Israel Las Dos Casas Atrve
Israel Las Dos Casas Atrve
Israel Las Dos Casas Atrve
Por: Dannylecv
www.atravesdelasescrituras.com
‣ 0. Introducción: ..............................................3
‣ Adentrándonos en la historia:....................................................................................... 4
Vivimos en tiempos en los que generalmente en la cristiandad hay un gran punto de ruptura, a día de hoy
hay mas de 50.000 denominaciones de iglesias y en las que cada una tiene una identidad propia que la
caracteriza, a traves de este corto libro podremos ver cual es la verdadera identidad dada en las
Escrituras y la relevancia que hay en ello.
Nuestro Mesías Yeshua (salvación) contó acerca de la parábola del hijo prodigo (Lucas 5:11-32), esta
misma parábola esta ocurriendo en estos tiempos el pueblo de Dios esta regresando a casa de su Padre,
dejando atrás las doctrinas y denominaciones de hombres y abrazando su verdadera identidad bíblica.
Le invitamos a que al leer este libro pueda dejar a un lado toda la “teología” y examine todo lo expuesto
en este libro, una vez que entienda su verdadera identidad, vera como el poder del Ruaj Hakodesh llegara
a su vida y tendrá otros lentes con las que multitud de versos de la Escritura les cobrara sentido y podrá
tener un entendimiento pleno sobre el “misterio de Israel” - (Romanos 11:25-26) y de redención.
Durante el reino de Salomón, la nación de Israel se dividió en dos reinos. Ambos de estos reinos fueron
exiliados a las Naciones a causa de su desobediencia, pero sólo uno — el Reino del Sur — mantuvo su
identidad y regresó a la tierra.
¿Qué pasó con el Reino del Norte? ¿Dónde están las tribus perdidas? Ahora, con el advenimiento de
Cristo, ¿acaso importa? ¿Ha sido Israel reemplazado por "la iglesia"? ¿Ya no es Dios el Dios de Israel? y
finalmente, ¿cómo es que los creyentes gentiles encajan en todo esto?
Ahora es el momento para que el pueblo de Dios se conecté a las verdaderas raíces cristianas de su fe y
regrese a casa.
¿Escuchas la llamada?
‣ Adentrándonos en la historia:
Este tema esta saliendo a la luz porque se están cumpliendo cada profecía dada en las Escrituras, donde
el Eterno hizo la promesa que reunificaria a ambas casas y serian otra vez una sola, por una parte la casa
de Efraín y por otro lado la casa de Judá – (Explicaremos esto mas adelante).
Primero que nada tengamos en cuenta, que no se trata de una religión en especial, recordemos que
nuestro Mesías nunca dijo:
“He venido a crear una religión para mi, y ese tendrá un nombre con la que se identifique (ejemplo testigo
de jehová, católicos, cristianos, evangelicos, mesiánicos.
judaísmo, he islamismo)”
Realmente uno de los propositos principales del Mesías era de venir a a por las ovejas perdidas de Israel
y reunirlas en un solo rebaño. Pero…
¿Quien es Israel?
Los libros de política o historia dicen que los israelitas son las personas que han nacido o tienen
ciudadanía en el moderno Estado de Israel. Algunos dicen que Israel lo conforma todos los judíos,
dondequiera que vivan. Otros aseguran que la Iglesia Cristiana ha venido a tomar el lugar bíblico que
ocupaban los israelitas.
Para saber quién es Israel, debemos primero conocer el origen de este pueblo.
Comencemos…
‣ 1. Orígenes de Israel:
Antes de comenzar a explicar todo el meollo principal debemos comenzar para comprender esto a
cabalidad desde sus orígenes y esto nos lleva a un viaje de miles de años atras en el pasado, es decir
esto nos lleva a los tiempos de nuestro padre Abraham.
De Génesis capítulo uno al once, la historia bíblica habla de la humanidad en general. Todos venimos de
Adán, y todos venimos de Noé y sus hijos. Ésta es la historia del origen de todos los hombres.
Pero a partir del capítulo 12 de Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia se enfoca en una nación en especial:
Israel. En el libro de Génesis vemos cómo Dios formó esta nación de un hombre que no tenía hijos, y de
una familia que no tenía tierra.
El padre del pueblo escogido era Abraham, quien fue llamado para formar esta nación especial.
Genesis 12:1-2 – “Pero el Eterno había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de
tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición”
Dios escogió a Abram y a sus descendientes, y prometió que los bendeciría. Entonces, ¿la bendición de
Dios sólo iba a ser para Abram y sus descendientes? ¿Qué de las otras familias y naciones? Debemos
seguir leyendo para saber; la Biblia sigue diciendo:
Génesis 12:3 – “Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas
en ti todas las familias de la tierra”
A través de Abraham y su familia, la bendición de Dios va a alcanzar a todas las familias de la Tierra.
‣ La promesa:
Dios le prometió a Abraham que le daría “tierra y descendencia”. Se requería de fe para creer en esta
promesa, ya que Abraham tenía más de 90 años y su mujer era estéril. Además vivían en Canaán como
extranjeros, y como tales no se les permitía comprar tierra. Pero Dios hizo un pacto eterno con Abraham.
De nuevo, Dios le confirma a Abraham que la bendición que le daría a él y a su familia redundaría en
beneficio de toda la humanidad.
Génesis 22:18 – “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi
voz”
A través de la simiente de Abraham serían benditas todas las naciones de la tierra. Sin embargo, antes de
bendecir a todos, tenía que formar esta nación para cumplir con Su propósito.
• Herederos de la promesa:
De todos los hombres sobre la faz de la Tierra, Abraham fue el elegido por Dios para formar una nación
que traería bendición a todas las familias del mundo.
Pero, ¿cómo podría conformar una nación si él y su mujer no tenían hijos? Además de eso, Abraham tenía
75 años cuando fue llamado. Lo que para ellos era imposible, para Dios no era un problema. Lo que Él
promete, lo cumple. A los cien años le nació el “hijo de la promesa”: Isaac.
Pero antes, tratando de “ayudar” a Dios, Sara sugirió a Abraham tener un hijo con su sierva, Agar. Así lo
hicieron, y nació Ismael. Pero Dios no necesita ayuda, y Él les aclaró que ese hijo no era el de la promesa.
Lo que hicieron Abraham y Sara les trajo muchos problemas familiares (Gen. , que han trascendido las
generaciones, y hoy se refleja en el conflicto árabe-israel ambos pueblos descendientes de Abraham).
Luego de la muerte de Sara, Abraham tuvo otra mujer, y con ella tuvo más hijos.
Génesis 25:1-2 – “Y Abraham tomó otra esposa, cuyo nombre era Cetura; (2) la cual le dio a luz a Zimram,
a Jocsán, a Medán, a Madián, a Isbac y a Súa”
Sin duda Ismael y los hijos de Cetura son hijos de Abraham. Pero la Biblia señala que no todos son
herederos de la promesa: Tierra y descendencia. Todos los hijos de Abraham recibieron herencia, pero la
promesa sólo la heredó Isaac.
Génesis 25:5-6 – “Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. (6) Y a los hijos de sus concubinas dio
Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, cuando aún él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental”
• Confirma la promesa:
Génesis 25:5-6 – “Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. (6) Y a los hijos de sus concubinas dio
Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, cuando aún él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental”
Cuando hubo hambre en la tierra, Isaac consideró marcharse en busca de alimento. Pero Dios lo detuvo, y
le dijo que permaneciera en Canáan. Allí mismo le confirmó el Pacto que había hecho con Abraham.
Génesis 26:1-6 – “Y hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de
Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. (2) Y se le apareció YHVH, y le dijo: No
desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. (3) Habita en esta tierra, y seré contigo, y te
bendeciré; porque a ti y a tu simiente daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a
Abraham tu padre. (4) Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré a tu simiente todas
estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, (5) por cuanto oyó
Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. (6) Habitó, pues,
Isaac en Gerar”
‣ Tierra.
‣ Descendencia.
• Hijos de Isaac:
Isaac tuvo dos hijos gemelos. Uno pensaría que ambos iban a ser herederos de la promesa…pero no fue
así.
En términos humanos, la herencia y la primogenitura le hubieran tocado a Esaú, el gemelo que nació
primero. Pero Dios tenía otros planes. Desde que ambos estaban en el vientre de su madre, Dios
determinó que el segundo sería el primero. Dios sabía que Esaú iba a rechazar su primogenitura y a
menospreciar el llamado especial que tenía su familia, mientras que Jacob lo anhelaba con toda su alma.
Tal vez nos cueste entender por qué un hermano es aceptado y otro es rechazado, pero Dios sabe por
qué lo hace. Nuestra falta de entendimiento no le resta nada a la bondad y justicia perfecta de Dios. Sus
planes son perfectos, y para bien de todos.
Romanos 9:6-16 – “…porque no todos los que son de Israel son israelitas; (7) ni por ser simiente de
Abraham, son todos hijos; sino que: En Isaac te será llamada descendencia. (8) Esto es: No los que son
hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son contados por simiente.
(9) Porque la palabra de la promesa es ésta: A este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. (10) Y no sólo
esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (11) (aunque aún no habían
nacido sus hijos, ni habían hecho bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección
permaneciese, no por las obras de la ley sino por el que llama), (12) le fue dicho a ella: El mayor servirá al
menor. (13) Como está escrito: A Jacob amé; mas a Esaú aborrecí. (14) ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay
injusticia en Dios? ¡En ninguna manera! (15) Porque a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga
misericordia; y me compadeceré del que yo me compadezca. (16) Así que no es del que quiere, ni del
que corre, sino de Dios que tiene misericordia”
Génesis 28:3-4 – “Y el Dios omnipotente te bendiga y te haga fructificar, y te multiplique, hasta venir a ser
multitud de pueblos; (4) Y te dé la bendición de Abraham, y a tu simiente contigo, para que heredes la
tierra de tus peregrinaciones, que Dios dio a Abraham
Génesis 28:12-15 – “Y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en
el cielo: y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. (13) Y he aquí, Jehová estaba en lo
alto de ella, el cual dijo: Yo soy YHVH, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra en que
estás acostado te la daré a ti y a tu simiente. (14) Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y te
extenderás al occidente, y al oriente, y al norte, y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en
ti y en tu simiente. (15) Y he aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas, y te volveré
a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho”
• Hijos de Jacob:
“Israel” es el nuevo nombre que Dios designó a Jacob cuando éste estaba regresando a la Tierra
Prometida, luego de 20 años de exilio.
