Clase Sobre Polarización II
Clase Sobre Polarización II
Clase Sobre Polarización II
I.- INTRODUCCIÓN
Tal y como se expresó en la fundamentación teórica del Programa, la polarización
no ha surgido en Venezuela en forma repentina sino que es consecuencia de la
combinación de un conjunto de condiciones. En tal sentido, hemos venido
utilizando una perspectiva histórica que permita identificar y analizar un conjunto
de hechos, períodos, acontecimientos, procesos y circunstancias que
caracterizaron y caracterizan nuestro pasado y nuestro presente desde el punto de
vista social y político. Para ello hemos incluido, del mismo modo en que se hizo en
el Módulo I, una serie de acontecimientos que los hemos considerado como hitos
históricos que pueden ser fácilmente vinculados con las condiciones de la
polarización que intentamos destacar y analizar.
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Elaborado por: Profesor Fernando Giuliani. Psicólogo social, profesor UCV e investigador.
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II.- EL CONTEXTO POLÍTICO EN 1998
Tal como se desprende del Módulo I, el sistema político cimentado en el “bi-
partidismo” que había servido de base política al modelo de la democracia
venezolana, había perdido legitimidad al finalizar la década de los noventa. Junto
con la pérdida de confianza y credibilidad en los partidos políticos, también habían
perdido legitimidad sus dirigentes, así como otros actores que habían estado en
primera línea durante muchos años, como por ejemplo el liderazgo empresarial
representado por Fedecámaras y el liderazgo sindical representado especialmente
por la Confederación de Trabajadores de Venezuela.
Era este un contexto donde, por un lado, se agudizaron los viejos problemas de la
sociedad venezolana, tales como la pobreza y la exclusión, así como el
estancamiento económico. Pero, además, es bueno recordar que durante muchos
años, los partidos políticos habían ido ocupando de manera progresiva y constante
todos los espacios de la participación política y social, impidiendo así que otras
formas y otros liderazgos emergieran con nuevas propuestas.
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Esto indicaba, claramente, que no solamente se habían deslegitimado los actores
y sus propuestas sino que, además, se había agotado un modo de hacer política.
En efecto, la sociedad civil venezolana durante la década de los 80 y
especialmente los 90, fue generando diferentes movimientos y propuestas para
abordar asuntos públicos relacionados con la vivienda, la salud, los derechos
humanos, el ambiente, la cultura, la educación, entre tantos otros. Todo ello
mostraba un panorama muy rico y diverso que se expresaba, fundamentalmente,
en los barrios urbanos cuyos habitantes fueron construyendo una extraordinaria y
rica experiencia organizativa para afrontar y solucionar los problemas que los
aquejaban (salud, vivienda, educación, ambiente, cultura, etc.) dado que el Estado
se había literalmente “desentendido” de ellos. Este proceso organizativo permitió
que buena parte del liderazgo de los barrios, madurara su visión acerca de los
problemas y tomara una mayor conciencia acerca de las necesidades de sus
comunidades, lo cual les permitió entonces construir propuestas muy bien
estructuradas y con un alto nivel de impacto.
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participación importante en los asuntos públicos, esta era atomizada y significada
como acciones muy puntuales referidas a temas concretos.
Ahora bien, luego de este acontecimiento, Chávez pasó dos años encarcelado
hasta que finalmente salió en libertad en 1994 luego de un sobreseimiento
otorgado por el presidente Rafael Caldera. En forma casi inmediata, comenzó una
sostenida actividad política que lo llevó a recorrer el país y a estar en contacto
permanente con la gente que, en forma cada vez más marcada, le mostraba
simpatía y apoyo.
El caso es que durante esos años, Chávez fue logrando una cierta visibilidad
pública, mientras que el sistema político venezolano y toda su dirigencia seguía
sin reaccionar frente a la nueva realidad y a las demandas de la población. De
este modo se llega a los preámbulos de 1998, tiempos en los cuales reinaba cierta
incertidumbre en cuanto a las opciones políticas de cara a las elecciones
presidenciales que se avecinaban. Las candidaturas más novedosas eran las de
Irene Sáez, alcaldesa de Chacao y Henrique Salas Romer, gobernador de
Carabobo, ambos pertenecientes a agrupaciones y partidos no tradicionales. Para
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ese momento, Chávez aún mantenía su postura abstencionista y no asomaba la
posibilidad de participar en las elecciones.
