Fundamentos Teoricos de La Personalidad
Fundamentos Teoricos de La Personalidad
Fundamentos Teoricos de La Personalidad
TEORICOS DE
LA
PERSONALIDAD
_____ afectuoso
_____ ambicioso _____ asertivo
_____ jactancioso _____ alegre _____ cínico
_____ exigente _____ dominante _____ temeroso
_____ vigoroso _____ generoso _____ nervioso
_____ impaciente _____ perspicaz _____ dócil
_____ malhumorado _____ optimista _____ dogmático
_____ persistente _____ mojigato _____ relajado
_____ sarcástico _____ sensible _____ sociable
_____ sumiso _____ tolerante _____ confiado
_____ desinhibido _____ vengativo _____ retraído
¿Cómo se desarrolla la personalidad?
Vamos a estudiar las fuerzas y los factores que la moldean.
Más adelante hablaremos de la naturaleza de la personalidad:
- si nacemos con determinado tipo
- si la aprendemos de nuestros padres
- si fuerzas inconscientes influyen en ella
- si puede cambiar después de la niñez
- etc. Etc.
La psicología surgió como una ciencia independiente y esencialmente experimental
de una amalgama de ideas tomadas de la filosofía y fisiología. Su nacimiento tuvo
lugar a fines del siglo XIX en Alemania, gracias principalmente al trabajo de Wilhelm
Wundt, quien en 1879 estableció el primer laboratorio de psicología en la Universidad
de Leipzig
El estudio de la conciencia
El estudio de la personalidad es muy importante para conocer la naturaleza humana,
sin embargo, durante más de la mitad de la historia de esta disciplina como ciencia,
los psicólogos no le prestaron mucha atención.
La nueva ciencia de la psicología se concentró en analizar la experiencia consciente
diseccionándola en sus componentes fundamentales, si el mundo físico podía
entenderse dividiéndolo en elementos, ¿acaso no podríamos hacer lo mismo con la
mente o el mundo psíquico?
Wundt y otros psicólogos de su época, quienes estaban interesados en explorar la
naturaleza humana, recibieron una fuerte influencia del enfoque de las ciencias
naturales y procedieron a aplicarlo al estudio de la mente. Como utilizaron
exclusivamente el método experimental, abordaron sólo los procesos mentales
afectables por algún estímulo externo que pudiera ser manipulado y controlado por
el experimentador
El estudio de la conducta
Durante las primeras décadas del siglo xx, en la Universidad Johns
Hopkins de Baltimore, el psicólogo estadounidense John B.
Watson inició una revolución contra los trabajos de Wilhelm
Wundt. Su movimiento, llamado conductismo, se opuso al énfasis
de Wundt en la experiencia consciente. La conciencia, decía
Watson, no puede verse ni ser objeto de experimentación.
El conductismo nos ofrece una imagen mecanicista del ser
humano como máquina bien ordenada que responde
automáticamente a los estímulos externos.
En esta perspectiva, la personalidad no es más que la mera
acumulación de respuestas adquiridas o un sistema de hábitos,
definición que B. F. Skinner formularía más tarde. Sin embargo, los
teóricos más recientes del aprendizaje social, cuyas explicaciones
provienen de la versión de Watson y Skinner, han devuelto a la
personalidad un poco de conciencia.
El estudio del inconsciente
Sigmund Freud a partir de la década de 1890. Freud, un
médico vienés, dio el nombre de psicoanálisis a su sistema.
Psicoanálisis y psicología no son sinónimos, o sea, términos
equivalentes. Freud no era psicólogo, sino un médico que
ejercía la práctica privada trabajando con personas afectadas
por problemas emocionales. Aunque había recibido una
formación científica, no utilizó el método experimental. Por el
contrario, formuló su teoría de la personalidad basándose en
la observación clínica de los pacientes.
Aceptaban la existencia de fuerzas conscientes e
inconscientes. Por tanto, el trabajo de los primeros teóricos
de la personalidad era más bien especulativo: se basaba más
en las inferencias realizadas al observar la conducta de sus
pacientes que en el análisis cuantitativo de los datos de
laboratorio.
El estudio científico de la personalidad
Comprobamos entonces que la psicología experimental y el
estudio formal de la personalidad empezaron con base en dos
tradiciones distintas, utilizando métodos y persiguiendo fines
también distintos. La psicología experimental no ignoró por
completo la personalidad –abordó algunos aspectos–, pero no
existía en la disciplina esta especialidad, como sí había en
cambio una psicología del niño o una psicología social.
Fue apenas a finales de la década de 1930 cuando el estudio
de la personalidad se formalizó y sistematizó en la psicología
norteamericana, principalmente gracias al trabajo de Gordon
Allport en la Universidad de Harvard. Su revolucionario libro
Personality: A Psychological Interpretation suele considerarse
el inicio formal de esta área. Los psicólogos académicos se
convencieron de que era posible realizar un estudio científico
de la personalidad.
Estudios de la Personalidad en la URSS
Definición de Personalidad
Desde el punto de vista etimológico deriva del concepto clásico
latino Persona. También del griego Prosopón (griegos,
Hipócrates, Galeno).
Personalidad deriva del latín persona, que designa la máscara
que usaban los actores en una obra de teatro o comedia. Hacia
referencia a la impresión que damos a los demás.
Así pues, a partir de la etimología podremos concluir que
personalidad se refiere a las características externas y visibles, a
esos aspectos que la gente percibe.
El concepto se definirá entonces en función de la impresión que
causamos a la gente, o sea, lo que parecemos ser.
¿Pero eso es lo que queremos decir al emplear el término personalidad?
¿Nos referimos únicamente a lo que podemos ver o a la impresión que nos causa
alguien?
¿La personalidad se refiere sólo a la máscara que usamos y al papel que
desempeñamos?
Características duraderas y estables
Con la acepción del término personalidad designamos características duraderas.
Suponemos que la personalidad es bastante estable y predecible. Aunque
reconocemos, por ejemplo, que un amigo es tranquilo la mayor parte del tiempo,
sabemos que en ocasiones se vuelve irritable, nervioso o lo domina el pánico. Es decir,
nuestra personalidad puede variar en situaciones diversas; pero aunque no es rígida,
generalmente resiste a los cambios repentinos.
En la década de 1960 surgió una controversia en la psicología sobre el impacto relativo
que tienen en la conducta variables personales duraderas –como rasgos y necesidades–
frente a las que se relacionan con determinada situación (cfr. Mischel, 1968, 1973). La
controversia se prolongó durante 20 años aproximadamente y llegó a la conclusión de
que “la dicotomía tradicional y polémica entre el efecto que la situación y la persona
tienen en la conducta... siempre es y será mera ficción” (Funder, 2001, p. 200). Así se
dirimió la polémica al aceptar el enfoque interaccionista: a fin de ofrecer una explicación
completa de la naturaleza humana, han de tenerse en cuenta los rasgos duraderos y
estables, los aspectos cambiantes del contexto y la interacción entre ellos.
Características únicas
La personalidad podría incluir además la idea de
la singularidad humana.
Percibimos semejanzas entre la gente, pero
pensamos que todos poseemos propiedades
especiales que nos distinguen de los demás.
Por eso sostenemos que la personalidad es un
conjunto duradero y peculiar de rasgos que
cambian en respuesta a distintas situaciones.
El concepto de persona se ha distanciado cada vez más del concepto de
personalidad, teniendo en cuenta que La personalidad depende de la
personal como de su propio origen