Conquista Del Peru
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Conquista del Imperio Inca
Conquista de América
Parte de colonización española de América
Montaje 2 conquista del Peru.png
De izquierda a derecha: Los Trece de la Fama; Francisco Pizarro en su segundo viaje
al Perú; captura de Atahualpa; asesinato de Huáscar; acumulación de oro y plata en
el cuarto del rescate tras el acuerdo hispano-inca de no agresión; ejecución y
conversión de Atahualpa; Sitio del Cuzco; saqueo y destrucción del Templo del Sol;
batalla de Tiocajas durante la invasión a Quito.
Fecha 1532 - 1572 (40 años)
Lugar Actuales territorios de Perú y sierra del Ecuador
Casus belli Captura y asesinato de Atahualpa por los españoles
Resultado Victoria española
Consecuencias
• Anexión del Tahuantisuyo a la Monarquía Española.
• Expansión española hacia los antiguos suyos incaicos de los actuales Argentina,
Bolivia y Chile.
Se considera que inició a poco de haber finalizado la guerra civil por el trono
incaico entre los dos hermanos Huáscar y Atahualpa (hijos del inca Huayna Cápac)
con las acciones del 16 de noviembre de 1532 cuando el vencedor de la guerra y
nuevo inca, Atahualpa, se reunió en Cajamarca con los conquistadores españoles
encabezados por Francisco Pizarro. En dicho encuentro Atahualpa y su comitiva
fueron emboscados y este tomado preso por los españoles y meses después ejecutado,
el 26 de julio de 1533. Posteriormente los españoles, aliados con las panacas
huascaristas, además de cañaris, chachapoyas y otras etnias vasallas de los incas,
marcharon al Cuzco, la capital del imperio, donde ingresaron el 14 de noviembre de
1533 y proclamaron como nuevo inca a Manco Inca, con la intención de convertirlo en
un rey títere. Pero Manco Inca se liberó y al mando de un ejército encabezó una
guerra de reconquista que inició el 6 de mayo de 1536 con el sitio del Cuzco, donde
se encontraba la mayor fuerza española comandada por Hernando Pizarro. Aunque
causaron grandes bajas a los españoles,4 las fuerzas de Manco Inca no lograron
tomar el Cuzco por la traición de muchos de sus hermanos(como Paullu Inca) y de
varias naciones del Tahuantinsuyo. Finalmente, Manco Inca tuvo que disolver a su
ejército y retirarse a las agrestes montañas de Vilcabamba, donde instaló la sede
de la monarquía incaica (1538), mientras que el resto del territorio fue ocupado
por los españoles, quienes tras un periodo de guerra civil entre españoles llevaron
adelante el proceso de asentamiento y colonización del Perú. El reinado de los
incas de Vilcabamba duraría hasta 1572, cuando el virrey Francisco de Toledo
ejecutó al último Inca: Túpac Amaru I. La conquista del Perú duró pues, en
propiedad, cuarenta años (1532-1572).
