Apunte07 03

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La Pericia e Informe del Trabajador Social en el Derecho de

Familia
La presente ponencia ha sido elaborada con diferentes aportes,
entre los que se incluyen las experiencias de intervención acumuladas a lo
largo de la existencia del Equipo Técnico del Fuero de Familia. Hacemos esta
recuperación: Lics. en Trabajo Social: Carina Yadanza y Liliana Vázquez.

C.A.Te.Mu: Santa Rosa 320 6° piso oficina D


Tel:4481006 -4481606 int: 27362 al 65 / 351-15644842

Temario
1. Nociones de familia. Lo estable los cambios y la complejidad.
2. Algunos principios generales, rectores para la intervención. Código Civil de la
Nación y Código de Procedimiento de Familia.
3. Competencia Material. Código de Procedimiento de la Provincia de Córdoba
4. Particularidades del Fuero de Familia. Especificidades de la Intervención
Social
5. Diagnóstico e Informe Socio Familiar. Aspectos Generales y Particulares
para su elaboración.
6. Técnicas de intervención. La observación. La entrevista domiciliaria. La
entrevista institucional. La articulación con otras disciplinas. La supervisión.
7. Desafíos y aspectos éticos de la intervención.

1. Noción de familia- lo estable los cambios y la complejidad


A pesar de las grandes transformaciones del mundo globalizado, la
familia sigue siendo el primero y principal grupo de pertenencia y referencia
social de las personas, determinante de la identidad individual, instancia de
mediación entre sujeto y sociedad. Es justamente por su condición de
fundamento y principio de la sociedad, que los cambios producidos a nivel
económico, político, cultural impactan en ella, cuestionando sus tradicionales
funciones de procreación, convivencia y satisfacción de necesidades básicas.
En ese sentido, nos parece que tomar algunos aspectos de lo que Elizabeth
Jelin define como familia, recupera algunos elementos centrales que siguen
vigentes y contribuye a dotar de sentido la complejidad que representa. Al
respecto tomarla como una organización social, como una trama de relaciones
de producción, reproducción y distribución con una estructura de poder y con
fuertes componentes ideológicos y afectivos que cimientan esa organización y
ayudan a su persistencia y reproducción, pero donde también hay bases
estructurales de conflicto y lucha. Al mismo tiempo que existen tareas e
intereses colectivos, los miembros tienen intereses propios, anclados en su
propia ubicación en la estructura social.
Una de las notas características de la familia a pesar de las múltiples
concepciones y clasificaciones que puedan encontrarse, es que sus miembros
tienden a permanecer de algún modo relacionados entre sí, y que como
elemento fundante de la sociedad, se encuentra subordinada al ordenamiento
legal que establece deberes y derechos entre los parientes, más allá del deseo
o la voluntad de estos.
La realidad social y en especial las relaciones de familia, son mucho más
complejas que aquellas que existían cuando Vélez Sarsfield redactó el Código
Civil, hay una gran cantidad de parejas que no se casan —de igual o de diverso
sexo—; familias ensambladas; familias monoparentales; hijos/hijas que nacen
de parejas que apelan a las técnicas de reproducción asistida; segundas o
terceras uniones en las que los adultos ya vienen con una estructura
económica o patrimonial y, por ende, quisieran elegir un régimen de bienes en
el cual no deban compartir o generar bienes “gananciales”; personas con
capacidades restringidas o padecimientos mentales que pueden contraer
matrimonio a pesar de su discapacidad siendo hasta terapéutico y beneficioso
para su mejoría el compartir la vida con alguien; padres adolescentes que
llevan adelante la crianza de sus hijos; ex parejas que se llevan muy bien y que
comparten el cuidado de los hijos tras la separación; personas cuya ruptura
matrimonial o convivencial las dejan en una situación patrimonial desventajosa
que deben verse compensadas por ese desequilibrio producto de haberse
retirado del mercado laboral para hacerse cargo del hogar; hijos que tienen el
derecho a portar el apellido de ambos padres; cantidad de niños que nacen de
técnicas de reproducción humana asistida y que necesitan de reglas claras en
lo relativo a la determinación de su filiación (¿quiénes son sus padres para la
ley? ¿quiénes aportan el material genético o quienes tienen la voluntad
procreacional o el deseo de ser padres?); y otra cantidad de niños que tienen el
derecho de vivir en familia, en primer lugar, en la suya, y si eso no es posible,
en otra familia a través de la adopción, por citar solo algunas de las tantas
realidades y conflictos familiares que observa la sociedad contemporánea.
Todas realidades sociales que se hallaban invisibilizadas, y que a partir
de los cambios normativos, desde el Nuevo Código Civil y Comercial, se
reconocen, promoviéndose el respeto por la libertad y la intimidad; en este
caso, de formar la familia que se quiera, desee o se pueda, preocupándose por
la protección integral de la familia sin definirla, es decir, considerándola de
manera amplia e inclusiva, conteniendo la perspectiva de un derecho más
humano; es decir, un derecho de familia plural, inclusivo, solidario y
responsable.
En los últimos tiempos, asistimos no sólo a la complejidad de las familias
y las tramas familiares, sino que a cambios de paradigmas, que se plasman en
leyes con posterioridad a que distintos tratados internacionales alcanzar rango
constitucional. Este reconocimiento legislativo es el resultado de varios hitos
normativos que se han dado en los últimos años y que han posicionado a la
Argentina en un lugar de vanguardia en el campo del derecho de familia. La
Ley de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes
(26.061); la Ley de Matrimonio Igualitario (26.618); la Ley de Identidad de
Género (26.742); la Ley de Protección Integral de las Mujeres (26.485) o de
Cobertura Médica de Técnicas de Reproducción Humana Asistida (26.862), por
citar algunas, han venido a interpelar de manera profunda la legislación civil
existente. En este contexto, el Código Civil y Comercial viene a saldar una
deuda pendiente con el justiciable que necesita de reglas claras para resolver
sus conflictos familiares, encontrando soluciones a nuevas controversias y
respuestas a interrogantes que hasta hace un tiempo eran impensadas.

2. Algunos principios generales, rectores para la intervención. Código


Civil de la Nación y Código de Procedimiento de Familia de Córdoba
Los principios constitucionales rectores que centran la intervención de
los agentes judiciales, son tomados de los tratados y convenciones
internaciones de Derechos Humanos que han sido plasmadas en la
Constitución Nacional y se reflejan en las leyes.
Estos son principalmente la libertad y la autonomía personal. En este
marco, se toma también como principio, el de la solidaridad familiar; los
derechos de las familias, de las distintas formas de familias, la protección
integral de todos los modos de ser familia, sin discriminación en igualdad de
condiciones; la protección de los más vulnerables (niños, mujeres, personas
con discapacidad, pueblos originarios, otros grupos, a través de tutelas
especiales a sujetos vulnerables y a políticas de estado). Se veda toda
posibilidad de discriminación en razón de orientación sexual o género. Se
admiten los distintos modos de construir las familias, la organización familiar.
Se aborda el divorcio como una parte de las crisis familiares. El derecho a la
autoderminación y a escoger aquello que da sentido a la propia existencia.