Génesis 35:9-15 – “Y se apareció otra vez Dios a Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram, y le
bendijo. (10) Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu
nombre: y llamó su nombre Israel. (11) Y le dijo Dios: Yo soy Dios Omnipotente; crece y multiplícate; una
nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. (12) Y la tierra que yo he
dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti: y a tu simiente después de ti daré la tierra. (13) Y se fue de él Dios,
del lugar donde con él había hablado. (14) Y Jacob erigió una columna en el lugar donde había hablado
con él, una columna de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite. (15) Y llamó Jacob
el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Betel”
En Betel, Dios le confirmó a Jacob la promesa que había hecho con su abuelo Abraham y su padre Isaac.
Jacob ya había recibido esta promesa 20 años antes, en ese mismo lugar (Gen 28). En ese entonces,
Jacob estaba huyendo de su hermano Esaú, quien lo quería matar por haberse quedado con la bendición
del primogénito. Pero ahora que Jacob regresaba a la Tierra Prometida, junto con toda su familia, Dios se
lo volvió a comfirmar a él y a su descendencia.
Jacob recibió el nombre de “Israel”, y sus doce hijos serán llamados “los Hijos de Israel”. Todos ellos
serán parte de la promesa de “Tierra y descendencia”.
1. Rubén 7. Gad
2. Simeón 8. Aser
3. Levi 9. Isacar
Cada uno de los hijos Jacob se convirtió en cabeza de las 12 Tribus de Israel. Pero, ¿sabía usted que en
realidad hay 13 tribus? Permítame explicar…
Cada hijo de Israel recibió el derecho a formar una tribu del pueblo de Israel, excepto por José que
recibió dos. Los dos hijos mayores de José: Manasés y Efraín, fueron adoptados por Jacob como hijos, y
como tales les fue dado a cada uno el derecho a formar una tribu entre el pueblo de Israel.
Génesis 48:5-6 – “Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que
viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos: (6) Y los que después de
ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades”
¿Por qué a José le fueron dadas dos tribus en lugar de sólo una?
Para entender esto, debemos saber lo que representaban los derechos de primogenitura en tiempos
bíblicos. Esto lo veremos mas adelante…
Derechos de primogenitura:
Antes de morir el patriarca de una familia, éste reunía a sus hijos a su alrededor para bendecirlos. Al
primogénito lo bendecía de una manera especial, ya que éste se convertiría en el próximo patriarca de la
familia. La gran responsabilidad del primogénito iba acompañada de ciertos privilegios…
En el caso de Jacob, su primogénito, el primer nacido, era Rubén. Sin embargo, él no recibió la
“bendición de la primogenitura”.
Génesis 49:1-4 – “Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en
los postreros días. (2) Juntaos y oíd, hijos de Jacob; y escuchad a vuestro padre Israel. Rubén, tú
eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; principal en dignidad, principal en poder.
Impetuoso como las aguas, no serás el principal, por cuanto subiste al lecho de tu padre; entonces te
envileciste, subiendo a mi estrado”
La Biblia cuenta que Rubén se acostó con una de las concubinas de Jacob – (Gen. 35:22). Esto le costó
su primogenitura.
Pero si Rubén no recibió la bendición de primogénito, ¿a quién le fue dada? Los que le seguían en orden
de nacimiento eran Simeón y Levi, pero tampoco ellos recibieron este derecho por la vergüenza que
hicieron pasar a Jacob al vengarse de la violación de su hermana Dina – (Gen 34).
Génesis 49:5-7 – “Simeón y Leví son hermanos: Instrumentos de crueldad hay en sus habitaciones. (6) En
su secreto no entre mi alma, ni mi honra se junte en su compañía; que en su furor mataron varón, y en su
voluntad arrancaron muro. (7) Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura: Yo los apartaré en
Jacob, y los esparciré en Israel”
Ni Rubén, ni Simeón, ni Levi recibieron la bendición del primogénito. En el primer libro de Crónicas explica
a quien le fue dado este privilegio:
1 Crónicas 5: 1-2 – “Los hijos de Rubén primogénito, de Israel (porque él era el primogénito, mas como
violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de
Israel, y no fue contado por primogénito; bien que Judá llegó a ser el mayor sobre sus hermanos, y
el príncipe de ellos; mas el derecho de primogenitura fue de José”
Los derechos de primogenitura (autoridad, doble porción y el nombre del padre) fueron divididos entre
José y Judá. Veamos uno por uno:
Génesis 49:8-10 – “Judá, te alabarán tus hermanos: Tu mano en la cerviz de tus enemigos: Los hijos de tu
padre se inclinarán a ti. (9) Cachorro de león es Judá: De la presa subiste, hijo mío: Se encorvó, se echó
como león, así como león viejo; ¿quién lo despertará? (10) No será quitado el cetro de Judá, ni el
legislador de entre sus pies, hasta que venga Silo; y a él se congregarán los pueblos”
Judá recibió el honor de ser la tribu real de Israel, representada por el “cetro”, símbolo de gobierno. De su
linaje iban a venir los reyes de Israel, el primero de los cuales fue David.
[Nota – El primer rey fue Saúl, de la tribu de Benjamín, pero él fue el rey conforme al deseo del pueblo,
mientras que David fue el rey conforme al corazón de Dios]
La bendición que Jacob le dio a Judá es una “sombra profética” del Mesías Yeshua (Jesús), quien viene
de la tribu de Judá, específicamente del linaje de David. La palabra “Silo” literalmente significa: el
Enviado.
Como ya mencionamos, el primogénito recibía una doble porción de la herencia. En el caso de Jacob, él
dio la doble porción a José, en la forma de tribus.
A José le tocaron dos tribus, representadas por sus hijos Efraín y Manasés – (Gen. 41:50-52). Ambos hijos
habían nacido en Egipto, pero Jacob los adoptó. Así fueron recibidos al mismo nivel que el resto de la
descendencia de Jacob – (Gen. 48:5-6). Esta es una bella imagen de cómo el Señor adopta a los gentiles
para formar parte de la familia de Dios – (Rom. 11:24-26; Rom. 8:14-17).
1. Tribu de Efraín.
2. Tribu de Manasés.
Por esta razón se sabe que eran 13 tribus. Sin embargo, la Biblia habla de 12 tribus de Israel porque en la
repartición de la Tierra Prometida se les dio territorios a todas las tribus (12), menos a Levi, ya que esta
tribu fue apartada para servir a Dios. A ellos sólo se les asignaron ciudades levitas repartidas por todo el
territorio de Israel.
Cuando Efraín y Manasés fueron adoptados por Jacob, uno de ellos recibió uno de los derechos del
primogénito: el nombre del padre.
Génesis 48:8-16 – “Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y respondió José a su
padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré. Y los
ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él
les besó y les abrazó. Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver
también a tu descendencia. Entonces José los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra. Y los tomó
José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda, de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de
Israel; y los acercó a él. Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín,
que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede,
aunque Manasés era el primogénito. Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron
mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me
liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis
padres Abraham e Isaac, y multiplíquese en gran manera en medio de la tierra”
Jacob no sólo los adoptó, sino que les dio la bendición de Abraham (tierra y descendencia). Además,
dijo que en ellos sería perpetuado su nombre: Israel.
Pero, entre los dos hijos de José, uno iba a ser “el mayor”, quien se quedaría con el derecho de la
primogenitura…y para sorpresa de José, no iba a ser el hijo que nació primero.
Génesis 48:17-22 – “Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le
causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de
Manasés. Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha
sobre su cabeza. Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo,
y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia
formará multitud de naciones. Y los bendijo aquél día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate
Dios como a Efraín y como a Manasés Y puso a Efraín antes de Manasés. Y dijo Israel a José: He aquí yo
muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres. Y yo te he dado a ti
una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco”
En la bendición a los hijos de José, Jacob profetizó que Manasés iba a ser un pueblo grande. Pero luego
señaló que Efraín, iba a ser el principal, y su tribu iba a formar una Multitud de naciones (Melo
HaGoyim). Esta palabra en hebreo significa literalmente; “plenitud de los gentiles”.
Como toda profecía, las palabras no se entienden en el momento, sino hasta después…
Seguramente José y sus hijos no sabían lo que estas palabras significaban. Pero ahora, con el beneficio
de la retrospectiva histórica, podemos entender lo que Jacob quiso decir. Esto es precisamente lo que
descubriremos a lo largo de este estudio…Veremos el rol que jugará Efraín, y quiénes son ahora.
Tal vez mucha gente pasa por alto estos detalles de la primogenitura entre el pueblo de Israel, pero son
datos importantes para entender quién conforma el pueblo de Israel, y cómo se dividieron. También es
importante para entender la distinción que se hace entre Judá y Efraín en la profecía bíblica. Por ahora, lo
que debemos entender es que a Efraín le fue dado el derecho de llevar el nombre de “Israel”.
En el próximo capitulo nos adentraremos a lo que ocurrió desde los tiempos de la muerte de Jacob hasta
los tiempos de Salomón donde hay mucha tela que sacar y donde la historia comienza a ponerse mas
emocionante….
‣ 2. De Jacob al Rey Salomón:
‣ Reino dividido:
Nos quedamos en la bendición que Jacob dio a los dos hijos de José
– Efraín y Manases… de ese suceso nos brincamos unos 400 años
en adelante (aproximadamente) hasta la liberación del pueblo de
Israel en Egipto por medio de Moisés y su llegada al río Jordán antes
de entrar a la tierra prometida.
Antes de cruzar el río Jordan y entrar a la tierra prometida YHVH declaro y profetizo lo que ocurriría en el
futuro si el pueblo de Israel guardaran sus mandamientos y lo que ocurriría si no lo hicieran y aquí en
verdad es donde la historia donde comienza…
Veamos:
Deuteronomio 28:1 – “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de YHVH tu Dios, para guardar y
poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también YHVH tu Dios te exaltará sobre
todas las naciones de la tierra (2) Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la
voz de YHVH tu Dios….“
Pero vemos algo muy interesante en la otra cara de la declaración, y es en la parte que YHVH les advierte
si no obedecieran su voz y guardaran sus mandamientos….