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III.- EL PERÍODO BOLIVARIANO
Bajo este apartado incluiremos todo el período que se inició con el triunfo de Hugo
Chávez en 1999 y que llega hasta nuestros días. Aún cuando a lo largo de estos
15 años se han sucedido 3 gobiernos chavistas, tomaremos este lapso de tiempo
como un solo período e incluiremos en él los acontecimientos y características que
resultan, en nuestro juicio, más relevantes para analizar el fenómeno de la
polarización.
Es este un período donde Hugo Chávez gobernó hasta el año 2012, fecha en la
cual ganó las elecciones para un tercer período de gobierno que no pudo asumir
dado que falleció en marzo del 2013. En abril del 2013 se realizaron nuevas
elecciones presidenciales y resultó ganador, por un estrecho margen, el actual
presidente Nicolás Maduro, dándole así continuidad al período bolivariano.
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un intenso y permanente discurso político que también abarcó todos los espacios
de la sociedad y el cual mantuvo, desde el inicio mismo, un estilo fuerte y
confrontador que, aunque proponía el debate también incluía la descalificación.
A medida que pasó el tiempo lo que había nacido de forma incipiente a partir de la
figura de Chávez que capitalizó un profundo descontento que estaba instalado en
la sociedad venezolana, se fue convirtiendo en un movimiento mucho más
organizado hasta llegar hoy a materializarse en el Partido Socialista Unido de
Venezuela y el Gran Polo Patriótico, conformado por un conjunto de movimientos
sociales que apoyan al proceso bolivariano.
Aunque resulta imposible evaluar aquí lo que ha sido la gestión del gobierno
durante todos estos años, podemos decir que en términos generales, el país
enfrenta hoy problemas serios en materia económica ya que se sigue
dependiendo del petróleo y no se ha controlado la inflación al tiempo que también
tenemos un grave problema en materia de inseguridad y violencia. El problema de
la corrupción no se ha logrado resolver y, lamentablemente, continúa hoy siendo
un verdadero flagelo que parece estar instalado en casi todos los sectores de la
sociedad. Al mismo tiempo, se han reducido los índices de pobreza y se ha
visibilizado y atendido en materia de salud, alimentación, educación y vivienda a
amplios sectores de la población que habían sido históricamente excluidos.
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Podemos agregar también que los gobiernos de Chávez estuvieron caracterizados
por un estilo personalista muy marcado, donde su figura fue el centro de casi toda
la actividad política. Chávez fue un líder que causó un innegable impacto en la
población, generando una adhesión realmente extraordinaria en las mayorías
populares y, al mismo tiempo y con parecida intensidad, un rechazo profundo en
quienes lo adversaron, ubicados de manera predominante en los sectores medios
y altos de la población. Desde el punto de vista electoral, el país luce hoy dividido
en dos mitades claramente diferenciadas: un polo chavista y un polo opositor,
aunque existe también un importante sector que no se identifica ni toma partido
por ninguno de estas dos opciones.
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en que se juramentó como presidente electo de Venezuela. Ese llamando marcó,
desde el inicio, aceptación y rechazo simultáneo lo cual ya se venía expresando
desde la propia campaña electoral. De esta forma, quienes apoyaban a Chávez,
apoyaron también el llamado a la constituyente y quienes lo adversaron, se
opusieron a él.
Y esa fuerza, que de algún modo “resucitó” el interés por lo político, se encontró
con los grandes conflictos y también con los viejos y nuevos actores agrupados
en torno a dos polos: la nueva propuesta y la que se oponía a ella. Se comienza
así a hacer evidente que, como efectivamente ocurrió, hubo actores y propuestas
que perdieron vigencia al tiempo que se hacía urgente contar con nuevos criterios
y nuevas claves para interpretar la nueva realidad y, muy especialmente, para
elaborar propuestas a tono con los nuevos tiempos. Esta nueva dinámica produjo
la desaparición de no pocos actores políticos y sociales y la emergencia de otros y
también, tributó en buena parte a la polarización ya que prevaleció una lógica que
acompañó y acompaña hasta hoy este período: “a favor o en contra”, sin
posibilidad de matices.