La mirada rígida sobre las relaciones humanas familiares, bajo la excusa


de considerar todo de orden público, contraría la noción de pluralismo que
pregona la doctrina internacional de los Derechos Humanos. En efecto, existe
un derecho a la vida familiar y, consecuentemente, la injerencia estatal tiene
límites. Por eso, se introducen modificaciones de diversa índole a los fines de
lograr un mejor y mayor equilibrio en la clásica tensión entre autonomía de la
voluntad y orden público, especialmente, al momento de la ruptura, de modo
que la conclusión pueda realizarse en términos pacíficos, mediante la ayuda de
la interdisciplina, la mediación, la especialidad, entre otras, que han colaborado
a que las personas entiendan que un buen divorcio contribuye a la paz familiar
y social.
El eje central de la reforma es el cambio cultural, que se produjo sobre la
base de la consagración de los derechos humanos y la incorporación de los
instrumentos del derecho internacional que tienen su destinatario principal las
personas y la diversidad.

En relación al Código de Procedimiento Provincial, algunos de los


principios que nos resultan más significativos para la práctica de los agentes
judiciales y mencionamos:
- Las normas que rigen el procedimiento de familia deben facilitar el acceso a la
justicia, especialmente tratándose de personas vulnerables.
- En el proceso de familia los plazos son importantes por la sensibilidad de las
problemáticas que se abordan.
- El Juez de Familia debe mantener contacto directo y comunicación personal
con las partes del proceso, participantes, órganos de prueba y miembros del
cuerpo Auxiliar Técnico Multidisciplinario y del Equipo de Intervención al
Régimen comunicacional, como un medio para conocer acabadamente los
intereses en conflicto.
- La resolución de los conflictos familiares debe procurar y preferir las
soluciones consensuadas.
- La decisión que se dicte en un proceso en que están involucrados niños,
niñas o adolescentes, debe tener en cuenta el interés superior de esas
personas.
- Las personas mayores con capacidad restringida y los niños, niñas y
adolescentes tienen derecho a ser oídos en todos los procesos que los/as
afectan directamente. Su opinión debe ser tenida en cuenta y valorada según
su grado de discernimiento y la cuestión debatida en el proceso.
- Los procesos de familia se rigen por los principios de libertad, amplitud y
flexibilidad de la prueba.
- Los actos y resoluciones judiciales deben redactarse mediante
construcciones sintácticas sencillas y comprensibles que respondan a la
situación particular de las partes, sin perjuicio de su rigor técnico.

3. Competencia Material. Código de Procedimiento de la Provincia de


Córdoba
El Código de Procedimiento establece las causas y competencias del
Fuero de Familia, así como las funciones y tareas de los Equipos Técnicos
Profesionales.
El art. 16 establece que los Tribunales de Familia conocerán en las
siguientes causas:
1) Matrimonio: Oposición a la celebración. Disenso y dispensa. Alimentos.
Autorizaciones para disponer bienes. Nulidad.
2) Divorcio: Efectos personales. Liquidación del régimen patrimonial
matrimonial. Compensaciones económicas.
3) Uniones convivenciales: Efectos personales. Pactos. Compensaciones
económicas.
4) Parentesco.
5) Filiación por naturaleza y por técnicas de reproducción humana asistida.
6) Adopción integradora y de personas mayores de edad salvo que haya
prevenido otro tribunal.
7) Responsabilidad parental.
8) Tutela.
9) Sustracción y restitución internacional de menores de edad.
10) Inscripción de documentación extranjera (actas de matrimonio y de
nacimiento) y sentencias extranjeras relativas a la materia familiar.

En los artículos 67, 68 y 69 quedan establecidas las funciones de los dos


Equipos Técnicos del Fuero de Familia:
Artículo 67.- El Cuerpo Auxiliar Técnico Multidisciplinario tiene como
función producir los informes y realizar las actividades que le encomienden los
miembros de la Magistratura de Familia y de la Asesoría de Familia.
Artículo 68.- El Equipo Técnico de Intervención al Régimen
Comunicacional tiene como función producir los informes y realizar las
actividades que le encomienden los miembros de la Magistratura de Familia y
en las que resulte necesaria la evaluación de posibilidades vinculares de
familias en conflicto, con utilización o no, del dispositivo Cámara Gesell,
durante la etapa jurisdiccional, por un lapso de tiempo transitorio y acotado, no
mayor a 60 días.
Artículo 69.- El Cuerpo Auxiliar Técnico Multidisciplinario y el Equipo
Técnico de Intervención al Régimen Comunicacional, actuarán por medio de
alguno o algunos de sus miembros, a requerimiento de los integrantes de la
Magistratura de Familia o del Asesor de Familia.
4. Particularidades del Fuero de Familia. Especificidades de la
Intervención Social

Conformación del Equipo Técnico de Tribunales de Familia (C.A.Te.Mu.)


El Cuerpo Técnico de Tribunales de Familia se encuentra en
funcionamiento desde el año 1991 y está conformado por Trabajadoras
Sociales, Psicólogos y administrativos.
Las funciones de los profesionales, como ya hemos mencionado, están
definidas en la Ley, y se vinculan con la provisión de elementos a los Jueces a
fin de aportar en las decisiones y causas que llevan adelante.
Para ser miembro de este Equipo Técnico se requiere además del título
habilitante tener no menos de treinta años de edad, cinco años de ejercicio
profesional, y versación especial en temas de familia.
La tarea específica, tanto de Trabajadores Sociales como de Psicólogos,
es realizar diagnósticos familiares, a través de los cuales se intenta conocer el
problema.

El Trabajo Social en el Fuero de Familia


El ámbito judicial, en especial el Fuero de Familia, implica para el
Trabajador Social una amplia gama de problemas en los que puede intervenir,
no solo por la diversidad de los mismos, sino además porque los protagonistas
provienen de todos los estratos sociales. Cabe destacar como una
particularidad del ejercicio profesional en este contexto institucional, la
intervención con sectores medios tanto asalariados, profesionales, empresarios
y nuevos pobres, así como la intervención con familias provenientes de
sectores de pobreza estructural. Consideramos una limitante para este último
sector, la necesidad de contar con un abogado para la realización los trámites
en el fuero (no obstante la posibilidad de solicitar patrocinio gratuito y beneficio
de litigar sin gastos) para lo cual muchas veces nos dan intervención para la
realización de informes sociales y decidir la adjudicación del beneficio legal.
En lo que se refiere al modo de trabajo, la actuación profesional es
requerida a través de un oficio en el que se solicita la realización de un informe,
en cualquiera de las cuestiones que son competencia de los tribunales.
Es importante señalar que muchas de las situaciones conflictivas llegan
al Fuero después de haber fracasado instancias previas en la búsqueda de
acuerdos extra judiciales o por grandes dificultades de alguna de las partes o
de ambas en el establecimiento de una comunicación. Esto implica que cuando
ingresan al sistema judicial el deterioro sufrido en las relaciones es muy
significativo, otorgándole una especificidad particular al abordaje desde el
Trabajo Social, una vez judicializado el conflicto.

