Resfriado Común

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

1.

Resfriado común
El resfriado común es la enfermedad respiratoria más común en todo el
mundo. De hecho, personas perfectamente sanas suelen padecerla unas dos veces
al año. Está provocada por distintos tipos de virus que infectan las células de la
nariz y de la garganta.

El virus se transmite por el aire o por contacto directo con personas infectadas y los
síntomas más frecuentes son los siguientes: congestión o goteo nasal, fiebre baja,
leve dolor de cabeza, tos, malestar general, estornudos, dolor de garganta, etc.

Se trata de una enfermedad autolimitada, es decir, el propio cuerpo la combate sin


necesidad de tratamientos, superando la infección a los, aproximadamente, 10 días.
Para aliviar los síntomas se pueden tomar analgésicos y jarabes.

2. Gripe
La gripe es una enfermedad respiratoria más grave que el resfriado común
pero que también es muy frecuente, pues la mayoría de la población la sufre una
vez al año. Está provocada por el virus “Influenza”, el cual infecta células de la nariz,
la garganta y los pulmones.

Si afecta a población de riesgo (inmunodeprimidos y ancianos, mayoritariamente)


puede derivar en complicaciones graves, aunque normalmente es una enfermedad
autolimitada que cursa con los siguientes síntomas: fiebre alta, dolor muscular,
congestión nasal, tos seca, fatiga y debilidad, sudoración, escalofríos, dolor de
cabeza, etc.

Las vacunas no son 100% efectivas, pero se recomienda su administración de forma


anual ya que no existe ningún tratamiento que cure la gripe. Hay que dejar que el
cuerpo la supere por sí sola, tomando analgésicos para aliviar los síntomas y
manteniéndose hidratado.

3. Asma
El asma es una enfermedad respiratoria muy común en todo el mundo. De hecho,
más de 330 millones de personas la sufren. Las causas de este trastorno siguen
sin estar demasiado claras, aunque se cree que es una combinación de
factores ambientales y genéticos.
El asma es un trastorno en el que las vías respiratorias se estrechan y se hinchan,
produciendo mayor mucosidad y dificultando la respiración. Hay distintos
desencadenantes que pueden llevar a sufrir un ataque de asma, como por ejemplo
la exposición a alérgenos, realizar actividad física, emociones fuertes o estrés,
consumo de determinados medicamentos, inhalación de contaminantes…

Los ataques de asma pueden ser más o menos frecuentes dependiendo de la


persona, pero cuando aparecen, la sintomatología es la siguiente: falta de aire,
presión en el pecho, silbidos al respirar, tos, etc. Pese a ser poco comunes, los
ataques de asma graves pueden poner en peligro la vida de la persona, por lo que
si se observa un empeoramiento de los síntomas, es importante consultar con un
médico.

El asma no tiene cura, pero la frecuencia de los ataques puede reducirse si se


conocen los desencadenantes y se evitan en la medida de lo posible. En caso que
aparezca un episodio de asma, el uso de inhalador puede aliviar los síntomas de
forma inmediata.

También podría gustarte