Plagas Que Matan El Matrimonio
Plagas Que Matan El Matrimonio
Plagas Que Matan El Matrimonio
Introducción.
Mirando las flores del jardín de mi casa que no florecían y comenzaron a morir, aunque
todos los días por la mañana me esforzaba en regarlas. Cierto día un jardinero con
muchos años de convivir entre jardines me dijo el motivo por el cual las flores de mi
jardín se estaban muriendo y no florecían no era por falta de agua, si no la existencia de
plagas que son el peligro para todo mi jardín. Tome en cuenta su observación y
experiencia a taque las plagas y para mi asombro una semana después, mi jardín
empezó a florecer de una manera muy hermosa.
Podemos decir que cada matrimonio es un jardín con flores perennes, pero debido a la
presencia de diversas plagas que lo atacan, muchas veces parece que está a punto de
morir. Titulo mi reflexión “¿Qué plagas matan mi matrimonio? Comparto esta reflexión
que será de mucha bendición no solo para los esposos, sino aun para todos aquellos que
en día lo serán.
El Individualismo
HOMBRE INDIVIDUALISTA
MUJER INDIVIDUALISTA
Recuerdo que siendo un niño uno de mis amiguitos atravesó un momento muy difícil,
ya que su mamá les abandonó a él, a sus hermanos y a su esposo por irse con otro
hombre. Aun esto es una actitud individualista donde a la mujer no le importa el daño
que se le puede hacer a la familia con tal de ella estar bien.
La receta para este gran mal es sencilla: Pensar menos en mí, pensar más en ella;
Preocuparme menos por mí, preocuparme más por él. Cambie el pronombre personal
“YO” por “NOSOTROS”; y el pronombre posesivo “MÍO” (“mi casa”, “mi carro”, “mi
dinero”, “mi negocio”) Por “NUESTRO” (“nuestra casa”, “nuestro carro”, “nuestro
dinero”).
Recuerde querido esposo y esposa. El individualismo es una gran plaga que terminará
por aniquilar su matrimonio. Decídase a exterminarla en el poder de Dios y de su
Palabra.
El orgullo.
Lucas 14:7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los
convidados una parábola, diciéndoles. 8 Cuando fueres convidado por alguno a
bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté
convidado por él, 9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y
entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.10 Mas cuando fueres
convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te
diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan
contigo a la mesa.11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla, será enaltecido.
El consejo del Gran Maestro fue que no nos sentemos en los primeros asientos (lugar de
honor) porque puede venir otro más distinguido y luego pasaremos la vergüenza de que
nos pidan el asiento de honor.
Si su respuesta es “NO” entonces usted es una persona que tiene que matar la plaga del
orgullo en su vida
¿Cuándo estoy enojado no le hablo a mi conyugue?
¿Cuándo hemos tenido una discusión me duermo sin reconciliarme?
Si su respuesta es “SI” usted es una persona que está luchando con el orgullo.
CONCLUSIÓN.
Querido esposo/a recuerde que de todas las empresas que usted pueda emprender en
esta vida, una de las más grandes es su matrimonio. Y si usted fracasa en ella, créame,
poco importa sus triunfos en los negocios de la vida. No permita que su matrimonio
muera, tome la decisión de matar cada una de las plagas que quieren aniquilar su hogar.
Pero recuerde, solo no podrá. Necesita del poder del Espíritu Santo en su vida y esto
solo lo podrá lograr cuando ha dejado que Cristo gobierne su vida. Bendiciones.