Econometría Espacial
Econometría Espacial
Econometría Espacial
ISSN: 1695-7253
[email protected]
Asociación Española de Ciencia Regional
España
ABSTRACT: The goal of this paper is helping in the diffusion in our country of the
techniques given by Spatial Econometrics, offering an overview of its theoretical and
applied aspects. Specifically, we introduce the two types of spatial data analysis: the
exploratory analysis, focused on a univariate study, as well as the study of spatial au-
tocorrelation in a regression model. Additionally, we apply some of the techniques to
the case of the European Union regions.
JEL classification: C49, O47, R12.
1. Introducción
En los últimos cuarenta años, la economía regional y urbana ha experimentado un
fuerte desarrollo metodológico basado en la necesidad de trabajar con la especial natu-
* Miembros del grupo de investigación «AQR» (Anàlisi Quantitativa Regional). Profesoras de la Facul-
tad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Barcelona. E-mail: [email protected] y
[email protected]
Recibido: 10 de junio de 2002 / Aceptado: 19 de julio de 2002
83
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 84
raleza de los datos de corte transversal. Cuando se utiliza este tipo de datos suelen apa-
recer los denominados efectos espaciales: la heterogeneidad y la dependencia espacial.
El primer efecto aparece cuando se utilizan datos de unidades espaciales muy dis-
tintas para explicar un mismo fenómeno. En ese caso aparecen problemas como la
heteroscedasticidad o la inestabilidad estructural, los cuales pueden ser resueltos me-
diante las técnicas econométricas existentes para series temporales. La dependencia o
autocorrelación espacial surge siempre que el valor de una variable en un lugar del
espacio está relacionado con su valor en otro u otros lugares del espacio. No obstante,
y a diferencia de lo ocurrido con la heterogeneidad espacial, la dependencia espacial
no puede ser tratada por la econometría estándar. Ello es debido a la multidirecciona-
lidad que domina las relaciones de interdependencia entre unidades espaciales.
Con el objetivo de resolver los problemas que supone la presencia de efectos es-
paciales, especialmente el segundo de ellos, surgió la econometría espacial como
subdisciplina de la econometría general que proporciona las técnicas de contrastación
y de estimación necesarias para trabajar con datos que presentan problemas de hete-
rogeneidad y/o dependencia espacial. Respecto al origen de la econometría espacial
cabe destacar que, tras una fase inicial de reconocimiento del problema (que se re-
monta a Student en 1914), es en la década de los setenta cuando surge el término de
econometría espacial como tal, acuñado por Paelinck y Klaassen (1979) y originaria-
mente referido a los esfuerzos realizados para abordar la autocorrelación espacial en
el término de perturbación de una regresión. En un sentido más amplio, Anselin
(1988a) la define como la colección de técnicas que tratan las peculiaridades causa-
das por el espacio en el análisis estadístico de los modelos tradicionales de la ciencia
regional. Según Anselin y Bera (1998), en esta última definición se estarían incorpo-
rando específicamente las regiones, la localización y la interacción espacial, for-
mando la base de los trabajos empíricos en economía regional y urbana.
El gran desarrollo de la econometría espacial se ha producido, sin embargo, en los
años ochenta y noventa. Entre los primeros estudios que analizan de manera general
los aspectos metodológicos más importantes se encuentran los trabajos de Cliff y Ord
(1981), Blommestein (1983) y Anselin (1980, 1988a, b). Posteriormente han ido apa-
reciendo en las revistas de economía regional contribuciones concretas en el campo
de la econometría espacial, así como la aparición de varias colecciones de artículos
como en Anselin y Florax (1995a) y Anselin y Rey (1997). De esta forma, la impor-
tancia y relevancia de los métodos que analizan los efectos espaciales en los modelos
econométricos ha ido incrementando de forma notable. Ello es debido, entre otros as-
pectos, al renovado interés por el papel del espacio y la interacción espacial en la teo-
ría económica (sirvan de ejemplo los aspectos relacionados con la nueva geografía
económica, Krugman 1991), a la creciente disponibilidad de extensas bases de datos
socio-económicos geo-referenciados y, por último, al desarrollo de una tecnología
eficiente y poco costosa para tratar con dichos datos, tanto en forma de Sistemas de
Información Geográfica como de software útil para el análisis de datos espaciales.
