una sola comida o si estará disponible todo el tiempo. El espacio para comederos se
ajusta al tamaño de los animales; así, tenemos que el espacio requerido varía desde
45 cm para animales de 270 kg, hasta 76 cm para vacas adultas.

• Bebederos
Los bebederos deben estar equipados con un flotador, que sirve para la reposición
automática del agua; es importante señalar que dicho flotador debe estar bien
protegido de los animales para que no lo dañen. Hay que situar os bebederos de tal
forma que puedan usarse en dos corrales al mismo tiempo. En el caso de
bebederos de piletas se recomienda un espacio de 30 cm/10 cabezas y a un altura
de 40 a 50 cm.

NUTRICIÓN DEL GANADO BOVINO DE CARNE


La alimentación del ganado es de alta complejidad, debido a la gran cantidad de
variables de las cuales depende. Aun cuando la base alimenticia de ganado
proviene del aporte nutricional de la pradera, durante los periodos críticos de
producción de pastos se debe recurrir a la suplementación con forraje conservado y
a la adición de granos, como formas de impedir pérdidas u obtener pequeñas
ganancias de peso diario.
El uso de los alimentos lleva implícito el concepto de eficiencia productiva y
económica, especialmente cuando la alimentación del ganado representa
aproximadamente el 50% de los costos totales del sistema productivo.
La mayoría de los alimentos utilizados en producción animal contiene una parte
importante de los nutrientes que requieren los animales. Sin embargo, estos
nutrientes se encuentran en diferentes cantidades y proporciones, siendo difícil
encontrar dos alimentos nutritivamente iguales. Por ello, resulta útil clasificar a los
alimentos, agrupándolos en relación con su característica nutritiva más importante y
así sacar mayor provecho de su utilización.
Alimentos concentrados
De acuerdo con el volumen del alimento, éste puede ser clasificado en alimento de
baja y elevada concentración de nutrientes. Así, alimentos no concentrados serán
aquellos formados por las plantas completas como heno, ensilajes, paja de cereales
y pastos en general. El resto corresponde a alimentos concentrados: granos de
cereales, subproductos de molinería y subproductos industriales. Las raciones en
rumiantes contienen normalmente ambos grupos de alimentos. Sin embargo, los
alimentos concentrados, a pesar de su calidad nutritiva, no pueden formar por sí
solos raciones adecuadas para estos animales.

Alimentos concentrados energéticos


Estos alimentos se caracterizan por contener menos de 20% de proteína y fibra
cruda y, más de 2,6 Mcal/kg de energía metabolizable (EM), base materia seca. En
rumiantes, especialmente vacas en lactancia y ganado en crecimiento, son
entregados con el fin de obtener un mayor rendimiento animal que aquel logrado por
alimentación exclusiva de forrajes. Entre éstos se puede citar el grano de avena,
cebada, triticale, centeno, maíz, afrechillo, coseta, melazán y ácidos grasos, entre
otros.
Manual bovino de carne [67]

Alimentos concentrados proteicos


Son alimentos cuya proteína cruda es superior al 20%, base materia seca y su
contenido energético generalmente inferior a 2,6 Mcal EM/kg de MS. Puede ser de
origen vegetal o animal. Entre éstos se encuentran el afrecho de raps, afrecho de
soya, grano de lupino, poroto y harina de pescado, entre otros.
Requerimientos nutritivos de ganado
La producción del ganado se encuentra estrechamente ligada a las cantidades de
alimento que cada uno de ellos consume diariamente. Sin embargo, las
necesidades o requerimientos nutritivos van a depender de la fase de vida en que
se encuentre el animal. En efecto, los requerimientos serán diferentes para un
animal que está creciendo, a uno que está en engorda final o para aquel que se
encuentra en estado de gestación.
Un buen resumen de las características químicas de los alimentos como los
requerimientos del ganado, corresponde a la composición de los alimentos para el
ganado en la zona sur.

