Pensamiento Ecológico

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

Pensamiento ecológico

El pensamiento ecológico se te aparece de repente, desde el futuro, como una imagen de los que
ya habrá habido allí para que la <<ecología sin naturaleza>> cobre sentido.

La ecología abarca todas las formas imaginables de vivir juntos. La ecología está muy relacionada
con la coexistencia. La existencia es siempre coexistencia. P. 13 Morton

Pensar de manera ecológica no es solo discurrir sobre cosas no humanas. La ecología tiene que ver
contigo y conmigo. P. 13

Pero hay una forma especial de pensar a la que yo llamo <<el>> pensamiento ecológico. Se
extiende como una cadena de ADN a lo largo de miles de pensamientos diversos. Por otra parte la
<<forma>> del pensamiento ecológico es al menos tan importante como su <<contenido>>- No es
una mera cuestión de <<qué>> estés pensando. También se trata de <<cómo>> ´piensas. P. 13

La ecología nos muestra que todos los seres están conectados entre sí. El pensamiento ecológico
es el análisis de la interconectividad. P. 17

En nombre de la ecología, debemos analizar la Naturaleza con toda la suspicacia de que una
persona moderna pueda hacer acopio. Caveat emptor («como está es como se vende»). La
Naturaleza resulta ser una imitación sintética del original. Como dice Emmanuel Levinas en un
sorprendente pasaje —que es, entre otras cosas, una crítica apasionada del filósofo favorito de la
ecología profunda, Martin Heidegger—, nuestra idea de la «anónima y generosa madre
naturaleza» se basa en las «sedentarias» sociedades agrícolas y en su concepto de «posesión». El
mito de la madre anónima es precisamente la motivación para explotar la Tierra, vista como una
«inagotable materia para las cosas».16 Las regiones salvajes son gigantescas versiones abstractas
de los productos que se exponen en los centros comerciales. P. 17

El pensamiento ecológico no se produce solo «en la mente». Es una práctica y un proceso que
consiste en llegar a ser plenamente conscientes de que los seres humanos están conectados con
otros seres: animales, vegetales o minerales. En definitiva, ese proceder nos lleva a pensar en la
democracia. ¿Cómo sería un encuentro realmente democrático entre seres realmente iguales?
¿Acaso podemos imaginarlo? ´. 17

Cuando pensamos el pensamiento ecológico, encontramos todo tipo de seres que no son
estrictamente «naturales». Eso tampoco es de extrañar, puesto que lo que llamamos «naturaleza»
es una desnaturalizada, extraña y antinatural secuencia de mutaciones y sucesos catastróficos:
basta con leer a Darwin. El panorama ecológico que nos espera no es una imagen de algún objeto
acotado o «economía restrictiva», un sistema cerrado.19 Es una extensa malla de interconexiones
sin un centro o contorno determinados. Es intimidad radical, es coexistencia con otros seres, ya
sean sensibles o no; ¿cómo es que los distinguimos con tanta facilidad? El pensamiento ecológico
plantea preguntas relativas a los cíborgs, la inteligencia artificial y la irreducible incertidumbre de
qué es una persona. P. 18

En una era de ecología sin Naturaleza, trataríamos a muchos más seres como personas, al mismo
tiempo que deconstruiríamos nuestras ideas acerca de aquellos que cuentan como personas.
Pensemos en Blade Runner o Frankenstein: la ética del pensamiento ecológico reside en
considerar a los seres como personas aunque no lo sean. El animismo antiguo trata a los seres
como personas, prescindiendo del concepto de Naturaleza. Quizá esté buscando una versión
actualizada del animismo (también busco otra buena excusa para escribir acerca de mi película
favorita, Blade Runner) p. 18

El arte puede ayudarnos porque es una parte de nuestra cultura que debe lidiar con la
intensidad, el oprobio, la abyección y el deterioro. También lidia con la realidad y la irrealidad,
con el ser y el aparentar. Si la ecología versa sobre la coexistencia radical, entonces debemos
cuestionar nuestro sentido de lo que es real y lo que es irreal, de lo que cuenta como existente y
lo que cuenta como inexistente. La idea de la Naturaleza como una cosa holística, real y
saludable evita ese cuestionamiento p. 20

Un ejercicio de interpretación verdaderamente ecológico pensaría en el ambiente prescindiendo


de las rígidas categorías conceptuales: incluiría la mayor cantidad posible de la apertura radical
que caracteriza al pensamiento ecológico. La ecocrítica ha pasado por alto la manera en que todo
arte —no solo explícitamente el arte ecológico— instala el ambiente en su «forma». El arte
ecológico, y el ecologismo de todo arte, no versa solo «sobre» algo (árboles, montes, animales,
contaminación, etc.). El arte ecológico «es» algo, o tal vez «hace» algo. El arte es ecológico en la
medida en que está hecho de materiales y existe en el mundo. P. 21

Esa perspectiva «imposible» es una piedra angular del pensamiento ecológico

El pensamiento ecológico aspira a algo más sosegado, al menos al principio. Al Gore y otros han
usado la expresión «salida de la Tierra» para que nos preocupemos del planeta, como si fuera una
frágil bola de cristal. Universe (1960), una magnífica película canadiense de animación, y la
secuencia inicial del filme Contact, basado en la novela de Carl Sagan, se adentran en el universo,
alejándose cada vez más de la Tierra.9 Son zums desde ninguna parte. Arquímedes dijo: «Dadme
un punto de apoyo y moveré el mundo». El pensamiento ecológico dice: «Dadnos un punto de
apoyo y cuidaremos de la Tierra» p. 35

También podría gustarte