Veamos:
Deuteronomio 28:15 – “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de YHVH tu Dios, para procurar cumplir todos
sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te
alcanzarán…”
Desde el versículo 16 hasta el 68 YHVH le declara al pueblo las maldiciones si no obedecen a Su Palabra,
pero vemos en el versículo 64 una maldición muy crucial para nosotros y en lo que se centra este estudio.
Veamos:
Deuteronomio 28:64 – “Y YHVH te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el
otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra”
Y continua diciendo:
Deuteronomio 29:1 – “Estas son las palabras del pacto que YHVH mandó a Moisés que celebrase con los
hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que concertó con ellos en Horeb”
Deuteronomio 29:14-15 – “Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, (15) sino con
los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de YHVH nuestro Dios, y con los que no están aquí
hoy con nosotros”
Entonces vemos como YHVH sabia que si el pueblo desobedeciera y no escuchara estas advertencias y
se fueran detrás de otros dioses, YHVH los esparciría por todas las naciones de la tierra, justo lo que mas
tarde ocurriría y lo que vamos a ver a lo largo de este estudio y a lo largo de la historia del pueblo de
Israel.
A lo largo de todas las escrituras hay referencias a lo que ocurriría con el reino de Israel y su división,
vemos declaraciones, profecía, los mismos profetas profetizaban a los reinos divididos de Israel, pero
antes tenemos que verlo…
Solo como curiosidad y antes de irnos al meollo de esta parte de nuestro estudio vemos que cuando
Moisés mando a los 12 espías (12 que casualidad) a inspeccionar la tierra vemos que de los doce espías,
solo dos regresaron con un reporte positivo. Los nombres de los dos que llevaron el reporte positivo eran
Caleb, hijo de Jefone (de la Tribu de Judá) y Josué hijo de Nun (de la Tribu de Efraín).Es muy simbólico
que los dos espías con el buen reporte, fueron de las tribus de Judá y Efraín. Estas dos tribus representan
lo que más tarde se conocería como las Dos Casas de Israel.
300 años aproximadamente en adelante, llegamos a los tiempos de los reyes. Después de muchos
sucesos y de que Israel conquistara la tierra prometida y fueran repartidas las tierras a cada tribu,
después del tiempo de los jueces, el pueblo de Israel quiso un rey como las demás naciones.
Bajo estos tres reyes de Israel Saúl, David y Salomón TODAS las doce tribus fueron gobernadas hasta…
Que llegamos al tiempo de Salomón hijo del Rey David, Salomón reino posiblemente entre los años 965 y
928 a.C es decir 37 años aproximadamente reino Salomón sobre Israel.
‣ Salomón desobedece:
El reinado de Salomón comenzó bien pero Salomón se alejo totalmente del Eterno y se fue detrás de otros
dioses incluidos Astoret.
1 Reyes 11:1-5 – “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a
las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; (2) gentes de las cuales
YHVH había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque
ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.
(3) Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. (4) Y
cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras
dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con YHVH su Dios,
como el corazón de su padre David. (5) Porque Salomón siguió a
Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los
amonitas“
A pesar de las luchas entre ambas Casas, el Rey David pudo unir
las tribus y mantenerlas juntas. Con el reinado de Salomón, un
número de problemas se desarrollaron. Salomón había tomado gran
número de esposas extranjeras, y estas esposas “extranjeras”
nunca se convirtieron a la forma de adoración Israelita.
1 Reyes 11:31-33 – “…y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo YHVH Dios de
Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus; (32) y él tendrá una
tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de
Israel; (33) por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de
Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante
de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre”
Después del reinado de Salomón, como consecuencia del pecado se separaron las doce tribus de Israel.
Diez de las 12 tribus fueron al norte y se les llamo la Casa de Israel reinadas por Jeroboam, y dos, la casa
de Judá y Benjamín fueron al sur recibiendo el nombre de casa de Judá reinadas por Roboam.
‣ Reino dividido:
1. Casa de Judá:
2. Casa de Israel:
‣ Se llevaron el nombre:
Es importante notar que las Tribus del Norte se llevaron el nombre de “Israel”.
Como ya mencionamos, el nombre del padre (Israel) le era asignado al primogénito, y el derecho de
primogenitura le fue otorgado a José – (1 Cro. 5:1-2). También como primogénito, José recibió doble
herencia, y le fueron dadas dos tribus en nombre de sus hijos: Manasés y Efraín. Pero de ellos dos, quien
se quedó con la bendición de primogénito fue Efraín – (Gen. 48), y con ello recibió el honor de quedarse
con el nombre de Israel. Por ello, en la división del reino, la tribu de Efraín se llevó el nombre de “Israel”, y
por ende el reino del norte se puso el nombre de: Casa de Israel.
Aunque Roboam era el rey legítimo del linaje de David, su reino quedó con el nombre de “Casa de Judá”,
por ser de la tribu de Judá. Benjamín fue la única tribu que permaneció fiel a Judá, posiblemente porque
en su territorio se encuentra el Templo y la capital del reino, Jerusalén.
A ellos se les unió posteriormente la tribu de Levi, no sólo los que estaban en su territorio, sino los demás
que salieron huyendo del norte por las malas decisiones que tomó Jeroboam, como veremos a
continuación…
Jeroboam fue elegido por las tribus del norte como su primer rey. Al principio todo iba bien, pero después
Jeroboam llegó a sentirse inseguro y vulnerable. Él temía que en cualquier momento le quitaran su
posición como rey electo.
1 Reyes 12:26-27 – “Y Jeroboam se dijo en su corazón: Ahora el reino volverá a la casa de David si este
pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén, porque el corazón de
este pueblo se volverá a su señor, es decir a Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam,
rey de Judá”
Todas las tribus de Israel iban a Jerusalén tres veces al año, para asistir al Templo a celebrar las Fiestas
del Señor – (Lev. 23). Al ir a Jerusalén tan frecuentemente, Jeroboam temía que sus súbditos vieran que
Roboam había cambiado, y quisieran regresar con el rey de Judá, descendiente de David.
1 Reyes 12:28-30 – “Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante
habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.
Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar
delante uno hasta Dan”
Ciertamente los que se opusieron a esto fueron los levitas, y por ello Jeroboam tomó la siguiente medida…
Los levitas conocían la Palabra de Dios, y no se prestaron a la manipulación de Jeroboam. Por ello el rey
nombró a otros “sacerdotes” que sirvieran en el nuevo sistema de adoración que él estaba inventando.
1 Reyes 12:31 – “Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no
eran de los hijos de Leví”
El rol de los levitas entre todos sus hermanos era enseñar la Torá. Por eso, Dios los había dispersado entre
todas las tribus de Israel, en 48 ciudades levitas.
Las otras tribus les daban de sus diezmos, y así podían dedicarse a su rol asignado por el Señor. Pero
cuando Jeroboam cambió el sacerdocio, los levitas que vivían en el norte tuvieron que salir huyendo.
2 Crónicas 11:15 – “Y los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel, se juntaron a él desde todos los
lugares donde vivían. Porque los levitas dejaban sus ejidos y sus posesiones, y venían a Judá y a
Jerusalén; pues Jeroboam y sus hijos los excluyeron del ministerio de El Eterno. Y él designó sus propios
sacerdotes para los lugares altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho”
Para evitar que los israelitas del norte desearan ir a Jerusalén a celebrar las Fiestas del Señor en sus
tiempos establecidos, Jeroboam estableció una nueva fiesta para ser celebrada entre las tribus del norte.
1 Reyes 12: 32-33 – “Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del
mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el,
ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el sacerdotes para los
lugares altos que él había fabricado. Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los
quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos
de Israel, y subió al altar para quemar incienso”
El nuevo sistema de adoración establecido en la Casa de Israel fue convirtiéndolos poco a poco en una
nación que parecía más gentil que israelita, alejada de sus raíces hebreas y las costumbres instruidas por
el Señor en Su Torá.
Oseas 8:11-12 – “Porque multiplicó Efraín altares para pecar, tuvo altares para pecar. Le escribí las
grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña”
Paso a paso, este es la misma ruta que la Iglesia Católica seguiría más tarde. La Iglesia Católica cambió
los festivales de otoño al invierno. Mudaron el centro de adoración de Jerusalén a Roma, establecieron un
Templo falso y pusieron ídolos (estatuas e imágenes) dentro. En seguida, hicieron sacerdotes de
cualquiera, en vez de los hijos de Leví.
Pero en este caso al Reino del Norte Dios antes de su “perdición” los va a llamar al arrepentimiento…
Las 10 tribus del Norte, es decir, la Casa de Israel, se apartaron de los caminos de Dios. Ante esto, Dios
les envió profetas para llamarlos al arrepentimiento, entre los cuales estaba Oseas…
‣ Mensaje de Oseas:
Oseas 1:3-9 – “Fue, pues, y tomó a Gomer, hija de Diblaim; y ella concibió y le dio a luz un hijo. (4) Y el
SEÑOR dijo a Oseas: Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco castigaré a la casa de Jehú por la
sangre derramada en Jezreel, y pondré fin al reino de la casa de Israel. (5) Y sucederá que en aquel día
quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel. (6) Ella concibió otra vez y dio a luz una hija. Y el Señor
le dijo: Ponle por nombre Lo-ruhamá, porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, pues no los
perdonaré jamás. (7) Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré por el SEÑOR su Dios; y no
los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes. (8) Después de haber
destetado a Lo-ruhamá [lit. no compadecida], ella concibió y dio a luz un hijo. (9) Y el Señor dijo: Ponle
por nombre Lo-ammí [lit. No pueblo mío], porque vosotros no sois mi pueblo y yo no soy vuestro Dios”
Oseas tuvo tres hijos con Gomer, y los nombres de ellos llevaban un mensaje profético a la Casa de Israel:
Si no se arrepentían, el Señor ya no les extendería más su misericordia y dejarían de ser Su pueblo.
El nombre Jezre’el significa “YHVH esparcirá”, o “YHVH sembrará”, como el trigo que es sembrado en la
tierra. A este concepto se refería Yeshua en varias de sus parábolas sobre agricultura. Pero notemos:
YHVH no dijo que destruiría a los Efrainitas mismos, solo que pondría un fin a su reino.
El nombre Lo-Ruhamah significa “no misericordia” o “no compasión”. YHVH estaba dando a entender que
El había terminado (Gomer) con Su esposa adúltera. E iba a esparcir a Efraín en la tierra como la semilla
de trigo (Jezre’el) y no tendría mas compasión (Lo-ruhama) de Efraín porque rehusó arrepentirse.
