Litherland (1992)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

Suscríbete a DeepL Pro para poder editar este documento.

Entra en www.DeepL.com/pro para más información.

SKARNFIEIDS JURÁSICOS RECIENTEMENTE DESCUBIERTOS EN LOS ANDES


ECUATORIANOS

M. LFIHERLAND, l N.J. FORTEY, 2 y B. BEDDOE-STEPHENS (1992)

Resumen--Una serie de siam klippen de magnetita cálcica en el norte de la Cordillera Real se interpretan como reliquias
de erosión de una gran lámina de siam, de más de 150 km de longitud, formada por el empuje de sedimentos de tipo
islote-arco y volcánicos sobre el batolito de Azafrán Jurásico durante un evento de acreción. Los siarns están
contrastados petrográfica y compositivamente con los del campo de Namhija, en el sur de la Cordillera, que
probablemente se relaciona con la misma cadena de batolitos. Sin embargo, los siarns de Nambija son autóctonos y ricos
en oro, con ratios Au:Ag en la región de 20:1, mientras que los del norte son alóctonos y relativamente estériles.

INTRODUCCIÓN

El Proyecto de Cooperación Técnica CORDILLERA REAL (Overseas Development Administration/British Geological


Survey-Ecuadorian Mining Institute) estudia la Cordillera Real (Cordillera Oriental) del Ecuador desde 1986. El
basamento de esta zona comprende unidades metamórficas y plutónicas intruidas y superpuestas por rocas ígneas
cenozoicas. La zona es de difícil acceso debido a la topografía andina, las altas precipitaciones y la vegetación espesa.
Las rocas del sótano se han subdividido en cinco informales. Divisiones litotectónicas de tendencia andina, cada una
con afiliaciones litológicas especiales y firmas metalogénicas (Litherland y otros, 1990, Aspden y Litherland, 1992),
separadas por fallas importantes que pueden ser límites de terrones. Las divisiones parecen ser de la edad Triásico-
Jurásica, con importantes eventos de colisión/acreación de la edad Triásica tardía y de la edad Jurásica más
reciente/primera del Cretácico. Se han encontrado campos de hielo en el norte y el sur de la Cordillera (Fig. 1) y se
describen a continuación.

SKARN KILPPEN DE LA CORDILLERA NORTE REAL

Las rocas falsas fueron descubiertas por primera vez por el personal del proyecto como cinco rocas en el Río Mulatos
en 1986. Una expedición de seguimiento en 1987 rastreó estos bloques hasta el área del Colocador E1 (Fig. 2). En 1988
se descubrió el campo de rocas Urcucocha y en 1989 el campo de rocas Sara Urcu.

El skam Inga fue descubierto por el Ing. L. Tones a través del Río Mulatos desde El Placer. y el campo de Río Verde
fue descubierto por el Ing. E. Salazar. La aparición de los restantes campos de skarn que se muestran en la Fig. 2 se basa
en las indicaciones de los flotadores de roca y en la interpretación geológica. En la actualidad la cadena de campos de
rocas mide unos 150 Km. a lo largo de la cordillera de los Andes. Se encuentran en la cima de la cuenca andina, a una
altitud de 3.000-4.500 m sobre el nivel del mar, lo que en parte explica que no hayan sido descubiertos antes. Los
esquamales, que tienen unos 200 m de espesor, exhiben contactos tectónicos y contienen intercalaciones tectónicas de
otras rocas, en su mayoría metamorfoseadas regionalmente, en las que se han observado pliegues recostados.
Generalmente exhiben una foliación subhorizontal, y sus afloramientos (Fig. 2) se interpretan como klippen de alto
nivel; forman enormes volúmenes de roca a lo largo de la cuenca cordillerana.