Requerimientos de mantención
Se denomina así a aquellas necesidades nutritivas destinadas a mantener el
funcionamiento normal de los procesos vitales, independiente de la función
productiva del animal. Los procesos vitales corresponden a la respiración,
circulación y mantención del tono muscular, cuyo funcionamiento demanda energía
de los alimentos que el animal consume. El animal satisface primero sus
necesidades de mantención y, posteriormente, si aún queda energía, ella es
destinada a los procesos productivos (aumento de peso, producción de leche,lana).
Animales de mayor peso necesitan consumir más alimento para satisfacer su
requerimiento de mantención que animales más livianos.
Energía
Desde el punto de vista energético, el requerimiento de mantención de los animales
debe cubrir los procesos digestivos y los desgastes por actividad y producción,
pérdidas fecales y urinaria, como también la energía que pierden en la utilización de
los alimentos. La energía de los alimentos se expresa en diferentes términos. Para
una mejor comprensión de estos conceptos, se describe a continuación cada uno de
ellos:
a) Energía Bruta (EB): aquella energía que se desprende al combustionar en forma
completa un alimento.
b) Energía Digestible (ED): aquella que queda una vez que se ha restado a la
energía bruta, la que se pierde a través de las fecas.
c) Energía Metabolizable (EM): corresponde a la ED menos las pérdidas de
energía que ocurren a través de la orina y en los gases, producto de la fermentación
en el rumen.
La unidad de energía de los alimentos se conoce como calorías (cal). En producción
animal se habla frecuentemente de Megacalorías (Mcal), que corresponde a un
millón de calorías.
Proteína
Debido a la actividad biológica, el organismo animal también está eliminando
nitrógeno, ya sea a través de las fecas o en la orina. Dichas pérdidas deben ser
compensadas, y esta necesidad corresponde al requerimiento proteico de
mantención. Por esta razón, es importante entregar a través de la alimentación un
adecuado tenor proteico.
Minerales
Los minerales y vitaminas deben ser aportados también en la alimentación para
mantener un adecuado equilibrio electrolítico en la sangre y tejidos, ayudando al
normal funcionamiento de los procesos vitales.
Requerimiento de producción
Una vez que se han cumplido las demandas de mantención, la energía es
canalizada para satisfacer los requerimientos de producción: demanda de nutrientes
para crecimiento, aumento de peso, producción de leche y reproducción.
El crecimiento comprende un aumento de tejidos de estructura, como los huesos,
músculos y demás órganos internos. Durante esta fase, las partes del cuerpo crecen
a diferentes velocidades. Esto hace que las necesidades de nutrientes, tanto en
cantidad como calidad, varíen de acuerdo con el grado de desarrollo del animal. A
mayor edad, el aumento de peso estará representado por una mayor proporción de
grasa en la composición química de la ganancia. En cambio, en el animal joven, ello
estará dado por una mayor proporción de proteína en desmedro de grasa. Como el
depositar grasa en el cuerpo significa al animal una mayor demanda energética que
la proteína (aproximadamente el doble), debe elevar su consumo de alimento cerca
de dos veces, lo que implica que animales adultos son más ineficientes en el uso de
la energía que los animales jóvenes.
En las razas existen diferentes curvas de crecimiento. Razas británicas
especializadas en producción de carne (Hereford, A. Angus) son más precoces que
las de doble propósito (Overo Negro, Overo Colorado) y que otras razas de carne de
mayor alzada y velocidad de crecimiento como Limousin, Simmental, Charolais y
otras; por lo tanto, alcanzan antes su peso maduro. Así, cuando se comparan los
pesos de ganado de razas británicas en relación con otras de mayor alzada y menor
rusticidad, se aprecia la ventaja del animal de carne que requiere menor tiempo para
lograr un peso vivo maduro comercialmente importante.
En animales gestantes, el organismo requiere de nutrientes que le permitan formar
los tejidos del feto y sus membranas, y para ayudar a una normal transformación del
aparato genital y la glándula mamaria. Estas necesidades nutritivas son más
importantes hacia el último tercio de la preñez, etapa durante la que aumentan los
requerimientos debido a un acelerado crecimiento de los terneros.
En vaquillas gestantes debe tenerse especial cuidado en la alimentación, ya que
junto con satisfacer las demandas de la gestación, válidas en las vacas adultas, se
debe satisfacer las necesidades de crecimiento que son propias de los animales
jóvenes.
En el proceso de lactancia, la vaca debe tener acceso al consumo de alimento con
el que pueda suplir las necesidades de energía para la síntesis de leche. Dado el
alto contenido de proteína en la leche, la demanda por proteína sufre un incremento
en relación con otras funciones fisiológicas del animal; lo mismo ocurre con el calcio
y fósforo durante esta etapa. Es muy importante en ganado de carne concentrar los
partos en épocas que, posteriormente, en la lactancia, no impliquen restricción
alimenticia para la vaca ni su cría.
Alimentación del ganado bovino de carne
Tradicionalmente se considera que la alimentación natural de bovinos es la pradera,
y que bajo condiciones adecuadas de manejo y productividad puede ser el alimento
de menor costo por kilo de materia seca. Sin embargo, la estacionalidad de su
producción y la variabilidad en su composición química a lo largo del año, hacen
necesario transformar, vía conservación de forraje o complementar, vía ingredientes
extras al sistema (granos o subproductos industriales), la oferta de alimento para el
ganado.
Mientras mejor sea la calidad del forraje, menos cantidad de concentrado se utilizará
y, por tanto, el costo de alimentación será menor. De esta forma, el momento de
realizar la conservación de forrajes es de importancia en el resultado productivo y
económico de la engorda. Para obtener ganancias diarias superiores a 1 kg en la
engorda, es necesario complementar el aporte del ensilaje o del forraje base, con
concentrados o granos.
Determinación de la ración
En general, para determinar la ración se utiliza, junto con el forraje base, una mezcla
de granos y de subproductos industriales cuyo objetivo es aportar aquellos
nutrientes deficitarios y que son requeridos por el animal. Los granos aportan
principalmente energía (Mcal EM), mientras que los subproductos (afrecho soya,
afrecho de raps) lo hacen en proteína cruda (PC%). Esta mezcla en conjunto con el
forraje base, debe satisfacer los requerimientos del animal para ganancia máxima,
los cuales están determinados de acuerdo con el peso del animal, ganancia de peso
esperada y la concentración energética de la ración.

