Analisis de Sentencia Caso Coronel Aldana

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Universidad La Gran Colombia

Facultad de Derecho

De los delitos en particular – Grupo 60

Docente Evaluador: Martha Yenira Sánchez Vargas.

Estudiante: Diego Alexander Bejarano, Paula Garzón Wilches, Juan Sebastián Peña

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RADICADO 73001 6000 450 2009 01880 01 - M.P. JUAN CARLOS ARIAS LÓPEZ

Se resuelve recurso de apelación interpuesto por la Defensa contra la sentencia proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito de
Ibagué en la que condenó a JOAQUÍN ENRIQUE ALDANA ORTIZ como autor del delito de homicidio agravado.
ANTECEDENTES:
HECHOS, DECISIONES EN PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA.
HECHOS
1. - El 9 de septiembre del año 2009, aproximadamente a las 8 y 30 de la mañana, un trabajador de nombre JORGE EDGAR PEREA
BRIÑEZ quien se hallaba arando los terrenos de la hacienda “San Isidro”, ubicada en el kilómetro 5 de la vía que de esta localidad
conduce al municipio de Alvarado, Tolima, halló dentro de una bolsa negra la cabeza de un ser humano con la cara totalmente
desfigurada por heridas causadas con un elemento cortante.

2. - De inmediato se procedió a dar aviso a las autoridades de policía y éstas a su vez, informaron del hallazgo a miembros de la
policía judicial pertenecientes al Cuerpo Técnico de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la Nación, quienes ya en el lugar
de los hechos y ubicada la parte corporal aludida, procedieron a efectuar un barrido por los alrededores de la hacienda referida,
siempre sobre la línea de la carreteable, encontrando otras dos bolsas plásticas de color negro y en cada una de ellas los miembros
superiores, con la característica de que a cada dedo de las manos se les habían retirado los pulpejos o huellas dactilares.

3. - 8.- El 3 de octubre del año 2009, investigadores adscritos al caso, se trasladaron a la residencia ubicada en la Cra. 7ª No. 65- 82
del barrio “Arkacentro” de esta ciudad, en donde residían JOAQUIN ENRIQUE ALDANA ORTIZ y ERIKA CECILIA YENERYS
GUTIERREZ con el propósito de realizar infructuosamente una inspección al lugar aplicando luces forenses, sin embargo al efectuar
una exploración perimetral mediante el método de franjas, se halló en un lote ubicado en el costado derecho del inmueble, cerca a la
pared, una bolsa plástica de color blanco con logotipo de panadería y pastelería “caramelos” y dentro de ella, 5 bolsas negras de
polietileno con las características de que poseen en su parte superior para el cierre una cinta blanca.

4. - En otro lote ubicado en la parte frontal del susodicho inmueble, se encontró también una bolsa plástica de color blanco con
logotipo de carulla y en su interior una camiseta desteñida, de fondo verde en algodón talla XL con escudo estampado de la policía
nacional en la parte del pecho, así como un tarro blanco plástico de blanqueador AJAX con una muy pequeña cantidad de
sustancia líquida en su interior.

5 .- El 10 de noviembre, durante un allanamiento realizado en la vivienda de la progenitora de JOAQUIN ENRIQUE


ALDANA ORTIZ, se incautó un disco duro, al que, luego de obtener las autorizaciones legales, se sustrajo la información dejada al
navegar por internet, componente que pertenecía al computador utilizado a diario por la víctima ERIKA CECILIA YENERYS
GUTIERREZ y en el que además, se detectó la introducción de un programa espía, el cual permitía a quien lo conectó, conocer todos
los diálogos y correos que ésta compartía a través de la red.

6. - El 11 de noviembre del año tantas veces aludido, se practicó una inspección y exploración para búsqueda de evidencia
traza al inmueble donde compartían JOAQUIN ENRIQUE ALDANA ORTIZ y ERIKA CECILIA YENERYS GUTIERREZ
antes de la muerte de ésta, en donde al aplicarse el reactivo BLUESTAR y filtro de luz blanca arrojó los siguientes resultados: (i) “En
el pasillo de entrada a la habitación del sótano los primeros cuarenta y ocho baldosines en sus uniones, el reactivo BLUESTAR,
reacciona dando una colación de color azul, la cual se enumera como EMP y/o EF No. 1, se toman dos muestras y se recolecta en dos
hisopos procediendo a embalar, rotular y cadena de custodia”; (ii) “En la parte del baño la grifería de desagüe, el sifón y el codo en
plástico de color gris del lavamanos al retirarla en su parte interna el reactivo BLUESTAR, reacciona dando una coloración de color
azul, la cual se enumera como EMP y/o EF No. 2…”; (iii) “En la parte del baño en el sector del sanitario el sifón metálico de color
gris en su Decisión: Confirma
sentencia condenatoria 5 parte interna, el reactivo BLUESTAR, reacciona dando una coloración de color azul, el cual se
enumera como EMP y/o EF No. 3 y la parte interna del tubo hay presencia de un líquido, tomando una muestra el cual se enumera
como EMP y/o EF. No.3.1…” (iv) “En la parte del bajo en el sector de la ducha el sifón metálico de color gris en su parte interna, el
reactivo BLUESTAR, reacciona dando una coloración de color azul, el cual se enumera como EMP y/o EF No. 4…” (v) “Los
dos primeros escalones de las escaleras que conducen al nivel menos uno, el reactivo BLUESTAR, reacciona dando una coloración de
color azul, el cual se enumera como EMP y/o EF No.5, se toman dos muestras y se recolecta en dos hisopos…”.