Petrografía y Mineralogía

Típicamente, los afloramientos y bloques muestran un ensamblaje de skarn granate multicolor (rosa)-
epidota/hedenbergita (verde)-hornblenda/magnetita (negro) que forma una roca masiva con intemperismo de "piel de
elefante"; también pueden estar presentes skarns de epidota masiva. La fisura de la fractura o la gneisificación local es
paralela a la esquistosidad regional en los esquistos o gneisses adyacentes. La escamificación afecta a una variedad de
rocas sedimentarias y volcánicas metamorfoseadas, así como a intrusivos dioríticos de alto nivel no deformados. Las
litologías precursoras incluyen esquistos grafíticos, pelíticos y semipelíticos, mármoles, esquistos feldespáticos de
probable composición dacítica y anfibolitos. Varios especímenes conservan etapas de alteración rectasomática
incompleta de las litologías precursoras. Así, los esquistos pelíticos ricos en cuarzo del Río Oyacachi, que contienen
porfroblastos de wollastonita no deformados, representan probablemente una descarbonatación de la roca originalmente
margosa, y los esquistos metavolcánicos feldespáticos de esta zona muestran una alteración irregular en la biotita de
grano fino que puede haber resultado del metastomatismo K antes de la alteración esquárica parcial en el piroxeno
diopsídico. La alteración epidótica desigual se produce en las microdioritas. Muchos especímenes representan rocas
sometidas a una alteración esquelética más completa: roca granítica monominerálica formada probablemente por la
alteración de precursores metascodimentarios; piroxenitas y epidotitas formadas más probablemente por la alteración
de volcánicas básicas (por ejemplo, en el campo de minas de Urcucocha, los afloramientos muestran reliquias de piedras
verdes andesíticas en las skams epidóticas). Unos pocos ejemplos de turmalina masiva de grano libre indican que el
metasomatismo de boro de las rocas metasedimentarias pelíticas se asoció, al menos localmente, con la principal
formación de skarn.

Los muchos especímenes de rocas skarn polimineralizadas son de origen más incierto. Tomado en conjunto, es evidente
un patrón de desarrollo en varias etapas típico de los skarns cálcicos. Los cristales de granito a escala milimétrica y los
gránulos libres de clinopiroxeno suelen estar estrechamente asociados: una paradoja evidentemente desarrollada en una
etapa de alta temperatura de la alteración. El granate pálido es isotrópico a débilmente birrefringente, y el microanálisis
con sonda electrónica (EPMA) indica una composición de granular-andradita con una relación Ca/Fe +3 variable
(Cuadro 1, Fig. 3). Las composiciones de piroxeno acompañante incluyen hedenbergita y diópsido de relación
intermedia Mg/Fe +2 (Tabla 1). El piroxeno sódico (Tabla 1) forma más típicamente un skarn de piroxeno masivo y
también se presenta como cristales relictos engullidos en epidotita masiva. La epidota está íntimamente asociada, y
posiblemente coevaluada, con el clinopiroxeno en algunos especímenes, pero en otros las venas del mosaico de epidota
de grano de chimenea atraviesan o reemplazan al anterior piroxeno y la paragénesis de la grandite. Así pues, la epidota
parece representar frecuentemente una etapa de alteración posterior, probablemente más fría. Las composiciones de la
epidota medidas por la EPMA son ricas en hierro, con 0,6 a 1,0 Fe +3 átomos por unidad de fórmula, aunque un ejemplo
de roca clinozoisita masiva fue descrito por Williams (1988). Asociada con la epidota está una segunda generación de
granate que se presenta típicamente como granos rosados, isotrópicos y eúreos de tamaño submilimétrico situados en
las venas epidóticas o en fracturas de material gametropénico anterior. Este granate tiene una composición compleja en
la que intervienen principalmente proporciones importantes de los componentes almandino, espesartino y grueso
(Cuadro i. Fig. 3). También se asocian con la epidota cantidades menores de hornblenda de color azul-verdoso profundo,
rica en hierro y rastros de biotita, mientras que en una roca de Río Mulatos se informó de placas euédricas de humito
que se producen con la epidota en las fracturas que cortan el mosaico de granito. Los resultados de la EPMA para la
hornblenda (Tabla 2) indican composiciones edénicas, pargasíticas y hastingsíticas ricas en hierro con una estimación
de 15,6 cationes por unidad de fórmula. Otros minerales de silicato de etapa tardía reportados en elelude actinolita (Tabla
2) y clorita.