Algunas raciones (forraje conservado y concentrado) se formulan con una


proporción de forraje: concentrado de 70:30, base MS. En otras, el ensilaje se
entrega a discreción y el concentrado a un nivel del 1% del peso vivo del animal.
Algunas experiencias en la suplementación en ganado bovino se detallan a
continuación:
a) Grano de avena: la utilización del grano de avena molida o chancada en el
concentrado de raciones de novillos en crecimiento y engorda ha sido evaluado en
diferentes experimentos realizados por INIA Carillanca, encontrándose una
respuesta animal creciente (1,4 kg/día), con niveles de hasta un 70% de grano en la
ración total.
Trabajos nacionales y extranjeros indican que la forma de entregar el grano de
avena, ya sea entero o molido, no presenta diferencias en la respuesta de animales
jóvenes de crecimiento hasta los dos años de edad. Además, la entrega del grano
entero facilita labores de manejo de preparación del concentrado, disminuyendo
horas-hombre en el mezclado de los ingredientes, así como una reducción en los
costos de alimentación por concepto de molienda.
Novillos Hereford de 8 a 9 meses de edad, que se mantuvieron estabulados y
alimentados con raciones completas de avena chancada en diferentes niveles,
determinaron que cada vez que aumentó el nivel de avena en la ración se obtuvo
una mayor respuesta animal en cuanto a ganancia de peso llegando a casi 1,5
kg/día.
La inclusión de avena como grano entero en la ración, hace que una proporción de
granos del cereal pase a través del tracto digestivo y aparezca en las fecas. Sin
embargo, en el muestreo y análisis químico de fecas a lo largo de la experiencia no
se encontraron diferencias entre tratamientos atribuibles a la presencia de los
granos, estimándose que el animal aprovecha bien el grano entero a pesar de estas
“pérdidas visibles” presentes en las heces fecales.
De los antecedentes de este ensayo y otros realizados en INIA Remehue (Osorno),
se pudo concluir que raciones que contienen grano de avena entero formando la
base del concentrado, permiten aumentos diarios de peso en los novillos similares a
las raciones que contienen avena molida o chancada, comparables a la respuesta
del animal alimentado con concentrado comercial.
El grano de avena es posible darlo y es bien aprovechado por bovinos jóvenes de
hasta 24 meses de edad. Sin embargo, en bovinos adultos, vacas y bueyes debe
considerarse la entrega del grano molido, debido a que hay pérdidas atribuidas a
una mayor velocidad de pasaje, producto de una menor molienda al inicio de la
digestión y mayor apertura retículo-omasal en el rumiante adulto.
b) Grano de cebada: la cebada es un cereal cultivado preferentemente en las
zonas centro sur y sur del país, orientado a la producción de malta y, en menor
grado, a consumo animal como grano para concentrados. La demanda del grano en
producción animal está dedicada principalmente a raciones de engorda de novillos,
debido al mayor nivel de energía de menor fibra y similar de proteína que posee
respecto de la avena; también niveles similares en energía, fibra y proteína
comparados con triticale, maíz y trigo.
La utilización de este cereal como ingrediente para raciones de engorda invernal de
bovinos de carne, se determinó en INIA Carillanca (Temuco) novillos Hereford de 9
a 10 meses de edad, alimentados con raciones que contenían diferentes niveles de
cebada molida, adicionados a la ración basal que consumieron a libre apetito.
Los resultados señalaron que la inclusión de grano de cebada de la ración provocó
aumentos significativos de peso vivo de los animales con todos los niveles
probados.
c) Grano de lupino: el lupino dulce, que tradicionalmente ha sido utilizado en la
engorda de vacunos, se entrega al ganado como granos molidos o enteros y en
mezcla con el forraje conservado. El grano de lupino que se usará en las raciones
debe ser dulce, poseer un contenido inferior a 0,05% de alcaloides o compuestos
amargos y provenir de cultivos cuya semilla genética se ha renovado cada dos
años.
El lupino dulce aporta un adecuado balance proteico y energético, cuyo destino lo
