1) El documento presenta la contestación de la reconvención en un caso de desalojo. 2) Argumenta que el contrato original entre las partes era realmente de arrendamiento aunque se denominó como comodato, y la demandada reconoció esto. 3) Solicita que se deseche la reconvención y se declare que el contrato es de arrendamiento.
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1) El documento presenta la contestación de la reconvención en un caso de desalojo. 2) Argumenta que el contrato original entre las partes era realmente de arrendamiento aunque se denominó como comodato, y la demandada reconoció esto. 3) Solicita que se deseche la reconvención y se declare que el contrato es de arrendamiento.
1) El documento presenta la contestación de la reconvención en un caso de desalojo. 2) Argumenta que el contrato original entre las partes era realmente de arrendamiento aunque se denominó como comodato, y la demandada reconoció esto. 3) Solicita que se deseche la reconvención y se declare que el contrato es de arrendamiento.
1) El documento presenta la contestación de la reconvención en un caso de desalojo. 2) Argumenta que el contrato original entre las partes era realmente de arrendamiento aunque se denominó como comodato, y la demandada reconoció esto. 3) Solicita que se deseche la reconvención y se declare que el contrato es de arrendamiento.
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Ciudadano
Juez Noveno de Municipio de la Circunscripción Judicial del
Area Metropolitana de Caracas. Su Despacho. Nosotros, YUBIRI SANCHEZ SANCHEZ y JOSE GUSTAVO BRICEÑO YANES, abogados en ejercicio, titulares de las cédulas de identidad No. V-5.538.380 y V-2.148.120 respectivamente, inscritos en el INPREABOGADO bajos los números 19656 la primera de las nombradas y bajo el número 30.399 el segundo, y de este domicilio, actuando en este acto como apoderados judiciales del ciudadano RAFAEL LOPEZ SARMIENTO, quien es mayo de edad, venezolano, titular de la cédula de identidad No. V-3.238.700 y de este domicilio, demandante reconvenido en el presente juicio que corre al expediente No. 001519, tal como consta de instrumento poder agregado a los autos, de conformidad con lo establecido por el artículo 888 del Código de Procedimiento Civil, presento la siguiente: CONTESTACION DE LA RECONVENCION. Rechazamos, negamos y contradecimos lo alegado por la demandada reconviniente en su escrito de contestación de la demanda, en el cual propuso la mutua petición. Ciudadano Juez, a los fines de encuadrar nuestra acción correspondiente en virtud del contrato de marras, procedimos a hacer la previa aclaratoria en el libelo de demanda del tipo de contrato, que a nuestro parecer, verificando la esencia y el texto del contrato, estaban obligadas las partes, independientemente de su denominación o mote indicado, es decir, analizamos cuál fue el interés o propósito de éstas al suscribir el mismo, para, entonces, adaptarlo a la normativa legal a invocar. A su vez, nuestro mandante nos ratificó que la ciudadana CARMEN ALICIA CABELLO MENDOZA, sí pagaba canones de arrendamiento mensuales, por lo que, evidentemente, la intención de las partes fue suscribir un contrato de arrendamiento, aunque lo hayan denominado comodato. En este orden de ideas, propusimos la demanda que cursa en autos y corresponderá a este Tribunal, en su sentencia definitiva, proferir si la acción intentada, conforme la naturaleza del contrato, es correcta o no. La intención de la aclaratoria, no fue, como pretende hacerse ver en autos, por la parte demandada reconviniente, que nos quisimos atribuir las facultades que corresponden al Juez. En ningún momento esa fue la intención, sino, simplemente, hacer la aclaratoria para fundamentar la acción de la demanda incoada en su contexto legal correspondiente. Valdría la pena preguntarse si la demandada, en conocimiento que lo que realmente tiene firmado contractualmente con nuestro poderdante es un contrato de arrendamiento, si hubiésemos demandando cumplimiento de contrato por vencimiento del término del supuesto contrato de comodato, no hubiese argumentado, entonces, que ese no es un contrato de comodato, ya que, pese a denominarse así, puede evidenciarse de su texto, que la demandada sí quedó obligada, desde el primer momento de su suscripción, al pago de un canon de arrendamiento, lo cual vino haciendo hasta la fecha en que se señala en la demanda que lo dejó de hacer. El argumento utilizado por la defensa de la demandada es audaz para tratar de distraer a este Juzgado la verdad de los hechos que acontecen en el caso de autos y utilizan la defensa del contrato de comodato, porque su representada está insolvente en los pagos de alquileres reclamados. Pero Ciudadano Juez, del Escrito de Reconvención, en el cual señala la demandada reconviniente : “ ... Los hechos y afirmaciones invocados con anterioridad también sirven para fundamentar la Mutua petición contra el Actor “, es decir, refiriéndose a lo argumentado en su escrito de contestación a la demanda, puede evidenciarse del propio decir de la parte demanda en su escrito de contestación lo siguiente: “Por último, solicitamos de esta Juzgadora que por cuanto la esencia misma del contrato de comodato ha quedado desnaturalizada por hechos imputables a las partes, quienes permitieron con su conducta que la ocupación del inmueble no fuese gratuita, sino, más bien onerosa, y lo que verdaderamente existe entre las partes es un contrato de arrendamiento... declare que la