No obstante, a pesar de esta aparente mayor difusión de la econometría espacial,
la distancia que la separa, en términos de su conocimiento y difusión, de la econome-
tría clásica todavía es notable (Anselin y Griffith, 1988; Anselin y Hudak, 1992). Este
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 85
2. Efectos espaciales
2.1. Heterogeneidad espacial
La heterogeneidad espacial consiste en la variación de las relaciones en el espacio.
De forma general, se puede decir que existen dos aspectos distintos de heterogenei-
dad espacial: la inestabilidad estructural y la heteroscedasticidad. En el primer caso,
la heterogeneidad espacial se refiere a la falta de estabilidad en el espacio del com-
portamiento de la variable bajo estudio que lleva a que la forma funcional y los pará-
metros de una regresión puedan variar según la localización siendo, por tanto, no ho-
mogéneos en toda la muestra. El segundo aspecto, la heteroscedasticidad, proviene de
la omisión de variables u otras formas de errores de especificación que llevan a la
aparición de errores de medida.
El tratamiento de la heterogeneidad espacial puede realizarse por medio de las
técnicas econométricas estándar, entre otras, la consideración explícita de parámetros
variantes, coeficientes aleatorios (Hildreth y Houck, 1968) y switching regressions
(Quandt, 1958) o las técnicas de filtraje adaptativo espacial (Foster y Gorr, 1983,
1984, 1986). Sin embargo, en el caso específico de la heterogeneidad espacial, en
donde ésta viene causada por cuestiones inherentes a la localización de las observa-
ciones, el conocimiento teórico de la estructura espacial de los datos puede conducir-
1
Para un detalle de los trabajos de economía regional en los que se han aplicado las técnicas de econo-
metría espacial, véase Moreno y Vayá (2000).
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 86
nos a procedimientos más complejos pero más eficientes como la expansión espacial
de parámetros (Casetti, 1972) o las regresiones ponderadas geográficamente (Fothe-
ringham et al., 1998). Sin embargo, dado que este efecto puede tratarse en la mayoría
de los casos mediante las técnicas econométricas tradicionales, el presente trabajo se
centra en la problemática en torno a la autocorrelación espacial.
2
Asimismo, es posible obtener matrices de contigüidad de órdenes superiores. Así, diremos que dos re-
giones i y j serán contiguas de segundo orden si ambas están separadas por una tercera región h que es
contigua de primer orden a ambas. La misma idea es extensible para órdenes superiores.
3
Dado que estas definiciones están excesivamente relacionadas con aspectos físicos de las unidades es-
paciales, algunos autores han propuesto definiciones alternativas (Bodson y Peeters, 1975; Case et al.,
1993; López-Bazo et al., 1999; Moreno et al., 2002; Vayá et al., 1998, 2002).
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 88
N
Σ wijxj – Wi* –
x
zi j 1
Ii = Σ wijzj New – Gi* =
Σ zi2 / N j∈Ji s{[ (NS1i* – Wi*2]/(N – 1)}1/2
i
y = ρWy + Xβ + u [1]
u ~ N(0, σ2 I)
y = Xβ + ε
ε = λWε + u [2]
u ~ N(0, σ2 I)
4
Se puede decir que el epicentro del SIG es una base de datos que combina de forma eficiente información
de los valores (atributos) de las variables de interés con información locacional o topológica (disposición es-
pacial). Es decir, un SIG es un poderoso conjunto de herramientas para la recogida, almacenamiento, trans-
formación y disposición de datos espaciales del mundo real con unos objetivos determinados.