Índice
1 Antecedentes
1.1 El primer encuentro entre europeos e incas
1.2 Situación del Imperio incaico
1.3 Situación de España
2 Exploración y descubrimiento
2.1 Los españoles en Tierra Firme
2.2 El descubrimiento del Mar del Sur
2.3 Primeros intentos de llegar al Perú
2.4 Los tres socios de la Conquista
2.5 Primer viaje de Pizarro
2.6 Segundo viaje de Pizarro
2.7 Capitulación de Toledo
2.8 Tercer viaje de Pizarro
3 La conquista
3.1 Conquista de la isla de Puná
3.2 Desembarco en Tumbes
3.3 Los españoles en Poechos y las primeras noticias sobre Atahualpa
3.4 El orejón espía
3.5 La fundación de San Miguel
3.6 El miedo de los españoles
3.7 La marcha a Cajamarca
3.8 Pelea entre el mensajero y el embajador
3.9 Los españoles llegan a Cajamarca
3.10 La embajada española ante Atahualpa
3.11 Captura de Atahualpa
3.12 Reparto del botín
3.13 Atahualpa ofrece un rescate
3.14 El avance de Almagro
3.15 Expedición a Pachacámac
3.16 La misión al Cusco
3.17 La muerte de Huáscar
3.18 La llegada de Almagro
3.19 La fundición del oro y la plata
3.20 El reparto del tesoro
3.21 Viaje de Hernando Pizarro a España
3.22 El proceso de Atahualpa
3.23 La ejecución de Atahualpa
3.24 Empieza la marcha al Cusco
3.25 Batalla de Jauja o Huaripampa
3.26 Muerte de Túpac Hualpa
3.27 Asentamiento español en Jauja
3.28 Batalla de Vilcas o Vilcashuamán
3.29 Continúa la marcha española
3.30 Batalla de Vilcaconga
3.31 Muerte de Chalcuchímac
3.32 Manco Inca se alía con los españoles
3.33 Batalla de Anta
3.34 Toma y saqueo del Cusco
3.35 Proclamación de Manco Inca
3.36 Batalla de Capi
3.37 Segunda batalla de Jauja
3.38 Fundación española del Cusco
3.39 Fundación española de Jauja
3.40 Batalla de Maracaylla
3.41 Conquista de Quito
3.42 La expedición de Pedro de Alvarado
3.43 Fundación española de Quito
3.44 Campaña de Quisquis en el norte
3.45 Muerte de Quisquis
3.46 El fin de Rumiñahui
4 La resistencia inca y los inicios de la época hispánica
4.1 La fundación de la Ciudad de los Reyes (Lima)
4.2 Manco Inca se subleva contra el régimen español
4.3 Asedio del Cuzco
4.4 Batalla de Sacsayhuamán
4.5 Campañas de Quizu Yupanqui en la sierra central
4.6 Cerco de Lima
4.7 Batalla de Ollantaytambo
4.8 Instalación inca en Vilcabamba y acciones posteriores
4.9 Los últimos actos de Manco Inca
4.10 Creación del Virreinato del Perú
4.11 Asesinato y muerte de Manco Inca
4.12 Incas de Vilcabamba
4.13 Restauración de la rebelión contra los españoles
4.14 Las primeras campañas
4.15 Captura de Túpac Amaru I
4.16 Ejecución de Túpac Amaru I y fin de la conquista española
5 Véase también
6 Notas
7 Referencias
8 Bibliografía
Antecedentes
El primer encuentro entre europeos e incas
Un autor moderno, José Antonio del Busto, refiere que el primer encuentro de los
europeos con el imperio incaico se habría producido en realidad entre 1524 y 1526,
cuando el portugués Alejo García, junto con un grupo de sus compatriotas atraídos
por la leyenda del “Rey blanco” o Reino de la plata, avanzó desde el Brasil
recorriendo los actuales territorios de Paraguay y Bolivia, hasta internarse en
suelo del Tahuantinsuyo. Incluso, Alejo García habría comandando una fuerza de 2000
indios chiriguanas y guarayos, que asaltaron la fortaleza incaica de Cuscotuyo y
aniquilaron su guarnición. Dicha fortaleza marcaba el límite oriental del imperio
incaico, protegiendo la provincia de Charcas (en el Collasuyo) de los avances de
las tribus de los chiriguanas. El cronista Pedro Sarmiento de Gamboa, cuenta,
efectivamente, que durante el reinado de Huayna Cápac los chiriguanas asaltaron
dicha fortaleza, por lo que el inca mandó tropas al mando del general Yasca, que
lograron repeler a los invasores, aunque no menciona la presencia de Alejo García.
Este emprendió luego el retorno, cargado de un rico botín e incluso informó a
Martín Alfonso de Sousa, gobernador de San Vicente de Brasil, hoy Santos, sobre la
existencia de un opulento reino hacia el oeste de su gobernación. Pero el portugués
y sus compañeros acabaron siendo asesinados por sus propios aliados indios, en la
orilla izquierda del río Paraguay, desapareciendo también su botín y las pruebas de
la existencia del imperio incaico.12
Mapa del Tahuantinsuyo antes de la conquista española, conformadas con sus suyos
(regiones) y wamanis (provincias).
