Análisis Final Ética
Análisis Final Ética
Análisis Final Ética
Facultad de Letras
Escuela de filosofía
Ética profesional para odontología
Luego de interrogar a la paciente, esta mencionó haber asistido, en busca de una mejora
estética, con una odontóloga general que decía ser ortodoncista, debido a que contaba con una
movilidad y diastemas en las piezas antero superiores. La odontóloga le propuso como
tratamiento el cierre de los diastemas, el cual tenía una duración de aproximadamente 6 meses,
esto sin antes haber evaluado la situación periodontal que mostraba en su momento. La
profesional le explicó los beneficios y riesgos que suponía el tratamiento de la ortodoncia fija.
Sin embargo, no existió ninguna forma de consentimiento informado por escrito. Asimismo, la
paciente expone que la odontóloga que llevaba su caso solo optó por una panorámica y cefálica
lateral, no llevó a cabo un estudio radiográfico periapical completo, ni fotografías, ni modelos.
Marco teórico
Existen una serie de rasgos que se deben cumplir para que una persona se considere
como un buen profesional. Los cuales se dividieron en rasgos cognitivos; como la formación
continua, preparación e innovación, competencias técnico-organizativas; como la
competitividad, eficiencia, y resolución de problemas. También están las competencias
sociales; es necesario que haya disciplina, comunicación y trabajo en equipo, están los rasgos
de competencias éticas; como el respeto, honestidad, responsabilidad y finalmente las
competencias afectivo-emocionales, como la identificación con la profesión y la capacidad
emocional (Hirsch Adler, 2003).
Para llevar un control de las acciones de los profesionales hay una serie de entes
corporativos, es decir entes públicos conformados por un grupo de personas las cuales tienen
intereses parecidos, los cuales son de afiliación obligatoria para cualquier profesional, los
cuales se le conocen como colegios profesionales. Dichos colegios atienden fines públicos,
como la regulación, autorización, los fines y el control del ejercicio profesional, además pueden
dictar un reglamento interno de trabajo. Con el fin de que las profesiones se ejerzan con
responsabilidad y con apego a las normas éticas de la profesión y al ordenamiento jurídico.
Algunas otras funciones de dichos colegios son participar en la elaboración de planes de
estudio, intervenir, en vía de arbitraje o conciliación por motivos profesionales, visar los
trabajos profesionales y ordenar en el ámbito de su competencia, velando por la dignidad de la
profesión y por la ética (García Erviti, 2006).
3. Análisis del tema desde la Ética Profesional, Colegios Profesionales y Códigos de Ética
Como anteriormente se mencionó la ética profesional se trata de una ética aplicada que
busca el bien común y establece el buen y mal comportamiento que un profesional debe de
tener ante un dilema ético, además expone las competencias cognitivas, técnicas, organizativas,
afectivas, éticas y sociales que todo profesional debe contar en el pro del conocimiento
científico y del bien del paciente. Se puede cuestionar que en este caso la odontóloga no poseía
la competencia cognitiva ni técnica de realizar el tratamiento de ortodoncia como el que ejecutó
en la paciente debido a que solo posee un título académico de odontología general y no el
posgrado correspondiente para realizar ese procedimiento.
Es decir, si la profesional hubiese actuado bajos los objetivos que establece la ética
profesional en la realización del bien social y justicia hubiese podido discernir cómo actuar
ante este dilema, por ende debió de realizar una exhaustiva evaluación del estado del paciente
y reconocer sus límites profesionales y referirse a un especialista en periodoncia, para tratar su
periodontitis severa. Ahora bien, no debió proceder colocando el tratamiento de ortodoncia
pues al no seguir el protocolo completo que hubiese realizado un especialista en ortodoncia,
generó más problemas que agravaron la periodoncia que ya poseía terminando en una
endodoncia de emergencia.