Especificidades de la Intervención Social


Desde el punto de vista técnico profesional se destaca la mirada
interdisciplinaria de intervención, con excepción de aquellas solicitudes
disciplinarias por parte del órgano requirente.
Se puede ordenar en dos grandes grupos la modalidad de intervención
según el tipo de solicitud al que se esté dando respuesta:

a) Aquellas situaciones que requieren de un proceso profundo de diagnóstico


y contextualización de la problemática, su historia y posibles derivaciones
(plan de parentalidad, régimen comunicacional, deberes alimentarios,
delegación de la responsabilidad parental, adopciones por integración,
tutelas, acciones de filiación y todas otras problemáticas relacionadas a
cuestiones de familia; así como los Beneficios de litigar sin gasto).

b) Problemáticas que exigen una respuesta inmediata como la intervención en


la etapa prejurisdiccional, la participación en audiencias (audiencias en
medidas urgentes, a fin de escuchar a los niños/as y jóvenes; restitución de
niños/as; restituciones internacionales, participación en audiencias con
otros profesionales tratantes tanto ámbitos públicos o privados, como la
SENAF entre otros.)

5. Diagnóstico e Informe Socio-Familiar. Aspectos Generales y


Particulares para su elaboración
La práctica pericial está circunscripta al momento diagnóstico. No
obstante, exige superar diagnósticos descriptivos que sólo permanecen en la
apariencia del fenómeno. Sólo así vinculando los hechos con la teoría, es
posible construir diagnósticos calificados que tiendan a la comprensión de los
mismos.
Todo diagnóstico debe contener una descripción de los hechos, la
significación social que a ellos les asignan los actores sociales y la
interpretación del trabajador social.
El diagnóstico constituye una herramienta en un proceso de resolución
de diversas situaciones problemáticas que por su naturaleza requieren de la
intervención de la justicia, impulsados por las familias o por alguno de sus
miembros.
El diagnóstico implica no solo la enumeración de hechos o problemas
sino la explicación de los mismos, esto lo constituye en un proceso de
descripción, análisis e interpretación de datos para identificar situaciones,
problemas, explicarlos e incluso establecer hipótesis de resolución. La mera
descripción de información sin un ejercicio interpretativo a la luz de una teoría
no es un diagnóstico (González Cristina “Diagnóstico socio familiar”).
De esta manera, la esencia del marco operativo del diagnóstico es
el análisis e interpretación de variables e indicadores y el establecimiento de
conjeturas e interrogantes acerca del o los problemas a resolver.

Aspectos operativos de la intervención


La intervención se inicia con la lectura del expediente a partir de la cual
se establecerán los objetivos, las estrategias y las acciones a seguir en cada
caso, atendiendo a la temática de que se trate y del criterio profesional. Para
ello se efectuaran entrevistas interdisciplinarias y/o disciplinarias en las oficinas
del equipo técnico y entrevistas en domicilio, privilegiándose estas últimas por
las posibilidades que brindan de observar a la familia interactuando en su
contexto cotidiano, sin los condicionamientos que genera el ámbito judicial.
En un primer contacto con los entrevistados, se les hace conocer la
función del profesional y los motivos de su intervención. Las entrevistas pueden
llevarse a cabo con los miembros de la familia en forma conjunta o separada; el
número de las mismas dependerá de la problemática, como así también, si el
caso lo requiere, se realizaran entrevistas con los vecinos o en instituciones de
la comunidad (escuelas, dispensarios, centros de salud etc.). Ante casos de
mayor complejidad se utiliza como estrategia la intervención disciplinaria
colegiada.
En toda intervención, se tienen en cuenta algunos aspectos generales
donde focalizar la mirada, tales como:
- El contexto de entrevista: como llegan los /as entrevistados/as, si participan
activamente, si evaden, ocultan, asumen un lugar autocrítico, de preocupación
ante la problemática y la situación de las y los niños y adolescentes, si
minimizan el conflicto, muestran predisposición a la resolución, confrontan,
interpelan. Es decir, como se posicionan frente al proceso judicial y a los
profesionales.
- Datos generales del grupo de convivencia.
- Antecedentes de intervención de otros fueros y del mismo (actuales, pasados
e intervenciones previstas por a futuro por alguna de las partes), a los fines de
valorar el nivel de litigiosidad o conflictividad en las relaciones.
- Expectativas de la intervención técnica o del presente juicio.
- Historia familiar. Trayectoria personal de los adultos implicados en el juicio.
Construcción histórica de la relación de la pareja parental y de la resolución de
los conflictos, para valorar constantes y el lugar de los hijos/as y de otros
miembros del grupo en esta trama familiar. La construcción, ruptura y evolución
de la pareja parental: niveles de violencia presentes en la relación, tipo de
violencia y su impacto en la resolución o agudización de los conflictos.
Denuncias realizadas; denuncias cruzadas previas o durante la intervención en
el marco de la ley de violencia; Juzgado que interviene; medidas tomadas.
Tratamiento terapéutico realizado; compromiso con el mismo.
- En relación con los niños/as, adolescentes de la intervención: se contextualiza
la intervención con ellos/as a fin de que les resulte un espacio sin mayores
tensiones que las que ya trae, teniendo en cuenta el derecho a la intimidad y a
ser preservado por el secreto profesional, su derecho a ser oído y tenido en
cuenta en sus opiniones, no obstante las decisiones las toman los adultos
(padres, o juez). Se observa la disposición del niño/a adolescente en la
entrevista y con las profesionales intervinientes, si conoce las razones por las
cuales es convocado, conocimiento del conflicto, a través de quien conoce;
vivencia de la situación. Naturalización de la problemática familiar.
Comportamiento en el ámbito escolar, en otros espacios públicos, barriales,
con otros profesionales intervinientes, y advertir que transmite de la
problemática. Su relación con pares y adultos, familiares o no, actividades
socio culturales en que participa.
El lugar del niño en la dinámica familiar; como se refleja en lo material-
habitacional. Adultos que delegan en el hijo/a las decisiones. Alianzas con
hijos/as en contra del otro progenitor (hijos/as adultos, adolescentes, niños y
niñas). Dificultad para proteger al hijo/a del conflicto parental. Atravesamientos
de género y generación.
- Problemáticas de salud y salud mental y sus implicancias en el conflicto que
se dirime. Conciencia de salud-enfermedad de la persona y su familia; ámbitos
de atención; roles asignados.
- Condiciones socio-materiales y culturales de vida. Valores, legados
transmitidos en la socialización. Representación simbólica.
- Dinámica familiar; roles y funciones asignados y asumidos. Cómo significa la
familia y cada miembro esta dinámica y la conflictiva familiar. Dispositivos de
resolución a los que apelan.