hace también atractivo, para ser considerado en la dieta de salmones. Normalmente
en la alimentación de bovinos, estos granos se emplean molidos o roleados, con el
objetivo de aumentar la disponibilidad del almidón y la proteína del grano; sin
embargo, pese a los beneficios de la molienda del grano, también tiene asociadas
algunas desventajas. Al usar grano molido en rumiantes, su rápida digestión a nivel
ruminal puede afectar negativamente la salud del animal al provocar acidosis
subclínicas y clínicas, especialmente al aumentar su proporción respecto de los
forrajes conservados y, con ello, provocar la reducción de la digestión de fibra en el
rumen y disminuir el consumo. Además, la molienda implica un costo adicional, que
incide en el costo directo de producción.
En lupino blanco (Lupinus albus L.) y australiano (Lupinus angustifolius L.) existe
evidencia que la molienda del grano no se traduce en ventajas productivas en los
animales que lo consumen. Por el contrario, estudios de INIA indican mayores
incrementos de peso con novillos A. Angus de 18 meses de edad, que consumieron
raciones con grano de lupino blanco entero en comparación con aquellos que lo
consumían aplastado o molido. Al igual que con la avena, estos resultados se
explicarían como consecuencia de la masticación de los bovinos que permite dañar
los granos enteros siendo este proceso más marcado en animales jóvenes que
consumen raciones con adecuados niveles de fibra larga, a diferencia de lo que
ocurre en vacas, que mastican y rumian menos, necesitando los granos procesados.
En la actualidad, INIA ha buscado la generación de una variedad de lupino amarillo
(Lupinus luteus L.), que al igual que las otras especies de lupino aporta proteína y
energía, y puede ser incluido en la alimentación de bovinos. Los estudios realizados,
indican que su uso en dietas de engorda fue equivalente a la respuesta cuando se
usó lupino australiano con buenas ganancias de peso en los animales y parámetros
de calidad a la vara.
Los niveles de inclusión más adecuados de grano de avena y lupino dulce en dietas
de engorda de ganado probados en INIA, indican que en el caso de la avena es de
un 40% del total del consumo de la materia seca diaria, mientras que en el caso del
lupino, los niveles óptimos para la engorda de novillos se determinaron hasta un
30% del total del alimento, expresado en materia seca. Al usar el grano entero de
avena y lupino, las pérdidas que se observaron visualmente no superaron el 16% en
el caso de la avena y un 5% en el lupino, sin implicar un deterioro de la respuesta
animal.
d) Afrecho de raps: la incorporación del afrecho de raps en las raciones de engorda
de novillos fue ampliamente estudiada en la década del ‘70, quedando definida la
excelente respuesta para suplir deficiencias de proteínas de las raciones. Estudios
realizados para determinar los niveles de inclusión en las raciones, concluyeron que
podía incluirse hasta 26% de la ración (300 g por cada 100 kg de peso vivo de los
novillos) base materia seca, sin provocarse rechazo en el consumo. Sin embargo,
los niveles de 7 a 12% de la ración, permitían los mejores incrementos de peso y
eficiencias de conversión de alimento (Emhart, 1969).
e) Henos y ensilajes: los forrajes conservados de praderas en la forma de ensilajes
y henos constituyen los recursos forrajeros más utilizados para la alimentación del
ganado, especialmente en periodos críticos de verano, otoño e invierno.
Normalmente, los ensilajes son más utilizados en las regiones del sur del país y el
heno es preponderante a medida que se avanza a las regiones más norteñas. El
ensilaje es más usado entre los medianos y grandes productores, que disponen de
maquinaria propia; en tanto, el heno es el recurso usado por el pequeño productor,
que no dispone de maquinaria propia y que suele pagar por el servicio o compra
heno para sus necesidades.
Enfrentados al uso de henos y ensilajes, surge la pregunta ¿cuál de las formas de
conservación de forrajes es la más apropiada para las necesidades del ganado?
Numerosos estudios señalan que ambas formas de conservación son adecuadas