En 1527, cuando los españoles se hallaban explorando las costas norteñas del
imperio incaico, el inca Huayna Cápac y su heredero Ninan Cuyuchi murieron a causa
de una rara enfermedad,13 que algunos autores atribuyen a la viruela traída con los
europeos, aunque también se ha sugerido que Huayna Cápac fue envenenado por un
curaca chachapoya.14
Tras la anarquía posterior al deceso del Inca, Huáscar asumió el gobierno por orden
de los orejones (nobles) de Cuzco, quienes creían que su experiencia como vice-
gobernante era suficiente para asumir el mando. Huáscar, preocupado por el excesivo
poder que tenía su hermano Atahualpa en la región de Quito, donde era apoyado por
los generales Quizquiz, Rumiñahui y Challcuchima, ordenó a Atahualpa que le
rindiera vasallaje. Pero este reaccionó organizando un ejército y declarándole la
guerra. El enfrentamiento, que habría de durar tres años, finalizó con la victoria
de Atahualpa y la captura y posterior muerte de Huáscar.1516
Situación de España
Mapa del mundo que representa a los imperios español (amarillo) y la inca (rojo) a
inicios del siglo XVI.
En 1479 se produjo la unidad de los reinos más importantes de la península ibérica:
Castilla y Aragón, a través del matrimonio de sus reyes: Isabel I y Fernando II,
más conocidos como los Reyes Católicos. La nobleza dejó de ser señorial y se hizo
cortesana, al servicio del rey. La unidad de España se complementó con la conquista
del reino moro de Granada, en 1492. Ese mismo año ocurrió el descubrimiento de
América, que amplió el horizonte territorial al naciente Estado. En el plano
económico, España entró en un periodo de paulatina decadencia, debido a los
siguientes factores:
Exploración y descubrimiento
Los españoles en Tierra Firme
Divisiones coloniales de Tierra Firme.
Tras los viajes descubridores de Cristóbal Colón, los españoles se fueron asentando
en las islas de las Antillas y se dedicaron a explorar las costas septentrionales
de América Central y América del Sur, territorio al que llamaron Tierra Firme.17
Veragua, futura Castilla de Oro, que comprendía el territorio al oeste del golfo de
Urabá hasta el Cabo Gracias a Dios (en la frontera entre los actuales estados de
Honduras y Nicaragua). Es decir las actuales costas de Nicaragua, Costa Rica y
Panamá. Fue concedida a Diego de Nicuesa.
Nueva Andalucía, llamada también Urabá, que comprendía el territorio al este del
golfo de Urabá hasta el Cabo de la Vela, en la península de la Guajira, es decir la
actual costa atlántica de Colombia. Fue concedida al capitán Alonso de Ojeda.
Ambos conquistadores, Nicuesa y Ojeda, partieron hacia sus provincias desde la isla
de La Española (Santo Domingo), que por entonces era el centro de las operaciones
de los españoles en el Nuevo Mundo.19
Nicuesa tomó posesión de su gobernación en 1511, donde fundó Nombre de Dios, pero
hubo de enfrentar lo agreste del territorio y la hostilidad de los indígenas.
Por su parte, Nicuesa, enterado de estos sucesos, partió desde Nombre de Dios hacia
La Antigua, pero a la semana de su arribo fue arrestado y desposeído del mando por
Balboa. Contra su voluntad fue embarcado en 1511, rumbo a La Española, pero no se
supo más de él. Debió de morir durante el trayecto en el mar.23
Vasco Núñez de Balboa fue el primer europeo en divisar el océano Pacífico ("Mar del
Sur" como lo llamó).
«¿Qué es esto cristianos? ¿Por tan poca cosa reñís? Si tanta gana tenéis de oro...
yo os mostraré provincia donde podáis cumplir vuestro deseo; pero es menester para
esto que seáis más en número de los que sois, porque habéis de tener pendencia con
grandes reyes, que con mucho esfuerzo y rigor defienden sus tierras».