DECISIÓN DE PRIMERA INSTANCIA

1. - Luego de dar por demostrada la materialidad del homicidio de Erika Cecilia Yenerys Gutiérrez, el Juez señala que ese crimen
fue cometido por Joaquín Enrique Aldana Ortiz, conclusión a la que arribó basado en los indicios de móvil, capacidad, presencia y
oportunidad, al igual que el de manifestaciones posteriores al delito.

2. - Considera que el móvil que llevó a Aldana Ortiz a acabar con la vida de su esposa fue la alteración que le produjo descubrir su
infidelidad a través del programa espía messenger detect, instalado el 2 de septiembre de 2009 en el computador de la dama y
desinstalado el día de su muerte, accediendo en ese lapso a conversaciones que ésta sostuvo con Carlos Aristizabal. Agrega, que de
acuerdo a la pericia sicológica el procesado dependía afectivamente por su esposa y se caracteriza por tener una personalidad
compulsiva, controladora, perfeccionista y marcada por la rigidez de la formación castrense. Refiere que tenía aptitud física y moral
para cometer el delito, atendiendo lo señalado por el Dr. Álvaro Gaitán Bazurto, quien antes de conocer la identidad de la víctima,
perfiló al homicida con rasgos que se ajustan al perfil de Aldana Ortiz, quien es diestro, corpulento, atlético, técnico en criminalística
y contaba con un vehículo idóneo para movilizar los restos humanos.

3. - Señala que se descartaron otras hipótesis sobre el crimen, como por ejemplo, una venganza contra Aldana Ortíz por su labor
policial o la intervención del amante u otro conocido de la afectada.

4. - Concluye que hay certeza de la ocurrencia de la conducta punible y la responsabilidad, a título de dolo, de Aldana Ortiz, razón por
la cual dispone condenarlo a la pena principal de treinta y tres (33) años y cuatro (4) meses de prisión como autor responsable de
homicidio agravado, y la accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por un periodo de veinte (20)
años. Negó la suspensión condicional de la ejecución de la pena y la prisión domiciliaria. Se abstuvo de pronunciarse respecto de
perjuicios, dejando en libertad a las víctimas para que acudieran al incidente de reparación integral.

DECISIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA

1. - Confirmar la sentencia condenatoria proferida contra Joaquín Enrique Aldana Ortiz como responsable del delito de homicidio
agravado.