En seguida, YHWH dice que Efraín no será mas Su pueblo (Ammi). De lo contrario, ahora se
convertirán en “No (Su) pueblo” (Lo-ammi).
El resto del libro de Oseas presenta las advertencias que Dios le dio a la Casa de Israel (también
conocido como Efraín), en caso que no se arrepintieren…
Oseas 9:3 – “No quedarán en la tierra de El Eterno, sino que volverá Efraín a Egipto y a Asiria, donde
comerán vianda inmunda”
Oseas 2:11 – “Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus
festividades”
‣ Esperanza:
Y a pesar de la terrible idolatría que la Casa de Efraín cometió contra El, YHVH todavía prometió
redimirlos:
Oseas 1:10-11 – “Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede
medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois
hijos del Dios viviente. (11) Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y
subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande”
Si Efraín rehusara guardar la la Torah, sería como repetir el Jardín del Edén:YHVH echaría a Efraín fuera de
Su tierra especial y desenvainaría la espada, hasta que se arrepintiera.
Muchas generaciones más tarde, después de arrepentirse, YHVH llevaría a sus descendientes de regreso
a Su tierra y los reuniría con sus hermanos Judíos.
Esta felíz reunión, no tendría lugar en 2,700 años. Mientras tanto, la Torah especifica que antes de que
pase un juicio sobre un pecador, deben de haber dos o más testigos del pecado cometido. De manera,
que además de Oseas, YHVH también envió a un profeta llamado Elías, para ser testigo en contra de la
Casa de Israel (o Efraín).
v.11 – “…Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra;
porque el día de Jezreel será grande…”
Un Mesías (o un ungido) es un líder divinamente llamado, quien conquista los enemigos de Israel, unifica
a los hijos de Israel y luego trae a los perdidos y diseminados de Israel de regreso al Pacto eterno.
Este es el papel que Yeshua está realizando, está sucediendo tan lentamente que uno no puede
completamente comprender cómo El lo está realizando, sin tener una mejor compresión de ambos Pactos.
Cuando Yeshua murió en el madero en Gólgota, los Judíos no pudieron ver cómo El había reunido a los
perdidos y esparcidos de los Hijos de Israel; tampoco pudieron ver cómo El venció a los enemigos de
Israel. Pero esto lo veremos mas adelante….
Dios también envió otros profetas al Reino del Norte (Israel), con mensajes similares de advertencia si no
se arrepienten:
• Mensaje de Ahías:
1 Reyes 14:15 – “El SEÑOR, pues, herirá a Israel, como se agita una caña en el agua, y El arrancará a
Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del río Eufrates, porque han
hecho sus Aseras, provocando a ira al SEÑOR”
• Mensaje de Amós:
Amós 9:9 – “Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las
naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra”
A pesar de los tantos llamados y advertencias, la Casa de Israel no se arrepintió. Por lo tanto, les vino
todo aquello que les había sido advertido…
A principios de los 700’s a.C , YHVH hizo que los reyes de Asiria fueran en varias incursiones a la Tierra
de Israel. Alrededor de 772 a.C, la ciudad capital Efrainita de Samaria cayó, y los Asirios se llevaron a los
Efrainitas fuera de la Tierra, depositándolos en las tierras que
ahora ocupan Siria e Iraq:
2 Reyes 17:21-23 – “….Porque separó a Israel [10 Tribus del Norte] de la casa de David [2 tribus del Sur],
y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a Israel de en pos de El Eterno, y les
hizo cometer gran pecado. Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él
hizo, sin apartarse de ellos, hasta que El Eterno quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había
dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta
hoy”
2 Reyes 17:27-28 – “…Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que
trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país. (28) Y vino uno de los sacerdotes
que habían llevado cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a YHVH”
Los Samaritanos eran una mezcla doble. Eran la semilla de Efraín (la cual ella misma era una mezcla entre
José y Asenath), y ahora volvieron a mezclarse con más pueblos. Debido a que habían sido doblemente
mezclados, los Samaritanos eran dados a toda clase de prácticas que no se encuentran en la la Torah.
Debido a la desobediencia y la falta de arrepentimiento de lsrael (las 10 Tribus del Norte), a pesar de
décadas de profecías, el Señor permitió que el enemigo los venciera. El Reino del Norte fue conquistado
por el Imperio de Asiria, y fueron llevados al exilio.
La táctica de conquista de los asirios era desarraigar a los pueblos sometidos, y trasladarlos a otra región
conquistada, con el propósito de controlarlos de una manera más efectiva.
No sólo serían pueblos sometidos sino que también desarraigados. Nadie estaría en su propia tierra, sino
que vivirían en tierra ajena, lo cual haría más fácil controlarlos y más difícil que se sublevaran.
Esto fue lo que le sucedió a la Casa de Efraín (llamada Israel): fue desarraigada y dispersada.
Además, dado que habían perdido su identidad hebrea, habiendo abandonado la Torá y todas sus
costumbres, terminaron perdiendo su identidad en el exilio, y se asimilaronentre las naciones paganas a
donde fueron enviados.
Con la rápida asimilación de Efraín en la cultura nacional de Asiria, las valiosas genealogías de las tribus
se fueron perdiendo. Esto debía de suceder, de acuerdo con lo ordenado en Oseas 8:8:
“…Devorado será Israel; pronto será entre las naciones como vasija que no se estima…”
‣ Casa de Judá:
¿Qué pasó con el Reino del Sur (Casa de Judá)? ¿Sufrieron el mismo destino que sus hermanos del
norte?
Oseas también profetizó a la Casa de Judá, pero el mensaje era muy diferente:
Oseas 1:7 – “Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por el Eterno su Dios; y no los
salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes”
Luego que de haber conquistado el Reino del Norte, el ejército asirio siguió su camino hacia el sur.
Llegaron hasta Jerusalén y la sitiaron por muchos días.
Humanamente, daban su caso como perdido. Pero el poder humano no está sobre el poder divino. Quien
determina quién gana y quién pierde en la batalla es Dios, y no las circunstancias. La Casa de Judá
recibió las palabras de Oseas, Isaías y los demás profetas, y rectificaron sus caminos…por eso, Dios los
salvó.
2 Reyes 19:32-37 – “Por tanto, así dice el SEÑOR acerca del rey de Asiria: El no entrará en esta ciudad, ni
lanzará allí flecha alguna; tampoco vendrá delante de ella con escudo, ni levantará terraplén contra ella.
(33) Por el camino que vino, por él se volverá, y no entrará en esta ciudad–declara el SEÑOR. (34)
Porque defenderé esta ciudad para salvarla por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David. (35) Y
aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el
campamento de los asirios; cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran
cadáveres. (36) Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó a su tierra, y habitó en Nínive. (37) Y sucedió
que mientras él adoraba en la casa de su dios Nisroc, Adramelec y Sarezer lo mataron a espada y
huyeron a la tierra de Ararat. Y su hijo Esar-hadón reinó en su lugar”
En el próximo capitulo veremos con mas detención que paso con la casa de Judá y el rumbo que tomo
desde ahora este Israel dividido…
1. La Casa de Israel – (las 10 tribus del norte, conocido también como Efraín).
2. La Casa de Judá – (las 2 tribus del sur).
A los israelitas del norte se los llevaron cautivos los asirios, cuando Tigalt Pilsger III, rey de Asiria,
conquistó Samaria, capital de Israel (Reino del Norte). En el año 722 a.C. fueron llevados al exilio y
dispersados. Dado que para entonces ya habían perdido su identidad hebrea, fueron asimilados a donde
fueron llevados.
En contraste, la Casa de Judá permaneció fiel a Dios…por un tiempo. Aproximadamente 100 años
después, también ellos se desviaron de los caminos de Dios. Recibieron advertencias, y se arrepintieron
temporalmente, para volver a caer.
‣ Imitó a su hermana:
El reino de Israel (reino del norte) había madurado en iniquidad y los resultados fueron inevitables. Los
asirios los llevaron cautivos en el año 721 a. C. Ahora Judá enfrentaba el mismo destino.
Judá tuvo una historia de guerras y tratados con países vecinos y sufrió
problemas internos constantes. Veinte reyes reinaron en Judá desde la
época de la separación de los dos reinos hasta que Judá cayó ante los
babilonios, pero solamente unos pocos de aquellos reyes fueron justos.
Estos pocos reyes justos pueden haber sido la razón por la que Judá
alcanzó a existir cien años más que el reino de Israel.
Después que el pueblo de Israel fue llevado al norte por los asirios, los
habitantes del reino del sur, Judá, fueron dirigidos por el rey Ezequías
quien, como dicen las Escrituras:
2 Reyes 18:6-7 – “Porque siguió a YHVH y no se apartó de él, sino que guardó
los mandamientos que YHVH prescribió a Moisés. Y YHVH estaba con él; y
adondequiera que salía, prosperaba”
Con la ayuda milagrosa del Señor, Ezequías y su pueblo fueron salvados del
poderoso ejército asirio.
2 Reyes 21:9 – “…no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que
YHVH destruyó delante de los hijos de Israel…“
Cuando Josías, un rey justo, trató de restaurar la rectitud entre el pueblo, éste no respondió. El Señor dijo:
“…La adoración del sol, práctica procedente del Oriente, también se hacía en el patio del templo… En el
lugar más santo del santuario, aproximadamente unos veinticinco hombres, que se cree representaban al
sumo sacerdote… se ponían de espaldas al templo -señal pública de apostasía- y adoraban al sol
naciente, con sus rostros dirigidos al oriente”
Hasta llegaron a ofrecer a sus hijos en sacrificio al dios Moloc – (véase Jeremías 32:35).
¿Cuál era la situación del pueblo de Judá y qué habían anunciado los Profetas sobre el Exilio?
Ya se habían acostumbrado tanto a estar en pecado, que los avisos y castigos de Dios no daban
resultado. Se entregaron totalmente a la idolatría y, no sólo no escuchaban a los profetas, sino que los
perseguían e inclusive mataron algunos.