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 91
y = Xβ + ε
ε = θW1 u + u [3]
u ~ N(0, σ2 I)
5
Ver Anselin y Bera (1998) para un análisis de las implicaciones económicas que se derivan de la dis-
tinta matriz de varianzas y covarianzas del término de error que se obtienen en una estructura autorregre-
siva o una media móvil.
6
Los modelos presentados no agotan todas las posibilidades de modelos de autocorrelación espacial.
Así, existen formas más generales, como el modelo mixto regresivo espacial regresivo con perturbaciones
autorregresivas y heteroscedásticas (Anselin, 1988a), así como distintos esquemas para la autocorrelación
residual como el modelo de Kelejian y Robinson (1993) analizado en detalle en Anselin y Moreno
(2003).
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 92
LM – ERR =
[e’We
/s ]2
2
~ χ1
de la varianza residual;
T1 = tr(W’W + W2).
T1
~ χ1
M = I – X(X’X)–1X’, y: var.
[T1 – T12 (RJρ – β )–1] endógena, y el resto de notación
como antes.
~ χ1
RJρ – β
LM-LE Notación como antes.
LM – LE =
[e’Wy/s 2 – e’We / s2 ]2
~ χ1
RJρ – β – T1
7
Existe una limitación en el rango de valores posibles que pueden alcanzar los parámetros espaciales, a
fin de que los estimadores máximo-verosímiles alcancen sus propiedades asintóticas. Específicamente, se
deberá de cumplir que 1/ωmin< ρ <1/ωmax y que 1/ωmin< λ <1/ωmax, donde ωmax y ωmin son, respectiva-
mente, el mayor y menor valor propio en términos reales de W. En caso de que W esté estandarizada, ωmax
alcanza un valor igual a 1, mientras que 1/ωmin ≤ – 1, de manera que los valores positivos de los paráme-
tros espaciales deberán ser menores que 1.
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 94
La figura 2 representa el box map asociado, a partir del cual parece reforzarse lo
que ya se derivaba de la figura 1, esto es, la aparente existencia de dependencia espa-
cial en la distribución de la productividad en 1975, observándose además un compor-
tamiento notablemente diferenciado de las regiones centrales respecto al resto de re-
giones europeas. Así, se observa como claramente las regiones que forman parte del
mismo cuartil se encuentran a su vez agrupadas en el espacio. Únicamente, la región
de Madrid rompe este esquema ya que, perteneciendo al tercer cuartil, se encuentra
completamente rodeada de regiones que se sitúan en el primer cuartil de la distribu-
ción. Por último, cabe destacar la existencia de un outlier de bajos valores observado
en la región portuguesa de Alentejo.
No obstante, con relación a la posible asociación espacial que parece derivarse de
las figuras anteriores, es preciso remarcar que los resultados que puedan deducirse
especialmente de la figura 1 son altamente sensibles, entre otros aspectos, al número
de intervalos definidos para representar a la variable bajo estudio.
Figura 1. Distribución espacial del Figura 2. Box Map del Ln PIB por
Ln PIB por ocupado, 1975 ocupado, 1975
Como se puede observar, el logaritmo del PIB por ocupado en 1975 presenta una
muy significativa dependencia espacial positiva, hecho que corrobora las primeras in-
tuiciones derivadas de las figuras 1 y 2. De esta forma, el contraste de autocorrelación
espacial I de Moran es claramente significativo a un nivel del 1%, rechazando la exis-
tencia de una distribución aleatoria de dicha variable y reflejando por tanto como, en
términos globales, regiones próximas en el espacio muestran valores similares de la
misma. Asimismo, el test G de Getis y Ord es significativo y positivo, hecho que lleva
a concluir a favor de la presencia de una clara asociación en el espacio, mayoritaria-
mente de valores elevados.
Otros instrumentos útiles en el análisis del grado de dependencia espacial de una
variable son el scatterplot de Moran (figura 3) y su scatter map asociado (figura 4).
