Libro Mentiras de La Historia Oficial Del Perú
Libro Mentiras de La Historia Oficial Del Perú
Libro Mentiras de La Historia Oficial Del Perú
Adaptado y Tratado
Tomado de la Revista “Debate y Economía” Lima 1995
(1) El presente trabajo es una síntesis crí ca y enriquecida, basada en una importante reunión de los más
destacados y modernos historiadores nacionales e internacionales del Perú, en la que par cipó quien escribe esto.
Revista Debate, publicada en se embre-octubre de 1995, vol viii, n. 84
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EN LA UNIVERSIDAD Y EN EL COLEGIO SOLEMOS DECIR QUE:
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Ese apoyo masivo de las macro etnias, que muchos peruanos
desconocen, crea un sen miento de inferioridad por que no se
en ende cómo un pequeño grupo de españoles pudo desbaratar un
imperio.
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obligados de las élites locales hacia el Cusco y de mi maes,
significaron el traslado de tradiciones, tecnología y costumbres de una
región a la otra. La idiosincrasia impermeable de las expresiones
materiales de la cultura incaica se desprende del rol del poder estatal
que cumplían los artefactos y construcciones de que se componía. Los
diseños incaicos fueron a menudo imitados en las provincias
conquistadas, por ejemplo la cerámica y el tejido. Es de suponer que
las influencias en el sen do contrario pudieron ser incluso más
importantes, pero resultan mucho más di ciles de captar. Varios
especialistas sos enen que los sistemas de calendarios,
administra vos, ciertos elementos de culto y de ideología imperial
fueron imitados por los incas. Los modelos habrían provenido, por
ejemplo, de Chimor en la Costa Norte. Entonces, el rol civilizador de
los incas es un mito moderno, no una realidad histórica.
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No hay, entonces una única civilización predominante en
nuestro pasado.
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¿De donde surge el concepto generalizado de los incas como
forjadores de una civilización panandina?
Eso creó una utopía cien fica. El que los españoles hayan
reconocido a los incas como los únicos herederos del pasado andino,
ignorando su diversidad, tuvo una importancia decisiva para la
creación del mito polí co. Igual peso tuvo la virtual desaparición de
las culturas de la costa junto con la población autóctona. En el siglo XX
se incorpora esta utopía ala discusión sobre los orígenes de la nación
peruana. Además, la monumentalidad de Machupicchu y de
Sacsayhuamán, la Belleza de los uncus y de los aríbalos convence
mejor al público que las enredadas elucubraciones del prehistoriador.
* Cristóbal Makowski.
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podían responder en sen do cronológico sino tan solo con datos
sueltos que el cronista recogía e incorporaba en una estructura
histórica según los esquemas de su propia experiencia.
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Los incas cons tuyen un estereo po en la vida nacional;
cualquier escolar considera que la historia del Perú es gloriosa con los
incas y oprimida en la Colonia; pero lo grave es que se ha ido creando
una imagen de la República como un ente corrupto, inmanejable,
injusto y absurdo, sobre lo cual ya Basadre llamaba la atención al
referirse a la tendencia que consideraba la República como un basural
histórico. * Franklin Pease.
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¿Cómo funcionó este sistema de alianzas entre españoles y los
grupos dominados por los incas; cómo capitalizaron los españoles el
descontento reinante?
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la historia oficial incaica trataba de ocultar. Como se ve, tal realidad
había incubado las condiciones favorables para que las noblezas
regionales apoyaran los españoles. * Waldemar Espinoza.
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En cuanto a su nivel cultural había gente de más y menos
instrucción, pero se debe tener en cuenta que en la España del siglo
XVI eran muy pocos los que sabían leer y escribir. En el caso específico
del Perú, la leyenda ha sido exagerada con Pizarro. Es cierto que no
sabía escribir y que era una persona con poca o ninguna instrucción
formal, pero también es cierto que poseía grandes cualidades
administra vas y de gobierno. Pizarro organizó expediciones en zonas
cercanas a Panamá y luego se dirigió al Perú, que necesariamente
debió congregar grandes capitales. Todo esto requería una gran
capacidad, su máximo logro fue explorar los an guos recursos del
Tahuan nsuyo.
