La casa en El Torón es la primera casa diseñada dentro de la Reserva El Torón de 30 hectáreas en Oaxaca, México. Con un área de 850 metros cuadrados y construida en 2020, la casa respeta el sitio y aprende de la arquitectura vernácula local. Se construyó con materiales locales como madera, piedra y estuco para minimizar el impacto, y consiste en tres módulos independientes que ofrecen privacidad y vistas del paisaje.
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La casa en El Torón es la primera casa diseñada dentro de la Reserva El Torón de 30 hectáreas en Oaxaca, México. Con un área de 850 metros cuadrados y construida en 2020, la casa respeta el sitio y aprende de la arquitectura vernácula local. Se construyó con materiales locales como madera, piedra y estuco para minimizar el impacto, y consiste en tres módulos independientes que ofrecen privacidad y vistas del paisaje.
La casa en El Torón es la primera casa diseñada dentro de la Reserva El Torón de 30 hectáreas en Oaxaca, México. Con un área de 850 metros cuadrados y construida en 2020, la casa respeta el sitio y aprende de la arquitectura vernácula local. Se construyó con materiales locales como madera, piedra y estuco para minimizar el impacto, y consiste en tres módulos independientes que ofrecen privacidad y vistas del paisaje.
La casa en El Torón es la primera casa diseñada dentro de la Reserva El Torón de 30 hectáreas en Oaxaca, México. Con un área de 850 metros cuadrados y construida en 2020, la casa respeta el sitio y aprende de la arquitectura vernácula local. Se construyó con materiales locales como madera, piedra y estuco para minimizar el impacto, y consiste en tres módulos independientes que ofrecen privacidad y vistas del paisaje.
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Casa en El Torón
Arquitectos: IUA Ignacio Urquiza Arquitectos.
Área: 850 m² Año: 2020 La Reserva El Torón se localiza en las costas de Oaxaca, en la punta sur del Pacífico mexicano y a pocos kilómetros de Mazunte, entre las playas de Mermejita y Ventanilla. Tiene una extensión protegida de 30 hectáreas que se caracteriza por su vegetación cambiante y su topografía accidentada; sus cerros y acantilados dan lugar a espacios de difícil acceso y de belleza natural única. La casa en El Torón es la primera diseñada dentro de esta reserva, y su concepción partió de dos premisas que nos permitieron cuestionar y repensar la vivienda de la costa. La primera de ellas fue la del respeto máximo al sitio y, la segunda, buscar entender y aprender de la arquitectura vernácula y contemporánea de la zona, que representa tantos años de saberes y experiencia y que suele tener una funcionalidad inigualable Los Arquitectos como Marco Aldaco, Mario Lazo, Diego Villaseñor y José Yturbe presentaron una nueva arquitectura de mar, que generaba una estrecha relación con la naturaleza y los gestos de la arquitectura tradicional de la costa a grandes proyectos arquitectónicos, un conocimiento que tiene que estar presente en cualquier diseño de playa. La vivienda de la costa no es una tarea fácil; para cuestionar sus bases y su futuro se debe buscar el balance en su desarrollo y evolución tomando en cuenta la interacción de lo global y su relación con lo local. Para la casa se pensó en una arquitectura ligera en donde la escala a relación física entre contexto, arquitectura y el uso de algunos elementos, como la palapa, terrazas o en una empalizada costeña. Es una arquitectura más cuidadosa y respetuosa con el entorno. Para la construcción se utilizamos sólo materiales locales; maderas certificadas y tropicales para la estructura y cancelerías, piedra del sitio, producto de las excavación para las cimentaciones y muretes de contención, y estuco y barro de la zona que no requieren mayor mantenimiento. El sistema estructural, compuesto de madera y concreto, forma marcos con módulos de 4.80 m que cargan losas ligeras los volúmenes, las cuales están recubiertas con la pedacería de los trabajos de piedra, con el diseño de la cancelería, minimizan el uso energético para enfriar los espacios. En el proceso de construcción no se utilizó maquinaria, todos los materiales se transportaron en una cuatrimoto y un remolque, circulando por pequeñas veredas preexistentes. El primero contiene las áreas comunes en planta alta, y la habitación principal y un estudio en planta baja. En el segundo están las recámaras de visitas y el tercer módulo es un pequeño volumen de dos niveles con dos recámaras en planta baja y áreas comunes en su planta alta. • El trazo de este proyecto fue articulado por plazas, andadores y caminos abiertos, permitiendo circular en el conjunto de una manera fluida; La planta de conjunto es resultado de este proceso y fue el último dibujo que se realizó; Tras separar el programa, nos permitió acomodar las piezas en el terreno con mayor libertad y al trabajar con volúmenes independientes, pudimos controlar la escala de la casa, respetar la vegetación existente y dar a cada espacio del programa la privacidad adecuada y vistas particulares. El resultado es una serie de espacios alternos, interiores, exteriores y exteriores techados los cuales se funden en el paisaje y permiten que la arquitectura desaparezca en una relación ambigua entre lo natural y lo artificial dentro de un panorama continuo de espacios inalterados.