5° Lectura 09

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El impacto de la actividad humana en el ambiente.

Actividad Humana y medio ambiente

¿Hacia dónde vamos? En la Edad Media se pensaba que el fin del mundo iba a llegar con el
milenio. Se vivía con miedo, especulando sobre la posibilidad de que un mal terrible azotase la
Tierra. Pero ¿qué está ocurriendo? ¿Por qué volvemos a oír hablar de la llegada de catástrofes
ambientales, sociales y económicas? ¿Existen razones suficientes para que los científicos nos
asusten? Pues bien, los datos no dejan lugar a duda: sí tenemos motivos para preocuparnos y,
sobre todo, para reaccionar. Nos debe inquietar el futuro de la Tierra porque es el nuestro.
Debemos preocuparnos por el agua que bebemos, por el aire que respiramos, por los animales
con los que convivimos, por las plantas que nos dan oxígeno y por los mares que nos
alimentan. Debemos entendernos como un todo. Éste es el reto de este siglo y seguramente
también del siguiente. Ésta es nuestra responsabilidad ante las futuras generaciones, que ya
nos están mirando.

Qué son Recursos renovables

Por recursos renovables se entienden aquellos que son inagotables, como la energía
producida por el Sol o el viento, la fuerza de las mareas, etc.
La energía. Recursos no renovables Entendemos por recursos no renovables aquellos que se
hallan en cantidades limitadas. Hoy en día son los más demandados y entre ellos destacan el
petróleo, el carbón y el gas natural.

Recursos potencialmente renovables.

Éstos pueden ser renovables, dependiendo de la velocidad de explotación del hombre frente a
la de regeneración del recurso. En este apartado se incluyen los recursos biológicos como la
agricultura, la ganadería, la pesca, etc.

A continuación, estudiaremos los más importantes: el agua, el suelo y los seres vivos.

El agua. El oro azul La Tierra es agua. Tres cuartas partes de la superficie del planeta están
cubiertas por agua; aunque sólo un 2,5 % de esta agua es dulce y de ella un porcentaje muy
elevado queda retenido en las grandes extensiones de hielo de las regiones polares; se puede
por tanto aprovechar una cantidad muy pequeña.
La hidrosfera: La hidrosfera está formada por los mares, ríos, lagos, aguas subterráneas,
casquetes polares y glaciares que rodean la Tierra. El agua es un sistema vivo, abierto y
dinámico, intercambia materia y energía con su entorno, cambia de estado continuamente. La
energía del Sol y la gravedad son los motores de este circuito que conocemos como el ciclo del
agua. En este ciclo podemos observar cómo el agua de los océanos y continentes se va
evaporando por la incidencia del Sol. Ese vapor de agua se condensa precipitándose sobre la
Tierra, las montañas y el mar. El agua de los continentes desciende en forma de ríos buscando
los océanos o se filtra a través del suelo pasando a las corrientes subterráneas. No obstante,
gran parte de las aguas se van evaporando nuevamente, volviendo a repetirse el ciclo de forma
continua. En la actualidad el hombre también interviene modificando este ciclo con sus
construcciones, canalizaciones, presas, etcétera.

El suelo. La piel de la Tierra


El suelo es uno de los espacios en los que el hombre ha influido de manera más determinante.
Desde sus orígenes, la humanidad ha tomado de la Tierra todo lo que necesitaba. La acción
humana ha conseguido a lo largo del tiempo, y sobre todo en el siglo XX, alterar física, química
y biológicamente la Tierra, provocando distintos efectos, como son: agotamiento, erosión,
desertización, deterioro y envenenamiento de la piel de la Tierra, a la que llamamos suelo. Y el
hombre, que puede llegar a mover montañas, ha conseguido convertirse en un factor
geológico extraordinariamente importante.

Formación del suelo


El suelo es el resultado de la desintegración física y química de una roca (meteorización),
realizada por diferentes agentes como la atmósfera, el agua y distintos organismos. Las
variables que influyen en el proceso de formación del suelo son principalmente: la roca
primigenia, la vegetación, la pendiente del terreno, el tiempo transcurrido y, el más
importante, el clima. Es por tanto un complejo sistema biológico y geológico. A pesar de que
los suelos constituyen una pequeña parte de la Tierra, su conservación es indispensable para el
hombre, ya que es el soporte donde van a crecer los alimentos que necesita, y por tanto lo
debemos considerar como un recurso vital. Explotación del suelo La «Carta Europea del Suelo»
(1972) afirma en uno de sus puntos que «el suelo es un recurso limitado que se destruye
fácilmente» y lo cataloga como «uno de los bienes más preciosos de la humanidad». La
explotación del suelo se ha llevado a cabo principalmente a través de la agricultura y la
extracción de minerales. Agricultura: desde 1950 la producción agrícola ha ido aumentando a
mucha mayor velocidad que la población. Este incremento en la producción se ha conseguido
sin aumentar las hectáreas trabajadas y esto se debe, sobre todo, a nuevas prácticas de cultivo
basadas en el empleo de fertilizantes y pesticidas y en la mejora de la maquinaria utilizada. No
podemos tampoco olvidar cómo han proliferado nuevos tipos de cultivo genéticamente
modificados, con mejor rendimiento, más fuertes y productivos. Esta nueva forma de entender
la agricultura se denominó la Revolución Verde, y está sustentada en tres cereales claves: el
arroz, el maíz y el trigo.

La contaminación

La contaminación es la alteración del medio ambiente por la acción de agentes físicos,


químicos o biológicos, que se presentan en concentraciones suficientes y en lugares concretos.