Como se puede observar, existe una notable concentración de la masa de puntos en
los cuadrantes I y III, corroborándose por tanto el predominio de una concentración
en el espacio de valores similares de productividad laboral. Por el contrario, son muy
pocos los casos en los que se observa una discrepancia entre el valor alcanzado por
una región y el promedio observado en sus vecinas. Únicamente, como se observa en
la figura 4, cabe resaltar que las regiones de País Vasco, Madrid, South East, Friuli-
Venezia Giulia y Lazio concentran valores elevados de la productividad laboral (es
decir, superiores a la media) mientras que sus regiones colindantes muestran la situa-
ción opuesta. La situación contraria aparece en las regiones de Navarra, Cataluña,
Trentino-Alto Adige, Veneto, Umbria, Marche y Sardegna.
la variable (información que puede ser extraída tanto de la posición de cada región en
los cuadrantes del scatterplot de Moran como del signo obtenido tras el cálculo del
contraste New-Gi*). Por último, la figura 7 muestra las regiones con un valor signifi-
cativo del test New-Gi*8.
Las principales conclusiones que cabe extraer de las tres figuras comentadas se
pueden resumir en tres puntos. En primer lugar, los clusters significativos detectados
no se encuentran dispersos en el territorio sino que se sitúan próximos entre si y con-
centrados en determinadas zonas del sur y del centro de Europa. En segundo lugar,
todos los clusters señalados concentran valores similares de la variable en cuestión,
no detectándose ninguna región con un comportamiento significativamente disímil al
mostrado por sus vecinas. Por último, destacar las similitudes entre las agrupaciones
significativas detectadas por el contraste local de Moran y por el test New-Gi*.
8
En el caso de la Ii, se han calculado los pseudo-niveles de significación obtenidos de una distribución
empírica derivada siguiendo un criterio de permutación.
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 99
9
Ver Vayá et al. (2002) para un modelo de crecimiento económico en el que, de partida, se introduce la
presencia de dependencia espacial fundamentada en la existencia de externalidades interregionales.
10
Ver Anselin (1988a).
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 101
ble explicativa. Finalmente, cabe decir que si este fuera el modelo seleccionado, es-
taríamos concluyendo a favor de la existencia de interdependencias en el creci-
miento entre regiones europeas vecinas derivadas, entre otros posibles factores, de la
presencia de economías externas (estáticas y/o tecnológicas) que exceden de las
fronteras regionales.
Con todo ello en cuenta, en primer lugar, se estima la ecuación de convergencia
sin efectos espaciales, obteniendo los resultados presentados en el cuadro 5.
R2 0,6002
lnL 61,62
I-Moran 7,46*
LM-ERR 49,50*
LM-EL 9,94*
LM-LAG 39,59*
LM-LE 0,03
Notas: La variable dependiente es la diferencia logarítmica del PIB por
ocupado entre 1975 y 1992 y lny es el logaritmo del PIB por ocupado en
1975. lnL es el valor del máximo del logaritmo de la función de verosimili-
tud. Desviación estándar entre paréntesis. *Denota significativo al 1%.
Sin embargo, tan solo la especificación formal de los contrastes nos indica el mo-
delo espacial alternativo. Por tanto, reestimamos la ecuación de convergencia inclu-
yendo una estructura autorregresiva espacial en el término de error. El resultado de
esta estimación se muestra en la primera columna del cuadro 6. El parámetro autorre-
gresivo espacial del término de error (λ) es altamente significativo y positivo, confir-
mando lo que los contrastes de dependencia nos sugerían tras la estimación cuadrá-
tica. El contraste de la razón de verosimilitud de la dependencia espacial en el
término de error nos lleva a la misma conclusión que el contraste de la t de la estima-
ción máximo-verosímil. Asimismo, el contraste COMFAC de coherencia interna de
la especificación del modelo del error espacial no es capaz de rechazar dicha cohe-
rencia, por lo que parece ser que el modelo del error espacial resulta más adecuado a
la hora de estimar la ecuación de crecimiento para la muestra de las regiones euro-
peas escogida. A pesar de ello, hemos procedido también a estimar el modelo inclu-
yendo únicamente el retardo espacial, para confirmar que no es tan adecuado como el
del error. Los resultados de dicha estimación se presentan en la segunda columna del
cuadro 6. La velocidad de convergencia, en este caso, disminuye sustancialmente, pa-
sando de un 2,6% en la estimación MCO en el cuadro 5 a un valor del 1,2% anual. El
parámetro autorregresivo espacial del retardo de la endógena es positivo y significa-
tivo, resultado corroborado por el valor del estadístico de la razón de verosimilitud
para dicho parámetro. De esta forma, parece rechazarse la hipótesis de que la inclu-
sión del retardo de la endógena no es necesaria. Sin embargo, en términos de ajuste,
la verosimilitud obtenida para el modelo del error espacial (85,79) es mayor que la
del retardo espacial (82,37) lo que, junto con los resultados de los estadísticos, nos
llevan a mantener que el modelo con una estructura autorregresiva en el término de
error es más adecuado.