Los ejemplos de rocas de hornblenda masiva pueden ser de origen metamórfico regional. Sin embargo, la íntima
asociación hornblenda-epidoto observada en al menos un ejemplar, el Nº 149 de Río Mulatos, y la asociación de esa
roca con las litologías más claramente esquemáticas, sugieren que la formación de roca de hornblenda fue una etapa
temprana de la secuencia metasomática de formación de skarn. Los resultados de la EPMA para la hornblenda de la
roca homblenda-epidoto masiva (149; Tabla 2) indican una composición muy similar a la de la hornblenda skarn de
etapa claramente tardía. La última etapa principal en el desarrollo del skarn fue una fractura generalizada que dio lugar
a un veteado y a un reemplazo parcial por calcita y cuarzo. En raros casos esto va acompañado de albita o de adularia.
El contenido de minerales opacos del skarn no es en general elevado, y ninguno de los especímenes actuales puede
describirse como verdaderamente mineralizado. Sin embargo, hasta varios porcentajes de opacos, generalmente
magnetita, pirita, pirrotita o calcopirita, están frecuentemente presentes y parecen haberse depositado sobre todo durante
esta última etapa de alteración; también se han observado galena y esfalerita. La composición de los ensamblajes
primarios de grandite-piroxeno (Fig. 3), las composiciones de los anfíboles (Tabla 2) y la magnetita omnipresente son
todas características de los skarns de magnetita cálcica (Einaudi et al., 1981). Los estudios del potencial económico de
los skarns han localizado algo de oro libre en los campos de El Placer-Inga, junto con mineralización Ag-Pb-Zn-Cu
relacionada con la alteración retrógrada de la calcita; se observó una veta de adularia. La travesía a través del campo de
Urcucocha descubrió una zona de 2-10 m con mineralización de molibdenita diseminada (0.3-0.5% Mo) y ca. 300 ppm
de vanadio. Las vetas de magnetita son comunes en todos los campos, pero no se observaron grandes bloques de roca
de magnetita.
El entorno tectónico y la generación de Skarn

A nivel regional, los skarnfield klippen forman parte del complejo de Cuyuja nappe, dirigido hacia el este (Litherland y
otros, 1990; Aspden y Litherland, 1992). En Urcucocha los skarns están tectónicamente sustentados por rebanadas
tectónicas subhorizontales de esquistos pelíticos, piedras verdes, mármoles finos y serpentinita. Más al sur, en El Placer
(Fig. 2), los skarns forman parte de un sistema de empuje directamente sobre un empuje de techo bajo el cual los
esquistos y gneisses tienen foliaciones subverticales; sólo los skarns de Sara Urcu se sumergen abruptamente. La
secuencia de la napa es doblada por el sinfín de Urcucocha (Fig. 2), que parece controlar el patrón de afloramiento del
klippen. El basamento subyacente de pronunciado buzamiento comprende rocas de la división del Salado (Aspden y
Litherland, 1992), compuestas por la fase plutónica y la envolvente de la granodiorita diorita calcárea y alcalina de
Azafrán, piedras verdes, mármoles, esquistos pelíticos y grafíticos, y rocas volcanoclásticas metamorfoseadas y
grauvacas, interpretadas como una secuencia de tipo arco isleño. Las rocas plutónicas son gneísicas en algunos lugares,
reflejando el empuje imbricado; se han datado como del Jurásico Medio en edad (Rundle, 1987). El complejo de napa
de Cuyuja que se encuentra sobre la superficie es de composición similar y está correlacionado con la división del
Salado.

El empuje hacia el este se considera un reflejo de un importante acontecimiento acumulativo en el límite


jurásico/cretáceo (Aslxlen y Litherland, 1992); las rocas están superpuestas de manera inconformista por cuarcitas de la
Formación Hollín de edad apto-albica (Bristow y Hoffstetter, 1977). El límite este de esta deformación, el frente
cratónico (Fig. 2), se rejuveneció más tarde en el evento andino del Mio-Plioceno en forma de un cinturón de empuje
retro-arco estrecho, empinado e imbricado que afecta tanto a las unidades del Cretácico como a las del sótano (ver
Figuras 2 y 5). Cruzando la falla de Llanganates hacia el oeste, la división del Salado y las rocas skarn están delimitadas
por la división de Loja (Fig. 2) de meta-granitos continentales de tipo S y esquistos y paragneisses de envoltura que
datan del Triásico Superior o más antiguos (Rundle, 1987, 1988; Harrison, 1990) y que se interpretan como una posible
terrena alóctona (Litherland et al., 1990; Litherland y Zamora, 1991). Una lámina de skarn otrora continua de 150 km
de longitud podría haberse generado por la skarnificación de la secuencia de arco sedimentario del volcán Salado sobre
el plutón caliente de Azafrán y empujado desde la profundidad a lo largo de la falla de Llanganates para formar una
lámina continua de skarn que se aplanó hacia el este en niveles más altos como parte del complejo de napa de Cuyuja.
Si estos eventos magmáticos y tectónicos fueran esencialmente contemporáneos, entonces la falla de Llanganates podría
haber actuado como una cinta transportadora, suministrando el protolito y eliminándolo hacia el este después de la
skarnificación. De hecho, la extensión regional de la lámina de skarn soportaría tal modelo.

