5° Guía Comparando Novelas y Sus Películas

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COLEGIO EMANUEL

DIOS CON NOSOTROS. Educar para la Vida Cristiana


Prof. De Lengua y Literatura Ivette Allendes Veloso
Unidad 3: Trabajo con novelas y textos audiovisuales para desarrollar la
comprensión y habilidad de comparar.

Nombre:
Curso: 5° básico
Fecha: 09 de agosto 2021

Contenido: Ejercitar la comparación por medio de novelas y videos.


Habilidad: Identificar, comparar y relacionar.
Objetivos: Comprender e identificar

Actividad: Leer y observar el fragmento cuando Aslan revive de la novela y de la película de Narnia
y responder las preguntas siguientes.

https://www.youtube.com/watch?v=TQNr6nxXVLM

Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero. Fragmento

Tras ellas, en el bosque, un pájaro gorjeó. El silencio había sido tan absoluto por horas y
horas, que ese sonido las sorprendió. De inmediato otro pájaro contestó y muy pronto hubo
cantos y trinos por todas partes. Definitivamente era la madrugada; la noche había
quedado atrás.
—Tengo tanto frío —dijo Lucía.
—Yo también —dijo Susana—. Caminemos un poco.
Caminaron hacia el lado oeste de la colina y miraron hacia abajo. La gran estrella casi había
desaparecido. Todo el campo se veía gris oscuro, pero más allá, en el mismo fin del mundo,
el mar se mostraba pálido. El cielo comenzó a teñirse de rojo. Para evitar el frío, las niñas
caminaron de un lado para otro, entre el lugar donde yacía Aslan y el lado oriental de la
cumbre de la colina, más veces de lo que pudieron contar. Pero ¡oh, qué cansadas sentían
sus piernas!
(…) En ese momento las niñas escucharon tras ellas un ruido estrepitoso..., un gran
estallido..., un sonido ensordecedor, como si un gigante hubiera roto un vidrio gigante.
—¿Qué fue eso? —preguntó Lucía, apretando el brazo de su hermana.
—Me da miedo darme vuelta —dijo Susana—. Algo horrible sucede.
—¡Están haciéndole algo todavía peor a él! —dijo Lucía—. ¡Vamos!
Se dio vuelta y arrastró a Susana con ella.
Todo se veía tan diferente con la salida del sol —los colores y las sombras habían
cambiado—, que por un momento no vieron lo que era importante.
Pero pronto, sí: la Mesa de Piedra estaba partida en dos; una gran hendidura la cruzaba de
un extremo a otro. Y allí no estaba Aslan.

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—¡Oh, oh! —gritaron las dos niñas, corriendo velozmente hacia la Mesa.
—¡Esto es demasiado malo! —sollozó Lucía—; ellos deben haber dejado el cuerpo
abandonado...
—Pero ¿quién hizo esto? —lloró Susana—. ¿Qué significa? ¿Será magia otra vez?
—Sí —dijo una voz fuerte a sus espaldas—. Es más magia.
Se dieron vuelta. Ahí, brillando al sol, más grande que nunca y agitando su melena (que
aparentemente había vuelto a crecer), estaba Aslan en persona.
—¡Oh Aslan! —gritaron las dos niñas, mirándolo con ojos dilatados de asombro y casi tan
asustadas como contentas.
—Entonces no está muerto, querido Aslan —dijo Lucía.
—Ahora no.
—No es..., no es un... —preguntó Susana con voz vacilante, sin atreverse a pronunciar la
palabra fantasma.
Aslan inclinó la cabeza y con su lengua acarició la frente de la niña. El
calor de su aliento y un agradable olor que parecía desprenderse de su pelo, la invadieron.
—¿Lo parezco? —preguntó.
—¡Es real! ¡Es real! ¡Oh Aslan! —gritó Lucía, y ambas niñas se abalanzaron sobre él y lo
besaron.
—Pero ¿qué quiere decir todo esto? —preguntó Susana cuando se calmaron un poco.
—Quiere decir —dijo Aslan— que, a pesar de que la Bruja sabía de la Magia Profunda, hay
una magia más profunda aún que ella no conoce. Su saber llega sólo hasta el Amanecer del
Tiempo. Pero si a ella le hubiera sido posible mirar más hacia atrás, en la oscuridad y la
quietud, antes de que el Tiempo amaneciera, hubiese podido leer allí un encantamiento
diferente. Y habría sabido que cuando una víctima voluntaria, que no ha cometido traición,
es ejecutada en lugar de un traidor, la Mesa se quiebra y la Muerte misma comienza a
trabajar hacia atrás. Y ahora...
—¡Oh, sí!, ¿ahora? —exclamó Lucía, saltando y aplaudiendo.
—Niñas —dijo el León—, siento que la fuerza vuelve a mí. ¡Niñas, alcáncenme si pueden!
Permaneció inmóvil por unos instantes, sus ojos iluminados y sus
extremidades palpitantes, y se azotó a sí mismo con su cola. Luego saltó muy
alto sobre sus cabezas y aterrizó al otro lado de la Mesa. Riendo, aunque sin saber por qué,
Lucía corrió para alcanzarlo. Aslan saltó otra vez y comenzó una loca cacería que las hizo
correr, siempre tras él, alrededor de la colina una y mil veces. (…)
—Ahora —dijo luego Aslan—, a trabajar. Siento que voy a rugir. Sería mejor que ustedes
pongan sus dedos en sus oídos.
Así lo hicieron. Aslan se puso de pie y cuando abrió la boca para rugir, su cara adquirió una
expresión tan terrible que ellas no se atrevieron a mirarlo.
Vieron, en cambio, que todos los árboles frente a él se inclinaban ante el ventarrón de su
rugido, como el pasto de una pradera se dobla al paso del viento.
Luego dijo:
—Tenemos una larga caminata por delante. Ustedes irán montadas en mi lomo.
2
Se agachó y las niñas se instalaron sobre su cálida y dorada piel. Susana iba adelante,
agarrada firmemente de la melena del León. Lucía se acomodó atrás y se aferró a Susana.
Con esfuerzo, Aslan se levantó con toda su carga y salió disparado colina abajo y, más
rápido de lo que ningún caballo hubiera podido, se introdujo en la profundidad del bosque.

1. ¿Qué diferencias encontraste del libro, respecto a la película de las Crónicas de Narnia? 
R:

2. ¿Qué semejanzas encontraste en el libro y la película? 


R:

3. ¿Te gustó buscar las diferencias y similitudes? ¿por qué? 


R:

4. ¿En qué crees que te ayudó hacer estas comparaciones? 


R:

5. Si es que ya viste la película, ¿te animarías a leer el libro? ¿por qué?


R:

6. ¿Hay alguna película que hayas visto, la cual quieras leer su libro? ¿por qué?
R:

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