El Contramonumento en Rosario
El Contramonumento en Rosario
El Contramonumento en Rosario
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Algunas prácticas de contramonumentos en Rosario
Introducción
fines de la década del ’70. Según la autora, pueden distinguirse tres etapas
finales del siglo XIX. Una segunda etapa, definida como escultura moderna,
producida durante los primeros 50 años del siglo XX y por último, la escultura
gobernante.
1
Rosalind Krauss, “La escultura en el campo expandido”, en La Posmodernidad,ed. Hal Foster (Barcelona,
Kairós, cuarta edición, 1998), p. 59.
A finales del siglo XIX, surgió un nuevo período al producirse un quiebre de
Krauss señaló a esta etapa, que duró apenas cincuenta años, como el
Otro grupo de obras, abarcadas por este análisis, fueron los emplazamientos
de finales de los ’60 y principios de los ’70, que en realidad se alejó tanto de
la sala de exposiciones como de los espectadores, quienes solo pudieron
filmaciones.
paisaje natural.
a continuación.
Arte público
Para Mau Monleón Pradas se debe diferenciar “el arte público del que se
produce en los lugares públicos sin atender el factor social del contexto” 2 . Por
otra parte, Javier Maderuelo plantea una diferencia entre las obras que se
encuentran ubicadas al aire libre y el “arte público”, siendo que este último
funcional” 3 .
particularidades.
caleidoscopios de Pérez Sanz, a los que se suman muchas obras más que se
Otro modelo es aquel que trata de producir acciones rápidas, con mensajes
conservación del medio ambiente, fueron explotadas luego por otros artistas
tuvimos el ejemplo de Tucumán Arde, del que se han escrito tantas páginas.
su lugar.
Surgieron por aquellos años varios grupos, entre ellos Escombros y el G.A.C.
utilizaron el espacio público para realizar sus obras, pudiendo las mismas ser
El contramonumento o antimonumento
ocupa de la superación del monumento. También del uso que de los mismos
conciencia por parte de los artistas, de que “la ciudad es el marco de las
temáticas abordados por los artistas con los conceptos psicológicos que
definen el trauma.
el trauma:
“[...] [no] simplemente sirve como inscripción del pasado, sino que
precisamente registra la fuerza de una experiencia que no está totalmente
apropiada... Esta experiencia paradójica... demanda con urgencia la conciencia
6
James Young, The Texture of Memory: Holocaust Memorial and Meaning,(New Haven, Yale University Press,
1993), p. 76.
7
Hal Foster, “Funeral para el cadáver equivocado”, en revista Mil Palabras nº 5 (Buenos Aires, 2003), p. 45.
histórica, al mismo tiempo que niega los modos usuales de acercamiento a la
misma... mientras las imágenes de la representación traumática permanecen
absolutamente nítidas y precisas, son de una gran inaccesibilidad para la
evocación y el control conscientes” 8 .
8
Ibid., p. 3.
“(G. Sacco) ocupó el espacio urbano con
imágenes que interrogaban sobre el destino de la
enseñanza pública en estos tiempos de
reestructuraciones y ajustes que priorizan la
reducción del ‘gasto’ público; de economías pautadas por los condicionamientos
del mercado ‘libre’ que proponen no subvencionar para garantizar,
9
precisamente, la ‘libre competencia’” .
intervenciones o ‘interferencias’ en el
que transitan por las calles de Israel, Jordania y Egipto. S.D.F. se convierte
9
Andrea Giunta, “Imágenes en turbulencia. Migraciones, cuerpos, memoria.”, en Graciela Sacco, (Rosario, La
familia IMPRENTA-EDITORIAL, 2000), p. 21
en otra intervención, haciendo mención a los Sin Dirección Fija, aquellos que
continúa, aún hoy, sin poder llegar a ser asumido y, por lo tanto, superado.
10
Ibid.. p. 8.
11
Mau Monleón Pradas, Ibid., p. 139.
La primer bicicleta apareció en el
y, luego de esa acción, nunca más se lo volvió a ver. La misma quedó allí por
A pesar de la idea
originaria de la obra
“...puede no haber
banderas”, la misma ha
ciudadanía de distintas
"Siento que esas imágenes poseen una fuerte carga nostálgica, es indudable.
Hay quienes al verlas evocan su infancia, en otros despierta el recuerdo de
amigos idos. Hace un tiempo atrás un amigo que se había marchado al exilio me
dijo que al verlas le recordaba aquella bicicleta que él había dejado en su casa
familiar antes de emprender la huida. Otros no pueden dejar de vincularla con la
historia trágica de Pocho Lepratti y los hechos del 20 y 21 de diciembre. Eso es
lo maravilloso de esta obra, su constante capacidad de resignificación según
quién la vea y en qué sitio de la ciudad la descubra. Su poder nostálgico oficia
como un disparador de sentidos" 12 .
las obras del Grupo En Trámite como otros contramonumentos, sabiendo que
Lo bueno es que siempre habrá artistas que nos provocarán con nuevas
del olvido.
12
Rubén A. Chababo, “Fernando Traverso: entro lo corpóreo y lo intangible” en Diario La Capital, (Rosario,4 de
enero de 2004), http://www.lacapital.com.ar/2004/01/04/seniales/noticia_64833.shtml