Las formas de abordaje desde los informes sociales.


El informe es un instrumento valioso de nuestra intervención,
constituyendo una síntesis elaborada de una serie de intervenciones
profesionales.
El informe social siempre responderá a la demanda específica que se
nos formula. Es fundamental considerar cuál es la solicitud, quién demanda y
qué se está dirimiendo en el Fuero de Familia.
La información obtenida es plasmada en el informe, donde debemos
revisar como elaboramos e interpretamos esta información obtenida a través de
entrevistas donde el “secreto profesional” forma parte de nuestra intervención.
Su relevancia radica en comunicar con precisión acerca de la/s intervención/es
llevada/s a cabo.
En cuanto a la modalidad de los informes, hay diferentes tipos y modelos
según la intervención que se requiera. Presentando distintas modalidades, en
términos generales contiene datos personales y familiares, antecedentes,
historia y situación presente de una demanda socio familiar.
La elaboración del informe no es un relato descriptivo y/o cronológico de
los hechos. Si bien puede incluir aspectos descriptivos en una primera parte, de
presentación del problema, luego debe constar con aspectos analíticos y
aspectos concluyentes, que responderán al objeto de pericia.
El informe social es el lugar de la intervención de mayor exposición
profesional, dado que está en el expediente al cual tienen acceso muchos
actores: el Juez, los letrados, otros profesionales y fundamentalmente las
partes, las personas, las familias. En este sentido es importante revisar su
elaboración en términos éticos, siendo cuidadosos y respetuosos de los sujetos
de nuestra intervención y de la implicancia en sus vidas que tiene este
documento. Este es un instrumento de poder con el cual se toman decisiones
sobre el futuro y la vida de las personas y de las familias.
Los informes que “podrán ser interdisciplinarios, verbal o escrito, según
la forma que determine el tribunal o Asesor “, serán realizados en un lenguaje
claro y atendiendo a la problemática planteada. En los casos en que los
informes fueran ordenados para ser elevados con anterioridad a una
determinada fecha, serán remitidos como se indica o en su caso, con informe
de las razones de su imposibilidad.

En la intervención profesional, a los fines de la realización del


diagnóstico socio familiar y la elaboración del informe social, existen algunos
aspectos generales que están en todas las situaciones y otros particulares que
están focalizados en la temática específica o en la situación puntual que se
está dirimiendo en el proceso más amplio:

Estructura de los informes: aspectos generales y particulares


Aspectos generales:
En términos generales, los Informes elevados presentan una estructura
básica, aunque con distintas denominaciones según criterio de los
profesionales, el cual se adecua según las particularidades de la demanda y de
la situación familiar abordada. Esta estructura contiene:
- Fecha de elaboración del informe.
- Datos del juzgado al que se remite.
- Intervenciones profesionales efectuadas, fechas y domicilios donde se
realizaron. Fuentes consultadas (expedientes otros informes técnicos, otros
fueros intervinientes o instituciones y profesionales consultadas,
articulaciones).
- Grupo familiar conviviente; Datos Filiatorios.
- Antecedentes significativos de la conflictiva familiar actual.
- Apreciación diagnóstica.
Condiciones materiales y subjetivas de vida
Características de la familia: composición, tipo de familia, ciclo vital familiar,
situación económica, trayectoria laboral, situación educativa y aspectos
particulares de salud.
Hábitat: tipo de tenencia, tipo de población donde se asienta la vivienda.
Servicios sociales y de infraestructura disponibles. Accesibilidad. Espacios
habitacionales y su relación con miembros del grupo, posibilidades de
resguardar la intimidad de cada uno/a, particularmente de hijos/as. Distribución
de los espacios, modalidad de uso y ocupación de los espacios; vínculo con
proyecto de vida familiar o de pareja y medida en la que expresa y refleja
aspectos vinculados a la salud mental y dinámicas internas y de relaciones
entre sus miembros; espacio barrial; inserción en el espacio barrial.
Reproducción de tareas domésticas, delegación de género, generación.
Trayectorias familiares de los miembros involucrados, modalidad de
vínculos y relaciones familiares. Énfasis en las relaciones de la pareja parental,
convivientes o no, las relaciones filiales y fraternas. Constantes en el modo de
resolución de los problemas. Referentes a quienes acude. Gestiones de
recursos materiales, subjetivos y sociales.
Redes sociales formales e informales: red familiar extendida, redes socio
afectivas e institucionales a las que apelan. Participación e inserción en
Programas y Políticas Públicas.
Modalidades de la organización y la dinámica familiar: valores y normas
asimiladas, ejercicio de autoridad, proceso de toma de decisiones en relación a
la organización familiar y manejo del dinero, relaciones familiares (de género y
generación, posición social, adulto-niño/a, democráticas/autoritarias, etc.)
reconocimiento de las necesidades particulares de sus miembros,
particularmente de los niños/niñas y adolescentes a cargo. Reproducción de las
tareas domésticas. Asunción de roles instrumentales y afectivos.
Características socio-culturales: valores, creencias, costumbres y
posicionamiento respecto a la problemática abordada; posibilidades y
modalidades predominantes de resolución de las mismas. Perspectiva de
género, generacional y de derechos. Saberes y significados que otorgan a
dichos valores y creencias, a los lazos sociales, vínculos y modos de resolución
de conflictos.
Capacidad de reflexión autocrítica, disposición y permeabilidad a
sugerencias. Iniciativas propias. Movilización (subjetiva y objetiva) a partir de la
intervención. Reacciones ante la intervención (agresión verbal, reflexión,
descalificación, impulsividad, desánimo que endilga a la intervención, ausencia
ante las próximas entrevistas
- Valoración profesional / interdisciplinaria. Conclusiones. Inferencias.
Sugerencias. Prognosis.