Y al decir esto señaló hacia el sur, añadiendo que allí había un mar
«donde navegan otras gentes con navíos o barcos... con velas y remos». (Bartolomé
de las Casas, Historia de las Indias, libro III, cap. XLI).24
Balboa tomó muy en serio la información y organizó una expedición que partió de La
Antigua con dirección al oeste. Tras cruzar el istmo en medio de una penosa
travesía, el 25 de septiembre de 1513 avistó un gran mar, al que denominó Mar del
Sur, que no era otro que el Océano Pacífico. Fue este un momento crucial para la
historia de la conquista del Perú, pues a partir de entonces la meta de los
españoles fue avanzar más hacia las costas meridionales, en busca del imperio rico
en oro mencionado por Panquiaco.25
Pedrarias dedujo la gran importancia que tendría la Mar del Sur u Océano Pacífico
para los futuros descubrimientos y conquistas, y decidió trasladar la sede de su
gobernación a Panamá, que fundó para tal efecto el 15 de agosto de 1519. A partir
de entonces, esta villa, que obtuvo el título real de ciudad en 1521, vino a ser la
llave de comunicaciones con el Pacífico y la puerta por donde se entraría al
Perú.29 Nombre de Dios fue el puerto destinado a ponerlo en comunicación con el
Atlántico.
Fue precisamente a partir de Andagoya que las tierras situadas más al sur del Golfo
de San Miguel (sureste de Panamá) se denominaron Birú (palabra que después se
convertiría en Perú).31 Se desconoce el origen de este vocablo; posiblemente se
trataba del nombre de un cacique que gobernaba una pequeña comarca en la actual
costa pacífica colombiana, nombre que los soldados españoles, en el habla
coloquial, harían paulatinamente extensivo a todo el Levante, como también se
conocía a esa región (este último término es de uso geográfico).
El análisis histórico se inclina a creer que Pizarro poseía una fortuna modesta,
porque para emprender la aventura, él y Almagro tuvieron que asociarse con un cura
influyente, Hernando de Luque, que a la sazón era párroco de Panamá. Se menciona a
un cuarto "socio oculto": el licenciado Gaspar de Espinosa, que no quiso figurar
públicamente, pero que fue el verdadero financista de las expediciones, usando como
testaferro a Luque y aportando 20.000 pesos.34 Ello debió ser así, por cuanto nunca
uno solo de los socios decidía de manera unilateral las acciones. Solo
posteriormente, iniciada ya la conquista física del Perú, Pizarro tomaría
decisiones de campaña o sobre acciones militares y administrativas, prerrogativas
de su cargo de gobernador de Nueva Castilla, concedido por la corona española a
través de la Capitulación de Toledo, firmada en 1529.
Pizarro llegó a las islas Perlas, bordeó las costas de Chochama o Chicamá, llegando
hasta Puerto Piñas y Puerto del Hambre (costa pacífica de la actual Colombia);35
prosiguió viaje, luego de una serie de padecimientos y falta de víveres, hasta
Pueblo Quemado (también llamado Puerto de las Piedras o Río de la Espera), donde
sostuvo un recio combate con los indígenas, con el resultado de dos españoles
muertos y veinte heridos (según Cieza) o cinco muertos y diecisiete heridos (según
Jerez). El mismo Pizarro sufrió siete heridas.36
Almagro decidió continuar más al sur, llegando hasta el río San Juan, pero no halló
a su socio y decidió regresar a la isla de Perlas, donde se enteró de los trajines
de Pizarro. Partió entonces a encontrarse con su socio en Chochama. Pizarro,
interesado en continuar con la empresa, ordenó a Almagro que dejara allí a sus
soldados y que retornara él solo a Panamá para reparar los dos navíos y juntar más
gente.37
A principios de 1526, Pizarro y Almagro, junto con sus 160 hombres, se hicieron
nuevamente a la mar. Siguieron la ruta anterior hasta llegar al río San Juan, donde
fue enviado Almagro de regreso a Panamá en busca de refuerzos y provisiones; de
otro lado, el piloto Bartolomé Ruiz fue enviado hacia el sur a fin de que explorase
esas regiones.42
Ruiz avistó la isla del Gallo, la bahía de San Mateo, Atacames y Coaque; a la