Por otro lado, desde el Colegio Profesional de Cirujanos Dentistas con su obligatoriedad
por regular el bien común se detectan varios actos ilícitos que cometió la odontóloga pues
incumplió con ciertos valores y principios que desacreditan la competencia profesional e
identidad del gremio odontológico como tal. Según lo estipulado en el código de ética expuesto
por dicho colegio el cual representa un sistema de principios, reglas y normas que forman los
derechos y deberes que regulan el comportamiento del profesional.
Esta odontóloga infringió en primera instancia con el primer artículo que establece que
todo cirujano dentista debe de respetar el código de ética infringiendo así el artículo 15 pues
nunca le brindó a la paciente información diagnóstica por escrito de su condición y tratamiento,
es decir el consentimiento informado para que ella en toda su capacidad de entendimiento lo
aceptara y firmara. Además dejó de lado el artículo 18 pues en su desconocimiento en ciertos
temas de ortodoncia y periodoncia no recomendó a su paciente los servicios de un colega con
mayor experiencia y expertis en las diferentes áreas requeridas. Al igual en el artículo 3 que
estipula que un cirujano dentista debe poner en práctica todos sus conocimientos técnico-
científicos, actualizarlos constantemente y abstenerse de toda conducta que perjudique la vida
de un paciente que fue todo lo contrario a lo que realizó la odontóloga pues el beneficio que le
pudo haber dado al paciente era muy limitada.
Se violó la dignidad hacia el paciente y el respeto debido a fines lucrativos pues era un
procedimiento estético de ortodoncia inutil para él pero beneficioso económicamente para la
supuesta ortodoncista, si desde un principio hubiera seguido el lineamiento del código de ética
ella se hubiera ocupado de los tratamientos correspondientes a su especialidad dejándole al
ortodoncista capacitado solucionarle el problema estético de diastemas ahorrandole dinero,
dolor y problemas posteriores a la paciente.
Como se mencionó anteriormente este caso no ocurrió en Costa Rica sin embargo,
debido al incumplimento al código de ética este se podría denunciar al Colegio profesional de
cirujanos dentistas y trasladar una comisión de fiscalía donde se daría el procedimiento
administrativo-disciplinario correspondiente,en donde se emitiría una resolución final con las
sanciones para la infractora que estas siempre son dependiendo de la gravedad del caso los
cuales pueden ser administrativos con una llamada de atención, carta con copia al expediente
o trabajo comunal; económicos con multas o donaciones y punitivos como suspensión o
expulsión, a pesar de esto debido a la ambigüedad del código de ética no se conoce que tipo de
sanciones puede tener debido a la infracción de tantos artículos.
“El dolor constituye un flagelo para la humanidad, tratarlo es un deber del médico, pero
se debe hacer tomando como premisa los principios éticos” (Cordero I, 2006) Siguiendo con
lo estipulado en la cita y observando el caso desde la ética y el dolor se puede evidenciar un
profesional de la salud con muy poca ética y sobre todo con muy poca empatía hacia el dolor
que estaba padeciendo el paciente en este caso, esto ya que dicho profesional siendo consciente
de que no se encontraba lo suficientemente capacitado para realizar el procedimiento, aun asi
toma la decisión de practicarlo y no tuvo ninguna consideración para con el paciente y con el
dolor que dicho procedimiento le termina ocasionando.
“Aliviar el dolor es un derecho del hombre y una obligación ética del personal de la
salud. En la asistencia a pacientes que sufren dolor, independientemente del estado de
evolución de la enfermedad, se pueden plantear la siguiente reflexión, no es ético dejar sufrir a
alguien por ignorancia, temor, creencias erróneas o mala teología.” (Álvarez T; Velásquez O,
1995) En el caso que se analiza se puede utilizar la cita anterior para hacer referencia a lo mal
que la supuesta ortodoncista manejo el caso después de haber realizado un trabajo innecesario
y doloroso, esto ya que en lugar de aceptar su error inmediatamente y reconocer ante el paciente
lo ocurrido, no hizo nada al respecto, esto en contraste con el odontólogo general el cual mostró
gran empatía con la situación en la que se encontraba la paciente. se preocupó por conocer los
motivos y las causas de lo que le había ocurrido y mostró una conducta adecuada en todo
momento en el que la trato y cuando tomó la decisión de referirla un periodoncista.
