ECOLOGIA

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EL DESARROLLO DEL HOMBRE Y SU IMPACTO ECOLOGICO

Debido a la intensa correlación e interacción en el binomio hombre-naturaleza, existen


fricciones o problemas consecuencia de esa dualidad, los cuales pueden ser de la
naturaleza hacia el hombre (desastres naturales), o bien a la inversa (influencia
antropogenica o implicaciones del comportamiento humano).

Puesto que los desastres naturales escapan de la voluntad del hombre, ya que en
muchos casos son inminentes e inevitables, en este texto se abordaran solamente
aquellos problemas o consecuencias naturales que son resultado de la acción humana.
Algunos de los que mayor impacto representan, por su daño o posibles consecuencias
para la supervivencia humana o el equilibrio natural, son los que se detallan a
continuación.

El cambio climático
Es toda variación del clima, ya sea en temperatura, precipitaciones o nubosidad (por
tanto, este cambio no debe entenderse únicamente como calentamiento global),
respecto a los valores históricos registrados en los mismos periodos espacio-
temporales. Para que se produzca un cambio en el clima, es necesaria la intervención
de alguna influencia que lo provoque. Las influencias pueden ser de dos tipos: internas
o externas.

Las influencias de carácter interno son las que se deben a cambios terrestres sin que
medie en ellos ninguna intervención ajena a la composición natural de la Tierra
(movimientos telúricos o tectónicos que afecten las corrientes marinas, el campo
magnético terrestre, etc.), mientras que las influencias externas son las que implican
un factor ajeno a la Tierra misma, que generalmente es el hombre.

El cambio climático por influencia externa es el más común y se genera por los abusos
del hombre hacia la naturaleza, como alteraciones en la flora y fauna de una
determinada región, manipulación genética o poca rotación en los cultivos, extracción
excesiva de recursos (renovables y no renovables), introducción de nuevas especies en
un ecosistema, etc. En este rumbo también se encuentra el cambio climático extremo
causado por impactos de grandes meteoritos (el ultimo data de hace más de 65
millones de años).

Así, la variación de cualquiera de los factores climáticos (temperatura, precipitaciones


o nubosidad) redunda en alteraciones a las formas de vida aledañas al sitio donde
presenta el cambio, las cuales afectan, en diversos grados, las actividades humanas.
Recordemos que el cambio climático puede implicar desde lluvias más intensas o
menos frecuentes y modificaciones en la temperatura que conlleven veranos mas
cálidos e inviernos mas fríos, hasta la alteración de la capa de ozono con los efectos
que trae consigo (derretimiento de polos, aumentos de contaminación y de efecto
invernadero, etcétera).

Los efectos de la influencia del hombre en el cambio climático aun no se han


manifestado en su totalidad, por lo que es muy posible que, de continuar con el
desmedido uso y abuso del entorno natural, las consecuencias del cambio climático se
intensifiquen exponencialmente al deterioro del entorno.

La desertificación y la deforestación
Otro de los aspectos que alteran notablemente la relación hombre- naturaleza es la
continua y desmedida sobreexplotación del entorno, resultado de las crecientes
necesidades poblacionales y alimenticias de la sociedad.

Una de las principales consecuencias de la creciente expansión humana hacia áreas


naturales es la desertificación, la cual consiste en una sobresaturación de cultivos o
pastoreo en tierras áridas o semiáridas, lo que aunado a la falta de riego o a extensas
sequias provocadas por el cambio climático promueve la degradación paulatina del
subsuelo hasta volverlo desértico o casi desértico, con la imposibilidad de reutilizarlo
para cultivo o pastoreo.

Otra acción relacionada con el mal uso de los recursos naturales es la deforestación
que consiste en la eliminación de áreas forestales (bosques y zonas con gran densidad
de vegetación natural). Esta práctica se relaciona principalmente con la tala
inmoderada y la extensión de áreas de cultivos, actividades que procuran satisfacer la
demanda cada vez mayor de materias primas.

Ambas prácticas (desertificación y deforestación) promueven que el hombre busque


cada vez más tierras viables para su sustento y desarrollo, lo que intensifica la
degradación de grandes extensiones de áreas naturales.

La contaminación atmosférica
De la mano del cambio climático y las prácticas irresponsables en las áreas naturales se
presenta la contaminación atmosférica, la cual se considera como la degradación del
medio ambiente, principalmente el aire, el agua, el suelo y el manejo de desechos.