altura de esta última se tropezó con una balsa de indios tumbesinos que iban a
comerciar, según parece, a Panamá. Ruiz tomó algunas de las mercaderías: objetos de
oro y plata, tejidos de algodón, frutas y víveres, y retuvo a tres muchachos
indios, que los llevó consigo para prepararlos como intérpretes. Luego enrumbó al
norte, de vuelta al río San Juan, donde le esperaba Pizarro.43
Mientras que Almagro estaba en Panamá y Ruiz navegaba el océano, Pizarro se dedicó
a explorar el río San Juan, sus brazos y afluentes. Muchos de sus hombres murieron
a consecuencia de las enfermedades y otros fueron devorados por los caimanes.45
Cuando regresó Ruiz, Pizarro prometió a sus hombres que, no bien llegado Almagro,
partirían hacia el sur, a la tierra donde decían venir los muchachos indios que
había traído el piloto. Cuando finalmente arribó Almagro, con 30 hombres y seis
cabalgaduras, todos se embarcaron y enrumbaron hacia el sur.46
Pasaron por la isla del Gallo y luego por la boca del río Santiago. A continuación,
se adentraron en la bahía de San Mateo. Viendo que la costa era muy segura y sin
manglares, saltaron todos a tierra, incluyendo los caballos y se dedicaron a
explorar la región. Habían arribado a la boca del río Esmeraldas, donde vieron ocho
canoas grandes, tripuladas por indígenas.47
Continuando su marcha, llegaron hasta el poblado de Atacames, donde sostuvieron un
combate o guazábara con los nativos. Allí encontraron comida y vieron que los
indígenas llevaban algunas joyas de oro.48 Ello sin embargo no contentó a los
españoles, pues no veían recompensados los sufrimientos que padecían. Nada menos
que unos 180 españoles habían fallecido hasta ese momento, desde que empezaran los
viajes de Pizarro. Fue en Atacames donde se produjo la llamada “Porfía de
Atacames”, entre Almagro y Pizarro. Ella se originó cuando Almagro reprendió
severamente a los soldados que querían volver a Panamá, calificándoles de cobardes,
ante lo cual reaccionó Pizarro defendiendo a sus hombres, pues él también había
sufrido con ellos. Ambos capitanes fueron a las palabras mayores, llegando hasta a
sacar sus espadas, y se hubieran batido en duelo si no fuese porque Bartolomé Ruiz,
Nicolás de Ribera y otros lograron separarlos y avenirlos en conciliación.49
Calmados los ánimos, los expedicionarios retrocedieron hasta el río Santiago, que
los nativos llamaban Tempulla. Mientras tanto, continuaban las penalidades entre
los soldados, traducidas en enfermedades y muertes. Finalmente, buscando un lugar
más propicio, Pizarro y Almagro decidieron pasar a la isla del Gallo, donde
llegaron en mayo de 1527. Se acordó que, nuevamente, Almagro debería volver con un
navío a Panamá a traer nuevos contingentes.50
Pizarro y Almagro solían tener mucho cuidado de que no llegaran a Panamá las cartas
que los soldados enviaban a sus familiares, para evitar que las quejas de estos
fueran conocidas por las autoridades. En Panamá, Almagro tuvo sin embargo
dificultades pues en un ovillo de lana que había sido enviado como obsequio a
Catalina de Saavedra (la esposa del nuevo gobernador, Pedro de los Ríos, sucesor de
Pedrarias), un soldado descontento había remitido escondida la siguiente copla:5152
Ciertamente, el descontento entre los soldados de Pizarro era muy grande, pues
llevaban mucho tiempo pasando calamidades. Habían transcurrido dos años y medio de
viajes hacia el sur afrontando toda clase de peligros y calamidades, sin conseguir
ningún resultado. Pizarro intentó convencer a sus hombres para que siguieran
adelante, sin embargo la mayoría de ellos quería desertar y regresar a Panamá. Eran
en total 80 los hombres que se hallaban en la isla del Gallo, todos flacos y
macilentos, de los cuales 20 ni podían ya mantenerse en pie.54
Los 13 de la Isla del Gallo. Óleo de Juan B. Lepiani, que representa a Francisco
Pizarro en la isla del Gallo, invitando a sus soldados a cruzar la línea trazada en
el suelo.