El pecado de Judá al igual que su hermana era el de olvidarse de la ley de Dios, el seguir practicas
paganas y entregarse a la idolatría, ademas de entre muchas otras cosas como: No dar descanso
sabático a la tierra, Aprovecharse de la esclavitud, etc…
Jeremías y otros profetas les dijeron que la alianza con la decadente Egipto era una vana esperanza, pues
aquella nación no podría salvarlos de la ambiciosa y fuerte Bablloma, la cual había conquistado Asiria y
ahora estaba ejerciendo su poder en el Oriente. Pero los líderes de Judá no quisieron escuchar a los
profetas. Arrojaron a Jeremías en un foso (véase Jeremías 38:1-11).
El Señor retiró su espíritu y quedó todo listo para otra tragedia nacional. Sin embargo, no pasaría lo mismo
que al reino de Israel. Judá no se perdería para la historia.
Jeremías y Ezequiel fueron la voz profética en esos tiempos. Les advirtieron que no imitaran a sus
hermanos del norte, porque pararían igual que ellos. El llamado de atención fue fuerte, porque se
comparaba la idolatría en que habían caído con adulterio espiritual.
Jeremías 3:6-10 – “Y el SEÑOR me dijo en días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la infiel Israel? Ella
andaba sobre todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí fornicaba. (7) Y me dije: “Después que ella
haya hecho todas estas cosas, volverá a mí”; mas no regresó, y lo vio su pérfida hermana Judá. (8) Y vio
que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio;
con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera. (9) Y
sucedió que por la liviandad con que fornicó, profanó la tierra, y cometió adulterio con la piedra y con el
leño. (10) A pesar de todo esto, su pérfida hermana Judá tampoco se volvió a mí de todo corazón, sino
con engaño–declara el SEÑOR”
2 Reyes 17:13-20 – “Y el SEÑOR amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos sus profetas y de todo
vidente, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos, mis estatutos
conforme a toda la ley que ordené a vuestros padres y que os envié por medio de mis siervos los profetas.
(14) Sin embargo, ellos no escucharon, sino que endurecieron su cerviz como sus padres, que no
creyeron en el SEÑOR su Dios. (15) Desecharon sus estatutos y el pacto que El había hecho con sus
padres, y sus advertencias con las cuales los había amonestado. Y siguieron la vanidad y se hicieron
vanos, y fueron en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el SEÑOR les había
ordenado que no hicieran como ellas. (16) Y abandonaron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, y
se hicieron imágenes fundidas de dos becerros; hicieron una Asera, adoraron a todo el ejército de los
cielos y sirvieron a Baal. (17) Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas, practicaron la
adivinación y los augurios, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándole. (18) Y
el SEÑOR se airó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia; no quedó sino sólo la tribu de
Judá. (19) Tampoco Judá guardó los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que anduvieron en las
costumbres que Israel había introducido. (20) Y el SEÑOR desechó a toda la descendencia de Israel, y los
afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia”
‣ Cautiverio:
Como consecuencia de su pecado y falta de arrepentimiento, la Casa de Judá también fue conquistada.
Todos ellos fueron llevados al cautiverio, pero no por los asirios,
sino que fueron conquistados por Babilonia.
Esdras 1:1-4 – “En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se
cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR
movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y éste hizo proclamar por todo
su reino y también por escrito, diciendo: (2) Así dice Ciro, rey de
Persia: “El SEÑOR, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos
de la tierra, y El me ha designado para que le edifique una casa en
Jerusalén, que está en Judá. (3) “El que de entre todos vosotros
pertenezca a su pueblo, sea su Dios con él. Que suba a Jerusalén,
que está en Judá, y edifique la casa del SEÑOR, Dios de Israel; El es
el Dios que está en Jerusalén. (4) “Y a todo sobreviviente, en cualquier lugar que habite, que los hombres
de aquel lugar lo ayuden con plata y oro, con bienes y ganado, junto con una ofrenda voluntaria para la
casa de Dios que está en Jerusalén””
No obstante, la Biblia nos indica que no todos los judíos regresaron a Jerusalén. Sólo un
remanente regresó (aprox. 5%), y el resto se quedó en Babilonia. El remanente luchó por reconstruir la
Ciudad Santa y reedificar el Templo. Sin embargo, la Tierra Santa ya no fue completamente libre de la
opresión extranjera. Luego de los persas, llegaron los griegos y luego los romanos tomaron control de la
región.
En el año 70 d.C., los romanos destruyeron de nuevo la ciudad de Jerusalén y el Templo. Los judíos
fueron expulsados de la Tierra de Israel y fueron dispersados por todas partes del mundo, en lo que hoy
se conoce como la Diáspora.
¿Quiere decir esto que Dios ya no tiene nada que ver con el remanente de Su Pueblo, Judá (los
judíos)? ¿Acaso Él se olvidó para siempre de la Casa de Israel, que fue dispersada y asimilada entre los
pueblos paganos?
Próximamente veremos lo que los profetas dicen al respecto, y allí encontraremos respuestas muy
reveladoras…
Pero finalmente, después de la época de Cristo, irían a otro exilio que duraría siglos. Aun en su mejor
época, sería una nación dirigida por extranjeros. A pesar de ello, todo esfuerzo por aniquilarla fracasaría.
A través de los siglos de dispersión haría contribuciones importantes al arte, la literatura, música, política,
filosofía e historia. Pero tales dones surgieron de su pesar y persecución. No podemos sino preguntarnos
cuál habría sido su contribución si no se hubiera apartado de su Dios.
Antes de terminar este capitulo les dejo un extra, un pequeño resumen y apartado de como afectó este
cautiverio a Judá hasta el día de hoy…
La ciudad fue quemada, el templo de Salomón quedó destruido y el reino de Judá “llegó a su fin“. De
acuerdo con Jeremías, los babilonios tomaron cautivos y llevaron a Babilonia al resto de los habitantes,
con excepción de algunos que quedaron bajo el mandato de los vencedores (véase Jeremías 39:8-10).
En esta forma Nabucodonosor pudo controlar a Judá, manteniendo en cautiverio a los dirigentes y
dejando a los pobres en el país para trabajar con la cosecha de los sembradíos. La separación y el
traslado de los judíos suprimió la amenaza de cualquier resurgimiento nacional. El territorio quedó en
ruinas, lo que hizo que mucha gente que había quedado en Jerusalén optara por emigrar a Egipto.
La vida en el cautiverio no fue de por sí terrible; más bien, a los judíos se les concedieron bastante
libertad social y oportunidades económicas. Demostraron ser emprendedores en los negocios y en
asuntos económicos, don altamente estimado por los opresores. Los judíos babilonios podían circular
libremente, morar en comunidades propias dentro o cerca de las grandes ciudades y vivir su vida en la
forma acostumbrada – (véase de Bernhard W. Anderson, Understanding the Old Testament, pág. 376).
De hecho, tan segura era su vida en Babilonia que cuando Ciro permitió que los cautivos retornaran a
Judá para reconstruir el templo, setenta años más tarde, muchos de ellos rehusaron abandonar Babilonia.
Sin embargo, el cautiverio tuvo un efecto profundo en el judaísmo. Los estudiosos y los escritores de la
historia judía casi universalmente concuerdan en que los judíos nunca volvieron a adorar imágenes
después del cautiverio.
La caída de Jerusalén fue el gran punto de retorno a la vida religiosa de Israel. Desde los tiempos más
antiguos el pecado de la idolatría había existido en Israel y los profetas de todos los tiempos lo habían
combatido. Después de la caída, y para siempre, la idolatría en su acepción usual dejó de existir.
El cautiverio pareció grabar en la mente de los judíos el concepto de que el Dios de Israel era, sin duda
alguna, un Dios celoso. Los profetas habían tenido razón en sus advertencias sobre la ruina y la
destrucción que seguirían si ese pueblo no se arrepentía y seguía a su Dios y solamente a El. La nación
entera aceptó el veredicto de que la ira de Dios había sido derramada sobre ellos por el pecado de la
adoración de imágenes, y llegaron a la conclusión de que debían adorar solamente al Dios de Israel.
Desde entonces Israel vino a ser una nación celosa en cuanto a su Dios. Sin embargo, su celo ya no se
centró en YHVH completamente sino en sus leyes. Su vuelco a la devoción religiosa comenzó unos
doscientos años después del exilio y ésta fue tan completa que para la época en que Cristo vino a ellos,
lo rechazaron. La adoración de la ley en lugar del Legislador sencillamente era otra forma de idolatría, tan
infructuosa como la adoración de imágenes. Ambas eran erróneas ya que alejaban al fiel del verdadero
Dios viviente.
El Nuevo Testamento y la vida y enseñanzas de Jesús muestran claramente que los fariseos y saduceos y
otros grupos religiosos adoraban “la ley” en una forma pervertida. El cautiverio no hizo que Judá
abandonara para siempre la idolatría; en cambio, sus prácticas idólatras los hicieron “traspasar lo
señalado” – (Jacob 4:14).
Esta lección fue la que quedó grabada en los judíos durante el cautiverio. Sus líderes resolvieron
asegurarse de que nunca más ignoraran los convenios y leyes del Señor. El gran profeta y escriba Esdras
hizo mucho para establecer la tradición y práctica de estudiar la ley – (Véase Nehemías 8:1-12).
“La gran labor de Esdras fue la de recopilar las Sagradas Escrituras en una edición correcta, obra en la
que trabajó mucho y la cual logró perfeccionar. De esto le dan el reconocimiento tanto cristianos como
judíos y muchos de los antiguos escritores cristianos le dan más crédito en este particular que los judíos
mismos, pues éstos sostienen que todas las Escrituras se perdieron y fueron destruidas durante el
cautiverio en Babilonia y que Esdras las restauró mediante la revelación divina…“…todo lo que Esdras
hizo en este sentido fue reunir tantos ejemplares de los escritos sagrados como le fue posible y de todos
ellos sacar una edición correcta… Recolectó todos los libros que componían las Sagradas Escrituras en
aquel entonces y los dispuso en el orden apropiado, y así estableció el canon para su época. Separó los
libros en tres partes:
1. La Ley; 2. Los Profetas; 3. El Cezubim o Hagiógrafa (escritos sagrados). Nuestro Salvador hizo notar
esta división cuando dijo:
Lucas 24:44 – “‘Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos’”
(Prideaux, The Connected History of the Old and New Testaments, en la obra de Adam Clarke, The Holy
Bible… with a Commentary and Critical Notes, 2:722-23.)