Como ya se explicó anteriormente, el consentimiento informado “es una regla ética que
tiene como objetivo preservar los derechos de las personas en el campo de la asistencia
sanitaria. Se refiere, en particular, al derecho de las personas a participar de las decisiones que
comprometen su cuerpo y su salud.” (CENDEISS, 2016) El consentimiento informado debe
basarse en el principio de la autonomía, en dónde el paciente toma sus propias decisiones en
caso que entrara en juego su vida, tratamientos de salud y enfermedad.
Por otra parte, la omisión del consentimiento informado en esta situación recalca la
importancia del mismo, es fundamental que él o la odontóloga haga un diagnóstico adecuado
y completo de la paciente en el que detalle cuál es su situación con el fin de que se pueda
prevenir y anticipar cualquier complicación, y de la misma manera, que el paciente tenga total
consciencia de qué es lo que se le va a realizar y el porqué del tratamiento, así como también
conocer cualquier riesgo que este pueda incluir, y con pleno conocimiento de todas estas
circunstancias pueda decidir por sí mismo de manera voluntaria si desea o no realizarse el
procedimiento. Debido a que la omisión tanto del estado previo al tratamiento como del
procedimiento en sí, no solo conlleva grandes consecuencias para el profesional que lo realizo,
también se expone al paciente a un estado de vulnerabilidad mayor, en el cual desconoce su
estado de salud, poniendo en riesgo su integridad y atentando contra su autonomía, y como se
evidencia claramente en el caso, dificultando aún más cualquier tratamiento posterior que deba
realizarse ya sea en caso de tener que solucionar lo que se le realizó o si presenta otra situación
en el futuro. Por lo tanto, la odontóloga no solo violó el principio de autonomía al no informarle
sobre su situación y tratamiento, también puso en un grave riesgo la salud de la paciente al
realizar un tratamiento del cual ella no tenía la formación técnica para poder realizarlo,
provocando mayores complicaciones y dolor que el ya previamente existente.
Debido a que entre los principios por los cuales que se rige la ética se busca hacer el
menor mal posible, el dolor tiene un papel fundamental, debido a que aunque constituye algo
tan complejo que únicamente quien lo siente puede saber qué tan intenso y grave es, el deber
del profesional de la salud al ser quien tiene el dolor de otros en sus manos, es siempre tener la
suficiente empatía y moral para buscar disminuir ese dolor, debido a que en el caso expuesto
es notorio como fácilmente al carecer de los valores morales y de la visión integral para lidiar
con este, se puede agravar el dolor no solo de manera física, sino también psicológica y
emocional, provocando un daño que puede llegar a ser irremediable en diversos aspectos de la
vida del paciente. Por lo tanto, ser consciente de cuán delicado e importante es lidiar con el
dolor y la salud ajena es fundamental para poder ejercer la profesión de manera ética y
humanista.
Por último, mediante la realización del análisis se concluye que cada uno de los
elementos anteriormente mencionados en conjunto, como lo son buscar siempre hacer el bien
común y la justicia, respetar la autonomía e informar adecuadamente al paciente, y cumplir con
las regulaciones y normas establecidas para cada profesión, no solo constituyen el proceder
ético de un profesional de la salud y de la odontología en este caso en concreto, también tienen
una influencia directa y fundamental con el dolor, que así como puede ser solucionado, puede
también agravarse según el proceder de una única persona; y decidir cómo proceder respecto a
este como miembro del personal de salud resulta importante tanto para el profesional como
para el paciente.
Bibliografía
Cordero, I (2006). Enfoque ético del dolor. Revista Cubana Salud Pública.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-
34662006000400009