Por lo tanto, podemos decir que no hay sustancias peligrosas, sino cantidades peligrosas. Por
otra parte, sustancias que pueden ser contaminantes en una zona no tienen por qué serlo en
otra. Existe una contaminación natural, como son los gases emitidos por los volcanes, y otra de
origen antrópico, es decir, impulsada por el hombre, que en los últimos años está cobrando
gran importancia. Hoy en día, gran parte de la normativa que regula la emisión de
contaminantes se basa en el precepto de «quien contamina paga» aunque, en ocasiones,
debido a los costes de los equipos, se prefiere satisfacer las multas impuestas a invertir en la
tecnología adecuada para minimizar la contaminación. La contaminación no reconoce
fronteras, ni límites geográficos, ni los distintos idiomas. Debido a la gran difusión de los
contaminantes en el aire o en el agua, la contaminación no permanece en el lugar en que se
genera. Por lo tanto, estamos hablando de un problema global que debemos resolver de forma
global también.

Contaminación atmosférica
La atmósfera es una delgada y compleja cubierta que rodea la Tierra y cuya composición
depende en gran medida de la altitud. Está formada por varias capas, y la más baja es la
troposfera, que mide aproximadamente 10 km. Los compuestos que tradicionalmente
llamamos contaminantes atmosféricos han estado regulados de forma natural por el planeta,
apareciendo constantemente en cantidades inofensivas para el medio ambiente, aunque hoy
en día ya no es así. Una de las fuentes más importante de contaminación atmosférica es el
empleo de combustibles fósiles como los derivados del petróleo, el carbón y el gas natural.
Éstos, a través de las calefacciones domésticas, los tubos de escape de los vehículos y las
centrales térmicas, entre otros, han sido los responsables de llenar nuestros cielos de humo,
generando distintos contaminantes, como los óxidos de carbono, de nitrógeno y de azufre, los
metales, las partículas en suspensión y las cenizas, entre otros muchos.

Una de las principales consecuencias de la contaminación atmosférica es la lluvia ácida. La


quema de combustibles fósiles, cuyo aumento desde la Revolución Industrial hasta nuestros
días no ha dejado de crecer, ha generado enormes cantidades de sustancias como los óxidos
de azufre y de nitrógeno. Estas emisiones de óxidos se han visto implicadas en distintos
procesos químicos hasta generar compuestos con carácter ácido (ácido nítrico y ácido sulfúrico
básicamente), que precipitan en forma de lluvia sobre la superficie de la Tierra, causando
importantes daños ambientales, ya que su pH es inferior a 5,6. Los casos más significativos se
han documentado en Europa septentrional, en el este de Norteamérica y en Asia oriental. Los
efectos ambientales más importantes que acompañan a este fenómeno son: la pérdida de
masa forestal y la acidificación de lagos, con todos los perjuicios que esto puede suponer para
la vida que acogen. Otra importante consecuencia de la contaminación atmosférica es el smog.
Este término aparece por primera vez en el año 1905, haciendo referencia a las palabras humo
(smoke) y niebla (fog). El smog fotoquímico se da en zonas urbanas en las que se encuentran
fácilmente islas de calor (acumulación de calor), lo que favorece que los contaminantes
generados no se diluyan, sino que queden retenidos.
El problema del smog es muy importante si se tiene en cuenta que aproximadamente la mitad
de la población del mundo vive en ciudades. El smog se origina cuando los óxidos e
hidrocarburos emitidos por los automóviles reaccionan con el oxígeno atmosférico,
favorecidos por la energía del Sol, en un complejo sistema de transformaciones químicas que
forman ozono (O3 ), entre otros productos.

Pérdida de la biodiversidad. ¿Hacia la sexta extinción? La mayoría de las extinciones modernas


de especies se han generado por una pérdida o degradación del hábitat (deforestación,
contaminación, cambio climático) o la depredación por especies invasoras. La tasa actual de
extinción de las especies es entre cien y mil veces superior a la que ha existido desde la
Prehistoria. El dato es sobrecogedor: cada día más de 150 especies desaparecen; cada año
entre 18 000 y 55 000 especies se extinguen. A este ritmo, entre un 25 % y un 40 % de las
especies que habitan en el continente africano pueden perderse para el año 2085, según el
secretario de la Convención para la Biodiversidad de la ONU. La información ofrecida por parte
de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en Bionatura 2007 es
muy preocupante. La UICN muestra en la última Lista Roja (donde se recogen aquellas especies
que están bajo amenaza) que se encuentran en peligro el 12 % de las especies de aves, el 23 %
de las especies de mamíferos, el 52 % de los insectos, el 32 % de los anfibios, el 51 % de los
reptiles, el 25 % de las coníferas y el 20 % de los tiburones y rayas. En 1992 se establece el
Convenio sobre la Diversidad Biológica, rubricado en la conferencia de Naciones Unidas de
Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro. Es en esta conferencia donde se
define el término biodiversidad, no sólo como la variedad de especies y el número de
individuos que la forman, sino que también engloba la pluralidad de ecosistemas y la
diversidad genética de las especies.

Código de
LIBROS, REVISTAS, ARTÍCULOS, TESIS, PÁGINAS WEB
biblioteca

La contaminación ambiental como factor determinante en la salud.


RS792C_117.pdf Francisco Vargas Marcos.
https://www.researchgate.net/publication/28083078_La_contaminacion
_ambiental_como_factor_determinante_de_la_salud

El desarrollo sostenible: Conceptos Básicos, alcance y criterios para su


evaluación.
Carlos Gómez Gutiérrez
http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Havana/
pdf/Cap3.pdf

Sostenibilidad y desarrollo. Sostenible: un enfoque sistémico.


Gilberto Gallopín
SO33120.PDF
https://www.researchgate.net/publication/277187174_El_desarrollo_sostenible
_desde_una_prespectiva_sistemica

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