Tener las Escrituras no era suficiente. Era necesario leerlas y todos tenían que escucharlas. De manera
que Esdras y otros dieron los pasos necesarios para asegurarse de que las Escrituras fueran enseñadas a
todos.
Sin embargo, había complicaciones porque los judíos que vivían en Babilonia habían comenzado a
adoptar algo del lenguaje y cultura de los caldeas. Eso significaba que los escribas tenían que leerlas en
hebreo, entonces las traducían y a menudo las explicaban en el idioma caldeo o en el de la región en que
se encontraban. Esta práctica fue una de las razones por la que los escribas llegaron a ser una necesidad
religiosa y en consecuencia alcanzaron gran prestigio social y religioso entre los judíos.
Mateo 7:13 – “…invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas
cosas hacéis semejantes a estas”
Sus tradiciones llevaron al pueblo judío a una apostasía que les impidió ver a su Mesías cuando estuvo
entre ellos.
Aunque los judíos han estado diseminados geográficamente desde el exilio en Babilonia, se han
mantenido unidos en lo religioso a través de las instituciones que se desarrollaron en el exilio. Una de ellas
es la sinagoga.
‣ Los judíos han sido cautivos y exiliados desde la época del cautiverio:
Aunque algunos de los judíos volvieron a su patria y reconstruyeron el templo, la comunidad judía en
Babilonia permaneció como centro de igual importancia.
Posteriormente Alejandría, Atenas, Roma y aun puntos lejanos del Imperio Romano como Barcelona,
Londres y la frontera germana, tuvieron colonias judías con sus asambleas y rabinos. Dondequiera que
iban eran un grupo que se mantenía separado, usualmente por propia elección y solicitud.
Con el transcurso de los siglos, y a medida que Europa se fue poblando masivamente, se desarrolló en
las ciudades más grandes un barrio judío, llamado ghetto. En los ghettos los judíos perpetuaban su estilo
de adoración y sus instituciones, prácticas que los mantuvieron apartados de la comunidad y evitaron que
perdieran su identidad. De manera que permanecieron como nación en el exilio, a veces perseguidos, a
veces admirados como los mercaderes, filósofos, eruditos, músicos y artesanos más prósperos de su
tiempo.
El ghetto no era centro de pobreza y degradación como se piensa, a no ser en épocas de gran
persecución. En cambio era el centro de la vida familiar y religiosa, lugar donde la educación era
sumamente estimada y al alcance de todos ellos.
‣ Conclusión:
Hoy día estamos bastante familiarizados con los judíos, con la nación judía, con las luchas en la Tierra
Santa y con el carácter del pueblo judío. Mucho del judaísmo moderno tuvo su origen en el primer
cautiverio, el cautiverio de Babilonia. La siguiente es una lista de algunos de los efectos que han
perdurado desde esa época:
3. Este período produjo muchos tomos de obras históricas y comentarios sobre las Escrituras. De
especial interés son la Tora, y también el Mishná y el Talmud.
4. Los principales grupos religiosos de Israel —los escribas, fariseos, saduceos y otros— tuvieron su
origen en este período. Estos hombres o grupos de hombres finalmente remplazaron a los profetas
y de esto resultó más apostasía.
5. Se preservó la escritura hebrea, aunque el idioma del pueblo cambió. Este cambio creó la
necesidad de expertos en la ley.
7. La negativa a integrarse queda evidenciada por los barrios judíos (los ghettos) y por otros esfuerzos
que hizo la gente con el fin de unirse para apoyarse mutuamente. El conocer y entender estos
hechos no solamente nos ayuda en el estudio de la Biblia sino que también nos da mayor visión en
cuanto a los sucesos que están ocurriendo hoy día en la Tierra Santa.
El resultado de su falta de arrepentimiento fue la dispersión y asimilación de las 10 Tribus del Norte,
primero en Asiria y luego en el resto de las naciones paganas del mundo.
Habiéndose separado de sus raíces hebreas, les fue fácil asimilarse a las culturas paganas de los
pueblos a donde fueron a habitar. Poco tiempo después, ellos ya no parecían hebreos; más bien
actuaban y vivían tal como los gentiles. Ellos no murieron ni desaparecieron (por lo menos a los ojos de
Dios), sino que se mezclaron con todas las naciones de la tierra.
¿Se habrá olvidado Dios de las ovejas perdidas de Israel para siempre?
¿Qué dice Jeremías acerca de Casa de Israel (es decir, las 10 Tribus del Norte, también conocidos como
“Efraín”)?
Jeremías 31:6-10 – “Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos,
y subamos a Sión, al Eterno nuestro Dios. Porque así ha dicho el Eterno: Regocijaos en Jacob con
alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Eterno, salva a tu
pueblo, el remanente de Israel. He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines
de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran
compañía volverán acá. Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a
arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín
es mi primogénito. Oíd palabra del Eterno, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y
decid: El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño”
¿Qué representa Efraín para el Señor?
Es Su primogénito, y no se ha olvidado de ellos. El Señor los esparció, pero ha estado pendientes de cada
uno de ellos y los ha guardado a dondequiera que hayan ido. Y en los últimos tiempos, el Señor los
reunirá y los traerá de nuevo a su Tierra.
Aunque Efraín se fue, como el hijo pródigo, llegará el día en que regresará a Casa. Y el Padre lo recibirá
con los brazos abiertos – (Lucas 15:11-32).
Hoy día sabemos que la Casa de Judá son los “judíos”, pero dónde están “las Ovejas Perdidas” de la
Casa de Israel.
El mensaje de Oseas estaba destinado a la Casa de Israel (Efraín), y esto fue algo que dijo de ellos:
Oseas 1:10 – “Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede
medir ni contar. Y el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos
del Dios viviente”
Pablo tomó esta palabra profética de Oseas, y la explicó en su carta a los Romanos.
Romanos 9:24-27 – “…a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino
también de los gentiles. Como también en Óseas dice: Llamaré pueblo míoal que no era mi pueblo, y a
la no amada, amada. (Os. 2:23) Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán
llamados hijos del Dios viviente. (Os. 1:10)También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de
los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo. (Isa. 10:22-23)”
Pablo entendía perfectamente que la “Casa de Israel” se encontraba ahora entre los gentiles, asimilados
entre todas las naciones.
Santiago 1:1 – “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la
dispersión: Salud”
Pedro en su salutación:
1ª Pedro 1:1-2 – “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia,
Capadocia, Asia y Bitinia, (2) elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,
para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”
También Pedro hizo mención de la profecía de Oseas que Pablo menciona en Romanos 9:
1 Pedro 2:10 – “…vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que
en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”
…y luego agrega:
1 Pedro 2:25 – “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y
Obispo de vuestras almas”
Jesús era judío y ministró a los judíos, pero mencionó a otras ovejas.
Juan 10:6 – “También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi
voz; y habrá un rebaño, y un pastor”
Mateo 15:24 – “Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”
Es interesante que, aunque Jesús estuvo entre los judíos, pocos de ellos le recibieron.
Juan 1:11-13 – “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. (12) Pero a todos los que le recibieron, les dio
el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, (13) que no nacieron de
sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios”
Es triste. Pero Pablo nos explica que esta “ceguera” (de no reconocer al
Mesías) es parte del Plan de Dios. El apóstol revela el misterio en
Romanos 11.
Dios permitió la ceguera de Judá para que la salvación llegara también a las ovejas perdidas de Israel y a
todos los gentiles.
Sabiendo esto, Pablo nos exhorta a que no nos creamos superiores a ellos, ni los menospreciemos por
haber reconocido al Mesías. Más bien, debemos estar agradecidos, porque su dureza nos ablandó el
corazón a nosotros. Y llegará el día en que las escamas de sus ojos caerán y reconocerán a Su Mesías.
Romanos 11:17-26 – “Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste
injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo, (18) no seas
arrogante para con las ramas; pero si eres arrogante, recuerda que tú no eres el que sustenta la raíz, sino
que la raíz es la que te sustenta a ti. (19) Dirás entonces: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera
injertado. (20) Muy cierto; fueron desgajadas por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme. No
seas altanero, sino teme; (21) porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te
perdonará. (22) Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; severidad para con los que cayeron, pero
para ti, bondad de Dios si permaneces en su bondad; de lo contrario también tú serás cortado. (23) Y
también ellos, si no permanecen en su incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para
injertarlos de nuevo. (24) Porque si tú fuiste cortado de lo que por naturaleza es un olivo silvestre, y
contra lo que es natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¿cuánto más éstos, que son las ramas
naturales, serán injertados en su propio olivo? (25) Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este
misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un
endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; (26) y así, todo Israel será
salvo; tal como está escrito: El Libertador vendrá de Sión; Apartará la impiedad de Jacob”
En la próxima ocasión seguiremos viendo lo que los profetas hablan de la Restauración de las Dos
Casas…
Miqueas 2:12 – “De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré
como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de
hombres”
‣ 5. La restauración de Israel:
Hemos venido hablando de cómo la familia de Israel (Casa de Jacob), las doce tribus, se dividieron en
dos reinos: Israel (10 tribus del norte) y Judá (2 tribus más los levitas). La Casa de Jacob ha estado
dividida por siglos, al punto que ya no se reconocen como hermanos. Pero esta separación no durará
para siempre.
Jeremías 33:23-26 – “Vino palabra del Eterno a Jeremías, diciendo: ¿No has echado de ver lo que habla
este pueblo, diciendo: Dos familias que el Eterno escogiera ha desechado? Y han tenido en poco a mi
pueblo, hasta no tenerlo más por nación. Así ha dicho el Eterno: Si no permanece mi pacto con el día y la
noche, si yo no he puesto las leyes del cielo y la tierra, también desecharé la descendencia de Jacob, y
de David mi siervo, para no tomar de su descendencia quien sea señor sobre la posteridad de Abraham,
de Isaac y de Jacob. Porque haré volver sus cautivos, y tendré de ellos misericordia”
Jeremías 23:3-6 – “Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché,
y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán. Y pondré sobre ellas pastores que las
apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice el Eterno. He aquí que
vienen días, dice el Eterno, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será
dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este
será su nombre con el cual le llamarán: El Eterno, justicia nuestra”
También el profeta Ezequiel recibió revelación divina de la restauración de las dos casas de Israel. El
capítulo 37 es crucial para entender esto. Este capítulo comienza con la visión que tuvo el profeta en un
valle, el cual estaba lleno de huesos secos.