Aspectos particulares
Divorcio
Cuando se instrumenta la separación, los sentimientos en juego suelen
ser muy ambivalentes y están directamente relacionados con el duelo por el
proyecto de familia que ya no será; son intensos el dolor, la ira y la culpa.
Simultáneamente, los cónyuges comienzan a repartir su patrimonio junto con la
re estructuración de los vínculos relacionales con los hijos y con la familia
extensa, sobre involucrándose en muchas situaciones a familiares y
fundamentalmente a los hijos/as. En este contexto, suele dirimirse el plan de
parentalidad, con el cuidado personal de los hijos, los bienes patrimoniales, así
como alimentos.
El plan de parentalidad es un derecho correlativo ya que a la par del
derecho subjetivo de los padres, aparece el de los hijos/as de estar junto a sus
padres o mantener contacto, lo que constituye un deber para aquellos. Ante la
inexistencia de un plan de parentalidad, el juez fijará uno priorizando la
modalidad compartida indistinta. La regla es el cuidado personal compartido,
que puede ser régimen conjunto alternado (un tiempo con cada progenitor) o el
de régimen indistinto (principalmente con residencia en el domicilio de uno de
ellos). No obstante ambos progenitores son titulares activos de la
responsabilidad parental y realizan las labores según necesidades del grupo
familiar con independencia de donde resida principalmente el/la hijo/hija. La
excepción es el cuidado unilateral.
La responsabilidad parental y todos aquellos temas que involucren a
niños niñas y adolescentes se rigen por los siguientes principios: el interés
superior de ellos/as; la autonomía progresiva de los/las hijos/as conforme a
sus características psicofísicas, aptitudes y desarrollo (a mayor autonomía
disminuye la representación de los progenitores); derecho a ser oído y a que su
opinión sea tenida en cuenta según su edad y grado de madurez.
Es necesario, por último, realizar con ambos progenitores una tarea
socio educativa, para que comprendan que si bien se puede haber quebrado
irreversiblemente el afecto entre ellos, su relación como pareja parental debe
continuar a lo largo de la vida de sus hijos/as y a tal efecto deben realizar
esfuerzos para una buena comunicación. Observamos que cuando
comprenden que ambos serán responsables y deben compartir no solo
decisiones y responsabilidades, porque la ley se ha modificado y define esta
modalidad compartida, los conflictos por la disputa por sus hijos tiende a
disminuir.

La intervención profesional está ligada a evaluar las posibilidades de


comunicación entre padres e hijos, tratando de evitar aquellas situaciones
conflictivas entre los progenitores, pudiendo ofrecer alternativas para el mismo
(lugar, modalidad, incorporación de terceros, etc) para resguardar a sus
hijos/as.

Dónde focalizamos la mirada: trayectoria de la crisis familiar; cómo se


dio el proceso de ruptura y las posibilidades de resolución; facilitación de las
relaciones con el otro progenitor; posibilidades / dificultades de preservar a los
hijos del conflicto adulto; lugar que ocupan los hijos y relación que mantienen
con ellos; aspectos que favorecen u obstaculizan la asunción de la crianza de
los hijos en el contexto de la intervención. Distintos posicionamientos en los
adultos. Discurso parentalizado en uno/a o varios de los/as hermanos.
Deberes alimentarios: el derecho de alimentos es aquel que la ley otorga
a una persona en cuya virtud está facultada para reclamar de otra con la cual,
generalmente, le liga un vínculo de parentesco, los bienes necesarios para
subsistir. Siempre que existan menores de edad, el derecho que se tutela en
primer lugar es el del niño/a y adolescente que tiene derecho a ser
alimentado/a. Este derecho no sólo comprende los alimentos propiamente
tales, sino también otras prestaciones como vestuario, habitación, y educación.
En este contexto suele solicitarse al Trabajador Social evaluación entorno a las
condiciones socio-económicas de cada parte a los fines de establecer y/o
modificar la cuota alimentaria. Desde la experiencia profesional, la solicitud de
cuota alimentaria en la mayoría trasciende este pedido, encontrándose una
problemática familiar mucho más compleja.

Adopción por integración o de personas mayores de edad.


La posibilidad de solicitar y que se conceda la adopción del hijo mayor
de edad de uno de los miembros de la pareja es tanto para las uniones
matrimoniales como para las no matrimoniales. Además del principio igualitario
que equipara ambas formas familiares con base a la importancia del vínculo
creado entre el hijo adoptivo y el pretenso adoptante. El prenombre del
adoptado debe ser respetado. Excepcionalmente y por razones fundadas en
las prohibiciones establecidas en las reglas para el prenombre en general o en
el uso de un prenombre con el cual el adoptado se siente identificado, el juez
puede disponer la modificación del prenombre en el sentido que se le peticione.
La adopción por integración siempre mantiene el vínculo filiatorio y todos sus
efectos entre el adoptado y su progenitor de origen, cónyuge o conviviente del
adoptante.
Revelación del origen: en las adopciones que abordamos, y que no han
sido abordadas por otro fuero, se trabaja con especial énfasis lo referido a la
revelación del origen adoptivo, al origen de ese niño/a que significa su historia,
considerándose este un aspecto central en ésta temática.
En la mayoría de los casos es necesario trabajar con las familias e
informar acerca del espíritu del nuevo Código Civil.
Dónde focalizamos la mirada: motivaciones y razones de la adopción;
trayectoria familiar y vínculo con niño/as, lugar que ocupa en ésta trama
familiar; recursos (materiales y no materiales) y posibilidades de
responsabilizarse de su crianza; posibilidades de favorecer el contacto con
otros integrantes de las redes familiares. Capacidad de solicitar ayuda y
acompañamiento en instituciones y a profesionales. Posibilidad de percibir las
necesidades socio culturales y afectivas del niño. Posibilidad de permitir la
autonomía y crecimiento saludable del niño/a, adolescente. Posibilidad de
contacto con la familia de origen y percepción sobre ésta.

Delegación de la responsabilidad parental.


Se incorpora la figura de la delegación del ejercicio de la responsabilidad
parental que posibilita que los progenitores ante determinadas circunstancias
deleguen su ejercicio a un pariente mediante un acuerdo que debe ser
homologado judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo/a. Tiene un
plazo máximo de un año, pudiendo renovarse judicialmente por razones
debidamente fundadas, por un periodo más con participación de las partes
involucradas. Los progenitores conservan la titularidad de la responsabilidad
parental y mantienen el derecho a supervisar la crianza y educación del hijo en
función de sus posibilidades, así como un régimen comunicacional.
Donde focalizamos la mirada: motivaciones y razones para ello en quien
delega y en quien asume. En la historia familiar, como se introduce éste niño/a,
adolescente en ésta familia y lugar que ocupa en la propia trama familiar del
guardador. Experiencias previas de crianza de éste niño/a, adolescente. Lugar
que ocupa las redes familiares y sociales. Aislamiento social. Inclusión del
niños/ niñas/ adolescente/ en espacios propios del adulto. Tiempos y ámbito de
esparcimiento familiar que incluya al niño/ niñas/ adolescente/ adoptivo. Mirada
familiar sobre los responsables parentales que han delegado los cuidados
(descalificación, valoración positiva transmitida y naturalizada en la familia).