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Se habla de los conquistadores como soldados entrenados
para la guerra, pero de otro lado, se sabe que muchos, quizás la
mayoría, conocían algún oficio que les permi rá ganarse la vida en su
erra natal ¿Cómo se explica esta contradicción?
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colapsó en el úl mo cuarto del siglo XVI; los Países Bajos pasaron de
cons tuir una sustanciosa entrada a ser un drenaje del erario y, por
úl mo, un dolor de cabeza hasta su perdida defini va en 1640.
América, que a inicios del reinado de Felipe II contribuía con el 10% de
los ingresos fiscales del imperio, fue aumentando paula namente su
contribución en términos reales y proporcionales. Sin embargo, en el
siglo XVII, la par cipación de América, y por tanto del Perú, llegó a
niveles crí cos. Baste señalar que de los ingresos fiscales de todo el
virreinato del Perú se remi eron a España entre el 5 y 13 % de los
mismos. El resto quedó en territorio peruano. Con respecto a las
exportaciones privadas sucedió algo similar. Por efecto del fraude, del
contrabando y del comercio directo se calcula que en la segunda
mitad del siglo XVII España par cipó solo del 20% de las ganancias del
comercio atlán co. Decir, por tanto, que el Perú era la principal fuente
de los fondos fiscales del imperio es un absurdo.
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relaciones coloniales fueron bastante complejas, y todavía falta
mucho para llegar a un "modelo' sa sfactorio. * Margarita Suárez.
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Muchos acuden a los Anales de la Inquisición como si se
tratase de un trabajo de inves gación, de una obra cien fica, sin
preguntarse sobre la naturaleza de la misma. Ello genera errores. La
muestra más clara de los equívocos a que puede conducir una lectura
acrí ca de la obra del tradicionista es el Museo de la Inquisición, cuyo
montaje museográfico (si se le puede llamar tal) está claramente
inspirado en los Anales y, por ende, en la obra de Stevenson.
Stevenson fue un viajero inglés que a inicios del Siglo XIX llegó
a las costas de Chile en un barco que se dedicaba al contrabando.
Apresado, fue remi do al Callao, donde durante sus meses de
cau verio aprendió el castellano. En 1808, ya libre, fue denunciado a
la Inquisición por ciertas afirmaciones consideradas inmorales, y
condenado a penas leves. Tras una errante y agitada vida polí ca por
la audiencia de Quito, volvió a Lima y presenció la jura de la
Cons tución de 1812 y el saqueo del Tribunal de la Inquisición al año
siguiente. Al respecto, su tes monio de esos convulsionados días es
excepcional. No así su visión sobre el Santo Oficio que, como no podía
ser de otra manera, revela una imaginación muy fecunda. A Stevenson
se debe la inverosímil historia del Cristo que presidía la mesa de
sesiones del tribunal y que con los movimientos de su cabeza
sancionaba o desaprobaba el fallo de los jueces. Del mismo autor
proviene la descripción de ciertos tormentos aplicados a los reos (no
documentados, por cierto) como el de la camisa de crin de caballo y el
brasero para los pies. La obra del escritor inglés debe ser valorada
principalmente desde una perspec va literaria.
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negra" sobre el Santo Oficio, como lo hiciera la literatura liberal
decimonónica. Esa imagen ene enorme éxito no solo entre el público
visitante sino también en la prensa escrita y televisiva. Creo que
incluso se ha filmado alguna película sobre el tema en ese local.
Ta m b i é n s e d i c e q u e e l t o r m e n t o s e a p l i c a b a
indiscriminadamente. La verdad es que se requería el fallo de la
mayoría de los jueces y consultores, acuerdo que no siempre se
lograba. La hoguera la máxima sanción, se dicto contra alrededor de
30 personas de un total de 450 condenados. Sería interesante una
comparación con las penas capitales dictadas por la real audiencia del
otro tribunal de jus cia. * Pedro Guíbovich.
