Actividad Evaluable Etica Numero 3-Nielsen Sandra
Actividad Evaluable Etica Numero 3-Nielsen Sandra
Actividad Evaluable Etica Numero 3-Nielsen Sandra
Identidad y Ética
Actividad evaluable 3
Aquí claramente se pone en tela de juicio a quienes nos gobiernan, mejor dicho, a la
Ética de quienes nos gobiernan, a los valores, a sus propios intereses, queda
fraccionada una sociedad. Si la Ética es una disciplina que se halla dentro de la
Filosofía, y que esta trata la moral reflexiva, se deben poner en duda el accionar de
los gobiernos que dejan y abandonan las necesidades más básicas de la población.
Primero fuimos sometidos a una verdad, que era verdad por coincidir con la realidad,
luego fuimos quienes la determinábamos, pasando a la ética posmoderna, que la
Definimos como una práctica determinada por cambios permanentes donde no es
posible establecer identidades universales porque todo está sujeto a lo que
percibimos. Desde esta perspectiva nos alejamos de posibles conceptos ya que el
valor fundamental está en nuestra percepción, en nuestra interpretación, tenemos
que vivirlo, por lo que nos debemos repensar lo que hoy nos toca pasar. Estamos
fragmentados en opiniones y conceptos de la realidad, en interpretaciones y
pluralismos. La posmodernidad cuestiona los discursos.
“Aceptar la fragmentación, el pluralismo, y la autenticidad de otras voces y otros
mundos plantea el espinoso problema de la comunicación y de los medios para
ejercer un poder a través del dominio de esto. La mayoría de los pensadores
posmodernistas están fascinados por las nuevas posibilidades de información y de
producción de conocimiento, de análisis y transmisión. Los filósofos posmodernos
insertan con firmeza sus argumentos en el contexto de las nuevas tecnologías de la
comunicación y sobre el tránsito a una sociedad «posindustrial fundada en la
información, sitúa el ascenso de pensamiento posmoderno en lo que considera una
rotunda transición social y política en los lenguajes de la comunicación en las
sociedades capitalistas avanzadas” - (Harvey, 1998, Pág. 66) La posmodernidad nos
presenta la posibilidad de crear nuestro propio pensamiento siendo críticos y
reflexivos frente a una modernidad que no pudo dar respuestas.
El Coronavirus parece haber arrinconado a la humanidad a tener que elegir entre “la
bolsa o la vida”. Sin embargo, no creo, como suele decirse, que sea una elección
forzosa. No es una elección simplemente porque no hay nada diferente que elegir.
La bolsa (el capitalismo) y la vida (una estructura biológica destinada a la muerte)
hoy caminan juntas. Dejadas a merced de su dinámica propia terminan en una
siniestra articulación entre ambas: una estructura social hoy globalizada que se rige
con la ley del más fuerte y un virus momentáneamente más fuerte que nuestras
defensas biológicas. Es el imperio de la selva. Salir del mundo de lo posible, de lo
que marchaba, y apostar por determinadas decisiones que no tienen garantía, y
seguramente no son compartidas por todos.
A partir de lo expuesto, ¿cómo podemos crear lo que pensamos frente a este
contexto? para lograr disipar todas las dudas que se entrelazan, pero por sobre todo
para saber que debemos basarnos en los valores éticos que convivan en un mundo
cambiante donde es importante que rescatemos los ideales democráticos y donde
no sean vulneradas las necesidades básicas, el bien no solo debe conocerse sino
llevarse a cabo. No es posible una convivencia donde prevalece una ética ambigua y
difusa, quizás hasta conveniente, en la que la fuente principal sea el individualismo
impuesto por el descreimiento generalizado de los sujetos. Es necesario recurrir a
una ética dirigida a la tolerancia y aceptación “Los conceptos de posmodernidad y su
relación con la ética nos invitan a considerar los cambios permanentes de nuestra
sociedad. […] recurrimos a nuestra dimensión moral y ética, pues a partir de ella
podemos ver al otro y respetarlo en su diversidad y singularidad. Las distintas
interpretaciones de una misma realidad nos hacen comprender que existen distintos
puntos de vista y valoraciones, y todos son de igual condición e importancia.
Entendiendo también que estas posturas pueden ser modificables y son factibles de
errores e inconsistencias, que no tienen que ser disimuladas sino, por el contrario,
puesta en cuestión para aproximarnos de un modo más genuino a la verdad de cada
uno, en su condición singular y partícipe de una cultura y sociedad específica.”
(Resignificarían los valores éticos en la posmodernidad, 2020).
Realmente es difícil unificar criterios, pensamientos, en un mundo tan cambiante, tan
globalizado, tan atravesado por intereses capitalistas, que acentúan cada vez más la
desigualdad, la inserción de todos en una sociedad justa e igualitaria. No todos
tienen incorporado el valor ético, aquel que no debe responder a mis propios
intereses sino al bien común y generalizado.
Conclusión
Hoy el Covid-19 es la primer Pandemia Posmoderna, donde cada uno la vive y
percibe según su propia realidad, donde más allá de los partes provenientes de la
salud, las familias se ven atravesadas por la economía, necesidades básicas, donde
el otro puede ser mi enemigo, quien me contagie, donde en cada momento que
salgo de mi estado de seguridad, mi lugar , mi casa, estoy tomando mi propia
decisión, están los que en un principio no creían, países que dieron prioridad a la
economía, En cada momento se pone en juego la ética, debemos tener en cuenta
siempre actuar desde la ética colectiva, en función del beneficio de todos y no de
algunos. Los aportes filosóficos en relación al Covid-19, son muy valiosos para
comprender determinados conceptos de la Ética, en el medio de esta Guerra del
mundo
Referencias Bibliográficas