Tutela
La tutela es la responsabilidad de cuidar la persona y administrar los
bienes de quienes no tienen capacidad para cuidarse a sí mismos ni tienen a
nadie que ejerza los cuidados personales. Se encuentran sujetos a Tutela,
entre otras personas, los niñas/os y adolescentes menores de edad cuyos
progenitores no pueden cuidar de ellos y/o de sus bienes, por diversas razones
(fallecimiento, enfermedad, etc). Se realiza una evaluación profesional según
las particularidades del caso si hay disputa entre varias familias. En este caso
la intervención profesional se orienta a establecer si los tutores están en
condiciones de cuidar del/los niños/as o adolescentes, o bien quienes pueden
hacerlo en caso de que sean más de uno los interesados o posibles.
Donde focalizamos la mirada: trayectoria familiar en relación a la pérdida
del familiar; características de la pérdida; modalidad, capacidad y recursos para
procesar la pérdida y acompañar al niño/a- adolescente; historia de la relación
del tutor con ellos; relaciones con otros familiares; acuerdo entre los familiares
y proceso de acuerdo familiar; opinión del que será tutelado; sostenimiento del
vínculo fraterno, posicionamiento respecto a los bienes que hubiere que
administrar, aspectos que favorecen u obstaculizan la asunción de la crianza
en el contexto de la intervención. Connotación familiar de la responsabilidad
parental del fallecido y del resto de los familiares del otro progenitor/a.
Facilitación o no del contacto con dicha familia. Referentes principales del niño.

Beneficios de Litigar sin gastos.


Supone un diagnóstico social evaluando las condiciones materiales de
vida, en función de si la persona puede asumir el costo del litigio en un
momento determinado. Desde nuestra intervención, se contextualizan los
aspectos materiales de vida atravesados por el conflicto familiar que da origen
a la judicialización. Implica trascender lo meramente cuantitativo y material,
atendiendo a otras dimensiones subjetivas y coyunturales. Este beneficio, se
liga generalmente al derecho a no quedar fuera del sistema de justicia.

Filiación
La filiación es el vínculo jurídico, entre los progenitores y sus hijos/as.
Puede tener lugar por naturaleza, por técnicas de reproducción asistida o por
adopción. La determinación de la filiación puede ser legal, voluntaria y judicial.
Es legal cuando la establece la ley. Es voluntaria cuando la determinación
proviene de la eficacia que se atribuye al reconocimiento del hijo. Es judicial la
determinación que resulta de la sentencia que declara la paternidad o la
maternidad no reconocida.
Sustracción y restitución internacional de menores de edad.
La sustracción de un niño/a adolescente menor de edad es considerado
un delito cuando no ha sido consensuado por los progenitores y uno de ellos
decide trasladarse de un país a otro llevándose ilegalmente al hijo/a de ambos.
Por ello la restitución internacional de las/los menores en cuestión es ineludible
y un compromiso de los estados partes de colaboración para ello. Solo es
posible no cumplimentarlo si se advierte, a través del diagnóstico profesional,
que existe riesgo para el niño/a o adolescente en cuestión.

6. Técnicas de intervención. La observación. La entrevista domiciliaria.


La entrevista institucional. La articulación con otras disciplinas. La
supervisión. La consulta de otras fuentes (antecedentes, fuentes
bibliográficas entre otras)
En términos generales, las técnicas utilizadas tendrán una
intencionalidad que tendrá que ver con la demanda solicitada. Cada situación
particular dará los contenidos de los aspectos a indagar.
La observación y las entrevistas estarán guiadas hacia la indagación de
la historia de vida de los sujetos, sus trayectorias familiares y sociales. Esto
significa recuperar con el “otro” los aspectos de sus condiciones de vida, lo
cotidiano, intentando comprender las significaciones que le otorgan.

Entrevista Institucional
La entrevista en sede institucional permite dar un encuadre de
privacidad, que permitirá a su vez que la persona pueda explayarse sin
mayores condicionamientos, en el marco del “secreto profesional”.
Una técnica interesante para trabajar en sede institucional es la “Historia de
vida”, resignificándola en la intervención profesional particular. Esta técnica, en
este ámbito particular, permite además resignificar la historia de pareja y de
familia, pudiendo advertir las significaciones de cada miembro de la misma.