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Los acontecimientos del 2002
Llegado el año del 2002, el clima político se había crispado y existía ya una
confrontación permanente entre el gobierno (teniendo siempre como figura central
al presidente Chávez) y la oposición la cual para aquel momento no estaba
realmente nucleada en forma organizada en torno a una estructura en particular.
Destacaban, sin embargo, algunas figuras de liderazgo tales como el presidente
de Fedecámaras, líderes sindicales y líderes de diversos partidos políticos.
También la oposición se hacía notar con presencia en la calle a través de marchas
y actos políticos. En medio de este panorama bastante complejo, los medios de
comunicación predominantes para la época, muy especialmente los canales de
televisión privados, comienzan a asumir una posición política marcadamente
opositora, convirtiéndose así en actores políticos dentro del nuevo contexto.
El golpe de Estado
El caso es que, en abril del 2002, se produce un golpe de estado que derroca al
presidente Chávez e instala un nuevo gobierno, el cual disolvió la Asamblea
Nacional y destituyó a los titulares de los Poderes Públicos. Todo ello se consumó
luego de varios acontecimientos convulsos y violentos que ocasionaron
numerosos muertos y heridos de un lado y del otro, en un clima sumamente
confuso y caótico. En este golpe participaron en forma activa los líderes
empresariales y sindicales que venían asumiendo buena parte del liderazgo
opositor y se le sumaron también sectores de las Fuerzas Armadas. Buena parte
del liderazgo político tradicional y otros actores de la sociedad civil, también les
brindaron apoyo a las nuevas autoridades que surgieron de ese golpe de Estado.
Frente a todo ello, buena parte de los sectores populares que apoyaban al
presidente Chávez se movilizaron para protestar y exigir su liberación, lo cual fue
también apoyado por otros sectores de las Fuerzas Armadas que permanecían
leales al presidente. Esto produjo, en efecto, la liberación del presidente Chávez y
la restitución del hilo constitucional. Luego de ello, se abrió un prolongado e
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intenso debate sobre lo ocurrido, lo cual también se acompañó de los
correspondientes juicios a varios de sus principales protagonistas. Además, se
conformaron mesas de diálogo entre el gobierno y la oposición, con el fin de lograr
un acercamiento y diluir el clima crispado y complejo que se había generado.
El paro petrolero
Las mesas de diálogo entre el gobierno y la oposición, continuaron su marcha
durante el resto del año aunque no obtuvieron el éxito esperado y de forma
progresiva se fueron estancando y perdiendo efectividad. El clima político continuó
con las mismas características que había venido mostrando hasta el momento y
llegado el mes de diciembre del 2002, comienza un paro dentro de la industria
petrolera que paraliza toda la actividad del sector y al cual de manera progresiva,
se fueron sumando también otros sectores del país. De esta forma se genera una
situación sumamente compleja ya que se generó de forma casi inmediata un
desabastecimiento generalizado de combustible y, progresivamente, de casi todo
lo demás. La situación se tornó ciertamente crítica hasta que, progresivamente, el
gobierno logró reactivar la industria petrolera y tomar el control de la situación, con
lo cual se volvió a la normalidad.
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ocasionaron importantes daños en equipos e instalaciones. Posiblemente, este
complejo proceso dio también lugar para decisiones injustas que tuvo serias
repercusiones para muchas personas y familias.
Cabe también agregar que, para esa misma época, sucedió en la plaza Altamira
un lamentable y trágico hecho donde perdieron la vida varias personas y otras
resultaron heridas. Para ese momento, la plaza en cuestión había sido tomada por
sectores de la oposición que se mantenían allí como una forma de mostrar
resistencia política al gobierno de Chávez. Este confuso hecho, no hizo sino
agravar aún más el clima político del momento.
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marcó toda la campaña. Fue este un evento claramente polarizante desde el
mismo momento que, la elección en sí misma, implicaba solamente dos opciones
opuestas y obviamente excluyentes. El clima político se complicó más aún
cuando, luego de los resultados, la oposición no los reconoció y acusó al gobierno
de fraude.