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FALSO: La legislación, en principio, estableció el sistema de
separación residencial, de acuerdo con el criterio de división en
"república de indios" y "republica de españoles". Se procuraba,
durante las primeras décadas de la colonización, una separación de
residencia entre españoles e indígenas a fin de evitar los abusos de los
encomenderos. A propósito de ello hubo quejas de religiosos y
letrados sobre las "malas costumbres" que transmi an los españoles
a las indígenas. De tal manera que la creencia de que la sociedad
colonial estaría dividida en "compar mientos estancos" podría
fundamentarse en esta disposición legal.
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Tampoco quiero decir con esto que incumplir la ley fuera algo
bueno. Ocurría que muchas veces las autoridades o las personas en
general se acogían a determinada doctrina jurídica o costumbre
entonces vigente para no aceptar, es decir, para "acatar pero no
cumplir", como se decía entonces, y suplicar el cambio en la
legislación. Es lo que se ha llamaba suplicación de las leyes.
Igualmente, debemos considerar los problemas de la distancia y el
desconocimiento de la realidad Americana por parte de muchas de
autoridades que desde España expedían la legislación, razones que
muchas veces hicieron que ciertas normas fueran imprac cables.
Junto con ello, juega un papel importante el afán de lucro de los
conquistadores y de muchos funcionarios públicos, que vieron en sus
cargos maneras más expedi vas de obtener ganancias económicas
con lo cual se distorsiono el verdadero sen do de la función pública.
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La rebelión de Túpac Amaru fue el primer movimiento que
buscó la independencia del Perú.
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La rebelión de Túpac Amaru ¿fue una rebelión popular?
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efec vamente en 1821. Aún cuando así fuera, me parece que es una
estrofa que debería ser eliminada por sus efectos an educa vos y,
sobre todo, por es históricamente falsa, ya que la libertad no fue un
regalo traído por los soldados chilenos o argen nos ni por las tropas
colombianas. La libertad fue conquistada duramente en el Perú, con
una resistencia que empezó al día siguiente de la captura de
Atahuallpa en Cajamarca. Una resistencia india a la cual -aunque fuera
con 200 años de retraso- se sumaron aquéllos criollos que tuvieron el
corazón bien puesto, es decir, los menos.
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un puente entre los movimientos na vos criollos de liberación. Este el
caso de Pumacahua, en que la presencia indígena se dio a través de él
mismo y la presencia criolla y mes za a través de los hermanos
Angulo, Béjar y otros mas. Al igual que muchos, siempre me he
preguntado qué clase de país habría resultado y qué clase de Perú
tendríamos hoy si cualquiera de esos movimientos hubiera triunfado.
Si la capital del Perú estuviese en la sierra, como la ene Ecuador; y si
las clases gobernantes y dominantes en el Perú fueran efec vamente
mes zas e indígenas. En esta aventura de imaginación, estoy
convencido de que ni si quiera hubiese ocurrido la guerra con Chile, y
que de haber ocurrido la habríamos ganado, porque la guerra con
Chile fue un test al movimiento de liberación criolla, fue la
demostración de que la república hecha por los criollos (que durante
25 años vivió del excremento de los pájaros) no valía para nada, ni
siquiera para defenderse a sí misma. Es la prueba de que habían
construido una sociedad tan injusta, que por injusta mesa estaba
ineficaz, en la defensa hasta de sus propios intereses. Pues bien, a esta
revolución criolla sí correspondía un estrecho vínculo con la ideología
externa. De hecho, las propuestas ideológicas de los criollos
sudamericanos en general, y por consiguiente de los peruanos, no
eran sino re pe ciones y adaptaciones de las ideologías en curso en el
útero europeo; y se da así el caso que podríamos afirmar que las
revoluciones polí camente an coloniales norte y sudamericanas
eran ideológicamente coloniales, puesto su pensamiento no
entrañaba novedad ni superación con respecto a los modelos
coloniales europeos.