Tafur llegó a la isla del Gallo en agosto de 1527, en medio de la alegría de los
hombres de Pizarro, que veían así finalizado sus sufrimientos. Fue en ese momento
cuando se produjo la acción épica de Pizarro, de trazar con su espada una raya en
las arenas de la isla exhortando a sus hombres a decidir entre seguir o no en la
expedición descubridora. Tan solo cruzaron la línea trece hombres. Estos "Trece de
la Fama", o los "Trece de la isla del Gallo", fueron:55
Grabado que representa a Pedro de Candía disparando con un arcabuz de mecha, con el
propósito de mostrar y sorprender a los nativos de Tumbes, ya que estos desconocían
de este tipo de artefactos.
El tesón indoblegable de Pizarro daría sus frutos. Los expedicionarios llegaron
hasta las playas de Tumbes (extremo norte del actual Perú), la primera ciudad
incaica que divisaban. Allí, un orejón o noble inca se les acercó en una balsa,
siendo recibido cortésmente por Pizarro. El noble invitó a Pizarro a que
desembarcase para que visitara a Chilimasa, el cacique tallán de la ciudad de
Tumbes, que era tributario del Imperio Inca. Pizarro ordenó a Alonso de Molina que
desembarcara con un esclavo negro y llevara como obsequios para el cacique un par
de puercos y unas gallinas, todo lo cual causó gran impresión entre los
indígenas.61 Luego fue enviado el griego Pedro de Candía, para que con su arcabuz
demostrara a los indios el poder de las armas españolas. Los indios acogieron
hospitalariamente a Candía, dejándole que visitara los principales edificios de la
ciudad: el Templo del Sol, el Acllahuasi o casa de las escogidas y la Pucara o
fortaleza, donde el griego apreció los ricos ornamentos de oro y plata. Luego,
sobre un paño Candía trazó el plano de la ciudad, y posteriormente escribió una
relación, hoy perdida. De vuelta donde sus compañeros, relató su experiencia,
afirmando que Tumbes era una gran ciudad construida a base de piedra, todo lo cual
causó asombro y alentó más a continuar en la empresa conquistadora.6263
Pizarro navegando por la costas que actualmente son peruanas. Grabado que aparece
en la edición española de la obra de William H. Prescott, 1851.
Pizarro ordenó continuar la exploración más hacia el sur, recorriendo las costas de
los actuales departamentos peruanos de Piura, Lambayeque y La Libertad, hasta la
desembocadura del río Santa (13 de mayo de 1528). En algún punto de la costa
piurana (posiblemente en Sechura), se entrevistó con la cacica lugareña, de la
etnia de los tallanes, a la que los españoles dieron el nombre de Capullana, por la
forma de su vestido. Durante el banquete con el que le agasajó la Capullana,
Pizarro aprovechó para tomar posesión del lugar a nombre de la Corona de Castilla.
Se dice que uno de los Trece de la Fama, Pedro de Halcón, se enamoró locamente de
la Capullana y quiso quedarse en tierra, pero sus compañeros lo subieron a la
fuerza al navío y zarparon todos.64
Capitulación de Toledo
Artículo principal: Capitulación de Toledo
Pizarro, junto con sus acompañantes, partió hacia Toledo para entrevistarse con el
monarca. Allí se encontró con su pariente, el conquistador Hernán Cortés, ya
prestigiado por la conquista de México y próximo a recibir su título de Marqués del
Valle de Oaxaca, quien se dice que lo ayudó a vincularse con la Corte. Pizarro fue
recibido por Carlos I en Toledo, pero este monarca, que estaba a punto de partir a
Italia, dejó el asunto en manos del Consejo de Indias.7374
Fue así como Francisco Pizarro terminó negociando con el Consejo de Indias,
presidido entonces por el conde de Osorno, García Fernández Manrique. Tanto Pizarro
como el griego Candía expusieron ante los consejeros sus razones para que el rey
diera la autorización para la conquista y población de la provincia del Perú;
Candía exhibió su paño donde había dibujado el plano de la ciudad de Tumbes.75
Tras un viaje sin contratiempos, Pizarro arribó a Nombre de Dios, donde se encontró
con su socio Almagro que, como era de esperarse, recibió con desagrado la noticia
de las pocas prerrogativas conseguidas para él en la capitulación, en comparación a
los títulos y poderes otorgados a Pizarro. A este disgusto se sumó la actitud
prepotente de Hernando Pizarro, el más temperamental de los hermanos Pizarro.