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 103
7. Conclusiones
Con el presente trabajo se ha perseguido el objetivo principal de contribuir a la difu-
sión de las técnicas de econometría espacial en nuestro país, ofreciendo una somera
visión de los aspectos teóricos y aplicados de la misma. Para ello, en primer lugar, se
han revisado las principales técnicas econométricas existentes para el estudio de la
dependencia espacial. En concreto, se han introducido los dos tipos de análisis de da-
tos espaciales existentes: el análisis exploratorio, ideado para el estudio univariante, y
el análisis de la dependencia espacial en el seno de un modelo de regresión. Asi-
mismo, se ha incluido una breve reflexión acerca de algunas de las principales limita-
ciones de la Econometría Espacial en la actualidad.
En segundo lugar, y tomando como base la ecuación tradicional de β-conver-
gencia aplicada al estudio de la productividad laboral en el seno de las regiones eu-
ropeas para el período 1975-1992, se han presentado los resultados tanto del análi-
sis exploratorio de la variable productividad laboral como del estudio de la
presencia de dependencia espacial en dicha ecuación de crecimiento. Dos son las
principales conclusiones que pueden extraerse del estudio realizado. Primero, la
variable analizada presenta un claro esquema de dependencia espacial positiva en-
tre regiones vecinas, de manera que regiones próximas en el espacio muestran nive-
les de productividad laboral similares. Y segundo, la ecuación clásica de conver-
gencia adolece de importantes problemas de dependencia espacial que deben ser
considerados de forma explícita y que afectarían tanto a su especificación como a
los métodos de estimación que deberían utilizarse. Este último resultado se revela
como la excusa perfecta para alertar a todos aquellos investigadores aplicados,
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 104
tanto del ámbito regional como urbano, acerca de la necesaria revisión y aplicación
de las técnicas de econometría espacial que han sido recogidas o referenciadas en
este trabajo.
Bibliografía
Anselin, L. (1980): «Estimation methods for spatial autoregressive structures». Ithaca NY: Cornell Uni-
versity, Regional Science Dissertation and Monograph Series #8.
Anselin, L. (1988a): Spatial Econometrics: Methods and Models. Kluwer Academic Publishers, The Net-
herlands.
Anselin, L. (1988b): «Lagrange multiplier test diagnostic for spatial dependence and spatial heteroge-
neity», Geographical Analysis, 20(1):1-17.
Anselin, L. (1992): «SpaceStat: A program for the analysis of spatial data», National Center for Geo-
graphic Information and Analysis. University of Califormia, Santa Barbara, CA.
Anselin, L. (1995a): «Local indicators of spatial association-LISA», Geographical Analysis, 27:93-
115.
Anselin, L. (1995b): SpaceStat version 1.80 user’s guide. Morgantown, WV, Regional Research Institute,
West Virginia University.
Anselin, L. y Griffith, D.A. (1988): «Do spatial effects really matter in regression analysis?», Papers Re-
gional Science Association, 65:11-34.
Anselin, L. y Hudak, S. (1992): «Spatial econometrics in practice. A review of software options», Regio-
nal Science and Urban Economics, 22(3):509-536.