LAS PIELES DE ORO DE NAMBIJA

Los depósitos de oro de veta fueron trabajados en Nambija (fig. 4) por los españoles en el siglo XVI (Navarra, 1986), y
el sitio fue redescubierto a principios de los años 80, generando una gran fiebre de oro por parte de los mineros artesanos.
Debido a las dificultades de trabajo así creadas, los estudios del proyecto se han limitado principalmente a la recogida
de muestras y a los análisis. La zona minera de Nambija comprende las minas de Cumay. Nambija, Cambana,
Campanilla, Guaysimi. 3 de Octubre, Sultana del Cóndor y otras, dispuestas en una alineación aproximada N-S (Fig. 4)
a lo largo de unos 25 km de terreno accidentado y boscoso en las estribaciones subandinas hasta la frontera peruana (en
disputa). Todos son depósitos relacionados con los esqueletos, encerrados por el batolito de Zamora, cuya antigüedad
se remonta al Jurásico Temprano y Medio (Rundle, 1987. 1988; Harrison, 1990). El campo de skarn es de unos 2 × 25
kines en planta y comprende bolsas de skarn dentro del protolito. El protolito skarn es una secuencia de mármoles,
areniscas, lavas andesíticas-dacíticas y penachos (Clarke, 1989) que pertenecen a la unidad del Triásico superior de la
Piuntza (Litherland et al., en preparación). Se han identificado bivalvos noruegos (Ivlm@y-Cook y Morris, 1989) a
partir de bloques de flotadores parcialmente skamificados, y el bivalvo triásico Costatoria se conserva en una muestra
de skarn de oro de la mina Guaysimi (Woods, 1992). La zona minera de Nambija puede corresponder a un colgante de
techo skarnificado con tendencia N/S del batolito de granodiorita-diorita de Zamora Calc-akallne y las rocas volcánicas
asociadas; este y otros colgantes de techo (Fig. 4) se producen sobre interfluvio, lo que sugiere un contacto subhorizontal
con el batolito. Las rocas están esencialmente indeformadas; la zona está situada al este del frente cratónico (figs. 1 y
4). Sin embargo, las rocas volcánicas cogénicas con el batolito de Zamora pueden trazarse lateralmente hacia el oeste a
través de este frente en la secuencia volcán-sedimentaria deformada de la división del Salado (Aspen y Litherland, 1992)
(Fig. 5).
Los skarns de Nambija forman un importante depósito de oro, con grados de hasta 200 g/t en los bolsillos más ricos
pero con un promedio de 15 g/t. La producción se estima en 6 t/a, y se indican reservas del orden de millones de toneladas
métricas (Salazar, 1988). Los datos de los ensayos de las muestras de Nambija indican una relación de Au g/t a All g/t
de aproximadamente 20:1 (Clarke, 1989), que es comparable a las relaciones de Au:Ag en el oro nativo analizado (véase
más abajo) y superior a las relaciones de oro skarn citadas en Meinert (1988). Esto contrasta con los ratios Au:Ag de ca.
1:10 registrados en los depósitos no skarn (epitermales) como en los prospectos de Chinapintza y Piuntza (Clarke, 1989)
(Fig. 4). Los skarns de Nambija varían desde la roca granítica virtualmente monominerálica hasta el protolito
incipientemente skarnificado, que comprende predominantemente volcanoclastas andesíticos (tobas/breccias) que
exhiben una alteración sericita y propilítica (clorita, epidota, prehnita). La skarnificación incipiente se indica mediante
cristales de granito aislados que se nuclean en venas de clorito y calcita y, localmente, mediante aerosoles de piroxeno
y grupos de epidota. El crecimiento posterior de la grandita se desarrolla en estos nueces de tal manera que las rocas
skarn avanzadas exhiben un mosaico de núcleos de grandita de pequeños cristales cubiertos por cristales más grandes,
más claros y amarillentos que muestran una compleja zonificación oscilatoria y birrefringencia de bajo orden. Cuando
dos de estos dominios interactúan, se desarrolla una sutura irregular entre ellos. Más comúnmente, sin embargo, los
cristales de granito más tardíos muestran perfectas formas euédricas adyacentes al cuarzo intersticial, adularia y calcita.
Ocasionalmente, el cuarzo se forma alternando zonas de crecimiento concéntrico con la grandita, lo que indica que este
relleno intersticial se desarrolló penecontemporáneamente con el crecimiento de la grandita, posiblemente como
resultado de la reducción de volumen durante la skarnificación. En otros lugares, el crecimiento posterior de la grandita
se desarrolla a lo largo de venas que atraviesan la grandita formada tempranamente, lo que indica varios episodios de
crecimiento y fractura de la roca. En una muestra, la grandita se asocia con el clinopiroxeno, formando numerosos
diminutos cristales equivalentes poikilíticamente encerrados por cuarzo y adularia polvorienta. La composición de la
grandita de una muestra (Tabla 3) muestra que la zonificación del crecimiento implica un aumento del componente de
andradita de Ad46Gr51 a Ad69Gr29 (Fig. 3). El oro nativo, donde se observa, forma burbujas de hasta 1 mm de diámetro
asociadas con el feldespato K, la calcita y el cuarzo, y que van desde el intersticio hasta la grandita. Este oro, medido
por EPMA. Contiene de 3 a 13 % atómico de Ag (Beddoe-Stephens, 1987, 1989). En estos skarns hay pirita y calcopirita
dispersas. El skarn de Nambija muestra evidencia de alteración retroactiva de calcita/cuarzo/clorita/K-feldspar. Los
especímenes examinados varían desde rocas frescas ricas en granate que carecen de esta paragénesis tardía, hasta
material en el que tanto el granate temprano como el tardío son ampliamente reemplazados. La pirita se depositó en esta
etapa tardía, y las indicaciones actuales son que el oro también se depositó, principalmente durante la alteración
retrógrada, más que durante la formación inicial de la paragénesis granítica.