Entrevista domiciliaria
En primer lugar esta es una técnica que es propia de los Trabajadores
Sociales y en muchos casos, podríamos decir también, que define nuestra
intervención profesional. Su importancia deviene en la gran cantidad de datos
que nos puede aportar a la hora de hacer un diagnóstico familiar.
Podemos ver que el domicilio, “la casa de una persona”, es algo más
que un espacio físico, que se constituye en un espacio social que es vivido y
habitado de diversas maneras. Este espacio tiene un significado, es un lugar en
el que se construyen vínculos de los más diversos, y en el que configuran las
prácticas que los sujetos desarrollan.
En este sentido, la fotografía no constituye una técnica profesional a fin
de acreditar las condiciones de vida y/o socio económicas de las partes que
intervienen en el proceso judicial. Es un elemento que no incorpora aspectos
analíticos, sino que solo brinda una imagen estática y parcial respecto de una
vivienda, careciendo de los datos objetivos y valoración profesional idónea de
la situación socio familiar y que de ninguna manera reemplaza o es más
enriquecederora que un informe social, que da cuenta de relaciones e
interrelaciones con la dinámica familiar, valores, ideosincracia, condiciones de
vida de los sujetos concretos.
Se puede hablar del espacio, desde la ubicación territorial, desde lo
constructivo, desde el equipamiento, desde las trayectorias y estrategias,
desde las dinámicas familiares que se generan en esos espacios, de los
discursos y representaciones que se desarrollan, entre otros.
Partimos desde el lugar de reconocer que la vivienda y sus redes, el
barrio mismo, se presentan como espacios de producción y reproducción y de
representaciones simbólicas de las familias y de “su ser y posibilidades de
estar en el mundo” y no meramente como espacios residenciales
La entrevista en domicilio nos puede aportar datos de análisis
significativos al momento de realizar un diagnóstico familiar, así el lugar en el
que se ubica la vivienda nos puede aportar elementos sobre cómo los sujetos
resuelven sus necesidades de sostenimiento cotidiano, de las vinculaciones
que establecen, de los recursos a los que tienen acceso o no. Hay autores,
(como por ejemplo Bourdieu 1992) que caracterizan a la vivienda como un
capital económico que a su vez posibilita u obstaculiza el acceso a otros tipos
de recursos, entre ellos los que están localizados en lugares accesibles o no
según el sitio que se ocupa en el territorio. Esto está en relación directa a los
servicios e instituciones, los negocios, etc. con los que se cuenta en el sector o
que están accesibles.
La localización muchas veces no constituye un dato menor, la
situación en los lugares periféricos o rurales, por ejemplo, indican las
posibilidades de sostener determinadas estrategias que, en algunos casos,
implicarían inclusive, la elección de trasladarse de un lugar a otro.
Esta limitación o imposibilidad de acceso tiene otro componente: la
dificultad o falta de acceso de las instituciones, profesionales, servicios, etc. al
lugar, es decir hay algunos lugares que se hacen inaccesibles para
profesionales o técnicos externos del lugar, incluso en ocasiones son lugares
en los que ni la policía tiene acceso.
El entorno familiar suele ser significativo. Uno de los aspectos
constructores de identidad es el espacio territorial, donde el ser se particulariza,
donde se estructuran las relaciones cara a cara de lo cotidiano. Esto construye
redes a veces basadas en lazos de amistad y otras en lazos familiares, y estas
redes pueden funcionar en dos direcciones, de manera protectora o como
recursos que sostienen formas violentas de relación. Pueden indicar también,
las formas de vivir la vecindad y lo que eso implica.
En general la vivienda se estructura en su diseño como para albergar
familias nucleares, de ello da cuenta la dimensión del terreno, la cantidad de
habitaciones, los servicios con los que cuenta, etc. Se han perdido en las
construcciones actuales el espacio común y colectivo, o los lugares de
construcción flexible que permitían en otros momentos, albergar familias
extensas, etc.
Cuando se está en el momento del ciclo de conformación o inicios del
momento de expansión de la constitución familiar, hay mayores posibilidades
de contar con el lugar físico de la familia de origen, pero cuando la familia se
hace más numerosa, el tener mayor cantidad de miembros hace poco viable la
convivencia en espacios que resultan escasos para la cantidad de personas
que la ocuparían.
Para la familia de origen suele ser complicado volver a incorporar a un
miembro que ya se había ido de la vivienda, muchas veces los espacios que se
dejan son redistribuidos y reasignados y volver a la situación anterior implica
procesar nuevamente cambios que no siempre pueden lograrse.
Otro punto importante suele estar referido a la propiedad de la vivienda
o el tipo de tenencia de la vivienda esto le imprime en los sujetos importantes
marcas en la forma en que los mismos se apropian del espacio. La propiedad
de la vivienda suele marcar posicionamientos de poder significativos dentro de
la unidad doméstica, ya que es un bien al que generalmente, se accede con
gran esfuerzo de la familia. En casos de división de bienes en un divorcio, un
eje que suele ser central está dado por el modo en que adquirió esa vivienda,
quien aporto más, entre otras variables.
Los cambios de vivienda pueden implicar mejoramiento de las
condiciones de vida de la familia, pero también empeoramientos en la posición,
por lo que es importante ver, frente al traslado de domicilio son los
posicionamientos y adaptación de sus miembros.
En ocasiones se vuelven significativos los modelos culturales de las
“comunidades de origen”, sobre todo cuando éstas proviene de otros países o
de lugares con importantes diferencias socio culturales, en tanto pueden
expresar formas particulares de configurar prácticas y modos de relación entre
los sujetos.
En términos generales la casa suele ser un indicador de situación
económica, pero a la vez nos indica también otros factores a tener en cuenta
al momento de realizar una valoración profesional si la vivienda tiene
características similares al resto de las viviendas de la zona o si por el contrario
se destaca de las mismas. En este sentido, nos permite identificar además, el
modo en que las familias se apropian del espacio, la vinculación con el entorno
o como se proyectan los sujetos en el lugar.
En otro nivel de análisis podemos evaluar condiciones habitacionales del
inmueble, modo de ocupación de los espacios, teniendo en cuenta por ejemplo,
la cantidad de personas que comparten una habitación, quien ocupa el cuarto
principal, la existencia de hacinamiento, disposición de equipamiento y
servicios con los que cuentan.
Asimismo se puede observar a veces, que en los procesos de
construcción hay diferencias entre uno y otro ambiente de la casa, lo cual
puede indicar cambios en las situaciones familiares que pueden ser de diverso
orden, crisis familiar, cambios en la estructura de ingresos, relevar el espacio
como una categoría analítica, nos permitiría en ocasiones conocer si se ha
logrado sostener o no, las inversiones en la vivienda o en el mobiliario,
procesos de empobrecimiento, aparición de conflictos, pérdidas de empleo,
declinación de proyectos familiares separaciones, muertes, entre otros.
De allí que podamos pensar que el buen estado de conservación de la
vivienda se referencia con aspectos de la misma que son cuidados y
dispuestos de modo tal que faciliten el desenvolvimiento de la vida cotidiana
familiar, tanto hacia adentro de la casa como hacia fuera.
Si bien la vivienda puede ser indicador de cuestiones económicas,
funcionales y hasta del modo en que se vinculan las personas, también
podemos decir que hay elementos dentro del equipamiento de la vivienda que
pueden ser indicativos del modo en que se estructuran cuestiones
afectivas, ideológicas, políticas o religiosas. La ambientación con fotos
familiares o de líderes políticos, las imágenes religiosas, entre otras, indican
lugares de centralidad en los modos de ser de cada familia a la vez que
expresan ideas políticas, ideológicas o religiosas.
Más allá de los aspectos físicos y constructivos que posee la vivienda,
es interesante ver el uso que hacen los miembros de la familia los lugares, así
podemos ver que lugares se destinan a la intimidad, si se hace uso del espacio
marital, los lugares destinados al juego de los niños, la instalación de un
comercio con la finalidad de resolver cuestiones económicas, si hay espacios
intercambiables, lugares que no son usados o que están más prolijos y
aseados que otros dentro de la misma casa, por mencionar solo algunos
aspectos.
Es decir que la entrevista domiciliaria junto a la observación y al análisis
de los datos que todo ello aporta nos brindan una gran cantidad de elementos a
la hora de elaborar un diagnóstico y su correspondiente informe.

La articulación con otras disciplinas


Dada la complejidad de la problemática del área de Familia, se torna
muy importante la articulación con otras disciplinas intervinientes en la
intervención profesional.
Es fundamental tener claridad acerca de la especificidad del Trabajador
Social para poder establecer articulaciones con otros técnicos que permita una
comprensión de la diversidad de los conflictos que se presentan.
Particularmente las problemáticas familiares atravesadas por el contexto social
del cual forman parte, presentan por si una gran complejidad, planteando el
desafío de la articulación entre los distintos saberes, ya que ninguna profesión
en particular tiene la capacidad para responder de manera global a las
problemáticas sociales.
Ello implica la articulación de lenguajes diferentes, a fin de mancomunar
puntos de vista, acercando diferencias de significado entre las distintas
profesiones.
En nuestro quehacer profesional, reconocemos que la comprensión de
las situaciones abordadas implica especificidades de diferentes saberes
profesionales, considerando la articulación de las miradas disciplinares como
complementarias en el abordaje familiar.