Nuevamente, volvemos a plantear los mismos criterios de análisis. Más allá de las
interpretaciones y posiciones que podamos tener en relación con este
acontecimiento, lo cierto del caso es que marcó un hito importante en cuanto al
proceso de polarización política.
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Este evento, al igual que todos los anteriores, puede seguramente significar cosas
muy distintas para cada uno de nosotros nuestras propias preferencias políticas.
Pero no es ese análisis el que proponemos sino, más bien, analizarlo en cuanto a
su aporte para la polarización la cual, a partir de ese momento, escaló un nuevo
peldaño.
Sin embargo, esto escapa al alcance de este trabajo por lo que apenas hemos
mencionado algunos por las razones ya expuestas. No obstante, queremos ahora
referirnos a los eventos electorales en forma genérica con el fin de encontrar
claves para la comprensión de la polarización.
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Esto generó, en cada una de estas oportunidades, un clima de alta tensión y
profunda incertidumbre, la cual siempre también estuvo aderezada por discursos,
encuestas, opiniones, predicciones, interpretaciones de un lado y del otro que
seguramente saturaban el nivel deseable de reflexión y análisis por parte de la
población. Por ende, cada resultado de cada evento electoral, se traducía en una
victoria de un lado y una derrota del otro, acarreando los correspondientes
sentimientos y sensaciones a cada uno.
Más allá de los resultados concretos que tuvo cada evento electoral y más allá de
lo que cada quien interpretó en su momento a partir de su propia concepción
política, es evidente que el clima que se constituyó cada uno de estos eventos
electorales, también contribuyó en buena parte a la polarización.
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Aspectos tales como la objetividad, el equilibrio, la neutralidad, la libertad de
expresión, la veracidad, la responsabilidad, la ética y un sinfín de factores se
combinan y sintetizan en este fenómeno que es la comunicación. Pues todo eso y
más, ha estado y está bajo crítica y análisis de forma permanente y en ello entran
todos y cada uno de los medios de comunicación, de un lado y del otro.
La figura de Chávez
Tal como lo anticipáramos al comienzo de este Módulo, la figura de Chávez fue
polémica desde su primera aparición en público y continúa siéndolo aún hoy, a
casi dos años de su muerte. Amado y odiado, venerado y rechazado, un libertador
amante de su pueblo para unos, un dictador despótico para otros, un gran líder
para unos, un carismático manipulador para otros, un estudioso para unos, un
ignorante para otros. Podríamos seguir elaborando una interminable lista de
atribuciones positivas y negativas que recayeron simultáneamente sobre su figura
durante varias páginas y tal vez no agotaríamos el inventario.
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En tal sentido, consideramos que este ejercicio de análisis que nos proponemos,
debe incorporar la figura de Chávez pero no solamente lo que representó en sí
misma, sino y sobre todo, lo que generó en unos y en otros, haciendo el esfuerzo
supremo de tratar de entender de manera muy especial, el significado que tuvo
para aquellos que piensan diferente a cada uno de nosotros. Así, para un chavista,
es relativamente fácil pensar lo que significó Chávez para él, pero no será tan fácil
pensar y entender por qué Chávez fue tan rechazado por los opositores. Del
mismo modo, será bastante fácil para una persona opositora, pensar lo que
significó Chávez para él; pero encontrará una gran dificultad cuando trate de
entender porqué fue tan amado por el chavismo. Claro está que la respuesta fácil
y rápida, será aquella que nos sugieran los prejuicios y los estereotipos pero de
esa forma no habremos avanzado un ápice en nuestro proceso de análisis y
reflexión. Por ello, este ejercicio implica un alto grado de sinceridad y requiere
también despojarnos, aunque sea momentáneamente, de nuestras propias
pasiones.
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polarización fueron solamente estos acontecimientos y estos hitos que aquí hemos
expuesto. Ciertamente, hay más, mucho más en esta historia reciente nuestra que
no está en estas breves páginas pero que sucedió y tuvo seguramente su peso y
determinación.
Por todo ello, retomamos nuevamente los objetivos del Programa e invitamos al
lector a que ubique estos temas dentro de todos los contenidos del Programa y
que, mediante su participación activa y su análisis crítico, enriquezca estos
contenidos y contribuya así a comprender mejor la polarización y promover el
diálogo y la convivencia.
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