Anselin, L. y Florax, R. (1995a): New Directions in Spatial Econometrics, Ed: Springer. Berlin.
Anselin, L. y Florax, R. (1995b): «Small sample properties of tests for spatial dependence in regres-
sion models: some further results», New Directions in Spatial Econometrics, 21-74. Ed: Springer.
Berlin.
Anselin, L. y Bao, S. (1996): «SpaceStat.apr User’s guide», Regional Research Institute, West Virginia
University, Morgantown, WV.
Anselin, L. y Bao, S. (1997): «Exploratory spatial data analysis linking SpaceStat and ArcView», en Fis-
cher, M. y A. Getis (eds.): Recent developments in spatial analysis-spatial statistics, behavioural mo-
delling and neurocomputing. Berlin, Springer-Verlag.
Anselin, L. y Rey, S.J. (1997): «Introduction to the special issue on spatial econometrics», International
Regional Science Review, 20(1, 2):1-8.
Anselin, L. y Bera, A.K. (1998): «Spatial dependence in linear regression models with an introduction to
spatial econometrics», Handbook of Applied Economic Statistics (eds.) Aman Ullah and D. E. A. Gi-
les. New York: Marcel Dekker, Inc.
Anselin, L. y Moreno, R. (2003): «Properties of test of spatial error components», Regional Science and
Urban Economics. En prensa.
Armstrong, Harvey W. (1995): «Convergence among regions of the European Union, 1950-1990», Pa-
pers in Regional Science, 74:143-152.
Barro, R. y Sala-i-Martin, X. (1995): Economic Growth. McGraw-Hill, New York.
Bivand, R.S. (1984): «Regression modeling with spatial dependence: an application of some class selec-
tion and estimation methods», Geographical Analysis, 16(1):25-37.
Blommestein, H. (1983): «Specification and estimation of spatial econometric models: A discussion of
alternative strategies for spatial economic modelling», Regional Science and Urban Economics,
13:251-270.
Bodson, P. y Peeters, D. (1975): «Estimation of the coefficients of a linear regression in the presence of
spatial autocorrelation. An application to a Belgian labour-demand function», Environment and Plan-
ning A, 7:455-472.
Case, A., Rosen, H. y Hines, J. (1993): «Budget spillovers and fiscal policy interdependence: evidence
from the states», Journal of Public Economics, 52:285-307.
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 105
Casetti, E. (1972): «Generating models by the expansion method: applications to geographical research»,
Geographical Analysis, 4:81-91.
Cliff, A. y Ord, J. (1973): Spatial Autocorrelation. London, Pion.
Cliff A. y Ord, J. (1981): Spatial Process. Models and Applications. London, Pion.
Dacey, M. (1968): «A review of measures of contiguity for two and K-Color Maps», In spatial analysis:
a reader in statistical geography, 479-495. Editado por B. Berry.
Fingleton, Bernard y McCombie, John S.L. (1998): «Increasing returns and economic growth: Some evi-
dence for manufacturing from the European Union regions», Oxford Economic Papers, 50:89-105.
Florax, R. y Folmer, H. (1992): «Specification and estimation of spatial linear regression models: Monte
Carlo evaluation of pre-test estimators», Regional Science and Urban Economics, 22:404-432.
Foster, S. y Gorr, W. (1983): «Adaptive filtering approaches to spatial modeling», Modeling and Simula-
tion, 14:745-750.
Foster, S. y Gorr, W. (1984): «Spatial adaptive filtering», Modeling and Simulation, 15:29-34.
Foster, S. y Gorr, W. (1986): «An adaptive filter for estimating spatially-varying parameters: Application
to modeling police hours spent in response to calls for service», Management Science, 32:878-889.
Fotheringham, A.S., Charlton, M. y Brunsdon, C. (1998): «Geographically Weighted Regression: A Natu-
ral Evolution of the Expansion Method for Spatial Data Analysis», Environment and Planning A;
30(11):1905-27.