7. Desafíos y aspectos éticos de la intervención

Siempre se nos presentan cuestiones, problemas o dilemas éticos en la


intervención profesional de problemáticas tan complejas. Solemos enfrentarnos
con cuestiones que se nos implican un conflicto de principios, que nos
debatimos entre males menores o el bien mayor, lo innegociable, y qué
posicionamiento debemos asumir a la hora de la intervención y cómo y qué
informar ante determinados hechos.
La ética basada en el compromiso en el marco de los derechos
humanos, y la democratización de las relaciones sociales y familiares deben
contribuir en la orientación de nuestro accionar, y a los que nuestra profesión
adscribe. El código de ética profesional de nuestro Colegio de Profesionales,
también es una orientación que nos ayuda en la tarea.
Así mismo, apelar a la supervisión, al acompañamiento profesional, a la
creatividad para utilizar los recursos disponibles, nos ayuda a mantener una
vigilancia epistemológica cuando carecemos de un trabajo interdisciplinario,
nos ayuda a despejar la mirada de nuestros prejuicios y para mantener una
distancia prudencial en la tarea.
Cada informe es particular, es un arte, y es una construcción única. Por
más que aparezca una obviedad, este es un desafío profesional, dedicarle a
cada familia y situación el compromiso y la calidad de la prestación según sus
propias particularidades.

Nuestra intervención se realiza en el contexto del Poder Judicial. Es


importante conocer los marcos legislativos, para actuar en función de este
marco de legalidad y de las concepciones vigentes, y realizar la tarea socio
educativa para contribuir a que los propios involucrados en los conflictos
puedan apelar a dispositivos propios y saludables para su resolución.

Realizar el abordaje desde los posicionamientos y miradas de la propia


familia, de los sujetos, sin juzgarlos, reconociendo que los otros/as son sujetos
históricos, con problemas y expectativas propias y con recursos propios y que
adquieren significados particulares según su idiosincrasia en cada situación
particular.

Prudencia en la intervención judicial. Es decir, la intervención, las


sugerencias y las medidas adoptadas, es esperable que tiendan a evitar que se
continúe produciendo daño. También hay que ser cuidadosos y tener en cuenta
que se juegan aspectos de la vida y condiciones de vida de los sujetos, y
cuando uno escribe un informe, pese a no ser vinculantes, están en juego la
vida de las personas implicadas

En este sentido también hay que considerar que en un informe no deben


consignarse aquellos aspectos de los que no se pueda afirmar con seguridad, o
realizar inferencias que no tengan respaldo suficiente.

Tener en cuenta la incidencia del paso del tiempo en los conflictos


familiares sometidos a la jurisdicción. Esto implica tratar de actuar también con
celeridad, pero no con menos prudencia, pero sí es necesario considerar que
los vínculos en esta familiar siguen su curso mientras los expedientes judiciales
siguen su trámite.
Tratar de evitar que nuestra intervención tienda consolidar la
cronificación de las situaciones conflictivas en la familia, que busque preservar
a los niños/as y adolescentes del hiper-involucramiento en la conflictiva
parental. Busquemos generar un dispositivo que les permita escucharse,
reflexionar, producir un proceso activo construido desde nuevas respuestas,
con sugerencias que ellos propongan y puedan sostener.

Consideramos que el derecho a la co-parentalidad, es de los hijos


fundamentalmente a gozar afectiva y materialmente de los dos progenitores, si
bien el derecho admite restricciones en función del interés superior del niño/a,
adolescente. Ambas figuras parentales tienen derechos y responsabilidades
cualquiera sea el estado civil de la pareja parental.
Las restricciones a su ejercicio que pueden ser graduales, o extremas,
cuando se logra probar que es mayor daño. No obstante, como es un derecho
de titularidad múltiple, nos enfrenta a reconocer que una sanción para un /a
progenitor/a, implica simultáneamente una restricción para el derecho de estos
niño/as, no solo representan protección.

En el proceso de ruptura de una pareja parental, el proceso de divorcio


instrumental y funcional entre ellos implica diferenciar la ruptura de la pareja
conyugal y de la pareja parental. Las funciones parentales nutricias de
alimento, sostén y vivienda y las normativas como de educación, diferenciación
y socialización, no se extinguen con la separación, implica aceptar que el
divorcio puede ser una evolución familiar posible en la pareja conyugal y
cuando el deseo del proyecto adulto se ha extinguido.
Bibliografía consultada:
- Protocolo de Intervención del Cuerpo Auxiliar Técnico Multidisciplinario
C.A.TE.MU. Fuero de Familia (2013)
- Documentos elaborados por Lic. Carina Yadanza “Pericias en el Poder
Judicial. Especificidades del Fuero de Familia” (2013 y 2016).
- Documentos elaborados por Lic. Alicia Soldevilla “El Informe Social”
(2016).
- Documentos elaborados por las Lic.Viviana Russo y Nora García
Carranza en relación a la intervención desde el área social en el Fuero
de Familia (2013, 2014 y 2015).
- Inserción Institucional del Trabajo Social en el Fuero de Familia. Trabajo
presentado para optar al Certificado de Especialidad Jurídico
Criminológica Lic. Ana María Casas. Asistente Social. Córdoba
septiembre 2005.-
- Conflictos Familiares (Claudio Robles)
- Dell Aglio, Marta. “La práctica del perito Trabajador Social. Una
propuesta metodológica de integración social”. Espacio Editorial. Buenos
Aires. 2004.
- Eloisa de Jong – Raquel Basso – Marisa Paira (compiladoras). “La
familia en los albores del nuevo Milenio. Reflexiones interdisciplinarias:
un aporte al trabajo social”. Espacio Editorial. Buenos Aires. 2001.
- Follari, Roberto. (2005) La Interdisciplina Revisitada. Andamios. Revista
de Investigación Social. Junio año/vol. 1. N° 002. Universidad Autónoma
de la Ciudad de México. D. F. México.
- Follari, Roberto. (2007) La Interdisciplina en la Docencia. Polis. Revista
de la Universidad Bolivariana. Año/vol. 5. N° 018. Universidad
Bolivariana. Santiago de Chile.
- Cazzaniga Susana. “El abordaje desde la singularidad”. Cuadernillo
temático. Universidad Nacional de La Plata. 1997.
- Robles, Claudio. “La intervención pericial en Trabajo Social”. Espacio
Editorial. Buenos Aires. 2004.
- Bikel, Rosalía. “Los bienes y las emociones”. Texto publicado en
Derecho de Familia. Revista interdisciplinaria de doctrina y
jurisprudencia. Nº 19. Lexis Nexis Abeledo Perros. Buenos Aires. 2001
- Ferreyra de De La Rúa, Angelina. “Aspectos procesales de la tenencia y
del regimen de visitas”. Art. De Derecho de Familia.
- Marisa Herrera, preferencia materna en loa custodia de los menores de
5 años, de la discusión inversa a la coparentalidad (www. El dial.com.ar)
- Jelin Elizabeth “Familia, crisis y después…” en Vivir en Familia UNICEF
Ed. Losada 1994
- Codigo Civil y Comercial de la Nación Comentado (www.infojus.com)
- INTRODUCCIÓN al libro segundo Marisa Herera, Sebastián Picaso y
Gustavo Caramelo

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