Cálculo de Volúmenes de Un Botadero o Desmonte
Cálculo de Volúmenes de Un Botadero o Desmonte
Cálculo de Volúmenes de Un Botadero o Desmonte
Introducción
Los tres métodos diferentes utilizados normalmente para cubicar las tierras en un
presupuesto de explanación/nivelación de terrenos se describen en los epígrafes
siguientes.
Aspectos generales
Los diversos tipos de perfiles que se levantan tienen por objeto representar con
fidelidad la forma y las dimensiones que el terreno presenta según los planos principales.
Éstos definen tridimensionalmente la obra en proyecto, a una escala que permite cubicar
sus diversos componentes con suficiente comodidad.
Perfiles longitudinales
Además del dibujo se suelen añadir unas acotaciones en las que se anotan las
distancias parciales y totales entre los puntos que determinan el perfil longitudinal, las
cotas rojas, etc.; a la representación gráfica de ese conjunto de datos se le denomina
popularmente “guitarra”, puesto que recuerda el dibujo de las cuerdas paralelas de dicho
popular instrumento musical.
Cuando se toman muchos puntos intermedios es mejor observar los puntos de paso y
luego los intermedios; al terminar, se debe hacer una lectura de comprobación al último
punto de mira frontal. También es conveniente, con el fin de comprobar dos estaciones
consecutivas, el determinar dos veces un mismo punto de comprobación.
Un perfil longitudinal es, pues, un perfil topográfico a lo largo del eje de la planta y, por
tanto, constituye la intersección de la superficie topográfica con el plano vertical que
contiene al eje de la planta.
Perfiles transversales
El perfil transversal tiene por objeto presentar, en un corte por un plano transversal, la
posición que tendrá la obra proyectada respecto del proyecto, y a partir de esta
información, determinar las distintas cantidades de obra, ya sea en forma gráfica o
analítica. Para poder determinar las aristas de explanación de una obra y el movimiento
de tierras resultante de su ejecución, se habrán de obtener perfiles del terreno normales al
eje de la planta del proyecto que deberán ser trazados por cada uno de los puntos de la
longitudinal de ese eje al cual están referidos.
Cuando los perfiles transversales son muy uniformes se deben levantar de igual
manera que los perfiles longitudinales, anotándose las altitudes y distancias leídas en un
registro similar al empleado anteriormente para los perfiles longitudinales. Todas las
lecturas deben, por lo general, aproximarse al centímetro. Pero cuando los perfiles
transversales de la parcela a explanar sean muy irregulares se dibujarán todos los
detalles en un croquis, sobre el cual se anotarán todas las medidas y lecturas hechas
durante el levantamiento.
El perfil transversal se dibuja de modo que la izquierda y la derecha sean las del perfil
longitudinal, suponiendo que se recorre éste en el sentido de su numeración ascendente.
También se pueden numerar los puntos de los perfiles transversales, y en el croquis se
anotan solamente estos puntos y las medidas planimétricas (distancias horizontales),
anotando las lecturas de nivelación en el registro de campo, que es idéntico al de los
perfiles longitudinales.
Es mejor aproximar las alturas al milímetro, mientras que para las distancias
horizontales basta en general con el centímetro. El nivel se coloca en un punto
previamente determinado del perfil longitudinal y se asegura la observación leyendo la
altura de un punto de comprobación bien elegido o bien la de otro punto del mismo perfil
longitudinal; también puede estacionarse el nivel en un punto cualquiera de un itinerario
de nivelación que pase cerca del perfil que se trata de levantar.
Perfiles especiales
Una vez calculadas las curvas verticales, ya estamos en condiciones de calcular los
volúmenes de material a remover y su desplazamiento o transporte. Todo ello si contamos
con el perfil longitudinal y contamos también con las secciones transversales
correspondientes a todos y cada uno de los cadenamientos. Si enlistamos
convenientemente los volúmenes correspondientes a cada sección transversal, tanto de
corte como de terraplén, y en una tercera columna indicamos los valores acumulados,
podremos graficar una cierta curva de volúmenes contra cadenamientos, a la que se le
denomina curva de masa o área de corte transversal, para realizar el cálculo volumétrico
de la sección transversal correspondiente. Hoy en día existen en el mercado programas
informáticos de cálculo de gran eficacia y rigurosa exactitud para la realización automática
e iterativa de este tipo de operaciones.
Se parte del perfil longitudinal en el cual se aprecia la cota roja (cota de la rasante
menos cota del terreno natural) y posteriormente se proyecta la caja del perfil transversal
(carriles, arcenes y taludes).
El cajeo de la sección tipo sirve, además de para calcular volúmenes, para determinar
las cabezas de desmonte y los pies de terraplén. Esos son los primeros puntos que se
replantean, y desde ellos las máquinas van formando los planos de desmonte o de
terraplén con la pendiente que tengan en la sección tipo del proyecto. Las estacas del eje
desaparecerán y se replantearán de nuevo cuando quede poca diferencia de cota
respecto a la rasante proyectada.
Este método se utiliza especialmente cuando la obra tiene gran desarrollo longitudinal,
siendo el ancho de dimensión muy inferior con respecto a la longitud, como es el caso de
las parcelas alargadas para la construcción de vías de comunicación, líneas de ferrocarril,
etc.
Veamos, en fin, que si aplicamos perfiles sin tener en cuenta la línea de paso, el
método del área media resulta ser más exacto que el de los prismatoides, en la
cubicación de tierras por perfiles transversales en explanaciones a realizar a media
ladera. Si las explanaciones son puras, en desmonte o terraplén, no hay diferencias
apreciables o significativas entre ambos métodos de cálculo.
- Se puede realizar una modelización del error cometido en la cubicación de tierras por
perfiles transversales en función de la morfología del terreno en estudio (DEVUN) y la
distancia existente entre los perfiles en explanaciones de desmonte o terraplén.
Este método resulta poco exacto y se debe emplear sólo cuando se quieren calcular
-de forma aproximada y rápida- grandes volúmenes. En desmontes, los valores obtenidos
son menores que en la realidad, puesto que entre las curvas de nivel se considera el
terreno natural con pendiente uniforme, cuando en realidad no tiene por que ser así.