Como lo acabo de decir, creo que fue una simple repe ción de
las ideas de la Ilustración y del primer liberalismo y que esas ideas no
tuvieron ningún impacto o un impacto mínimo en la realidad social;
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quedaron consignadas exclusivamente en el aparato norma vo y
legal, en la fraseología polí ca, pero no modificaron la realidad. *
Pablo Macera.
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Contra esta visión aparece en 1970 el libro La Independencia
en el Perú de Heraclio Bonilla y Karen Spalding en el que señalan la
idea de la "independencia concedida" porque el Perú fue el úl mo en
independizarse y para ello necesitó ejércitos extranjeros. Este libro
causó un gran revuelo ya que discu a tanto la visión tradicional como
la del gobierno militar.
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abandona el barco. Esa no es la idea. Se trata de ser obje vo
analizando el pasado desde la perspec va de nuestro presente. *
Susana Aldana.
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En años recientes, el proceso de liberación llamó la atención
de los historiadores, quienes han procurado hacer jus cia a los
incansables esfuerzos que desplegaron los esclavos por poner límites
al poder de los amos, por expandir sus horizontes de libertad y
autonomía y, en úl ma instancia, por poner fin a los horrores de la
esclavitud. Acciones individuales y colec vas como el cimarronaje, el
li gio judicial, el trabajo independiente como jornaleros, la
par cipación en protestas, mo nes y fugas masivas, la consolidación
de relaciones familiares estables, el esfuerzo colec vo por comprar su
libertad, etc., han sido profundamente documentadas.
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nacionalizar el salitre. Bolivia abandonó la guerra luego de la batalla
de Tacna en mayo de 1880 y pasó a preocuparse por la solución de sus
conflictos internos. De allí en adelante no comba ó un solo boliviano
en la con enda, y el enfrentamiento entre Perú y Chile con núa hasta
agosto de1884.
D e o t ro l a d o h ay q u i e n e s i n t e n t a n ex p l i c a r l o s
acontecimientos como productos de las maquinaciones de Estados
Unidos sobre el Perú e Inglaterra sobre Chile.
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democrá ca de su gobierno, con cuatro candidatos y en plena guerra,,
cuando Lima estaba ya ocupada. Tenía una burguesía pujante con un
proyecto nacional, pero carecía de recursos. A todo esto se debe
agregar que Chile era una sociedad étnicamente uniforme, sin
mayores diferencias raciales.
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no se percibe como el principal "problema" de la nación. Los
historiadores aún no profundizado en la historia de la segunda mitad
de este siglo. Al llegar a esta época los textos escolares presentan
información muy esquemá ca, poco analí ca. No creo que la
reproducción de esas imágenes pase todavía por los libros de historia.
Seria más importante revisar lo que se presenta en los medios de
prensa, en la literatura, el cine y el discurso polí co.
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de enfrentar. El problema está en que el tema del racismo en el Perú
ha sido casi siempre tratado por sociólogos y no y no por
historiogra a tradicional de la República; el indio ni siquiera aparece
como actor; luego surge paternalmente como un ser que debe ser
redimido o que ciertos grupos reivindican. Desde los años 70 ha
habido una tendencia por estudiar las rebeliones indígenas y los
modos de la resistencia en el mondo andino, pero estas
aproximaciones se preocupan par ver las comunidades "desde
adentro" que por reflexionar sobre la forma en el se crean imágenes
sobre ellas. La historiográfica peruana tan centrada en temas
económicos y polí cos ha dejado de lado el análisis de los discursos,
no ha confrontado directamente las formas en que se reproducen
imágenes colec vas y se forjan subje vidades. Por ejemplo, los
historiadores suelen ignorar el desarrollo de la pintura y de la
literatura como si esos temas estuvieran al margen de la historia. Los
historiadores debemos perder el temor de cruzar fronteras
disciplinarias, y sobre todo debemos crear nuevos temas, hacer otras
preguntas. * Natalia Majoluf.
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