Almagro pensó incluso a separarse de la sociedad, pero Luque logró, una vez más,
reconciliar a los dos socios.828378
De Nombre de Dios, los tres socios y sus hombres pasaron a la ciudad de Panamá.
Empezaron los preparativos. Durante ocho meses, de abril a diciembre de 1530, los
soldados reclutados realizaron su adiestramiento militar.84 Pizarro logró reunir
tres naves a las que proveyó con todo lo necesario para realizar la “entrada”
definitiva al Perú.83
Pizarro partió finalmente de Panamá el 20 de enero de 1531, con dos navíos, dejando
el otro barco en el puerto al mando del capitán Cristóbal de Mena, con el encargo
de seguirle después. Como en anteriores ocasiones, Almagro se quedó en Panamá para
proveer de todo lo necesario para la expedición.85 Después de 13 días de navegación
(dato de Jerez), Pizarro llegó a la bahía de San Mateo, donde decidió avanzar por
tierra.86 Los expedicionarios caminaron bajo las inclemencias del clima tropical,
la creciente de los ríos, el hambre y las enfermedades tropicales. Encontraron
algunos pueblos indios abandonados, y en uno de ellos, Coaque, permanecieron varios
meses, hallando oro, plata y esmeraldas, en algunas cantidades apreciables. Pizarro
despachó a los tres navíos con dichas riquezas para que sirvieran de aliciente a
los españoles: dos de ellos rumbo a Panamá y uno a Nicaragua. La táctica hizo
efecto: los navíos regresaron de Panamá con treinta infantes y veintiséis jinetes,
mientras que en Nicaragua el capitán Hernando de Soto, entusiasmado al ver las
muestras de oro, empezó a reclutar gente para partir rumbo al Perú. El botín
hallado en Coaque fue, pues, el comienzo de la tentación por llegar al Perú.87
La conquista
En Puná, Pizarro se enteró del violento fin que tuvo Alonso de Molina y otros
soldados españoles que se habían quedado entre los indios en el curso de su segundo
viaje. Se dice que los españoles hallaron en la isla un lugar que tenía una cruz
alta y una casa con un crucifijo pintado en una puerta y una campanilla colgada y
que luego salieron de dicha casa más de treinta chiquillos de ambos sexos, diciendo
en coro «Loado sea Jesucristo, Molina, Molina». Los indios contaron entonces que
Molina había llegado a Puná huyendo de los tumbesinos y que se había dedicado a
adoctrinar a los niños en la fe cristiana: luego, los isleños lo convirtieron en su
caudillo durante la guerra librada contra los chonos, peleando en varios combates,
hasta que, en cierta ocasión, hallándose de pesca a bordo de una balsa, fue
sorprendido y ultimado por los chonos.96
Grabado que representa a Hernando Pizarro herido, durante la lucha contra los
indios de Puná.