para alimentar el ganado, siendo su respuesta en consumo e incremento de peso
similares, cuando el material es de igual calidad y los procesos de conservación se
han realizado en buenas condiciones.
En ambos casos no hay restricciones en la cantidad que se puede proporcionar al
ganado, pudiendo darse a libre apetito. Pero, en general, los henos son más
recomendables para animales jóvenes como terneros, vaquillas, novillos; y el
ensilaje en animales adultos.
Lo importante es saber que la transformación del forraje de las praderas en heno o
ensilaje tiene un costo económico que supera en dos veces el costo de producción.
También es interesante saber que cuando se corta el forraje durante la primavera,
los animales que consumen estas praderas pueden exhibir incrementos de peso
mayores a 1 kg al día. Sin embargo, al conservar en buena forma este forraje como
ensilaje o heno, los incrementos de peso que se pueden alcanzar con novillos
estabulados no superan los 700 gramos por animal al día.
Es por esto que los ensilajes y henos, normalmente caros, no pueden
proporcionarse a todos los animales del predio. En este sentido, hay que privilegiar
aquellos que se encuentren en desarrollo; es decir, terneros, terneras, vaquillas,
novillos y vacas de primer parto. Las vacas, toros y bueyes pueden consumir, en las
épocas de menor crecimiento de la pradera, forrajes de menor calidad, como las
pajas.
f) Pajas de cereales: los microorganismos presentes en el rumen realizan la
digestión del alimento que el animal consume. En general, se asume que un
rumiante en condiciones normales utiliza 8 horas en pastoreo, 8 horas en rumiar y 8
horas para descansar.
Una ración alta en fibra promoverá una mayor rumia y mayor salivación, lo cual es
normal.
La paja de cereales se usa de preferencia como cama caliente en galpones en los
sistemas de producción animal intensivos y en menor medida como alimento. Las
pajas se caracterizan por tener una baja digestibilidad (alrededor de 50%), bajo
contenido de Energía Metabolizable, bajo contenido de proteína cruda y un bajo
aporte de vitaminas y minerales.
La suplementación con paja a bovinos de carne ha sido investigada en INIA, en
vacas de crianza y novillos. Se ha utilizado en vacas de crianza en potreros de
sacrificio invernal, liberando otros potreros para un mejor rebrote primaveral. El uso
de las pajas de cereales permite, además, una reducción de los costos de
alimentación invernal de los animales, en comparación al uso de ensilaje o heno
(Catrileo y otros, 2009).
Las pajas pueden constituir parte de la ración diaria de bovinos en épocas de
escasez de forraje (verano, otoño e invierno), en reemplazo de los forrajes
conservados. Si bien ellas no constituyen un alimento de gran valor, pueden ser
entregadas a los animales para mantención de peso o para submantención por
periodos cortos, especialmente para vacas adultas en el periodo de post destete.
Desde este punto de vista, las pajas de leguminosas constituyen una mejor
alternativa.
Finalmente, cabe señalar que el uso de la paja en alimentación de animales
rumiantes contribuye a utilizar un material vegetal del cual existe gran disponibilidad.
Además, ayuda a bajar los costos de producción y, al evitar su quema, se contribuye
a disminuir los efectos dañinos sobre el medio ambiente.

Bibliografía
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Producción y Calidad de carne Bovina. Facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia. Universidad Nacional Autónoma de México.
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● AFRC. (1995). Energy and Protein Requirements of Ruminants. AFRC
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Wallingford, Oxon, Reino Unido.
● Catrileo, A. y Rojas, C. (2004). Manual de Producción de Bovinos de carne
para la VIII, IX y X regiones. Temuco, Chile: Instituto de Investigaciones
Agropecuarias. Estación experimental Carillanca. Pp. 73-80.
● Catrileo, A. (2015). Decisiones de Manejo en Producción de Carne Bovina.
Boletín No 316. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Estación
experimental Carillanca. Temuco. Chile.

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