Algunos han interpretado que esos huesos secos son los judíos, pero el texto claramente señala que es la
“Casa de Israel”.
Ezequiel 37:11-14 – “Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la Casa de Israel. He aquí,
ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por
tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho el Eterno el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y
os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy el Eterno,
cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en
vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo el Eterno hablé, y lo hice, dice
el Eterno”
Oseas 1:11 – “Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la
tierra; porque el día de Jezreel será grande”
‣ Un solo pueblo:
Dios nos ha llevado a través de Isaías que Él no se ha olvidado de Efraín ni de Judá. Aunque estén
dispersos, él va a juntar a un remanente. Los reunirá y los traerá de vuelta a la Tierra que Él escogió.
Isaías 11:11-13 – “Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que El Eterno alzará otra vez su mano para
recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat,
y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá
los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. Y se disipará le envidia de Efraín, y los
enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín”
Históricamente ha habido conflicto entre hermanos: Efraín (los gentiles) y Judá (el pueblo judío). Pero Dios
va a sanar esa enemistad y envidia. Tal vez ahora no se reconozcan, pero lo harán, de la misma manera
en que José reconoció a sus hermanos cuando ellos llegaron a buscar alimento a Egipto, y él era
gobernador. Primero los reconoció José, y luego él se dio a conocer. Esa es una sombra de lo que pasará
con la Casa de Efraín y la Casa de Judá en los últimos tiempos.
Pablo escribió:
Efesios 2:11-22 – “Por tanto acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne,
erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo
estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza
y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la
sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos
hizo UNO, derribando las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un
solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar
con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros
que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de
él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al
Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”
Cuando los descendientes de Efraín reconozcan que forman parte de Israel físico, entonces se acabará el
conflicto que hay entre hermanos, entre Efraín y Judá. Al reconocer los descendientes de Efraín su
verdadera identidad, entonces comenzarán a actuar como verdaderos israelitas. Ya no tendrán envidia
de los judíos. También llegará el día en que los judíos reconocerán a su hermano Efraín.
El mismo Caifás, sumo sacerdote en Jerusalén en el año en que Jesús fue crucificado, profetizó acerca
del papel que el Mesías jugaría en la redención de toda la casa de Israel. Juan lo explicó de la siguiente
manera:
Juan 11:49-52 – “Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis
nada; ni penséis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había
de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de
Dios que estaban dispersos“
El Mesías vendrá a derribar los muros de separación entre las dos casas de Israel. Caerá la religiosidad
de unos y el paganismo de otros, y volverán a unirse como un solo pueblo. La división se acabará.
Solamente habrá UN PUEBLO de Israel con UN SOLO DIOS, UN MESÍAS y UNA TORÁ (Instrucción).
Ambas casas deben seguir el mismo plan divino para alcanzar la plena restauración de Israel.
Pero, ¿en qué consiste el Nuevo Pacto que hará el Eterno con Israel y Judá?
Jeremías 31:31-34 – “He aquí que vienen días, dice el Eterno, en los cuales haré nuevo pacto con la casa
de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano
para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos,
dice el Eterno. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el
Eterno: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán
por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce al
Eterno; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Eterno;
porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”
Ni Judá ni Israel (Efraín) han podido cumplir con toda la ley de Dios.
Pero Dios nos ayudará a que podamos vivir en el orden que Él ha establecido gracias a que Él grabará en
nuestros corazones Su Ley. Nos va a ser natural obedecer. El Nuevo Pacto no cambió la ley, sino el lugar
donde estaba escrita.
Ezequiel 36:24-28 – “Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras y os llevaré a
vuestra propia tierra. (25) Entonces os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; de todas vuestras
inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré. (26) Además, os daré un corazón nuevo y pondré un
espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne. (27) Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis
cuidadosamente mis ordenanzas. (28) Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios”
El Eterno va a unir a las dos Casas. Ya no van a ser dos pueblos, sino
serán UNO. Tanto los Hijos de Israel (Efraín) como los Hijos de Judá (los
judíos) dejarán sus propios caminos, y se volverán al Eterno y
preguntarán por las “sendas antiguas” que llevan a Sión.
“…tengo otras ovejas (Casa de Israel) que no son de este redil (Casa De
Judá). A estas debo traer también. Y ellas oirán mi voz y habrá un solo rebaño y un pastor…“
Note que Jesús tenía otro rebaño Israelita que era todavía de los suyos aún antes de que El muriera y se
levantara de entre los muertos. Él no dijo que Él crearía un redil nuevo y separado llamado “la iglesia”
compuesto de paganos con prácticas separadas reemplazando a la Toráh algún tiempo después de Su
levantarse de entre los muertos. Él dijo ya tengo dos rediles. Soy enviado a traerlas y serán un rebaño o
una Casa unida.
La llamada “gran comisión” (Mateo 28.18-20) por tanto, es nada más que una búsqueda mundial por la
semilla de Efraim, arena del mar, polvo de la tierra, las abundantes multitudes de la humanidad. Parte de
esa búsqueda, por supuesto, sería por los dispersos de Judá también. Santiago testifica de esta verdad al
recordar al Concilio de Jerusalén que YHVH estaba sencillamente visitando a las naciones Gentiles a
través de la predicación del evangelio, no para vivir allí, sino para rescatar y atraer Su gente llamada por
Su Nombre – (Hechos 15.13-17 – Am.9.11-12).
A través de este rescate Santiago nos recuerda que YHVH está reconstruyendo el Mishkan de Dawid
(Mishkan del Mesías) constituido de todas las doce tribus de Israel. Puesto que Él es el Dios de Israel, Él
está atrayendo y rescatando Israelitas del “estatus de proscritos” que ha sido su herencia debido a su
desobediencia a la Toráh. Esta gente son Israelitas ¡sin importar que ellos mismos se den cuenta de ello o
no!
¿Acaso no es fascinante que después de tres años y medio del ministerio terrenal de Yeshua, cuando El
está a punto de ascender a los cielos desde el Monte de los Olivos, todos los once díscipulos que
quedaban vengan a Él y le pregunten exactamente la misma pregunta?
Esto es casi inimaginable puesto que estos once raramente se ponían de
acuerdo en cualquier cosa y estaban siempre peleando y haciendo
preguntas, buscando apoyar su propia agenda. Sin embargo, en total
unanimidad todos ellos tenían la misma pregunta final.
Hay una asamblea del Pacto Renovado, llamada Israel por el apóstol Pablo –
(Gálatas 6.16). No existe tal cosa como una entidad separada llamada la “iglesia” (Church), con un
Shabbat separado y un calendario de días santos separados. En Español y Portugués y en casi cualquier
lenguaje ekklesia significa aquellos “llamados afuera“, manteniendo la idea básica de una asamblea.
¡En Mateo 12 Jesús habla del principal de una casa dividida sin ninguna habilidad para aguantar los
fieros dardos de satán!
¿Qué reino?
El reino de Israel. En Lucas 24.21 los discípulos estaban muy decepcionados puesto que ellos total y
correctamente esperaban que las doce tribus fueran restauradas bajo Yeshua el Mesías.
En ¡Jeremías 23.3-8 YHVH declara que Él traería a Judá e Israel de regreso de la dispersión global en los
días cuando el Mesías llegara. En los versos 5 y 6 declara que Judá sería salvado y que Israel habitaría
confiadamente. Vemos entonces la reunificación de ambas Casas bajo el Mesías o la reunificación de las
doce tribus todas viviendo en la tierra de Israel.
Recuerde que para que la casa de David sea plenamente restaurada y reconstruida esta tiene que estar
compuesta de la misma manera en que dejó Egipto, recibió la Toráh y formó los días de gloria del rey
David.
Cualquier avivamiento o movimiento de restauración que no incluya la plena restauración de todas las
doce partes de la familia, y que se enfoque solamente en dos de las doce partes, no está fluyendo en una
visión plena de restauración.
Para que el Judaísmo Mesiánico continúe experimentando las bendiciones plenas de YHVH en los últimos
días, debe expandir su visión para incluir a todo Israel. Esta visión no tiene que ser cambiada para nada y
no debería ser una amenaza al liderazgo del Judaísmo Mesiánico, puesto que de una vez determinará la
verdad de las dos Casas de Israel y demandará que Efraim renuncie todo paganismo y abrace el manto
de vivencia Israelita y santidad que es la Toráh.
El futuro del avivamiento en Israel de los últimos días y el mismo manto y supervivencia de la
supervivencia del movimiento Judío Mesiánico depende de un liderazgo listo a re-evaluar la preservación
de Efraim por 2700 años como y entre los Gentiles.
Es incorrecto para los estudiantes de las Escrituras y para los líderes Mesiánicos el enseñar y creer que
Judá, Efraín, e Israel son lo mismo y sean realmente términos análogos y sinónimos intercambiables, cuyo
uso varía, dependiendo del modo en que YHVH se encuentre. Eso es históricamente inexacto así como
teológicamente engañoso y si YHVH es capaz de diferenciar entre las aún divididas dos Casas después
del 720 A.M….
Regrese ahora y lea su Biblia entendiendo que cuando YHVH se refiere a las diez tribus es siempre como
a Efraín o Israel, y que cuando se refiere a las dos tribus del sur es siempre como Judá. ¡Compruébelo!
Sus ojos serán abiertos al verdadero, eterno y final restauración.
Puesto que Él es fiel usted puede descansar confiado de que casi todo mundo en este planeta tiene una
gota de sangre Israelita, puesto que la bendición de YHVH de multiplicidad física llenaría el globo a través
del destierro de Efraín y subsecuente intermatrimonio y asimilación.
Si esta promesa a Abraham, Isaac y Jacob ha sido literalmente cumplida solamente a través del pueblo
judío únicamente, quienes continúan en numero de solo 16 millones y que puedan ser fácil y prontamente
contados, censados y numerados, entonces la promesa Abraham, Isaac y Jacob es una mentira directa –
entonces – ¡YHVH mintió!
¡Dieciséis millones de judíos no constituyen una multitud que no pueda ser numerada!
Dieciséis millones y algo de judíos podrían todos caber perfectamente en la masa de tierra de florida. ¡la
promesa de multiplicidad física no fue cumplida en Judá solamente! ¡esta es una imposibilidad numérica
y practica! La pregunta ante usted no es, ¿pueden todos en la tierra realmente tener al menos una gota de
sangre israelita? La pregunta ante usted es, ¿mintió YHVH y habló en medias verdades? ¿vamos a tomarle
en su palabra literal?
