El documento describe el estrés académico como una reacción de activación fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos que puede afectar negativamente el rendimiento estudiantil. Identifica varios tipos de estresores académicos como sobrecargas de trabajo, exámenes y falta de tiempo, así como síntomas físicos y psicológicos del estrés como ansiedad, fatiga y dolores de cabeza.
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El documento describe el estrés académico como una reacción de activación fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos que puede afectar negativamente el rendimiento estudiantil. Identifica varios tipos de estresores académicos como sobrecargas de trabajo, exámenes y falta de tiempo, así como síntomas físicos y psicológicos del estrés como ansiedad, fatiga y dolores de cabeza.
El documento describe el estrés académico como una reacción de activación fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos que puede afectar negativamente el rendimiento estudiantil. Identifica varios tipos de estresores académicos como sobrecargas de trabajo, exámenes y falta de tiempo, así como síntomas físicos y psicológicos del estrés como ansiedad, fatiga y dolores de cabeza.
El documento describe el estrés académico como una reacción de activación fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos que puede afectar negativamente el rendimiento estudiantil. Identifica varios tipos de estresores académicos como sobrecargas de trabajo, exámenes y falta de tiempo, así como síntomas físicos y psicológicos del estrés como ansiedad, fatiga y dolores de cabeza.
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ESTRÉS ACADÉMICO
Es el malestar que el estudiante presenta debido a factores físicos,
emocionales, ya sean de carácter interrelacional, intrarrelacional o ambientales que pueden ejercer una presión significativa en la competencia individual para afrontar el contexto escolar en el rendimiento académico. (Barraza, 2007). La reacción normal que tenemos frente a las diversas exigencias y demandas a las que nos enfrentamos en la Universidad, tales como pruebas, exámenes, trabajos, presentaciones, etc. Esta reacción nos activa y nos moviliza para responder con eficacia y conseguir nuestras metas y objetivos. Sin embargo, en ocasiones, podemos tener demasiadas exigencias al mismo tiempo, lo que puede agudizar la respuesta y disminuir nuestro rendimiento. (Osorio, 2015). Una reacción de activación fisiológica, emocional, cognitiva y conductual ante estímulos y eventos académicos. (Mazo, 2011) El estrés, al ser una reacción del sujeto frente a situaciones percibidas como amenazantes y de sobre exigencia, tiende a extenderse a diversas esferas sociales, como el trabajo, las relaciones de pareja, el ambiente familiar, enfermedades, académico, entre otras. Es justamente el estrés académico uno de los fenómenos que más ha afectado a la población estudiantil y universitaria en la actualidad, muchos asumen a que se debe al grado de sobre exigencia en los que los estudiantes se ven expuestos diariamente.
El estrés académico puede actuar de forma positiva o negativa en la
vida del estudiante, el primer lugar puede actuar en función de motivador, para que el sujeto puede realizar una actividad con mayor expectativa y de mejor forma y otorgando mayor capacidad de concentración (también llamado modo de alarma). Mientras que la forma negativa del estrés académico se da cuando no permite responder de manera adecuada o en la manera en que el sujeto se prepara para realizar una actividad. Cuando un alumno se sostiene por mucho tiempo en modo de alarma realizando un cansancio excesivo, lo cual se representa a veces como dolor de cabeza, problemas gástricos, alteraciones de sueño. Etc. A pesar de existir numerosas conceptualizaciones del estrés académico, todas coinciden en que este se genera por las demandas que impone el ámbito educativo y que puede afectar tanto a profesores como alumnos. También es definido como un malestar que el estudiante presenta debido a factores físicos, emocionales, ya sea de carácter interrelacional o intrarrelacional, o ambientales dentro del ámbito educativo. El estrés académico surge a partir de la interacción del sujeto con estímulos o factores que activan en el estudiante la conducta de alarma (estrés). Es por ello que dichos factores son denominados estresores académicos, los principales son los siguientes:
TIPOS DE ESTRESORES ACADÉMICOS:
Competividad grupal. Sobrecargas de tareas. Exceso de responsabilidad. Interrupción de trabajo. Ambiente físico desagradable. Falta de incentivos. Tiempo limitado para hacer el trabajo. Problemas o conflictos con los asesores. Las evaluaciones. Tipo de trabajo que se le pide al estudiante. Trabajar en grupo. Realizar un examen. Realización de trabajos obligatorios para aprobar la asignatura.