La contaminación atmosférica representa el daño que se ha hecho al entorno a través


de las prácticas humanas, entre las que cabe destacar la industrialización y el
exagerado uso de combustibles derivados del petróleo altamente contaminantes.

Se le denomina contaminación atmosférica por dos razones: la atmosfera consiste en


la capa de aire que rodea la Tierra y es el entorno que rodea a algo o alguien (la
atmósfera primigenia del ser humano en la naturaleza).
La escasez de agua
La desertificación, la deforestación y la contaminación atmosférica, asi como el
impacto de la acción humana en el ambiente natural, han dado como resultado que los
mantos acuíferos de la Tierra resulten disminuidos hasta el grado de que en la
actualidad existe escasez de agua (dulce).

El agua es un elemento vital para la sobrevivencia; sin embargo, el acelerado


desarrollo humano, la extensión de áreas urbanas (con la consecuente disminución de
áreas forestales), el mal manejo de desechos, la demanda cada vez mayor de agua de
riego asociada a las sequias prolongadas, han disminuido notablemente la cantidad de
agua que el planeta y todos los que viven en el necesitan, por lo que se ha declarado
una crisis acerca del consumo del liquido pues es cada vez más escaso y costoso.

Inversión térmica y lluvia acida


La naturaleza posee diversos mecanismos para mantener el equilibrio frente a los
embates del hombre, entre los que se encuentra la circulación del aire en la atmosfera,
que mantiene el aire caliente por debajo del frio, procurando así una constante
rotación eólica que limpia la atmosfera de contaminantes y partículas dañinas. Sin
embargo, en las grandes ciudades, debido a la alteración climática que causan los
asentamientos urbanos, esa circulación se detiene o altera, lo que provoca un aire
enrarecido por partículas, polvo o contaminación que afecta los seres humanos y el
medio ambiente en general. Esta alteración se conoce como inversión térmica.

Otro factor que contribuye a la limpieza de la atmósfera es la lluvia, que al igual que el
viento arrastra y elimina partículas dañinas; no obstante, debido a la contaminación
del aire la lluvia se vuelve nociva para el ecosistema al mezclarse con químicos
producidos y desechados por el hombre, de modo que altera su pH y se convierte en
lluvia acida.

Destrucción de los ecosistemas y alteración de procesos fisiológicos y


genéticos del hombre.
Los diversos problemas que representan la mano del hombre en la naturaleza
colaboran a la destrucción de ecosistemas, algunos de los cuales son irremplazables o
endémicos, por lo que se llegan a perder diferentes especies o ecosistemas completos.
Las modificaciones en los ecosistemas redundan en alteraciones de los procesos
fisiológicos de los eres vivos, pero en especial de los humanos, quienes han adoptado
sus funciones a un entorno cada vez mas mediado por los artífices tecno científicos
que lo alejan del orden natural, como alteraciones genéticas.
Responsabilidad ante los problemas ambientales
Frente al sombrío panorama que se observa en la relación hombre-naturaleza, es
necesario tomar medidas que promuevan el rescate del medio ambiente que, además
de la practica y educación ambiental individual, debe partir de los ámbitos que mayor
impacto tienen en el.

 Las naciones. Lejos de ser un esfuerzo individual, los gobiernos deben dejar sus
diferencias a un lado para coadyuvar a la reivindicación de la actividad humana
frente a la naturaleza, ya sea por medio de legislaciones que regulen el impacto
de las practicas que se relacionan con la naturaleza, una educación ambiental
regulada en las escuelas o acciones punitivas a quien se sorprenda atentando
contra el medio ambiente.
 Las empresas. En acción conjunta con las naciones, su labor es reducir el
impacto negativo que la producción de bienes de consumo produce en la
naturaleza, lo cual redundara en beneficios tanto al entorno como a las
empresas mismas, ya que al contribuir a la explotación regulada del medio, los
productores tendrán materia prima para seguir trabajando, al tiempo que no
dañan la naturaleza.

Finalmente, vale la pena destacar que el resurgimiento del esplendor natural, así como
el rescate de los recursos que la actividad humana ha minado, son una ardua tarea que
requiere compromisos y actividades concretas por parte de todos los habitantes del
planeta, ya que solo así podremos seguir disfrutando de las bondades de la naturaleza.

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