Tumbalá se preparaba para realizar el exterminio de los españoles, cuando
Felipillo, el intérprete de los españoles (uno de los muchachos recogidos de la
balsa tumbesina por Ruiz), se enteró de aquel plan y lo puso al tanto de Pizarro,
que ordenó entonces apresar a Tumbalá. En plena lucha entre indios y españoles,
arribó a Puná el capitán Hernando de Soto, procedente de Nicaragua, posiblemente a
fines de 1531. Soto trajo consigo un centenar de hombres, entre ellos 25 jinetes,
refuerzo significativo que decidió el triunfo español sobre los indios.99
Pizarro, para ganarse el apoyo de los tumbesinos, les entregó a algunos de los
jefes de Puná que habían sido tomados prisioneros y puso en libertad a los
seiscientos tumbesinos esclavizados que se hallaban en la isla. Como señal de
agradecimiento, Chilimasa aceptó prestar sus balsas para que los españoles pudieran
trasladar en ellas sus fardajes. Pero detrás de esas muestras de amistad, Chilimasa
mantenía su plan secreto de exterminar a los españoles, siguiendo las directiva que
le había dado Atahualpa.100
Pizarro permaneció en Puná hasta abril de 1532, cuando emprendió el avance hacia la
costa tumbesina.101
Desembarco en Tumbes
Con los datos proporcionados por los cronistas españoles, se puede reconstruir el
contexto en que ocurrió la destrucción de Tumbes, tal como la hallaron los
españoles: este poblado había sido arrasado por orden del inca Atahualpa, en
castigo por haber apoyado a Huáscar, en plena guerra civil incaica. Es posible
también que una epidemia diezmara a sus pobladores, tal vez la viruela traída por
los españoles, la misma que acabara con la vida del inca Huayna Cápac. Los
tumbesinos fueron obligados a rendir vasallaje a Atahualpa, quien ordenó a su
curaca Chilimasa realizar una comisión especial, para demostrar su lealtad: ganarse
la confianza de los españoles, para luego, una vez en pleno desembarco, matarlos a
todos. Sin embargo, parece ser que quien llevó a cabo el plan fue el capitán
incaico dejado en Tumbes por el mismo Atahualpa, con el apoyo de algunos jefes de
Chilimasa, mientras que este se mantuvo al margen. De todos modos, el plan
fracasó.105
«...pues preguntando al indio qué era, el dijo que era un pueblo grande donde
residía el Señor de todos ellos, y que había mucha tierra poblada y muchos cántaros
de oro y plata, y casas chapeadas con planchas de oro...».
Se informó también sobre la existencia de valles más fértiles. Todos estos informes
entusiasmaron a Pizarro, quien quedó muy alentado para continuar con la
conquista.106
Cabe contar también que hubo un conato de rebelión entre los españoles,
específicamente en la persona de Hernando de Soto. Este, durante la correría que
hizo al interior persiguiendo a los tumbesinos rebeldes, quedó maravillado al ver
el majestuoso camino inca (el Cápac Ñan) que iba hacia el norte, a la provincia de
Quito. Quiso entonces Soto, que comandaba una nutrida hueste, independizarse de
Pizarro y dirigir por su cuenta una expedición a ese territorio, pero varios de sus
hombres no quisieron seguirle, y algunos fueron a contarle a Pizarro, por lo que el
motín debió frustrarse. Pizarro hizo como que no se enteró, pero a partir de
entonces vigiló rigurosamente a Soto.107
El 16 de mayo de 1532 Pizarro abandonó Tumbes, donde dejó una guarnición española
al mando de los oficiales reales.108
El 25 de mayo de 1532 los españoles llegaron a Poechos,110 que era una localidad
habitada por indios tallanes y gobernaba por el curaca Maizavilca, un indio
rechoncho y muy astuto. Este recibió cordialmente a los españoles y para ganarse
más la voluntad de Pizarro, le regaló a su sobrino, un muchacho que fue bautizado
como Martinillo y que se convirtió en intérprete.111
Hernando Pizarro regresó por tierra, pero algunos españoles lo hicieron por mar.
Por entonces se habían levantado los curacas de la Chira y de Amotape, obligando a
los españoles de Hernando Pizarro, a atrincherarse en la huaca Chira y enviar un
mensaje a Francisco Pizarro en demanda de ayuda. Este, al mando de 50 jinetes, se
dirigió a auxiliar a sus compañeros de armas, logrando salvarlos. Pizarro castigó
severamente a los curacas: luego de someterlos a tormento para que confesaran su
conjura, trece de ellos fueron estrangulados y quemados sus cuerpos, según lo
cuenta Pedro Pizarro en su crónica.114
El orejón espía
Enterado Maizavilca que Pizarro planeaba fundar una ciudad de cristianos cerca de
su territorio, se incomodó y se puso de acuerdo con los demás curacas tallanes
sobre la manera de deshacerse de los españoles. Enviaron mensajeros al inca
Atahualpa, que se encontraba entonces en Huamachuco celebrando su triunfo sobre
Huáscar, para informarle de la presencia en Tumbes y Piura de gente extraña, de tez
blanca y con barba, salidos del mar, que según ellos podían ser los dioses
viracochas, aludiendo a una antigua leyenda que vaticinaba la llegada de seres
divinos con esas características. Querían de esa manera que el inca se interesara y
que invitara a los españoles a su encuentro.115