Un rasgo llamativo de la roca de Nambija, como se ve en la sección delgada, es el hábito poikilítico claro y sin tensión
del cuarzo, que da la apariencia superficial de no haber sido afectado por la alteración. Las temperaturas de
homogeneización de inclusión de fluido de este cuarzo (Shepherd, 1988) indican la formación o recristalización y el
recocido a temperaturas relativamente bajas de unos 200°C. Además, se indica una pauta en la que la temperatura de
los fluidos disminuyó a unos 150ºC y la salinidad aumentó de aproximadamente 2 a 24 equivalentes de NaCI en peso
al comparar los datos de inclusión de fluidos del cuarzo de la piel de granate aparentemente sin retroceso con los del
cuarzo de la roca aurífera con carbonato de adularia. Evidentemente, la alteración retrógrada se recomienda con el
rebrote y el recocido del cuarzo intersticial antes de la introducción del carbonato y los minerales asociados.

CONCLUSIONES Y DISCUSIONES

Los skarns recién descubiertos de la Cordillera Real septentrional son alóctonos, klippen de alto nivel del tipo de
magnetita cálcica, que se cree que se formaron por el empuje progresivo de los sedimentos de tipo arco de la isla
protolítica y los volcánicos hacia el este sobre el batolito caliente de Azafrán durante el Jurásico tardío. Este empuje fue
el resultado del emplazamiento de las terrenas continentales del oeste (Fig. 5). El levantamiento y la erosión de los
Andes ha eliminado en gran medida esta lámina de skarn, excepto por los valores atípicos aislados (klippen) en las
mayores altitudes. Por el contrario, los skarns de Nambija son depósitos autóctonos relacionados con la intrusión del
batolito de granodiorita-diorita de Zamora en una cuenca volcánica-sedimentaria del Triásico Superior, situada al este
del frente cratónico. Los batolitos de Azafrán y Zamora son similares en edad y composición y pueden formar parte de
la misma cadena de batolitos de tipo I que invade secuencias volcánicas-sedimentarias a través de un margen continental
activo. En cuanto al potencial económico de los skarnfields, los klippen de la Cordillera Real septentrional parecen ser
relativamente estériles, a pesar del gran volumen de roca skarn presente. Esto puede deberse a la naturaleza de la
alteración tardía, que puede haber sido concomitante con el emplazamiento de las láminas de empuje; adularia, un
asociado del oro en Nambija, es muy escasa. Nambija, por otro lado, es uno de los depósitos de oro más ricos del mundo.