Geary, R. (1954): «The contiguity ratio and statistical maping», The Incorporates Statistician, 5:115-145.
Getis, A. y Ord, J.(1992): «The analysis of spatial association by use of distance statistics», Geographical
Analysis, 24:189-206.
Haining, R. (1978): «Estimating spatial interaction models», Environment and Planning A, 10:305-320.
Hildreth, C. y Houck, J. (1968): «Some estimators for a linear model with random coefficients», Journal
of the American Statistical Association, 63:584-595.
Kelejian, H.H. y Prucha, I.R. (1997): «A generalized moments estimator for the autoregressive parameter
in a spatial model», International Economic Review, 40(2):509-536.
Kelejian, H.H. y Robinson, D. (1993): «A suggested Method of Estimation for Spatial Interdependent
Models with Autocorrelated Errors, and an Application to a county expenditure Model», Papers in
Regional Science, 72:297-312.
Krugman, P. (1991): Geography and Trade. MIT Press, Cambridge MA.
López-Bazo, E., Vayá, E., Mora, A.J. y Suriñach, J. (1999): «Regional economic dynamics and conver-
gence in the European Union», The Annals of Regional Science, 33(3):343-370.
Moran, P. (1948): «The interpretation of statistical maps», Journal of the Royal Statistical Society B,
10:243-251.
Moreno, R. (1998): «Infraestructuras, externalidades y crecimiento regional. Algunas aportaciones para
el caso español». Tesis Doctoral, Universidad de Barcelona.
Moreno, R. y Vayá, E. (2000): Técnicas Econométricas para el tratamiento de datos espaciales: La eco-
nometría espacial. UB 44 manuals, Edicions Universitat de Barcelona.
Moreno, R., López-Bazo, E., Vayá, E. y Artís, M. (2002): «Externalities, public capital and costs of pro-
duction». Próxima publicación como capítulo del libro First Volume in a Series on Spatial Econome-
trics and Statistics, Springer-Verlag, Eds.
Ord, J.K. y Getis, A. (1995): «Local spatial autocorrelation statistics: distributional issues and an applica-
tion», Geographical Analysis, 27(4):286-306.
Pace, R.K. (1996): «Performing large spatial regressions and autoregressions», Economic Letters,
54:283-291.
Pace, R.K. y Barry, R. (1996): «Sparse spatial autoregressions», Statistics and Probability Letters, 2158,
1-7.
Pace, R. K. y Barry, R. (1997): «Quick computation of spatial autoregressive estimators», Sgeographical
Analysis, 29:232-247.
Paelinck, J.H.P y Klaassen, L.H. (1979): Spatial Econometrics. Farnborough, Saxon House.
Quandt, R. (1958): «The estimation of the parameters of a linear regression system obeying two separate
regimes», Journal of the American Statistical Association, 53:873-880.
04-Moreno 29/6/04 13:32 Página 106
Rey, Sergio y Montouri, Brett D. (1999): «U.S. regional income convergence: A spatial econometric pers-
pective», Regional Studies, 33:143-156.
Student (1914): «The elimination of spurious corrrelation due to position in time or space», Biometrika,
10:179-180.
Vayá, E. (1998): «Localización, crecimiento y externalidades regionales. Una propuesta basada en la eco-
nometría espacial», Tesis Doctoral, Universidad de Barcelona.
Vayá, E., López-Bazo, E. y Artís, M. (1998): «Growth, convergence and (why not?) regional externali-
ties», Working Paper núm. E98/31, Divisió II ,Universidad de Barcelona.
Vayá, E., López-Bazo, E., Moreno, R. y Suriñach, J. (2002): «Growth and externalities across economies.
An empirical analysis using spatial econometrics». Próxima publicación como capítulo del libro First
Volume in a Series on Spatial Econometrics and Statistics, Springer-Verlag Eds.
Ying, Long G. (2000): «Measuring the spillover effects: some Chinese evidence», Papers in Regional
Science, 79:75-89.