Todos estos factores o estresores académicos, aparecen en un mismo
medio conocido como la universidad, los cuales generan una sintomatología específica en los estudiantes, que se manifiestan en conductas, pensamientos y reacciones físicas. Dichos estresores al ser percibidos de forma continua e intensa, afectan significativamente las esferas sociales en las que el estudiante se desenvuelve, tales como el rendimiento académico, la conducta social, etc. FASES DEL ESTRÉS ACADÉMICO: FASE DE ALARMA: En la fase de alarma intervienen los mecanismos fisiológicos, es decir el cuerpo se moviliza para afrontar el factor estresor, es así que Acosta (2013) menciona que “el cerebro envía un mensaje bioquímico a todos los sistemas corporales. La mayor parte de la gente reacciona de manera inadecuada, grita o salta, al final de esta fase el cuerpo recupera su resistencia y la aumenta”. Es decir, esta fase es la primera reacción del organismo ante el factor académico estresante, es aquí donde aparecen ciertos síntomas físicos como la respiración entrecortada, el aumento del ritmo cardiaco, sudoraciones, etc. FASE DE RESISTENCIA: También conocida como fase de adaptación, esta surge cuando el estado de tensión se prolonga, y se produce el proceso de resistencia. Autores como Acosta (2013) define a la fase de resistencia como “la fase en la que el individuo comienza su lucha de huida, los síntomas de esta fase son la tensión, la ansiedad y la fatiga.” Aquí se intenta compensar el agotamiento del organismo frente al ambiente académico, ya que se secretan hormonas que elevan la glucosa en el organismo y evitan el desgaste completo de energía, es por ello que esta fase es nombrada como la de adaptación. FASE DE AGOTAMIENTO: Cuando el sujeto se ve expuesto de forma constante al ambiente académico de tensión, pierde su capacidad de resistencia, es así que Caldera (2012) menciona que “el sujeto empieza a sufrir problemas físicos y psíquicos severos, el estrés es tan tenso que la persona afectada ya no puede defenderse a la situación de agresión.” El sujeto pierde la capacidad de afrontamiento en el ámbito educativo o académico y consecuentemente a ello, aparecen síntomas físicos y psíquicos que afectan su desempeño normal, aquí las reservas mentales y físicas se agotan, el sujeto no puede utilizar sus mecanismos adaptativos cotidianos, debido a que ya no le son eficaces.
TIPOS DE ESTRESORES ACADÉMICOS:
ESTRESORES FÍSICOS: Este tipo de estresores se refiere al ambiente
físico dentro del ámbito académico que engloba a la situación educativa percibida por el estudiante. Es así que, González (2010) determina que “el calor, el frio, la fatiga y el ruido, son los estresores físicos más comunes". Estos factores producen un malestar en el sujeto, el cual interfiere con el rendimiento laboral, académico y social del mismo. ESTRESORES PSICOLÓGICOS: Este tipo de estresores engloban a todas las emociones que despierta la situación académica en general. Autores como González (2010) menciona que “la ira, los celos, el miedo, los sentimientos de inferioridad, afecta a lo que cada persona piensa de su entorno, lo cual está influido por las características cognitivas y la personalidad de cada sujeto" (p. 163). Dicho de otro modo, la percepción subjetiva que el sujeto tenga sobre su rendimiento académico o la situación global educativa generalmente de sobre exigencia, influye en la valoración que lo otorga, el cual frente a un evento estresante, será valorado como insoportable desde la perspectiva del sujeto que lo sobrelleva. ESTRESORES INTERNOS: refieren a aquellos estresores académicos que se encuentran relacionados con las características propias del sujeto. Como manifiesta Cobanach (2011) “son propios de las características innatas del individuo, como la introversión, tipo de personalidad, pensamientos negativos o positivos, etc." (p. 160). Estos se relacionan directamente con los esquemas cognitivos habituales del sujeto, los mismos que se desplazan a una amplia gama de situaciones, a las cuales el individuo les otorga un atributo específico. ESTRESORES EXTERNOS: Son aquellos estresores académicos que están por fuera del sujeto, como refiere Barraza (2007) “estos son diferentes a las características del sujeto, por ejemplo una sobrecarga en el trabajo, en la universidad, la ambigüedad del rol de docente, etc." (p. 160). Es decir estos se encuentran en la percepción del ambiente social dentro de la esfera educativa, en el cual se desenvuelve el sujeto, es la valoración que le otorga a dicho lugar. SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS DEL ESTRÉS ACADÉMICO: Conflictos. Aislamiento. Desgano. Inquietud. Sentimientos de irritabilidad. Agresividad. Sentimientos de depresión o tristeza. Tendencia a polemizar o discutir. Desesperación. Abatimiento. Pensamientos catastróficos. Ansiedad.
SÍNTOMAS FÍSICOS DEL ESTRÉS ACADÉMICO:
Trastornos del sueño. Fatiga crónica. Dolores de cabeza. Problemas de digestión. Somnolencias. Mareos. Rascarse o morderse las uñas. Problemas de concentración. Bloqueo mental. Transpiración excesiva. Cambios de hábitos. Dolores musculares. Incremento de la presión arterial.