El Héroe Discreto Capitulo 1

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FACULTAD DE FARMACIA Y BIOQUÍMICA

REDACCIÓN Y ARGUMENTACIÓN

PRÁCTICA Nº 1

EL HÉROE DISCRETO
RESUMEN DEL CAPÍTULO I,II,III,IV

GRUPO: 4

SECCIÓN: AC2M3

INTEGRANTES:

CANCHANYA GUILLERMO, YANINA MARGOT


PALACIOS QUISPE, JUAN YESBANI
HUAMANI ALIAGA, LUCIA SARELLI
GARCIA ALEJANDRO, YULISA ANIELA
ROJAS HILARIO, ZIZA VICTORIA

VALERIO ROCA LUIS FELIX

DOCENTE:

LUIS RODRIGO ZACARIAS DE LA CRUZ

UNIVERSIDAD NORBERT WIENER


LIMA, 03, SETIEMBRE DE 2021
EL HÉROE DISCRETO

CAPÍTULO I

Felícito Yanaqué es dueño de una Empresa de Transportes Narihualá. Cada mañana

como de costumbre se dirigía a su Empresa una mañana alguien le dejó un sobre en la

puerta de su casa, en el que decía. Don felicito que a su empresa le vaya tan bien es un

orgullo para Piura, pero también es un riesgo, pues toda empresa exitosa está expuesto a

sufrir algún daño, pero no se preocupe nosotros nos encargaremos de proteger su

empresa y su familia. Por el cual tiene que pagar quinientos dólares mensuales puesto

que es un monto que no le perjudica.

Entonces en ese instante recordó lo que su padre le dijo:“nunca te dejes pisotear por

nadie”. Pero creía que se trataría de una broma de mal gusto, pensativo y desconcertado

se dirigió a su empresa al llegar su secretaria le preguntó qué le había sucedido lo

notaba intranquilo. Inmediatamente decide ir a la comisaría a poner la respectiva

denuncia. Le entregó la carta al Sargento y este le dice estas son las consecuencias del

progreso pues don ,o quizá se trata de una broma de mal gusto, no haga caso. Le pidió

que dejara la carta como parte de la investigación

Don Felicitó se retira molesto de la comisaría, al ver que el sargento no prestaba mayor

interés en el caso, inclusive llegó a pensar que quizá esa carta habría salido de ahí, pues

se sabía que los policías eran los más corruptos, luego decide visitar a su amiga

Adelaida a quien le tenía mucha fe ,siempre le ha dado buenos consejos. Pero esta vez

no sabía cómo aconsejarle solo le dijo que haga caso a lo que le decían los delincuentes

por el bien de su negocio y su familia. Pero felicito se negó estaba seguro y decidido

que no les dará ni un centavo a esos delincuentes.


CAPÍTULO II

Don Ismael carrera, pasó por la oficina de Don Rigoberto pensando “Una vez más va a

pedir que dé marcha atrás”, porque a Ismael y a todos sus subordinados, les sorprendió

que adelantara su retiro, mientras que se podía quedar al menos 3 años más en la

gerencia que con excelencia dirigía, sin embargo, Ismael pensaba en el tiempo libre que

tendría, haciendo todo lo que le guste, tenía todo calculado debido a que es un buen

matemático. Para él creía que lo más importante era Lucrecia y Fonchito. Así en medio

de bromas ambos recordaron sus tiempos de juventud ahora desgastados por la edad.

Sin embargo, mayor fue su sorpresa al ingresar a su auto y dirigirse a la “Choza

Náutica” en Miraflores lugar donde le propondría una singular petición, no sin antes

recordar lo suscitado cuando lo llevó desmayado a la Clínica San Felipe. Donde estuvo

en cuidados intensivos Ismael ¿A qué viene eso ahora?, a lo que Rigoberto, respondió

decidí casarme con Armida. Estuve al borde de la muerte, para que en sigilo le dijera lo

siguiente¸” El doctorcito Gamio ha sido clarísimo'' afirmó Miki, entusiasmado, sin bajar

la voz. Estira la pata esta misma noche, hermano un infarto masivo dijo y hay menos

posibilidades de recuperación”.