Esta enseñanza de las dos casas somete la verdad que Efraín mas Judá con algunos pocos verdaderos
gentiles (?), iguala a billones de seres humanos y de esos billones (5 ó 6 billones), un remanente israel
está siendo salvado de las doce tribus y está siendo reconciliado a YHVH a través de la preciosa sangre
de aquel que declaró
¿Cual reporte creerá usted? ¿Aquellos promoviendo entidades separadas y por consiguiente dos israeles?
Uno físico y el otro espiritualmente adoptado, ¿O a YHVH que tiene solamente un israel físico, que está
lleno del espíritu y es conducido por él, tomado de todas las doce tribus, sin ninguno siendo adoptado en
el Israel físico, pero requiriendo a cada judío y no-judío el ser adoptado en la familia de YHVH?!
¡La elección es suya! Es posible que la razón real detrás de la razón del Judá salvado, sea la actitud
descuidada hacia el tratar de descubrir en dónde en el mundo el resto de esta familia física perdida está
realmente, y que no sea nada mas que un caso colosal de razonamiento ¡auto-centrado!
En defensa de Judá es quizás posible que Judá esté muy ocupado tratando de sobrevivir la diáspora que
el estar preocupado acerca de encontrar el paradero de sus hermanos. Sin importar la razón real,
YHVH solamente trata con estas dos familias escogidas en la tierra – (Jeremías 33.24 – Hebreos 8.8).
¿No es interesante que el Pacto Renovado prometido de Jeremías 31.31-34 hable sobre
YHVH estableciendo un pacto con la Casa de Israel y la Casa de Judá nunca mencionando que
establecería uno con los Gentiles?
La Casa de Israel mencionada en Jeremías es Efraín, aquellos no-Judíos nacidos de nuevo. Recuerde que
todos los Judíos son Israelitas pero no todos los Israelitas son Judíos de la Casa de Judá. En la
Jerusalén celestial de Apocalipsis 21.12 note que todos aquellos nacidos de nuevo planeando tener vida
eterna deben entrar la ciudad a través de una de las 12 puertas, una por cada una de las doce tribus.
“¿No es gracioso y extraño cómo YHVH se olvidó de hacer una puerta para los “Gentiles salvos?”
La razón es que cada quien en la Israel del Pacto Renovado de ambos lados de la familia física es un
descendiente sanguíneo de Israel con algunas pocas excepciones. Aún aquellas excepciones llegan a
ser israelitas de acuerdo a la Toráh.
En Santiago 1:1, Santiago escribe su carta a las 12 tribus esparcidas. Obviamente Jacob sabía que el
cuerpo de Cristo a quien escribía era nada más que las 12 tribus reunidas de Israel que habían sido
redimidas a través de Cristo y ¡se dirigió a ellos como tales!
Si las diez tribus permanecían perdidas y sin poder encontrarse en ningún lugar…
¿Por qué entonces Santiago les escribe a ellos y les llama hermanos de la fe en Santiago 1.2?
Obviamente él no tenía problema con el cuerpo del Mesías siendo el Israel del Pacto Renovado
compuesto de las doce tribus y quizás algunas pocas excepciones.
¿Ha escrito usted alguna vez una tarjeta postal a personas que habían desaparecido de la tierra o que no
existían?
Obviamente ellos tienen que existir para que se les pueda escribir y para que pueda dirigirse a ellas.
En 1ª Pedro 1.1, Pedro escribe al pueblo escogido viviendo en la Diáspora (Dispersión = 10 tribus). La
Diáspora Judía no ocurrió sino hasta 20 años después de que esta epístola fue escrita alrededor del 50
A.D. Sin embargo él se refiere a estos descendientes de las otras diez tribus que han venido a la emunah
(fe) como el “pueblo escogido”.
Usted pensó que solamente dos tribus (Casa de Judá = Judíos + Manasés) eran escogidas. Las
Escrituras nunca llaman escogidos al Judío. En su lugar, llama a TODO ISRAEL del cual los Judíos son
solamente dos partes, ¡el pueblo escogido!
Jeremías 33.24 confirma esta verdad. ¡YHVH declara que Él ha escogido dos Casas o dos clanes o dos
naciones! ¡Entienda esto!
Esta es la Casa de Israel y la Casa de Judá y ¡Pedro escribió a la Casa reunida de Israel cuando dirigió
esta carta!
¿Quiere usted algunos textos más de prueba del Nuevo Testamento de que estos individuos llamándose a
sí mismos cristianos son nada más que los descendientes físicos de las diez tribus perdidas?
No hay problema. En 1ª Pedro 2.8-10 vemos a Pedro citando a Oseas 1. El pueblo que es un sacerdocio
santo, una GENERACIÓN ESCOGIDA y una NACIÓN santa son identificados por Pedro como nadie más
que el… ¡LO-AMMI inicial y el LO-RUKJAMAH de Oseas 1!
En 1ª Pedro 2.10, Pedro dice:
Ustedes que ahora son sacerdotes del Pacto Renovado e Israel del Pacto Renovado una vez no fueron un
pueblo (Lo-ammi) y no habían obtenido compasión ni misericordia (Lo-Ruhama) – (Ver Oseas 1:6, 1:9).
Pero ahora a través de Jesús ustedes son restaurados a un pueblo llamado Ammi y están
recibiendo Ruhama
Esta es una referencia clara y directa atribuyendo y nombrando al cuerpo de Yeshua, como conteniendo
mucho del viejo reino norteño de Efraín, regresando debido al favor de YHVH a través de la sangre del
Mesías.
También como vimos mas arriba el Apóstol Pablo sabia claramente a quien estaba escribiendo.
¿Fue él capaz de identificar “cristianos” en Roma como nadie más que la Casa inicial de Efraín? Apueste
que sí lo hizo.
En Romanos 9.24 Pablo declara que YHVH llama a Judíos y a Gentiles a constituir Su cuerpo como
herederos de vida eterna. Luego en Romanos 9.25 él cita a Oseas 1 e identifica a los Gentiles redimidos
nacidos de nuevo de su tiempo como a la Casa de Israel del Antiguo Pacto (Efraín). El cita el pasaje Lo-
ammi de Oseas 1 y atribuye esto a los “Gentiles salvos“. Versos 25 y 26 declaran esto resueltamente.
Finalmente en el verso 27 (Promesa a Abraham declarada a la Casa de Israel en Oseas) él pone el
merengue sobre el pastel y declara que estos “gentiles salvos” no son solamente la Casa inicial de Israel
que llegó a ser la “plenitud de los Gentiles“, sino que aún cita a Isaías declarando que de la promesa de
la “arena del mar” hecha a Efraín concerniente a la multiplicidad física, solamente un remanente de
Israelitas de todas las doce tribus serán salvos.
Note la transición y progreso cuando los Gentiles salvos de Romanos 9.24 terminan siendo identificados
por Pablo como la Casa inicial de Israel (diez tribus) mencionadas por Isaías en los siguientes dos versos.
Prueba adicional se encuentra en Gálatas 4.28 en donde Pablo se refiere a los creyentes no-Judíos siendo
exactamente como Isaac, el heredero de la promesa de multiplicidad física.
¡Bien, de acuerdo a Pablo esto es exactamente lo que los creyentes no-Judíos son en el Pacto Renovado!
En 1ª Corintios 12.2 Pablo recuerda a los Efraimitas salvos que ellos fueron una vez Gentiles, pero ya no
más. El recuerda a estos Israelitas no-Judíos que sus padres (Hebreos) que fueron sacados de Egipto
pasaron por el Mar Rojo y eventualmente encontraron la roca (Mesías) así como ellos lo habían hecho –
(1ª Corintios 10.1-4).
¡En 1ª Corintios 5.7-8 vemos a estos Israelitas Efraimitas (ex – gentiles) celebrando – observando Pesaj
(Pascua)!
Es confortante el notar que de acuerdo a Isaias 49.1-6 el Mesías es prometido a todo Israel y es aún
referido como Israel, puesto que la restauración de Israel es la personificación y propósito primario de Su
misión.
Oseas 11:1 también llama al Mesías, Israel. En Isaias 49.6, vemos al Padre preguntándole a Él si está
preparado para elevar a las doce tribus de Israel al traer de vuelta al redil a aquellos que, aunque
dispersos y perdidos como nación, serían individualmente preservados en y entre los Gentiles en las
cuatro esquinas de la tierra para el ministerio del Mesías.
Él vino. Él buscó por los individuos preservados descendiendo físicamente de Efraín y Judá y de hecho ha
restaurado a estos individuos. Aunque estos preservados no sepan quienes son, aunque ellos luzcan,
actúen, huelan, se comporten y se conduzcan a sí mismos con todas las costumbres asquerosas de su
padre Jeroboam, nuestro Mesías sabía en donde encontrarles.
El les ha encontrado y les ha traído de regreso al redil en un nivel individual, no un nivel nacional, todavía.
Suficientemente interesante, la palabra Hebrea para preservados en Isaías 49.6 es Notzrim o Nazarenos,
la cual es la palabra Hebrea moderna para los que ahora se llaman Cristianos. Son estos Efraimitas
preservados nacidos de nuevo que serán reunidos en el Tabernáculo reconstruido de David y regresarán
al redil de Israel como Nazarenos. Recordemos que las comunidades Mesiánicas primitivas enteras eran
conocidas como Los Nazarenos – (Hechos 24.5), los preservados del Israel arrepentido regresando.
Para entender este plan genial de YHVH para la restauración de todas las cosas lea Ezequiel 37.11-28
sobre ambos palos llegando a ser uno en la mano de YHVH bajo Yeshua en los últimos días en las
montañas de Israel, con observancia de la Toráh llena del Espíritu siendo la orden prescrita del día!
Hay mucho más de la verdad acerca de las dos casas, nos faltarian lineas para escribir de todas ellas,
pero toda esta información la encontraras leyendo la Escrituras y siéndote revelada por el Espíritu Santo,
espero que estos estudios les hayan iluminado a el misterio que como el mismo apóstol Pablo nos habla
en Efesios 3:3:
“…que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente…”
¡Shalom!
‣ Correo: [email protected]