La comprensión de los controles de la mineralización de oro en skarns es actualmente escasa, aunque Meinert (1988)
ha reconocido una clase separada de Au skarns además de las categorías de skarn calcico ideadas por Einaudi y otros
(1981) -- a saber, re, Cu, Pb-Zn, Sn, W, y Mo. Se sabe que el hierro y el Ca (asociado al pórfido) en particular, producen
una cantidad importante de oro además de otros metales. Sin embargo, una característica de la clase Au-skarn son los
bajos niveles de metales base asociados, una característica, aparentemente, de la Nambija . qk~us. Otro rasgo
significativo documentado por Meinert (1988) es la alta proporción de litologías volcanoclásticas dentro del protolito
skarn. Los análisis de granate de Nambija (Fig. 3) se encuentran dentro de los campos de los skarns de Cu- y Fe-,
exhibiendo bajos contenidos de Mn y altos de Fe (andradita). Los datos disponibles sobre el granate de la clase Au-
skarn de Meinert (1988) son escasos, pero Meinert sugiere que también son ricos en Fe-. Las clases Fe- y Au-skarns
parecen estar más generalmente asociadas a entornos de arcos volcánicos inmaduros y relacionadas con plutones
relativamente máficos, como es el caso de Nambija (Clarke, 1989).

Fig. 1. Ubicación de los depósitos de skarn dentro de las divisiones litotectónicas de la Cordillera Real del Ecuador.
Fig, 2. Configuración geológica de los campos de aterrizaje de la Cordillera Real del norte: 1. Volcánicos del
Cenozoico Superior; 2. Formaciones sedimentarias del Cretácico; 3. Cinturón jurásico de piedra verde de Alao; 4.
Granitos tipo S de la división de Loja y esquistos y paragneisses de la envolvente (Triásico Superior o más antiguo); 5.
Esquistos de la división del Salado del Jurásico; 6. Pizarras de la división de Loja. skarnfields (Jurásico), todos menos
dos de los cuales tienen nombre; 7, piedras verdes de la división del Salado Jurásico; 8, división del Salado, fase
plutónica del Azafrán Jurásico; 9, volcánicos de la división del Zamora Jurásico; I0, fase plutónica de la división del
Zamora Jurásico; 11, empuje (Jurásico tardío); 12, empuje (Cenozoico tardío); 13, escarpadura; 14, rastro del
síndrome de Urcucocha.
Tabla 1. Análisis representativos de EPMA (wt%) de granate y piroxeno de los skarns de la Cordillera Real.
Resultados de la EPMA del instrumento Cameca SX50 en BGS Nottingham (Reino Unido). Clave para los análisis: 1,
granito, El Placer; 2, granate rosa, El Placer; 3, granito, Sara Urco; 4, granate rosa, Sara Urco; 5, piroxeno sódico, Río
Mulatos; 6, hedenbergita, El Placer; 7, sódico, piroxeno, Río Quijos; 8, diópsido, Sara Urco. Fe repartido según la
estequiometría.

Tabla 2. Análisis representativos de EPMA (wt%) de la hornblenda de los skarns reales de la Cordillera.
Fig. 3. Composición de las muestras de skarnfield trazadas en la parcela de distribución de spessartinc/almandina-
grossular-andradita para el granate, y en la parcela de diopsida-hedenbergita-johannsenita para el piroxeno.

Fig. 4. Entorno geológico de la zona minera de Nambija: a, falla; b, rocas metamórficas prejurásicas; c, unidad
volcánica-sedimentaria de Piuntza del Triásico; d, batolito de Zamora del Jurásico; e, rocas volcánicas del Jurásico; f,
campo de rodadura de Nambija; g, formación Hollín del Cretáceo; h, formación Napo del Cretáceo; i, pórfido
cenozoico.
Fig. 5. Dibujo que muestra las relaciones tectónicas/intrusivas a través de la Cordillera entre los campos de la
Cordillera Real del norte, dentro del complejo de napa de Cuyuja, y el skarn autóctono de Nambija: 1, granitos de la
división Loja tipo S y esquistos y paragneisses de la envolvente (Triásico Superior o más antiguo); 2, fase plutónica
del Azafrán jurásico; 3, rocas skarn (Jurásico); 4, esquistos de la división del Salado jurásico; 5, piedras verdes de la
división del Salado jurásico; 6, volcánicos de la división del Zamora jurásico; 7, fase plutónica de la división del
Zamora jurásico; K, formaciones sedimentarias del Cretáceo.

Tabla 3. Análisis de EPMA (wt%) de granates representativos de Nambija skarns.

También podría gustarte