desocupación no procede sino mediante la aplicación de la nueva Ley de Arrendamientos Inmobiliarios... “, o sea, la parte demandada confiesa que el contrato objeto de la presente demanda sí es un contrato de arrendamiento y de esa confesión se puede deducir claramente tres cosas: 1) Que el contrato de marras sí regía entre las partes como un contrato de arrendamiento porque así venían operando ellas en torno a él 2) Que la parte demandada estaba y está totalmente consciente del tipo de relación contractual que tiene con nuestro patrocinado y 3) Que por su propia voluntad pagó cada uno de los alquileres que hizo no reclamados por mi poderdante como adeudados ( desde la fecha de suscripción del contrato el 17 de Abril de 1998, hasta el mes de Octubre de 1999 ), confesión ésta que ratifica posteriormente en el texto del escrito de reconvención ya que en su petitorio, en su numeral segundo, fundamenta la repetición de pago que equivocadamente solicita así:” ... por la cantidad de UN MILLON TRESCIENTOS VEINTE MIL BOLIVARES CON 00/100 ( Bs. 1.320.000,00 ) correspondientes a los alquileres de Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre y Octubre de 1999 a razón de DOSCIENTOS VEINTE MIL BOLIVARES CON 00/100 ( Bs. 220.000,00 ) mensuales... “.En consecuencia de estas confesiones, observamos el ANIMUS CONFITENDI de la demandada, es decir, sus dichos equivalen a una confesión espontánea, libre de apremio y coacción formulada por la demandada a través de su apoderados judiciales. A través de la defensa de que el contrato de marras es un contrato de comodato, con el objeto de evitar que nuestro mandante recupere su inmueble arrendado por el no pago de la arrendataria, por estar insolvente y con su defensa mantener en el uso del apartamento a su representada sin pagar lo que se obligó por concepto de alquiler; en el afán desmesurado de explicarle y enseñar al Juzgado lo que es un contrato de comodato lo que es un contrato de arrendamiento y la diferencia entre éstos, ellos mismos, se confunden y terminan confesando la verdadera relación entre las partes de este juicio: una relación arrendaticia. Fundamentan su Reconvención en el supuesto del pago indebido y enriquecimiento sin causa, según sus palabras: “...derivados de la relación contractual ( comodato )... “En materia de obligaciones, al existir una fuente determinada, como en este caso es el contrato de marras, no se aplican otras fuentes como “ el pago de lo indebido “ o “enriquecimiento sin causa “, porque éstas tienen vida cuando no hay contrato u otra fuente de obligaciones. Cualquier reclamación por supuestos daños o pagos irregulares, habiendo contrato, como en el caso de autos, debe hacerse como daños y perjuicios contractuales según la parte final del artículo 1167 del Código Civil, en juicio separado, porque ya al haber la litis contestación precluyó para la parte reconviniente demandar esos daños contractuales, al no hacerlo oportunamente.La causa única de todas las obligaciones que dimanan para ambas partes en el contrato, es el pacto, convenio o contrato mismo, no siendo aplicable, a este caso ninguna otra fuente de las obligaciones que aparecen en el Código Civil, amén de evidenciarse del propio contrato que cursa al expediente que en él la demandada se obligó a pagar lo reclamado en la demanda y que también existe su confesión tanto en la contestación a la demanda como en la reconvención que el contrato de autos es un contrato de arrendamiento y que en virtud de él, la demandada pagó consciente y voluntariamente para cumplir con su contrato los canones de arrendamiento hasta el mes de Octubre de 1999, sin tener ningún tipo de error ni ser inducida a ningún tipo de error por el demandante. En cuanto al contrato suscrito por ante la Notaría Pública Tercera de Municipio Baruta del Estado Miranda, en fecha 19 de Febrero de 1997, acompañado por la demandada reconviniente marcado “C” y el legajo de letras marcado “D”, per se, no demuestran ninguna relación causal como señalan sus presentantes; impugnamos en este mismo acto dicha presentación ya que esos documentos marcados “C” y “D”, constituyen materia extraña e impertinente a esta causa porque el documento fundamental de esta demanda es el contrato suscrito entre la demandada y nuestro representado por ante la Notaría Pública Tercera del Municipio Baruta del Estado Miranda, en fecha diez y siete ( 17 ) de Abril de 1998, anotado bajo el No. 40, tomo 26 del Libro de Autenticaciones llevados por dicha Notaría y sobre el cual pretende equivocadamente la demandante fincar su solicitud por pago de lo indebido y enriquecimiento sin causa y es de fecha posterior a los recaudos acompañados en la reconvención e impugnados en esta oportunidad. Nos reservamos el derecho a intentar a futuro demanda de daños y perjuicios contra la demandada reconviniente en virtud de su escrito de reconvención y solicitamos de este Juzgado declare sin lugar la reconvención de autos, y deseche dicha demanda conjuntamente con los recaudos anexos a ella marcados “C” y “D” , y a su vez, declare que el contrato de marras, es un contrato de arrendamiento conforme la naturaleza del texto del contrato e intención de las partes que lo suscribieron. Por último, solicitamos que este escrito sea agregado a los autos, sustanciado y DECLARADO CON LUGAR, con todos los pronunciamientos de Ley e igualmente la demanda de desalojo con todos los pronunciamientos de Ley. Es Justicia. En la ciudad de Caracas ala fecha de su presentación.