CONSIDERACIONES
PROBLEMA JURÍDICO
Como se dijera al momento de emitir el sentido del fallo, el problema jurídico consiste en determinar, si evidentemente como lo pregonan
tanto la Fiscalía, representante de la víctima y el ministerio público, ¿están dados los requisitos sustantivos exigidos por el artículo
381 del C. de P. Penal, para proferir sentencia condenatoria en contra de JOAQUIN ENRIQUE ALDANA ORTIZ, como autor
responsable de la conducta punible de Homicidio Agravado cometido en la humanidad de quien en vida respondía al nombre de ERIKA
CECILIA YENERIS GUTIERREZ?
A lo anterior, se le debe anexar como problema jurídico asociado, si como lo planteó tangencialmente el Ministerio Público en sus
alegatos, ¿JOAQUIN ENRIQUE ALDANA ORTIZ es culpable del cargo aludido, pero con el reconocimiento de la circunstancia
modificadora de la punibilidad como lo es la ira o intenso dolor contemplada en el artículo 57 del C. Penal?
DE LA CAPACIDAD PSICOLÓGICA DEL ACUSADO
El análisis del destrozo corporal no puede mirarse de manera aislada como lo sugiere la defensa al aludir solamente a los tajos que se
hicieron en el rostro pues el asesino no solo trataba de evitar el reconocimiento de la imagen de la cara, sino además, impedir que se lograra
establecer su sexo, huellas dactilares, etc., en otras palabras su identificación para que no se conociera de quien se trataba y así borrar la
historia de la víctima. A la vez dejaba entrever su intención de mantener el poder sobre la dama pues no solo le quitaba la vida sino que
también disponía de su cuerpo al utilizar todos los medios a su alcance para imposibilitar su reconocimiento y consecuentemente evitar que
sus familiares y allegados conocieran su destino y pudieran, al menos, darle la sepultura que consideraran conveniente.
Así, con la extracción de los pulpejos se buscaba dificultar o imposibilitar la necrodactilia y de esa forma evitar el cotejo con los datos
contenidos en los diferentes sistemas de información de las entidades del Estado, puesto que por esa vía se establecería de quien se
trataba y, muy seguramente, se llegaría a la persona o personas interesadas en su muerte. Similar propósito llevaba retirar las uniones
condrocostales del cuerpo, toda vez que a partir de ellas se podía establecer la edad del cadáver.
En este contexto, es evidente que los actos descritos debieron ser ejecutados por quien tenía formación en criminalística o por lo menos
conocía del tema, pues sabía cómo intervenir el cuerpo para obstruir la posibles de identificarlo, pero también, por alguien que conocía
íntimamente a la occisa, de ahí que no resulte válido descartar o minimizar estos aspectos como lo hace la sicóloga traída a juicio por la
defensa, al construir un asesino desorganizado que escoge su víctima al azar.
Tanto conocía el autor a su víctima que sabía de sus implantes mamarios, lo cual, de acuerdo con lo expuesto por la Dra. Adriana Rojas
Barrero, quien practicó la necropsia del tórax, no era una condición fácilmente perceptible dado que éstos se ubican debajo de la glándula
mamaria y a simple vista no se pueden ver, y además, la occisa tenía muy buena cicatrización, al punto que en la mama derecha no se
notaba la cirugía.
Resulta entonces, que el crimen no fue perpetrado por psicópata o un sujeto con características similares, pues la evidencia indica que fue el
procesado quien causó los mortales traumas craneales a Erika Cecilia Yenerys, atendiendo su condición personal y aplicando sus
conocimientos en la materia, para luego despedazar su cuerpo con el fin de evitar su identificación para arrojar, finalmente, sus partes en
distintos lugares en procura de dificultar la investigación.
DEL ESTADO DE IRA E INTENSO DOLOR COMO ATENUANTE
Se puede afirmar entonces, que estamos frente a un hombre, que ante el anuncio de la ruptura de la relación marital y la sospecha de
infidelidad de su compañera106, instala un programa espía en el computador que ésta usaba, para enterarse de su intimidad, lo cual
sumado a las consecuencias que se vislumbraban con la separación, lo motiva para proyectar su asesinato, el que luego de perpetrado
y con el fin de borrar sus huellas, llevó a Joaquín Enrique Aldana Ortiz a utilizar toda su capacidad física y conocimiento técnicos para
manipular el cuerpo de forma tal que no pudiera ser identificado y dedicarse en los días posteriores, a tratar de borrar los vestigios del delito.
Finalmente, cuando la investigación empezaba a apuntar hacia él, desapareció tratando de evadir a las autoridades. En ese orden, en el juicio
quedo demostrado que Joaquín Enrique Aldana Ortiz es el responsable del asesinato de su esposa Erika Cecilia Yenerys Gutiérrez, por
tanto, se confirmará la sentencia condenatoria proferida en su contra.
RELACIÓN CASO CONCRETO RESPECTO DE LA CATEDRA
Dadas las circunstancias del caso anteriormente desarrollado, logramos avizorar la consecuente relación entre la culpabilidad y la condena,
toda vez que, aunque la defensa en sus alegatos, pretendía demostrar un escenario que aminorará los hechos materia de los delitos, cuando
en primera medida se busca convertir a un hombre en plenitud de sus capacidades en uno incapaz de lograr la comisión de un delito y en
segunda medida presentar un estado de ira e intenso dolor, aún cuando se logra demostrar la premeditación y la actitud dolosa del individuo
al momento de atentar contra la vida e integridad física de quien en el momento era su pareja sentimental, es así como, aun cuando el
ministerio público solicita de igual manera sea
reconocido el estado de ira e intenso dolor, omite la no configuración de los presupuestos facticos que para el evento exige el Artículo 57
del Código Pena, en conclusión el Ad quem al confirmar en su sentencia lo del fallador de primera instancia, no resulta sino lógico
según los antecedentes procesales, la imputación de los delitos y la posterior condena.

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