Al respecto del matrimonio con Armina, empleada de Rigoberto, Ismael preguntó

alterado ¿Están ellos enterados?, respondiendo “no me preguntes cojudeces, por favor”

los mellizos tratarán de anular la unión o declarar la incapacidad mental del mismo, a lo

que respondió, No me equivoqué, pues. “Eres el tipo limpio, generoso y noble que

siempre he pensado”. Gracias, viejo. Estiró su mano, cogió a Rigoberto del brazo y la

tuvo allí un momento, con una presión afectuosa, será una excelente compañera para mi

vejez, una cholita costeña de manera desenvuelta.


CAPÍTULO III

Felícito Yanaqué fue a visitar a Mabel, un viernes por la tarde, esta muchachita era su

amante. Aquel día Mabel lo esperaba en bata, cariñosa y dicharachera como de

costumbre. Estaban a punto de acostarse cuando ella notó la incomodidad de Felícito,

inmediatamente le preguntó qué era lo que le pasaba, a lo que él respondió que solo era

un simple resfrío. Felicito se vistió y fue ahí cuando Mabel se dio cuenta de que no era

un simple resfrío. Felícito le mostró la carta, y mientras Mabel la leía su rostro

iba cambiando y le aconsejó que fuera a denunciar a la policía.

Felícito le terminó de contar todo lo que había pasado, sobre la policía y sobre el

consejo que le había dado Adelaida. Felícito estaba cansado y después de hablar

con Mabel y se fue a descansar, pues estaba muy preocupado. Cuando Felícito abre la

puerta encontró un sobre blanco pegado en la puerta, preguntó a unos niños que

jugaban, pero ellos no dieron razón alguna. En la carta N° 2 le decían a Felícito que no

tomó una muy buena decisión al ir a la comisaría. Felícito se asustó más pues aquellos

malandrines sabían hasta de su vida privada. Le dijo a Mabel que se cuidara, pues él

nunca dejaría que algo le pasara.

Felícito se trasladó a la comisaría, y allí fue atendido por el capitán Silva. El capitán

solo le dijo que estaría pendiente a su caso, y que se podía retirar. Felícito se contuvo las

ganas de responderle pues en ese momento sentía más cólera contra los dos policías que

contra los autores de las cartas de la arañita. Al llegar a casa, Gertrudis, su esposa, le

preguntó el porqué de su llegada tan temprana y que si su cena de todos los viernes se

había cancelado, a lo que él solo respondió que se sentía mal e iría a descansar. A la

mañana siguiente e un señor le había dicho que se está quemando su oficina, que llame

a los bomberos y vuele para allá


CAPÍTULO IV

El matrimonio de Ismael y Armida fue el más breve y despoblado que

Rigoberto y Lucrecia recordarán, aunque les deparó más de una sorpresa. La ceremonia

fue demasiado rápida; el alcalde había leído muy velozmente las obligaciones y

deberes de los contrayentes y apenas terminó la lectura, los testigos firmaron el

registro. Al rato los invitados se dirigieron a la inglesa escogida, Nuestra Señora del

Carmen de la Legua. Después de casarse, Ismael revela que se irá de luna de miel

con Armida, Rigoberto queda preocupado, pues sabría que después de todo los hijos de

Ismael buscarían explicaciones y era muy probable se las pidieran a él.

Ismael le propone a Lucrecia viajar a Europa, a lo que ésta se negó, pues le dijo que no

mientras no hayan solucionado el problema con Fonchito. Cuando Fonchito regresó del

colegio, le informaron de la boda. El chiquillo, no pareció dar la menor importancia al

asunto, solo lo escuchó, sonrió por educación y fue a encerrarse en su cuarto porque,

dijo, tenía muchas tareas que hacer. Al llegar la noche Ismael y Lucrecia se preguntaban

cómo estaría siendo la luna de miel entre los dos tortolos, puesto que están muy

emocionados por su boda, aunque muy rápida la ceremonia.

Lucrecia le contó a Ismael que ella y Armida tenían tiempo siendo amigas, y que

ella le había confesado que quería convertirse en la señora de la casa, pues estaba

cansada de ser una empleada. Lucrecia y Rigoberto al pensar en la noche de bodas de

Ismael y Armida, despertaron un deseo sexual entre ambos, ya que Lucrecia lo excitaba

con historias que le contaba, al rato decidieron dormir. Rigoberto despierta en la

madrugada a, se levanta de la cama y decide ir a leer el capítulo de su libro “Doktor

Faustus” de Thomas Mann, para relajarse un poco y entretener sus pensamientos en tan

interesante libro.

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